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Cuadernos de Lingüística Hispánica

versión impresa ISSN 0121-053X

Cuad. linguist. hisp.  no.22 Boyacá jul./dic. 2013

 

La polémica en el discurso del expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez: Los argumentos ad hommem y su función como configuradoras del enemigo político, el «terrorismo»*

Controversy in ex-president Alvaro Uribes speech. Ad hominem arguments and their role configuring «terrorism» as political enemy

La polémique dans le discours de Pex-président colombien Alvaro Uribe-Vêlez. Les arguments Ad hominem et leur fonction en tant que configurateurs de lennemi politique, le terrorisme

A polêmica no discurso do ex-presidente colombiano Álvaro Uribe Vêlez. Os argumentos Ad hominem e sua função como configuradores do inimigo político, o «terrorismo»

ALBA LUCÍA DELGADO MARULANDA**
albaeledelgado@gmail.com

* Artículo de reflexión.
** Politóloga de la Pontificia Universidad Javeriana, Colombia; Magíster en Análisis de Discurso, FFy L, Universidad de Buenos Aires, UBA, Argentina; Candidata a Doctora en Ciencias Sociales, FSOC-UBA. Investigadora en formación del proyecto UBACyT: «Análisis de las estrategias de construcción de representaciones sociales a través del discurso mediático, publicitario y político en la Argentina», dirigido por el Doctor Alejandro Raiter. Su último artículo publicado es: «El lente de la sospecha: ¿Desplazados o migrantes? José Obdulio Gaviria y su visión de Colombia», en la Revista Amérique Latine Histoire et Mémoire. Les Cahiers ALHIM: «Migraüons et violence (s) en Amérique latine», No. 21, Universidad de París VD3, Francia.

Recepción: 30 de abril de 2013 Aprobación: 20 de mayo de 2013


Resumen

En este trabajo nos detenemos a estudiar, determinar y describir dos aspectos, en el marco de la retórica y la argumentación, como un estudio alternativo que centra el disenso como objeto dinámico de estudio. Primero, los rasgos y momentos polémicos del discurso del presidente Alvaro Uribe Vélez, el 25 de julio de 2010, en el Fuerte Militar de La Macarena (Meta-Colombia). Segundo, la contribución de los argumentos ad hominem, a la configuración del enemigo político, a través del signo ideológico «terrorismo». La polémica, por lo tanto, se presenta como una de las modalidades de la argumentación que genera una transgresión de las fronteras instaladas en los estudios retóricos y argumentativos orientados, hasta el momento, en el marco de la persuasión y el consenso.

Palabras clave: Retórica, Discurso Polémico, Discurso Político, Análisis del Discurso, La Macarena, Alvaro Uribe.


Abstract

The aim of the present article is to study, determine and describe two aspects related to the study of controversy. In the first place: we will identify the controversial characteristics and moments of Alvaro Uribes speech delivered on July 25th in La Macarena military base (Meta, Colombia). Secondly, we will analyze the contribution of arguments ad hominem to configure the political enemy, through the ideological sign of «terrorism». Consequently, controversy, is presented as one of the modalities of argumentation, transgressing the boundaries of rhetorical and argumentative studies, which, to this date have focused on persuasion and consensus. Therefore, we adopt Amossys proposal, which considers the study of controversy, through rhetoric and argumentation as an alternative study, that focuses on dissension as a dynamic object of study.

Key words: Rhetoric, controversial discourse speech, political discourse speech, discourse speech analysis, La Macarena, Alvaro Uribe.


Résumé

Dans ce travail on sarrête pour étudier, déterminer et décrire deux aspects, dans le cadre de l'étude de la polémique. En premier lieu, les traits et les moments polémiques du discours du président Álvaro Uribe-Vélez, le 25 juillet 2010, dans le Fort Militaire de La Macarena (Meta, Colombie). En deuxième lieu, la contribution des arguments ad hominem, la configuration de l'ennemi politique, à travers du signe idéologique «terrorisme». Donc la polémique se présente comme une des modalités de l'argumentation, en générant une transgression des frontières installées dans les études rhétoriques et argumentants, orientées jusquau maintenant dans le cadre de la persuasion et du consensus.

Mots clés: Rhétorique, Discours polémique, Analyse du Discours, La Macarena, Álvaro Uribe.


Resumo

Neste trabalho nos detemos a estudar, determinar e descrever, dois elementos no palco do estudo da polemica. No primeiro, os rasgos e momentos polêmicos do discurso do presidente Alvaro Uribe Velez, o 25 de julho de 2010, no Forte Militar da Macarena (Meta-Colômbia). O segundo, a aporte dos argumentos ad hominem, configuração do inimigo político, a través do signo ideológico «terrorismo». A polemica então, apresenta-se como uma modalidade da argumentação, gerando uma transgressão das fronteiras instaladas nos estudos retóricos e argumentativos, orientados ate agora na área da persuasão e o consenso. Desta forma, inserimo-nos na proposta de Amossy, a qual considera o estudo da polemica, na área da retórica e da argumentação, como estudo alternativo, que centra o dissenso como objeto dinâmico de estudo.

Palabras chave: Retórica, Discurso, Polêmico, Discurso Político, análise de discurso, A Macarena, Álvaro Uribe.


