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Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía

versão impressa ISSN 0121-215Xversão On-line ISSN 2256-5442

Cuad. Geogr. Rev. Colomb. Geogr. vol.32 no.2 Bogotá jul./dez. 2023  Epub 29-Fev-2024

 

Editorial

Territorios devastados y cuerpos enfermados. De la crisis de la forma ciudad al COVID-19

Devastated Territories and Sick Bodies. From the Crisis of the City Form to the COVID-19

Territórios devastados e corpos doentes. Da crise da forma da cidade à COVID-19

Josemanuel Luna-Nemecio  , Editor invitado
http://orcid.org/0000-0002-6850-3443

Universidad Autónoma de Zacatecas, Zacatecas - México. josmaluna2@gmail.com - ORCID: 0000-0002-6850-3443.


Durante la hegemonía del patrón neoliberal de acumulación de capital, los procesos de producción del espacio urbano se especificaron como una síntesis de la degradación civilizatoria característica de la vuelta del siglo XX al XXI (Veraza 2021). En este sentido, la ciudad capitalista, como proyecto civilizatorio, no solo constituye un espacio de la producción del individuo, en términos del gozne entre la comunidad doméstica y la comunidad doméstica específicamente capitalista (Veraza 2005), sino que, además, articula y potencia las diversas contradicciones presentes en la totalidad de dimensiones de lo público y lo privado, sobre todo en lo concerniente al desarrollo de las relaciones sociales de producción y de las fuerzas productivas del capital (Barreda 2006).

Como un desprendimiento, pero, sobre todo, como una complicación de la referida paradoja, la forma ciudad terminó siendo un correlato espacial y procreativo del desarrollo industrial de los territorios a nivel mundial. Así, como unidad histórico-espacial concreta, la ciudad aglutina las relaciones sociales específicamente capitalistas; es decir, es una expresión geográfica (geoeconómica y geopolítica) de la subsunción formal del proceso de trabajo inmediato por el capital (Veraza 2018). De esta forma, la ciudad se compone de zonas proletarias y zonas burguesas, así como de espacios donde ambas se fusionan y superponen de manera contradictoria; por lo tanto, lo urbano es el escenario en el que acontece la lucha de clases.

Por otro lado, la forma urbana de la reproducción social es una expresión de la subsunción real del proceso de trabajo por el capital (Marx 2001). Esto lo ilustra la concentración de los centros públicos y privados de desarrollo científico, junto con la totalidad de las enormes redes automáticas de comunicación y transporte multimodal, cuyo núcleo está conformado, preponderantemente, por una diversidad de vehículos automotores de tipo privado, movidos con energía fósil. La ciudad contemporánea se presenta como un sistema automático de máquinas que se articula con los millones de proletarios que, bajo la forma de urbanitas enajenados, privatizados y proletarizados, se insertan en los espacios de producción, distribución y consumo de mercancías, al tiempo que estructuran el núcleo procreativo, práctico e ideológico de la vida cotidiana citadina, subsumida realmente por el capital.

Desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad, la medida geopolítica de las ciudades ha superado los propios límites biofísicos que la contenían y posibilitaban, en la forma de pequeñas, medianas o, incluso, grandes ciudades. Así, por ejemplo, los ríos, los bosques y la misma tierra -en cuanto terreno de construcción- dejaron de constituir las bases materiales sustanciales para el crecimiento y desarrollo de las ciudades y, en consecuencia, éstas se desbordaron espacialmente, hasta que su forma y contenido son los de una megalópolis o, más específicamente, los de un sistema regional de corredores urbanos que se estructuran jalonados por la expansión frenética de vialidades y supercarreteras, cuya construcción la lleva a cabo el Estado, aunque normalmente son operadas por grupos de capital privado.

Dicha situación fue posible gracias al desarrollo de las fuerzas productivas técnicas y generales del capital que posibilitaron construir y entretejer toda una red metabólica de corredores comunicacionales y de transporte, así como redes de agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, abasto de combustibles, puertos multimodales, espacios de recreación y seguridad pública, que no dependieran directamente de la disponibilidad inmediata de dichos recursos (Barreda 2006). La forma social de la reproducción civilizatoria llamada ciudad ha de ser vista, entonces, como un gran metabolismo social en el que convergen muchos otros metabolismos; es decir, una gran red de redes (Barreda 2006), cuya expansión se puede dar por especulación inmobiliaria, densificación urbana o gentrificación.

En tercer lugar, la ciudad contemporánea es expresión histórica de la subsunción real del consumo bajo el capital (Veraza 2008), entendida como forma complicada de la subsunción real del proceso de trabajo inmediato. Por consiguiente, la ciudad en sí misma ha de ser considerada un valor de uso nocivo, producido por la tecnológica capitalista de especificidad nociva que estructura los medios sociales de producción de lo urbano. Pero, además, la forma ciudad subsumida realmente bajo el capital debe ser vista como espacio en el que se sintetiza, converge, articula y superpone el gran arsenal de valores de uso nocivos producidos por el capital industrial.

