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Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud

Print version ISSN 0121-0807

Rev. Univ. Ind. Santander. Salud vol.47 no.2 Bucaramanga May/Aug. 2015

 

Blastocystis spp.: revisión literaria de un
parásito intestinal altamente prevalente

Alana M Amaya S1, Juanita Trejos S1, Elsa Morales R1

1. Universidad de Santander-UDES. Bucaramanga
Correspondencia: Juanita Trejos. Dirección: Facultad Ciencias de la Salud. Universidad de Santander, sede Bucaramanga. Campus
Lagos del Cacique. Calle 70 No. 55 - 210. E-mail: juanita.trejos@udes.edu.co. Teléfono: +7 6516500 Ext. 1212 - 1391.
Recibido: Diciembre 6 de 2014 Aprobado: Febrero 26 de 2015


Forma de citar: Amaya AM, Trejos J, Morales E. Blastocystus spp.:revisión literaria de una parásito intestinal altamente prevalente. Rev Univ Ind Santander Salud. 2015; 47(2):199-208.


RESUMEN

Introducción: Blastocystis spp., se ha identificado como un patógeno emergente causante de diarrea en hombre y en animales. Objetivo: Realizar una revisión sobre las principales características de este parásito y su rol patogénico. Metodología: Se realizó una revisión bibliográfica sobre ciclo de vida, subtipos, epidemiología, y sus posibles factores de virulencia Estas revisiones fueron extraídas de bases de datos como PUBMED, SCIENCE DIRECT, SCIELO, EBSCO y HINARI. Resultados: Blastocystis spp., es de interés por su alta prevalencia en diferentes grupos poblacionales, constante en los estudios epidemiológicos de las parasitosis humanas. Se ha evidenciado en pacientes asintomáticos y en otros con síntomas gastrointestinales, lo que depende del subtipo presente en el portador, sin embargo, esta divergencia se presta para problemas de interpretación. Conclusiones: A pesar de los estudios epidemiológicos, terapéuticos e inmunológicos que se han realizado aún no se tiene claro su ciclo de vida completo, factores de virulencia y patogenicidad.

Palabras clave: Diarrea, Infecciones por Blastocystis, Parasitosis Intestinales, Virulencia.

Safety conditions at work related to exposure to mechanical
hazards in a logistics company - Bogotá 2013

ABSTRACT

Introduction: Blastocystis spp., has been identified as an emerging pathogen causing diarrhea in humans and animals. Objective: To conduct a review of the main features of this parasite and its pathogenic role. Methodology: A literature review on the major characteristics of Blastocystis spp., life cycle, subtypes, epidemiology and potential virulence factors was performed Reviews and research articles were extracted from databases such as PUBMED, SCIENCE DIRECT, SCIELO, HINARI and EBSCO. Results: Blastocystis spp. is of interest because of its high prevalence in different population groups, being constant in epidemiological studies of human parasitosis. It has been shown in asymptomatic patients with gastrointestinal symptoms in others, depending on the subtype present in the carrier. However, this difference is due to problems of interpretation. Conclusions: Although epidemiological, therapeutic and immunological studies have been conducted yet, it is not clear its entire life cycle, virulence factors and pathogenicity.

Keywords: Diarrhea, Blastocystis Infections, Intestinal Parasites, Virulence.


INTRODUCCIÓN

Blastocystis spp. es un parásito polimorfo y anaerobio,el cual pertenece al reino Chromista, este microorganismo se caracteriza por tener tresmorfotipos representativos: granular, ameboide y vacuolar, se encuentra distribuido a nivel mundial, principalmente en zonas tropicales; infecta aves, mamíferos y humanos, presentándose con mayor frecuencia en adultos mayores y niños. Su prevalencia mundial oscila entre 0,3% y 54,0%, siendo asociado a poblaciones con malas condiciones de saneamiento, pobreza, hacinamiento y malos hábitos higiénicos1, 2.