1. Introducción

El 12 de julio de 2010 la Comisión de Paz y Acuerdo Humanitario del Senado de la República de Colombia, coordinada por la Senadora Gloría Inés Ramírez, convoca a la Audiencia Pública «La crisis humanitaria de los Llanos Orientales de Colombia» que se realizaría el 22 de julio del mismo año en el municipio de La Macarena (Meta, Colombia), con d fin de conocer y visibilizar ante la comunidad nacional e internacional la grave situación humanitaria que viven los habitantes de la región, «a partir de la ejecución de los distintos planes de recuperación del territorio por parte del gobierno nacional [...] implementados en la región en d marco de la política de defensa y seguridad democrática» (Ramírez, 2010). Esta audiencia originó una situadón argumentativa (Plantin, 1998, p. 23)1 la cual configuró en el rol de Proponente al presidente Alvaro Uribe Vélez con su discurso de la visita al Fuerte Militar de La Macarena, el 25 de julio de 2010 (Uribe, 2010). Y configuró a su vez, en el rol de Oponente a los convocantes y declarantes de la Audienda Pública del 22 de julio.

El discurso del presidente, por lo tanto, presenta un carácter dialógico y polémico. Dialógico, en tanto configuró una respuesta-reacción-interacción a los testimonios y declaraciones realizadas en la Audiencia Pública del 22 de julio. Y polémico (Amossy, 2011), en tanto inscribe un conflicto y su expresión abierta a este mediante una toma de posición clara como Proponente en torno a la Cuestión-Tesis, «seguir la lucha [contra el terrorismo] (Uribe, 2010, p. 33). De igual forma, el discurso del presidente demarcó dos puntos de vista antagónicos, polarizados y marcados, inscribiendo dos posiciones en conflicto y choque, expresadas en la dicotomía radical, «nosotros» frente a «ellos»:

Hoy el terrorismo, a través de voceros, está proponiendo la paz para poderse refrescar y recuperarse para prolongarnos la victorial final. El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacredita a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos (Uribe, 2010, pp. 35 y 36).

Si bien, tomamos como punto de partida la situación argumentativa generada, en este trabajo nos detenemos a estudiar, determinar y describir, dos aspectos: Primero, los rasgos y momentos polémicos del discurso del presidente. Y segundo, la contribución de los argumentos ad hominem a la configuración del enemigo político, a través dd signo ideológico (Voloshinov, 1992) «terrorismo»2.

En este orden de ideas, consideramos que la forma como se construye y representa el orden social y político, a través de diferenciados recursos y estrategias discursivas, tiene una particular importancia en los estudios acerca del conflicto armado de carácter interno colombiano3, y en esta medida el discurso político, adquiere una gran significación4. La polémica, en este sentido, introduce una función constructiva, como expresión y configuración de un proceso político particular y conflictivo, en el que un conjunto de dinámicas sociales y discursivas, entran en tensión y tienden al establecimiento de diferentes categorías discursivas y signos ideológicos que materializan formas de dominación centralizadas y conflictivas características de los procesos de formación de los Estados, como en el caso colombiano (Bolívar, 2003, p. 24).

2. Contexto y justificación

En agosto de 2002 asume el poder como presidente de Colombia Alvaro Uribe Vélez para un período de cuatro años, es reelecto en mayo de 2006 y entrega la presidencia en agosto de 2010. El eje de su gobierno fue la «Política de Defensa y Seguridad Democrática» (Ministerio de Defensa Nacional, 2003), que como propuesta de campaña le hizo despuntar en las encuestas y conseguir la presidencia en mayo de 2002 en primera vuelta electoral, dada la crisis y desesperanza en la ruptura del proceso de paz de la administración Pastrana (1998-2002) con las Farc-Ep, en la zona de distensión establecida en los municipios de Mesetas, La Uribe, La Macarena, Vista Hermosa (Meta) y San Vicente del Caguán (Caquetá)5.

La zona geográfica de La Macarena (Meta-Colombia)6 fue uno de los primeros territorios donde se implemento la política eje del gobierno nacional «Defensa y Seguridad Democrática» (Ministerio de Defensa Nacional, 2003), su continuación, en la «Política de Consolidación de la Seguridad Democrática» (Ministerio de Defensa Nacional, 2007), y de manera específica después de 2008, la «Política de Consolidación Integral de La Macarena» (Centro de Coordinación de Acción Integral, 2008). Sus acciones combinan, a grandes rasgos, un componente altamente militar y policial de defensa, seguridad y control territorial, y un componente económico de desarrollo e inversión extranjera en la lucha antisubversiva y de narcóticos, que incluye:

[...] incremento de la inteligencia tecnológica (satelital, ofensiva aérea -helicópteros y aviones «fantasma»-), el control militar del territorio con nuevas unidades militares en regiones de precaria presencia estatal (batallones de montaña, comandos de jungla, etc.), profesionalización de tropas, fumigación artillada de cultivos de uso especialmente en zonas de presencia insurgente, y mayor presencia de asesores civiles y militares estadounidenses en Colombia (Plataforma Colombiana de derechos humanos, democracia y desarrollo, 2004, p. 163).

