SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.17 issue2Urban economic-environmental dilemas in Latin American citiesThe Andean Community of Nations in crisis: The influence of the societal actors author indexsubject indexarticles search
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • On index processCited by Google
  • Have no similar articlesSimilars in SciELO
  • On index processSimilars in Google

Share


Investigación y Desarrollo

Print version ISSN 0121-3261On-line version ISSN 2011-7574

Investig. desarro. vol.17 no.2 Barranquilla July/Dec. 2009

 

LA INTEGRACIÓN COMO AGENTE DEL DESARROLLO URBANO: PETROCARIBE Y LA CIUDAD DE CIENFUEGOS EN EL CONTEXTO INTEGRADOR CARIBEÑO Y LATINOAMERICANO

Integration as a urban development agent: Petrocaribe and the city of Cienfuegos in the integrationist context f the Caribbean basin and Latin America

Orestes Sardinas Gómez

Máster en Ciencias en Gestión Ambiental, Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Avanzadas (INSTEC) de Cuba (2005), investigador agregado del Instituto de Geografía Tropical, La Habana (Cuba). orestess@geotech.cu

Obllurys Cárdenas López

Máster Geografía, Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Facultad de Geografía, Universidad de La Habana (2000). Aspirante a investigador del Instituto de Geografía Tropical, La Habana (Cuba). grisell@geotech.cu

Grisel Barranco Rodríguez

Máster Geografía, Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, Facultad de Geografía, Universidad de La Habana (1998). Investigador Auxiliar del Instituto de Geografía Tropical, La Habana (Cuba). obllurys@geotech.cu

Correspondencia: Instituto de Geografía Tropical, calle F N° 302 esquina a 13, Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana, cp 10400 (Cuba).

FECHA DE RECEPCIÓN: JULIO 28 DE 2009
FECHA DE ACEPTACIÓN: AGOSTO 21 DE 2009


RESUMEN

Este artículo trata de forma breve los antecedentes de la integración en América Latina y el Caribe, profundizando en el ALBA y su Proyecto Petrocaribe, y en la inversión de éste en la antigua refinería de petróleo de la ciudad cubana de Cienfuegos. Su objetivo es relacionar los cambios que dicha acción integradora ha inducido dentro del desarrollo de la ciudad, y se concluye que han sido beneficiosos y abren nuevas perspectivas de desarrollo urbano.

PALABRAS CLAVE: América Latina, Caribe, integración, ciudad.


ABSTRACT

The backgound of the socio-economic integration of Latin America through the ALBA and its oil development project Petrocaribe are considered in this paper. The petrocaribe's investment in the old oil refinery of the Cuban city Cienfuegos has promoted succesful changes in the development of the City. This helps to open new perspectives to urban development.

KEYWORDS: Latin America, Caribbean, integration, city.


LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA.

ANTECEDENTES Y PERSPECTIVAS

La integración puede ser vista desde muy diversas aristas y puntos de vista; pero ya sea económica, política, cultural o inclusive múltiple, de manera general apunta a la concertación de acuerdos y mecanismos que sobre la base de similitudes, la complementa-ción y el interés común de los países posibilite el logro de objetivos específicos.

Barranco et al. (2001) la definen como "la unión de intereses entre los países y la ejecución de acciones sobre aquellos elementos claves que propicien el desarrollo económico y social, basado en el cuidado de los recursos naturales y el medio ambiente". Esta definición, por su sentido holístico, varía la percepción reduccionista a los temas económicos, dimensionando y adecuando el desarrollo a un espectro más amplio de satisfactores en función de la población local, y observando además una posición de avanzada, al hacerla convergente con la conservación ambiental.

El espíritu de integración en América Latina no es algo nuevo. Antecedentes sobre ello se remontan hasta fecha tan lejana como 1790, cuando Francisco de Miranda proponía la creación de un gran Estado hispanoamericano denominado Colombia, que se extendería desde las orillas del Missisipi hasta el Cabo de Hornos. Durante las guerras de independencia en el continente igual idea primó en el pensamiento y la obra de próceres como Simón Bolívar, José de San Martín y Antonio José de Sucre, por sólo citar algunos. Todos aquellos intentos, tendientes a la integración política más que todo, fracasaron producto de pugnas internas y nacionalismos estrechos, pero también porque la época histórica precisaba de la propia consolidación de los nuevos estados latinoamericanos, con graves diferencias internas aún por resolver.

