SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número80Justicia en la montaña: viajes, seguridad y autoridad indígena en la Oaxaca colonial, México“Porque así se lo había ordenado su cónsul”: el consulado chileno como institución laboral en Mendoza, Argentina (1859-1869) índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Historia Crítica

versión impresa ISSN 0121-1617

hist.crit.  no.80 Bogotá abr./jun. 2021  Epub 13-Mayo-2021

https://doi.org/10.7440/histcrit80.2021.04 

Dossier

Los asquenazíes del Caribe: redes transatlánticas de comercio y migración entre Frankfurt y Bogotá, a través del Imperio británico en el siglo XIX*

The Ashkenazim of the Caribbean: Nineteenth-Century Transatlantic Trade and Migration Networks between Frankfurt and Bogotá across the British Empire

Os asquenazes do Caribe: redes transatlânticas de comércio e migração entre Frankfurt e Bogotá, através do Império britânico no século XIX

Enrique Martínez Ruiz** 

**Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia Enrique Martínez Ruiz Se graduó de Antropólogo y Magíster en Historia y Teoría del Arte, la Arquitectura y la Ciudad en la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá, Colombia), y como Doctor en Historia en la Universidad de Tel Aviv (Israel). Actualmente se desempeña como investigador posdoctoral de la Cátedra Spiwak para la Historia y Cultura del Judaísmo en Colombia de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia). Sus dos publicaciones más recientes son: Quinta Sión. Los judíos y la conformación del espacio urbano de Bogotá (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2018) y Espacio Bicentenario. La Independencia en Bogotá (Bogotá: Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, 2019). ekiker@gmail.com


Resumen.

Objetivo/Contexto:

este trabajo estudia las migraciones asquenazíes que arribaron a Colombia durante el siglo xix y su papel como intermediarias en la transformación capitalista del país, a través de la red transatlántica que conformó, durante cuatro generaciones, la familia extensa Stiebel, Schloss, Koppel y Kopp entre Frankfurt, Londres, Manchester y Bogotá, vía Kingston y Cartagena.

Metodología:

se revisaron una gran cantidad de documentos relacionados con sus integrantes y con las casas comerciales Schloss Brothers, Stiebel Brothers, Koppel & Schloss, Kopp & Castello y Leo S. Kopp & Cía. conservados en distintos archivos en Alemania, Inglaterra, Jamaica y Colombia, y en las plataformas virtuales de investigación genealógica MyHeritage y FamilySearch. Gracias a esto, fue posible reconstruir con mucho detalle la cronología de sus lugares de tránsito, las características de sus actividades comerciales y muchos aspectos de sus biografías.

Originalidad:

este trabajo incorpora la etnicidad como una variable relevante en la historiografía económica y empresarial de Colombia, específicamente la importancia de la identidad judía de muchos de los extranjeros que llegaron al país después de la Independencia y que, gracias a ella, se convirtieron en agentes privilegiados de su comercio exterior. Además, contribuye al estudio de las migraciones judías a Colombia, fenómeno poco abordado por los académicos.

Conclusiones:

todo esto pone en evidencia el papel fundamental de la comunidad transatlántica que conformaron los migrantes asquenazíes al servir tanto a los intereses del Imperio británico sobre la América española como al proyecto de las élites de las nuevas repúblicas hispanoamericanas que buscaron insertarlas dentro del sistema global de la economía capitalista, en este caso, a Colombia en los circuitos del comercio transatlántico.

Palabras clave: Alemania; asquenazíes; Colombia; etnicidad; Imperio británico; inmigrantes judíos; intermediarios; mundo atlántico

Abstract.

Objective/Context:

This article studies Ashkenazi migrations to Colombia in the nineteenth century and their role as intermediaries in the capitalist shaping of the country. This mediation occurred through a transatlantic network between Frankfurt, London, Manchester, and Bogotá via Kingston and Cartagena, a network formed over four generations by the Stiebel-Schloss-Koppel-Kopp extended family.

Methodology:

A significant number of documents were analyzed, related to members of the network and to the commercial firms Schloss Brothers, Stiebel Brothers, Koppel & Schloss, and Kopp & Castello, from various archives in Germany, England, Jamaica, and Colombia, as well as from the virtual genealogical platforms MyHeritage and FamilySearch. Thus, it was possible to reconstruct in great detail the chronology of their transit locations, the particular characteristics of their commercial activities, and numerous aspects of their biographical trajectories.

Originality:

This study considers ethnicity as a relevant variable in the economic and commercial historiography of Colombia. Specifically, it underscores the importance of the Jewish identity of many migrants arriving in the country after the Independence, a factor that allowed them to become privileged actors in foreign trade. It also contributes to a better understanding of Jewish migrations to Colombia, a subject that has received little attention by scholars.

Conclusions:

The article reveals the fundamental role played by the transatlantic community formed by Ashkenazi migrants as they served both the interests of the British Empire throughout Spanish America and the project of the elites of the new Spanish American republics, who sought to insert their countries into the global capitalist economic system. In the case of Colombia, this insertion meant incorporation into transatlantic commercial circuits.

Keywords: Ashkenazim; Atlantic world; British Empire; Colombia; ethnicity; Germany; intermediaries; Jewish immigrants

Resumo.

Objetivo/Contexto:

neste trabalho, são estudadas as migrações asquenazes que chegaram à Colômbia durante o século xix e seu papel como intermediárias na transformação capitalista do país, através da rede transatlântica que conformou, durante quatro gerações, a família extensa Stiebel, Schloss, Koppel e Kopp entre Frankfurt, Londres, Manchester e Bogotá, via Kingston e Cartagena.

Metodologia:

foi revisada grande quantidade de documentos relacionados com seus integrantes e com as casas comerciais Schloss Brothers, Stiebel Brothers, Koppel & Schloss, Kopp & Castello e Leo S. Kopp & Cía. conservados em diferentes arquivos na Alemanha, na Inglaterra, na Jamaica e na Colômbia, e nas plataformas virtuais de pesquisa genealógica MyHeritage e FamilySearch. Graças a isso, foi possível reconstruir com muito detalhe a cronologia de seus lugares de trânsito, as características de suas atividades comerciais e muitos aspectos de suas biografias.

Originalidade:

neste trabalho, é incorporada a etnicidade como uma variável relevante na historiografia econômica e empresarial da Colômbia, especificamente a importância da identidade judaica de muitos dos estrangeiros que chegaram ao país depois da Independência e que, devido a ela, se tornaram agentes privilegiados de seu comércio exterior. Além disso, este artigo é contribuição para o estudo das migrações judaicas na Colômbia, fenômeno pouco abordado pelos acadêmicos.

Conclusões:

tudo isso evidencia o papel fundamental da comunidade transatlântica que os migrantes asquenazes conformaram ao servir tanto os interesses do Império britânico sobre a América espanhola quanto o projeto das elites das novas repúblicas hispano-americanas que procuraram inseri-las no sistema global da economia capitalista, nesse caso, a Colômbia nos circuitos do comércio transatlântico.

Palavras-chave: Alemanha; asquenazes; Colômbia; etnicidade; imigrantes judeus; Império britânico; intermediários; mundo atlântico

In all the years that had gone by since they were settled in South America their splendid record had not faded from the public memory. The Jewish Chronicle, 8 de junio de 19061.

Introducción

Investigaciones recientes han logrado establecer con certeza la importancia de las migraciones sefardíes2 en la conformación de la nación colombiana durante el siglo xix, especialmente en la costa Caribe3. Pero además, durante este período también arribó al país un número pequeño, pero significativo, de inmigrantes asquenazíes4 cuyas actividades han pasado inadvertidas5. Este artículo busca contribuir al estudio de este fenómeno, por medio del caso de la red transatlántica que conformaron, durante cuatro generaciones, algunos miembros de las familias Stiebel, Schloss, Koppel y Kopp, vinculados entre sí por lazos consanguíneos o políticos, que los convirtieron en una familia extensa6. Su singularidad radica en que ellos fueron capaces de establecer una sólida red comercial a partir de los lazos de parentesco, durante un prolongado período, que abarcó un amplio espacio geográfico entre Frankfurt del Meno7 y Bogotá, a través del Imperio británico. Para esto, vamos a revisar algunos aspectos de sus biografías y las características generales de las casas comerciales que fundaron en Europa y América. Aunque los nombres de estas firmas aparecen relacionados en muchas investigaciones sobre la historia económica y empresarial colombiana, que en conjunto han señalado su relevancia como intermediarias en el comercio exterior del país, en realidad no dicen mucho de ellas ni de sus fundadores, ni mucho menos contemplan su identidad judía como una variable sobresaliente para estudiarlas8. Solo hasta hace poco un par de trabajos comenzó a destacar la relevancia de este aspecto9.

Para esto, hemos organizado este artículo en cinco partes. En la primera damos cuenta de las transformaciones que experimentaron los judíos europeos entre los siglos xvii y xix, especialmente en Inglaterra y Alemania, y en las cuatro siguientes revisamos la condiciones que determinaron la migración paulatina de esta familia desde Frankfurt hasta Bogotá. Al final presentamos un apartado a modo de conclusión. Con esto, queremos resaltar la importancia de estas comunidades transatlánticas que establecieron los migrantes asquenazíes en la conformación de la nación colombiana, al convertirse en agentes privilegiados de su comercio exterior.

Europa cambia y los judíos con ella

La entrada en la época contemporánea trajo consigo cambios que impactaron la vida de los judíos y su relación con los distintos Estados que se estaban formando en Europa y América. Desde 1656, cuando tuvo lugar su readmisión en Inglaterra, muchos sefaradíes se comenzaron a asentar allí de manera oficial. Durante las décadas siguientes, a ellos se sumaron numerosos asquenazíes provenientes de Holanda y Polonia, pero sobre todo de los territorios alemanes. Con los años el flujo de asquenazíes llegaría a ser tal que, de los diez mil o quince mil judíos que vivían en Inglaterra al comenzar el siglo xix, tan solo algo más de dos mil eran sefaradíes. Para Todd Endelman, esta pronunciada migración de asquenazíes estuvo motivada principalmente por el empobrecimiento de esta población en los territorios alemanes, causada por las restricciones impuestas sobre ellos antes de la Revolución francesa10.