Es un modelo piloto en el marco de la implementación de la Seguridad Democrática, cuyas réplicas se están montando en las regiones del Catatumbo, el Bajo Cauca, Tumaco y Montes de María en Colombia (Revista Semana, 2009).

Para mayo de 2009, los medios de comunicación nacionales registran como exitosa la política implementada en la zona y como «victoria militar contra las Farc a la lucha por la presencia del Estado» {Semana, 2009). Sin embargo, para diciembre de 2009 se empieza a registrar en los medios el hallazgo de «los restos de 2 mil personas en fosa común en La Macarena» {El tiempo, 2009).

El 22 de julio de 2010 la Comisión de Paz y Acuerdo Humanitario del Senado de la República, coordinada por la senadora Gloría Inés Ramírez, realiza la Audiencia Pública «La crisis humanitaria de los Llanos Orientales de Colombia» en el municipio de La Macarena, con el acompañamiento de parlamentarios europeos y organizaciones defensoras de los derechos humanos nacionales e internacionales.

Las «Palabras del presidente Alvaro Uribe Vélez en la visita al Fuerte Militar de La Macarena, Meta», el 25 de julio (Uribe, 2010), se originan en el lugar de la Audiencia Pública, tres días después de la misma, a menos de dos semanas de dejar la presidencia, el 7 de agosto de 2010.7

Estas palabras se dirigen a los «Muy apreciados comandantes, altos oficiales y oficiales, suboficiales, soldados y policías» del Fuerte Militar (Uribe, 2010, p. 10), y resultan de particular interés, no solo por ser un discurso pronunciado en un territorio de influencia y fuerte presencia guerrillera desde los años 60, sino por ser además, una muestra clave y representativa de la construcción discursiva del mundo social y político del presidente.

3. Marco teórico8

La decadencia y olvido de la retórica dada a finales del siglo XVI a raíz del ascenso del pensamiento burgués restringió la retórica al estudio de las figuras y de la elocución como estudio de las formas del lenguaje adornado, dejando de lado dos partes esenciales de la retórica Aristotélica, la invención y la disposición (Perelman, 1997, p. 22). Sin embargo, los estudios sobre retórica han complementado y ampliado su ámbito de análisis dando origen a la Nueva Retórica, por oposición a la antigua como técnica de la comunicación y del discurso persuasivo, donde el examen de las figuras ocupa un lugar reducido. De tal forma, «La teoría de la argumentación -concebida como una nueva retórica o nueva dialéctica-, cubre todo el campo del discurso que busca persuadir o convencer, cualquiera sea el auditorio al cual se dirige y cualquiera sea la materia sobre la cual versa» (Perelman, 1997, p. 24).

En esta perspectiva, la Nueva Retórica se centra en la triada persuasión-adhesión-consenso. En este sentido, Ruth Amossy (2011) rompe con esta tradición al plantear la necesidad de constituir un campo alternativo a los diseños habituales y contemporáneos de la argumentación, insertando el estudio de la polémica en el campo de la retórica argumentativa y orientándonos al estudio del disenso y el conflicto como fundamentos de la interacción política. Es así como Amossy pretende mostrar:

(1) Que le discours polémique fait partie intégrante de rargumentation rhétorique,

(2) qu'aux objectifs reconnus de persuasion et de consensus, la gestion polémique du conflit substitue (ou ajoute) une mission alternative, qui problématise les conceptions traditionnelles de l'argumentation: la coexistence dans le dissensus. [...] C"est précisément la polarisation des points de vue et le choc des discours opposés dont se soutient le discours polémique qui font problème dans les conceptions standards de largumentation rhétorique. Les raisons en sont l'atteinte (1) léthique du rapport l'autre, &ag&agraveave;2) la rationalité et (3) surtout, l'idéal de consensus censé régir l'argumentation (Amossy, 2011).

En esta perspectiva, Amossy propone el estudio de la polémica en el marco de un espacio democrático y deliberativo, en el cual la confrontación de los argumentos, la configuración de posiciones antagónicas, a falta de un acuerdo, posibilita la coexistencia del desacuerdo y la gestión de los conflictos en el contexto de una polarización extrema y una confrontación radical de estas posiciones antagónicas, a través del intercambio verbal:

La polémique serait donc un mode verbal de gestion des conflits qui met l'accent sur l'antagonisme et l'incommensurabilité des points de vue opposés. Elle exacerbe et radicalise ainsi la confrontation qui se trouve au cœur de l'activité argumentative. Pour autant, l'argumentation (contrairement la polémique) n'est pas forcément agonale, et la guerre n'est pas le modèle de toute opposition (Plantin, 2003, p.383). On peut considérer le discours polémique comme l'une des modalités de l'argumentation, dans une conception modulaire qui définit celle-ci comme un continuum allant de l'inflexion donnée des façons de voir et de la co-construction des réponses, au choc des thèses antagonistes. Il se situerait l'un des pôles du continuum, voire l'extrême limites de ses possibles (Amossy, 2011).