Entrado el siglo XX comienzan a conformarse iniciativas tanto económicas como políticas, que ya evidencian una intención a establecer un marco integrador al menos a escalas subregionales. La Asociación Latinoamericana de Comercio (ALAC), junto al Mercado Común Centroamericano, constituyen los intentos integradores, desde el punto de vista económico e incluso político, de más larga data en el ámbito latinoamericano. Este fenómeno integrador halla en Latinoamérica un ámbito determinado, entre otros factores, por las exigencias de la Revolución científico-técnica y la internacionalización de la producción. Encuentra además móviles particulares que impulsan esta tendencia, asociados a la necesidad de elevar sus ritmos de crecimiento, hacer frente a las prospectivas inciertas de sus relaciones económicas externas, formar un frente común contra las medidas proteccionistas de agrupaciones o estados, defender sus derechos sobre los recursos naturales, mejorar las condiciones de acceso de sus productos a los mercados, lograr una mayor estabilidad de los precios externos y aumentar su capacidad de negociación (Martínez et al., 1978). En tal sentido cabe mencionar el Tratado de Montevideo de 1960, firmado inicialmente por Argentina, México, Brasil, Paraguay, Perú y Uruguay, posteriormente por Ecuador y Colombia, para contemplar a casi toda el área sudamericana a finales de 1961, a excepción de Venezuela y las Guyanas. De este modo se instauraba la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALAC), que pretendía eliminar recargos a las importaciones en un plazo de 12 años, y que constituyó el germen de la actual Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), formulada en 1980 por el Tratado de Montevideo y que pretendía establecer de manera gradual y progresiva un mercado común latinoamericano. Este nuevo ordenamiento jurídico - institucional, por el cual se sustituye la ALAC por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), plantea el objetivo a largo plazo del establecimiento gradual y progresivo de un mercado común latinoamericano. Este Tratado adoptaba principios tales como el pluralismo, la flexibilidad, la convergencia, la multiplicidad y los tratamientos diferenciales (Cepal, 1994). ALADI difiere de su antecesora en que mientras ésta apuntaba al establecimiento de una zona de libre comercio en un plazo fijo de 12 años, se rige por la voluntad de sus integrantes de desarrollar iniciativas bilaterales, plurilaterales o conjuntas y no establece plazos para el establecimiento de un mercado común latinoamericano (Cepal, 1995).

Después del Acuerdo de Complementación Económica N° 14 de 1990, en el propio ámbito de la ALADI se gesta el embrión de MERCOSUR, firmado en 1991 y ratificado en 1994 por Brasil, Argentina, Paraguay e Uruguay mediante el Tratado de Asunción y el Protocolo de Ouro Preto respectivamente. Se crea con el objetivo de conformar un espacio económico donde sea libre la circulación de bienes, servicios y factores productivos entre los países miembros. Tales propósitos se alcanzarían a partir de la implementación de 4 instrumentos principales: un programa de liberalización comercial, un arancel externo común, la coordinación de políticas macroeconómicas y la adopción de acuerdos sectoriales (Cepal, 1997). De manera general MERCOSUR ha logrado cumplimentar sus principales metas integracionistas, mediante un firme apoyo político al proceso, y con demostraciones de pragmatismo en la negociación y en la institucionalización de los acuerdos.

Por su parte, en el área centroamericana, durante el siglo XIX se produjeron no menos de 30 intentos de establecer una República Federal de Centroamérica, incluso por la vía militar, como fue la proclamación de la Unión Centroamericana en 1885, dirigida por el general Justo Rufino Barrios, caudillo de Guatemala, con el apoyo de Honduras y El Salvador, y que terminó en una guerra civil. En 1895, mediante un tratado El Salvador, Honduras y Nicaragua formaron la República Mayor de Centroamérica, disuelta en 1898, después de haber logrado reunir una asamblea constituyente y elegido un presidente. En 1907, por los Pactos de Washington se estableció un Congreso Centroamericano que incluyó tratados de Paz, Amistad y Acuerdos de Extradición, una Oficina Internacional y una Corte de Justicia en la región, que funcionó en Costa Rica. En 1921, a raíz de la celebración del centenario de la independencia de España, se proclamó la República Federal, constituida por Guatemala, Honduras y El Salvador, y ya en 1951 se establece la Organización de los Estados Centroamericanos (ODECA). En 1960 mediante el Tratado de Managua surge el Mercado Común, que agrupa a El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica, abarcando entonces una superficie que rondaba los 500 000 km2 , un PIB de apenas $ 500 000 000 y una población superior a los 15 000 000 de habitantes. Surge con el objetivo básico de establecer un mercado común, para proyectar el crecimiento industrial mediante los mecanismos de sustitución de importaciones.

