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Revista colombiana de Gastroenterología

Print version ISSN 0120-9957

Rev Col Gastroenterol vol.30 no.4 Bogotá Oct./Dec. 2015

 

Manejo del cálculo difícil en la vía biliar: Serie de casos

Case series: Management of difficult gallstones obstructing bile ducts

Martin Gómez Zuleta MD. (1), Oscar Gutiérrez MD. (2), Mario Jaramillo MD. (3)

(1) Profesor asociado de Gastroenterología, Facultad de Medicina, Universidad Nacional. Gastroenterólogo Hospital El Tunal. Gastroenterólogo UGEC. Bogotá, Colombia.

(2) Especialista Adscrito a Gastroenterología y Endoscopia Digestiva en Colsanitas y Clínica del Occidente. Profesor Titular (r). Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.

(3) Internista, residente de Gastroenterología de último año. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia.

Fecha recibido:    28-11-14  Fecha aceptado:  20-10-15

Resumen

El 85% a 90% de los cálculos de la vía biliar son manejados de forma exitosa con la técnica endoscópica estándar, que incluye esfinterotomía endoscópica combinada con canastilla y/o catéter con balón. Sin embargo, cuando los cálculos son múltiples, de gran tamaño, de localización o forma inusual, o existen alteraciones anatómicas de la vía biliar se hacen refractarios al manejo estándar, lo que obliga la realización de otras modalidades terapéuticas. Los cálculos de gran tamaño o impactados generalmente son manejados con técnicas de fragmentación como la litotripsia mecánica y en casos fallidos con litotripsia electrohidráulica (LEH) o litotripsia láser (LL) guiado por colangioscopia convencional o más recientemente por un sistema de colangioscopia directa llamado Spyglass®. También se puede usar el sistema de dilatación endoscópica papilar con balón grande, que ha demostrado ser útil en el manejo de cálculos grandes y múltiples. En casos con anatomía alterada con dificultad para acceder a la papila, el abordaje preferido para la técnica de fragmentación es el percutáneo transhepático. En pacientes ancianos y con pobre estado general la colocación de una prótesis biliar es la técnica de elección definitiva mientras mejoran las condiciones del paciente para un tratamiento endoscópico posterior.

Palabras claves

Coledocolitiasis, cálculo difícil, litotripsia, colangioscopia, Spyglass®.

Abstract

Standard endoscopic techniques of sphincterotomy combined with Dormia basket and/or balloon catheterization can manage 85-90% of the gallstones found obstructing bile ducts. However, when there are several large calculi, when a stone is in an unusual location, or when there are anatomic abnormalities of the bile duct, they become refractory to standard management. Other therapeutic modalities become essential for management of these gallstones. Large or impacted calculi are generally handled with fragmentation techniques such as mechanical lithotripsy. When this fails, electrohydraulic lithotripsy (LEH) or laser lithotripsy (LL) guided by conventional cholangioscopy are usually resorted to. More recently, a system of direct cholangioscopy called Spyglass has been introduced. Endoscopic papillary dilation with a large balloon has also proven useful for management of large and multiple calculi. In cases with altered anatomy that makes access to the papilla difficult, the preferred technique is a transhepatic approach combined with percutaneous fragmentation. In elderly patients whose overall condition is poor, the placement of a biliary stent is the definite choice of technique because it can improve the patient's condition to make possible further endoscopic therapy.

Keywords

Choledocholithiasis, difficult calculi, lithotripsy, cholangioscopy, Spyglass.

INTRODUCCIÓN

Los cálculos de la vía biliar común están presentes en 7% a 12% de los pacientes que son llevados a colecistectomía por colelitiasis sintomática (1). En la actualidad la esfinterotomía endoscópica es el método estándar para el manejo de los cálculos de la vía biliar con una efectividad de aproximadamente 85% a 90% (2). Sin embargo, en aproximadamente 10% a 15% de los pacientes no es posible la remoción de los cálculos con este método (3). La falla en la eliminación de los cálculos de la vía biliar ocasiona obstrucción biliar, colangitis y pancreatitis con el consecuente aumento de la morbilidad y mortalidad (4). Este trabajo presenta una serie de casos y luego una discusión enfocada en las diferentes opciones de manejo endoscópico para el tratamiento del cálculo difícil de la vía biliar.