Para determinar un texto polémico es importante destacar que será a su vez un texto dialógico desde la perspectiva de Bajtin, es decir, toda palabra explícita o implícita como reacción a la palabra y el discurso de otro. El texto, en tanto polémico, debe presentar primero, un conflicto y la expresión abierta de este con una posición marcada de discurso, esto es, una fuerte y clara toma de posición del enunciador. Esta situación nos orienta al encuadre de la polémica: dos tesis opuestas en conflicto constituidas por una polarización y una dicotomización y en algunos casos por violencia verbal. Segundo, el discurso polémico debe presentar operaciones de encuadre y reencuadre de los tópicos. Tercero, una definición del problema en el texto y, por último, un conflicto social particular.

Para identificar los rasgos polémicos de un discurso se atiende, en este caso, a un discurso político fuertemente marcado enunciativamente, con claras marcas de la subjetividad del enunciador que no implican necesariamente el uso del «yo». En este sentido, la polémica, de acuerdo con Amossy, recurre constantemente al pathos, utilizando sentimientos como la indignación.

Lo anterior permite demarcar el conjunto de tesis antagónicas sobre una cuestión dada en un espacio-tiempo específico, reconstruir una cultura, sus modos de pensar y de razonar, sus divisiones y sus conflictos; es decir, su construcción discursiva del mundo social.

En este orden de ideas, nuestra propuesta de trabajo pretende explorar qué resultados pueden darse al operativizar en un discurso concreto el planteamiento de Amossy, cuya perspectiva retórica argumentativa constituye y centra el discurso polémico y el conflicto como objeto de estudio.

4. El discurso del presidente. Rasgos y momentos polémicos en el discurso

La construcción del ethos (Maingueneau, 1999) por parte del presidente, marcado por huellas enunciativas afectivas, nos indícalos reiterados sentimientos de agradecimiento, aprecio, admiración e identificación patrióticos que siente hacia la Fuerza Publica:

Vengo hoy a decirles una palabra: gracias. [...] De mi parte vengo a decirles muchas gracias. Ha sido un honor trabajar con ustedes en estos años. Tengo que dar mi testimonio de su gran heroísmo, de su exposición al riesgo, de su combatividad y de su responsabilidad (Uribe, 2010, pp. 9 y 26).

El agradecimiento reiterado, la identificación y admiración hacia la Fuerza Pública victoriosa y heroica nos conducen hacia la primera toma de posición del presidente y al primer momento polémico, el agradecimiento. Lo cual lo ubica en un rol antagónico respecto de las declaraciones de la Audiencia Pública, cuyos testimonios relatan violaciones de derechos humanos por parte de los militares (Denuncia vs. Agradecimiento).

Esta toma de posición se encuentra a la vez circunscrita a dos tópicos implícitos y explícitos, la eficacia y el cumplimiento de «nuestros» compromisos (Uribe, 2010, p. 17), los cuales van de la mano de un problema y un conflicto social particular desplegado en el espacio-tiempo, reconstruido por medio de una operación de encuadre. La Macarena, con un pasado de preocupación, alarma, riesgo, tristeza y tragedia (Uribe, 2010, pp. 11 y 12), y un presente, un «hoy», tranquilo, sonriente, victorioso y de esperanza, fruto del cumplimiento de los compromisos y la victoria de la Fuerza Pública. En palabras del expresidente:

A finales de agosto de 2002, primera visita a La Macarena, [...] El general Ospina, que es un hombre frío, silencioso, estaba con una mirada de preocupación cuando el avión ya venía descendiendo a La Macarena, y mi general Mora, que es más expresivo, tenía alguna alarma. La Ministra muy firme; esa Ministra lo que tiene es una falda de acero. Y no era la preocupación por el estado de la pista sino por el riesgo de los alrededores. Era muy difícil que el avión con el Presidente de la República aterrizara en La Macarena. La Comunidad no se dejaba saludar, todo el mundo miraba de lado, la pista era una grava [...] Todos estos años han pasado y hoy me acompañan muchos compañeros de gobierno [...] Un viaje tranquilo, una pista en buen estado, una ciudadanía sonríe, unos niños ya no esperando que se les reclute en la guerrilla sino en la Policía Cívica, unas Fuerzas Armadas con expresión, con rostro de victoria, esperanza para la Patria (Uribe, 2010, pp. 1-6).

La segunda toma de posición e inscripción de la tesis del presidente, despliega otro momento polémico: «Una victoria parcial no puede ser el argumento para detenerse en la lucha, tiene que ser el estímulo para seguir la lucha» (Uribe, 2010, p. 33).

Esta toma de posición, «seguir la lucha», se presenta como dialógica, antagónica y opuesta a «los [algunos y otros] voceros del terrorismo», marcando una polarización mediante la dicotomía, «nosotros» frente a «ellos», atacando la posición del otro «los voceros del terrorismo», y desacreditándolo:

Hoy el terrorismo, a través de voceros, está proponiendo la paz para poderse refrescar y recuperarse para prolongarnos la victorial final. El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacredita a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos (Uribe, 2010, pp. 35 y 36).

Este polo antagónico y marcado se encuentra delineado en esta toma de posición dialógica y polémica. Dialógica, en tanto el discurso es una respuesta-reacción-interacción alos testimonios de la Audiencia Pública (Delgado, 2012). Ypolémica, en tanto se antagoniza lo denunciado por el Oponente marcando su posición de Proponente en la continuación de la lucha. Mediante una estrategia de captación (Maingueneau y Charaudeau, 2005) el presidente construye el acontecimiento de la denuncia (la Audiencia Pública), como un evento en el que se ha atacado, desacreditado y sindicado a su colectivo de identificación, la Fuerza Pública, «a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacredita a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos». (Uribe, 2010, p. 36).