De manera paralela se había creado la Comunidad Andina de Naciones (CAN), conformada por Chile (se retiró posteriormente), Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia y Venezuela, donde se fijaron como objetivos promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros en condiciones de equidad, mediante la integración y la cooperación económica y social, y acelerar su crecimiento y la generación de la ocupación y facilitar su participación en el proceso de integración regional. Para ello establecía como mecanismos el programa de liberación automática de los intercambios subregionales; un arancel externo común, que se adoptaría en forma progresiva; la programación industrial conjunta, que se ejecutaría mediante programas sectoriales de desarrollo industrial, y la armonización de políticas económicas, incluida la adopción de regímenes comunes en distintos campos.

El Caribe ha constituido, por la heterogeneidad de su status jurídico y político, la fragmentación geográfica y el reducido carácter de sus mercados internos, una región difícil de integrar. No obstante se dan indicios de integración a finales de la década de 1940-1950, y ya en 1968, a partir de la iniciativa de varios países independientes como Barbados, Guyana, Jamaica y Trinidad Tobago, y otros territorios como Antigua, Dominica, Granada, Monserrat, Anguila, Santa Lucía y San Vicente, se suscribe un Acuerdo de integración al cual se suman en 1971 Belice y Honduras Británica. Este Acuerdo (CARIFTA) agrupó una población cercana a los 5 000 000 de habitantes y un área estimada de 9000 000 millas cuadradas. CARIFTA perseguía los objetivos de promover la expansión y diversificación del comercio en la zona, estimular el desarrollo equilibrado y progresivo de la economía de los países miembros, y lograr una distribución igualitaria de los beneficios del libre comercio en el área, así como una planificación conjunta que garantizara un desarrollo económico progresivo general y un trato especial a los países de menor desarrollo (Martínez et al., 1978).

En 1973, Barbados, Trinidad - Tobago, Guyana y Jamaica se plantean en la Conferencia de Georgetown la constitución de la Comunidad del Caribe, y sientan las bases para la creación del Mercado Común Caribeño. Por el Tratado de Chaguaramas queda estructurado este nuevo órgano de integración, el cual ya en 1971 agrupaba a 12 países de la región. El establecimiento del CARICOM involucraba tres áreas de actividades: la integración económica dentro del Mercado Común del Caribe, la operación de servicios comunes y el proseguimiento de la cooperación funcional en áreas y la coordinación de las políticas exteriores de sus miembros.

Otro importante paso dentro de la integración caribeña, pero que se abre en mayor medida a una buena parte de Latinoamérica, es la firma en 1994, por parte de 24 países de la Gran Cuenca del Caribe, del Convenio Constitutivo de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), la mayor organización de consulta, concertación y cooperación en el continente, tanto por el número de miembros como por su heterogeneidad. Este Convenio estipula "promover, consolidar y fortalecer el proceso de cooperación e integración regional del Caribe, a fin de establecer un espacio económico ampliado que contribuirá a incrementar la competitividad en los mercados internacionales y a facilitar la participación activa y coordinada de la región en los foros internacionales". Plantea entre sus objetivos

fortalecer, utilizar y desarrollar las capacidades colectivas del Caribe para lograr un desarrollo sostenido en lo cultural, económico, social, científico y tecnológico, desarrollar el potencial del mar Caribe por medio de la interacción entre los estados miembros y con terceros; a esos fines, los gobernantes se han propuesto promover de forma gradual y progresiva la integración económica, incluidas la liberalización comercial, de inversiones, del transporte y de otras áreas relacionadas, la discusión de asuntos de interés común y la formulación de instrumentos de políticas y programas para la cooperación en diferentes áreas"

Otros mecanismos integradores también confluyen en la América Latina y el Caribe de hoy. En tal sentido cabe mencionar al Grupo de Río, la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (ALBA) y dentro de ello PETROCARIBE.