Por ejemplo, en el caso de Frankfurt, en 1458 sus judíos fueron confinados a vivir en la Judengasse, el gueto de la ciudad. Desde entonces, su estatus estuvo determinado por el Stättigkeit, un código de residencia que regulaba múltiples dimensiones de su vida. Entre otras cosas, restringía su número a 500 familias y permitía solo 12 bodas al año. Esto impuso una endogamia tácita que tenía por objeto evitar el crecimiento desmedido de esta población, a la que se consideraba indeseable, pero necesaria. En cuanto a las actividades que podían ejercer, les prohibía trabajar la tierra, comerciar con armas, especias, vino y granos. Por eso, los judíos de Frankfurt se especializaron en el comercio de textiles y el préstamo de dinero11.

En este escenario, desde finales del siglo xvii, pero principalmente durante la segunda mitad del xviii y las primeras décadas del xix, grandes contingentes de asquenazíes empobrecidos migraron hacia Inglaterra. A ellos se sumó un número más reducido de artesanos, tenderos, funcionarios religiosos, comerciantes de pequeña escala e intermediarios de las juderías centroeuropeas, todos en busca de mejores oportunidades económicas, en medio de un ambiente de mayor tolerancia religiosa. Finalmente, sobre todo desde finales del siglo xviii, también arribaron a Inglaterra miembros jóvenes y acaudalados de las élites asquenazíes continentales, que fueron enviados por sus familias para ampliar sus redes comerciales y tomar provecho de la Revolución Industrial12. Una vez allí, pronto se vincularon con la élite sefaradí inglesa a través de alianzas matrimoniales, hasta dar forma a lo que Chaim Bermant bautizó como The Cousinhood: un pequeño grupo de muy ricas familias judías de Londres que se casaban entre sí y que tendió a dirigir la vida de la comunidad judía británica entre 1815 y 1940. Al menos durante el siglo xix, en el centro de este grupo de familias se encontraban los Rothschild, rodeados por los Montefiore, Mocatta, Cohen, Samuel, Sasson y Montagu13, alrededor de las cuales orbitaban otras familias como los Stiebel y los Schloss.

A pesar de su inferioridad numérica en Inglaterra, los sefaradíes siempre fueron dominantes en el comercio con la América española y portuguesa, y, por lo mismo, una vez la Corona británica logró capturar importantes territorios en el Caribe, ellos también se comenzaron a establecer en esta región en números más grandes. En cuanto a Jamaica, el caso que nos interesa, los británicos les arrebataron a los españoles el control de esta isla en 1655 e inmediatamente después se empezaron a establecer allí algunos sefaradíes que pronto conformaron una comunidad organizada en la década de 167014. Es cierto que por la misma época también se radicaron algunos asquenazíes, pero su número siempre fue muy inferior, por lo que no tuvieron más remedio que integrarse a las organizaciones sefaradíes15. Aunque todos ellos desempeñaron distintas profesiones y oficios16, la mayor parte de los judíos que se asentó en la isla buscó tomar provecho de las jugosas ganancias que dejaba el comercio transatlántico y también del floreciente negocio de las plantaciones agrícolas, en especial las de azúcar, que hicieron que entre 1740 y 1840 se la conociera como la ‘Plantation Jamaica’17. Sin embargo, también es cierto que muchos de ellos, primordialmente desde mediados del siglo xviii, llegaron a Jamaica atraídos por cambios legislativos que les resultaban favorables.

El crecimiento del Imperio británico y la necesidad de poblar los nuevos territorios provocaron cambios en sus políticas migratorias hacia sus posesiones en ultramar. En 1740 el Parlamento aprobó una nueva legislación, conocida popularmente como la Plantation Act, que buscó promover el traslado de personas fieles a la Corona británica hasta sus colonias americanas. Su texto incluyó disposiciones especiales para el caso de los cuáqueros y los judíos de manera que pudieran naturalizarse allí sin tener que bautizarse como protestantes, aunque sí debían residir en las colonias durante siete años y jurar fidelidad a la Corona británica18. Para un judío, era realmente ventajoso embarcarse en tal aventura, dado que, por la misma época, aquellos que decidían establecerse en Gran Bretaña o Irlanda solo podían aspirar a obtener letter patents of denization, permisos de residencia que les otorgaba el estatus denizen, lo que les garantizaba disfrutar de ciertos derechos, pero de ninguna manera los mismos de un súbdito británico19.

Gracias a la Plantation Act, entre 1740 y 1770 se naturalizaron en Jamaica alrededor de 150 judíos entre sefaradíes y asquenazíes20. No se conocen las cifras exactas, pero, para finales del siglo, el crecimiento natural de la población judía, más todos los inmigrantes que se naturalizaron en la isla, llevaron a que su número alcanzara el millar, la cifra más alta durante esta época21. Aunque los sefaradíes siempre fueron mayoría, el número de asquenazíes fue tal que pudieron organizar sus propias congregaciones y levantar sinagogas. Así, la Congregación Inglesa y Alemana de Kingston construyó la sinagoga Shangare Yosher en 1787, mientras que la comunidad asquenazí de Port Royal construyó la sinagoga Mikve Israel en 179622. A esas comunidades pertenecieron los hermanos Stiebel y Schloss antes de trasladarse a Colombia.

La primera y segunda generación: del gueto de Frankfurt al puerto de Kingston

David Feist Schloss y Amelia Stiebel nacieron en 1787 y 1788, respectivamente23, en el seno de dos de las 500 familias judías que habían vivido en la Judengasse durante generaciones24. No obstante, la suya sería testigo de grandes cambios que transformarían el judaísmo europeo para siempre, especialmente en los territorios alemanes. En primer lugar, pocos años después de su nacimiento comenzó el fin del gueto de la ciudad gracias a las invasiones francesas de 1792 y 1806. En segundo lugar, en 1811, tres años después de que ellos hubieran contraído matrimonio, ocurrió otra transformación hasta hace poco impensable: todos los judíos de la ciudad empezaron a ser considerados ciudadanos en igualdad de condiciones al resto de la población, gracias a que los ocupantes franceses implementaron el Código Civil napoleónico. Así, comenzó a tomar forma en Frankfurt un proceso más amplio, que se forjó al calor de los ideales de la Revolución francesa: la emancipación judía. Desde entonces se abrió para los judíos europeos la posibilidad de entrar a las universidades, ocupar cargos públicos y, en general, desempeñar oficios y profesiones que hasta ese momento les habían sido negados.

Esta nueva realidad impactó la manera como los judíos se relacionaron con su tradición religiosa: los más liberales promovieron una transformación significativa del judaísmo que permitiera su integración a la sociedad circundante, mientras que los más conservadores privilegiaron la observancia rigurosa de la tradición por encima de la integración. Como vamos a ver, los descendientes de David Feist y Amelia, y en general todos los miembros de la familia extensa que estudiamos, circularon entre estas dos tendencias: algunos prefirieron seguir una vida judía más o menos observante, en los grandes centros urbanos que lo permitían, mientras que otros estuvieron dispuestos a ser más flexibles con su identidad judía, en ciudades profundamente católicas, e incluso a convertirse al cristianismo si ese era el precio que debían pagar a cambio de su integración plena.

David Feist y Amelia concibieron nueve hijos, cuatro de los cuales cruzarían el Atlántico: Solomon, Sigismund y los gemelos Leopold y Daniel Schloss Stiebel. Al parecer, fue un hermano de David Feist el primero de esta familia en trasladarse a Inglaterra alrededor de 1780 para encargar y exportar textiles británicos según instrucciones de su padre25, probablemente a Manchester, que por entonces ya se consolidaba como el epicentro de la Revolución Industrial gracias a sus innovaciones en la manufactura de algodón. Sin embargo, fueron dos hermanos de Amelia los primeros en mirar más lejos: Sigismund, nacido en 1790, y Bernhard, en 179626, quienes se naturalizaron en Kingston en 1823 y 1827, respectivamente27. Según vimos, para esto ellos requerían haber vivido siete años en esta colonia británica, por lo que debieron llegar allí alrededor de 1816 y 1820, respectivamente, si todo fue regular. No conocimos informaciones ciertas que nos indicaran cuál fue el motivo que los llevó a aventurarse hasta Jamaica, pero seguramente se vieron atraídos por la activa vida comercial de la isla, donde se intercambiaban desde manufacturas europeas hasta preciados cultivos caribeños, como el azúcar.

En Jamaica, Sigismund y Bernhard abrieron una versión local de la Stiebel Brothers & Co., una firma familiar que otro hermano de ellos, Samuel, abrió en Londres por la misma época28. Los dos se encargaron de su manejo por largos años hasta 1830, cuando la muerte sorprendió a Bernhard29. Esto precipitó que dos sobrinos de ellos, los primeros miembros de la segunda generación de esta familia, llegaran a esta isla.

Según ellos mismos, Sigismund y Solomon Schloss, nacidos en 1813 y 1815, respectivamente, partieron de Frankfurt a inicios de la década de 1830. Sigismund afirma haber llegado a Jamaica en 183230, mientras que Solomon dice haber ido primero a Manchester, donde permaneció tres años31, para luego partir hacia Jamaica en 183332. En la isla, los dos se integraron a la firma familiar y desde 1835 se encargaron en solitario de su administración, porque ese año el tío Sigismund trasladó definitivamente su residencia a Londres. Allí se estableció con Eliza Mocatta, a quien había desposado el año anterior, perteneciente a una de las más influyentes familias de la Cousinhood. En Londres él se integró a la versión local de la Stiebel Brothers & Co. y en 1849 se le concedió el estatus de súbdito británico, lo que le garantizó disfrutar de plenos derechos durante el resto de su vida33.

En Kingston, Sigismund y Solomon Schloss prosperaron notablemente, lo que les permitió integrarse a la variopinta vida del puerto caribeño. Para 1839, Solomon ya era miembro del comité directivo del Commercial Rooms y vicepresidente del Kingston Athenaeum34. Por su parte, Sigismund se integró a la Compañía de Artillería de Kingston en 1832, en la que fue nombrado teniente cuatro años después35, y para 1837 hacía parte de la junta directiva de la Congregación Inglesa y Alemana que decidió reconstruir el viejo edificio de su sinagoga, levantado a finales del siglo xviii36.

Entre todas las relaciones de esta familia extensa en Jamaica, la más singular es tal vez la que establecieron con la población de origen africano. El gobierno colonial de la isla abolió el comercio de esclavos hacia su territorio en 1807 y, en teoría, la esclavitud en 1833. No obstante, en realidad esto no ocurrió sino hasta 1838, ya que se obligó a los liberados a permanecer cinco años adicionales al servicio de sus antiguos amos, con la justificación de recibir un entrenamiento que los prepararía para la vida en libertad. Entre tanto, les permitió a los judíos la posesión de solo dos esclavos, aunque muchos se hicieron a números más grandes, que, en la mayoría de los casos, fueron destinados a desempeñar tareas domésticas37. Posiblemente así ocurrió con Cato, Polydore, Sam y Rowley de 55, 32, 16 y 15 años de edad, respectivamente, los cuatro esclavos que Sigismund Stiebel poseía en 1826. El primero era africano y los tres últimos criollos38.

