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Estudios de Filosofía

Print version ISSN 0121-3628

Estud.filos  no.49 Medellín Jan./June 2014

 

ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN

 

Mundos reales, mundos posibles y el préstamo léxico. Una propuesta a la pluralidad del mundo real*

 

Real worlds, possible worlds and lexical borrowing. A proposal to the plurality of the real world.

 

 

Por: Diana Andrea Giraldo Gallego

Departamento de Lingüística y Literatura

Facultad de Comunicaciones

Universidad de Antioquia - Universidad de Bergen

Medellín, Colombia

E-mail: dianatraductora@gmail.com

 

Fecha de recepción: 8 de julio de 2013

Fecha de aprobación: 13 de enero de 2014

 


Resumen.

La presencia de préstamos léxicos en una lengua es un indicio de la introducción de una palabra foránea y una nueva realidad. Aquí discutiré cómo la presencia de préstamos léxicos en las lenguas es un indicio de la pluralidad del mundo real. Para esto, tomaré la tesis expuesta por Lewis (1986) sobre la pluralidad de mundos y presentaré ejemplos del muisca y del español1, como una prueba de que el mundo, como un único lugar donde todo está incluido, conlleva la pluralidad del mundo real, debido a que hay otro que suele ser desconocido y, en consecuencia, no posible dentro de sus mundos posibles.

Palabras clave: mundo real, mundos posibles, pluralidad de mundos, contacto de lenguas, préstamo léxico, Español, Muisca.


Abstract.

The presence of loan words in a language is an indication of the introduction of a foreign word and of a new reality. Here I will discuss how the presence of loan words in languages is a sign of the plurality of the real world. For this, I follow from the thesis put forward by Lewis (1986) on the plurality of worlds and introduce examples of Muisca and Spanish, as proof that the world, as a unique place where everything is included, carries within it the plurality of the real world because there is often another that is unknown and therefore cannot be within its possible worlds.

Key words: real world, possible worlds, plurality of worlds, languages in contact, loan words, Spanish, Muisca.


 

 

''Antes de que cualquier palabra que lo nombrara se pronunciara, ya estaba ahí. No importa la forma, el color o el sonido que se eligieran para representarlo.''

Laura Esquivel

La Malinche

A modo de introducción

Una de las motivaciones que surgen al hacer estudios lingüísticos es el resultado del acercamiento: conocer un poco la realidad lingüística del otro, que constituye tanto el funcionamiento de sus niveles lingüísticos, como la manera en que concibe el mundo manifestado a través de su lengua. La proximidad con esa realidad, supone además de la dedicación que conlleva su acercamiento, una interacción directa con la comunidad lingüística, o indirecta a partir de documentos que reflejan y explican sus elementos lingüísticos. En lo que concierne a los estudios de los fenómenos que surgen producto del contacto entre grupos humanos, se han abordado desde diversas áreas como la antropología, la sociología, la historia, la lingüística, entre otras. La intensidad y la duración del contacto, además de la influencia que una lengua puede ejercer sobre otra de acuerdo con el mayor o menor prestigio de una de las dos, dan un estatus igual o desigual a las lenguas que entran en contacto. En este último caso, puede ocurrir que una de las lenguas adquiera una posición dominante, lo que favorece su influjo sobre la otra (Sala, 1988: 19) y, en consecuencia, puede conllevar la muerte de una de las lenguas, la formación de pidgins y lenguas criollas, el cambio de código y el préstamo en los diferentes niveles. Es por ello que cada situación de contacto de lenguas es particular por lo que las consecuencias pueden ser diversas y, generalmente, difíciles de predecir.