En un sentido general, las perspectivas integradoras del ámbito latinoamericano y caribeño son mejores que en cualquier época pasada. Influyen en ello una incuestionable voluntad política por parte de la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y caribeños, y una insoslayable necesidad de hacer frente mancomunadamente a los efectos de la globalización económica. Las fuertes potencialidades naturales en el área, su considerable mercado interno y las similitudes culturales que nos acercan son pivotes, en igual manera, del desarrollo de la integración en el contexto caribeño y latinoamericano.

LA ALTERNATIVA BOLIVARIANA PARA LOS PUEBLOS DE NUESTRA AMÉRICA (ALBA). PETROCARIBE

En el escenario anteriormente expresado es donde aparece con una fuerza creciente la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA). La más joven de las estructuras integracionistas de América Latina y el Caribe, constituye una propuesta de integración regional cuyo énfasis se dirige hacia la lucha contra la pobreza y la exclusión social mediante la creación de ventajas cooperativas entre las naciones miembros, que permitan compensar las asimetrías existentes. Resulta entonces un espacio idóneo para construir consensos en función de impulsar el desarrollo endógeno nacional y regional, en pos del aumento de la calidad de vida de las naciones que la integran. De este modo, le otorga prioridad a la integración latinoamericana y caribeña, lo cual abre canales de consulta que permitan establecer alianzas estratégicas y posiciones comunes en bloques subregionales. Se asienta en cuatro pilares básicos, que la diferencian de otros mecanismos de integración del contexto caribeño y latinoamericano, y que son, en particular, la complementación, la cooperación, la solidaridad y el respeto a la soberanía de los países. De esta forma, con base en las potencialidades de cada miembro se socializan sus conocimientos y prácticas, se presta ayuda a los más necesitados a partir de precios justos, y todo esto bajo el más irrestricto respeto a la autodeterminación de cada nación firmante o relacionada.

El ALBA se constituyó en diciembre del 2004, por acuerdo de los presidentes de Cuba y Venezuela. En abril del 2006 se adhiere Bolivia y en enero del 2007 la República de Nicaragua. En el propio año 2007, los estados caribeños de Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y Las Granadinas suscriben el Memorando de entendimiento, en agosto del 2008 se incorpora Honduras y en junio de 2009 lo hacen Ecuador, Antigua y Barbuda y San Vicente y Las Granadinas .

Se expresa en Proyectos Gran-nacionales, que sistematizan e integran sus iniciativas, y se estructuran en 12 apartados estratégicos, en los cuales descansa su labor: Educación, Cultura, Comercio Justo, Financiero, Alimentación, Salud, Telecomunicaciones, Transporte, Turismo, Minería, Industrial y Energía. Cada uno de estos apartados incluye diferentes proyectos, entre los cuales pudiera citarse la creación de una empresa grannacional de artículos y bienes de acero inoxidable, de desarrollo de la industria del aluminio, para el desarrollo de la industria del cemento, otra empresa para el manejo de bosques y la producción y comercialización maderera, la Naviera del Sur, el Banco de Alimentos, el Fondo de Cooperación y de inversiones productivas, y otros muchos que apuntan, más que a la competitividad entre países, al alcance de un desarrollo sostenible con justicia social.

Al margen de entusiastas y detractores, lo cierto es que a 5 años de su fundación la organización ha dado muestras de vitalidad, dinamismo y atractivo, y ostenta resultados concretos que benefician, en primer término, a los pueblos y a los menos favorecidos antes que al gran capital. En ello radica su diferencia fundamental con otros mecanismos de integración, y es que avanza más allá de lo puramente económico y se inserta en una dimensión social inédita en nuestro contexto integrador.

Uno de los grandes proyectos del ALBA es Petrocaribe, acuerdo por el cual los países caribeños pueden adquirir petróleo venezolano en condiciones de pago preferenciales, hasta adquirir 185 000 barriles por día. Petrocaribe se conformó en junio del 2005, en la ciudad de Puerto La Cruz, en el marco del 1er Encuentro Energético de Jefes de Estado y de gobierno del Caribe, y suscrito el Acuerdo fue suscrito por 14 miembros, no todos pertenecientes al ALBA. Este Acuerdo busca la eliminación de intermediarios que encarezcan los precios del crudo, a partir de la intervención de entidades dirigidas por los gobiernos y coordinando y articulando políticas de energía que no solamente incluyen petróleo sino también a sus derivados, la cooperación tecnológica y de capacitación, el desarrollo de la infraestructura energética y el aprovechamiento de fuentes de energía alternativa como la solar y la eólica.

