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Historia Crítica

versão impressa ISSN 0121-1617

hist.crit.  no.62 Bogotá out./dez. 2016

https://doi.org/10.7440/histcrit62.2016.06 

Neoliberalismo y crisis económica: políticas estatales, mercado y agricultores en Chile, 1973-1985*

Fabián Almonacid Zapata** - Universidad Austral de Chile

** Profesor titular del Instituto de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad Austral de Chile. Historiador de la Universidad Austral de Chile, magíster en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Chile) y doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid (España). Entre sus últimas publicaciones destaca el libro, junto con Paula Núñez, La industria valdiviana en su apogeo, 1870-1914 (Valdivia: Ediciones Universidad Austral de Chile, 2013); el capítulo "Nación y región a mediados del siglo XX. Una mirada comparada sobre la integración de la Norpatagonia en Argentina y Chile", en Araucanía y Norpatagonia: la territorialidad en debate. Perspectivas ambientales, culturales, sociales, políticas y económicas, compilado por María Andrea Nicolleti y Paula Núñez (San Carlos de Bariloche: Instituto de Investigaciones en Diversidad Cultural y Procesos de Cambio, Universidad Nacional de Río Negro, 2013), 165-186; y el artículo "El transporte ferroviario y el mercado agropecuario en Chile, 1930-1960". Historia Agraria n.° 53 (2011): 97-128. falmonac@uach.cl

DOI: dx.doi.org/10.7440/histcrit62.2016.06


RESUMEN:

Este artículo trata del impacto negativo de las políticas neoliberales en la agricultura tradicional chilena y las demandas de los agricultores sureños al Gobierno para cambiar esas políticas. Del malestar inicial, las organizaciones de agricultores pasaron a la acción, llegando a un conflicto frontal con el Gobierno, principalmente tras el inicio de la crisis económica en 1982. Se muestra cómo las exigencias de los agricultores llevaron a corregir el dogma neoliberal imperante entre 1983 y 1985. Mediante la definición de bandas de precios y un poder comprador, entre otras medidas, la agricultura tradicional logró salir de la bancarrota. El artículo se basa en una exhaustiva revisión de fuentes gubernamentales y prensa regional.

PALABRAS CLAVE:

Chile,Economía de mercado, producción agrícola, política agraria, recesión económica, dictadura (Thesaurus).


Neoliberalism and Economic Crisis: State Policies, Market and Farmers in Chile, 1973-1985

ABSTRACT:

This article deals with neoliberal policies in traditional agriculture in Chile and the southern farmers' demands that the government change these policies. From an initial state of discontent, the farmers' organizations moved on to action, eventually coming into frontal conflict with the government, mainly with the start of the economic crisis in 1982. It shows how the farmers' demands led to correction of the predominant neoliberal dogmas between 1983 and 1985. By means of the definition of price bands and a purchasing power, among other measures, traditional agriculture managed to get out of bankruptcy. The article is based on an exhaustive review of governmental sources and regional press.

KEYWORDS:

Chile, market economy, agricultural production, economic recession, dictatorship (Thesaurus); agrarian policy (author's keywords).


Neoliberalismo e crise econômica: políticas estatais, mercado e agricultores no Chile, 1973-1985

RESUMO:

Este artigo trata do impacto negativo das políticas neoliberais na agricultura tradicional chilena e as exigências dos agricultores do sul ao governo para mudar essas políticas. Do mal-estar inicial, as organizações de agricultores passaram à ação, chegando a um conflito direto com o governo, principalmente depois do início da crise econômica em 1982. Mostram-se como as exigências dos agricultores levaram a corrigir o dogma neoliberal imperante, entre 1983 e 1985. Mediante a definição de faixas de preços e um poder de compra, entre outras medidas, a agricultura tradicional conseguiu sair da bancarrota. O artigo baseia-se numa exaustiva revisão de fontes governamentais e imprensa regional.

PALAVRAS-CHAVE:

Chile, Economia de mercado, política agrária, recessão econômica, ditadura (Thesaurus);produção agrícola (palavras-chave autor).


Introducción

El enfrentamiento de los agricultores sureños a las políticas neoliberales en las décadas de los setenta y ochenta permite comprender parte de la conflictividad que generó la instalación del modelo neoliberal en Chile. Se trataba de un sistema que no contó con la aprobación de los sectores asalariados -lo que es bastante evidente-, y que tampoco tuvo el respaldo de todos los sectores empresariales y propietarios agrícolas. Sin contar la resistencia que hubo en la propia derecha pinochetista, gremialista, y en las Fuerzas Armadas. La reacción de los agricultores sureños fue parte de una arremetida general de los empresarios, durante la crisis económica de los ochenta, contra las políticas neoliberales dogmáticas o radicales. Guillermo Campero fue uno de los primeros en estudiar cómo las asociaciones empresariales participaron activamente en el proceso político nacional desde 1970 en adelante. Durante la dictadura militar, estos grupos respaldaron la definición de políticas neoliberales, así como hicieron ver su oposición cuando fueron afectados. Durante la crisis económica de los ochenta, los sectores empresariales más perjudicados -entre ellos los agricultores- entraron en conflicto con el Gobierno, demandando y negociando a través de las principales organizaciones empresariales cambios concretos a la política económica1.

Por su parte, Eduardo Silva afirma que durante esa crisis los grandes empresarios pidieron al Gobierno modificar sus políticas, manteniendo un estrecho vínculo con los funcionarios estatales a la hora de definir las nuevas orientaciones2. Sin embargo, Silva otorga reconocimiento exclusivo a la Confederación de la Producción y el Comercio, que habría aglutinado las demandas empresariales, incluidas las de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), que representaba los intereses de los empresarios agrícolas de la zona central. Por otro lado, Patricio Silva, Jorge Echenique y Sergio Gómez han estudiado las relaciones de los agricultores con el Estado y las políticas neoliberales3. En general, se produjo entre los agricultores una creciente oposición al neoliberalismo. Con diferencias sectoriales -de acuerdo al efecto que tenían las políticas en sus actividades- comenzaron a surgir quejas y peticiones, que llegaron a su apogeo con la crisis económica de los años ochenta. Sin embargo, excepto el estudio de Campero sobre los gremios empresariales, donde trata la oposición de la Confederación de Productores Agrícolas (CPA), del Consorcio Agrícola del Sur (CAS) y de agrupaciones de trigueros y remolacheros a las políticas económicas durante la crisis económica de los ochenta, y el de Gómez, sobre las demandas de los agricultores entre 1976 y 1982, falta una consideración especial sobre el protagonismo asumido por los agricultores sureños en esta materia durante la crisis económica4.

Es claro entonces que el Estado no es una entidad social autónoma; por el contrario, se encuentra relacionada, controlada, incluso intervenida, por los capitalistas. Para Peter Evans, se puede hablar de una "autonomía enraizada" (por los vínculos, raíces, que unen a los funcionarios estatales con los empresarios)5. En esta línea, el nexo de los empresarios chilenos señalado por Silva es permanente con el Estado. Por el contrario, en este artículo se cree que los agricultores sureños, si bien participaron en la redefinición de las políticas neoliberales, lo hicieron sólo en la coyuntura de la crisis, de un modo irregular, sin lograr insertarse en los niveles permanentes de vinculación entre empresarios y Estado. En ese sentido, se plantea que su posición en el campo de relaciones estatales fue marginal, por lo que sus conexiones fueron débiles, esporádicas y de corta duración. Además, estos agricultores, fuertemente afectados por las políticas económicas neoliberales, se convirtieron en críticos del gobierno militar, de Pinochet y los neoliberales, pero sin dejar de ser -en su mayoría- partidarios leales del gobierno militar y del propio dictador.

1. Definición y efectos de la política económica neoliberal

La crisis económica mundial de 1973 -seguida por la de 1978- dujo grandes efectos en la economía chilena, generando inestabilidad en el crecimiento, lo que perduraría en la década de los ochenta. La dictadura militar, desde 1973, enfrentó esta coyuntura y avanzó hacia la definición de un Estado, una economía y una sociedad nuevos. Después de políticas restrictivas del gasto público, orientadas a desestatizar la economía, con un enfoque economicista -pro empresarial, productivista y de vinculación a la economía internacional-, desde comienzos de 1975 se asume una política neoliberal como un cuerpo doctrinario, homogéneo y capaz de resolver los problemas de la economía.

Uno de los sectores más afectados por estas políticas neoliberales fue la agricultura6. Estructurada por el mercado, con un Estado que se aleja de la intervención directa en los precios, producción, distribución y comercialización de los productos silvoagropecuarios (cereales, leche, carne bovina, en lo fundamental), sujeta a los precios internacionales y a la competencia de las importaciones, que generalmente recibían subsidios en sus países de origen, la agricultura nacional comenzó una caída sistemática de su rentabilidad. Ya a fines de 1977 estalló un conflicto entre los ganaderos y el Gobierno, ya que una drástica reducción de los aranceles de importación hizo caer el precio interno de la leche. El Gobierno acusó a los afectados de ser los únicos responsables de sus problemas, por no ser capaces de adaptarse al nuevo escenario. Incluso un funcionario del Ministerio de Economía llegó a decirles, ante la dificultad de competir con la leche importada, que se "coman las vacas"7.