Gracias a los avances de la microscopía se han podido identificar parásitos emergentes patógenos presentes en el intestino del hombre y diversos animales, uno de estos microorganismos que se encuentra en constante estudio por su controversial papel en la patogénesis de la enfermedad diarréica y que más se ha destacado por su prevalencia es Blastocystis spp., investigadores a nivel mundial manifiestan que es un parásito enigmático. Algunos estudios demuestran la relación entre la cantidad del microorganismo y la sintomatología, indicando que en heces con más de 5 células de Blastocystis spp. por campo (40x), se relacionan con las manifestaciones clínicas del paciente, sin describirse la presencia de otros parásitos, bacterias o estructuras micóticas relacionados con la patología diarréica y al suministrar el tratamiento antiparasitario de elección los síntomas desaparecen2,3.

El objetivo del presente trabajo es analizar hallazgos encontrados sobre la participación de Blastocystis spp. en cuadros de diarrea aguda, por medio de una revisión bibliográfica actualizada, que permita definir a la fecha su importancia como patógeno o no del sistema gastrointestinal humano.

METODOLOGÍA

Se analizaron revisiones bibliográficas sobre Blastocystis spp. un parásito altamente prevalente, en las que se revisaron 70 artículos de los cuales 52 fueron seleccionados, se agruparon generalmente por la importancia de sus resultados, se discutieron las características metodológicas de cada estudio, para generar conclusiones relacionadas con el tema de investigación. Como criterio de selección se escogieron revisiones de tema y artículos originales publicados en los últimos 10 años, (80,4% de las referencias). La información hallada en años anteriores al 2004 se tuvo en cuenta para relacionar en la revisión cuando los datos fueron importantes para los ítems de perspectiva histórica, epidemiología y ciclo de vida. Se consideraron elegibles aquellos que estuvieran publicados en español, inglés; que contaran con descripción clara del muestreo de los participantes en el estudio, de los tipos de intervención realizados y las revisiones de tema de los últimos años. Estos artículos fueron extraídos de bases de datos confiables como PUBMED, SCIENCE DIRECT, SCIELO, EBSCO y HINARI.

PERSPECTIVA HISTÓRICA

Desde su descubrimiento, la clasificación taxonómica de Blastocystis spp. ha sido bastante diversa, inicialmente, en 1912, se asoció al grupo de las levaduras, posteriormente, en 1991, se reclasificó como protozoo, aunque erróneamente fue descrito como el quiste de un flagelado, en 1996, mediante estudios moleculares se incluyó en el grupo de las Stramenopilas, al cual pertenecen las algas café, café/dorado y diatomeas; en 1998, se clasificó como un Chromista; finalmente, este microorganismo fue considerado un parásito comensal, aunque se ha visto asociado a procesos infecciosos sintomáticos4.

Las dificultades para lograr una clasificación acertada se debieron principalmente a su variedad morfológica, confundiéndose con diferentes tipos de células y microorganismos, asociándolo por equivocación a diversos procesos patológicos tanto en el ser humano como en los animales, causando diversas opiniones y retrasando su investigación y clasificación4.

Las primeras imágenes que se tienen de Blastocystis spp. fueron durante la epidemia de cólera en Londres, en el año 1849, aunque ellos lo asociaron a una suspensión de polvo en agua condensada del aire y lo llamaron células anulares5.

La primera descripción de la morfología que se realizó de este parásito, se cree que fue en el año de 1899, aunque los documentos no incluían ninguna imagen, se revelaron datos que hacen creer que se trataba de Blastocystis spp., pero existe muy poca información que confirme la veracidad de este descubrimiento6.