Propone una escala de financiamiento en las facturas petroleras tomando como referencia al precio del crudo. Extiende asimismo el período de gracia para el financiamiento a largo plazo a 2 años, y prevé una extensión del pago hasta 25 años, y reduce el interés al 1% si el precio del barril supera los 40 dólares, mientras que el precio a corto plazo se extiende de 30 a 90 días. Venezuela brinda además la opción de efectuar parte de los pagos con productos y servicios de los países beneficiados.

En la actualidad integran Petrocaribe 16 miembros: Venezuela, Cuba, República Dominicana, Granada, Guyana, Honduras, Jamaica, Surinam, Santa Lucía, Guatemala, San Cristóbal y Nieves, Belice, Costa Rica y San Vicente y las Granadinas, Haití y Nicaragua (figura 1).

Para contribuir además al desarrollo económico y social del Caribe, Petrocaribe dispone de un fondo (ALBA-CARIBE), destinado al financiamiento de diferentes programas, con aportes provenientes de instrumentos financieros y no financieros, contribuciones acordadas de la factura petrolera y ahorros provenientes del comercio directo.

CARACTERIZACIÓN DE LA CIUDAD DE CIENFUEGOS

Cienfuegos es una de las principales ciudades cubanas, ubicada en el centro-sur de la Isla, al margen de una de las bahías más favorecidas desde el punto de vista natural en Cuba, y donde está ubicado el segundo complejo portuario en importancia después del puerto de La Habana y que es el más importante de la extensa costa sur cubana. Da aliento a una de las más modernas y prósperas provincias de la nación, con un futuro promisorio merced a su impresionante parque industrial, a sus excelencias naturales y al desarrollo de sus fuerzas productivas. Su ubicación geográfica e infraestructura le confieren una posición ventajosa en relación con el resto del Caribe (figura 2), y por ese motivo no es casual su designación dentro del Proyecto Petrocaribe como sede de la refinería Camilo Cienfuegos y de toda una industria petroquímica que se desarrollará a la perspectiva.

Es capital desde 1976 de la provincia del mismo nombre, con la división político-administrativa adoptada en ese entonces en el país y vigente hasta la fecha. Es asimismo la cabecera del municipio homónimo, y en tal sentido ocupa una extensión territorial de 341.28 km2, de los cuales 54.0 km2 son de área urbanizada. Posee 32 asentamientos, incluyendo a la propia ciudad. Aparece bordeando la Bahía de Jagua, y se extiende al Norte y Este de la misma, con un sistema costero de 28.2 km de longitud. Esta bahía de bolsa con sus 88 km2, rica en puntas, ensenada y caletones conforma un paisaje marino de gran interés. La tranquilidad de sus aguas y abundancia de peces la convierten en una gran oferta para las distintas actividades, y fuera de ellas se localiza la segunda barrera coralina de Cuba.

Como municipio constituye el más poblado de la provincia. Según ONE (2007), posee 166 227 pobladores (al cierre 2007), con una tasa media anual de crecimiento (por 1000) de 6,01 y una tasa de crecimiento natural (por 1000) de 2,87. En la parte urbana residen 158 222 personas, y en la zona rural 8005. La población masculina es menor que la femenina, 82 476 son varones y 83 751 hembras.

La ciudad cuenta con instituciones de gran prestigio tanto nacional como internacional, entre ellas están la Universidad de Cienfuegos, el Instituto Superior Pedagógico y la Facultad de Ciencias Médicas, cada uno de ellos tiene cátedras de Medio Ambiente, respectivamente, el Centro Meteorológico Provincial, el Centro de Estudios Ambientales (CEAC) y el Jardín Botánico, ubicado a pocos kilómetros del centro urbano. Este Jardín Botánico posee 97 ha de extensión -siete de ellas de bosque natural reservado-, que contienen más de 2 000 especies de plantas, que representan 670 géneros y 125 familias. Funcionan 3 hospitales, 8 policlínicas y 206 consultorios del médico de la familia (100% de la población cubierta por este servicio). Laboran 1130 médicos, con una relación de 141,8 habitantes por médico, un estomatólogo por cada 995,4 habitantes y existen tres clínicas estomatológicas, una de ellas especializada en la atención a los niños. Cuenta con 10 centros nocturnos, cuatro salas de cine, 2 teatros, 2 bibliotecas públicas, 8 salas de video y un centro de grabaciones musicales y varios clubes de computación, donde se imparten cursos a la población. Para la práctica deportiva posee un estadio de béisbol con capacidad para más de 30 mil personas, estadio de fútbol, pelota vasca, bolera, pista de patinaje, escuela de boxeo, 12 gimnasios techados, piscina olímpica, escuela de remo, canotaje y vela. También cuenta con complejos deportivos en los barrios llamados Escuelas Comunitarias.