A pesar de la oposición del Ministerio de Economía, el Gobierno finalmente resolvió, en octubre de 1977, fijar un arancel específico para catorce productos lácteos, favoreciendo al sector en su competencia con las importaciones y para poder continuar desarrollándose8. Esto fue el resultado de la presión del CAS y de la CPA, dirigida por Domingo Durán. La SNA apoyó las demandas, pero fue desplazada del protagonismo como representante de los intereses gremiales de los agricultores. Además, entre 1974 y 1982 hubo un desplome de la superficie nacional sembrada con cereales y cultivos industriales, mientras se incrementó la siembra de cultivos de leguminosas, papas y frutales. La superficie de cereales se redujo un 33%, y la de cultivos industriales (maravilla, colza y remolacha azucarera) un 64% durante esos años. Por su parte, la superficie sembrada de leguminosas, papas y frutales aumentó cerca de un 50%9.

Las plantaciones frutales y las forestales aumentaron como resultado de una política de incentivos iniciada por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) en los años sesenta y fortalecida por la dictadura militar10. A su vez, aumentó la exportación de vinos. Por su lado, el sector pecuario tuvo mejores condiciones de desarrollo desde 1975, con precios más altos para la carne y tras resolverse el problema lechero descrito. Eran los años previos a la crisis económica de 1982, cuando el modelo neoliberal había sido sancionado por la mayoría de los sectores empresariales como la única alternativa para el país. El "modelo" se había convertido en exitoso, en términos macroeconómicos, y era considerado un dogma por la mayoría de los partidarios del Gobierno. La excepción la constituían los agricultores de productos tradicionales, especialmente del sur11.

2. La crisis económica y la reacción de los agricultores

Excluyendo los productos forestales, vinos y frutas, favorecidos por la apertura de la economía nacional al mercado mundial, la mayoría de los cultivos, leche y carne bovina cayeron en su producción en 1982-1983 a los peores niveles del siglo XX. No es extraño entonces que la principal oposición a las políticas neoliberales estuviera en el sur de Chile, principal zona productora de cultivos tradicionales, además de producción de leche y carne bovina, como lo era la Región de Los Lagos (de Valdivia a Chiloé), donde se generó en 1981 el 65% de la producción nacional de leche12. Junto a una alta producción nacional hubo una considerable importación, lo que provocó una caída del precio de la leche puesta en planta. En tal sentido, el precio de la leche pagada por la Cooperativa Agrícola y Lechera de Osorno (Calo) cayó de 7,52 pesos en 1975 a 5,20 pesos en 1978 -su momento más bajo- subiendo en 1979, para volver a caer en 1980, llegando a 6,85 pesos. Por tanto, sumando producción nacional e importaciones, hubo en 1981 unos 300 millones de litros de leche más de lo requerido por el consumo nacional, lo que provocó una fuerte caída de la producción nacional en el corto plazo.

Desde fines de 1980, la Asociación Nacional de Productores de Trigo (ANPT), liderada por Carlos Podlech (con sede en Temuco), comenzó una crítica directa a las políticas estatales; en diciembre envió una carta al ministro de Agricultura, Alfonso Márquez de la Plata, culpándolo de la quiebra de los agricultores13. En febrero de 1981, la Asociación se reunió en Santiago con el nuevo ministro de Agricultura, José Luis Toro, pues los asociados notaban una incoherencia entre una política estatal de promoción del cultivo del trigo y una política general de libre mercado en los últimos años. En este encuentro se demostró que los productores de trigo produjeron más, pero terminaron descapitalizados y endeudados. Ante esto, el Ministro de Agricultura prometió apoyar la formación de una entidad que comprara trigo a un precio adecuado y regulara el mercado a través del denominado poder comprador privado, organizada por los propios productores, así como crear una comisión nacional del trigo14. Además, recomendó al Presidente de la República, en junio de 1981, atender la queja de los productores sobre los productos importados subsidiados, ya que los bajos precios internos les impedían pagar sus créditos. Asimismo, destacaba en su comunicación la crisis que vivían los agricultores de cultivos tradicionales del centro y sur del país15. Sin embargo, la solución propuesta por el Ministro era un reforzamiento de la política económica neoliberal.

Con el paso del tiempo, los agricultores del sur perdían la paciencia y ya no aceptaban las promesas de los funcionarios del Gobierno. A pesar de que se les pedía eficiencia, no había ninguna estabilidad ni lógica en las decisiones gubernamentales: precios bajos y estancados, falta de mercados, preferencia por los productos importados, créditos caros, entre otros. Como resultado de esto, en septiembre, las asociaciones agrícolas de todo el país plantearon al Gobierno su rechazo a la política económica, de manera especial por la llegada de importaciones de productos agropecuarios a bajo precio16. En octubre, en su tradicional exposición anual, el presidente de la SNA, Germán Riesco, reconocía la difícil situación agrícola y solicitaba algunas medidas correctivas, tales como mayor intervención estatal en el comercio de trigo, créditos e inversión estatal17.

Durante este último mes, el Ministerio de Economía también comunicaba al de Agricultura que no atendería peticiones hechas por dirigentes agrarios, respecto a controlar prácticas monopólicas por la falta de un poder comprador estatal de cultivos, y terminar con la competencia de los productos importados subsidiados. El Ministerio de Economía no reconocía ninguna necesidad de regular estas situaciones, pues: "[...] la política imperante consiste en liberalizar los mercados de todas las trabas existentes [...]"18. Entretanto, en noviembre de 1981, el Presidente de la República recibió un documento de los agricultores del sur sobre el bajísimo precio que se les pagaba por la leche -4 pesos por litro al productor-, mientras que el precio al público era de 16 pesos. En Europa, en comparación con lo vivido en Chile, a un mismo precio de venta al público, el agricultor recibía 10 pesos por litro19.

Por último, en diciembre de 1981, la Sago organizó una Comisión Leche, compuesta por los dirigentes de la sociedad y representantes de cuatro plantas lecheras, con el fin de plantear al gobernador de la provincia el problema que vivía el sector y las soluciones requeridas20. Se planteaba que había una producción interna que cubría el 86% del consumo nacional; a la vez, una importación excesiva de leche en polvo, que provocaba un exceso de productos y una caída, incluso cierre, de la compra de leche a los productores nacionales. Por tanto, pedían que el Estado controlara las importaciones, a través de un memorándum que llegó a las autoridades regionales y al Gobierno central. La Oficina de Planificación Agrícola (Odepa) regional comentaba al Ministro de Agricultura que ese documento proponía una serie de medidas que: "[...] no se encuadran a los lineamientos de la actual política económica del gobierno"21. Sin embargo, el mismo informe de la Odepa daba la razón a los agricultores, destacando la caída de los precios de la leche y la reducción de superficie sembrada con cultivos tradicionales. Esto mostraba, por tanto, que los agricultores, los funcionarios y las autoridades del Gobierno coincidían en el diagnóstico de la situación agrícola, pero estaban lejos de tener las mismas soluciones para estos problemas. Más aún si se tiene en cuenta que el Gobierno no abandonaba la receta neoliberal.

Esto conllevó que en los últimos meses de 1981 y comienzos de 1982, las organizaciones agrícolas del sur asumieran una crítica activa a la política económica. Con este propósito, a principios de enero de 1982 los dirigentes del CAS visitaron al Ministro de Agricultura para plantearle los problemas del agro sureño22, pero sus demandas no fueron atendidas. En ese momento, el Gobierno planteó la visita de un experto internacional, para que una voz independiente informara sobre la realidad de la agricultura. Finalmente, tras el acuerdo entre la SNA y el Gobierno, se contrató al experto norteamericano Clifford Hardin, quien fue acompañado por Clarence Palmby para analizar la situación agrícola nacional, en enero de 1982. Según escribía Cristián Huneeus, escritor y agricultor, en febrero de 1982:

    "Mucha gente se ha reído de la iniciativa: por decirlo de una vez, nadie entiende que deba apelarse a un extranjero para dar cuenta de algo conocido aquí por todos, como es la bancarrota de la agricultura a consecuencia de la aplicación liviana y juvenil de un modelo económico que no la estima necesaria (pues parte del principio engañadoramente inobjetable de que todo producto de la tierra puede traerse desde fuera)"23.