En 1911, se creyó que se trataba de una levadura y se nombró al microorganismo como Blastocystis enterocola, en 1912, se le cambió el nombre a Blastocystis hominis, porque se creía que únicamente estaba asociado a humanos, nombre con el que se le conoció a nivel mundial y fue aceptado por la sociedad médica y científica hasta 2007, durante este mismo año se unificó la información sobre los subtipos, se llegó a la conclusión de la existencia de 9 subtipos (del 1 al 9), en muestras aislada de aves y mamíferos, por este avance se cambió el nombre de Blastocystis hominis a Blastocystis spp. pues se evidenció que el hombre no era su único hospedero5,7.

Con el tiempo, algunos estudios empezaron a demostrar que este microorganismo se encontraba presente en personas sintomáticas, aunque se le seguía considerando una levadura, actualmente se le considera como el único parásito que infecta al humano del reino Chromista6.

EPIDEMIOLOGÍA

Blastocystis spp., se considera un problema de salud pública, también es catalogado como un protozoo de distribución mundial, se asocia en un 60% en zonas tropicales y subtropicales y más frecuentemente en países en vía de desarrollo, diseminándose en el consumo de alimentos y aguas contaminadas con heces, convirtiéndose en un foco de infección7, 8.

Éste parásito se encuentra en frecuencias similares en pacientes sintomáticos y asintomáticos, tiene una gran prevalencia entre los pacientes sintomáticos que están ubicados en viviendas con mal saneamiento ambiental y los rangos de prevalencia van desde un 30-50% en países en desarrollo y 1, 5-10% en países desarrollados9.

Aunque en algunos estudios indican baja prevalencia en el Antiguo Continente, datos epidemiológicos han demostrado que esta tendencia no se mantiene en países como Indonesia (60%), Filipinas (40,7%) y Egipto (33%). Si se realiza un estudio retrospectivo sobre la prevalencia del parásito en diferentes grupos poblacionales como ancianos, manipuladores de alimentos, profesionales, indígenas, niños y adultos, se podría ver que a pesar de que los valores fluctúan y no son muy uniformes, Blastocystis spp. acompañado o no por otros agentes, es siempre constante dentro de la población10.

Este protozoo se puede encontrar en personas inmunocompetentes, con manifestaciones clínicas, el motivo de éstas podrían ser los diferentes subtipos11, estudios realizados corroboran que inmigrantes, refugiados, niños y adultos mayores están propensos a padecer Blastocistosis9.

En Latinoamérica, se ha evidenciado Blastocystis spp. con una frecuencia de 61,6% en pacientes adultos sintomáticos, a diferencia de los asintomáticos en los que se encontró un 41,6%. En Perú un estudio en niños de 5 a 13 años demostró su presencia en un 92,3% de los participantes con sintomatología digestiva; además se ha identificado como agente causal en un 51,6% en poblaciones indígenas infantiles8.

Un estudio realizado en Venezuela se encontró que el 95,7% de la población está parasitada, con predominio del protozoo Blastocystis spp., con un porcentaje cercano al 66,7%. Lo anterior posiblemente por las condiciones socio demográficas de la población en estudio, lo que no le resta importancia a los datos, si se consideran variables sociales como desplazamiento, viajes etc., que permitirían la proliferación masiva del parásito12.

En Colombia la prevalencia fluctúa de 0,8% a 88,0% en diferentes poblaciones, lo cual se puede observar en la Tabla 1 (estudios entre 2002 a 2009) y Tabla 2 (estudios entre 2010 a 2014).

Varios estudios ayudaron a la determinación de la presencia de microorganismos parasitarios en gatos y perros con sintomatología de diarrea, presentándose un aumento de la frecuencia. Los datos obtenidos demuestran que Blastocystis spp. está presente en el 36,1% y 37,4%, estos han generadola necesidad de explorar minuciosamentesobre la importancia o el rol que juega este agente en los cuadros de diarrea descritos39.