PRESENTACIÓN DE CASOS

Caso 1

Hombre de 62 años que consulta por dolor abdominal tipo cólico, asociado a ictericia, acolia y coluria, tiene como antecedente de importancia colecistectomía abierta hace 25 años. Se hospitaliza y los exámenes paraclínicos evidencian ictericia colestásica, cuadro hemático normal y la ecografía señala dilatación de la vía biliar intrahepática, por lo cual se lleva a CPRE; en esta encontramos un colédoco distal normal, pero el colédoco proximal dilatado con cálculos de 20 a 25mm (Figura 1) dada la desproporción de los cálculos a la vía biliar distal se considera que no es posible su extracción con canastilla o con litotripsia mecánica, por lo cual se realiza colangioscopia tipo Spyglass® (Figura 2 y 3). Se logra la resolución completa del caso.

Caso 2

Paciente de 51 años con dolor abdominal de 8 días en evolución, el cual se intensifico las últimas 24 horas y se asoció a ictericia, fiebre y escalofríos, con diagnóstico de colangitis es llevado a CPRE donde se encuentran cálculos gigantes (Figura 4), hay abúndate secreción purulenta, lo cual asociado a las malas condiciones del paciente obligan a colocar una prótesis para drenaje; 10 días después se lleva a colangioscopia Spyglass® para litotripsia láser (Figuras 5 y 6).

Caso 3

Mujer 62 años con colecistectomía 4 años antes la cual consulta por dolor abdominal y fiebre. Laboratorio con leucocitosis, elevación de pruebas de función hepática y ecografía que señala dilatación del colédoco proximal y sospecha de coledocolitiasis es llevada a CPRE la cual evidencia colangitis y un gran cálculo en el muñón del cístico se extraen cálculos del colédoco pero inicialmente no es posible sacar el del cístico por lo cual se colocó una endoprótesis y en un procedimiento posterior se extrajo el cálculo al pasar una canastilla de Dormia y fragmentarlo con el litotriptor (Figura 7).

DEFINICIÓN DE CÁLCULO DIFÍCIL DE LA VÍA BILIAR

Existen varios factores que dificultad la extracción endoscópica de los cálculos de la vía biliar, los cuales se pueden clasificar así: dificultad anatómica para acceder a la vía biliar (p. ej. divertículo periampular, forma sigmoidea de la vía biliar, vía biliar distal delgada (véase Caso 1) posgastrectomía Billroth tipo II o gastroyeyunostomía en Y de Roux); múltiples cálculos; gran tamaño de los cálculos (diámetro >15 mm) (véase Caso 2); forma inusual de los cálculos (p. ej. Forma de barril); localización de los cálculos (p. ej. intrahepático, conducto cístico (véase Caso 3) o los que están proximal a una estenosis (5). Adicionalmente, el manejo endoscópico se hace difícil en el síndrome de Mirizzi, en el cual la presencia de cálculos en el conducto cístico causa obstrucción del ducto biliar principal (6). Kim y colaboradores, en un estudio prospectivo, encontraron que una longitud menor de 36 mm de la rama distal del ducto biliar común (colédoco) y una angulación distal del colédoco ≤135 grados fueron los factores que más contribuyeron a la dificultad en la remoción endoscópica de los cálculos de la vía biliar común (7).

MANEJO DEL CÁLCULO DIFÍCIL EN LA VÍA BILIAR

Usualmente los cálculos con diámetro menor a 10 mm pueden ser extraídos por esfinterotomía endoscópica. Sin embargo la tasa de éxito disminuye en cuanto aumenta el tamaño del cálculo (8), por lo que cálculos >2 cm de diámetro por lo general necesitan ser fragmentados antes de ser removidos para evitar su impactación (9). Dentro de las técnicas para la fragmentación de cálculos la litotripsia mecánica (LM) es la más usada, ya que es un procedimiento costo/efectivo, simple y fácilmente disponible. La tasa de éxito reportada para el aclaramiento de cálculos con esta técnica es de 84% a 98% (10-13). Aunque puede fallar en situaciones como cálculos mayores de 3 cm (13). Sin embargo, un estudio prospectivo de Garg y colaboradores concluyó que el factor predictivo más importante que influencia el éxito de la LM es la impactación del cálculo en la vía biliar (litotripsia fallida 66,6% p <0,001) (14). La tasa de complicaciones reportadas con la LM es del 3,6% (15); dentro de estas, la impactación y la fractura del alambre de la canastilla fueron las más frecuentes.

Existen varios procedimientos que pueden ser utilizados en casos refractarios a LM (Figura 8). La litotripsia con ondas de choque extracorpórea (LOCE) puede ser utilizada sin importar el tamaño del cálculo y puede ser de ayuda en pacientes con anormalidades anatómicas como aquellos con cirugías Billroth II o Y de Roux. Los estudios con LOCE para el manejo del cálculo difícil han mostrado una tasa de éxito de 73% a 96% en la fragmentación y remoción completa de los cálculos (16-23).