El informe de Hardin estaba de acuerdo con lo planteado por los agricultores, respecto a la rigidez con que se había aplicado el modelo. Heriberto Schilling, presidente de la Asociación de Agricultores de Llanquihue (Agro Llanquihue), señaló por esa fecha en Puerto Varas -a propósito de la visita de Hardin- que los problemas del agro eran comprendidos pero no asumidos, pues los economistas hablaban un lenguaje diferente al del agro. Schilling señaló que aunque apoyaban al gobierno militar, no comprendían por qué no se le daba un trato especial a la agricultura; pero a su vez confiaba en que el presidente Pinochet, como en el caso del alza del arancel de la leche años antes, terminaría atendiendo sus peticiones. También destacaba que el mandatario había dado instrucciones para que se renegociaran los créditos agrícolas en el Banco del Estado. El propio José Toribio Merino, miembro de la Junta de Gobierno, estaba sorprendido por la difícil situación de los productores lecheros del sur, por lo que en enero de 1982 le pidió al Ministro de Economía atender el efecto que provocaban las importaciones lácteas en la baja del precio interno de la leche y el consiguiente daño a los productores24.

A fines de enero, Clifford Hardin también estuvo en Osorno, invitado por la Sago y el CAS25. Domingo Durán, presidente de la CPA, se alegró de que el informe de Hardin coincidiera con lo planteado por los agricultores, pues Hardin consideraba que el mejor agricultor, con la mejor tecnología, quebraría en Chile en las actuales circunstancias26. A pesar de estos informes, y ante la falta de soluciones concretas, a comienzos de febrero, la ANPT, reunida en Chillán, solicitó que el Estado interviniera en la comercialización del trigo, amenazando con no pagar sus compromisos bancarios si ello no se hacía27. Por su parte, Agro Llanquihue realizó una asamblea en Puerto Varas, en la que concluyó que de no haber renegociación a bajo interés de la deuda bancaria, la agricultura iba directo a la quiebra28. Mientras que, a mediados de ese mismo mes, Pinochet estuvo de visita en el sur, señalando en Temuco su rechazo a dictar medidas que favorecieran a un sector por sobre otros29. En Osorno fue mucho más claro, al plantear que lo que hiciera el Gobierno de ningún modo implicaba alterar la estrategia de desarrollo económico30. En conclusión, planteaba que las propuestas que estudiaban la SNA y otras organizaciones debían ser asumidas por los propios agricultores, pues para Pinochet los problemas de la agricultura provenían de la economía internacional y debían ser enfrentados por los agricultores, con su iniciativa y capacidad creadora.

Ante esto, el presidente de la Sago, Hernán Follert, manifestó a los ministros que acompañaban al Presidente el daño provocado en la región por la importación de productos agropecuarios (leche y carne) y las altas tasas de interés de los créditos31. El Gobierno no estaba dispuesto a variar la política económica, lo que señaló claramente Pinochet en su visita a Temuco y Osorno, y fue reiterado a principios de marzo por Fernando Léniz, exministro de economía32. Detrás de este rechazo estaba la convicción de que el Estado no debía tener ningún papel regulador, a pesar de que esta afincada creencia neoliberal sólo provocaría una profundización de la crisis33. La alarmante situación de los agricultores tuvo expresión en un altísimo endeudamiento; de ahí que en la Región de Los Lagos los bancos tenían otorgados créditos por 15 mil millones de pesos, el 40% de ellos a agricultores34.

A nivel nacional, en 1981 los créditos bancarios eran equivalentes al 56% del Producto Geográfico Bruto (PGB), mientras que en 1982 llegarían a ser el 75%35; además, las tasas de interés nominales habían pasado de 13,1% en 1980, a 39% en 1981 y a 36,5% en 198236. Por estas razones, en Osorno y Llanquihue hubo reprogramación de deudas37, pues la SNA se reunió con los bancos, y la CPA creó una comisión para negociar a nombre de los agricultores nacionales. La situación de los pequeños agricultores no era mejor: hacia julio de 1982, un 22% de los créditos entregados en 1981 por el Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap) estaban impagos38; por otro lado, a fines de 1982 la cartera vencida de Indap llegaría al 29,8%39. Del total adeudado, un 31% correspondía a los pequeños agricultores del sur.

Esto conllevó que a comienzos de abril de 1982, la SNA se reuniera de nuevo con el Gobierno. Germán Riesco, presidente de la SNA, afirmó que buena parte de las soluciones para enfrentar los problemas del agro eran responsabilidad de los propios agricultores40. No obstante, en este punto no había una opinión común entre los agricultores: la Sago compartía la opinión de la SNA, pero las demás organizaciones de agricultores eran más críticas con el Gobierno y demandaban un rol más activo del Estado. Por ejemplo, Domingo Durán, presidente de la CPA, estuvo a fines de abril en Puerto Varas y Osorno, donde se reunió con agricultores41, destacando la importancia del informe de Hardin, que confirmaba lo que ellos pedían al Gobierno: que la política económica era la responsable de los problemas agrarios.

A fines de abril, Jorge Prado fue nombrado ministro de Agricultura, después de haber sido vicepresidente de la SNA42, generando cierto optimismo en el sur43. Sin embargo, pronto vino la desilusión, al comprobar los agricultores que el Ministro mantenía el principio de no intervención estatal en la economía. Para esa fecha, la SNA tuvo dos reuniones de trabajo con el Presidente de la República, a la que asistieron varios ministros44, con el propósito de que él viera la fuerte caída de la superficie cultivada en los últimos años. Otro tanto ocurría con la ganadería, y se sumaban el endeudamiento agrícola -de más de dos mil millones de dólares-, el ingreso de productos agrícolas subsidiados, mercados agrícolas poco transparentes y no competitivos, con el consiguiente bajo precio pagado a los productores, y altos precios finales a consumidores. Señalaban que esto tenía principalmente su origen en el modelo económico, por lo que solicitaban renegociar deudas, créditos más baratos y con plazos mayores, mercados más competitivos para los productores agropecuarios, e impedir el ingreso de productos importados subsidiados.

Por su parte, Carlos Podlech, presidente de la ANPT, a comienzos de mayo solicitó al nuevo Ministro de Agricultura que actuara con el trigo tal como se había hecho con la remolacha azucarera, a la que se había asegurado un precio por tonelada, y se había definido que la Industria Azucarera Nacional (Iansa) sería poder comprador45. Los primeros días de mayo, la Confederación de Asociaciones y Federaciones Gremiales de Agricultores de Chile fue recibida por el Ministro de Agricultura. Estos grupos plantearon su preocupación por el endeudamiento y el escaso acceso a nuevos créditos, por la baja en siembras de cereales y leguminosas, y la comercialización de productos. Asimismo, insistieron en su interés de reunirse con el Presidente de la República, como regularmente hacían otras organizaciones, mientras que ellos no habían tenido esa oportunidad46.

3. Agudización de la crisis y el distanciamiento entre los agricultores y el Gobierno

El momento determinante de la crisis económica se produjo en junio de 1982, cuando el peso fue devaluado, subiendo su relación con el dólar de 39 a 46 pesos, alterando el valor que había tenido desde 1979. Además, junto a la devaluación estaban el endeudamiento privado y estatal, la reducción de las exportaciones, la falta de divisas, entre otros. Como en un efecto dominó, toda la economía se desplomó en los meses siguientes, con la quiebra masiva de empresas e industrias, una caída dramática de la producción, crisis bancaria y cesantía generalizada47. Esto hizo que en julio de 1982 se reunieran en Santiago 84 representantes de organizaciones agrícolas desde Arica hasta Puerto Montt, integrantes de la CPA, para tratar la situación agrícola nacional48. Se planteó que el bajo precio del dólar, la apertura a la economía mundial, créditos caros y desprotección de los productores nacionales, generaron una importación masiva, consumismo desenfrenado, la ruina de los agricultores y sus cultivos, quiebras industriales, endeudamiento y cesantía. Pero además, a comienzos de agosto, los dirigentes agrícolas del país fueron invitados a una reunión con el Presidente de la República49. Una ocasión en la que Heriberto Schilling, de Agro Llanquihue, destacó la abrupta caída de los precios de la leche y la carne entre 1979 y 1982, con valores reales cercanos al 50%. Ante las críticas de los dirigentes, los ministros de Agricultura y Hacienda desmintieron lo planteado y afirmaron que se mantendrían los aranceles de importación y las tasas de interés, que venían definidas desde afuera. Finalmente, Pinochet planteó que, si bien estudiaría los planteamientos, no prometía nada. Como puede verse en el cuadro 1, la economía nacional inició una profunda crisis económica, cuyos peores años fueron 1982 y 1983; entre tanto, recién en 1985 puede considerarse que el país comenzó a remontar la caída.