Pero, además, los hechos demuestran que ellos, como muchos otros europeos, también se hicieron al servicio de mujeres africanas, ya fuera como esclavas o empleadas, de cuyo mestizaje surgiría lo que el político estadounidense John Bigelow llamó colored Jews en 185039. Pues bien, el primer colored Stiebel, y sin duda el más notable de todos, fue George Stiebel, nacido en 1821, hijo de Sigismund Stiebel y su native housekeeper, probablemente Eliza Catherine Bailey, quienes concibieron al menos otros dos hijos. Con apoyo de su padre, George se convirtió en un muy exitoso comerciante, al que pronto se conoció como el primer millonario negro de Jamaica40.

Bernhard Stiebel también reconoció a los dos hijos que tuvo con Elizabeth Bower. El primero de ellos, que también se llamó Bernhard, nació en Kingston el 15 de septiembre de 1824; y el segundo, Philip James, en Cartagena de Indias el 1º de mayo de 182841. Este último también fue bautizado en esa ciudad, en la parroquia de la catedral, el 21 de mayo siguiente, y por padrinos tuvo a Juan Vicente Romero “del reino de España” y al criollo Nicolás Fernández42. Sobre Elizabeth Bower, o Isabel como se la refiere en los documentos cartageneros, no se sabe mucho más aparte de que era irlandesa y cristiana. Según Bernhard, ellos nunca se casaron43.

En cuanto a la segunda generación de esta familia extensa, hasta donde sabemos, solo Solomon Schloss dejó descendencia en Jamaica, producto de una relación con Jane Anne Greenfield: Charles James, nacido el 13 de agosto de 1836, Amelie Adelaide en 1838 y Sigismund Leopold en 184044. Al parecer Jane Anne era una mestiza hija de James Greenfield, inglés, y Thomasina Freeman, una cuarterona liberta45. Años más tarde, Charles James migraría a Colombia y Sigismund Leopold se desempeñaría como el vicecónsul de Colombia en Kingston en una fecha tan tardía como 191046.

La primera y segunda generación: del puerto Kingston a la Calle Real de Bogotá

De acuerdo con Frank Safford, las características del comercio exterior de los territorios de la actual Colombia se comenzaron a transformar a finales del siglo xviii, cuando un número de comerciantes del interior del Virreinato de la Nueva Granada empezó a comprar mercancías de contrabando que venían de Jamaica y otras islas del Caribe. Luego, durante las luchas de Independencia, estos contactos se incrementaron gracias a que muchos granadinos buscaron refugio en la isla, lo que provocó que, una vez se fundó la República y hasta mediados de siglo, gran parte de los bienes importados por ellos fueran comprados en Jamaica. La primacía de esta isla en el comercio con la Nueva Granada durante este período estuvo garantizada por la dificultad que enfrentaban los comerciantes locales para importar bienes directamente desde Europa, entre ellas sus escasas conexiones con las casas comerciales del otro lado del Atlántico. Además, aunque el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación suscrito entre Colombia y Gran Bretaña en 1825 buscó promover el comercio entre las dos naciones, al garantizar iguales derechos a comerciantes ingleses y colombianos, y la protección de unos y otros en cada uno de estos territorios, en realidad formalizó el dominio de los primeros a través de Jamaica. Sin embargo, con los años la importancia de la isla se fue debilitando, entre otras cosas, por el fin efectivo de la esclavitud y por la disminución de la producción de las plantaciones agrícolas, en especial las azucareras, al punto de que para mediados del siglo xix ya había perdido su primacía como territorio de intermediación comercial47. Al tiempo, la Nueva Granada comenzaba a convertirse en un lugar atractivo para los capitales extranjeros, sobre todo para los relacionados con la industria minera. Los hechos demuestran que los patrones de movilidad de la familia extensa que nos interesa se vieron afectados por estas transformaciones, tanto en Jamaica como en Colombia.

Ya dijimos que, hasta donde sabemos, Bernhard Stiebel fue el primero de ellos en arribar a Colombia alrededor de 1828, donde nació uno de sus hijos. El hecho de que él se haya instalado con la madre de sus hijos en Cartagena y, además, que uno de ellos naciera allí y tuviera padrinos locales, indica que tuvo la intención de hacerlo de forma permanente. Esto -que un judío se instalara de manera abierta en los territorios del por entonces ya extinto Virreinato de la Nueva Granada- solo fue posible por el establecimiento de la República de Colombia, que permitió su asentamiento y la de todo tipo de extranjeros desde los días en que se fraguaba la Independencia, y marca una de las grandes transformaciones que trajo la ruptura con España48.

En cuanto a la segunda generación, Sigismund y Solomon Schloss ampliaron los negocios de la Stiebel Brothers & Co. de Jamaica con comerciantes granadinos, al punto de que necesitaron ayuda para poder cobrar todas sus acreencias. Así, a mediados de la década de 1840 arribaron a Kingston los gemelos Leopold y Daniel Schloss, sus hermanos menores. Luego de salir de Frankfurt, ellos también pasaron una corta temporada en Inglaterra antes de cruzar el Atlántico49. Una vez en Jamaica, luego de cumplir los requisitos necesarios, los dos también se naturalizaron en la isla, en 1844 y 1847, respectivamente50, después de lo cual se trasladaron a Bogotá en compañía de su hermano Sigismund.

El 25 de febrero de 1845, Solomon Schloss, como jefe y socio de las casas comerciales Stiebel Brothers y S. & S. Stiebel de Kingston, se acercó al Consulado General de la República de la Nueva Granada en esa ciudad para otorgarle un poder general a sus hermanos Sigismund y Leopold “juntos o separados” para cobrar “varias acreencias” pendientes en ese país51. Nueve meses después, el 29 de noviembre de 1845, Sigismund se presentó en la Notaría 3ª de Bogotá para delegar parte de este poder en Juan Óscar Levy Daniell, otro asquenazí converso al catolicismo que ya acumulaba una década en Bogotá52, para que procediera a cobrar varios de estos créditos pendientes (ver tabla 1). Estos poderes develan que para mediados del siglo xix los vínculos entre esta familia extensa con los comerciantes granadinos eran de vieja data, implicaba varias ciudades, y, de hecho, que esta familia ya había realizado varios esfuerzos por cobrar esas “acreencias” sin mucho éxito53.

Durante los dos años siguientes, Sigismund se encargó de realizar un número de acciones que permitieron el establecimiento permanente en Bogotá de sus dos hermanos menores, los gemelos, para representar los negocios familiares. En primer lugar, el 19 de octubre del año siguiente, él compró una casa “alta y baja” en el costado oriental de la Tercera Calle del Comercio, es decir, la actual Avenida Carrera 7 entre calles 13 y 14, marcada con el número 109, en la que los Schloss fijaron su residencia durante la próxima década y media54.

Tabla 1 Deudores de Stiebel Brothers, S. & S. Stiebel y Stiebel Brothers & Cía, 1845 

Fuente: “Poder. Escritura sin número”, Bogotá, 29 de noviembre de 1845, ff. 408-411.

Para mediados de 1847 ya se encontraban estos tres Schloss en Bogotá. Prueba de esto es que el 17 de mayo de ese año todos firmaron el reglamento de la Sociedad Filarmónica de Bogotá, la primera orquesta estable de la capital, que había sido fundada en septiembre del año anterior. Conforme con el documento, Sigismund fungió como vicepresidente de la Sociedad, mientras que Leopold y Daniel hicieron parte de los violinistas principales. Además de ellos, entre sus miembros también se encontraban el sefaradí David Castello Montefiore y los asquenazíes Juan Óscar Levy Daniell, Karl Michelsen Koppel y Juan Bernardo Elbers Jaëger, al menos55.

En segundo lugar, entre noviembre de 1845 y marzo de 1848, Sigismund otorgó en Bogotá otros poderes a personas como Carlos Cleve, Francisco Foral y Joaquín Orrantia para que lo representaran a él y a las firmas de Kingston y Londres en varios negocios que emprendió en el país56. Además, durante las mismas fechas, Sigismund también otorgó otros dos curiosos poderes generales a sus hermanos en Bogotá y a sus tíos en Londres para que lo representaran y realizaran en su nombre todo tipo de acciones relacionadas con la gestión de sus negocios57. Sin duda, estos dos últimos poderes son una legalidad que evidencia que, para 1845, esta familia ya había logrado establecer exitosamente una red comercial transatlántica entre Bogotá y Londres que conectó directamente los mercados de la Nueva Granada y Gran Bretaña, sin necesidad de Kingston como intermediaria, como había sido hasta entonces. Sin duda esto no fue sino una hábil maniobra que les permitió ajustarse a las condiciones cambiantes del comercio transatlántico en el Caribe. Adicionalmente, gracias a las conexiones familiares, también acercó al mercado granadino con otros de la Europa continental como, por ejemplo, con el de Frankfurt, donde para esta época ya existía una versión local de las firmas familiares bajo el nombre de Stiebel Gebrüder58. El aglutinante principal de esta red fue la confianza que generaban las relaciones de parentesco y la identidad judía común, aunque por sí sola no fue suficiente: debió ser protocolizada de manera oficial por medio de instrumentos legales que la hicieron efectiva y obligatoria, dentro del círculo familiar pero también con extraños, tanto en Colombia como en Inglaterra.

Entre los negocios que Sigismund llevó a cabo durante esta primera época vale la pena resaltar dos que nos dejan ver la forma como este grupo familiar comenzó a operar, el lugar que pronto ocuparon dentro del comercio local y el contexto político que rodeó su llegada a Colombia. En cuanto a los primero, a mediados de 1847, Sigismund le vendió a crédito a Alejandro Carrasquilla mercancías extranjeras por un valor de 4429 pesos y 2¼ reales, quien, después de recibirlas a satisfacción, se comprometió a pagar su valor, en monedas de plata, en el término de un año a partir del 29 de julio y, en caso de mora, a reconocer un interés del 2 % mensual. Para garantizar el crédito, Carrasquilla estableció una hipoteca sobre la llamada Quinta de Segovia de su propiedad. El negocio no debió salir muy bien, ya que la hipoteca no se levantó sino hasta una década después59. Pero, en todo caso, esta operación ratifica que desde mediados del siglo xix el negocio de los Schloss en Bogotá fue vender grandes volúmenes de mercancías extranjeras a comerciantes granadinos, luego de lo cual las hacían llegar a la ciudad y otros centros urbanos, donde los comerciantes locales las vendían al por menor. También muestra que para subsanar la ausencia de bancos y, en general, la falta de liquidez de los comerciantes locales, los Schloss otorgaron créditos a sus clientes, que se garantizaron con valiosos bienes inmuebles de la ciudad, por lo que es probable que también terminaran involucrados con el mercado inmobiliario local.