Esta polémica se enmarca y se contextualiza en un espacio, «Colombia», y en dos tiempos intervenidos por su mandato, por su período presidencial. El pasado, alejado de la victoria, antes de él, y el futuro próximo, donde la lucha debe seguir, pues la victoria está cerca, después de á, «Esta batalla se va ganando pero no se ha ganado todavía. [...] Adelante, la victoria final ya no está lejos, pero hay que lucharla». (Uribe, 2010, pp. 30 y 42).

Al construir al Oponente, «los voceros del terrorismo», el presidente demarca el conflicto particular en el que se inserta la polémica, esto es, la trampa del terrorismo para frenar la victoria parcial: «Ahora el terrorismo -y ojalá esto lo sepa el país- quiere tender la trampa de frenar esla victoria parcial, a través de la combinación de formas de lucha» (Uribe, 2010, p. 34) .9 La intención del discurso del presidente se orienta a persuadir a su auditorio a «seguir en la lucha», mediante los tópicos de la lucha, victoria (parcial), heroísmo, firmeza en la lucha, y la continuidad de la misma.

Para reforzar su argumentación orientada a persuadir, fortalece estos tópicos tomando como recurso dos tipos de argumento. El primero, el argumento mediante el ejemplo:

Cuenta la historia que después de la Batalla de Gettysburg, que la ganaron los ejércitos del Presidente Lincoln, él removió al héroe que ganó Gettysburg, la guerra se prolongó; a los meses asesinaron a Lincoln y la guerra no había terminado, terminó después. Le preguntaron a Lincoln por qué había separado al general. Dijo: «Porque después de ganar Gettysburg, en lugar de continuar para seguir y ganar la otra batalla y la batalla final, se bañó en agua de rosas, no siguieron en la acción, permitieron que el otro ejército cruzara el río Potomac, vino el invierno y cesaron las operaciones». (Uribe, 2010, p. 33).

El segundo, es el argumento adhominem. Al utilizar este argumento como estrategia y recurso, se distancia y antagoniza con «el terrorismo» y sus voceros. En tal sentido, define y delimita los posicionamientos en el campo discursivo, «nosotros» frente a «ellos», heroicos y victoriosos, frente a «enemigos de la Seguridad Democrática» y «voceros del terrorismo» (Uribe, 2010, p. 27).

Mediante la configuración del enemigo político y la criminalización de este, como estrategia y resultado del uso «voceros del terrorismo», el presidente eleva y activa el dispositivo de ataque, cuyo fin es adherir a su auditorio su posición, «seguir la lucha» reforzada de nuevo en los tópicos: lucha, victoria, heroísmo, firmeza y continuidad que se vinculan con su colectivo de identificación.10

El ataque al ethos del Oponente, por parte del presidente, tiene un blanco claro, se dirige hacia la imagen colectiva y el status del grupo que recuperamos de manera implícita en su discurso. Al considerar «vinieron aquí a La Macarena» (Uribe, 2010, p. 36) nos remite a la Audiencia Pública del 22 de julio y a los participantes-actores de la misma, cuyas declaraciones, tienen «voceros», que «calumnian», «desacreditan» y «sindican» ala Fuerza Pública de violaciones de derechos humanos (Uribe, 2010, pp. 27 y 36).

Al vincular y criminalizar al Oponente, con y bajo el signo ideológico «terrorismo», el presidente se orienta a atacar y deslegitimar su nivel de status como testigos, denunciantes o víctimas. Desplaza el objeto del debate, configurado por el Oponente, y en este gesto de desplazar, centraliza y focaliza el debate. Mediante diferentes operaciones de encuadre, reencuadre y tomas de posición desplegadas sobre la superficie discursiva a manera de tópicos hostiles, «asesinaron, mataron, trampa» (Uribe, 2010, pp. 14,21,34,37), centraliza el debate y configura el bando enemigo.

Conclusiónes

En este trabajo nos aproximamos, de manera acotada, a estudiar, determinar y describir algunos aspectos de la polémica en el discurso del presidente Alvaro Uribe Vélez en su visita al fuerte Militar de La Macarena, el 25 de julio de 2010. Primero, estudiamos, determinamos y describimos algunos rasgos y momentos polémicos del discurso del presidente. Y segundo, evidenciamos algunas contribuciones de los argumentos adhominem, a la configuración del enemigo político a través del signo ideológico «terrorismo» en el discurso del presidente.

Lo anterior nos conduce a concluir que la polémica, en este caso, funcionó como expresión y configuración de un proceso socio-político, confhctivo y particular, en el que un conjunto de dinámicas sociales y discursivas entraron en tensión y delimitaron el campo discursivo y el debate, a través de diferentes posicionamientos. De igual forma, el estudio de la polémica nos permitió rastrear los diferentes tópicos, argumentos y tomas de posición presentadas por el presidente, orientadas a la persuasión e inscritas en los diferentes rasgos y momentos polémicos del discurso.

