El uso de constructos no cognitivos para explicar el desempeño de las personas en distintos escenarios es cada vez más frecuente (Cárcamo et al., 2020; Raimundi et al., 2021). Existen distintos tipos de factores no cognitivos, entre estos, los relacionados con la capacidad de los individuos de elegir su curso de vida y de trabajar en procura de conseguirlo, por ejemplo, el grit (Duckworth et al., 2007; Duckworth & Quinn, 2009) y agencia personal (Pick et al., 2007).
Grit: definición e instrumentos para su evaluación
El grit es un constructo, propuesto por Duckworth et al. (2007), con una creciente evidencia sobre su impacto en fenómenos educativos, y amplia discusión sobre su estructura teórica (Datu, 2021). Se refiere, fundamentalmente, al grado de determinación y pasión de las personas por alcanzar objetivos en el largo plazo (Eskreis-Winkler et al., 2014). El constructo está compuesto por dos dimensiones: (1) perseverancia en el esfuerzo (PE), entendida como la capacidad de trabajar en pro de un objetivo, a pesar de las circunstancias adversas; y (2) consistencia en el interés (CI), entendida como la capacidad para comprometerse con un objetivo, durante largos periodos. Una persona con alto nivel de grit fijará, mantendrá y trabajará en procura de alcanzar objetivos a largo plazo, a pesar de las dificultades que se presenten.
El constructo grit ha sido criticado por su proximidad con otros como meticulosidad (conciousness) o autocontrol (González et al., 2020). Sin embargo, sus defensores consideran que las diferencias estriban en que el constructo grit, a diferencia de meticulosidad, busca explicar la consistencia de interés, fundamental para alcanzar el éxito en muchos contextos (Tedesqui & Young, 2018). A diferencia de autocontrol, el grit se enmarca en la consecución de metas a largo plazo a diferencia del énfasis situacional (Duckworth & Gross, 2014).
Duckworth ha desarrollado dos versiones de una escala para medir grit, el Grit-Original -Grit-O (Duckworth et al., 2007) y el Grit-Short -Grit-S (Duckworth & Quinn, 2009), que han mostrado capacidad predictiva del desempeño académico (Christopoulou et al., 2018; Postigo et al., 2021a; 2021b; Tang et al., 2021), el desempeño deportivo (Tedesqui & Young, 2018), entre otros.
Las escalas Grit han sido validadas en distintos grupos poblacionales, con índices de confiabilidad y validez aceptables, aunque con estructuras psicométricas variadas (Abu Hasan et al., 2020; Credé et al., 2017). Las estructuras psicométricas encontradas son dos: (a) la estructura original, en la que un factor general agrupa las dimensiones perseverancia y consistencia (Arco-Tirado et al., 2018; Li et al., 2018; Schmidt et al., 2017); y (b) una estructura en la que los dos factores se organizan de manera independiente, conocido como el modelo bifactorial del Grit (González et al., 2020; Karaman et al., 2019; Mullen & Crowe, 2018). Recientemente, Datu ha propuesto un modelo tridimensional que adiciona la adaptación, entendida como la capacidad de flexibilizar metas, según el contexto en el largo plazo (Datu, 2021; Datu et al., 2018; Datu & Zhang, 2021).
Con respecto a su validación, las escalas Grit han mostrado buenos índices de convergencia con otros factores no cognitivos, como la resiliencia (Chisholm-Burns et al., 2019) y el compromiso académico (Tortul et al., 2020), la práctica deliberada en deportistas (Tedesqui & Young, 2018) o mentalidad de crecimiento (Midkiff et al., 2017).
Collantes-Tique et al. (2021) adaptaron y validaron las escalas Grit en Colombia, con lo que encontraron buenos índices de validez y confiabilidad en dos muestras analizadas. La estructura factorial coincide con el modelo bifactorial: perseverancia y consistencia se organizan como factores independientes. Dado que es necesario ampliar las evidencias sobre las propiedades psicométricas de la escala Grit-S en este contexto, esta investigación busca realizar una validación del constructo, así como una validación convergente con la Escala de Agencia Personal y Empoderamiento (ESAGE), que evalúa la agencia personal.