Y es que ellos, en conjunto, poseían el capital suficiente para embarcarse en grandes negocios, tal como lo deja ver el hecho de que Sigismund, en junio y julio de 1846, y en sociedad con Juan de Francisco Martín y Patricio Wilson, le prestaron a la nación la cuantiosa suma de 200 000 pesos que se debía pagar, con sus intereses, en cargas de tabaco de exportación de la factoría de Girón60. Así, pronto después de su establecimiento en la ciudad, los Schloss se integraron al exclusivo círculo de prestamistas del Estado, dirigido por aquel entonces por el general Tomás Cipriano de Mosquera, que iniciaba la primera de sus cuatro presidencias. Aunque aquella vez había sido elegido gracias al apoyo de quienes conformarían el futuro Partido Conservador, su gobierno fue de un pragmatismo progresista que fomentó la producción, el desarrollo material de la nación, y que, en general, se caracterizó por la adopción del liberalismo económico internacional que benefició a comerciantes extranjeros, como los Schloss61.

Pronto los Schloss organizaron una versión local de la firma familiar que llevó por nombre Schloss & Cía., cuya fundación y posterior disolución no se oficializó ante las autoridades colombianas62. Esto significaría que, en la ciudad, ellos actuaron como representantes locales de una firma británica, lo que los blindaba ante la inestabilidad política y económica del período, gracias al tratado comercial que se había instituido entre Gran Bretaña y Colombia en 1825.

Hecho esto, Sigismund abandonó la capital colombiana para dirigirse primero a Kingston y luego a Inglaterra, donde ya se encontraba Solomon, su otro hermano. Solomon se había instalado en Manchester en 1847, donde creó una versión de la firma Schloss Brothers. Allí permaneció hasta 1853, cuando trasladó su residencia de manera definitiva a Londres, donde contrajo matrimonio con Jeanette Raphael, de la Cousinhood. En 1866 se lo reconoció como súbdito británico, nacionalidad que ostentó hasta el último de sus días63. Por su parte, Sigismund se instaló de forma permanente en Manchester desde 1849, probablemente para cuidar los intereses familiares en el comercio textil, donde se integró a la Schloss Brothers. Ese mismo año contrajo matrimonio con Rebeca Mocatta, de la élite judía británica. Ella murió seis años después, por lo que, en 1857, Sigismund contrajo segundas nupcias con Catherin Elkin, del mismo círculo social. Fue a su lado que se lo reconoció como súbdito británico al año siguiente, lo que le garantizó disfrutar de plenos derechos durante el resto de su vida64. Su corto paso por la capital de la Nueva Granada, las relaciones que estableció allí y los intereses familiares en el comercio transatlántico debieron jugar a su favor para que, pronto después de abandonar el país, se lo nombrara cónsul de este en Manchester65.

Mientras todo esto ocurría en Jamaica e Inglaterra, los gemelos Leopold y Daniel afianzaron exitosamente la posición de la Schloss & Cía. en Bogotá, hasta convertirla, para 1853, en el cuarto mayor grupo importador de la ciudad, entre 22 grupos, el primero entre los conformados por extranjeros66. A lo largo de su existencia, ya fuera directamente o a través de agentes comerciales, esta firma movió hacia Europa oro, plata, índigo, quina, añil, café, tabaco, cacao, caucho, cuero, algodón crudo, hilazas y géneros de algodón, lana, yute, lino, y hasta cuernos y sombreros. Al mismo tiempo, hizo llegar a Colombia maquinaria y productos químicos para minería, entre otros artículos para la explotación de minas, metales que se utilizaban para la fabricación de herramientas, como hierro, acero y cobre, y también clavos, remaches, yunques, peroles, pólvora, instrumentos de carpintería, útiles de herrería y de escritorio, y telas67.

Pero, además, esta firma también incursionó en el negocio de las plantaciones agrícolas en Colombia. Por ejemplo, sabemos que en 1853 la nación le adjudicó más de 1797 hectáreas de tierra ubicadas en el por entonces distrito de Cunday, hoy Ambalema, que pagó presentando varios títulos de recompensas militares68. Allí la Schloss & Cía. se involucró en el cultivo de tabaco para exportación, en las fincas de La Unión, Méndez y en otra en los alrededores del poblado de Nariño, a través de la Crosthwaite i Compañía, sociedad que fundó en 1855 junto con Raimundo Santamaría, David Castello Montefiore y Abraham Crosthwaite69.

Al comenzar la década de 1860, los gemelos Daniel y Leopoldo Schloss decidieron abandonar la ciudad. Para esto, procedieron a vender la casa que su hermano Sigismund había comprado en 184670 y revocaron todos los poderes que todos ellos habían otorgado71. No tenemos certeza sobre cuáles fueron las razones que motivaron a este par de hermanos a tomar esta decisión, así como tampoco muchos detalles de la vida que llevaron en la ciudad, que al parecer fue más bien liberal72. De hecho, no conocimos referencias que señalen que ellos se hubieran identificado abiertamente como judíos en Bogotá, aunque probablemente su círculo más cercano lo debió saber y, así como en Kingston, en esta otra ciudad también debieron haber llevado a cabo prácticas propias de su religión, como, por ejemplo, celebraciones íntimas de shabbat en su casa de la carrera 7. En todo caso, los hechos posteriores indican que la principal razón para abandonar la capital colombiana fue el deseo de mantener y prolongar su identidad judía: para ellos sí era importante formar una familia judía y llevar una vida judía comunitaria, algo que no fue posible en Bogotá sino hasta 192973. Los gemelos se establecieron en Inglaterra en 1861: Daniel en Manchester, donde contrajo matrimonio con Frances Louisa Jacobs Lyon en 1867, y Leopold en Londres, donde desposó a Annie Montefiore Mocatta en 1864. Gracias a estos matrimonios ellos fundaron dos reconocidas familias judías y se volvieron miembros activos de las comunidades de estas ciudades, y, gracias al último, reforzaron aún más sus vínculos con la Cousinhood.

Durante los años siguientes, tanto los Stiebel como los Schloss en Inglaterra integraron a sus hijos en sus negocios hasta cederles su control total. En cuanto a la Stiebel Brothers, a inicios de 1845, antes de partir hacia Bogotá, Sigismund Schloss se retiró oficialmente de la Stiebel Brothers & Co. de Jamaica, y así dejó su manejo en manos de sus tíos Sigismund y Samuel Stiebel y de su hermano Solomon Schloss74. Una década y media después, en 1859, los tres últimos ya se encontraban en Inglaterra involucrados en el manejo de la Stiebel Brothers de Londres. Ese año, Solomon también se retiró de la firma y se incorporaron a ella Charles Daniel Stiebel y Edward Stiebel, hijos de Sigismund y Samuel, respectivamente75. Ellos dos tomaron las riendas de la firma en enero de 187276 y decidieron disolverla completamente en diciembre de 187977.

En cuanto a la Schloss Brothers, una vez los gemelos partieron de Bogotá en 1861, se integraron a las sedes que esta casa comercial tenía tanto en Londres como en Manchester, y solo hasta mediados de la década de 1880 se inició su relevo generacional: en primer lugar, Solomon y Sigismund se retiraron de la sociedad en agosto de 1883 y diciembre de 1886, respectivamente, para dejar su propiedad en manos de los gemelos y de Louis Schloss, otro hermano de ellos que se asentó en Inglaterra sin viajar a Colombia. En segundo lugar, desde enero de 1886 se integraron a ella los jóvenes Benjamin Elkin Schloss y David Philip Schloss, hijos de Sigismund y Louis, respectivamente78. Durante las siguientes décadas, la muerte paulatina de los jefes séniores y la de algunos más jóvenes promovió la renovación completa de los miembros de la sociedad. Para el 30 de junio de 1916, cuando la Schloss Brothers de Londres y Manchester se declaró en quiebra, su manejo estaba a cargo de David Leopold Bethel Castle, Francis Sigismund Castle y Horatio Montefiore Castle, los dos primeros hijos de Daniel y el tercero hijo de Leopold, los gemelos79. Sin embargo, la sociedad siguió funcionando y generando dividendos hasta una fecha tan tardía como 1935, pero con el propósito de cancelar todas las deudas que se establecieron al momento de la quiebra80.

Como se puede ver, esta generación de los Schloss se vio forzada a cambiar su característico apellido alemán por su versión inglesa, Castle, con el propósito de invisibilizar su origen: el inicio de la Primera Guerra Mundial acrecentó la germanofobia en muchos países, especialmente en Inglaterra, donde muchas familias de origen alemán, judías y no judías, comenzaron a ser objeto de sospecha de deslealtad. Este fenómeno social incluso tocó a la familia real británica, que debió cambiar su sonoro apellido alemán de Sachen-Coburg y Gotha por el de Windsor, más adecuado a las sensibilidad de entonces. Estos tres hombres Schloss hicieron lo propio entre agosto de 1914 y septiembre de 1915, y, para proteger sus intereses en Colombia, hicieron llegar una certificación de tal acción a Bogotá, donde se protocolizó en enero de 191681.

La tercera generación: Salomón Koppel Stiebel y Carlos James Schloss Greenfield

Antes de partir de Bogotá en 1861, los gemelos Schloss hicieron llegar a la ciudad a dos parientes suyos pertenecientes a la tercera generación de esta familia: a Salomón Koppel Stiebel, su primo materno, quien había nacido en Offenbach en 1832; y a Charles James Schloss Greenfield, uno de los hijos de su hermano Solomon en Kingston, por lo tanto, su sobrino. Desde esa fecha y durante largas décadas hasta el siglo xx, Salomón y Charles fueron los representantes en Colombia de los intereses de esta red transatlántica de comerciantes asquenazíes. En el caso de Salomón, además, él se convirtió en uno de los extranjeros más importantes del país: él fue el primer gerente del Banco de Bogotá, el primer banco que se fundó en Colombia en 1870, participó en la fundación del Banco de Santander en 1872 y en la del Banco de Crédito Hipotecario en 1883. También se involucró en la construcción de varios ferrocarriles en distintas partes del territorio nacional y fue el primer cónsul del Imperio alemán en Bogotá desde 1872, entre muchas otras actividades.

