SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 issue37Historia, cultura y sociedad colonial siglo XVI-XVIII: Temas, problemas y perspectivaContrabando en Colombia en el siglo XIX: Prácticas y discursos de resistencia y reproducción author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Historia Crítica

Print version ISSN 0121-1617

hist.crit.  no.37 Bogotá Jan./June 2009

 

La revolución en letras. La historia de la revolución de Colombia de José Manuel Restrepo (1781-1863).

Bogotá: Universidad de los andes, Facultad de ciencias sociales, departamento de historia, CESO - Universidad EAFIT, 2007, 294 pp

Juan Carlos Villamizar
Economista y candidato al doctorado en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá. jcvillamizar@yahoo.com


Ahora que los colombianos nos aprestamos a celebrar los doscientos años de nuestra vida republicana, nada más acertado y gratificante que la obra presentada por Sergio Mejía acerca de La Historia de la Revolución escrita por José Manuel Restrepo. Acertado, por ocuparse del periodo de la Independencia del antiguo Imperio español y gratificante por la renovación y puesta en circulación de nuevas ideas. Éstas se referen a la manera cómo fueron pensados la gesta independentista, el mito fundacional de la República en torno a la fgura de Bolívar y el papel jugado por las historias nacionales en la estructuración de las repúblicas, de las cuales ellas tratan.

Este trabajo fue presentado para la defensa de su doctorado en la Universidad de Warwick, y se inscribe en un proyecto sobre el pensamiento histórico latinoamericano del siglo XIX, para el cual Sergio Mejía ha hecho avances significativos, y esta obra es uno de ellos.

La Historia de Restrepo fue la primera obra de historia producida en la República. La primera edición fue publicada en 1827 y la segunda en 1858. Las dos ediciones marcan la transformación de su pensamiento y revelan el cambio histórico producido en la primera mitad del siglo XIX. El análisis realizado por Mejía se adentra en las razones que impulsaron al autor en la realización de la obra, en su formación histórica y su papel como político, abogado e historiador del "partido de los Libertadores", que desplazó a los santafereños, antiguos nariñistas, en la dirección de la república -culpados de aristócratas- y eliminó del juego político e incluso de la memoria a los persistentes defensores de las ideas federalistas norteamericanas. El libro se divide en una introducción, cinco capítulos y la conclusión.

La introducción presenta algunos detalles de las ediciones y formula la noción del "partido de los Libertadores", entendida como "el grupo de hombres que gobernaron a la Nueva Granada, Ecuador y Venezuela unidas entre 1819 y 1828 bajo la presidencia de Simón Bolívar" (p. 7), grupo del cual hizo parte José Manuel Restrepo en el cargo de Secretario de Interior. De manera que la Historia de la Revolución fue la voz histórica de ese partido. Esta idea le permite al autor estudiar el escrito de Restrepo como un hecho político, en el que ese grupo se muestra como un cuerpo unificado, con un héroe central y unos opositores que son combatidos. Un último aspecto de esta introducción se refere a la importancia de las historias tradicionales, "defnidas y estudiadas aquí como fenómenos históricos", las cuales se constituyen en fuentes sobre el periodo en que fueron escritas y cuyo "estudio nos permite refexionar sobre la historia que escribimos hoy" (p. 14).

El primer capítulo es una biografía de los hechos más destacados en la vida de José Manuel Restrepo desde su nacimiento en 1781 y, en particular, de su formación intelectual, con énfasis en sus lecturas históricas: las realizadas en el seno de su familia, la infuencia de Benito Jerónimo Feijoo, sus estudios en la capital, su participación en la Expedición Botánica bajo la tutoría de Francisco José de Caldas y su inicio como gobernador político de la provincia de Antioquia. Resulta destacable la decisión de Restrepo de llevar un Diario político y militar desde el 29 de julio de 1819 y su intención de escribir la historia de la Independencia, de la cual él empezaba a ser uno de los protagonistas.