Ahora bien, el 6 de agosto de 1982, el Banco Central dispuso la libertad cambiaria del dólar50. Ello tendría efecto directo en el aumento de las deudas, tomadas en dólares, así como en el valor de los insumos. Ese mismo mes, los productores lecheros de Osorno, motivados por la Sago, retomaron la Comisión de la Leche, que se encargaría de negociar mejores precios para los productores lecheros51. La iniciativa tuvo un decidido apoyo entre los productores, pues los precios y la producción seguían a la baja, mientras las importaciones se mantenían altas. Por último, los productores lecheros crearon una comisión gremial-comercial para demandar un mercado más competitivo. Por su parte, un grupo de dirigentes mapuche de Temuco, representantes de la Asociación de Pequeños Agricultores y Artesanos, opositores a la dictadura militar, dieron a conocer públicamente en Santiago un documento entregado al Gobierno el 6 de agosto, en el que destacaban la pésima situación económica de las comunidades mapuche, pidiendo condonación de las deudas contraídas con el Estado y privados, devolución de tierras, mayor asistencia técnica y créditos del Estado y rechazo a la legislación que promovía desde 1979 la división de la comunidades52.

A mediados de agosto, Pinochet dio una entrevista a la revista Qué Pasa, en la que afirmaba, respecto a cómo el Gobierno enfrentaba la situación económica, que: "[...] las medidas adoptadas procuran neutralizar los efectos de la crisis, reactivar la economía sin apartarnos del modelo"53. Para Pinochet, la crisis tenía un origen internacional y de larga data, pero en ningún caso era responsabilidad de las políticas internas de su gobierno. Respecto al rubro lechero, en septiembre se supo que el Servicio Nacional de Salud (SNS) realizaría una licitación para adquirir leche en polvo para los programas de alimentación estatal, y las plantas lecheras podrían postular utilizando leche argentina, de precio más bajo que la nacional. Ante el rechazo de la SNA, Sago y Agro Llanquihue, el Ministerio de Agricultura se reunió con productores y representantes de todas las plantas lecheras, suspendiendo finalmente esa licitación54.

Un paso más en la defensa de sus intereses se dio en septiembre de 1982, con la creación de la Asociación Gremial de Productores Lecheros de Osorno55. Por otro lado, desde enero de 1982 los agricultores habían estado reprogramando sus deudas con el Banco del Estado, de ahí que en la Araucanía casi un 58% de los créditos existentes habían sido renegociados hacia fines de septiembre56. El 5 de octubre de 1982, Durán, en una reunión donde se trataron los problemas agrícolas, propuso al biministro de Economía y Hacienda, Rolf Lüders, que hubiera una entidad compradora de trigo para regular el mercado57. Además, pidió utilizar la infraestructura de la Empresa de Comercialización Agrícola (ECA) para ese fin58. El Gobierno respondió en noviembre apoyando la creación de una entidad compradora privada, dirigida por la Confederación Nacional de Cooperativas Agrícolas (Copagro).

En octubre, el Jefe del Departamento de Seguridad le comunicó al Ministro de Agricultura que en la provincia de Llanquihue había malestar por el endeudamiento y la tasa de interés, y que pedían licitaciones de leche por parte del SNS programadas e informadas con anticipación y mejores precios para el ganado bovino y remolacha azucarera59. Miguel Loayza, de la Asociación de Productores Lecheros de Osorno, estuvo en Santiago solicitando una restricción de la importación de leche en polvo, a propósito de la licitación que estaba por hacer el SNS60. La licitación finalmente tuvo la participación de cinco empresas, sólo una de ellas extranjera. A mediados de este mes se reunieron en Temuco representantes agrícolas del sur de Chile, quienes plantearon que, ante el grave endeudamiento agrario, sólo cabía una moratoria en los pagos, debiendo pagarse sólo el capital adeudado. El ministro de Agricultura, Jorge Prado, les indicó que frente al escenario de mayor competencia internacional, sólo cabían mejoras productivas. En el caso de la comercialización del trigo, el Estado entregaría a Copagro los silos y lugares de acopio de la ECA y créditos para una entidad compradora de granos61.

Asimismo, el Presidente del Banco Central informó de las dificultades monetarias que el país estaba enfrentando, de manera particular el déficit que se presentaba en las cuentas nacionales, hablando también abiertamente de la crisis que vivía el país: concluía que la recuperación sería lenta, restándole responsabilidad al Estado en su solución y centrándola en la economía mundial62. El 23 de octubre, por ejemplo, en Valdivia, una reunión de gremios de la producción y el comercio local hizo un llamado al Gobierno para resolver la destrucción de la producción agrícola e industrial nacional. Para Campero, esta declaración marcó un punto de quiebre en la oposición empresarial al Gobierno63.

A fines de octubre se realizó en Santiago la tradicional feria de la SNA, con la asistencia del Presidente de la República, Junta de Gobierno y ministros. Frente a ellos, Germán Riesco, presidente de la SNA, señaló los tres principales problemas del agro: endeudamiento, desprotección frente a las importaciones subsidiadas y comercialización imperfecta en el mercado nacional. Destacó que:

    "Los agricultores no pretendemos reimplantar un esquema ya superado de sustitución de importaciones, vía aranceles diferenciados que sólo introducen distorsiones en la asignación de recursos, pero sí creemos que es absurdo que se dejen de producir cientos de millones de dólares en alimentos (trigo, maíz, oleaginosas, azúcar, leche, etc.) con el consecuente efectivo negativo en la generación de empleo y de actividades anexas, sólo debido a la obstinación y/o dejación de la autoridad económica en el perfeccionamiento de los mercados internos"64.

Por supuesto, Riesco recordó al Gobierno que eran sus férreos partidarios y confiaban en que se enfrentaría a tiempo esta grave situación. Rolf Lüders, biministro de Economía y Hacienda, indicaba en una reunión con dirigentes de empresarios valdivianos cómo se pretendía salir de la crisis: estímulo a las exportaciones, aumento del empleo, reducción de los salarios, pues la mano de obra barata era una ventaja comparativa nacional; al mismo tiempo que intereses superiores a los internacionales, para atraer inversión extranjera, y renegociación de deudas en dólares y pesos65. En fin, el Biministro tampoco reconocía responsabilidad de las políticas neoliberales implantadas por el Estado, como se decía en la prensa de Osorno, a propósito de los problemas económicos: "Al biministro le preocupan, a los productores nos arruinan"66.

A mediados de noviembre, Lüders explicaba, también en la reunión de Enade 1982, que la política de reactivación no alteraría el modelo, respetando los principios de propiedad privada, libertad de funcionamiento de los mercados, apertura al comercio exterior y rol subsidiario del Estado67. Ante esta situación, en Osorno los productores de diferentes sectores de la economía buscaban enfrentar unidos las dificultades y hacer peticiones conjuntas al Gobierno68; así, el 17 de noviembre estuvieron reunidos con representantes del Banco Central y Superintendencia para pedir un mejor trato crediticio. A pesar de esto, en noviembre y diciembre se agudizaron las movilizaciones de agricultores a nivel nacional. De tal forma, la Federación de Productores Agrícolas de Cachapoal publicó en la prensa nacional la "Declaración de Rancagua", reclamando por el embargo por deudas de predios agrícolas y llamando a no participar en los remates de esas propiedades. Por su parte, hubo otras manifestaciones similares en San Carlos, Curicó y Chillán69.

La práctica de impedir los remates, al parecer, fue acordada a nivel nacional. En Temuco, por ejemplo, el 23 de noviembre, Carlos Podlech y treinta agricultores más impidieron que se realizara un remate judicial; además algunos comerciantes cerraron sus tiendas en solidaridad con los agricultores. El 26 hubo otra manifestación de agricultores contra un remate, y recibieron apoyo del gremio de transportistas e industriales de la zona. Asimismo, en los primeros días de diciembre se reunieron en Osorno las principales organizaciones agrícolas nacionales (SNA, CAS, CPA y Sago), siendo la primera vez después de diez años que se reunían70. En Temuco, por su parte, la Policía impidió la realización de una reunión de productores trigueros convocada por Carlos Podlech, presidente de la ANPT, el 3 de diciembre, en un recinto de la Sofo, a la que llegaron cerca de 150 agricultores, y hubo 19 personas detenidas, entre ellas varios dirigentes agrícolas y el propio Carlos Podlech71. Sin importar esto, se emitió la llamada "Declaración de Temuco", por dirigentes gremiales nacionales y regionales, en la que pedían un plan de emergencia nacional, intervención de la banca chilena, amnistía a los que hubieran emitido cheques sin fondos y renegociación de deudas y moratoria.

El 4 de diciembre, todos los detenidos fueron liberados, excepto Podlech, que fue enviado al día siguiente al exilio, a Brasil72. El dirigente, sorprendido por su expulsión del país, manifestaba desde Río de Janeiro: "Yo soy agricultor y lucho por solucionar mis problemas y los de mi gremio. Con esta medida entiendo que, entonces, deberían echar del país a millones de chilenos"73. La medida adoptada por el Gobierno contra Podlech era la conclusión de un distanciamiento que se había producido a lo largo de los dos años anteriores, pues ya en julio de 1981 el gobierno regional calificaba a Podlech como uno de sus mayores críticos en el sur74. A pesar de su expulsión, Podlech siguió siendo partidario del gobierno militar, aunque era cercano a la línea del general Mathei, que planteaba que se habían cometido errores en política económica. Por la prensa, Podlech envió un mensaje de aliento a sus compañeros dirigentes sureños para que siguieran luchando por convencer al Gobierno de su error de mantener el modelo económico. Extrañeza y preocupación causó entre los agricultores y empresarios de Santiago y sureños la expulsión de Podlech, que consideraron este acto como una señal de que cualquiera que siguiera demandando cambios sería tratado de similar manera.