En junio de 1860, Salomón y Charles fundaron en Bogotá la casa comercial Koppel & Schloss, que tuvo por finalidad importar “objetos extranjeros, recibir y hacer consignaciones y todo negocio de comercio en general”82. Esto fue posible gracias a un crédito de 5000 libras esterlinas que les concedió la Schloss Brothers de Londres, casa comercial que ellos también empezaron a representar en Bogotá83. Durante los años siguientes, esta firma afianzó sus intereses en la ciudad y los extendió al por entonces Estado de Santander84, y, en 1894, cambió su nombre por el de Koppel Schloss & Cía. cuando Adolfo Harker se asoció a ella85. La firma vio su fin doce años después, en 1906, por la muerte de Charles James, acaecida el 24 de junio de ese año. Sin embargo, Salomón continuó los negocios hasta el 18 de agosto de 1910, en compañía de los que serían sus herederos, a través de la Koppel Child & Cía.86, cuando él también murió87. Su cuerpo fue enterrado en el Cementerio Británico, anglicano en principio, pero en la práctica el cementerio universal de Bogotá durante el siglo xix, ya que allí se enterraron personas pertenecientes a distintas denominaciones religiosas.

Así como los Stiebel y los Schloss se integraron a la élite de Inglaterra, los Koppel y Schloss también lo hicieron a la élite colombiana. No obstante, en este caso, ellos se insertaron en una sociedad profundamente católica y heredera de un antisemitismo latente, por lo cual tuvieron que negociar con su identidad judía y con la de las mujeres con las que contrajeron matrimonio. En cuanto a Charles James, o Carlos Jaime, como se lo comenzó a llamar en Bogotá, el 15 de agosto de 1866 se casó con Sofía Valenzuela Suárez, perteneciente a una familia santandereana católica. Hasta donde sabemos, él ocultó su origen espurio en Jamaica y pocos supieron sobre la identidad judía de su padre. De esta manera, se garantizó que su descendencia se integrara a la élite local y que no se posara ninguna sombra sobre su origen.

En cuanto a Salomón, el 8 de marzo de 1875, cuando contaba con 44 años de edad, contrajo matrimonio con Mary Castello Brandon, hija de David Castello Montefiore, en la iglesia anglicana de St. Mathew, ubicada en Bayswater (Londres)88. Esto significa que para esta fecha ellos dos ya se habían convertido a esta rama inglesa del cristianismo. Este cambio, y otros, como que Salomón agregara el nombre de Friedrich a su nombre de nacimiento89, revelan su intención de integrarse a la sociedad bogotana, de manera que su origen judío no pusiera en peligro su posición como intermediario entre Colombia y los imperios británico y alemán.

El matrimonio de Salomón F. y Mary no dejó descendencia. Sin embargo, esto no fue obstáculo para que ellos dos conformaran una familia numerosa gracias a dos situaciones: la primera, que ella ya tenía cuatro hijos producto de un matrimonio anterior, los Child Castello; y, la segunda, que para ese momento ella también había tomado bajo su cuidado a varios de sus sobrinos, los Castello González. Por eso, Salomón F. se convirtió en el tío político de estos últimos, relación que determinó el traslado de la cuarta generación de esta familia extensa hasta Colombia.

La cuarta generación: Leo Siegfried y Emil Kopp Koppel

Cuando los sobrinos de Salomón F. tuvieron la edad adecuada, su familia los envió a formarse a distintas ciudades de Estados Unidos y Europa, donde se alojaron en casas de parientes consanguíneos y políticos. Así ocurrió con Jorge Daniel Brandon Castello González90 y, al parecer también, con Carlos Arturo Castello González, lo que explicaría que él hubiera conocido a Leo Siegfried y Emil Kopp Koppel en Frankfurt y los acompañara en el primer viaje que hicieron desde esa ciudad hasta Colombia en 187691. La historia de ellos dos, de Leo Siegfried y Emil, es más conocida gracias a Bavaria, la fábrica de cerveza que fundaron en Bogotá en 1889. Por eso, no nos vamos a detener en este negocio, aunque sí en varios aspectos de su biografía.

Leo Siegfried y Emil también nacieron en Offenbach en 1858 y 1863, respectivamente, en el hogar judío formado por Leopold Kopp Schloss y Johanna Koppel Mainz. Sus apellidos sugieren un parentesco consanguíneo con las familias que hemos tratado. Sin embargo, no conocimos ninguna evidencia que lo comprobara y lo cierto es que ni Salomón F. ni Leo Siegfried jamás afirmaron ser parientes. En todo caso, el matrimonio de Leo Siegfried con Mary Castello González, otra sobrina de Salomón F., lo convirtió en pariente político de toda la familia extensa que hemos tratado.

Siendo muy joven, el padre de Leo Siegfried y Emil heredó una fábrica de ropa para hombre que su propio padre, Jacob, había fundado en 1827 bajo el nombre de Jacob Kopp Söhne92. Desde entonces y hasta 1866 la firma funcionó en Offenbach, pero ese año los Kopp decidieron trasladarla a la vecina Frankfurt, donde creció notablemente hasta convertirse en una de las principales exportadoras de ropa de la ciudad93. Por eso, es probable que el viaje de los jóvenes Kopp en 1876 hubiera estado motivado, entre otras cosas, por la intención de la familia de inaugurar una cadena de distribución hacia el mercado suramericano.

En Colombia, ellos primero se asentaron en la región de Santander, pero pronto Leo Siegfried se instaló en Bogotá, donde estableció la sociedad Kopp & Castello en 1879, junto a sus futuros cuñados94. En 1893 esta firma fue sucedida por la Leo S. Kopp & Cía.95, a través de la cual, seis años después, él daría forma al Bazar Veracruz, el primer almacén por departamentos del país, que en su mejor momento llegó a vender 405 clases de mercancías, la mayoría importadas. Entre ellas, se encontraron productos tan diversos como abanicos, bayonetas, cueros de Rusia, driles, inodoros, floreros, gorros de paño para niño, hamacas, joyería de fantasía, licoreras, música impresa, navajas, ollas esmaltadas, pipas imitación ámbar, quillas con cuentas para trajes, ramos de flores artificiales, sobrecamas de seda, té de la China, vinos del Rhin y zapatos para señora96. Gracias a esta sociedad, y a otras que también formó, Leo Siegfried incursionó en una gran variedad de campos con notable éxito. Sin embargo, esto requirió que él hiciera significativas concesiones sobre su identidad judía.

Según sus declaraciones, Leo Siegfried contrajo matrimonio civil con Mary Castello González el 8 de enero de 1882 en el Consulado Británico de Bogotá, luego de lo cual, el mismo día, los recién casados se acercaron a la Notaría 2ª para oficializar esta unión ante las autoridades colombianas por medio de una escritura pública97. No obstante, los documentos originales revelan que ese domingo 8 de enero ninguna de las tres notarías de la ciudad emitió tal documento, por lo que esta afirmación es falsa. Ese día ellos sí se casaron en el Consulado Británico, pero no vieron la necesidad de legalizar su unión en Colombia, entre otras cosas, porque Mary era considerada británica, por lo que su matrimonio estaba cobijado por el mismo tratado comercial que se había establecido entre Colombia y Gran Bretaña en 1825. Sin embargo, la escala creciente de los negocios de Leo Siegfried en Colombia, sobre todo sus grandes inversiones industriales, nutridas más que nada con capital de judíos alemanes, demandaron seguridades adicionales frente al giro conservador que experimentó el país desde la década de 1880, que, entre otras cosas, abolió el matrimonio civil. Por eso, él se vio en la necesidad de asegurar la legalidad de su matrimonio ante la ley colombiana, y para esto no existía otro camino que ratificarlo por medio de una ceremonia católica: el 9 de agosto de 1896, en la parroquia de San Victorino de Bogotá, Leo Siegfried y Mary volvieron a contraer matrimonio, para lo cual requirieron de una dispensa de la Iglesia católica “por ser el novio de religión israelita y la novia católica”98. De este modo, Roma legitimó el matrimonio civil de los Kopp Castello y de sus descendientes, lo que garantizó su integración plena a la élite católica de la ciudad. En cuanto a Emil, que siempre acompañó las iniciativas de su hermano mayor, el 2 de agosto de 1903 se casó con Isabel Ángel Durán, otra bogotana católica, pero, a diferencia de Leo Siegfried, él sí se convirtió a la religión de su esposa. Consecuentemente, sus dos hijos fueron bautizados como católicos99.

Emil murió en Tocaima en agosto de 1913 y al parecer su cuerpo fue enterrado allí100. En el caso de Leo Siegfried, después de su muerte acaecida el 15 de septiembre de 1927, su cuerpo fue enterrado en el Cementerio Alemán de Bogotá101, otra clase de cementerio universal que él mismo había ayudado a fundar en 1912. Sin embargo, pronto después de su inhumación, ocurrió la última y más perdurable acción que buscó invisibilizar la identidad judía de Leo Siegfried: su familia desenterró su cuerpo y lo volvió a enterrar en el Cementerio Católico de la ciudad, en el mausoleo que construyeron para todos ellos, donde permanece hasta hoy.

Conclusiones

Es claro entonces que la familia extensa que conformaron los Stiebel, Schloss, Koppel y Kopp es uno de los mejores ejemplos de las poco estudiadas redes asquenazíes que sirvieron tanto a los intereses del Imperio británico sobre la América española, desde el siglo xviii hasta bien entrado el xx, como al proyecto de las élites de las nuevas repúblicas hispanoamericanas que buscaron insertarlas dentro del sistema global de la economía capitalista, en este caso, a Colombia en los circuitos del comercio transatlántico.

A través de estas redes comerciales, estas cuatro generaciones de migrantes sirvieron de intermediarios en la circulación de materias primas, mercancías, capitales, personas y saberes entre Europa y América durante más de un siglo. Sin embargo, esto no hubiera sido posible si no hubieran hecho todo tipo de concesiones sobre sus identidades judía y alemana. Los casos van desde aquellos que decidieron reproducir la vida observante y endogámica que imponía la tradición judía, hasta los que se convirtieron francamente a la religión imperante en las sociedades que les sirvieron de nuevo hogar, para incluso adquirir una nueva ciudadanía. En medio, conversiones sospechosas, matrimonios cristianos entre antiguos asquenazíes y sefaradíes, relaciones extramatrimoniales con europeos y africanos no judíos e hijos concebidos por fuera del matrimonio, que dieron origen a nuevas familias cristianas con antiguos apellidos asquenazíes. Más allá de estos extremos yacen cuerpos judíos enterrados en cementerios católicos en contra de su última voluntad y traducciones de apellidos inconvenientes que invisibilizaron de manera póstuma identidades judías o alemanas incómodas. En suma, ejemplos puntuales de todo el espectro de los mestizajes que dieron forma a Colombia y a otras repúblicas americanas y europeas durante la época contemporánea.