CICLO DE VIDA

La literatura refiere formas quísticas como mecanismo de resistencia para el protozoo Blastocystis spp., tanto los seres humanos como los animales son infectados por quistes fecales que al ingresar al intestino grueso cambian su forma quística a vacuolar. A su vez, han sido descritas estructuras vacuolares, ameboides y granulares como formas comunes en las preparaciones parasitológicas de rutina. Algunos investigadores consideran que uno de los principales focos infecciosos está constituido por los animales, especialmente aquellos con los que el ser humano tiene contacto frecuente. A pesar de estas evidencias, el ciclo biológico de este agente no es claro, aunque en la literatura han sido descritos los ciclos infectivo y autoinfectivo. En cualquiera de los casos, la forma resistente (vacuolar) alcanza tránsito intestinal y allí adquiere una estructura multivacuolar que da origen al prequiste, el cual alcanza estados de maduración a través de ciclos de reproducción conocidos como esquizogonia; luego de esta división es liberado un quiste de pared delgada y frágil, de donde se origina la ruptura dela pared del quiste (Figura 1)10.

La vía de transmisión de este parásito es oro-fecal. El ciclo comienza cuando el hospedero, ingiere alimentos o agua contaminada con quistes infectantes de pared gruesa de Blastocystis spp. Al pasar por el tracto digestivo, se desenquistan en el estómago, gracias a la acción de las enzimas y de los ácidos presentes en el mismo. En el intestino se observa una forma avacuolar sin envoltura o cubierta celular que al pasar por el intestino y situarse en las células epiteliales se transforma en la forma multivacuolar40.

La forma multivacuolar está rodeada de una gruesa capa celular y debajo de esta capa se forma la pared quística, aunque se cree que la capa se deshace y da origen a la forma quística del parásito, la cual le confiere resistencia al medio y se considera la forma infectante en el ser humano. Además, esta forma es la que se encuentra con mayor frecuencia en las heces, por lo cual se ha considerado la forma diagnóstica de este parásito, aunque cabe resaltar que de hallarse las otras formas también es confirmatorio para infección por Blastocystis spp.40.
La forma ameboide ha sido poco estudiada debido a su baja frecuencia de hallazgo en las muestras de heces, pero se ha asociado a cultivos antiguos y a personas que se encuentran en tratamiento antiparasitario40.

IMPLICACIONES CLINICAS DE LOS SUBTIPOS DE Blastocystis spp.

En la Figura 1 se describen los diferentes subtipos y sus hospederos intermediarios y definitivos, podemos encontrar como subtipos propios del hombre, los subtipos 3 y 9, los subtipos 1, 2, 5 y 8 se pueden observar en el hombre y mamíferos (primates, cerdos, ganado vacuno y porcino), al igual que el subtipo 4 que se encuentra en humanos y roedores y los subtipos 6, 7, 8 se encuentran en poblaciones que conviven con aves. Es propio de los marsupiales los subtipos 12,13 y 16, en elefantes el subtipo 11, en jirafas y ganado vacuno los subtipos 10, 12, 14 y 15, en roedores el subtipo 17 y en los primates no humanos los subtipos 10, 13, 14 y 1541.

La variabilidad de las cepas, y de su virulencia, puede explicar las diferencias en patogenicidad7. Algunos autores resaltan que al existen dos tamaños de forma vacuolar (dependiente del subtipo) pequeña y grande, esta última se encuentra relacionada con la sintomatología de los pacientes42.

Estudios realizados sobre el rol patogénico de este microorganismo clasifican a los portadores en dos grupos: sintomáticos y asintomáticos; los datos obtenidos no son tan claros, ya que no se conoce el tiempo del estado portador. Blastocystis spp., se ha evidenciado en pacientes con síntomas gastrointestinales diarrea, dolor abdominal, flatulencia, vómito, estreñimiento, fatiga, colitis, náuseas, distensión abdominal, pero también en pacientes asintomáticos4.

ROL PATOGÉNICO

Existe una gran controversia sobre Blastocystis spp., si es patógeno o un comensal, diferentes estudios realizados con ratas y gallinas demuestran la patogenicidad de este microorganismo y además se han evidenciado varios genotipos de Blastocystis spp.43.