En anteriores trabajos (Delgado, 2012), hemos considerado el signo ideológico «terrorismo», como estrategia argumentativa descalificadora y criminalizadora, la cual clausura y silencia las diferentes narrativas en torno del conflicto armado interno colombiano.

En este trabajo creemos que, desde una herramienta de estudio como lo es la polémica, podemos considerar este argumento-ataque como un dispositivo no solo de criminalización, sino, además, como un recurso estratégico que activa la función persuasiva y la adhesión del auditorio a la cuestión objeto de debate de determinada situación argumentativa.

A la vez, este estudio nos permite determinar algunos de los argumentos desplegados, los cuales constituyen diferentes polos de narración (Faye, 1972) que configuran el debate y habilitan la confrontación y el desacuerdo.

La polarización originada en la polémica resulta como un campo de choque de tesis antagónicas que se despliegan en el debate y al entrar en tensión, lo delimitan, y dinamizan, configurando y reconfigurando nuevos objetos de debate, que pueden desplazar los objetos de discusión o centralizarlos de acuerdo con los juegos de encuadre y reencuadre y tomas de posición dados en un discurso.

En esta coyuntura, la polémica puede presentarse como un elemento por estudiar en las situaciones argumentativas propias del discurso político en espacios democráticos formales y, a la vez, como herramienta de análisis, en tanto nos permite delinear las posiciones, operaciones y estrategias que se gestionan en las interacciones argumentativas.

En este sentido, las denuncias realizadas en la Audiencia Pública son desplazadas y reencuadradas en el discurso del presidente, quien, mediante estrategias como la deslegitimación y la crirninalización, desdibuja la distinción entre actores civiles y armados, distinción clave en el marco de un conflicto armado interno. Y además, de manera implícita, el presidente desconoce el status de beligerancia a los guerrilleros, situación que orienta y centraliza la política interna de cada Estado (Orozco, 1989).

Consideramos finalmente que nuestros resultados exceden la propuesta de Amossy, en la medida en que el estudio de la polémica si bien se presenta como una propuesta de trabajo con resultados concretos, en el marco de la confrontación de los argumentos en diferenciados espacios democráticos formales que habilitan el desacuerdo, en este caso particular, el dispositivo de ataque desplegado traspasa la esfera de lo descriptivo-argumentativo y se orienta a implicaciones jurídico-políticas y humanitarias en la clasificación del oponente como «terrorismo».

Para este desafío debemos orientar nuestra mirada a otras propuestas que nos permitan explicar y abordar analíticamente esta problemática.


Notas

1 Consideramos como situación argumentativa: «una determinada situación de lenguaje [que] empieza a ser argumentativa cuando se manifiesta en ella una oposición discursiva» (Plantin, 1998, pp. 23,47). Ver Delgado (2012).
2 El enemigo político es entendido como enemigo público por Schmitt (1991), y se constituye como «otro», como «extraño» y transgresor interno del orden público y sus valores, el cual se opone de manera combativa a otro conjunto de hombres igualmente organizado (Serrano, 1998). Esto implica y conduce eventualmente a una lucha, con la posibilidad real de matar fisicamente (Schmitt, 1991).
3 «A la luz del D1H, la situación existente en Colombia presenta todos los elementos constituyentes de un conflicto armado no internacional [...] Se trata de un conflicto armado de carácter interno» (Giovannoni, 2005).
4 Entendemos discurso político, para este caso, como Discurso Político Público. Esto es, el discurso: «producido en un evento comunicativo caracterizado por la presencia de un solo emisor responsable que tiene un rol social aceptado como líder de un partido, agrupación política, organización social o de protesta social espontanea y otros (numerosos) participantes que asumen el rol social de seguidores o admiradores del líder [...] El discurso producido en un evento de este tipo tiene como fin producir un cambio y/o confirmación de conductas, creencias y actitudes a partir de la presentación de una pararrealidad discursiva» (Raiter, 2009).
5 La Política de Defensa y Seguridad Democrática (PDSD) es el documento que reúne tanto el marco conceptual como las políticas de seguridad del Gobierno (2002-2006), producto del trabajo en equipo del Ministerio de Defensa, el Comando General de las Fuerzas Militares y la Escuela Superior de Guerra. Su fin fue estudiar y estructurar las soluciones más adecuadas a los problemas del país en materia de seguridad (Ramírez, 2003, p. 8). De este documento, «se desprenden las directrices generales que seguirán, en la elaboración de sus respectivos planes y estrategias, la Fuerza Pública, todos los ministerios y demás entidades del Gobierno». (Ministerio de Defensa Nacional, 2003, p. 12). Su objetivo general fue «reforzar y garantizar el Estado de Derecho en todo el territorio» (Ministerio de Defensa Nacional, 2003, p. 12). Y postula como primera condición para cumplir con este objetivo: «la consolidación gradual del control estatal sobre la totalidad del territorio». (Ministerio de Defensa Nacional, 2003, p. 15).
6 La Macarena ha sido una zona de colonización campesina donde a finales de los años 70 se configuran diferentes redes de asociaciones voluntarias, como Juntas de Acción Comunal, Empresas Comunitarias, sindicatos agrícolas y diferentes formas de movilización como los cabildos abiertos, marchas campesinas, etc. A partir de los años 60 las Farc-Ep llegan a la zona. A mediados de los 90, los paramilitares empiezan su expansión hacia este territorio. Sobre el proceso de colonización, ver Molano (1989) Sobre los aspectos políticos y de organización comunitaria ver Cubides (1989).
7 La Audiencia Pública La crisis humanitaria de los Llanos Orientales de Colombia recogió 52 testimonios desarrollados en 15 horas de filmación. Estos relatos describen 13 desapariciones forzadas, 7 de ellas perpetradas por el ejército y sus Brigadas móviles 2,3,10,12 yla Fuerza de Tarea Omega; 31 ejecuciones extrajudiciales, 22 perpetradas por el ejército y 5 con pruebas de cadáveres sepultados como N. N. en el cementerio de La Macarena; 16 detenciones arbitrarias y 5 asesinatos sin información de los responsables, con indicios de que sus cuerpos pueden estar en La Macarena (CINEP, 2010).
8 Este trabajo se desarrolla en el marco de mi tesis de maestría en Análisis de Discurso: «Bandidos, bandoleros, terroristas y narco-terroristas. Representacione s sociales del enemigo político, en el discurso del expresidente de Colombia, Alvaro Uribe Vélez, 20022010: Aproximaciones al dispositivo de criminalización».
9 La construcción del «Oponente» como «voceros del terrorismo», direccionala clasificación de este colectivo como enemigo político.
10 De acuerdo con Orozco (1989): «Cuando el concepto de terrorismo se ha ensefiorado del discurso normativo de orden público en nuestro país, asistimos a la apoteosis de la criminalización del enemigo interior por parte del Estado».