Asimismo, el contacto motiva la aparición de nuevos elementos entre los participantes por lo que recurren a ciertos recursos lingüísticos para denominarlos como la formación de palabras (simples o compuestas), el cambio semántico y el préstamo léxico. Campbell (1998: 58) define el préstamo léxico como: ''a lexical item (a word) which has been 'borrowed' from another language, a word which originally was not part of the vocabulary of the recipient language but was adopted from some other language''. En este mismo sentido lo expresa Deroy (1956: 4): ''une acception nouvelle introduite dans le vocabulaire d'une langue à une époque déterminée''. Hasta este momento, tanto Campbell como Deroy, muestran al préstamo léxico como una palabra de una lengua (lengua fuente) que se introduce en otra (lengua receptora). Sin embargo, esta palabra no es sólo una secuencia de letras o sonidos, o un significante en términos de Saussure, esta palabra remite a algo, a la aparición de una nueva realidad: ''when speakers of a language acquire some new item or concept from abroad, they need a new term to go along with the new acquisition; often a foreign name is borrowed along with the new concept'' (Campbell, 1998: 59). Así también lo presenta Deroy (1956: 8): ''un objet ou une idée arrivant du dehors, de l'étranger''. Todorov (1982: 22-38) tenía claro que una palabra remitía a un concepto o elemento en el mundo, por eso afirmaba que: ''les mots sont, et ne sont que, l'image des choses'' (Todorov, 1982: 36). Todo esto indica que el elemento léxico foráneo remite, a su vez, a un elemento que llega desde afuera, que previamente no estaba dentro de la realidad de la comunidad lingüística receptora del préstamo, por lo que se hace necesario recurrir a este.

Si bien el préstamo léxico se da tanto por necesidad, prestigio o con el fin de dar un sentido despectivo (Campbell, 1998: 59, 60), aquí me centraré en la necesidad como uno de los factores desencadenadores del préstamo, debido a que es la presencia de un elemento foráneo, de una nueva realidad, de algo desconocido, lo que motiva la adopción del préstamo, pues se toma tanto la realidad como el elemento léxico. La introducción de una palabra foránea refiere a una realidad que hacía parte de una comunidad lingüística pero no de otra, evidencia que la experiencia con la realidad externa puede variar de acuerdo con la parte del mundo en donde ésta tenga lugar. Es cierto que la introducción de un nuevo elemento no necesariamente indica que el préstamo léxico tenga lugar, pues hay lenguas que restringen su uso, como es el caso del francés y el islandés2, por lo que se dan otros mecanismos para la denominación de esas nuevas realidades como la formación de palabras y el cambio semántico.

Teniendo en cuenta que el préstamo se ha abordado más ampliamente desde el proceso de adaptación en los diferentes niveles lingüísticos (Bloomfield, 1961; Haugen, 1950; Gómez Capuz, 1997 y Muysken, 2010, entre otros), la teoría filosófica sobre la pluralidad de mundos surge como la posibilidad de reflexionar sobre lo que representa esa diversidad, ya no de una pluralidad surgida de las posibilidades, como se direcciona en esta teoría, sino del mismo mundo, en donde habitan diferentes comunidades lingüísticas y cuya pluralidad se manifiesta en la introducción de realidades de una comunidad en otra. De esta manera, el préstamo léxico me permitirá ejemplificar el por qué se hace necesario hablar de la pluralidad del mundo real3, además de ser este determinante para la formación de los mundos posibles. Para esto, tomaré la tesis expuesta por Lewis (1986) sobre la pluralidad de mundos, pensado aquí más que en el sentido de aquellos mundos que son posibles producto de la posibilidad, en aquellos mundos que son reales producto de la realidad, pero que el desconocimiento del contenido o de la existencia de un otro mundo real debido a la falta de contacto directo o indirecto con ellos, impide tenerlos, incluso, como mundos posibles.

Para alcanzar este propósito, intentaré discutir los siguientes aspectos: (1) el mundo del cual hacemos parte se muestra ampliamente inclusivo para Lewis, (2) la construcción del mundo posible está determinada por el mundo real, y (3) la pluralidad de mundos no sólo debe aplicar al mundo posible sino también al mundo real. Durante el desarrollo de estos aspectos, tomaré algunos de los enunciados de Lewis y presentaré ciertos hechos histórico-lingüísticos como indicios de que el contenido de un mundo real puede llegar a ser parte de otro mundo real y como un intento de justificar la pluralidad del mundo real manifestada en la aparición de los préstamos léxicos.

