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Historia Crítica

Print version ISSN 0121-1617

hist.crit.  no.28 Bogotá July/Dic. 2004

 

RAMÍREZ VACCA, Renzo, Formación y transformación de la cultura laboral cafetera en el siglo XX, Medellín, La Carreta Editores, 2004, 377 p.

Decsi Arévalo Hernández*

* Profesora del Departamento de Historia de la Universidad de los Andes.


Como lo señala el autor, la idea principal del estudio es interpretar los orígenes y transformaciones de la cultura laboral de los trabajadores del ramo cafetero, "desde una perspectiva histórica, teniendo en cuenta sus tradiciones, lo social-familiar y laboral, y los mecanismos de socialización en las estructuras agrícola-comerciales propias de esta industria" (p.15).

Para cumplir con este propósito, Ramírez toma como base la evolución de la hacienda La Aurora, situada en el Líbano (Tolima), y la inscribe dentro de la dinámica nacional en la que se ha desenvuelto la actividad cafetera. Tres campos delimitan el análisis que se encuentra en el texto: la formación y evolución de los mecanismos y espacios de socialización de la hacienda cafetera, las características y la evolución de la cultura laboral según el género y la transformación socio-cultural bajo el impacto de la tecnificación. Estas directrices están en correspondencia con tres períodos: formación del biotipo hacendatario (1849-1890), consolidación del régimen (1890-1970) y tecnificación de la caficultora (1979-1989); el autor también se refiere a un cuarto período denominado etapa post- tecnológica (años noventa).

Con esta forma de aproximación al tema se "pretende explicar y analizar el conjunto de circunstancias históricas que permitieron la formación y evolución empresarial y cultural de una hacienda cafetera; el por qué de los cambios laborales y culturales del trabajador y empresario cafetero local; y el papel de la familia campesina en dicho proceso" (p.16). En esta dirección, la familia es tomada como núcleo socio-cultural atado a la hacienda y ésta, a su vez, es vista como un núcleo socio-productivo y de disposición socio-laboral.

Entre los varios aspectos sugestivos que se pueden encontrar en el libro de Renzo Ramírez quiero destacar dos: de un lado, el recurso a la larga duración en la investigación histórica y, de otro, la aproximación a un análisis interdisciplinario. Sin duda, se trata de medios necesarios para abordar el tema de la cultura, concebida por el autor, siguiendo a Daniel Vidart, como un "conjunto de capacidades, costumbres y hábitos adquiridos, que conformarían in totum una cualidad o atributo del comportamiento social humano" (p. 17).

Ramírez, sustentado en Guadarrama y Pereliguin, sostiene que "la aplicación del método histórico posibilita examinar las relaciones socio-laborales como factor esencial de la cultura al incluir en el análisis al hombre como sujeto histórico concreto, que conforma las condiciones de su existencia, y que constantemente puede darnos la premisa para la comprensión de la cultura material y espiritual, práctica y teórica, universal y específica" (p. 18). Una mirada histórica que cubre desde el origen de la hacienda cafetera, su transformación en los años setenta y su crisis en los noventa permite establecer con claridad los elementos de carácter estructural que perviven a lo largo de la existencia de ese tipo de explotación productiva, así como determinar los cambios que generan la erosión del sistema.

Situar el problema cafetero en términos culturales y de género establece una diferencia importante en la tradición historiográfica sobre la caficultura en Colombia, asociada a nombres reconocidos como Arango, Machado, Deas, Palacios y Jiménez, entre otros1. Estos autores abordaron el tema fundamentalmente desde la dinámica económica y algunos de ellos exploraron aspectos de la organización empresarial; los estudios, que se refieren en particular a las haciendas de Santander y Cundinamarca tenían como preocupación central el funcionamiento de la hacienda, los problemas monetarios, las formas de retención de la fuerza de trabajo y la crisis. Sobre este último punto resulta interesante el contraste con el caso de norte del Tolima analizado por Ramírez, pues allí la crisis del régimen de hacienda y la transformación de las relaciones laborales opera hacia los años sesenta y setenta, mientras que en los primeros se produjo en las décadas del treinta y cuarenta del siglo XX.