Ilustraciones de la ciudad como un valor de uso nocivo las podemos encontrar en diversos casos de supe-rexplotación de los recursos naturales, así como de alta contaminación de agua, aire y suelo. El espacio urbano construido se especifica por la degradación de los territorios que conforman el metabolismo social-ambiental de las ciudades. De esta manera, los problemas para la reproducción social -cuando actualmente más del 56 % de la población mundial habita en ciudades- ya no pasan solo por aquellos ligados a la propia lógica de la propiedad privada capitalista, que impacta en el valor de uso ciudad, sino que se dan en el contexto de una contradicción entre lo público y lo privado y en una normalidad degradada de la vida cotidiana.

Como resultado de la represión de las fuerzas productivas procreativas y de la comunidad doméstica frente al desarrollo de las fuerzas productivas del capital, la forma ciudad genera una infraestructura urbana de corte destructivo. El metabolismo urbano es degradante, ya que, de suyo, está constituido por una variedad de espacios, infraestructuras y productos característicos de una gran barbarie civilizatoria, como gasolineras, centros comerciales, tiendas de conveniencia, bares, casinos, rellenos sanitarios y contenedores de basuras industriales, agroindustriales y hospitalarias, cuarteles policiacos y militares, antenas de telefonía celular e internet, supercarreteras, alimentos ultraprocesados, automóviles, anuncios espectaculares, etcétera.

Para cada una de las dimensiones que dictan la lógica y la estructura del proyecto civilizatorio de la ciudad -en la forma neoliberal del desarrollo capitalista-, el espacio urbano construido es signo de la gran barbarie civilizatoria propia de la subsunción real del consumo. Ante dicha pulsión, marcada por la incertidumbre y el riesgo, la ciudad neoliberal aparece como un gozne que articula una producción contradictoria tanto de la socialidad en cuanto tal como de la propia reproducción de la naturaleza en su conjunto, razón por la cual representa un colapso metabólico socioambiental total.

Una muestra de lo anterior la podemos encontrar en los referidos contenidos técnicos y de telecomunicación, en las infraestructuras de alto consumo de materiales, energía y recursos naturales y, sobre todo, en las redes metabólicas de contaminación dentro de las ciudades. El carácter nocivo y abiertamente destructivo de estas fuerzas productivas urbanas ha producido un sinnúmero de consecuencias; por ejemplo, se han vuelto condición de posiblidad para la producción de diversas patologías, tanto de tipo infecto contagioso como, sobre todo, de corte crónico degenerativo.

La destrucción del sistema inmunológico de las comunidades urbanas, que son enfermadas y expropiadas del derecho humano a vivir hasta la vejez, constituye hoy en día una de las desafortunadas características de la vida en ciudad, que funciona como un inmenso laboratorio epidemiológico en el que se ha visto surgir y resurgir un alarmante catálogo de agentes patógenos, producto tanto de zoonosis como de mutagénesis naturales y sintéticas de virus y bacterias, que afloran en los sistemas inmunológicos de cuerpos debilitados o claramente destruidos.

Entre los múltiples ejemplos de patologías desarrolladas a partir de la decadencia de vida de las ciudades, podemos resaltar aquellas enfermedades relacionadas con la mutagénesis o síntesis de nuevos tipos de virus (Sars-H5N1, H1N1, MERS y Sars-CoV-2), cuya patogénesis se genera al entrar en contacto con cuerpo enfermos, los cuales son un correlato de la degradación ambiental de los territorios, efecto de la inconmensurable contaminación de los territorios. Y es precisamente atendiendo a una enfermedad como el covro-19 que resalta importante dar cuenta de la producción social de poblaciones enfermadas por los procesos de producción y reconfiguración del espacio geográfico, en lo que corresponde tanto a la forma ciudad como a la ruralidad adyacente.

En términos generales, las medidas institucionales que derivan de la acción orquestada de los grupos de capital farmacéutico, nanotecnológico y de biotecnología que se encuentran detrás de la Organización Mundial de la Salud para hacer frente al crecimiento de casos confirmados de COVID-19 crearon y/o agudizaron las heterogéneas problemáticas relacionadas con el vivir en la ciudad neoliberal. En este sentido, el capital global aprovechó la curva ascendente de los casos confirmados de personas infectadas por Sars-CoV-2 para diseñar e implementar una serie de contrapesos totalitarios frente a la caída global de la tasa de ganancia y avanzar hacia la reconfiguración del escenario geopolítico mundial.

Dicho lo anterior, lo que ha mostrado la enfermedad del COVID-19 y el subyacente manejo institucional en torno a ella es que la producción de cuerpos enfermados que caracteriza la cotidianidad urbana y rural de nuestra sociedad se corresponde con la red global de ciudades que actualmente constituye el centro del mercado mundial capitalista. Asimismo, se ha de considerar que todos los consumos productivos y sociales dentro de las ciudades han servido como factores de agudización de los circuitos epidemiológicos de propagación del más reciente de los coronavirus al interior de las ciudades.