Su casco histórico exhibe la condición de Patrimonio de la Humanidad y también posee hoy el privilegio de contarse entre las cuatro capitales de provincia del país en las que se aplica el Proyecto Agenda 21. Rica en edificaciones (Blanco, Ferrer, Goitizolo y otros), en parques (José Martí, Villuendas, Panteón de Gil), teatros e iglesias (Catedral) y con su Paseo del Prado, el cual se prolonga hasta el mar, muestra bienes inmuebles como el teatro Tomás Terry, fiel reflejo de la mejor época de Cienfuegos o el Palacio de Valle, exponente del eclecticismo arquitectónico prevaleciente en la ciudad, donde armonizan diferentes estilos como mudéjar, bizantino veneciano, el gótico y el barroco (foto 1).

Según PNUMA (2007), los principales problemas ambientales identificados en Cienfuegos son: la contaminación de las aguas terrestres y marinas, el uso extensivo y degradación de los suelos, la deforestación, el inadecuado tratamiento y disposición final de los residuos peligrosos, la contaminación atmosférica, la pérdida de la biodiversidad, el detrimento de los espacios públicos, el deterioro progresivo de las playas y la bahía, un déficit de áreas verdes y espacios públicos, el deficiente manejo de los residuales, el riesgo y vulnerabilidad ante fenómenos meteorológicos y ante el cambio climático y finalmente, el mal estado de las viviendas y existencia de cuarterías.

Este último es quizás el problema más sensible para los pobladores de la ciudad, y el que más esfuerzos ha requerido en su solución por la ausencia de financiamiento y recursos por parte de las autoridades de la ciudad. La siguiente tabla muestra cómo casi la cuarta parte del total de las viviendas en Cienfuegos se encuentra en mal y regular estado. A lo anterior se suma que aproximadamente la mitad de las viviendas no corresponden al tipo I, es decir, el favorecido con paredes de bloques y techos de hormigón, por lo cual un restante y considerable fondo habitacional resulta más vulnerable y proclive a empeorar su estado técnico constructivo.

La población asentada en cuarterías se encuentra afectada no sólo por la situación más o menos crítica de las viviendas o cuartos, sino también por las pésimas condiciones higiénicas que implican servicios sanitarios, baños, lavaderos, vertederos y pilas de agua de uso común, que propician la proliferación de enfermedades. Otro aspecto en este tema que no puede pasarse por alto es que las cuarterías generadas en antiguos edificios en el Centro Histórico y Tradicional presentan un avanzado deterioro y hasta amenaza de derrumbe, lo que pone en serio peligro la vida de sus habitantes, que en algunos casos ya han sufrido accidentes por esta causa.

LA REANIMACIÓN DE LA REFINERÍA CAMILO CIENFUEGOS COMO PROYECTO INTEGRADOR. IMPACTOS PARA LA CIUDAD DE CIENFUEGOS

La refinería de petróleo Camilo Cienfuegos constituyó una inversión que a pesar de iniciarse en 1991 nunca pudo concretar sus funciones y se paralizó en 1995, a raíz de la desaparición del campo socialista europeo, de donde provenían el financiamiento, el recurso natural y las piezas de repuesto. Con una inversión de 136 millones de USD y una capacidad inicial para procesar 65 mil barriles de petróleo diarios, se reanima a partir de un proyecto proveniente de Petrocaribe (foto 2). Una segunda etapa inversionista alcanzaría unos mil 300 millones USD, e implicaría la construcción de un polo petroquímico en torno a la propia refinería. Para ese entonces la producción diaria representaría 100 mil barriles de petróleo.