Agencia personal: definición y perspectiva de evaluación
La noción de agencia es una de las más discutidas en las ciencias sociales, desde las teorías sociológicas de Giddens (1979) y Bourdieu (1997), hasta el enfoque de desarrollo humano (Nussbaum, 2003) que considera a la agencia una medida universal del bienestar individual. En general, la agencia se refiere a la capacidad de los sujetos para fijar objetivos, de forma autónoma, y trabajar en procura de alcanzarlos.
La teoría sociocognitiva de Bandura (1989, 2000, 2018) entiende la agencia como resultado de la influencia de ambientes externos, donde los sujetos también son protagonistas en el proceso de elección y capaces de moldear los entornos. Por tanto, la agencia implica una codeterminación de la causalidad de la acción. Así, los sujetos están motivados a incidir en el entorno, si sienten confianza en controlar los sucesos que los afectan. Esto significa que los individuos ejercen su agencia en contextos de alta autoeficacia. La autoeficacia afecta los patrones de pensamiento, el esfuerzo y el compromiso con los proyectos en el mediano y largo plazo (Bandura, 1989). En consecuencia, el ejercicio de la agencia requiere un proceso metacognitivo de reflexión sobre las capacidades propias y la posibilidad de ponerlas al servicio de los objetivos (Bandura, 2018).
En línea con esta teoría, Feldman (2017) señala que el “libre albedrío”, entendido como la creencia de las personas en su capacidad para actuar libremente, es un constructo definitorio de la agencia. Este constructo es diferente a otros, tanto por su énfasis en la agencia como en la capacidad de elegir; en contraste con aquellos centrados en factores agenciales como la capacidad de generar éxitos (autoeficacia), para cambiar (creencias implícitas), para el control interno (autocontrol), atribuciones internas-externas (locus de control), valía (autoestima) e independencia (autonomía).
Pick et al. (2007) señalan que el término agencia puede funcionar a manera de “paraguas” que recoge diferentes aspectos del proceso de elección individual. Entre estos, autonomía (Chirkov, 2011), autodeterminación (Ryan & Deci, 2000, 2006), empoderamiento (Alkire, 2005, 2007; Kabeer, 1999, 2018), locus de control y autorregulación. Con esta perspectiva, Pick et al. (2007) diseñaron la escala ESAGE, orientada a medir variables asociadas con la agencia: (1) autoeficacia, (2) autodeterminación, (3) control sobre las conductas, (4) pensamiento independiente, (5) identificación de necesidad de cambio, (6) miedo al éxito, (7) reconocimiento del aprendizaje, (8) percepción del contexto y (9) control sobre el entorno. Los resultados muestran una escala bifactorial, conformada por un factor orientado a medir agencia personal, al que se suma un segundo factor que mide el empoderamiento social.
En Colombia, no fue posible identificar adaptaciones o validaciones de ESAGE, publicadas en revistas científicas. Aunque, Murad y Arteaga (2019) reportan una adaptación con niños y niñas, que mostró una estructura de cuatro factores. Estos son los dos factores de la prueba original, pero no se hipotetiza sobre los otros factores identificados.
Teniendo en cuenta que el constructo grit y el de agencia señalan la importancia de la autodeterminación individual en la consecución de metas, se considera pertinente evaluar la convergencia de las dos escalas que los evalúan. Ello, con el ánimo de aportar en el conocimiento de las propiedades psicométricas de los instrumentos y de las relaciones entre los constructos. Para desarrollar este propósito, se presenta primero evidencia complementaria a la reportada por Collantes-Tico et al. (2021), sobre la estructura factorial de la prueba Grit-S en población colombiana; luego, se evalúa la convergencia entre la prueba Grit-S y la escala ESAGE.
Método
Tipo de estudio
El estudio es instrumental, en la medida en que presenta la validación de la estructura factorial de la prueba Grit-S, con población colombiana (Ato et al., 2013; Montero & León, 2007); y estima la validez convergente de la escala Grit-S con la ESAGE (Pick et al., 2007).
Participantes
La muestra fue de 313 estudiantes de programas de Ciencias Económicas y Administrativas de una universidad privada en Bogotá (Colombia). La recolección de los datos se realizó en junio de 2021. El muestreo fue no probabilístico por conveniencia (Rincón & Barreto, 2016).