De igual forma, el 6 de diciembre se reunieron en Puerto Montt las asociaciones agrícolas de la Región de Los Lagos (Saval, Sago, Agro Llanquihue y Federación de Empleadores Agrícolas). Aquí plantearon que el "golpe de autoridad" contra Podlech no favorecía la relaciones entre el sector y el Gobierno, y solicitaron se reconsiderara la expulsión de Podlech; además crearon la Asociación Gremial Regional de Productores Lecheros y respaldaron la Declaración de Valdivia, hecha un tiempo antes, que planteaba una renegociación de las deudas de los agricultores. Por su parte, la Sofo hizo en Temuco una declaración pública pidiendo al Gobierno reconsiderar la expulsión de Podlech, y reafirmando su voluntad de seguir planteando con firmeza los problemas que afligían al sector.

Según comunicado del Ministerio del Interior, Podlech había sido expulsado porque la reunión que organizó tenía claras connotaciones político-partidistas, y también porque aprovechaba su condición de dirigente gremial para "desarrollar una activa campaña de rebeldía frente a la autoridad, aprovechando para exigir soluciones inmediatas y demagógicas, en la actual situación económica, dañando con ello los valores e intereses que dice pretende resguardar"75. Pero, en realidad, Heriberto Schilling, presidente de Agro Llanquihue, que se definía juntista como Podlech, consideraba grave lo sucedido y creía que había un diálogo de sordos con el Gobierno. Pinochet respondió desde Angol a los agricultores, el 7 de diciembre, señalando que el Gobierno tenía claro su accionar y no iba a variar porque se lo pidieran; que los deudores debían asumir su responsabilidad y resolver sus problemas particulares, ya que el Gobierno no los resolvería. Por último, el mandatario destacó que Podlech fue expulsado por desconocer la autoridad76.

No obstante, lo que muestran las fuentes es que Podlech, más que rechazar la autoridad, se oponía al modelo económico. Como dijera en marzo de 1982, rechazando el calificativo de "economía social de mercado": "Esta es una economía que el jefe de gobierno cree social de mercado, pero es una economía destinada a favorecer a ciertos grupos económicos y nada más"77. El 10 de diciembre se reunió el CAS en Temuco con representantes desde Biobío hasta Llanquihue78, acordando solicitar una reunión al Presidente de la República y que se revirtiera la expulsión de Podlech, aclarando que las acciones del CAS eran estrictamente gremiales y no estaban influidas por ninguna corriente político-partidista. El 17 de diciembre se realizó una importante reunión de organizaciones agrarias nacionales y regionales en Osorno79, que demandaron renegociación de las deudas y reactivación de la economía; normalización de la actividad financiera, con intervención estatal si fuese necesario; mejor comercialización del trigo y otros productos, con la intervención del Estado; y reconsideración de la expulsión de Podlech y una entrevista con el Presidente de la República.

4. La respuesta del Gobierno a las demandas de los agricultores

La pésima cosecha del período 1982-1983 no hizo más que agravar los problemas de los agricultores y acrecentar sus exigencias al Estado, sobre todo porque la crisis económica siguió profundizándose en 1983. En enero de 1983, el Gobierno intervino cinco bancos, liquidó otros tres y puso bajo supervisión dos más, que representaban el 45% del capital y reservas del sistema financiero80. A esto se suma que el 18 de febrero de 1983, Pinochet firmó en Puerto Montt el decreto que permitió el regreso de Podlech, mientras que en febrero también se reabrió la planta Iansa de Rapaco, cerrada hacía siete meses. En ese mismo mes, el Gobierno realizó un cambio significativo al nombrar nuevos ministros de Hacienda y de Economía -a Carlos Cáceres y Manuel Martin, respectivamente-, lo que inició un acercamiento del Gobierno con los gremios empresariales y sus demandas81.

A las exigencias de los agricultores y empresarios en general se sumaría durante 1983 una oposición política popular de carácter nacional, que rechazaba tanto la represión como las políticas económicas de la dictadura, lo que tuvo una influencia decisiva en un proceso de apertura política y en modificaciones en el equipo económico y las políticas neoliberales. Los sectores de derecha, opositores a las políticas gubernamentales, se sumaron a estas iniciativas82. Ante todo porque la crisis económica no era únicamente un efecto de la crisis mundial, ni una responsabilidad de los empresarios y grupos económicos, ni el resultado de una dogmática y errada implementación de políticas neoliberales, sino fundamentalmente una evidencia palmaria del fracaso del llamado "modelo económico"83. Por demás, el Gobierno seguía sin dar una completa respuesta a las peticiones de los agricultores del sur; así, en junio de 1983, la situación de los agricultores era muy complicada entre Cautín y Puerto Montt84.

A petición de la SNA, en mayo y septiembre de 1983 se subieron los aranceles a diferentes productos lácteos importados, para favorecer a los productores nacionales. En septiembre también se creó la Comisión Nacional de la Leche con productores, industriales y comerciantes del sector lechero, para definir políticas estatales con los agentes del rubro85. En el caso del trigo, por ejemplo, desde 1980 se había eliminado el control del precio, así como el poder comprador del Estado, provocando la caída de la producción triguera86. Finalmente, tras la convicción de los agricultores y el Gobierno de que los mercados agropecuarios funcionaban de forma imperfecta, en diciembre de 1982 comenzó a funcionar un poder comprador privado de trigo, con financiamiento e infraestructura estatal, por parte de Copagro, en el centro y sur del país (hasta Osorno). Además, en abril de 1983 se definió un precio de referencia para el trigo, y en diciembre se fijó una banda de precios, comenzando por el trigo, y siguiendo con el azúcar y aceites vegetales comestibles en 1984, aunque el sistema recién fue organizado por ley en 198687.

En 1984, el gobierno militar definió una política más comprometida con los problemas económicos. En la agricultura, ello significó fijar aranceles favorables para fortalecer los precios de referencia fijados a algunos productos agrícolas, como en el caso del trigo, o para permitir la competencia nacional con el valor de los bienes importados, como ocurría con la leche. Esto se complementó con un poder comprador privado para el trigo, arroz y maíz -Copagro, hasta 1985, y desde 1986 existió para el trigo la Comercializadora de Trigo S.A., Cotrisa- y uno estatal para la remolacha (Iansa)88. A juicio de una misión del Banco Mundial que visitó el país en mayo de 1984, todas estas decisiones eran el resultado de las demandas hechas al Gobierno por agricultores y agroindustriales, pues el Gobierno compartía con ellos que una excesiva apertura del país a las importaciones había sido la causa principal de la crisis económica89.

Por otro lado, hubo un apoyo estatal directo para la recuperación de la industria lechera, como en el caso de la reapertura de la Cooperativa Agrícola y Lechera de Frutillar (Cafra), a fines de 198490; asimismo se favoreció la producción láctea nacional mediante la adquisición preferentemente de leche en polvo nacional por parte del SNS. Todo ello impactaba de manera especial en el sur: en 1984, el 91,5% de la leche nacional se procesaba entre Concepción y Chiloé91. Nada de ello significó una variación significativa de las convicciones y políticas neoliberales, aunque el Gobierno estuvo algo más atento a las demandas de los agricultores sureños. A saber, el Ministerio de Agricultura integró a los productores en diferentes comisiones (Comisión Nacional de la Leche y otra similar del trigo), y hubo un contacto frecuente con organizaciones de agricultores92. La crisis económica dejó una importante lección al Gobierno: era conveniente mantener una estrecha relación con los agricultores, lo que no significaba que éstos obtuvieran todo lo que requerían.

Conclusión

Este artículo mostró cómo tras la implementación de bandas de precios, mayores aranceles y un poder comprador, hubo una recuperación de la producción de trigo y otros cultivos protegidos. Esto también contribuyó a la eliminación de aranceles favorables a la importación de productos agrícolas, en 1984, aunque no ocurrió lo mismo con la producción lechera y de carne bovina, pues en 1985 todavía se producía menos que en 1981. Sin embargo, la tierra dedicada a cultivos anuales hacia 1985-1986 no era superior a la explotada en 1972, siendo principalmente evidente en los cereales. Eso sí, hubo mayor rendimiento, lo que generó que con mucho menos suelo explotado se produjo más.

En paralelo al establecimiento de bandas de precios y poder comprador, hubo una reducción de importaciones agropecuarias provocada por el aumento de los precios internacionales y la reducción de las divisas, lo que hizo caer significativamente la competencia que ejercían los productos importados sobre los nacionales, favoreciendo una recuperación general de la producción nacional destinada al consumo interno. De este modo, en parte como resultado de las demandas y acciones de los agricultores del sur, el Gobierno modificó algunos aspectos de su política económica, dejando de lado una aplicación dogmática del neoliberalismo, que no atendía los intereses empresariales. En todo caso, la influencia de los sureños en la definición de políticas económicas fue puntual y no significó una consideración permanente y plena de sus demandas.