Respecto a la interdisciplinariedad, el texto de Renzo Ramírez constituye una invitación para profundizar en las relaciones entre la sociología, la historia empresarial y la historia económica. Un punto nodal de dicha relación sería la combinación entre la racionalidad económica empresarial y los mecanismos de socialización; si bien no es el tema de la investigación que aquí se comenta, en ésta se ilustra cómo el sistema laboral dominante en el régimen de hacienda (tabloneros) sigue una lógica del tipo minimizador de costos monetarios2, al tiempo que se establecen vínculos sociales de compadrazgo y paternalismo entre el propietario de la hacienda y los agregados, mecanismos que permiten sustentar y legitimar una estructura productiva de tal naturaleza.

Con esta misma perspectiva se podría pensar en el muy lento cambio de la mentalidad empresarial. Las diferentes administraciones que se ocupan de la hacienda estudiada por Ramírez, aunque manifiestan un cada vez mayor conocimiento del negocio no realizan un tránsito a una organización empresarial capitalista. En el período de la transformación tecnológica, con la introducción de la variedad caturra, el nuevo empresariado se vincula a la explotación por motivaciones rentistas tales como la obtención de ganancias derivadas de la valorización del suelo, la protección frente a los avatares del mercado financiero, o aun la evasión de impuestos. Esta actitud se complementa con una tendencia a desviar los ingresos de la producción hacia el consumo suntuario, debilitando con ello la reinversión de capitales.

Otro elemento interesante en el marco del análisis interdisciplinar es la participación del gobierno y del orden político en la dinámica productiva. Varias son las formas de aproximarse a esta interacción: la ausencia estatal hasta los años treinta; el inicio de la regulación del mundo laboral por parte del Estado; las modalidades de organización para defenderse de la violencia oficial en los años cuarenta y cincuenta, así como la aceptación y posterior rechazo de los grupos de defensa denominados bandoleros; la aplicación de la reforma agraria de 1961; y el otorgamiento de crédito de fomento para la reconversión tecnológica de los años setenta.

Un último punto que es preciso destacar es el cambio en las redes de protección social. El sistema de hacienda basado en los tabloneros sitúa la protección en las redes primarias de solidaridad, en la cual queda inserta la actitud paternalista del hacendado, sin embargo, la violencia producirá un fuerte proceso de desarticulación de esos lazos, que se anularán finalmente con la transformación en el sistema productivo. La anterior familia tablonera deberá asumir el estatus de jornalero temporal en la nueva organización empresarial o convertirse en pequeño propietario; en cualquiera de las dos posiciones su nivel de vida quedará sujeto a los vaivenes del comercio cafetero, así durante la bonanza hubo mejoras en términos de bienestar, pero con el declive del sector la pobreza se instaló entre los miembros de este grupo de trabajadores. En esta nueva condición no surgieron mecanismos que reemplazaran los antiguos lazos de solidaridad.

Podrían señalarse varios temas más, de los abordados por el autor, cuyo desarrollo se beneficia con la aproximación interdisciplinar; entre ellos es preciso resaltar la participación de la mujer en el impulso a la actividad económica, el cambio en la participación familiar dentro de los procesos productivos y el papel desempeñado por la Federación de cafeteros, entre otros.


Comentarios

1 ARANGO, Mariano, Café e industria 1850-1930, Bogotá, Carlos Valencia Editores, 1977; PALACIO, Marco, El café en Colombia 1850-1970. Una historia económica, social y política, Bogotá, Planeta, 2002; DEAS, Malcolm, "Santa Bárbara. Una hacienda cundinamarquesa", 1974; JIMÉNEZ, Michael, Struggles on an interior shore, (sf) ; MACHADO, Absalom, Café: de la aparcería al capitalismo, Bogotá, Tercer Mundo, 1988.

2 La idea de racionalidad minimizadora de costos monetarios, presentada inicialmente por Witold Kula en su Teoría económica del sistema Feudal, Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 1976, fue utilizada por José Antonio Ocampo en el caso colombiano para referirse a la mentalidad empresarial hacendataria ligada a la agroexportación en Colombia y la economía mundial 1830-1910, Bogotá, Siglo XXI, 1984. En la interpretación de Kula la empresa feudal es rentable al trasladar buena parte de los costos a la economía parcelaria, si dicha empresa incluyera en su contabilidad la totalidad de los costos de la explotación no sería rentable. Desde otra perspectiva Wallerstein, en su trabajo El moderno sistema mundial, 2 volúmenes, México, Siglo XXI Editores, 1979, subraya que la estrategia productiva basada en las diversas formas de aparcería involucra una relación entre el centro y la periferia, es decir, corresponde a un modo particular de inserción de la economía doméstica a la internacional, pero también al tipo de producción, a la disponibilidad de fuerza de trabajo y a los mecanismos de control del trabajo.

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