Estudios experimentales demostraron por medio de la Microscopía electrónica de barrido características de Blastocystis spp., se evidenciaron dos características en la estructura de este microorganismo uno con capa superficial gruesa y una delgada. En el 2008, se evidenciaron las características vacuolares en muestras de aislamientos sintomáticos, estas presentaban una característica particular, la superficie era más rugosa que las muestras aisladas de los asintomáticos44.

En un estudio realizado sobre los cambios morfológicos de Blastocystis spp. aislados de pacientes sintomáticos y asintomáticos, permitió observar mediante microscopía electrónica de transmisión diversos morfotipos: distribuidos según el grupo de la siguiente manera, en ambos grupos se encontró en mayor proporción la forma vacuolar, en los aislados de los pacientes asintomáticos se encontró la forma granular y aunque ésta se observó también en los aislados de pacientes sintomáticos no tuvo la misma frecuencia. Sin embargo, lo más relevante de esta investigación fue que se pudo definir dos tipos de formas ameboides, las cuales sólo fueron encontradas en los pacientes sintomáticos, éstas formas eran irregulares y polimórficas con pseudópodos, pero se diferenciaban entre sí por el tamaño y ubicación de sus vacuolas, el primero presentaba una gran vacuola central llena de gránulos pequeños electrodensos y con actividad a nivel de los ácidos nucleicos y el segundo reveló múltiples vacuolas dentro de un cuerpo central, con un citoplasma que contenía filamentos de gránulos electrodensos que se asemejaban al retículo endoplásmico rugoso, lo que les permitió sugerir que presentaba una activa síntesis de proteínas. La superficie de la forma ameboide que rodeaba el parásito mostró un grosor desigual. Lo anterior permitió a los investigadores concluir que la forma ameboide podría ser un indicador de la patogenicidad de Blastocystis spp., o contribuir a la patogenicidad y ser la responsable de los síntomas que se observan en los pacientes45, 46.

En un estudio descriptivo se señala como factor de virulencia a los inhibidores de la proteasa, lacisteína proteasa se caracteriza por presentar residuos de cisteína y tener efectos citopáticos en células hospederas, causando la degradación de las proteínas de la matriz extracelular. Sin embargo, la totalidad de los factores de virulencia de este protozoo todavía no están claros39,46.

Las características genéticas se evidenciaron por medio de la prueba PCR de Blastocystis spp. de muestras de animales como cerdos y vacas, la prueba confirmatoria estuvo a cargo de Restriction Fragment Length Polymorphism (RFLP) se evidenció que en la muestras examinadas, los subtipos de Blastocystis spp. presentes, eran de origen zoonótico, esto corrobora la presencia de este microorganismo en diversos animales, siendo así un foco infeccioso para humanos y otros animales39.

DIAGNÓSTICO

A pesar de los múltiples estudios que se han realizado hasta la fecha sobre el mejor método diagnóstico de Blastocystis spp., aún no se ha formalizado una técnica "Gold Standard" o prueba de oro. Algunos autores afirman que la mejor forma de diagnosticar esta parasitosis es mediante microscopia de luz óptica, pero tiene la desventaja en que la observación del parásito dependerá del microscopista y si esta persona no se encuentra debidamente capacitada en identificar las diferentes formas quísticas puede inducir a falsos negativos47.

Otras técnicas que han sido usadas y que han arrojado buenos resultados son la concentración formol - éter; tinciones como tricrómica, Lugol, Gram, Ziehl- Nielsen modificado, tinta china49,51. Pero estas técnicas presentan la desventaja en que no se puede diferenciar los subtipos de Blastocystis spp., por lo cual diversos autores manifiestan la importancia de las técnicas moleculares como pruebas de oro para el diagnóstico48. Aunque en todas las técnicas, las que han dado mejores resultados han sido en las que se utiliza microscopía y se afirma que esta es la prueba de oro, los métodos indirectos que ayudan a determinar la respuesta inmune han dado resultados confiables debido a la variabilidad genética de este microorganismo49.