El segundo capítulo se ocupa de la crítica a la Primera República (1810-1816) contenida en la Historia de Restrepo. Mejía estudia esa crítica en cinco aspectos: el Federalismo que otorgó poder a las provincias impidió la construcción de un Estado fuerte, capaz de defenderse; el ataque dispuesto por Restrepo contra Nariño, líder de un partido poderoso de santafereños y cundinamarqueses que podían oponerse a los Libertadores; la debilidad del Congreso de las Provincias Unidas, de la cual era Presidente Camilo Torres, "otro hijo del imperio español sumido en la ignorancia"; de allí se pasa al comentario de la crítica que hizo Restrepo de la Ilustración neogranadina, en la cual el historiador quiso ver sujetos coloniales y oscuridad; la última crítica a la Primera República contenida en la Historia, se refiere a la falta de un líder militar -como Bolívar- y a las instituciones creadas que estuvieron dirigidas por abogados que no comprendieron la urgencia de las medidas militares. Todo lo anterior conduce al autor a señalar, en esas críticas, las bases del discurso nacional triunfante e imperante en Colombia, definido por la construcción de un Estado central (muy distinto al orden constitucional norteamericano) y por la práctica moderna de la guerra, nociones éstas, que para Mejía, "no han sido reevaluadas en lo esencial." (p. 111).

En el tercer capítulo el autor hace un estudio de las adscripciones políticas de la Historia de la Revolución, para demostrar que los Libertadores operaron como un partido político, toda vez que diseñaron alegatos estratégicos contra sus opositores, tal y como ellos los detectaron. Estos fueron los santafereños, antiguos nariñistas, y la Iglesia. Mejía concluye que en ambos alegatos políticos contenidos en la Historia pueden detectarse la inseguridad y las limitaciones del grueso de los libertadores, especialmente mientras estuvieron en Bogotá a órdenes de Santander: su condición de provincianos en la capital y su carencia de los medios con que la Iglesia contaba para acceder a los nuevos ciudadanos. En una actitud también política, la obra de Restrepo oculta las divisiones internas que se fueron abriendo en el interior del partido de los Libertadores, particularmente entre Bolívar y Santander.

El cuarto capítulo muestra el papel de Bolívar como hilo conductor de la obra de Restrepo. Allí el autor discute tres temas: el retrato que Restrepo hizo de Bolívar como centro de la Revolución de Colombia; la idea de Carrera Damas acerca de que fue el mismo Bolívar quién inauguró su propio culto; y el uso historiográfico que hizo Restrepo de la figura de Bolívar al elevarlo como categoría explicativa de la revolución. Para Sergio Mejía ese culto pervive hoy, y muestra como ejemplo a García Márquez, quien, al igual que Restrepo, sigue siendo presa de la imagen que Bolívar deseó para si mismo.

El quinto capítulo se ocupa de la edición de 1858, en la que Restrepo hace una reelaboración de su Historia de la Revolución de Nueva Granada y agrega dos nuevas partes escritas entre 1830 y 1850: una Historia de la Revolución de Venezuela y una Historia de Colombia desde su creación en el Congreso de Angostura de 1819 hasta su disolución en 1830. Terminada en el periodo de las reformas de medio siglo XIX, esta nueva historia de Restrepo ya no es anticlerical, sigue siendo centralista y, principalmente, ya no es triunfadora, al punto que Mejía afirma, "[...] calamidades es lo que Restrepo pasa a narrar" (p. 200). Nariño deja de ser el centro de la crítica; Bolívar, quien sigue siendo el héroe, ahora es un hombre sujeto a pasiones, y lo que resta es una larga narración de la guerra de Independencia como la epopeya colombiana, y por ello, es imperativo para Restrepo que las batallas sean inmortalizadas como piezas de museo en la memoria de los colombianos. El proyecto del "partido de los Libertadores" de una Nueva Granada unida con Venezuela y Ecuador había fracasado y a lo único que Restrepo podía aspirar era a morigerar las reformas federalistas de mitad de siglo.