Bibliografía

Fuentes primarias

Archivos

Archivo General de la Nación (agn), Bogotá, Colombia, Sección Notarías (Notaría 1ª, Notaría 2ª, Notaría 3ª). [ Links ]

Archivos Nacionales del Reino Unido (anru), Richmond, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Fondo Home Office (Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence; Registered Papers), Fondo Office of Registry of Colonial Slaves and Slave Compensation Commission, (Records), Fondo Prerogative Count of Canterbury (Wills and Letters of Administration), Fondo uk & Irland Census (1861 England and Wales Census). [ Links ]

Casa de la Historia de la Ciudad de Frankfurt del Meno (chcfm), Offenbach, Alemania, Fondo Documentos de la Comunidad Judía (Registros de nacimiento). [ Links ]

Instituto Colombiano de Antropología e Historia (icanh), Bogotá, Colombia, documentos parroquiales de Bogotá, parroquia de San Victorino (Libros de matrimonios). [ Links ]

Instituto para la Historia de la Ciudad de Frankfurt del Meno (ihcfm), Frankfurt, Alemania, Fondo Asuntos del Concejo y Administración General (Peticiones al Senado). [ Links ]

Prensa

County Court Chronicles, Londres, 1916. [ Links ]

El Bazar Veracruz, Bogotá, 1899. [ Links ]

El Domingo, Bogotá, 1913. [ Links ]

El Mundo al Día, Bogotá, 1927. [ Links ]

El Nuevo Tiempo, Bogotá, 1903. [ Links ]

Revista del Mercado de Londres y Manchester de Schloss Brothers, Londres, 1913. [ Links ]

The Economist, Londres, 1860. [ Links ]

The Jerusalem Post, Jerusalén, 2007. [ Links ]

The Jewish Chronicle, Londres, 1874, 1906, 1911. [ Links ]

The London Gazette, Londres, 1845, 1859, 1872, 1880, 1886, 1935. [ Links ]

Fuentes primarias impresas

Anónimo. Guía oficial y descriptiva de Bogotá, 1858. Bogotá: Imprenta de la Nación, 1858. [ Links ]

Bigelow, John. Jamaica in 1850: or the Effects of Sixteen Years of Freedom on a Slave Colony. Nueva York: George P. Putnam, 1851. [ Links ]

Comisión de Arbitrios de la Cámara de Representantes. Informe de la Comisión de Arbitrios, 1849. Bogotá: Imprenta de Ancízar & Pardo, 1849. [ Links ]

High Court of Chancery. Reports of Cases Decided in the High Court of Chancery, by the Right Hon. Sir Lancelot Shadwell, Vice-Chancellor of England, 9 Vols. Nueva York: Banks, Gould & Co., 1851. [ Links ]

Krug, Georg Friedrich. Krug’s Adress-Buch von Frankfurt am Main, 1844. Frankfurt: Buchdruckerei von Benjamin Krebs, 1844. [ Links ]

Parra, Aquileo. Estadística de comercio esterior i de cabotaje i de los demás ramos relacionados con la hacienda nacional correspondientes al año de 1871 a 1872. Bogotá: Imprenta de Gaitán, 1873. [ Links ]

Sandler, Christoph. Handbuch der Leistungsfähigkeit der gesammten Industrie Deutschlands, Oesterreichs Elsass-Lothringens und der Schweiz, 1873. Leipzig: Verlag von Hermann Wölfert’s Buchhandlung, 1873. [ Links ]

Fuentes secundarias

Andrade, Jacob A. P. M. A Record of the Jews of Jamaica from the English Conquest to the Present Times. Kingston: Jamaican Times, 1941. [ Links ]

Arbell, Mordechai. The Portuguese Jews of Jamaica. Kingston: Canoe Press University of the West Indies, 2000. [ Links ]

Barfield, Thomas, editor. Diccionario de antropología. Barcelona: Bellaterra, 2001. [ Links ]

Botero Restrepo, María Mercedes. “La compañía minera de Antioquia (1875-1882): una organización empresarial”. En Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, 2 tomos, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara. Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003, t. 2, 677-703. [ Links ]

Botero Restrepo, María Mercedes. “Casas comerciales y circuitos mercantiles en Antioquia: 1842-1880”. Sociedad y Economía, n.º 12 (2007): 93-114. [ Links ]

Carnicelli, Américo. La masonería en la Independencia de América, 1810-1830, 2 tomos. Bogotá: Cooperativa Nacional de Artes Gráficas, 1970. [ Links ]

Carrasquilla Botero, Juan. Quintas y estancias de Santafé y Bogotá. Bogotá: Fondo de Promoción de la Cultura del Banco Popular, 1989. [ Links ]

Carreño Tarazona, Clara Inés. “Puertos locales y bienes de consumo: importación de mercancías finas en Santander, Colombia, 1870-1900”. América Latina en la Historia Económica 22, n.º 1 (2015): 85-144, doi: https://doi.org/10.18232/alhe.v22i1.600Links ]

Cohen, Robert. “Los sefarditas de las Indias Occidentales británicas”. En Los judíos de España. Historia de una diáspora (1492-1992), editado por Henry Méchoulan. Valladolid: Editorial Trotta/Sociedad Quinto Centenario/Fundación Amigos de Sefarad, 1993, 554-557. [ Links ]

Cordovez Moure, José María. Reminiscencias de Santafé y Bogotá. Bogotá: Fundación Editorial Epígrafe, 2006. [ Links ]

Duque, Ellie Anne. “Reglamento de la Sociedad Filarmónica”. Ensayos. Historia y Teoría del Arte IX, n.º 9 (2004): 235-265. [ Links ]

Duque Castro, María Fernanda. “Comerciantes y empresarios de Bucaramanga (1857-1885): una aproximación al neoinstitucionalismo”. Historia Crítica, n.º 29 (2005): 149-184, doi: https://doi.org/10.7440/histcrit29.2005.07 Links ]

Endelman, Todd. The Jews of Britain, 1656-2000. Berkeley: University of California Press, 2002. [ Links ]

Fawcett, Louise y Eduardo Posada Carbó. “Árabes y judíos en el desarrollo del Caribe colombiano, 1850-1950”. Boletín Cultural y Bibliográfico XXXV, n.º 49 (1998): 3-29. [ Links ]

Garay Celeita, Alejandro. Constelaciones visuales: la mirada del viajero durante el siglo xix en Colombia. Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2021 [en prensa]. [ Links ]

Grupo de Investigaciones Genealógicas José María Restrepo Sáenz. Genealogías de Santafé de Bogotá, 8 tomos. Bogotá: Editorial Gente Nueva, 1991-2011. [ Links ]

Henriques, H. S. Q. “The Political Rights of English Jews”. The Jewish Quarterly Review 19, n.º 2 (1907): 298-341, doi: https://doi.org/10.2307/1451130Links ]

Jolles, Micael A., Hilary L. Rubinstein y William D. Rubinstein. The Palgrave Dictionary of Anglo-Jewish History. Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2011. [ Links ]

Martínez Rey, José. Historia de la industria cervecera en Colombia. Bucaramanga: (Sic) Editorial, 2006. [ Links ]

Martínez Ruiz, Enrique. Quinta Sión. Los judíos y la conformación del espacio urbano de Bogotá. Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2018. [ Links ]

Melo, Jorge Orlando. Historia mínima de Colombia. Bogotá: Publicaciones Turner/El Colegio de México, 2017. [ Links ]

Mesa Bedoya, Ana María. “Redes comerciales en la segunda mitad del siglo xix: comerciantes antioqueños y firmas extranjeras”. HiSTOReLo 12, n.º 24 (2020): 109-146, doi: https://doi.org/10.15446/historelo.v12n24.80270Links ]

Mirvis, Stanley. The Jews of Eighteenth-Century Jamaica: A Testamentary History of a Diaspora in Transition. New Heaven: Yale University Press, 2020. [ Links ]

Molina Londoño, Luis Fernando. “La empresa minera del Zancudo (1848-1920)”. En Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, 2 tomos, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara. Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003, t. 2, 633-676. [ Links ]

Molina Londoño, Luis Fernando. Leo S. Kopp, 1858-1927. Historia de un visionario. Madrid: Editorial Maremágnum, 2019. [ Links ]

Restrepo Lince, Pastor. Genealogías de Cartagena de Indias. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1993. [ Links ]

Sachar, Howard M. A History of the Jews in the Modern World. Nueva York: Random House, 2005. [ Links ]

Safford, Frank. “El comercio de importación en Bogotá en el siglo xix: Francisco Vargas, un comerciante del corte inglés”. En Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, 2 tomos, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara. Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003, t. 1, 375-406. [ Links ]

Sourdis Nájera, Adelaida. El registro oculto. Los sefardíes del Caribe en la formación de la nación colombiana, 1813-1886. Bogotá: Academia Colombiana de Historia, 2003. [ Links ]

Tumburini, Francesco. “La cuestión Cerruti y la crisis diplomática entre Colombia e Italia (1885-1911)”. Revista de Indias LV, n.º 220 (2000): 709-733, doi: https://doi.org/10.3989/revindias.2000.i220.505 Links ]

Páginas de internet

“1839 Jamaica Almanac”. Jamaica FamilySearch, http://www.jamaicanfamilysearch.com/Members/AL39Lis2.htmLinks ]

“1910 Commercial Directory of Jamaica”. Jamaica FamilySearch, http://www.jamaicanfamilysearch.com/Members/1910d09.htmLinks ]

“Árbol genealógico familia Stiebel Schloss Koppel Kopp”. MyHeritage, https://n9.cl/2wz52Links ]

“Index of Families”. Judengasse Frankfurt am Main, http://www.judengasse.de/ehtml/findex.htmLinks ]

“Jamaica, Church of England Parish Register Transcripts, 1664-1880”. FamilySearch, https://www.familysearch.org/search/collection/1827268Links ]

* El presente artículo es resultado de la investigación que el autor realizó en el marco del Doctorado en Historia de la Universidad de Tel Aviv (Israel) entre 2011 y 2018. El resultado final fue aprobado en octubre de este último año y llevó por título “Expansión urbana, finca raíz e inmigrantes judíos: las inversiones inmobiliarias de Leo S. Kopp como estrategia de integración social en Bogotá, Colombia, 1889-1933”. Esta investigación se llevó a cabo gracias a la beca Francisco José de Caldas del Programa Nacional de Formación de Investigadores ‘Generación del Bicentenario’ de Colciencias, hoy Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la República de Colombia, y una beca de la Escuela de Historia Zvi Yavetz de la Universidad de Tel Aviv. La escritura del artículo fue posible gracias a la financiación de la Cátedra Spiwak para la Historia y Cultura del Judaísmo en Colombia de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

1“Notes of the week. Leopold Schloss”, The Jewish Chronicle, 8 de junio de 1906, 7.