Los estudiantes fueron contactados por el correo electrónico oficial de la universidad. En él, se invitaba a participar en la investigación; y se incluían, entre otros, los instrumentos de investigación. Los criterios de inclusión eran ser mayor de 18 años y ser estudiante activo.
El 51.9 % de los participantes estuvo constituido por mujeres, y la edad promedio fue 34 años (mínimo de 18 y máximo de 60 años; desviación estándar (DE) = 9.57 años). Las estadísticas descriptivas de la edad y sexo se presentan sobre la base del 81 % de la muestra, debido a un fallo técnico en la recuperación de la información de las variables de la caracterización sociodemográfica. Los registros de respuesta de los instrumentos están completos.
Instrumentos
Short Grit Scale (Grit-S). La escala Grit-S (Duckworth & Quinn, 2009), una versión corta y psicométricamente equivalente de la Grit-O (Duckworth et al., 2007), está compuesta por ocho ítems: cuatro por dimensión, consistencia y perseverancia, obtenidos de la escala original, en escala tipo Likert con calificaciones que oscilan entre 1 (“No me describe en absoluto”) y 4 (“Me describe totalmente”). La dimensión de consistencia presenta las afirmaciones de forma negativa y evalúa el mantenimiento de objetivos en el largo plazo. Además, personas con un mayor acuerdo con las afirmaciones tendrán menor consistencia. Por su parte, la dimensión perseverancia evalúa el esfuerzo a lo largo del tiempo, a pesar de los obstáculos o los resultados adversos, un mayor acuerdo indica mayor perseverancia.
La escala fue validada en Colombia con una muestra de 500 sujetos, en la que se evidencia una estructura bifactorial que explica el 55 % de la varianza (factor 1: 33.84 % y factor 2: 21.16 %) y una confiabilidad general de la prueba, medida a través del coeficiente alfa de Cronbach de .834, en el análisis exploratorio; y de .826 en el confirmatorio.
La prueba evidencia buenos resultados de validez en el AFC: χ 2/gl = 1.892, CFI = .959, TLI = .945, GFI = .989, RMSEA = .060 (IC 90 %: .042-.078) (Collantes-Tique et al., 2021). La tabla 1 presenta los ítems de la prueba.
Escala de agencia personal y empoderamiento (ESAGE). La escala está estructurada en dos dimensiones: Empoderamiento Social (siete ítems) y Agencia Personal (35 ítems), presentados en escala tipo Likert con opciones de respuesta nunca, algunas veces, casi siempre y siempre. La versión original obtuvo valores de consistencia interna entre .72 y .75 (Pick et al., 2007).
En la escala hay 14 ítems inversos: “Tengo iniciativa para hacer las cosas”; “Exijo mis derechos, aunque otros no estén de acuerdo”; “Busco la solución a un problema, aunque otros me digan que no hay”; Cuando tengo un problema, sé lo que necesito para solucionarlo”; “Encuentro soluciones novedosas a problemas difíciles”; “Me gusta planear mis actividades”; “Me gusta tener responsabilidades”; “Me quejo con las autoridades cuando hay un abuso”; “Es mejor tomar decisiones que esperar a ver lo que pasa”; “Sé por qué me pasan las cosas”; “Me gusta ser el primero en hacer cosas nuevas”; “Me es fácil tomar decisiones”; “Hago lo que creo que es mejor para mí sin importar lo que otros crean”; y, finalmente, “Conozco las leyes de mi país”.
Un Análisis Factorial Exploratorio (AFE) realizado con niños colombianos comprobó la agrupación de 47 ítems, en dos dimensiones: (1) agencia personal (consistencia interna de .86) y (2) empoderamiento social (consistencia interna de .85); y dos subdimensiones en cada una (Murad & Arteaga, 2019).
Aspectos éticos
El Comité de Ética de la Universidad Católica de Colombia (Acta 12 de 2020) aprobó el protocolo de recolección de información, y lo clasificó como de mínimo riesgo, de acuerdo con el Ministerio de Protección Social de Colombia. Los participantes fueron informados del propósito del estudio, aprobaron el consentimiento informado (elaborado de acuerdo con el código deontológico de la disciplina para Colombia y los principios de la Asociación de Psicología Americana), y aprobaron el tratamiento de la información por parte de las universidades cooperantes que, a su vez, compartieron la información de forma cifrada.