TRATAMIENTO

El suministro de tratamiento depende de la sintomatología del paciente en casos de pacientes asintomáticos no requiere medicamento, a la población que padezca manifestaciones clínicas, se le debe realizar un examen coprológico con el fin de buscar otros microorganismos patógenos, en el caso de solo evidenciar Blastocystis spp. se debe administrar medicamento7.

Metronidazol: es amebicida, bactericida, y tricomonicida. Actúa sobre las proteínas que transportan electrones en la cadena respiratoria de las bacterias anaerobias, mientras que en otros microorganismos se introduce entre las cadenas de ADN inhibiendo la síntesis de ácidos nucleicos. El metronidazol es efectivo tanto frente a las células en fase de división como en las células en reposo. Debido a su mecanismo de acción, bajo peso molecular, y unión a las proteínas de muy baja densidad; el metronidazol es muy eficaz como antimicrobiano y prácticamente no induce resistencias50.

Fluorouracil: El fluorouracilo es un antimetabolito que inhibe la timidilato sintasa y, por lo tanto interfiere con la síntesis del RNA y del DNA. Estudios realizados con pacientes antes de ser sometidos a quimioterapias sugieren que deben hacerse exámenes de laboratorio para descartar microorganismos como Blastocystis spp. y Microsporidium y determinar por medio de este si es o no es oportunista51.

CONCLUSIÓN

De acuerdo a las técnicas empleadas para la identificación de Blastocystis spp. ha conducido a la existencia de 17 subtipos descritos hasta el momento, aunque sólo algunos son patógenos2. Gran parte de los estudios epidemiológicos terapéuticos e inmunológicos reportan información que no deja todo claro desde su taxonomía hasta su patogenicidad7, sin embargo, Blastocystis spp. se ha asociado en pacientes con sintomatología tal como dolor abdominal y urticaria8.

En preparaciones parasitológicas se ha evidenciado Blastocystis spp. como único agente presente en muestras diarreicas de individuos, lo que permite suponer que este protozoo es capaz de alterar el metabolismo intestinal al punto de producir el desequilibrio electrolítico que desencadena la patología. Es importante resaltar que a pesar de que los mecanismos de Blastocystis spp. no son del todo claros, la forma ameboide en sinergia con la activa síntesis de algunos proteasas como las cistein proteasas son al parecer las responsables de las manisfestaciones clínicas descritas alrededor del mundo. Sin embargo, estas premisas requieren mayor investigación apoyada en múltiples técnicas que podrían incluir la cuantificación de RNA mensajero (RNAm) para genes responsables de la síntesis de proteasas involucradas en cambios citopáticos; de igual forma, el modelamiento en cultivo de células de mamíferos podría contribuir a entender las estrategias que el parásito utiliza para evadir la respuesta inmune de su hospedero y que factores de este influyen en la aparición de los diferentes morfotipos observados.

Finalmente, es relevante considerar que la abundante evidencia clínica sobre la capacidad de este protozoo para producir cuadros diarreicos debe estimular a la comunidad científica a investigar más a fondo y establecer no solamente a ciencia cierta el rol patogénico de Blastocystis spp., sino además dilucidar si existe la probabilidad de que sus diferentes subtipos deban ser tratados con medicamentos diferentes al metronidazol o fluoroacil; así como la politerapia en casos donde se evidencie la presencia de multiparasitismo que pudiera potenciar el efecto citopático de Blastocystis spp.

AGRADECIMIENTOS

Este trabajo fue apoyado por el Programa de Bacteriología y Laboratorio Clínico. Facultad Ciencias de la Salud. Universidad de Santander, sede Bucaramanga.

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