2Se conoce como sefardíes a los judíos de origen español y a sus descendientes, dispersos por distintas partes del mundo, luego de su expulsión decretada por los Reyes Católicos en 1492.

3Los dos trabajos más importantes al respecto son: Louise Fawcett y Eduardo Posada Carbó, “Árabes y judíos en el desarrollo del Caribe colombiano, 1850-1950”. Boletín Cultural y Bibliográfico XXXV, n.º 49 (1998): 3-29; y Adelaida Sourdis Nájera, El registro oculto. Los sefardíes del Caribe en la formación de la nación colombiana, 1813-1886 (Bogotá: Academia Colombiana de Historia, 2003).

4Se conoce como asquenazíes a los judíos provenientes de Europa Central y Oriental cuya historia está determinada por el devenir de Alemania, Polonia, Austria, Hungría y Rusia, entre otros.

5No existen estimativos sobre la cantidad de judíos que arribaron en Colombia durante el siglo xix, pero sin duda fue un número muy pequeño. Por ejemplo, en el caso de Barranquilla, el centro urbano más importante del Caribe colombiano durante este período y donde más se establecieron extranjeros, Sourdis Nájera sugiere que para 1875 se habían instalado allí algo más de 73 sefaradíes y probablemente una decena de asquenazíes, entre 307 extranjeros. Ese mismo año la población de la ciudad alcanzó los 16 549 habitantes, por lo que los judíos, a pesar de ser el 27 % de los extranjeros, tan solo representaron alrededor del 0,5 % de la población de la ciudad. Sourdis, El registro, 65 y 75.

6Aunque es difícil encontrar una definición de familia que abarque toda la diversidad de esta forma de agrupación social, resulta útil para el propósito de este artículo definir qué se entiende por familia nuclear y familia extensa. En cuanto a lo primero, asumimos que es una agrupación social formada por dos personas y sus hijos e hijas, usualmente vinculadas entre sí por lazos consanguíneos; y, en cuanto a lo segundo, un grupo multigeneracional conformado por varias familias nucleares vinculadas entre sí por lazos consanguíneos o políticos. Una discusión interesante sobre las dificultades y limitaciones de las definiciones de familia se encuentra en: Thomas Barfield, editor, Diccionario de antropología (Barcelona: Bellaterra, 2001), 279-281.

7En este artículo solo vamos a dar cuenta de Frankfurt del Meno. Por eso, en adelante nos vamos a referir a esta ciudad simplemente como Frankfurt.

8Por ejemplo, entre 2000 y 2020 se publicaron al menos cinco trabajos que mencionan a estas casas comerciales, pero de manera marginal. Ver: María Mercedes Botero Restrepo, “Casas comerciales y circuitos mercantiles en Antioquia: 1842-1880”. Sociedad y Economía, n.º 12 (2007): 93-114; Clara Inés Carreño Tarazona, “Puertos locales y bienes de consumo: importación de mercancías finas en Santander, Colombia, 1870-1900”. América Latina en la Historia Económica 22, n.º 1 (2015): 85-144, doi: https://doi.org/10.18232/alhe.v22i1.600; María Fernanda Duque Castro, “Comerciantes y empresarios de Bucaramanga (1857-1885): una aproximación al neoinstitucionalismo”. Historia Crítica, n.º 29 (2005): 149-184, doi: https://doi.org/10.7440/histcrit29.2005.07; Ana María Mesa Bedoya, “Redes comerciales en la segunda mitad del siglo xix: comerciantes antioqueños y firmas extranjeras”. HiSTOReLo 12, n.º 24 (2020): 109-146, doi: https://doi.org/10.15446/historelo.v12n24.80270; Francesco Tumburini, “La cuestión Cerruti y la crisis diplomática entre Colombia e Italia (1885-1911)”. Revista de Indias LV, n.º 220 (2000): 709-733, doi: https://doi.org/10.3989/revindias.2000.i220.505

9Enrique Martínez Ruiz, Quinta Sión. Los judíos y la conformación del espacio urbano de Bogotá (Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2018); y Luis Fernando Molina Londoño, Leo S. Kopp, 1858-1927. Historia de un visionario (Madrid: Editorial Maremágnum, 2019).

10Todd Endelman, The Jews of Britain, 1656-2000 (Berkeley: University of California Press, 2002), 41-78.

11Howard M. Sachar, A History of the Jews in the Modern World (Nueva York: Random House, 2005), 100-104.

12Endelman, The Jews of Britain, 42-47.

13Micael A. Jolles, Hilary L. Rubinstein y William D. Rubinstein, The Palgrave Dictionary of Anglo-Jewish History (Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2011), 185.

14Stanley Mirvis, The Jews of Eighteenth-Century Jamaica: A Testamentary History of a Diaspora in Transition (New Heaven: Yale University Press, 2020), 10.

15Mirvis, The Jews, 111.

16Mirvis, The Jews, 49.

17Mirvis, The Jews, 68.

18H. S. Q. Henriques, “The Political Rights of English Jews”, The Jewish Quarterly Review 19, n.º 2 (1907): 317, doi: https://doi.org/10.2307/1451130

19Henriques, “The Political Rights”, 311.

20Robert Cohen, “Los sefarditas de las Indias Occidentales británicas”, en Los judíos de España. Historia de una diáspora (1492-1992), editado por Henry Méchoulan (Valladolid: Editorial Trotta/Sociedad Quinto Centenario/Fundación Amigos de Sefarad, 1993), 554-557.

21Mirvis, The Jews, 1 y 70. El punto más alto de la población judía de Jamaica se registró en 1881 cuando se contaron 2595 personas. Ver: Cohen, “Los sefarditas”, 555.

22Mordechai Arbell, The Portuguese Jews of Jamaica (Kingston: Canoe Press University of the West Indies, 2000), 22-31.

23“Árbol genealógico familia Stiebel Schloss Koppel Kopp”, MyHeritage (19 de septiembre de 2020), https://n9.cl/2wz52

24“Index of Families”, Judengasse Frankfurt am Main (19 de septiembre de 2020), http://www.judengasse.de/ehtml/findex.htm

25Michele Klein, “Sugar, Slavery and Jews”, The Jerusalem Post, 21 de noviembre de 2007.

26“Árbol genealógico”.

27Jacob A. P. M. Andrade, A Record of the Jews of Jamaica from the English Conquest to the Present Times (Kingston: Jamaican Times, 1941), 235.

28“Stiebel Samuel, from Germany”, Londres, 9 de junio de 1840, Archivos Nacionales del Reino Unido (anru), Richmond, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase, 12, pieza 8, 25-28.

29“Schloss v. Stiebel”, en High Court of Chancery, Reports of Cases Decided in the High Court of Chancery, by the Right Hon. Sir Lancelot Shadwell, Vice-Chancellor of England, Vol. 6 (Nueva York: Banks, Gould & Co., 1851), 3-5.

30“Schloss, Sigismund, from Frankfort-on-Maine”, Londres, 5 de mayo de 1858, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 84, pieza 2657, 1-8.

31“Solomon David Schloss”, The Jewish Chronicle, 29 de septiembre de 1911, 24.

32“Schloss, Solomon, from Frankfort-on-Mayne”, Londres, 10 de diciembre de 1866, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 135, pieza 5283, 1-9.

33“Stiebel, Sigismund, from Frankfort”, Londres, 14 de abril de 1849, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 30, pieza 970, 1-14.

34“1839 Jamaica Almanac”, Jamaica Family Search (20 de septiembre de 2020), http://www.jamaicanfamilysearch.com/Members/AL39Lis2.htm

35“Schloss, Sigismund, from Frankfort-on-Maine”, 1-8.

36M. N. Nathan, “English and German Synagogue, Kingston, Jamaica”, The Jewish Chronicle, 11 de diciembre de 1874, 597.

37Arbell, The Portuguese Jews, 50.

38“A Return of Slaves in the Parrish of Kingston, in the Possession of Sigismund Stiebel as Owner”, Kingston, 28 de junio de 1826, anru, Office of Registry of Colonial Slaves and Slave Compensation Commission, Registros, grupo T-71, pieza 102, 1.

39John Bigelow, Jamaica in 1850: or the Effects of Sixteen Years of Freedom on a Slave Colony (Nueva York: George P. Putnam, 1851), 15.

40Jolles, Rubinstein y Rubinstein, The Palgrave Dictionary, 962.

41“Will of Bernhard Stiebel of Kinston Surrey, Island of Jamaica”, Kingston, 31 de marzo de 1831, anru, Records of the Prerogative Count of Canterbury, Wills and Letters of Administration, grupo PROB-11, clase 1783, pieza 290, f. 263r.

42Pastor Restrepo Lince, Genealogías de Cartagena de Indias (Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1993), 498.

43High Court of Chancery, Reports of Cases Decided, 4.

44“Árbol genealógico”.

45“Jamaica, Church of England Parish Register Transcripts, 1664-1880”, FamilySearch (28 de septiembre de 2020), https://www.familysearch.org/ark:/61903/1:1:VH6H-YW6

46“1910 Commercial Directory of Jamaica”, Jamaica FamilySearch (21 de septiembre de 2020), http://www.jamaicanfamilysearch.com/Members/1910d09.htm

47Frank Safford, “El comercio de importación en Bogotá en el siglo xix: Francisco Vargas, un comerciante del corte inglés”, en Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, 2 tomos, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara (Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003), t. 1, 375-406.

48Sourdis, El registro, 35-39.

49Leopold afirma haber llegado a Jamaica en 1843, luego de haber pasado unos meses en Inglaterra. Daniel no dice nada al respecto. “Schloss, Leopold, from Frankfort-on-Mayne”, Londres, 26 de noviembre de 1870, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 166, pieza A134, 1-15; y “Schloss, Daniel Hirsch, from Frankfort-on-Mayne”, Londres, 2 de diciembre de 1871, anru, Home Office, Registered Papers, grupo HO-45, clase 9295, pieza 8702, 1-2.

50Andrade, A Record of the Jews, 235.