 

Lewis y la pluralidad de mundos

En 1986 se publicó Plurality of Worlds escrito por David Lewis. Aquí, Lewis, además de mencionar los elementos que conforman el mundo del cual hacemos parte, expone su tesis sobre la pluralidad de mundos4 que se aplica a aquellos mundos posibles que están formados por la posibilidad y en donde nuestro mundo figura como una de esas posibilidades. A partir de este momento intentaré discutir tres aspectos que se vislumbran a partir de algunas de las afirmaciones de Lewis, con el fin de proponer que la teoría de la pluralidad de mundos debe estar dirigida no sólo al mundo posible, sino al mundo real.

(1) El mundo del cual hacemos parte se muestra ampliamente inclusivo para Lewis

El mundo, en la manera propuesta por Lewis, está conformado por todos aquellos elementos que conforman el mundo del cual hacemos parte. Este es un mundo abarcador como se puede determinar a partir de la siguiente cita:

The world we live in is a very inclusive thing. Every stick and every stone you have ever seen is part of it. And so are you and I. And so are the planet Earth, the solar system, the entire Milky Way, the remote galaxies we see through telescopes, and (if there are such things) all the bits of empty space between the stars and galaxies. There is nothing so far away from us as not to be part of our world. Anything at any distance at all is to be included (Lewis, 1986: 1).

La inclusión de aquellos elementos que conforman el mundo es completamente amplia y abarcadora, pues Lewis incorpora lo conocido y lo desconocido, no importa cuán lejos o cerca esté o si está dentro o fuera del planeta en el cual habitamos. Esta propuesta abarcadora puede juzgarse como asertiva en la medida en que es incluyente y no excluyente, ya que también adiciona aquellos elementos desconocidos como elementos conformadores del mundo. Sin embargo, valdría la pena preguntarse ¿cómo incluir un elemento como parte del mundo si no se conoce? ¿Cómo decir que el mundo está conformado por todo lo que hay, si no se tiene la certeza de qué es y cómo es lo que hay? De la anterior cita de Lewis se deben hacer dos interpretaciones:

a. Los elementos incluidos en esta cita parecen ser todos reconocidos por Lewis: stick 'palo', stone 'piedra', planet Earth 'planeta Tierra', solar system 'sistema solar', Milky Way 'Vía Láctea', galaxies 'galaxias', telescopes 'telescopios', stars 'estrellas'; no sólo por la mención misma que el autor hace de estos elementos, sino porque emplea el verbo to see 'ver', que indica la relación entre la experiencia y los elementos enunciados: you have ever seen 'alguna vez has visto', we see 'vemos'. Lakoff & Johnson (1999: 102) proporcionan una idea sobre el papel que juega la experiencia como el hecho que conlleva el entendimiento de los elementos que forman parte del mundo: ''what we understand the world to be like is determined by many things: our sensory organs, our ability to move and to manipulate objects, the detailed structures of our brain, our culture, and our interactions in our environment''. Con esta cita no necesariamente quiero referirme a que sólo se puede establecer la realidad mediante el acceso a la conciencia, sino al mundo inclusivo que Lewis expone, de donde se interpreta que la experiencia con los elementos determina la conformación del mundo real.

b. Lewis incluye dentro de los elementos que conforman el mundo a todo cuanto hay, aún sin ni siquiera conocer qué es lo referido: there is nothing so far away from us as not to be part of our world. Anything5 at any distance at all is to be included. No importa cuán distante esté, no hay limitación espacial para que todo elemento que conforma el mundo se incluya dentro de los elementos que conforman el mundo. En este sentido, Lewis es a la vez inclusivo y abarcador. El carácter inclusivo del término anything, se da en el sentido de que cualquier elemento, conocido o desconocido, cercano o distante, se tome como parte del mundo, lo que quiere decir que no hay ninguna razón para que todo elemento no pueda ser incluido. Sin embargo, el carácter abarcador de esta afirmación conlleva cierta falencia en el momento en que se necesita precisar qué es y cómo es el elemento que se incluye, elemento que a la vez hace parte del mundo pero que se desconoce por la ausencia de la experiencia con éste.

Los dos aspectos mencionados más arriba me permiten plantear que difícilmente podemos referirnos a aquello que desconocemos ya que, de acuerdo con lo expuesto en este apartado, lo enunciado por Lewis contiene elementos que se pueden interpretar como reconocidos por él, debido a la mención misma de estos elementos y al uso del verbo to see 'ver'. Es decir, se puede referir a aquello con lo que se ha tenido experiencia, lo que se constituye en el mundo real.