Ante tiempos históricos tan turbulentos como los que evidenció la pandemia por COVID-19 -con todo el diseño de políticas y medidas que se implementaron, los nuevos mecanismos de acumulación de ganancias, el mayor control social y, en cierta medida, el atempera-miento epidemiológico-, el COVID-19 es el epítome de la crisis de la forma ciudad. De allí que fuese necesario hacer una síntesis de los diversos análisis que surgieron hasta ahora, a la luz de los escenarios de riesgo y vulnerabilidad inaugurados o intensificados, desde fines de 2019 hasta nuestros días, conforme se territorializaba la enfermedad. Por lo tanto, los resultados de investigaciones presentes en los artículos que conforman la edición 32 (2), julio-diciembre de 2023 de Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía, responden atinadamente al tema "Ciudades y COVID-19: nuevos caminos para pensar el territorio".

Como editores invitados, la intención fue incidir en la producción social del conocimiento geográfico respecto de la coyuntura sanitaria y urbana de la vuelta de siglo, como dimensiones torales de la degradación civilizatoria expresada en la coyuntura del COVID-19, crisis que, como nos presenta Jorge Veraza en el primer artículo de este dosier, se da en medio de un boyante desarrollo capitalista. El resto de artículos de este número acogen una heterogeneidad de miradas que va desde la geografía, la ciencia política y la sociología hasta el urbanismo, con enfoque transdisciplinar, para dar cuenta de la expresión local y regional de las consecuencias ambientales, económicas, alimentarias, educacionales, de movilidad y de seguridad humana de la cuarentena impuesta a nivel global con la declaratoria de pandemia por COVID-19.

En la medida en que no es total el dominio del capital, con su personificación en empresas privadas capitalistas y su transfiguración social en Estado y gobiernos, las miradas de los autores van más allá de los diagnósticos teóricos o de casos específicos, para dar cuenta de los mecanismos con que luchar y resistir, para conquistar el derecho a vivir en ciudades construidas para la vida y no para la muerte, el derecho a contar con ciudades que puedan disfrutar todas las edades y no solamente los adultos en edad "productiva", el derecho a poder vivir saludablemente, hasta llegar a ser viejo, en ciudades que cuiden e impulsen el florecimiento del metabolismo social y ambiental. En síntesis, a los artículos los anima la posibilidad de configurar la ciudad como una verdadera fuerza productiva civilizatoria (Gouttefanjat 2020) y, por lo tanto, la perspectiva de inaugurar una producción social del espacio basada en una verdadera sustentabilidad (Luna-Nemecio y Tobón 2021).

Por último, queremos reconocer, agradecer y felicitar profundamente a cada uno de los autores que confiaron en la revista Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía al compartir los resultados de sus investigaciones. También agradecemos encarecidamente a los pares evaluadores, quienes hicieron que los manuscritos publicados pudiesen ser mejorados sustancial y formalmente. De la misma manera, gracias a Gloria Yulier Cadena y todo el equipo del Centro Editorial de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, especialmente al Dr. José Daniel Pabón-Caicedo, por mantener siempre a la revista Cuadernos de Geografía como un espacio abierto al debate.

Referencias

Barreda, Andrés. 2006. "Impacto ambiental y social global de las megainfraestructuras de transporte". Ecología Política, no. 31, 41-51. [ Links ]

Gouttefanjat, Fleur. 2020. "El maíz como fuerza productiva civilizatoria: ecología y comunidad en Mesoamérica". Pacha. Revista de Estudios Contemporáneos del Sur Global 1 (3): 51-63. https://doi.org/10.46652/pacha.v1i3.43Links ]

Luna Nemecio, Josemanuel y Sergio Tobón. 2021. "Urbanización sustentable y resiliente ante el COVID-19: nuevos horizontes para la investigación de las ciudades". Revista Universidad y Sociedad 13 (1): 110-118. [ Links ]

Marx, Karl. 2001. "Resultados inmediatos del proceso de producción". En El capital, libro i, cap. vi (inédito). México: Siglo XXI. [ Links ]

Veraza Urtuzuástegui, Jorge. 2005. "El desarrollo paradójico del sujeto histórico en los siglos XX y XXI: clase y multitud". Polis 1 (2): 205-229. [ Links ]

Veraza Urtuzuástegui, Jorge. 2008. Subsunción real del consumo bajo el capital. Dominación fisiológica y psicológica en la sociedad contemporánea. México: ITACA. [ Links ]

Veraza Urtuzuástegui, Jorge. 2018. "Subsunción formal y sub-sunción real del proceso de trabajo bajo el capital y medida geopolítica de capital. A 150 años de la publicación del tomo i de El capital de Marx ". En A150 años de la primera edición de El capital. 1867-2017. Compilado por Inés Moreno y Gustavo Pereira, 65-77. Montevideo: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad de la República. [ Links ]

Veraza Urtuzuástegui, Jorge. 2021. "Forma natural humana frente a la crisis de identidad múltiple, en la época de la degradación civilizatoria". Ecuador Debate, no. 113, 73-95. [ Links ]

CÓMO CITAR ESTE DOCUMENTO: Luna-Nemecio, Josemanuel; 2023. "Editorial. Territorios devastados y cuerpos enfermados. De la crisis de la forma ciudad al COVID-19". Cuadernos de Geografía: Revista Colombiana de Geografía 32 (2): 258-261.

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