La litotripsia electrohidráulica (LEH) es una técnica que se puede realizar bajo guía fluoroscópica o bajo visión colangioscópica directa (24). Cuando se usa la guía fluoroscópica existe la desventaja de tener una imagen bidimensional que dificulta la correcta posición de la sonda con el riesgo de perforar la pared de la vía biliar, por lo que la técnica con visualización directa es la preferida (25), en esta un colangioscopio (llamado bebé) es insertado a través del canal de trabajo del duodenoscopio (madre). Las tasas de éxitos con esta técnica son del 85% al 98%, la tasa de complicaciones son del 2% al 9% e incluyen: hemobilia leve, colangitis y pancreatitis. La perforación de la vía biliar solo ocurrió en <1% de los pacientes (26-30).

Los estudios con litotripsia láser (LL) por colangioscopia peroral han mostrado una efectividad en la fragmentación de cálculos biliares del 92%. Complicaciones como hemobilia y colangitis ocurrieron en 7% de los pacientes (31-33). Neuhaus y colaboradores (20) compararon en un estudio prospectivo aleatorizado LOCE y LL guiada por colangioscopia peroral en pacientes con cálculo difícil de la vía biliar y observaron que la litotripsia láser fue más efectiva que la litotripsia con ondas de choque extracorpórea en términos de aclaramiento del cálculo (97% frente a 73%, p <0,05) y duración de tratamiento (0,9±2,3 días frente a 3,9±3,5 días p <0,001). En Estados Unidos LOCE es rara vez realizada para el manejo de los cálculos de la vía biliar, en la mayoría de los centros se prefiere la litotripsia láser o la litotripsia electrohidráulica guiada por colangioscopia.

Recientemente se ha desarrollado un nuevo sistema de colangioscopia peroral, el sistema Spyglass®, que supera algunas de las limitaciones del sistema convencional de colangioscopia madre-bebe debido a que puede ser operado por un solo endoscopista, permite direccionalidad en 4 vías y provee un canal de irrigación independiente, que permite mantener un campo colangioscópico claro durante el procedimiento. Algunos estudios han reportado un aclaramiento ductal con LL/LEH a través de Spyglass® en 73% a 91% de los pacientes con cálculos biliares en los cuales la terapia endoscópica convencional fue fallida (34-38).

Otra opción para resolver el cálculo difícil es la técnica llamada dilatación endoscópica papilar con balón grande; esta técnica consiste en dilatar el orificio biliar usando un balón de diámetro mayor (12 a 20 mm) para luego extraer los cálculos. Ersoz y colaboradores (39) usaron la técnica en 58 pacientes en con manejo endoscópico convencional fallido. Se logró extraer los cálculos en 88% de los pacientes, LM fue requerida en 7% y complicaciones como colangitis leve, pancreatitis leve y sangrado sin necesidad de cirugía ocurrieron en 16% de los casos. Estudios posteriores donde combinan la técnica de dilatación endoscópica papilar con balón grande y la esfinterotomía endoscópica estándar han reportado una tasa de éxito entre 94% y 100%, complicaciones de 0% a 17%, con necesidad del uso de LM en 0% a 33% de los casos, por lo que esta técnica puede reducir la necesidad de LM, lo que minimiza los eventos adversos asociados a la litotripsia (39-51).

En pacientes ancianos o con múltiples comorbilidades, donde los procedimientos endoscópicos o quirúrgicos plantean un alto riesgo, podría usarse la prótesis biliar, dejando el cálculo como una alternativa de manejo provisional mientras mejoran sus condiciones (52). El uso de prótesis para drenaje biliar es obligatorio si no se logra una limpieza de todo el colédoco a través de la CPRE o si se requiere más de una sesión. Algunos reportes han informado una reducción de 60% en el tamaño de los cálculos biliares luego de uno o dos años después de la colocación de un prótesis biliar (52).

En un estudio de 28 pacientes geriátricos con cálculos del colédoco refractarios al manejo endoscópico convencional (53), la colocación de una prótesis biliar combinada con ácido ursodesoxicólico oral durante 6 meses, llevó a una reducción significativa en el tamaño del cálculo. Después se realizó la remoción endoscópica del cálculo en 26 de los 28 pacientes con una media de 1,7 procedimientos de CPRE. Por lo que esta terapia combinada puede ser útil en el subtipo de pacientes que por sus múltiples comorbilidades son intolerantes a tratamientos endoscópicos prolongados.