(2) La construcción de los mundos posibles está determinada por el mundo real

Ahora, al haber expuesto cuáles son los elementos que Lewis incluye como conformadores del mundo del cual hacemos parte, es necesario mencionar lo que este autor define como pluralidad de mundos, que no son más que mundos posibles formados a partir de la posibilidad:

The worlds are something like remote planets; except that most of them are much bigger than mere planets, and they are not remote. Neither are they nearby. They are not at any spatial distance whatever from here. They are not far in the past or future, not for that matter near; they are not at any temporal distance whatever from now. They are isolated: there are no spatiotemporal relations at all between things that belong to different worlds. Nor does anything that happens at one world cause anything to happen at another [...]. The worlds are many and varied. There are enough of them to afford worlds where (roughly speaking) I finish on schedule, or I write on behalf of impossibilia, or I do not exist, or there are no people at all, or the physical constants do not permit life, or totally different laws govern the doings of alien particles with alien properties [..].'' (Lewis, 1986: 2).

Esta descripción acerca de lo que significa la pluralidad de mundos manifiesta la existencia de los mundos posibles que se construyen a partir de la posibilidad y que nuestro mundo, tal como lo conocemos, hace parte de una de esas posibilidades, ya que nuestro mundo pudo haber sido otro, pero es como es y así es la manera en que lo conocemos. En esta cita, Lewis toma elementos que conforman el mundo y los usa como contraparte para referirse a lo que podrían ser los mundos posibles, lo que indica que el punto de referencia es el mundo conocido por él, el mundo real. En la siguiente afirmación se identifica la presencia de otros elementos que funcionan como contrapartes: ''the other worlds are of a kind with this world of ours. To be sure, there are differences of kind between things that are parts of different worlds – one world has electrons and another has none, one has spirits and another has none – [...]'' (Lewis, 1986: 2).

Si se toman en cuenta estas contrapartes, podríamos decir que los mundos posibles podrían tener, o no tener, los mismos elementos que conforman el mundo real, pero aquellos elementos que son realmente desconocidos en nuestro mundo real, ¿podrían hacer parte del mundo posible? Si la respuesta a esta pregunta es sí, podríamos hacer el ejercicio de pensar en un elemento desconocido, que a la vez haga parte del mundo. Pero si pudiéramos, incluso, pensar en un elemento que consideráramos nuevo, o inventado, como una manera de representar lo desconocido en la medida en que no tiene correspondencia con uno en el mundo real, saldría a relucir que los elementos con los que está constituido ese elemento inventado en un mundo posible, son reconocidos en el mundo real.

De ser necesario recurrir al mundo real para formar el mundo posible, entonces los mundos posibles sólo se podrían originar a partir de los elementos que conforman el mundo real. La siguiente cita de Lakoff & Johnson (1999: 17) ayuda a reforzar el planteamiento hasta ahora expuesto: ''our sense of what is real begins with and depends crucially upon our bodies, especially our sensorimotor apparatus, which enables us to perceive, move, and manipulate, and the detailed structures of our brains, which have been shaped by both evolution and experience''. Lo que muestran Lakoff & Johnson es el indicio de que aquello con lo que cierta comunidad lingüística ha tenido experiencia, es lo que se considera como parte de la conformación de su mundo real, pues si un elemento es desconocido, difícilmente se podrá hacer referencia a éste. Para Fitch (1987: 92) los mundos posibles son modelos de mundos: ''metaphorically speaking, possible worlds are models of worlds and are no more real worlds than a model of an airplane is a real airplane''. Más adelante, este autor propone el siguiente ejemplo:

consider a model airplane made out of plastic. If the model airplane were actual (in the sense of 'actual' being used here), then we would have a real airplane corresponding to the model. The real airplane would not of course be made out of plastic, it would be made out of steel or whatever airplanes are being made out of these days. If the model airplane were actual we would have two items, the model airplane and the real airplane. On the other hand if the model airplane were not actual, then the model airplane would still exist, but there would be no real airplane corresponding the the [sic] model airplane. Even if the model airplane is not actual, we can still say things about what the real airplane would be like if the model airplane were actual based on the model. For example, if the model is a model of an airplane without wings, then it will be true that if the model were actual there would be a plane without wings. (Fitch, 1987: 94)

Si bien la discusión en este ensayo no se centra en el problema filosófico de lo que puede ser real y cómo podemos saberlo, si es que podemos saberlo, sino más bien en la propuesta de la pluralidad del mundo real en relación con la teoría de la pluralidad de mundos, se podría hacer una categorización de elementos conocidos y desconocidos, en donde los primeros son accesibles por medio de la experiencia, mientras que los segundos son aquellos con los que no se ha tenido experiencia. Con estos últimos habrá dificultad al enunciarlos.

Los elementos enunciados por Lewis, que se presentan a la vez como contrapartes para formular los mundos posibles, indican que los mundos posibles surgen a partir de los elementos con los que se ha tenido experiencia y que son los que finalmente conforman el mundo real. De ser así, se podría afirmar que los mundos posibles están construidos a partir del mundo real o bien, que aquello desconocido no puede ser parte del mundo posible, ya que lo desconocemos en el mundo real debido a la falta de experiencia. Los elementos que conforman el mundo, tal y como Lewis lo plantea, son accesibles a nosotros por medio de la experiencia. La experiencia implica el contacto directo o indirecto con los elementos que forman parte del mundo, sin el acceso a los elementos del mundo, que se obtiene por medio de la experiencia, ni siquiera se podría hacer referencia a ellos y, en consecuencia, no podrían ser parte de nuestros mundos posibles.

(3) La pluralidad de mundos no sólo debe aplicar al mundo posible sino también al mundo real

La pluralidad de mundos, de la manera en que se puede interpretar a partir de los enunciados de Lewis, como unos mundos posibles que surgen de la posibilidad, pero cuya posibilidad parte del mundo real, llevaría a extender la teoría de pluralidad de mundos no sólo al mundo posible, sino también al mundo real. La siguiente afirmación de Lewis en relación con los mundos posibles, se puede apropiar igualmente a los mundos reales: ''there are ever so many ways that a world might be; and one of these many ways is the way that this world is'' (Lewis, 1986: 2). Este mundo real es como es debido a que es el mundo con el que hemos tenido experiencia, pero también hubiera podido ser de otra manera, de acuerdo con la posibilidad. Pueden existir otros mundos reales que desconocemos ya que hay contenidos del mundo que desconocemos porque aún no hemos tenido contacto con ellos. Como la definición del mundo es inclusiva, pero el conocimiento de los elementos no es universal, la referencia a la pluralidad de mundos se podría hacer a aquellos mundos que realmente existen pero a los cuales no se tiene acceso debido a que no hacen parte de cierto mundo real.

De hecho, Lewis (1986: 2) pareciera reconocer la existencia de la pluralidad del mundo real cuando afirma que: ''there are ever so many ways that a part of a world could be; and so many and so varied are the other worlds that absolutely every way that a part of a world could possibly be is a way that some part of some world is''. Si bien esta afirmación se basa en los mundos posibles, aquí Lewis reconoce que esos mundos están conformados por partes y que estos, a su vez, son de la manera en que una parte del mundo es. Pero si la teoría de la pluralidad de mundos no pudiera aplicarse al mundo real, tendríamos que preguntarnos ¿de dónde surge el contenido de los mundos posibles? La respuesta podría surgir a partir del ejercicio de la creación de mundos posibles.

 

Una propuesta de modelo para la pluralidad del mundo real

De lo discutido hasta el momento, se pueden plantear tres posibles supuestos:

a. El mundo del cual hacemos parte es un mundo inclusivo, sin embargo, el mundo real representa una parte de ese mundo, la parte con la que hemos tenido experiencia.

b. Hay mundo posible porque éste está basado en el mundo real. Si no hay mundo real, el contenido del mundo posible no se puede determinar.

c. La pluralidad de mundos debe aplicarse tanto a los mundos posibles como a los mundos reales.