A pesar de una recuperación productiva, las asociaciones de agricultores del sur siguieron entre 1983 y 1985 demandando al Estado mayores medidas y una política efectiva de apoyo a la agricultura. Sin dejar de ser partidarios del gobierno militar, los agricultores mantuvieron su crítica a la política económica, y de manera clara fueron críticos del neoliberalismo pero leales a la acción general de la dictadura. No debe olvidarse además que el endeudamiento y la descapitalización permanecían como los principales obstáculos para la actividad agraria. Por su parte, los campesinos quedaron en una posición mucho más rezagada que los medianos y grandes propietarios, ya que no experimentaron una recuperación significativa después de la crisis de 1982-1985; mientras que los agricultores incrementaron su producción, con lo que los campesinos perdieron importancia relativa dentro de la producción agropecuaria nacional.


Comentarios

*l Este artículo es resultado del proyecto de investigación Fondecyt N° 1130239, titulado "Transformaciones y continuidades de la economía silvoagropecuaria del sur de Chile bajo el neoliberalismo, 1973-2010", en 2013-2016.

1 Guillermo Campero, Los gremios empresariales en el periodo 1970-1983. Comportamiento político y orientaciones ideológicas (Santiago: ILET, 1984), y "La relación entre el Gobierno y los grupos de presión: el proceso de la acción de bloques a la segmentada". Revista de Ciencia Política XXIII, n.° 2 (2003): 159-176, doi: dx.doi.org/10.4067/S0718-090X2003000200008

2 De Eduardo Silva se pueden consultar los siguientes trabajos: "Capitalist Coalitions, the State, and Neoliberal Economic Restructuring: Chile, 1973-88". World Politics 45, n.° 4 (1993): 526-559, doi: dx.doi.org/10.2307/2950708; The State and Capital in Chile: Business Elites, Technocrats, and Market Economics (Boulder: Westview Press, 1996); "From Dictatorship to Democracy: The Business-State Nexus in Chile's Economic Transformation, 1975-1994". Comparative Politics 28, n.° 3 (1996): 299-320, doi: dx.doi.org/10.2307/422209; "Business Association, Neoliberal Economic Restructuring, and Redemocratization in Chile", en Organized Business, Economic Change, and Democracy in Latin America, editado por Francisco Durán y Eduardo Silva (Miami: North South Center Press, 1999); "El Estado y el capital en Chile: la construcción social de las instituciones para la formulación de políticas económicas", en Innovación y construcción institucional: Latinoamérica y el Este de Asia, editado por Richard Doner (Barcelona: Icaria Editorial, 2008), 75-90.

3 Patricio Silva, "Landowners and the State: From Confrontation to Cooperation", en Development and Social Change in the Chilean Countryside: From the Pre-Land Reform Period to the Democratic Transition, editado por Cristóbal Kay y Patricio Silva (Ámsterdam: Cedla, 1992), 275-288; Sergio Gómez y Jorge Echenique, La agricultura chilena. Las dos caras de la modernización (Santiago: Flacso, 1988); Sergio Gómez, "Polémicas recientes sobre el sector agrario". Documento de Trabajo Flacso n.° 294 (1986): 1-50; Sergio Gómez, "El rol del sector agrario en la transición. Análisis del caso chileno". Documento de Trabajo Flacso, Serie Estudios Sociales, n.° 27 (1992): 1-44; Sergio Gómez, "Grupos sociales, organizaciones representativas y movilizaciones políticas: las dos caras de la modernización de la agricultura chilena". Documento de Trabajo Flacso, Serie Estudios Sociales, n.° 33 (1992): 1-94; Sergio Gómez, "Organizaciones empresariales rurales: demandas y movilizaciones (Análisis del caso chileno)". Documento de Trabajo Flacso, Serie Estudios Sociales, n.° 46 (1993): 1-44.

4 Campero, Los gremios empresariales, 244-272, y Gómez, "Polémicas recientes", 5-41.

5 Peter Evans, Embedded Autonomy: States and Industrial Transformation (Princeton: Princeton University Press, 1995); Ben Ross, "Las relaciones entre el Estado y las empresas y sus consecuencias para el desarrollo: una revisión de la literatura reciente". Desarrollo Económico 39, n.° 153 (1999): 45-78; y Andrés Sanfuentes, "Los grupos económicos: control y políticas". Colección de Estudios Cieplan n.° 15 (1984), 131-170.

6 Para esta parte, Gómez y Echenique, La agricultura chilena; Gómez, "El rol del sector"; Gómez, "Grupos sociales, organizaciones"; Gómez, "Organizaciones empresariales rurales", 46-47 y 67-86; Belfor Portilla, "La política agrícola en Chile. Lecciones de tres décadas". Cepal, Serie Desarrollo Productivo n.° 68 (2000): 1-83; Cristóbal Kay, "Chile's Neoliberal Agrarian Transformation and the Peasantry". Journal of Agrarian Change 2, n.° 4 (2002): 464-501, doi: dx.doi.org/10.1111/1471-0366.00043. Sobre los efectos en la agricultura latinoamericana, Eduardo Gudynas, "Un análisis preliminar de las transformaciones recientes en la agricultura latinoamericana". Economía Crítica y Desarrollo 3, n.° 5 (2008): 167-191. Respecto al impacto ambiental de estas políticas en Chile, Miguel Altieri y Alejandro Rojas, "Ecological Impacts of Chile's Neoliberal Policies, with Special Emphasis on Agroecosytems". Environment, Development and Sustainability 1, n.° 1 (1999): 55-72, doi: dx.doi.org/10.1023/A:1010063724280

7 Gómez y Echenique, La agricultura chilena, 215-219; y Patricio Silva, Estado, neoliberalismo y política agraria en Chile, 1973-1981 (Ámsterdam: Cedla, 1987), 281-285. Sobre otros conflictos entre Gobierno y productores, Roberto Santana, Agricultura chilena en el siglo XX: contextos, actores y espacios agrícolas (Santiago: Dibam/Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2006), 248-268.

8 Departamento de Economía Agraria, Pontificia Universidad Católica de Chile, "Perspectivas del sector lechero". Panorama Económico de la Agricultura n.° 8 (1980): 3-7.

9 Banco Central de Chile, Indicadores económicos y sociales de Chile, 1960-2000 (Santiago: Banco Central de Chile, 2001), 97-114.

10 Pablo Camus, "Innovación agroproductiva y ordenamiento del territorio. El caso del desarrollo forestal chileno". Scripta Nova 69, n.° 85 (2000); y Warwick Murray, "La globalización de la fruta, los cambios locales y el desigual desarrollo rural en América Latina: un análisis crítico del complejo de exportación de fruta chilena". Revista Eure XXV, n.° 75 (1999): 77-102.

11 En los primeros meses de 1979, la SNA discrepaba de la CPA y el CAS por el daño que provocaban las políticas económicas en la agricultura tradicional. La SNA apoyó al Gobierno. Ver Campero, Los gremios empresariales, 200-209.

12 Sociedad Agrícola y Ganadera de Osorno (Sago), "Memorándum Comisión Leche", Osorno, 17 diciembre de 1981, Archivo Nacional de la Administración (ARNAD), Santiago-Chile, Fondo Ministerio de Agricultura (MA), Documentos reservados recibidos, vol. 2.466.

13 "Polémica del trigo: Ministro-agricultores", El Diario Austral, 23 de diciembre, 1980, 3.

14 Ney Faure Fernández, "Comunicación secretario general de la Asociación Nacional de Productores de Trigo al ministro de Agricultura, José Luis Toro", Temuco, 24 de febrero de 1981, y Asociación Nacional de Productores de Trigo, "Comisión Nacional del Trigo", en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.410; y "Trigo: Abrirán poder comprador en Victoria", El Diario Austral, 24 de febrero, 1981, 5.

15 José Luis Toro, "Memorándum reservado del ministro de Agricultura al presidente de la república", Santiago, 22 de junio de 1981, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.417.

16 "Agricultores sureños a la pelea: el CAS se reúne con ministro de Agricultura", La Prensa, 7 de enero, 1982, 5.

17 Campero, Los gremios empresariales, 238-239.

18 Pedro Pizarro, "Oficio del subsecretario de Economía, Fomento y Reconstrucción al subsecretario de Agricultura", Santiago, 6 de octubre de 1981, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.415.

19 Alejandro Espejo, "Oficio del jefe de gabinete del subsecretario de Agricultura al secretario regional ministerial de Agricultura X región", Santiago, 30 de noviembre de 1981, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.418.

20 Sago, "Memorándum Comisión Leche", Osorno, 17 diciembre de 1981, ARNAD, MA, Documentos reservados recibidos, vol. 2.466.