MANEJO DE CÁLCULOS IMPACTADOS (INCLUYENDO EL SÍNDROME DE MIRIZZI)

El manejo de los cálculos impactados con la técnica endoscópica estándar por lo general es fallido debido a la dificultad para atrapar el cálculo con la canastilla de Dormia, incluso para avanzar la guía a través del sitio de impactación, por lo que técnicas de fragmentación como LOCE o LL/LEH por medio de colangioscopia peroral pueden ser muy útiles para lograrlo. Binmoeller y colaboradores (54) reportaron un éxito del 100% en 14 pacientes con síndrome de Mirizzi con el uso de LEH bajo colangioscopia peroral para lograr aclaramiento completo de la vía biliar. Benninger y colaboradores (55) usaron LOCE en 6 pacientes con síndrome de Mirizzi logrando aclaramiento ductal completo en el 83%. Contrario a esto, England y Martin reportaron una serie de 25 pacientes manejados con terapia endoscópica por síndrome de Mirizzi usando LM, prótesis y/o LOCE (56), en la cual la terapia endoscópica fue exitosa para aclaramiento ductal completo solo en el 56%, de los cuales el 48% requirió manejo quirúrgico subsecuente y 28% manejo con prótesis biliar a largo plazo.

Tsuyuguchi y colaboradores (57) usaron la técnica de LEH/LL por medio de colangioscopia peroral en 122 pacientes con cálculo difícil de la vía biliar, de los cuales 53 eran síndrome de Mirizzi, 50 cálculos impactados y 19 cálculos grandes. Ellos reportaron un éxito del 96% en la remoción de cálculos en pacientes con síndrome de Mirizzi y del 100% en cálculos impactados y cálculos grandes. Con estos datos se puede concluir que una estrategia de manejo en estos casos es utilizar la técnica de LOCE, en especial en cálculos de alrededor de 2 cm, y en aquellos con cálculos impactados, incluido el síndrome de Mirizzi y cálculos de mayor tamaño. La técnica de LL/LEH a través de colangioscopia peroral sería la alternativa ideal.

MANEJO DE LOS CÁLCULOS INTRA HEPÁTICOS

La remoción transpapilar vía endoscópica de los cálculos intrahepáticos plantea un reto debido a que los pacientes pueden tener estenosis biliar distal con impactación y angulación ductal de la vía biliar intrahepática e hiliar. La resección quirúrgica del segmento hepático afectado ha sido la terapia más ampliamente usada debido a que los cálculos intrahepáticos a largo plazo pueden llevar a colangiocarcinoma intrahepático y su recurrencia es habitual luego de tratamientos no quirúrgicos (58). La LL/LEH a través de colangioscopia transhepática percutánea son técnicas terapéuticas alternativas cuando la resección quirúrgica no es posible por la condición general del paciente o por la presencia de cálculos en múltiples segmentos, con una tasa de aclaramiento completo reportada en algunos estudios de 80% a 85% y una tasa de complicaciones del 0% al 2,1% que incluyen laceraciones hepáticas, abscesos intraabdominales, hemobilia y choque séptico, con una recurrencia de cálculos y/o colangitis de 35% a 63% (59-62). Una vez realizada la remoción del cálculo con esta técnica, se debe dejar un catéter para la creación del tracto transhepático percutáneo (63), por lo que está técnica a pesar de ser la única alternativa a la cirugía para la remoción de cálculos intrahepáticos es invasiva, larga y dolorosa.

MANEJO EN PACIENTES CON ANATOMÍA QUIRÚRGICAMENTE ALTERADA

El acceso endoscópico para la realización de CPRE en pacientes con gastrectomía previa constituye un reto y el éxito depende del tipo de reconstrucción. En pacientes con reconstrucción Billroth I, el duodenoscopio convencional alcanza la papila permitiendo realizar la CPRE. En aquellos con reconstrucción Billroth II la papila es alcanzada vía asa aferente, sin embargo, la longitud del asa aferente varia si es una gastroyeyunostomía antecolica o retrocolica. En la gastroyeyunostomía retrocolica, el asa aferente es corta y la papila es alcanzada con el duodenoscopio convencional o con el gastroscopio de visión frontal. Pero con la gastroyeyunostomía antecolica, el asa aferente es larga y la papila no puede ser alcanzada con los equipos convencionales. Lo mismo sucede con las anastomosis en Y de Roux (64). En estos pacientes las opciones de manejo son la realización de una intervención transhepática percutánea o cirugía. La litotripsia láser y la litotripsia electrohidráulica vía colangioscopia transhepática percutánea son las alternativas a la cirugía (65-68), aunque tienen las limitaciones mencionadas previamente, y este abordaje es técnicamente imposible si la vía biliar no está dilatada. Otra opción es la realización de la CPRE con enteroscopia, pero en nuestro país es muy difícil conseguir accesorios de CPRE que sirvan para los enteroscopios. La opción que más utilizamos es la combinación de un abordaje laparoscópico combinado con el paso del duodenoscopio percutáneamente a través del estómago lo cual permite fácilmente alcanzar la papila mayor.

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