En la Figura 1 se muestran aquellos mundos reales que a su vez hacen parte del mundo y que no han entrado en contacto. El mundo inclusivo, como es concebido por Lewis, abarca todos los elementos que conforman el mundo, tanto los conocidos como los desconocidos. A su vez, el conocimiento que las comunidades lingüísticas tienen sobre esos elementos está condicionado por la experiencia con estos, es así como los diferentes mundos reales tienen, a su vez, elementos que son comunes entre ellos y otros que no lo son.

En la Figura 2 se muestran los mundos reales que han entrado en contacto. Hay elementos previos al contacto que son comunes y otros no comunes que se introducen luego del contacto. Los elementos introducidos son aquellos que anterior al contacto no hacían parte de otro mundo real, pero que se adquieren por el hecho de haber tenido la experiencia con esa nueva realidad por lo que se vuelven parte de otro mundo real, así como lo menciona Bloomfield (1961: 445): ''objects, both natural and manufactured, pass from one community to the other, and so do patterns of action, such as technical procedures, warlike practices, religious rites, or fashions of individual conduct''. Es preciso indicar que a veces los elementos introducidos no se dan de manera recíproca por lo que se presentan en una sola dirección. Para Bloomfield (ibid.: 461) esta unidireccionalidad tiene relación con que tanto tenga una comunidad para dar en relación con la otra: ''it is one-sided only to the extent that one nation has more to give than the other''.

Préstamos léxicos y los mundos reales, aplicación del modelo

El mundo inclusivo, de la manera en que es concebido por Lewis, implica la relación entre los elementos que lo conforman y la experiencia. En este sentido, la experiencia con todos los elementos no es universal, pues no todas las comunidades lingüísticas tienen acceso a la misma parte del mundo, que es la que conforma su mundo real. La misma historia nos permite dilucidar que la pluralidad de mundos aplicada sólo a los mundos posibles debe traerse a consideración. Hay un hecho histórico que permite deducir que aunque todas las comunidades lingüísticas viven en el mismo mundo, esto no garantiza que se comparta la experiencia con todos los elementos que lo conforman, por lo que difícilmente podrían hacer parte del mundo real: un grupo de expedicionarios españoles tenían el deseo de encontrar una nueva ruta para llegar a Indias, como en ese entonces se conocía al territorio asiático. Es así que cuando llegaron a tierra firme pensaron, en principio, que habían llegado a Indias:

tan impreparados estaban los europeos para el encuentro, que más de diez años después de su descubrimiento Colón todavía no se había dado cuenta de que las tierras por él descubiertas eran un nuevo mundo [...] como todo hecho nacido del choque de dos mundos muy diferentes no sólo desde el punto de vista cultural, sino también desde el de la naturaleza del mundo físico, el proceso ha sido muy complejo, mucho más complejo aún que los otros de la misma especie conocidos del mundo antiguo, porque el choque fue de la mayor violencia imaginable, para europeos y americanos, ya que ambos vivían sin la menor sospecha de la existencia del otro, sin la menor vislumbre de lo que el mundo del otro podía ser (Morínigo, 1964: 217).

En ese momento, los expedicionarios intentaron relacionar cada realidad nueva, antes no conocida, con elementos que eran conocidos para ellos, es decir, con su mundo real. El contacto entre americanos y europeos supuso el encuentro con el otro, en principio desconocidos entre sí: ''au début du seizième siècle les Indiens d'Amérique sont, eux, bien présents, mais on en ignore tout, même si, comme on peut s'y attendre, on projette sur les êtres nouvellement découverts des images et des idées concernant d'autres populations lointaines'' (Todorov, 1982: 12). La llegada de los españoles a América representó un encuentro con lo nuevo en ambas direcciones, lo que se vio reflejado a nivel lingüístico y un ejemplo de ello fue la adopción de préstamos léxicos. Por ello, ahora se utilizan en varias lenguas palabras como xocoatl 6 'chocolate', papa, mahís 'maíz', cacáhuatl 'cacao', ají o chile, que son igualmente evidencias de la introducción de nuevas realidades.

Dentro de los recursos lingüísticos que los españoles utilizaron para denominar esas nuevas realidades estuvo el uso del topónimo ''Castilla'' (Alvar, 2000: 19), es decir, un cambio semántico, añadir un elemento conocido para nombrar un elemento nuevo que podría ser o no similar en sus características. En el español de Colombia aún se conservan expresiones con este elemento léxico: caña de castilla, ají de castilla, cidrón de castilla, manzanilla de castilla, mora de castilla. En el caso del muisca, lengua extinta durante el siglo XVIII, Lugo (1978 [1619]: fol. 117) manifiesta una de las soluciones implementadas por los misioneros para denominar las nuevas realidades, ajenas para los muiscas y cuya equivalencia en su mundo real no existía: ''todas las dicciones, o términos de que carece eſta lengua, ſe ſuplen por los de nueſtra lengua caſtellana''. Estos términos se relacionan con la religión como: ángel, cielo, confesar, cruz, cuaresma, Dios mío, iglesia, infierno, Jesuchristo, jurar, misa, pascua, pecar, rezar, San Pedro, Virgen María; con días de la semana como: domingo, martes, miércoles, viernes; con animal como: caballo u objetos como: calzas, calzones, zapatos, pala, bola, naipe. La importancia de los préstamos léxicos radica en que permiten identificar que efectivamente ha habido introducción de nuevas realidades.

Luego de ese contacto, esos elementos se hicieron parte del mundo real de otros mundos reales y, en consecuencia, de los mundos posibles, aunque como se mencionó más arriba, no se puede desconocer que pueden existir elementos comunes en varios mundos reales, pero con diferente denominación. La razón por la que algunas realidades son conocidas por una comunidad lingüística y no por otra, se debe a la manera en que estas han experimentado con el mundo (por ejemplo, hay ciertas clases de frutas, animales y otros elementos que son conocidos en algunas partes del mundo, pero no en otras). Fernández de Oviedo en la Historia general y natural de las Indias describe árboles, animales y otros elementos del Nuevo Mundo que no se hallaban en España u otros que eran comunes. Por ejemplo, en relación con las aves, hay apartados categorizados como: aves que hay en la isla Haití que son semejantes a las de España, otras que hay en Haití pero no en España y otras que se han llevado desde España a Haití por no haberlas en allí (1992: 70-71).

Los siguientes modelos representan los préstamos léxicos del muisca al español y del español al muisca:

La Figura 3 representa, a la izquierda, el mundo real muisca y, a la derecha, el mundo real español antes de entrar en contacto. Ambos mundos reales, que a su vez hacen parte del mundo, tenían algunos elementos que eran comunes, pero cada uno tenía una denominación para esos elementos comunes como en el caso de sone y caña y nyia y oro. Había otros elementos que no eran comunes como fique y curuba, por un lado, y caballo e infierno, por el otro. La Figura 4 representa el mundo real muisca y el mundo real español en contacto, en donde se puede evidenciar los préstamos léxicos en el mundo real. Cuando un préstamo léxico tienen lugar, estos sufren una adaptación a la lengua receptora por eso, en el caso del muisca se presenta hycabai 'caballo' y fiernon 'infierno'. En el caso del español se presentan los préstamos fique7 y curuba8 sin ningún tipo de adaptación.

Respecto a las aseveraciones de Bloomfield (1961: 458) como de Weinreich (1964: 56) en relación con que los préstamos indican aquellos campos en donde se presentó una mayor influencia, la adopción de léxico indígena en el español se dio principalmente en lo relacionado con plantas y animales (Montes Giraldo, 1986: 335; Enguita Utrilla, 2004: 22), es por ello que los elementos léxicos de origen muisca que aún sobreviven en el español se dan, principalmente, en lo referente a la flora y fauna (Giraldo Gallego, 2011: 76), por lo que podríamos determinar que la influencia se dio en este sentido. En uno de los vocabularios manuscritos muisca-español que se conserva en la actualidad, se identifica que la influencia del español en el muisca se dio, durante los primeros tiempos del contacto, a nivel cultural, institucional y religioso (Giraldo Gallego, en prensa).

