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Historia Crítica

versión impresa ISSN 0121-1617

hist.crit.  no.62 Bogotá oct./dic. 2016

https://doi.org/10.7440/histcrit62.2016.10 

Silva, Renán. Lugar de dudas: sobre la práctica del análisis histórico. Breviario de inseguridades. Bogotá: Universidad de los Andes, 2015, 228 pp.

Hermes Osorio Cossio*, Eulalia Hernández Ciro** - Universidad Nacional de Colombia

* Psicólogo y Magíster en Lingüística de la Universidad de Antioquia (Colombia). Candidato a Doctor en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. Miembro del grupo de investigación EDUSALUD (Categoría C en Colciencias). Entre sus publicaciones más recientes se destacan: "Un velo para la muerte. Las fotografías post mortem de niños en Medellín, 1898-1932". Transhumante. Revista Americana de Historia Social n.° 8 (2016): 324-337; "Representaciones sociales de La Educación para la Salud: Docentes Facultad de Medicina, Universidad de Antioquia". Revista Facultad Nacional de Salud Pública 33, n.° 1 (2015): 85-92. heosorioco@unal.edu.co

** Historiadora de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, Magíster en Estudios Socioespaciales del Instituto de Estudios Regionales-INER de la Universidad de Antioquia (Colombia) y candidata a Doctora en Historia de la Universidad Nacional de Colombia. Integrante  del grupo de investigación Estudios del Territorio GET (Categoría A en Colciencias). Entre sus principales publicaciones se encuentran el libro Palabras de amor: vida erótica en fragmentos de papel. De la escritura y los relatos populares en el Archivo Histórico Judicial de Medellín, 1900-1950 (Medellín: Sílaba Editores, 2015), y el artículo "Microhistoria italiana, antropología y archivos judiciales". Revista Historia y Sociedad n.° 30 (2016): 75-104, doi: dx.doi.org/10.15446/hys. eulaliaciro@gmail.com

DOI: dx.doi.org/10.7440/histcrit62.2016.10


"Solo existe la historia 'revisada y corregida'"

Michel de Certeau1

La lectura de este pequeño libro cayó como un rayo de luz que ilumina el horizonte y enciende el ánimo y el pensamiento. Parece redundante, pero es urgente -justo ahora que el país se apresta para una eventual firma de la paz- que alguien nos recuerde que la historia debe mantenerse en la perspectiva de un saber crítico. De modo desprevenido, podría preguntarse: ¿por qué después de más de dos siglos de historia académica hay que seguir reafirmando que esta disciplina está soportada en un saber crítico, no prescriptivo ni reivindicativo? La coyuntura de los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC-EP en La Habana trae aparejada la pugna entre la memoria y la historia. El predominio y promoción de la memoria en los últimos años en Colombia, al amparo de una ley de víctimas, amenazan el pensamiento y la vida en sociedad. Ante la necesidad de que desde la academia se hagan sentir las voces que alerten e incidan en el decurso de los acontecimientos, el libro de Renán Silva es una valiosa hoja de ruta para quienes desde la escritura de la historia -como en su momento lo hiciera Heródoto- pretenden trascender el papel de simples observadores de su tiempo.

Es un lugar común en la enseñanza-aprendizaje de la historia separar a los historiadores en dos orillas. Por un lado están aquellos que enfatizan, para la construcción de la prueba, los hallazgos del archivo; y por el otro lado están los que privilegian una teoría para la interpretación del pasado. En una clasificación artificiosa y burda podría suponerse que se trata de la clásica división entre teoría y práctica o entre racionalistas y empiristas; o, en el lenguaje de pasillo universitario, entre filósofos de la historia y archivistas, entre especuladores y coleccionistas de datos. La lectura atenta y abierta de este libro tal vez pueda persuadir al lector de que esta aparente separación es, además de tendenciosa, nociva y que la tarea de ligar teorías, modelos e hipótesis con trabajo empírico sigue siendo el principal reto de la investigación histórica desde una perspectiva crítica.

Las rápidas reimpresiones, tres en menos de un año2, indican que el libro ha circulado. El comentario del autor en la nota de reimpresión confirma que su contenido no ha pasado desapercibido para sus lectores3. El libro puede ser leído, por historiadores o no, como una iniciación a las complejidades del oficio. Aquellos que visitan ocasionalmente estas tierras encontrarán una descripción precisa de los accidentes, valles, grietas, caídas y flujos de su geografía. Para sus habitantes, en cambio, es una interpelación directa. Pues desde una pequeña atalaya, Renán Silva se dirige a los agentes que participan en el campo académico, de manera específica a sus colegas, a los jóvenes investigadores y a los estudiantes de historia. A los primeros los invita a salir del estado de certeza, a una suerte de "desintoxicación" a través de una crítica sobre el modo de practicar el oficio, y a los últimos los prepara para el quehacer, advirtiéndoles de los problemas y obstáculos presentes en el análisis histórico.

A pesar de que el estilo y el tipo de texto requieren un lector bien informado, Lugar de dudas no es un libro más cuyo alcance se reduce a unos pocos especialistas. Desde el inicio, Renán Silva tiene en la mira de su análisis a la sociedad colombiana inmersa en la coyuntura de los diálogos de paz y de la realidad que vive el país en la actualidad. Sus reflexiones pretenden incidir en la sociedad a través del cuestionamiento del papel de las ciencias sociales e invitar -específicamente a los historiadores- a hacer frente a los embates de la memoria y a las urgencias políticas de cada época, que reemplazan el análisis histórico riguroso por informes reivindicativos de los distintos grupos en contienda.

De su estilo de escritura se pueden inferir la gran erudición acumulada en su carrera como docente e investigador, la ironía propia de una mente brillante y el humor cáustico con el que zanja algunas discusiones espinosas4. Lugar de dudas es la síntesis de un trabajo de reflexión de largo aliento sobre el oficio, alimentado con sus conferencias y artículos5, su práctica docente, el diálogo con sus pares y, principalmente, con su quehacer como investigador. La ausencia de reflexiones derivadas de la práctica (de lo que este libro es un claro ejemplo de cómo se podría hacer) es un síntoma de la pérdida de autonomía del conocimiento histórico ante los embates de la política, lo que conduce a una historia acrítica con los intereses políticos y evidencia la experiencia empobrecida del presente de los historiadores.

La causa de los anteriores males, que amenazan con desestructurar el oficio del historiador en el diagnóstico que hace Renán Silva, no es otra que los efectos nocivos del posmodernismo en el pensamiento. El avance logrado por lo que el autor denomina "el corto veranillo" de la nueva historia colombiana fue desplazado por la avalancha de los distintos giros provenientes de la academia estadounidense, que dejaron a los historiadores de la siguiente generación en las arenas movedizas del posmodernismo; atados, por demás, a las banderas de la memoria, lo étnico, lo ancestral, las minorías o las víctimas, como uno de los tantos nuevos trajes del nacionalismo histórico criollo. Pero el libro no es un inventario de quejas. Entrelazado con este diagnóstico, Renán Silva postula una serie de acciones que servirían de antídoto, entre ellas: contar la historia apartada del odio, el estereotipo, el prejuicio y el lugar común; reconocer el carácter específico con el que una sociedad nombra y clasifica sus objetos; entrar en contacto con la diversidad humana; abordar el conocimiento y el análisis histórico como una aventura que implica "… estar dispuestos a asumir la intranquilidad y el descontento como un estilo de vida, al precio, desde luego, de una cierta soledad" (p. 42).

En líneas generales, el libro encierra una consigna: cambiar el lugar de la certeza y el confort por un lugar incierto, de tránsito… un lugar de dudas. Es una invitación a superar el estado actual de los análisis históricos promedio, de los cuales la gran mayoría "no supera la reproducción sabia y a veces documentada de un sentido común extendido", que consolida y conduce a "abrazar pronto la visión de una existencia colectiva desgraciada como única tradición posible" (p. 75-76). Es comprensible que con declaraciones como éstas, algunos se molestaran con el contenido del libro y hasta con el autor. Por nuestra parte, celebramos la elección política que adoptó al ocuparse de la coyuntura actual del país, urgente para todos los colombianos, sin sacrificar la crítica y el rigor académico, mostrando que es posible ser contemporáneo desde la historia y que ocuparse de los problemas del "gran público" no implica banalizar el saber ni frivolizar el trabajo académico, dejando en claro por qué el oficio del historiador no es una práctica espontánea.


Comentarios

1 Michel de Certeau, La fábula mística, siglos XVI-XVII (México: Universidad Iberoamericana, 2010), 277.

2 El tiraje de la primera edición, en abril de 2014, fue de 200 ejemplares. En el mes de julio del mismo año se realizó la primera reimpresión, con 200 ejemplares, y la segunda reimpresión, de 300, en marzo de 2015.

3 "… algunas personas del oficio, en varias instituciones universitarias en que hay departamentos de historia, se han molestado con su contenido y han visto en este librito un ataque contra los que practican el oficio de una manera diferente a la mía", Renán Silva, Lugar de dudas. Sobre la práctica del análisis histórico: breviario de inseguridades (Bogotá: Universidad de los Andes, 2015), 11.

4 El título del apartado seis es ya de por sí un divertido sarcasmo: "La causa suma, consuela, otorga prestigio, da patente de superioridad moral y nos permite tener una buena consciencia frente al prójimo", pero más adelante es aún más ácido con los objetores de consciencia o defensores de las minorías: "No creo que sea la simpatía enamorada por un grupo social determinado lo que nos ayude en este camino -tampoco la antipatía-. No basta declararse a favor de alguien o de algo para producirse el 'milagro' de un buen análisis, y debería además considerarse la hipótesis de que estar a favor de alguien o de algo puede convertirse en un obstáculo para el análisis", 130. Cursivas del original.

5 Entre sus numerosas publicaciones en esta materia se destaca el libro A la sombra de Clío. Ensayos sobre historia e historiografía (Medellín: La Carreta Editores, 2007).

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