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Anexo

Palabras del Presidente Alvaro Uribe en la visita al Fuerte Militar de La Macarena, el 25 de julio de 2010

1. «A finales de agosto de 2002, primera visita a La Macarena en compañía de la señora (ex) Ministra de Defensa, Martha Lucía Ramírez de Rincón; del señor general (Jorge Enrique) Mora, (ex) Comandante General (de las Fuerzas Militares); del señor general (Carlos Alberto) Ospina, (ex) Comandante del Ejército; era mi general Freddy Padilla de León (actual Comandante de las Fuerzas Militares) Jefe de Estado Mayor Conjunto. Nos acompañó en ese momento el Almirante (Mauricio) Soto, (ex) Comandante de la Armada; todavía estaba en la Fuerza Aérea mi general (Héctor Fabio) Velasco, quien después se fue a Israel.

2. El general Ospina, que es un hombre frío, silencioso, estaba con una mirada de preocupación cuando el avión ya venía descendiendo a La Macarena, y mi general Mora, que es más expresivo, tenía alguna alarma. La Ministra muy firme; esa Ministra lo que tiene es una falda de acero.

3. Y no era la preocupación por el estado de la pista sino por el riesgo de los alrededores. Era muy difícil que el avión con el Presidente de la República aterrizara en La Macarena.

4. La comunidad no se dejaba saludar, todo el mundo miraba de lado; la pista era una grava, una gramita pobre, pantano; aquí no se empantanan mucho las pistas, por la conformación del suelo de esta llanura, pero era una pista de todas maneras muy precaria.

5. Todos estos años han pasado y hoy me acompañan muchos compañeros de Gobierno, que además les dije que no debían irse del Gobierno sin venir a Caño Cristales.

6. Un viaje tranquilo, una pista en buen estado, una ciudadanía que sonríe, unos niños ya no esperando que se los reclute la guerrilla sino en la Policía Cívica, unas Fuerzas Armadas con expresión, con rostro de victoria, esperanza para la Patria.

7. Hoy es domingo, de hoy en dos domingos, domingo de por medio, el Presidente (electo) Juan Manuel Santos estará conduciendo la Nación, con la ayuda generosa de todos ustedes.

8. Yo estaré dándole gracias a Dios por estos años, a mis compatriotas, y elevando una oración por el éxito de las Fuerzas Armadas de Colombia.

9. Vengo hoy a decirles una palabra: gracias.

10. Muy apreciados comandantes, altos oficiales y oficiales, suboficiales, soldados y policías: gracias por su heroísmo. Nada es posible sin el heroísmo de ustedes.

11. Ahora recordaba yo, en una conversación informal, aquella tragedia de Tame (Arauca), cuando el entonces coronel (Javier) Flórez fue desplazado allí a asumir una brigada móvil que empezaba a recorrer, a recuperar a Tame.

12. Recordaba nuestros primeros encuentros en 2002 con el hoy general (Miguel) Pérez Guarnizo, Comandante de la Fudra (Fuerza de Despliegue Rápido), los recorridos en el Caquetá con el señor general Ardila; y hace dos días en la Sierra (Nevada de Santa Marta), aquella trágica conversación con los mamos, que presenció el señor general Freddy Padilla de León, que él recuerda mejor que yo, y que contrasta con lo que vimos antes de ayer en la Sierra.

13. Hay muchos recuerdos tristes, pero muchos motivos de esperanza.

14. Creo que fue un 26 de diciembre, aquí al norte nos mataron casi 30 soldados. Al otro día vinimos a recibir sus cadáveres en Granada (Meta).