La reanimación de la Refinería impacta de manera directa y notable dentro del desarrollo urbano de la ciudad. En primer término significa que Cienfuegos adquiera un peso dentro de la economía nacional mucho mayor, e incluso relevancia dentro del contexto geográfico, con el cual establecerá vínculos a partir de sus producciones. Representa además el rescate de una importante parte de su infraestructura productiva, que generará ingresos y creará puestos de trabajo. Tómese en cuenta que alrededor del 80% de los antiguos trabajadores ya han retornado a sus antiguas ocupaciones. Del mismo modo, el país accede a nuevas tecnologías, lo cual representa mayor calificación por parte de la fuerza de trabajo que en ella labora. De hecho, se aumentaron a 13 las especialidades a estudiar en el Instituto Politécnico 5 de Septiembre, que nutrirá de fuerza de trabajo calificada al futuro polo petroquímico. Es bueno aclarar que la nueva inversión ha sido aprobada y puesta en funcionamiento con apego a la legislación ambiental vigente en el país; en este caso, por sus características ameritó la realización de un Estudio de Impacto Ambiental, el cual contiene las recomendaciones precisas para que el desempeño ambiental en la Refinería sea el mejor y los impactos al medio ambiente mínimos. Por tanto, no presupone un aumento significativo en la carga contaminante de la ciudad.

La reanimación ha estado acompañada, y esto es algo importante, de una serie de inversiones inducidas. Es así que por un monto de 4 100 000 de pesos convertibles (CUC) acaba de ser aprobado el financiamiento del Proyecto Endógeno de la capital provincial de Cienfuegos, asociado a los acuerdos de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y que tiene por objetivo rescatar lo que otrora fueron áreas agrícolas de alta productividad, la mayoría de ellas localizadas en la periferia citadina (Sáez, 2008).El programa comprende trece escenarios, con un área aproximada de 50 caballerías de cultivos varios, 52 de frutales, y 100 destinadas a la ganadería, ubicadas principalmente en los polos productivos de Santa Martina, Lagunillas y tierras de las Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires de Barbados y Románico Cordero.

Entre las inversiones también está prevista la construcción de una moderna planta de biogás en el entorno de los Centros Integrales Porcinos existentes. Su ejecución permitirá aprovechar en la producción de energía vertimientos líquidos y sólidos en extremo agresivos que generan esas instalaciones, y también otros desechos orgánicos colectados en la ciudad. El Proyecto prevé, además, la compra e instalación de doce modernas máquinas de riego, inversión con un costo cercano al millón de CUC (80 000 dólares cada una), que aseguraría quintuplicar la producción agrícola actual de los campos cultivados. Concibe asimismo una red de establecimientos dotados con equipos de frío y otros recursos necesarios para la comercialización de los productos.

Con el desarrollo endógeno de la capital provincial se abren amplias perspectivas en la producción de alimentos, lo cual redundará en la cobertura una demanda insatisfecha para los cerca de 160 000 habitantes del municipio de Cienfuegos. Al mismo tiempo, este programa representa un sensible incremento de las fuentes de empleo.

Otra importante inversión, de notable incidencia, debido al déficit de viviendas y su mal estado técnico, es la construcción y montaje de las llamadas "petrocasas". Según Martínez (2008), la inversión de 95 millones de pesos en su monto global (80 millones de ellos en dólares), cuya ejecución arrancó en abril de 2008, constituye un valioso objetivo para impulsar los planes de desarrollo de la vivienda; y se prevé que cuando la planta de fabricación de módulos llegue a su tercer año de labor alcance un rango productivo de cerca de 15 mil casas cada doce meses. En 2009 se producirán las primeras 4 430 viviendas de este tipo en la planta sureña y una inversión de 95 millones de pesos que también permitirá la elaboración de módulos hidrosanitarios y madera artificial.

Según Barbieri (2008), diez subproyectos están siendo financiados en el municipio de Cienfuegos por PDV-CUPET S.A, la empresa mixta creada entre Cuba y Venezuela para operar la refinería. Ellos son: la reconstrucción del antiguo ingenio Carolina y urbanización de las viviendas de ese batey; el mejoramiento de la calidad de vida de pacientes del Hospital Psiquiátrico, así como el inicio de los trabajos en la carretera que enlazará a la Refinería con la Autopista Nacional, una de las más importantes vías de comunicación del país. Otros subproyectos están vinculados con labores de mantenimiento capital al vial Paraíso-CEN y mejoramiento del transporte público en los asentamientos aledaños a ese tramo; el fortalecimiento de las capacidades locales y el control y saneamiento de la bahía; la procura de mejoras en sus condiciones ambientales de la rada y la creación de la institución rectora de estas labores (DIPROYED).