21 Oficina de Planificación Agrícola Xma. Región, "Informe coyuntural sector agrícola Xma. Región", Puerto Montt, diciembre de 1981, en ARNAD, MA, Documentos reservados recibidos, vol. 2.466.

22 "A productores del sur recibirá hoy ministro", La Prensa, 8 de enero, 1982, 1; "Piden soluciones de emergencia para agricultores sureños", La Prensa, 9 de enero, 1982, 1; y "Poco optimistas volvieron los productores agrícolas", La Prensa, 12 de enero, 1982, 1.

23 Publicado en La Tercera de la Hora, 2 de febrero de 1982, en Daniel Huneeus y Manuel Vicuña, Cristián Huneeus. Artículos de prensa (1969-1985) (Santiago: Dibam/Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2001), 97.

24 José Toribio Merino, "Oficio de José Toribio Merino, almirante, comandante en jefe de la Armada y miembro de la Junta de Gobierno al ministro de Economía", Santiago, 4 de enero de 1982, en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.

25 "Experto agrícola de EE. UU. conocerá situación del sur", La Prensa, 30 de enero, 1982, 3.

26 "Informe de los agricultores y de experto Hardin, son coincidentes", La Prensa, 18 de febrero, 1982, 1.

27 Campero, Los gremios empresariales, 248-249.

28 "Agro Llanquihue se pronuncia sobre problemas agropecuarios", La Prensa, 23 de febrero, 1982, 3.

29 "S.E. anunció medidas en favor de la agricultura", La Prensa, 15 de febrero, 1982, 1.

30 "El gobierno ha dispuesto medidas para solucionar caso agricultura", La Prensa, 19 de febrero, 1982, 1.

31 Hernán Follert, "Creemos que la reunión con los ministros fue positiva", La Prensa, 20 de febrero, 1982, 5.

32 "Existe madurez entre los agricultores para reaccionar frente a los problemas", La Prensa, 4 de marzo, 1982, 5.

33 Alejandro Foxley, "Cinco lecciones de la crisis actual". Colección de Estudios Cieplan n.° 8 (1982): 167.

34 Juan Bastidas, "Cartera vencida y controversia bancos-productores agrícolas", La Prensa, 7 de marzo, 1982, 5.

35 José Pablo Arellano, "Crisis y recuperación económica en Chile en los años 80". Colección de Estudios Cieplan n.° 24 (1988): 81.

36 Ignacio Valenzuela, "Costo real del crédito en 1984". Serie de Estudios Económicos n.° 24 (1985): 12.

37 "Renegociadas todas las deudas agrícolas en Banco del Estado", La Prensa, 17 de marzo, 1982, 1; "Renegociación de deuda harán los agricultores", La Prensa, 18 de marzo, 1982, 1; "Riesco: positiva reacción de los bancos con el agro", La Prensa, 19 de marzo, 1982, 1; '"Comisión no busca enfrentamiento con los bancos privados': Jorge Albornoz", La Prensa, 21 de marzo, 1982, 1; e "Interesados agricultores en renegociar sus deudas", La Prensa, 24 de marzo, 1982, 1.

38 Sergio Bezanilla Ferres, "Evaluación de resultados contables y económicos-financieros del Indap", Santiago, 14 de julio de 1982, en ARNAD, MA, Documentos reservados recibidos vol. 2.464.

39 División Finanzas, "Informes Generales de Crédito año 1982", Santiago, en ARNAD, MA, Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), vol. 2.467.

40 "S.E. analiza problemas del agro con los dirigentes", La Prensa, 2 de abril, 1982, 1.

41 Juan Bastidas, "A colihuazo limpio y por la nuca", La Prensa, 22 de abril, 1982, 5.

42 "Agricultores de Llanquihue y el nuevo ministro Prado", La Prensa, 26 de abril, 1982, 8.

43 Hernán Follert, "Telegrama de Hernán Follert, presidente de Sago, al ministro de Agricultura", Osorno, 28 de abril de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.468.

44 Germán Riesco, "Carta de Germán Riesco, presidente de la SNA, a los socios de la SNA", Santiago, 12 de mayo de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.468; y "SNA pide adopción de medidas correctivas para agricultura", La Prensa, 24 de mayo, 1982, 11.

45 Carlos Podlech, "Carta de Carlos Podlech, presidente de la ANPT, al ministro de Agricultura", Lautaro, 3 de mayo de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.468.

46 Adolfo Larraín, "Carta de Adolfo Larraín, director Confederación de Asociaciones y Federaciones Gremiales de Agricultores de Chile, al ministro de Agricultura", Santiago, 8 de mayo de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.468.

47 Ver Patricio Meller, Un siglo de economía política chilena (1890-1990) (Santiago: Editorial Andrés Bello, 1998), 198-284; Ricardo Ffrench-Davis, Entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad. Tres décadas de política económica en Chile (Santiago: Dolmen Ediciones, 2001); Manuel Gárate, La revolución capitalista de Chile (1973-2003) (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2014), 283-307; y Juan Andrés Fontaine, "Economía chilena en los 80: ajuste y recuperación". Serie de Estudios Económicos n.° 34 (1987).

48 Confederación de Productores Agrícolas de Chile, "Agricultores: urgente acción para superar la emergencia", 24 Horas, 3 de agosto, 1982, 7.

49 "Presidente escuchó, pero no prometió", 24 Horas, Osorno, 5 de agosto, 1982, 16.

49 Banco Central de Chile, Indicadores económicos, 394; "Dólar quedó libre", 24 Horas, Osorno, 6, 7 y 13 de agosto, 1982, 9.

51 '"Comisión de la Leche' moviliza a productores", La Prensa, 14 de agosto, 1982, 1; "Por fin se unen los productores lecheros", La Prensa, 19 de agosto, 1982, 1; "Sesenta millones de litros maneja Comisión de la Leche", La Prensa, 29 de agosto, 1982, 1; Tito Geisser, "Productores lecheros osorninos: 'tomarán el rábano por las hojas'", 24 Horas, Valdivia, 25 de agosto, 1982, 5.

52 Jefe de Departamento de Seguridad del Agro, "Informe enviado al subsecretario de Agricultura", Santiago, 12 agosto de 1982, en ARNAD, MA, Documentos reservados recibidos, vol. 2.466; "Petitorio mapuche a las autoridades", El Mercurio, 18 de agosto, 1982; "Mapuches tocan la trutruca", Las Últimas Noticias, 18 de agosto, 1982; y "Agricultores mapuches piden entrevista con Jefe de Estado", La Nación, recortes de prensa, en ARNAD, MA, Indap, vol. 2467. Los decretos leyes 2.568 y 2.570 de marzo y julio de 1979 habían dispuesto la división de las comunidades. Véase: Ministerio de Agricultura, "Modifica Ley n° 17.729, sobre protección de indígenas, y radica funciones del Instituto de Desarrollo Indígena en el Instituto de Desarrollo Agropecuario", Santiago, 28 de marzo de 1979, en Biblioteca del Congreso Nacional de Chile (BCN), Santiago-Chile, Leyes y decretos, <http://bcn.cl/1uwam>; y Ministerio de Minería, "Rebaja el monto de la patente minera que ampara pertenencias constituidas en salares", Santiago, 30 de marzo de 1979, en BCN, Leyes y decretos, <http://bcn.cl/1xf2q>.

53 Olga Kliwadenko, "Sin apartarnos del modelo, forjaremos una sociedad libre", 24 Horas, 20 de agosto, 1982, 7. Cursivas del autor.

54 Heriberto Schilling, "Carta del presidente de Agro Llanquihue, al ministro de Agricultura", Puerto Montt, 22 de septiembre de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.468; y "Min. de Salud llama a propuesta internacional para comprar leche", 24 Horas, Osorno, 13 de septiembre, 1982, 7; "Productores piden evitar venta de leche importada", 24 Horas, Osorno, 15 de septiembre, 1982, 9; "Autoridades ordenaron suspender licitación internacional de leche", 24 Horas, Osorno, 16 de septiembre, 1982, 16; y "Mercado lechero", 24 Horas, Osorno, 17 de septiembre, 1982, 3.

55 "Lecheros eligieron integrantes asociación gremial productiva", 24 Horas, Osorno, 21 de septiembre, 1982.

56 Gerente general del Banco del Estado, "Carta al jefe de gabinete del Ministerio de Agricultura", Santiago, 11 de octubre de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.474; y Gerente General del Banco del Estado, "Comunicado a agentes, gerentes y subgerentes regionales", Santiago, 22 de enero de 1982, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.474.

57 "Agricultores: créditos con el aval del Estado", 24 Horas, Osorno, 6 de octubre, 1982, 7; y "Poder comprador de trigo", Diario Austral, 3 de noviembre, 1982, 2.

58 En 1979, el Estado había eliminado las bandas de precios y la ECA. Iica, Apoyo a la ejecución del programa de desarrollo rural de la VI región de Chile (San José: Iica, 1983), 9-10.