En la conclusión, Sergio Mejía presenta el pensamiento histórico de Restrepo, que dio forma y sentido a la revolución. Su obra fue y sigue siendo una crítica a la Primera República y su proyecto ilustrado desvirtuó el federalismo norteamericano y desconoció el populismo revolucionario francés. Estas razones son políticas, debido a que el "partido de los Libertadores" buscó el apoyo de su Majestad Británica, y no se vería muy bien que se le diera espacio a la Revolución norteamericana. Lo mismo podría decirse de la Revolución francesa, que ha sido concebida como una prerrogativa intelectual de los intelectuales de la Primera República.

El estudio que aquí se presenta recupera para la historiografía un periodo, que como el mismo autor lo afrma, ha sido olvidado y desplazado por otro tipo de historias. Pero el más importante aporte que arroja el libro La Revolución en Letras es la interpretación de una historia tradicional como una fuente histórica. Esa perspectiva corrige el vacío que dejó la Nueva Historia, la cual, desde su presentación formal como tal en 1976, desechó la historia política realizada por historiadores como José Manuel Restrepo y luego por los miembros de la Academia Colombiana de Historia. Esta exclusión se basó en una crítica que tomó los conceptos generales de los manuales de historia sin profundizar en los estudios que los fundamentaron1. Por supuesto, esa exclusión de los recintos universitarios no le quitó la presencia actual a la historia tradicional en su versión más ortodoxa y en muchos ámbitos de la vida colombiana moderna, tal y como la inauguró Restrepo. En 2005, el Vicepresidente de la Academia Colombiana de Historia, Antonio Cacua Prada, al referirse al bicentenario de la Independencia se expresó a favor del regreso de la historia patria, la creencia en el dios católico, la lengua de los conquistadores de Castilla y Aragón y la enseñanza de la vida de los principales héroes y próceres de nuestra nacionalidad2. El estudio presente es una invitación a una relectura comprensiva del proceso de la independencia por fuera del marco en que ha querido ser hecha por la Academia Colombiana de Historia.

Un segundo aporte reside en la noción del "partido de los Libertadores", un grupo gobernante, con un proyecto político, con una unidad jerárquica en Bolívar y Santander, que al tiempo que unió a unos sectores, excluyó a otros y finalmente se dividió. Por supuesto, el escrito sólo se ocupa de dicho partido, en función de las preocupaciones de Restrepo. Queda para próximas investigaciones el estudio de ese grupo con otras fuentes y en el marco de nuevas preguntas.


Comentarios

1 Darío Jaramillo Agudelo, "Introducción", en La Nueva Historia de Colombia, de Darío Jaramillo Agudelo (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura, 1976), 7-24.

2 "Si el país quiere salvarse y progresar, tiene que regresar a la enseñanza de la Historia Patria, al ideario de sus próceres, a la conciencia de nuestras tradiciones. Colombia es la conjunción de la creencia en un Dios, con la tierra regada por la sangre de nuestros libertadores, con la lengua legada por los conquistadores de Castilla y de Aragón y con el núcleo familiar que ha sido el orgullo de nuestra raza y de nuestros antepasados. Tenemos que volver a la celebración de las festas patrias, tanto en el país como en el exterior; y a difundir mediante ediciones populares la historia de los emblemas de la Patria y la vida de los principales héroes y próceres de nuestra nacionalidad (...). El sentimiento patrio se ha extinguido. Es necesario volver a sembrarlo y este milagro solo se puede realizar por medio de la educación". Antonio Cacua Prada, "El bicentenario de la Independencia nacional y la enseñanza de la historia patria", Boletín de Historia y Antiguedades XCII: 830 (Jul-Sept 2005): 659-667.

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License