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Revista de la Universidad Industrial de Santander. Salud

Print version ISSN 0121-0807On-line version ISSN 2145-8464

Rev. Univ. Ind. Santander. Salud vol.55  Bucaramanga Dec. 2023  Epub Nov 26, 2023

https://doi.org/10.18273/saluduis.55.e:23021 

Artículo de investigación e innovación

Conocimientos, actitudes y prácticas sobre la enfermedad de Chagas en una zona endémica de Boyacá, Colombia

Knowledge, attitudes and practices about Chagas disease in an endemic area of Boyacá, Colombia

Laura Ximena Ramírez-López1  * 
http://orcid.org/0000-0002-3585-3797

Ángela Liliana Monroy-Díaz1 
http://orcid.org/0000-0002-3420-9123

Sonia Patricia Rodríguez2 
http://orcid.org/0000-0002-0240-9307

Danna Gabriela Bonilla-Arévalo1 
http://orcid.org/0000-0003-3987-9705

Sandra Helena Suescún-Carrero1 
http://orcid.org/0000-0001-5821-4421

1 Universidad de Boyacá. Tunja, Colombia.

2 E.S.E Hospital Regional de Miraflores. Boyacá, Colombia.


Resumen

Introducción:

Los instrumentos para la obtención de información sobre los conocimientos, actitudes y prácticas de diversas enfermedades son ampliamente utilizados, ya que permiten obtener información clara y detallada de cada uno de los aspectos a indagar.

Objetivo:

Determinar conocimientos, actitudes y prácticas de la enfermedad de Chagas en una zona endémica de Boyacá, Colombia.

Metodología:

Estudio transversal que consistió en aplicar un instrumento validado que abordaba datos sociodemográficos, factores epidemiológicos, conocimientos, actitudes y prácticas de la enfermedad de Chagas en un integrante mayor de edad de 341 familias de Miraflores, Boyacá. Se emplearon escalas, óptimo, bueno, regular y malo; para el análisis bivariado se determinó el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas con escala favorable y desfavorable. Se determinaron diferencias significativas de factores de riesgo, conocimientos, actitudes y prácticas de la enfermedad entre el grupo de hombres y mujeres encuestados.

Resultados:

El 68,6 % de la población nació en Miraflores, con un 48 % de escolaridad primaria y pertenecientes a la zona rural en su mayoría (57,2 %); en las mujeres predomina la ocupación de ama de casa, mientras que en los hombres es más frecuente la agricultura. Se identificaron conocimientos (48,1 %) y actitudes (82,1 %) óptimas sobre la enfermedad de Chagas que minimizan el riesgo de contraer la infección por T. cruzi; paradójicamente, se encontraron malas prácticas (61,9 %) en el hogar que no previenen la enfermedad. Se observó relación entre el nivel de escolaridad bajo, sexo femenino, ser menor de 49 años, vivir en zona urbana y actividades del hogar y un conocimiento favorable acerca de la enfermedad de Chagas, aunque sin evidencia estadística.

Conclusiones:

Se hace necesario incorporar programas que garanticen el aprendizaje y la implementación de actitudes y prácticas favorables contra la enfermedad en habitantes de zonas endémicas.

Palabras claves: Enfermedad de Chagas; Trypanosoma cruzi; Epidemiología; Población; Factores de riesgo; Conocimientos; Actitudes; Prácticas

Abstract

Introduction:

The use of measurement tools to obtain information about knowledge, attitudes and practices of various diseases are widely used, since they allow to collect clear and detailed information of every aspect needing examination.

Objective:

Determine knowledge, attitudes and practices regarding Chagas disease in an endemic zone in Boyaca, Colombia.

Methods:

Cross-sectional study that consisted of applying a validated instrument that addressed sociodemographic data, epidemiological factors, knowledge, attitudes and practices of the Chagas disease in an adult member of 341 families from Miraflores, Boyaca. The scale categories used were optimal, good, regular and bad; for the bivariate analysis, the level of knowledge, attitudes and practices was determined with a favorable and unfavorable scale. Significant differences in risk factors, knowledge, attitudes and practices of the disease were determined between the group of men and women surveyed.

Results:

Sixty-eight percent of the population were born in Miraflores, 48% had primary education and most belonged to the rural area (57.2%); in women the occupation of housewife predominated, in men agriculture was more frequent. Optimal knowledge (48.1%) and attitudes (82.1%) about the Chagas disease that minimize the risk of contracting T. cruzi infection were identified. Paradoxically, bad practices that did not prevent the disease were found at home (61,9%). significant regarding the low level of schooling, female gender, being under 49 years of age, living in an urban area and household activities, all of the above allows a favorable knowledge about Chagas disease, although without statistical evidence.