59 Jefe del Departamento de Seguridad del Agro, "Oficio al subsecretario de Agricultura", Santiago, 7 de octubre de 1982, en ARNAD, MA, Documentos reservados y despachos clasificados, vol. 2.502.

60 "Productores esperan nuevo trato en la licitación de leche", 24 Horas, Osorno, 7 de octubre, 1982, 9; y "Servicio de Salud comprará 10 mil toneladas de leche", 24 Horas, Osorno, 14 de octubre, 1982, 7.

61 "Modernización para competir con los mercados externos", 24 Horas, Osorno, 17 de octubre, 1982, 6.

62 "Plan monetario: única vía para superar la crisis", 24 Horas, Osorno, 20 de octubre, 1982, 6.

63 Campero, Los gremios empresariales, 263-265.

64 "Problemas del sector agrario abordó Germán Riesco en Fisa", 24 Horas, Osorno, 28 de octubre, 1982, 7.

65 "Lüders dejó abiertas puertas del Ministerio", 24 Horas, Osorno, 29 de octubre, 1982, 10.

66 Francisco Hernández, "Frente a nuestros problemas; la fuerza y la cordura" 24 Horas, Osorno, 7 de noviembre, 1982, 2.

67 "Así será la reactivación", 24 Horas, Osorno, 17 de noviembre, 1982, 8. Enade, Encuentro Nacional de Empresarial, es el principio foro empresarial en Chile.

68 Roberto Silva, "Unidad regional para proyectar el futuro", 24 Horas, Osorno, 4 de noviembre, 1982, 5; Roberto Silva, "La hora de la solidaridad", 24 Horas, Osorno, 7 de noviembre, 1982, 5; "La voz de los gremios en la región", 24 Horas, Osorno, 14 de noviembre, 1982, 2; y "Contacto directo es muy positivo", 24 Horas, Osorno, 18 de noviembre, 1982, 12-13.

69 Campero, Los gremios empresariales, 266-272.

70 Alfonso Sanhueza, "Asamblea de dirigentes gremiales en Osorno", 24 Horas, Osorno, 30 de noviembre, 1982, 9; Roberto Silva, '"Cumbre' del agro", Campo Lindo, año 1, Nº 5, 16 diciembre, 1982, 1.

71 "Policía impidió reunión", 24 Horas, Osorno, 4 de diciembre, 1982, 14.

72 David Maldonado, "Los agricultores no provocamos violencia", 24 Horas, Osorno, 5 de diciembre, 1982, 4.

73 Carlos Podlech, "Jamás renunciaré a mi patria", 24 Horas, Osorno, 6 de diciembre, 1982, 14.

74 Jaime Alcalde, "Oficio del secretario regional ministerial Xma. Región al ministro de Agricultura", Temuco, 29 de julio de 1981, en ARNAD, MA, Antecedentes varios, vol. 2.413.

75 Declaración del Ministerio del Interior citada en "Podlech fue expulsado de Chile", 24 Horas, Osorno, 7 de diciembre, 1982, 11.

76 "El Gobierno no se abrirá para nadie", 24 Horas, Osorno, 8 de diciembre, 1982, 8.

77 "Informe Especial: el caso Podlech a fondo", 24 Horas, Osorno, 12 de diciembre, 1982, 11.

78 "Agricultores de Bío-Bío a Llanquihue pedirán audiencia al presidente", 24 Horas, Osorno, 10 de diciembre, 1982, 4; y "CAS no está influido por ninguna corriente político-partidista", 24 Horas, Osorno, 11 de diciembre, 1982, 4.

79 "Agricultores buscan un planteamiento nacional", 24 Horas, Osorno, 17 de diciembre, 1982, 10-11; "El agro se declaró en reunión permanente", 24 Horas, Osorno, 18 de diciembre, 1982, 12-13; y "El Estado debe asumir una actitud dinámica", 24 Horas, Osorno, 19 de diciembre, 1982, 12-13. Ogana era la Organización Agrícola y Ganadera Austral, de Aysén, en el extremo sur de Chile.

80 José Pablo Arellano, "De la liberalización a la intervención: el mercado de capitales en Chile, 1974-1983". Colección de Estudios Cieplan n.° 11 (1983): 8; y Ffrench-Davis, Entre el neoliberalismo, 217.

81 Campero, Los gremios empresariales, 272-277.

82 Ver Francisco Zapata, "Crisis y movilización en Chile". Foro Internacional 26, n.° 2 (1985): 214-228; Manuel Bastías, Sociedad civil en dictadura. Relaciones transnacionales, organizaciones y socialización política en Chile (Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2013), 204-260; y Pablo Rubio, Los civiles de Pinochet. La derecha en el régimen militar chileno, 1983-1990 (Santiago: Dibam/Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2013), 102-117. Respecto a las relaciones entre economía y política, Oscar Muñoz, "Chile: el colapso de un experimento económico y sus efectos políticos". Colección de Estudios Cieplan n.° 16 (1985): 103-122.

83 Patricio Meller, "Una reflexión crítica en torno al modelo económico chileno". Colección de Estudios Cieplan n.° 10 (1983): 125-136.

84 Jefe del Departamento de Seguridad del Agro, "Oficio al ministro de Agricultura", Santiago, 1 de junio de 1983, en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.

85 La Comisión Nacional de la Leche había existido en 1977. Una nueva se creó el 29 de septiembre de 1983, que propuso un plan de fomento lechero. Comisión Nacional de la Leche, "Acta sesión Nº 7", Santiago, 4 de mayo de 1984; Samuel Infante, "Carta al ministro de Agricultura", Santiago, 14 de enero de 1984; Odepa, "Situación del mercado internacional de productos lácteos y sus efectos en el mercado interno", 31 de agosto de 1983; y Odepa, "Reunión efectuada con representantes del sector de la industria y los productores lecheros", 24 de septiembre de 1983. Estos documentos en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.

86 Verónica Chacra y Guillermo Jorquera, "Bandas de precios de productos agrícolas básicos: la experiencia de Chile durante el periodo 1983-1991". Serie Estudios Económicos n.° 36 (1991); y Portilla, "La política agrícola", 23.

87 José Lyon, "Carta del presidente de Copagro al ministro de Agricultura", Santiago, 25 de agosto de 1982; "Opera poder comprador", El Sur, 10 de enero de 1982; y "El poder comprador hizo mejorar el precio del trigo", El Mercurio, 19 de enero de 1983, recortes de prensa. Estos documentos en ARNAD, MA, Trigo, vol. 2.477; Andrés Subercaseux, "Oficio del director de la Odepa al ministro de Agricultura", Santiago, 1 de febrero de 1983, en ARNAD, MA, Odepa, vol. 2.475; Eduardo Frindt, Gilberto Mendoza y Rodrigo Urzúa, "Evaluación del programa de comercialización de trigo de Copagro temporada 1982-1983", Santiago, 31 de mayo de 1983, ARNAD, MA, Trigo, vol. 2.478. Chile se comprometió en 2003, tras mandato de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a eliminar banda de precios para el trigo en 2014.

88 Cotrisa fue un organismo creado por la Corfo. Jorge Echenique, Política de ajuste en Chile y sus consecuencias (Santiago: Agraria-Iica, 1992).

89 Misión de Evaluación del Sector Agrícola, Banco Mundial, "Cuestiones de política principal, precios e instituciones", 20 de agosto de 1984, en ARNAD, MA, Documentos reservados recibidos, vol. 2.475.

90 Domingo Urzúa, "Memorándum de Cafra al ministro de Agricultura", Frutillar, 26 de diciembre de 1984; Gerencia de Fomento de Corfo, "Minuta Solicitud de crédito de Cafra", 12 diciembre de 1984; y Alberto Hechenleitner, "Carta de presidente de Cafra al presidente del Banco del Estado de Chile", Frutillar, 6 de agosto de 1984. Estos documentos en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.

91 CAS, "Informe Industria lechera Xa. Región", sin más datos; Winston Chinchón, "Oficio del ministro de Salud al ministro de Agricultura", Santiago, 21 de agosto de 1984; y Manuel Valdés y Raúl García, "Carta de la SNA al ministro de Salud", Santiago, 20 de octubre de 1983. Estos documentos en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.

92 Ministerio de Agricultura, "Informe para el discurso de S.E. el presidente de la república el día 11 de septiembre de 1984", sin más datos; y Alejandro Espejo, "Oficios del director de Odepa al ministro de Agricultura", Santiago, 23 de febrero y 27 de marzo de 1984. Todos los documentos en ARNAD, MA, Odepa, vol. 2.475; y Comisión Nacional de la Leche, "Actas, sesiones Nº 7 y Nº 10", 4 de mayo y 9 de octubre de 1984, en ARNAD, MA, Leche, vol. 2.476.


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Artículo recibido: 11 de marzo de 2015/ Aprobado: 30 de noviembre de 2015/ Modificado: 02 de diciembre de 2015

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