Análisis de datos
La información se analizó a través de un análisis factorial confirmatorio en el programa AMOS-SPSS, versión 23. Ya que la escala Grit es tipo Likert, puede conducir a violaciones del supuesto de normalidad de la distribución, por lo que se utilizó un método de estimación asintótica libre de distribución (ADF, por sus siglas en inglés), recomendado para casos con muestras pequeñas o donde las variables se comportan de forma discreta (Finney & Di Stefano, 2006; Rigo & Donolo, 2018). La tabla 2 presenta las estadísticas descriptivas.
Nota: La prueba de normalidad fue la Kolmogórov-Smirnov con corrección de Lilliefors para media y varianza poblacional desconocida.
Para este análisis se toman como medidas de referencia para el CFI valores superiores a .95, GFI superiores a .93, RMSEA valores iguales o inferiores a .05 y en χ 2 / gl, valores menores a 5 (Rigo & Donolo, 2018).
En un segundo momento, dado que no existe una validación de la estructura factorial de la prueba ESAGE para adultos en Colombia, se aplicó un Análisis Factorial Exploratorio por método de Análisis de Componentes Principales con rotación oblimin para factores relacionados. Se consideran valores superiores a.7 (alfa de Cronbach) aceptables en confiabilidad interna (Field, 2014).
Después, se adelantó la prueba de validez convergente a través de estimaciones de correlaciones bivariadas entre las dimensiones de las escalas Grit-S y ESAGE. Dado que los instrumentos son tipo Likert, se validó el cumplimiento del supuesto de normalidad de las variables con la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Los resultados indican la violación del supuesto, por esto se utilizó el coeficiente de Spearman para calcular las relaciones. Se analizaron las relaciones significativas con valores superiores a .4.
Resultados
Análisis Factorial Confirmatorio escala Grit-S
Los resultados del análisis factorial confirmatorio corroboraron una estructura factorial compuesta por ocho ítems, distribuidos en cuatro ítems por dimensión (figura 1).
Para la medición de la bondad del ajuste de los datos, se utilizaron las pruebas de razón de Chi2/grados de libertad. χ 2 / gl = 1.569; el índice de bondad de ajuste comparativo (CFI = .940), el índice de Tucker-Lewis (TLI = .911); índice de bondad de ajuste global (GFI = .979) y error cuadrado de aproximación a las raíces medias (RMSEA = .043; IC 90 %: 0.00-.071). Los resultados de las pruebas indican una excelente bondad de ajuste del análisis factorial confirmatorio (Rigo & Donolo, 2018).
Adicional a la estructura bifactorial, se exploró una estructura unifactorial. Los resultados indican peores medidas de ajuste que la estructura bifactorial (χ 2 / gl = 3.041, CFI = .773, TLI = .682, GFI = .956 y RMSEA = .081; IC 90 %: .058- .105). Finalmente, la consistencia interna (alfa de Cronbach) para la escala general fue de .693, con consistencia de .717 y perseverancia de .673.
Análisis factorial exploratorio de la prueba ESAGE
El análisis factorial exploratorio reportó un valor de Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) de 0.89; y en la prueba de esfericidad de Bartlett una significación de menos de 0.001. Estos valores indican que los ítems son adecuados. El modelo con dos factores explica una varianza de 32.82 %, con comunalidades bajas en la mayoría de los ítems. Por ello, se optó por un modelo de cuatro factores, con rotación oblimin, lo que explica el 42.6 % de la varianza. El modelo indica eliminar los ítems: 8. Pienso que este mundo lo dirigen aquellos que tienen poder y 21. Hago lo que creo que es mejor para mí, sin importar lo que otros crean, porque no se ubican en ningún factor.
El nuevo modelo explica la varianza en un 44 %, con KMO de .89 y prueba de esfericidad de Bartlett (p = .000). El instrumento de 42 ítems se estructura en cuatro dimensiones: (1) empoderamiento social -doce ítems; (2) agencia -catorce ítems; (3) control -once ítems; y (4) habilidades sociales -cinco ítems (tabla 3). El análisis de consistencia interna para el instrumento es .904 (alfa de Cronbach).