Conclusion:

It is necessary to incorporate programs that guarantee learning and implementation of favorable attitudes and practices against the disease in inhabitants of endemic areas.

Keywords: Chagas disease; Trypanosoma cruzi; Epidemiology; Population; Risk factors; Knowledge; Attitudes; Practices

Introducción

La enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana es causada por el parásito flagelado Trypanosoma cruzi, presenta una fisiopatología compleja y un perfil epidemiológico activo. Sus mecanismos de infección son variables, el principal es de origen vectorial, transmitido por los chinches chupadores de sangre de la subfamilia Triatominiae, además de otros mecanismos por vía vertical, transfusional, oral y accidental1,2.

Se estima que 8 millones de personas están infectadas con el parásito en el mundo, y en América Latina es uno de los mayores problemas de salud pública, causando incapacidad en personas infectadas y más de 10 000 muertes por año3. Esta enfermedad se presenta principalmente en zonas endémicas de 21 países, entre los que se encuentra Colombia4,5,6, con una prevalencia estimada del 2,0 %, se detecta frecuentemente en la Sierra Nevada de Santa Marta, Casanare, Boyacá, Santander y Bolívar7. En el departamento de Boyacá se ha detectado una prevalencia del 2,5 % y 1,4 % en estudios realizados a mujeres embarazadas y mujeres en edad fértil, respectivamente8,9. Las estimaciones recientes sobre la carga de la enfermedad de Chagas en Latinoamérica indican que genera un costo en salud aproximado de 500 millones de dólares y una pérdida anual de 770 000 años de vida por muerte prematura o pérdida de años productivos por discapacidad (AVAD)10. De otra parte, el costo de la atención médica por año de una persona infectada con T. cruzi en Colombia está alrededor de los US $ 594, donde la verdadera carga en términos de gasto en atención médica se debe a las complicaciones de la enfermedad. El impacto económico es de interés para los empleadores; los costos asociados con el ausentismo, la mortalidad prematura y el presentismo son significativos y le pueden costar al país un estimado de US $ 5,8 millones por año11.

A pesar de las iniciativas de control, la enfermedad de Chagas sigue siendo un problema importante asociado a diversos factores sociales, políticos y ambientales en todo el mundo que exponen a millones de personas a la infección, entre estos la tendencia urbano industrial, las migraciones, la pobreza, el acceso al sistema de salud y el cambio climático12,13,14. Asimismo, la ineficaz cobertura de diagnóstico y tratamiento debido a los diagnósticos incorrectos, tardíos e incluso inexistentes por la escasez de sintomatología en fases tempranas y los tratamientos con poca adherencia por los efectos adversos de los medicamentos, conlleva a la incapacidad laboral y muerte imprevista de personas aparentemente sanas15,16. El desconocimiento de la enfermedad o la ignorancia de su presencia y transmisión entre los afectados es también un factor de relevancia, además de la perspectiva de las personas que residen en zonas endémicas que manifiestan temor al realizarse pruebas serológicas, tal vez asociado al desconocimiento y estigma de exclusión social y laboral, donde se ha descrito que el nivel de desocupación entre los enfermos es significativo17,18, subsecuente a que no se ha logrado un control adecuado de esta infección que ha trascendido fronteras.

De acuerdo con lo anterior, se evidencia la importancia de determinar la percepción de la población residente en zonas endémicas frente a los factores de riesgo que involucran la trasmisión de la infección por T. Cruzi y el desarrollo de la enfermedad de Chagas, sin limitarse al diagnóstico de índole serológico, de modo que se puedan impulsar estrategias de control mediante la educación a la población vulnerable. Es por ello que el objetivo de este artículo fue determinar los conocimientos, actitudes y prácticas de la enfermedad de Chagas en el municipio de Miraflores Boyacá, que se ha caracterizado por ser endémico para esta patología.

Metodología Diseño del estudio

La presente investigación se desarrolló con un diseño transversal.

Zona geográfica

El estudio fue llevado a cabo en el municipio de Miraflores, localizado al suroriente del departamento de Boyacá, Región Andina colombiana, a 1500 metros sobre el nivel del mar, el cual comprende 258 kilómetros cuadrados de zonas predominantemente montañosas que hacen parte de la Cordillera Oriental. Es el municipio más importante de la Provincia de Lengupá y por su ubicación y altitud es hábitat común para triatominos trasmisores de la enfermedad de Chagas, por lo que el municipio es catalogado como una zona endémica para esta enfermedad.