15. ¿Por qué los asesinó el terrorismo? Porque entraron a enfrentar los cultivos de coca en La Macarena.

16. Las autoridades ambientales nos decían que no podíamos fumigar La Macarena, tenía cuatro mil hectáreas de coca.

17. Sobre el dolor, alrededor de los féretros de nuestros soldados -era 26,27 de diciembre, por ahí debe estar la fecha, el Almirante (Rodolfo) Amaya la tiene que tener- hicimos un compromiso: que el 20 de enero estaríamos en La Macarena arrancando coca, y cumplimos.

18. El 20 de enero, al mes siguiente, antes de un mes, aterrizamos en San José del Guaviare, nos desplazamos en un helicóptero a La Macarena, y durante un rato cogimos el barretón a arrancar coca y a dar una señal de determinación y de ejemplo.

19. ¿Cuántas hectáreas de coca quedan hoy en La Macarena?

20. Eran más de cuatro mil y quedan 450, está ya a tiro de acabarlas.

21. ¡Cómo sufrieron nuestros soldados y policías! Esa cantidad de explosivos que asesinaron policías, soldados, erradicadores.

22. Ustedes han pagado un costo muy alto, y la Patria los aprecia.

23. En mi vida pública yo tenía la impresión de lo que cuenta la historia de las ovaciones a Jorge Eliécer Gaitán, el caudillo de pronto más ovacionado en Colombia, y ahora me voy con la impresión de lo que he vivido en la historia: las ovaciones de los colombianos a los soldados y a los policías.

24. El pueblo colombiano los quiere mucho a ustedes. Fertilicen ese amor, manténgalo.

25. Donde uno menciona a la Fuerza Pública, los compatriotas aplauden, aplauden sin cesar, con gran energía. Cultiven ese amor.

26. De mi parte vengo a decirles muchas gracias. Ha sido un honor trabajar con ustedes en estos años. Tengo que dar mi testimonio de su gran heroísmo, de su exposición al riesgo, de su combatividad y de su responsabilidad.

27. Aquí vinieron los enemigos de la Seguridad Democrática hace pocos días, a alimentar calumnias contra el Ejército de la Patria.

28. Muy bueno tener eso documentado, para enfrentarlos.

29. Las Fuerzas Armadas de Colombia, desde la tarde del 7 de agosto cuando yo regrese al bello oñcio de simple ciudadano de Colombia, seguirán contando conmigo para defenderlas en cualquier sitio del mundo; con toda la energía, con toda a la determinación.

30. Esta batalla se va ganando pero no se ha ganado todavía.

31. Cuenta la historia que después de la Batalla de Gettysburg, que la ganaron los ejércitos del Presidente Lincoln, él removió al héroe que ganó Gettysburg, la guerra se prolongó; a los meses asesinaron a Lincoln y la guerra no había terminado, terminó después.

32. Le preguntaron a Lincoln que por qué había separado al general. Dijo: Porque después de ganar a Gettysburg, en lugar de continuar para seguir y ganar la otra batalla y la batalla final, se bañó en agua de rosas, no siguieron en la acción, permitieron que el otro ejército cruzara el río Potomac, vino el invierno y cesaron las operaciones.

33- Una victoria parcial no puede ser el argumento para detenerse en la lucha, tiene que ser el estimulo para seguir la lucha.

34. Ahora el terrorismo -y ojalá esto lo sepa el país- quiere tender la trampa de frenar esta victoria parcial, a través de la combinación de formas de lucha.

35. Hoy el terrorismo, a través de voceros, está proponiendo la paz para poderse refrescar y recuperarse para prolongarnos la victoria final.

36. El terrorismo, en esa combinación de formas de lucha, mientras a través de algunos voceros propone la paz, a través de otros voceros viene aquí a La Macarena a buscar cómo desacredita a la Fuerza Pública y cómo la sindica de violación de Derechos Humanos.

37. No podemos caer en las trampas del terrorismo ¡Firmeza!

38. Apreciados soldados y policías, comandantes: las victorias parciales que ustedes registran son el mejor alimento para la victoria final.

39- Las nuevas generaciones, dentro de 200 años, recordarán al ejército de Bolívar y Santander, y recordaran al ejército de ustedes.

40. Esta Patria construirá sobre los hechos de ustedes una bella leyenda, cuando los científicos, los universitarios, los turistas puedan venir aquí masivamente a conocer estos prodigios de la naturaleza, la historia habrá de contarles que eso se pudo, que eso se puede, porque los soldados y policías de Colombia derrotaron el terrorismo.

41. Ustedes saben qué falta, pero nosotros sabemos que ustedes lo van a lograr.

42. El Ejercito y la Policía de la Patria, su Fuerza Aérea, su Armada, sepa que la única placa que les entrego en esa hora final es una leyenda que me llevo grabada en mi corazón, que dice: Gracias, soldados y policías de Colombia. Adelante, la victoria final ya no está lejos, pero hay que lucharla.

43. Y ustedes tienen todas las condiciones para obtener en la lucha esa victoria final. Es el presupuesto para que las nuevas generaciones vivan en un país prospero, con rectitud, con equidad.

44. Mi gratitud infinita».

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