Apreciados lectores.

En páginas editoriales anteriores he manifestado que nuestra Revista Orinoquia como voz independiente, editada en la Universidad de los Llanos de Colombia, ha aspirado siempre a difundir la ciencia y la tecnología con visión universal; recibimos colaboraciones de cualquier país o institución que cumpla con la regla de someterse a pares, al arbitraje independiente y riguroso de los productos. Sin embargo, no perdemos de vista que la mayoría de sus artículos tratan sobre problemas científicos, soluciones o preguntas surgidas en el territorio orinoquense, es en ese contexto, en ese territorio, y en sus comunidades académicas de donde se nutre principalmente la publicación. Por tanto, su voz refleja o representa la ideas y resultados de investigación que van surgiendo en el ámbito geográfico y cultural de los Llanos, con sus connotaciones sociales, ecológicas, económicas y productivas.

Los Llanos, históricamente, se han denominado como región de inmenso potencial para apoyar el desarrollo de la nación, pero en verdad, muy pocos esfuerzos científicos, o de planeación estratégica han sido realmente eficaces para articularlos a tal proceso. La voluntad política se va diluyendo si se piensa en un desarrollo armónico, que no implique solo la ocupación del territorio, extracción desmedida de los recursos, uso irresponsable de los servicios ambientales y por supuesto, los indicadores de equidad son pobres. La Orinoquia sigue siendo una región de la cual se espera mucho en términos de su capacidad productiva, de alimentos o productos agroindustriales, por ejemplo, pero en el que aún las dificultades estructurales relacionados con educación, salud o infraestructuras están muy por debajo de los promedios nacionales, y los más preocupante, con problemas ecológicos emergentes dignos de cuidadosos trabajos en el campo de la eco-toxicología. Hay desorden en la pretensión de 'crecer' sin atender las bases del desarrollo hasta lograr metas socioeconómicas incluyentes, favorables a la mayoría de habitantes, como aquellos de comunidades étnicas ancestrales o los criollos tradicionales de estas latitudes, es decir, lograr un desarrollo sustentable que considere positivamente al territorio y a sus habitantes.

Apuntalar y mejorar un medio de difusión de la ciencia, como Orinoquia, ha sido una tarea en la que, la institución y las personas comprometidas hemos invertido ideas, esfuerzos y recursos por más de veinte años; pasando por un proceso de formación y auto-aprendizaje, se va logrado hitos como la indexación, que, para las publicaciones regionales tiene connotaciones particulares, mucho más si consideramos que el interés no es competir en el mercado del conocimiento digitalizado, aplicando inflexibles bibliometrías u otros parámetros hechos como medidas de la 'calidad' pero en otros contextos, culturas y territorios, que no siempre se corresponden con nuestras realidades y dificultades locales. Aun así, persistimos en ser interlocutores válidos de los colegas científicos globales, conversando en el lenguaje universal de la ciencia, reconociendo la necesidad de búsqueda de la verdad y la práctica de métodos aceptados universalmente. Con todo, pensamos que nos debemos en primer lugar, a los lectores de nuestros contextos y territorios ecuatoriales sudamericanos, creemos que hay preguntas auténticas, diferentes, que debemos responder en consecuencia con nuestra realidad o realidades, por eso exhortamos a las comunidades territoriales y a las autoridades locales a apoyar este y todos los medios que pretendan esa congruencia, que consoliden la idea de construir una Red de Inteligencia Territorial Orinoquense -RIO-, de la cual Orinoquia es apenas un pequeño nodo, una voz independiente entre las múltiples voces del territorio. Por ello seguimos convocando a los científicos asentados o interesados genuinamente en la Orinoquia, a continuar en el esfuerzo por conocerla, conservarla y defenderla como patrimonio universal.

Finalmente, como Editor quisiera agradecer el apoyo recibido por tantas personas e instituciones durante mi gestión, que ahora pasará a otras manos y mentes despiertas y laboriosas que continuaran despejando el camino.

Seguros de seguir contando con el aprecio de los lectores.

Cordialmente,