Población y muestra

Para determinar la muestra se partió de un dato estimado, suministrado por el municipio, de 2023 familias. Se tomó como referente un conocimiento del 61,2 %19, para un total de 341 familias que se encuestaron, con un porcentaje de pérdida del 1 % y una confiabilidad del 95 %. Se realizó un muestreo aleatorio estratificado entre el área rural y urbana. Los criterios de selección fueron ser mayor de edad, residir en el municipio de Miraflores y aplicar una encuesta por familia, se excluyeron aquellos participantes sin la capacidad cognitiva para resolver el cuestionario.

Instrumento de recolección de datos

El instrumento de recolección de datos consta de validación por expertos, así como de contenido y constructo que tuvo una índice kappa entre 0,72 y 0,96 y un alfa de Cronbach de 0,8620. El cuestionario aborda datos sociodemográficos y factores epidemiológicos en 8 ítems relacionados con los vectores trasmisores del parásito, antecedentes de la enfermedad en la familia, material de las viviendas y presencia de posibles reservorios en las viviendas, además de 6 ítems correspondientes a conocimientos, 5 que miden actitudes y 5 de prácticas.

Análisis de datos

Mediante un análisis descriptivo se determinó el nivel de conocimientos, donde se evaluaron de 1 a 3 puntos las variables contestadas de manera afirmativa y se asignó un cero cuando no se obtuvo ninguna respuesta. En el referente "actitudes", se utilizó para la evaluación una escala tipo Likert, en la cual a la respuesta de mayor relevancia respecto a factores que puedan prevenir la enfermedad se le asignó una calificación de 5 y de 1 para quienes definitivamente no tienen actitudes de prevención de la enfermedad en el hogar. Por otro lado, para identificar las prácticas de las familias, se asignaron dos puntos para las respuestas afirmativas y cero para las respuestas negativas. Se emplearon escalas de medición óptimo, bueno, regular y malo, además para el análisis bivariado se determinó el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas de acuerdo con la escala de favorable y desfavorable (Tabla 1). Se determinaron diferencias significativas de los factores de riesgo, conocimientos actitudes y prácticas de la enfermedad de Chagas entre el grupo de hombres y mujeres mediante un chi cuadrado, siendo significante con una p < 0,05, también se aplicó un análisis bivariado entre los conocimientos, actitudes y prácticas en relación con la sociodemográfica mediante un Odds Ratio, midiendo la significancia con intervalo de confianza del 95 %.

Tabla 1 Escala de puntaje Conocimientos Actitudes y Prácticas. 

Resultados

La población encuestada presentó una media de edad de 48,6 años (DS 15,3), se observó una diferencia significativa de las edades entre el grupo de hombres y mujeres (p = 0,01), la mayoría de la población encuestada nació en Miraflores (68,6 %), afirmaron tener un nivel de escolaridad de básica primaria (48,7 %) y ser pertenecientes a la zona rural (57,2 %). Entre las mujeres predominó la ocupación de ama de casa (49,8 %), mientras que en los hombres es más frecuente la agricultura (49,2 %) Tabla 2.

Tabla 2 Caracterización sociodemográfica de la población, Miraflores Boyacá, junio 2017 

Dentro de los factores universalmente asociados a la infección se evidenció que de 315 personas el 92,4 %, reconocen el insecto trasmisor de la infección, un 89,1 % lo conocen con el nombre de "pito", siendo importante resaltar que el 27,2 % de ellos refiere haber sido picado por este alguna vez en su vida. Además, manifiestan en su mayoría que la casa donde habitan está construida en piso de cemento (50,7 %), con techo en teja de Eternit (55,7 %) y las paredes en ladrillo (57,1 °/o). Se observan diferencias significativas en el uso de mallas en puertas y ventanas (p = 0,03) y uso de insecticidas en las viviendas (p = 0,007) entre el grupo de hombres y mujeres (Tabla 3).

Tabla 3 Factores de riesgo, conocimientos, actitudes y practicas frente a la enfermedad de Chagas, Miraflores Boyacá, junio 2017. 

En relación con los conocimientos de la enfermedad de Chagas, un 71 % de la población aseguró conocerla, cifra cercana al porcentaje de conocimiento de la forma de trasmisión y el órgano afectado, que en un 72,1 % fue el corazón y el 50,4 % de la población encuestada en el municipio de Miraflores sabe que esta enfermedad tiene cura. Por otro lado, un 85,6 % sabe en qué sitios se aloja el vector, mencionan los dormitorios con un 24,3 %, el 12,6 % de los individuos afirmó que se aloja en los corrales, gallineros, y cocinas, además, el 74 % sabe que el insecto se alimenta de sangre y algunos participantes refieren que se alimenta de frutas.

Respecto a las actitudes se evidenció que el 68,3 % respondió que definitivamente sí participaría en la búsqueda del vector dentro y fuera de la casa, y al indagar sobre qué haría si encuentra el vector en su casa, el 64,2 % lo mataría, mientras que el 31,7 % lo llevaría al centro de salud; la comunidad en un 77,1 % es receptiva a recibir capacitaciones sobre la enfermedad. El 88,2 % de la población optaría por ir al centro de salud al ser picado por el insecto, esta es la mejor de las opciones, además el 89,4 % de la población aceptaría un examen de sangre para saber si tiene la infección trasmitida por el insecto (Tabla 3).

Adicionalmente se determinó que 48,1 % y 82,1 % de la población tiene conocimientos y actitudes óptimas respectivamente, mientras que un 61,9 % de los encuestados tiene malas prácticas respecto a la enfermedad de Chagas (Figura 1).

Figura 1 Conocimientos, actitudes y prácticas frente a la enfermedad de Chagas, Miraflores, Boyacá, junio 2017. 

Respecto a la asociación entre la sociodemografía de la población y los conocimientos, se observó que tener un nivel de escolaridad bajo, ser de sexo femenino, menor de 49 años, vivir en zona urbana y llevar a cabo actividades dentro del hogar favorece a tener un mejor nivel de conocimientos sobre la enfermedad, de la misma manera, las actitudes de la población son más adecuadas en los menores de 49 años y las personas que llevan a cabo labores dentro del hogar, siendo muy similares en relación a las prácticas (Tabla 4).

Tabla 4 Asociación entre conocimientos, actitudes y prácticas y sociodemográfica en población de Miraflores Boyacá. 

Discusión

Los resultados del presente estudio revelaron que el nivel de conocimientos sobre la enfermedad de Chagas en la población de Miraflores es óptimo en un 48,1 %, siendo importante resaltar que un 40 % de las personas han tenido acceso a charlas relacionadas con el tema, es así como se evidenció que un 71 % de la población conoce la enfermedad, reconocen al corazón como el órgano afectado y destacan la transmisión de forma vectorial, además saben que el vector se aloja en sitios como dormitorios, corrales y gallineros, y que se alimenta de sangre. Estos datos son semejantes a los encontrados por Salm et al., donde el 88,5 % de la población reconoció la enfermedad de Chagas, señalaron que el vector se alimenta de sangre y sus picaduras son el principal modo de transmisión de la enfermedad, también afirmaron ver a los triatominos en las casas, corrales, bosques y relacionaron la enfermedad de Chagas con afecciones cardiacas21.

La dimensión más destacada fueron las actitudes, evidenciadas como óptimas en un 82,11 % de la población, resaltando que un 68,3 % participaría en la búsqueda del vector, 88,2 % iría al centro de salud si es picado por el mismo, 77,1 % aceptaría cursos o charlas de la enfermedad y 89,4 % aceptaría examen de sangre para su diagnóstico. Dichas actitudes y la participación activa de las personas comprenden un elemento fundamental en la prevención de la enfermedad de Chagas y sus complicaciones, además, permiten el control de esta problemática22.

En relación con las prácticas los resultados fueron desfavorables, ya que se encontró que un 61,9 % de estas fueron inadecuadas y se identificó un fallo en las conductas preventivas por parte de la población. Cabe mencionar que Colombia se ha clasificado como un país con predominio de los ciclos domésticos y peri-domésticos con un control de vectores insatisfactorio, lo cual coincide con lo nombrado anteriormente23. No obstante, de acuerdo con lo observado en un estudio realizado en Córdoba el 63,2 % de la población afirmó usar toldillos, el 26,3 % mallas en las puertas y ventanas, y el 58 % insecticidas en las viviendas24, lo cual demuestra que sus prácticas para el control de vectores fueron buenas, en comparación con lo encontrado en el presente estudio donde el 32,5 % usan toldillos, 5,3 % mallas en puertas y ventas y el 53,3 % usa insecticidas en las viviendas. Ahora bien, diferentes estudios han demostrado que la utilización de insecticidas para controlar la enfermedad de Chagas a nivel doméstico y peridoméstico han sido exitosos en su mayoría, de hecho, en un estudio se llegó a evidencias que la infestación de las viviendas disminuyó del 38 % al 0,8 %25.