En igual medida, ese proyecto de desarrollo endógeno acometerá la reparación de la histórica Fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, conocida popularmente como Castillo de Jagua, y la recuperación del antiguo ingenio, La Carolina (foto 4), así como la construcción de una carretera de 19 km y de dos accesos viales. Prevé la adquisición de dos embarcaciones para el monitoreo de la calidad ambiental de la bahía, de 28 ómnibus urbanos y su correspondiente logística, el mejoramiento del alcantarillado y del abasto de agua en 3 barrios, la reparación de los agromercados de la ciudad y el fortalecimiento de la recolección de sólidos urbanos a partir de la entrega de 5 camiones especializados (Barreras, 2009).

La reanimación de la industria permitirá además que se acometa una importante inversión portuaria, que permita operar buques de hasta 40 000 toneladas de desplazamiento y también supertanqueros, lo cual implica realizar toda una serie de obras hidrotécnicas en la propia bahía.

CONCLUSIONES

La integración tiene larga presencia en el ideario de América Latina y el Caribe, a pesar de lo cual sólo se han concretado diversas formas de concertación con parciales alcances en lo temático y espacial. Dentro de todo ello el ALBA, y en especial Petrocaribe, ha representado un nuevo aliento en el orden regional, materializado en hechos sustantivos en el caso de Cienfuegos, donde en especial su refinería adquiere un posicionamiento de presente y futuro.

La reanimación de la refinería y el proyecto de desarrollo endógeno que le acompaña ha resultado decisiva dentro del desarrollo urbano que ya ha comenzado a experimentarse, y que se incrementará a la perspectiva. Petrocaribe ha demostrado la ductilidad que admite, al abordar aspectos medulares que en Cienfuegos se ha expresado de forma sistémica, concretando en igual medida el mejoramiento ambiental y la sostenibilidad.

REFERENCIAS

Barbieri, D. (2008). Presupuesto para proyectos inducidos por refinería de Cienfuegos. Recuperado el 18 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/economia201.htm.        [ Links ]

Barranco, G. et al (2001). Aproximación geográfica a un paradigma: la integración de América Latina y el Caribe (pp. 1-57). La Habana: Instituto de Geografía Tropical.        [ Links ]

Barreras, R. (2009). Comenzó materialización en Cienfuegos del proyecto endógeno Cuba - Venezuela. Recuperado el 22 de junio de 2009 en: http://www.5septiembre.cu/sociedad1368.htm.        [ Links ]

CEPAL (1994). La nueva integración regional en el marco de la Asociación Latino-americana de Integración (pp. 1-57). Santiago de Chile: Cepal.        [ Links ]

CEPAL (1995). Desenvolvimiento de los Procesos de Integración en América Latina y el Caribe (pp. 1-98). Santiago de Chile: Cepal.        [ Links ]

CEPAL (1997). Evolución, Análisis y Perspectivas del Mercado Común del Sur (pp. 1-51). Santiago de Chile: Cepal.        [ Links ]

Consejo Nacional de Patrimonio Cultural. (2009).Castillo de Jagua. Recuperado el 22 de junio de 2009 en http://www.cnpc.cult.cu/cnpc/monumen/Pag110.htm

Diego, J. (2007). Refinería de Cienfuegos, un día histórico. Recuperado el 18 de junio de 2009 en http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/petrocaribe/de-la-iv-cumbre/art19.html        [ Links ]

Martínez, O. et al. (1978). El Proceso de Integración. Balance de la economía latinoamericana 1959-1974. (pp.8-65). La Habana: Editorial Ciencias Sociales.        [ Links ]

Martínez, J. (2008). Fábrica de Petrocasas de Cienfuegos, un proyecto a punto de rendir frutos. Recuperado el 19 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/economia118.htm        [ Links ]

Periódico 5 de Septiembre (2007). Refinería de Cienfuegos es símbolo del proceso de inversiones. Recuperado el 19 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/economia118.htm        [ Links ]

PNUMA (2007). Perspectivas del medio ambiente urbano. Informe GEO Cienfuegos. (pp. 1-304). Cienfuegos (Cuba): Editorial Academia.        [ Links ]

Roubick, C. & Schimdt, M. (1994). Los orígenes de la integración latinoamericana. México: Instituto Panamericano de Geografía e Historia.        [ Links ]

Sáez, A. (2008). Aprueban financiamiento para el Proyecto Endógeno de Cienfuegos. Recuperado el 18 de junio de 2009 en http://www.5septiembre.cu/datoscfgos.htm        [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License