Dados los requerimientos de tamaño de muestra para llevar a cabo el análisis factorial confirmatorio, mínimo 250 individuos para cada tipo de análisis (Field, 2014) no se implementó. Por eso, no se reporta el CFI, el RMSEA, el TLI, ni el GFI.
Análisis de validez convergente prueba Grit-S
Los resultados del análisis de validez convergente entre las escalas sugieren la existencia de una asociación significativa (p < .01) entre las parejas de variables. Sin embargo, solo se consideran las significativas con valores superiores a .4 (tabla 4).
La dimensión constancia (Grit-S) se asocia con el puntaje total de la prueba y con la dimensión Agencia (ESAGE). La dimensión Persistencia (Grit-S) se relaciona con el puntaje total de Grit-S y con Habilidades Sociales, mientras que el puntaje total de Grit-S se asocia con la prueba ESAGE, el puntaje total y de las tres dimensiones.
En cuanto a las dimensiones de la prueba ESAGE, la dimensión Empoderamiento se asocia con Habilidades sociales, Agencia se relaciona con Habilidades Sociales y Control. El puntaje total de ESAGE se asocia con las tres dimensiones que lo componen.
Discusión
El propósito de este estudio fue ampliar la información psicométrica disponible para la escala Grit-S con población colombiana. En primer lugar, se validó la escala Grit-S, a través de la comparación con la estructura reportada por Collantes-Tique et al. (2021). Posteriormente, se realizó una validación convergente entre las escalas Grit-S y ESAGE.
Se encontró que la estructura psicométrica agrupa los ítems en dos dimensiones (persistencia y consistencia), relacionadas entre sí, y a favor de una estructura bifactorial de Grit (González et al., 2020; Karaman et al., 2019; Marentes-Castillo et al., 2019; Morell et al., 2021; Mullen & Crowe, 2018; Van Zyl et al., 2020). La estructura factorial confirma la de Collantes-Tique et al. (2021), en la que se encontró que los ítems de la prueba Grit-S se agrupaban de manera coherente en las dimensiones teorizadas, con cargas bajas de covarianza entre las variables latentes.
También, se encontró baja confiabilidad en las escalas con valores alrededor e inferiores a .7, lo cual constituye una falencia del instrumento, reportada en otras investigaciones (Clark & Malecki, 2019).
En cuanto a la validación de la escala ESAGE, se halló una estructura factorial de cuatro dimensiones, dos más que las propuestas por Pick et al. (2007). El instrumento original propone los factores empoderamiento social y agencia. En contraste, se encontró evidencia de estas dos dimensiones, y otras dos que denominamos habilidades sociales y control, de acuerdo con los nombres de las variables de Pick et al. (2007): “Percepción de mi contexto” y “Control sobre mi entorno”. En comparación con Castillo y Guazzotti (2019), que validaron la propuesta de dos dimensiones, la estructura factorial de cuatro dimensiones explica un mayor porcentaje de varianza, mayor consistencia interna total, y por dimensiones y mayores niveles de cargas factoriales a las dimensiones.
Con respecto a la convergencia entre las escalas ESAGE y Grit-S, los resultados subrayan la relación entre los constructos. En general, los puntajes totales y parciales de las escalas correlacionan de manera significativa y alta. Asimismo, la baja relación de la dimensión de empoderamiento social con la escala Grit-S puede explicarse por la naturaleza individual y relativamente acontextual del Grit (Postigo, Cuesta, García-Cueto et al., 2021), frente al empoderamiento que tiene un carácter social (Castiblanco & Pineda, 2022).
Ahora bien, los estudios presentan la limitación de un posible efecto de sesgo de autoselección en los que sujetos con altos puntajes del Grit y la ESAGE sean quienes, teóricamente, estén más dispuestos a participar. También, hubo una pérdida de la información sociodemográfica (19 % de los participantes del estudio) que limita la posibilidad de controlar el sesgo de autoselección descrito. Finalmente, aunque existe evidencia favorable del uso de la escala Grit-S en Colombia. Futuras investigaciones han de evaluar su potencialidad, aislada y complementaria, para predecir altos desempeños en diferentes dominios y con diferentes poblaciones1.