Por otro lado, respecto a los factores asociados a la enfermedad de Chagas, se observó que un 92,4 % de la población reconoce al vector, 52,2 % lo ha visto en su domicilio o alrededores y 27,2 % de los encuestados han sido picados por el insecto, estas cifras se encuentran por encima de lo encontrado en el estudio realizado por Ciria et al. en un municipio de México, donde los datos reportaron que un 33,33 % de la población ha visto al triatomino en casa y un 8,82 % afirmó haber sido picado26, al igual que en el estudio desarrollado por Carreño et al. en Casanare Colombia, en el que un 33,3 % de la población conoce o ha oído hablar del vector y 60,6 % lo ha visto en el intra y peridomicilio27.

En el ciclo epidemiológico de la enfermedad de Chagas, los animales reservorios de T.cruzi son un importante factor, dentro de ellos, los animales domésticos como los perros están expuestos a los triatominos por su circulación entre el domicilio y el peridomicilio, esto favorece al vector porque lo usa como su fuente de alimento y le permite acercarse y pasar a colonizar la vivienda16. En el presente estudio se identificó que el 73,6 % de la población refiere tener animales en su domicilio y esto coincide con lo encontrado en Pore Casanare, cuyo estudio reveló que un 59,6 % de la población convivía con animales como perros, gallinas y gatos, lo cual se determinó como factor de riesgo asociado a la adquisición de la enfermedad de Chagas28.

Las características socioeconómicas comprenden uno de los factores predisponentes para contraer la enfermedad de Chagas, de este modo se considera en condición de pobreza a aquellas poblaciones vulnerables rurales, de bajo nivel educativo y escasos ingresos, dedicadas a trabajos agrícolas, en las cuales se ha demostrado la tendencia a adquirir dicha enfermedad, principalmente por desconocimiento de esta y el contacto con el vector22. En este estudio se observó que más de la mitad de la población provenía de la zona rural (57,2 %) y presentaba un nivel de escolaridad bajo (48,7 %), además las ocupaciones que predominaron fueron ser ama de casa (49,8 %) y trabajar en la agricultura (49,2 %), datos que son similares a los hallados en un estudio realizado en Socotá, Boyacá donde se identificó que el 60,1 % de la población provenía de zona rural, 42,8 % de esta solo había cursado la primaria, y el 71 % se dedicaba a labores del hogar9.

Se ha evidenciado que algunas especies de triatominos tienen tendencia a ocupar los hábitats más estables a su alcance como el ambiente doméstico y peridoméstico, por lo que las especies que se encontraban en forma silvestre se han adaptado para invadir paulatinamente las viviendas y sus alrededores29, quienes habitan en rincones y grietas en las paredes y techos de viviendas principalmente mal construidas16. Según estudios, el techo de palma, piso de tierra y paredes de bahareque son benefactores en la formación de focos de infección por instalación de los vectores de T. cruzi28,30,31, sin embargo, actualmente los vectores se han acomodado a los nuevos materiales de la vivienda para buscar refugio y alimento en estas, lo cual se identificó en el presente estudio, donde predominaron las paredes en ladrillo (57,1 %), piso de cemento (50,7 %) y techo en teja de eternit (55,7 %); los resultados son similares a un estudio realizado en Miraflores donde demostró que el 45,8 % de los participantes tenían piso de cemento, 62 % techo de eternit, y 44 % paredes en ladrillo32.

Agradecimientos

Las autoras expresan sus agradecimientos a la Alcaldía del municipio de Miraflores, Boyacá y a la comunidad participante en la investigación.

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Forma de citar: Ramírez López LX, Monroy Díaz AL, Rodríguez Niño SP, Bonilla Arévalo DG, Suescún Carrero SH. Conocimientos, actitudes y prácticas sobre la enfermedad de Chagas en una zona endémica de Boyacá, Colombia. Salud UIS. 2023; 55: e23021. doi: https://doi.org/10.18273/saluduis.55.e:23021

Consideraciones éticas Este proyecto contó con el aval del comité de Bioética de la Universidad de Boyacá, memorando CB 206 del 11 de agosto de 2016. Se obtuvo el consentimiento informado escrito por parte de los participantes antes de la aplicación del instrumento.

Recibido: 06 de Abril de 2021; Aprobado: 31 de Octubre de 2022

* lauramirez@uniboyaca.edu.co

Conflicto de interés

Las autoras del manuscrito declaran no tener conflicto de intereses respecto al contenido del manuscrito.

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