 

A manera de conclusión

En este ensayo se pretendió discutir cómo los préstamos léxicos son un indicio de la pluralidad del mundo real y cómo su presencia representa, asimismo, la introducción de una nueva realidad. Los elementos que conforman el mundo están constituidos tanto por aquellos con los que hemos tenido experiencia, como por aquellos con los que no hemos tenido experiencia. El mundo real está conformado por los elementos del mundo con los que cierta comunidad lingüística ha tenido experiencia y, como la experiencia con todos los elementos que conforman el mundo no es universal, surge entonces la presencia de otros mundos reales, en la medida en que hay otras comunidades lingüísticas que tienen experiencia con otros elementos. Si se toma en cuenta esta afirmación, la teoría de la pluralidad de mundos expuesta por Lewis, debe extenderse no sólo al mundo posible sino al mundo real.

Finalmente, en esta propuesta se intentó abordar el préstamo léxico desde una perspectiva filosófica, lo que ha permitido discutir un asunto sustancial desde todo punto de vista lingüístico y humano y es el poder manifestar, tal vez de una manera indirecta, mediante la relación pluralidad de mundos, mundos posibles, mundos reales y préstamo léxico, que los diversos fenómenos sociales tienen su manifestación en las lenguas, como ocurre con el préstamo léxico, y que el reconocimiento de la pluralidad de lenguas, de culturas y, en consecuencia, de la forma de ver el mundo, se extiende a la ampliación de la visión y entendimiento de éste, por lo que la tendencia debería ser a la omisión del deseo de homogenización y universalización, y a la aceptación y preservación de la pluralidad.

 


Notas al pie

* Este artículo se realizó en el marco del curso Teoría de la Ciencia y Ética de mi Doctorado en Español y Estudios Latinoamericanos, en la Universidad de Bergen. Este estudio ha sido financiado por el programa Quota, gracias al convenio existente entre la Universidad de Bergen y la Universidad de Antioquia. Fecha de elaboración: enero-mayo 2012.

1 Los préstamos léxicos del muisca al español se tomaron de mi tesis de maestría En búsqueda de El Dorado, préstamos léxicos de origen muisca en algunos municipios de Cundinamarca y Boyacá. Los préstamos del español al muisca se tomaron de mi artículo en prensa Hispanismos en el muisca. Vocabulario de la lengua Chibcha o Mosca, Manuscrito II/2922.

2 Ante la presencia de una nueva realidad las lenguas recurren a diferentes alternativas para su denominación y no todas recurren a una misma solución, como se observa en este caso: ''the loanword computer was being replaced by a native word in some languages: tölva (Ic), tietokone (Fi). In other languages was being replaced by ordinateur (Fr) ordenador (Sp) [ordenador en la variante española y computador o computadora en la variante americana (Diccionario de americanismos, 2010: 643)], datamaskin (Nw). And in some others, the borrowing has taken place without any problem komputer (Hu), kompjuter (Al)'' (Crystal, 2010: 49). Islandés (Ic), Finlandés (Fi), Francés (Fr), Español (Sp), Noruego (Nw), Húngaro (Hu), Albano (Al).

3 Abeledo y Flichman (1997: 101-116) exponen problemas de traducción para el término expuesto por Lewis como actual world. Proponen que la traducción más apropiada para este término es mundo efectivo, en lugar de mundo actual o mundo real, como lo traducen otros autores. En este ensayo utilizaré el término mundo real para referirme a la parte del mundo con la cual hemos tenido experiencia y que en Lewis se presenta como actual world: ''the world we are part of is the actual world'' (Lewis, 1986: 5).

4 Inicialmente, Lewis denominó a su tesis de pluralidad de mundos como realismo modal pero, posteriormente, la juzgó como una mala denominación debido a varias discusiones que ha suscitado el término realismo, lo que lo condujo al cambio del término: ''about twelve years ago, I gave my thesis a bad name. I called it 'modal realism'. Had I foreseen present-day discussions of what 'realism' really is, I would certainly have called it something else'' (Lewis, 1986: viii).

5 El subrayado es mío.

6 Las etimologías se tomaron del Diccionario de la Real Academia, versión en línea: http://www.rae.es/rae.html

7 Planta de donde se extrae la cabuya. Agave spp. y Furcraea spp

8 Fruto de la planta Passiflora antioquensis


 

 

Bibliografía

1. ALVAR, M. (2000) América, la lengua. Valladolid: Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial.         [ Links ]

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