51“Poder. Escritura sin número”, Bogotá, 29 de noviembre de 1845, Archivo General de la Nación (agn), Bogotá, Colombia, Sección Notarías, Notaría 3ª, ff. 408-411.

52Américo Carnicelli, La masonería en la Independencia de América, 1810-1830 (Bogotá: Cooperativa Nacional de Artes Gráficas, 1970), t. 1, 205.

53“Poder. Escritura sin número”, Bogotá, 29 de noviembre de 1845, ff. 408-411.

54“Venta de casa. Escritura sin número”, Bogotá, 19 de octubre de 1846, agn, Sección Notarías, Notaría 3ª, ff. 888r-890. En la Guía oficial de Bogotá de 1858, se dice que la casa está marcada con el número 109. Curiosamente, esta misma publicación da cuenta de que “José A. Mocata”, comerciante, se encontraba instalado en la ciudad. Sobre él no se tienen noticias, pero su apellido revela su parentesco con una de las familias de la Cousinhood. Anónimo, Guía oficial y descriptiva de Bogotá, 1858 (Bogotá: Imprenta de la Nación, 1858), 109 y 111.

55Ellie Anne Duque, “Reglamento de la Sociedad Filarmónica”. Ensayos. Historia y Teoría del Arte IX, n.º 9 (2004): 235-265. En el caso de ellos y sus familias también ocurre lo mismo que con la familia extensa que estamos tratando: se los menciona en múltiples trabajos, incluso muy recientes, sin jamás contemplar su identidad judía como una variable relevante. Por ejemplo, para David Castello Montefiore, ver: Alejandro Garay Celeita, Constelaciones visuales: la mirada del viajero durante el siglo xix en Colombia (Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2021) (en prensa).

56“Poder general. Escritura sin número”, Bogotá, 18 de enero de 1847, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 43r-46; “Poder especial. Escritura sin número”, Bogotá, 4 de febrero de 1848, agn, Sección Notarías, Notaría 3ª, ff. 66r-67; y “Escritura sin número”, Bogotá, 22 de marzo de 1848, agn, Sección Notarías, Notaría 3ª, ff. 416-416r.

57“Poder amplio. Escritura sin número”, Bogotá, 23 de junio de 1847, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 319-319r; y “Escritura sin número”, Bogotá, 27 de enero de 1848, agn, Sección Notarías, Notaría 3ª, ff. 11-11r.

58Georg Friedrich Krug, Krug’s Adress-Buch von Frankfurt am Main, 1844 (Frankfurt: Buchdruckerei von Benjamin Krebs, 1844), 287.

59“A. C. Obligación. Escritura sin número”, Bogotá, 29 de julio de 1847, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 349-349r; y Juan Carrasquilla Botero, Quintas y estancias de Santafé y Bogotá (Bogotá: Fondo de Promoción de la Cultura del Banco Popular, 1989), 76.

60Comisión de Arbitrios de la Cámara de Representantes, Informe de la Comisión de Arbitrios, 1849 (Bogotá: Imprenta de Ancízar & Pardo, 1849), 8-9.

61Jorge Orlando Melo, Historia mínima de Colombia (Bogotá: Publicaciones Turner/El Colegio de México, 2017), 134-137.

62La primera referencia explícita a esta casa comercial que pudimos conocer aparece en un documento de 1847: “Poder general. Escritura sin número”, Bogotá, 18 de enero de 1847, ff. 43r-46.

63“Schloss, Solomon, from Frankfort-on-Mayne”, Londres, 10 de diciembre de 1866, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 136, pieza 5283, 1-9; y “Obituary. The Late Mr. Solomon D. Schloss”, The Jewish Chronicle, 6 de octubre de 1911, 16.

64“Schloss, Sigismund, from Frankfort-on-Maine”, Londres, 5 de mayo de 1858, anru, Home Office, Denization and Naturalisation [sic] Papers and Correspondence, grupo HO-1, clase 84, pieza 265, 1-8.

65“Sigismund Schloss”, Manchester, 7 de abril de 1861, anru, uk & Irland Census, 1861 England and Wales Census, grupo RG-09, pieza 2590, 127.

66Safford, “El comercio”, 383.

67María Mercedes Botero Restrepo, “La compañía minera de Antioquia (1875-1882): una organización empresarial”, en Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara (Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003), t. 2, 698; Botero Restrepo, “Casas comerciales”, 95-107; Mesa Bedoya, “Redes comerciales”, 126 y 134; Luis Fernando Molina Londoño, “La empresa minera del Zancudo (1848-1920)”, en Empresas y empresarios en la historia de Colombia. Siglos xix-xx, compilado por Carlos Dávila L. de Guevara (Bogotá: Editorial Norma/Ediciones Uniandes, 2003), t. 2, 651; y “Crónica comercial”, Revista del Mercado de Londres y Manchester de Schloss Brothers, 3 de noviembre de 1913, 1-2.

68Aquileo Parra, Estadística de comercio esterior i de cabotaje i de los demás ramos relacionados con la hacienda nacional correspondientes al año de 1871 a 1872 (Bogotá: Imprenta de Gaitán, 1873), 83-84.

69“Escritura sin número”, Bogotá, 30 de julio de 1855, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, citada en “Escritura 559”, Bogotá, 3 de junio de 1957, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 202-204; y “Tobacco plantations in the district of Ambalema, New Granada”, The Economist, 7 de enero de 1860, 28.

70“Escritura 326”, Bogotá, 5 de marzo de 1860, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 603-607r.

71“Escritura 181”, Bogotá, 30 de marzo de 1861, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 418-419.

72José María Cordovez Moure, Reminiscencias de Santafé y Bogotá (Bogotá: Fundación Editorial Epígrafe, 2006), 763.

73Martínez Ruiz, Quinta Sión, 115-160.

74“Notices”, The London Gazette, 15 de abril de 1845, 1147.

75“Notices”, The London Gazette, 5 de julio de 1859, 2608.

76“Notices”, The London Gazette, 9 de enero de 1872, 98.

77“Notices”, The London Gazette, 2 de enero de 1880, 11.

78“Notices”, The London Gazette, 16 de enero de 1886, 230.

79“Receiving Orders and Adjudications. Bankrupts”, County Court Chronicles, 1º de agosto de 1916, 370.

80“Release of Trustees”, The London Gazette, 4 de octubre de 1935, 6280.

81David Leopold Bethel Schloss cambió su apellido por Castle el 26 de agosto de 1914, Horatio Montefiore Schloss el 14 de junio del año siguiente y Francis Sigismund Schloss el 19 de septiembre siguiente. “Certificación de John Watt, notario público de la ciudad de Londres”, Londres, 15 de octubre de 1915, incluido en “Escritura 29”, Bogotá, 7 de enero de 1916, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 110-113r.

82“Escritura 799”, Bogotá, 26 de junio de 1860, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 728r-729r.

83“Escritura 191”, Bogotá, 6 de abril de 1861, agn, Sección Notarías, Notaría 1ª, ff. 434r-435r.

84El Estado Soberano de Santander fue el nombre que recibieron los actuales departamentos de Santander y Norte de Santander entre 1863 y 1888, dentro de la organización federal de los Estados Unidos de Colombia.

85“Escritura 1935”, Bogotá, 6 de diciembre de 1893, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 528r-533.

86“Escritura 1786”, Bogotá, 10 de diciembre de 1907, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, citada en “Escritura 790”, Bogotá, 12 de junio de 1909, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 605-609r.

87“Escritura 1268”, Bogotá, 31 de agosto de 1910, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, citada en “Escritura 791”, Bogotá, 12 de junio de 1909, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 610-614r.

88“Árbol genealógico”.

89“Carta de Salomón Koppel, Cónsul de Alemania en Santa Fe, Colombia, a la ciudad de Offenbach del Meno”, Offenbach, 31 de mayo de 1875, Casa de la Historia de la Ciudad de Frankfurt del Meno (chcfm), Offenbach, Alemania, Documentos de la comunidad judía, Registros de nacimiento, Nacimientos de 1830-1835, f. 45.

90Grupo de Investigaciones Genealógicas José María Restrepo Sáenz, Genealogías de Santafé de Bogotá, tomo II (Bogotá: Editorial Gente Nueva, 1992), 223.

91José Martínez Rey, Historia de la industria cervecera en Colombia (Bucaramanga: (Sic) Editorial, 2006), 298.

92Christoph Sandler, Handbuch der Leistungsfähigkeit der gesammten Industrie Deutschlands, Oesterreichs Elsass-Lothringens und der Schweiz, 1873 (Leipzig: Verlag von Hermann Wölfert’s Buchhandlung, 1873), 104.

93“Kopp, Leopold: Kaufmann aus Offenbach, vertreten durch Anwalt Dr. S. Fuld”, Frankfurt, 27 de febrero de 1866, Instituto para la Historia de la Ciudad de Frankfurt del Meno (ihcfm), Frankfurt, Alemania, Asuntos del Concejo y Administración General, Peticiones al Senado, tomo 866, número 18, ff. 1-9.

94“Escritura 945”, Bogotá, 14 de junio de 1880, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 1690-1691r.

95“Escritura 286”, Bogotá, 25 de febrero de 1893, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 959-961.

96“Bazar Veracruz. Almacén de Leo S. Kopp & Cía.”, El Bazar Veracruz, 8 de julio de 1899, 3-6.

97“Testamento de Leo Siegfried Kopp”, Bogotá, 11 de noviembre de 1921, protocolizado en “Escritura 3174”, Bogotá, 27 de octubre de 1927, agn, Sección Notarías, Notaría 2ª, ff. 275-285r.

98“Registro del matrimonio de Leo Siegfried Kopp y Mary Castello González”, Bogotá, 9 de agosto de 1896, Instituto Colombiano de Antropología e Historia (icanh), Bogotá, Colombia, documentos parroquiales de Bogotá, parroquia de San Victorino, Libros de matrimonios, tomo 4, f. 249r.

99“Notas sueltas”, El Nuevo Tiempo, 7 de agosto de 1903, 2.

100“Duelo”, El Domingo, 3 de agosto de 1913, 2.

101“El entierro de Don Leo S. Kopp”, El Mundo al Día, 16 de septiembre de 1927, 23.

Cómo citar: Martínez Ruiz, Enrique. “Los asquenazíes del Caribe: redes transatlánticas de comercio y migración entre Frankfurt y Bogotá, a través del Imperio británico en el siglo xix”. Historia Crítica, n.° 80 (2021): 57-79, doi: https://doi.org/10.7440/histcrit80.2021.04

Recibido: 29 de Septiembre de 2020; Aprobado: 12 de Enero de 2021

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons