La discriminación es el conjunto de comportamientos y acciones que perjudican a un grupo y favorecen a otro debido a una característica específica (Kirkinis et al., 2021). En el caso de la discriminación étnico-racial (DER), los tratos injustos se deben a rasgos físicos o pertenencia a un grupo étnico-racial (Broudy et al., 2007; Paradies et al., 2015). En la actualidad, estos comportamientos se han vuelto más cotidianos, pues se manifiestan de manera más sutil mediante burlas, discursos racializados o la restricción de espacios públicos, lo cual ha generado que la DER se normalice (Bourabain & Verhaeghe, 2021).
Prevalencia de la discriminación
En el contexto latinoamericano, Perú es uno de los países con mayor índice de discriminación hacia los afrodescendientes e indígenas (Telles & Bailey, 2013). Las encuestas y estudios peruanos coinciden en que el racismo y la DER son fenómenos vigentes y altamente prevalentes, pues se reporta una incidencia entre el 46.5 % y 68 % (Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), 2011; Ministerio de Cultura (Mincul), 2018; Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MinjusDH), 2013; Sulmont, 2005).
En cuanto a las diferencias según sexo y edad, los datos en el ámbito peruano son casi inexistentes y son inconsistentes. Así, se ha reportado que la discriminación es uno de los problemas sociales más importantes que afectan a los jóvenes peruanos, especialmente en mujeres (10.1 %) antes que en varones (9.4 %). Dentro de este grupo, los jóvenes de 15 a 19 años son los que reportan mayor afección, seguidos de aquellos entre 25 a 29 años y de 20 a 24 años con 10.7 %, 9.2 % y 9.1 %, respectivamente (INEI, 2011). Además, se reporta que los varones son los que experimentan más discriminación y no se hallaron diferencias significativas en los grupos según la edad (Sulmont, 2005).
Discriminación y salud
El racismo y la DER tienen un impacto en la salud física y mental (Ben et al., 2022; Paradies et al., 2015; Schmitt et al., 2014). Las personas que lo experimentan tienden a presentar problemas de hipertensión (Forde et al., 2021), diabetes (Gonzales et al., 2021), problemas para dormir (Park & Kim, 2023) y son más propensas a enfermedades cardiovasculares (Lockwood et al., 2018).
Además, existe asociación entre la discriminación, la depresión y la ansiedad (Lowe et al., 2019; Polanco-Roman et al., 2019, 2022; Tineo et al., 2021), la baja autoestima (Yang et al., 2019), la ira (Min & Joireman, 2021; Zilioli et al., 2017), el malestar psicológico, el estrés postraumático (Matheson et al., 2019) y la ideación suicida (Cheref et al., 2019; Rudes & Fantuzzi, 2022; Vargas et al., 2021).
Discriminación e ideación suicida
Los estudios sugieren la existencia de una asociación entre la DER y la ideación suicida, pues existe una tendencia al alza en la prevalencia de pensamientos suicidas y suicidios en grupos minoritarios, cuyos miembros son discriminados racialmente (Oh et al., 2020). Tales resultados han sido replicados en muestras de preadolescentes (Argabright et al., 2022), adolescentes y adultos jóvenes (Arshanapally et al., 2018; Madubata et al., 2019) de diferentes grupos étnico-raciales.
Los pocos antecedentes, junto a una revisión sistemática, han encontrado que esta asociación es invariante según diferentes variables sociodemográficas como el sexo, la edad, el lugar de nacimiento y el nivel educativo (Paradies et al., 2015). Por ejemplo, un estudio con jóvenes y adolescentes halló que el sexo no fue una variable involucrada en la relación entre la DER y la suicidalidad; sin embargo, cuando se controlaron las experiencias de discriminación materna, los varones tenían mayor riesgo (Arshanapally et al., 2018). Del mismo modo, se ha reportado asociación significativa entre ambas variables, independientemente del sexo y la edad (Cheref et al., 2019).
Lo anterior se explica porque la discriminación es considerada un estresor social que induce dolor emocional, miedo, sentimientos de exclusión social, falta de pertenencia, soledad, desesperanza y disminución de la autovalía a quienes lo han sufrido, lo que aumentaría la probabilidad de generar ideas suicidas como una manera de escapar de un entorno aversivo en el que hay poco control de la situación (Bentley et al., 2016; Cheref et al., 2019; Messina et al., 2022; Polanco-Roman et al., 2022; Rudes & Fantuzzi, 2022).
El rol de la depresión, la ansiedad y la ira
La evidencia señala que la DER provoca desregularización emocional, pues las personas que la experimentan tienden a tener conductas de hipervigilancia y evitación social como estrategias de afrontamiento, lo cual genera síntomas ansiosos, depresivos, sensación de vulnerabilidad, soledad y desesperanza, aumentando así la ideación suicida y la probabilidad de suicidio (Baiden et al., 2022; Kwon & Han, 2019; Messina et al., 2022; TaeHyuk & Cano, 2023). Incluso, se ha encontrado que la respuesta fisiológica al estrés provocado por la DER activa el eje hipotalámico-pituitario-suprarrenal segregando hormonas que inducen neuroinflamación, lo cual incide en problemas psicológicos y somáticos como la depresión y la ansiedad, los cuales son factores de riesgo en la conducta suicida (Oh et al., 2020).
Por otro lado, desde una perspectiva cognitiva, algunos estudios señalan que la ira es una de las emociones más frecuentes ante situaciones de discriminación debido a la interpretación negativa de la situación (Min & Joireman, 2021), lo cual activa mecanismos de regulación emocional como la expresión abierta, la supresión o el control del enojo; en el primer caso, suele darse mediante quejas o sentimientos de enfado hacia las personas que discriminaron; en el segundo, los sentimientos pueden ser suprimidos o retenidos internamente; y en el tercero, la ira intenta ser controlada para evitar expresarlas (Park et al., 2017).
Además, las agresiones propias de la DER podrían provocar enojo en quienes la experimentan, así como una afectación a la autoestima, debido a las burlas, comentarios ofensivos, a la sensación de rechazo social, a los malos tratos o al trato injusto, lo que contribuye al aumento de riesgo suicida (Britt-Spells et al., 2018; Espinosa, 2021; Min & Joireman, 2021; Park et al., 2017).
En tal sentido, existiría un rol mediador de la depresión, la ansiedad y la ira en la relación entre la DER y la ideación suicida, lo cual ha sido reportado en estudios previos, pero con muestras no latinoamericanas (Lowe et al., 2019; Polanco-Roman et al., 2019, 2022; Rudes & Fantuzzi, 2022; Vargas et al., 2021; Walker et al., 2017). Lo anterior justifica el estudio, pues responde a un vacío teórico en el contexto latinoamericano al no existir antecedentes que hayan analizado los efectos de la DER sobre aspectos psicológicos, pese a ser un problema vigente. Lo que, a nuestro entender, sería la primera investigación que considera a la DER como variable que afecta la salud mental en la región. Además, los resultados pueden brindar evidencia para argumentar de que la DER es una problemática relevante, no solo a nivel social, sino también a nivel sanitario, de modo que pueda ser una variable por considerar en las políticas de prevención de la depresión, la ansiedad y el suicidio.
Hipótesis y objetivos
Debido a la evidencia presentada, el presente estudio plantea la hipótesis de que la relación entre las experiencias de discriminación y la ideación suicida está mediada por la propensión a la ira, la ansiedad y la depresión (Bentley et al., 2016; Dillon et al., 2020; Jang et al., 2014; Liu et al., 2020; Palomino-Coila & Núñez-Palomino, 2020; Rønnstad et al., 2018), cuyo modelo se observa en la Figura 1. Por tanto, el objetivo principal de la investigación es examinar el rol mediador de tales emociones en la relación entre las experiencias de discriminación y la ideación suicida en población adulta peruana.
Método
Participantes
Los participantes se seleccionaron por medio de un muestreo no probabilístico por bola de nieve (Sedgwick, 2013), mediante un formulario virtual compartido por las redes sociales.
Se contó con la participación de 712 personas; sin embargo, se eliminaron 80 respuestas: 66 por ser menores de edad (< 18 años) y 14 por tener casillas vacías. Por tanto, la muestra se conformó por 632 participantes, cuyo rango de edad fue de 18 a 63 años (M = 25.03; DE = 8.03). La información sobre las variables sociodemográficas se muestra en la Tabla 1.
Instrumentos
Escala de experiencias de discriminación (EED): este instrumento fue diseñado originalmente por Krieger et al. (2005) y se compone de nueve ítems que recolectan información sobre experiencias discriminatorias en diferentes situaciones (e.g., al recibir atención médica, en la calle u otro lugar público), cuyas opciones de respuesta van desde nunca = 0 hasta cuatro o más veces = 3. Sin embargo, se utilizó la versión corta de cinco ítems, puesto que estos aluden a situaciones más cotidianas (Janevic et al., 2015). En Perú, Sánchez-Villena & Temple-Focón (2023) examinaron la validez, la confiabilidad y la invarianza, quienes adaptaron lingüísticamente los reactivos de la EED y reportaron excelentes índices de bondad de ajuste y confiabilidad (CFI = .97; SRMR = .06; w = .80). En el presente estudio, la confiabilidad fue de a = .753 y w = .776.
Patient Health Questionnaire (PHQ-2): es un instrumento de autorreporte derivado del PHQ-9 y se compone por dos ítems con cuatro opciones de respuesta (0 = ningún día, 1 = varios días, 2 = la mayoría de los días y 3 = casi todos los días), cuyo objetivo es medir la depresión considerando los dos síntomas más relevantes: la anhedonia (pocas ganas o interés en hacer las cosas) y el estado de ánimo deprimido (sentirse desanimado(a), deprimido(a), triste o sin esperanzas). En este estudio se utilizó la versión adaptada para Perú, el cual mostró una confiabilidad de w = .76 y demostró validez basada en la relación con otras variables a través de ecuaciones estructurales, las cuales mostraron una correlación de r = .61 y r = .72 con escalas de ideación suicida y ansiedad, respectivamente (Baños-Chaparro et al., 2021b). En el presente estudio, la confiabilidad fue de a = .84 y w = .84.
Generalized Anxiety Disorder-2 (GAD-2): es un instrumento de autorreporte, unidimensional, derivado de la Generalized Anxiety Disorder (GAD-7) y evalúa la ansiedad con los dos primeros ítems: sensación de nerviosismo, ansiedad o de tener los nervios de punta e incapacidad para controlar la preocupación. Las opciones de respuesta están en escala Likert con cuatro opciones de respuesta (0 = en absoluto, 1 = varios días, 2 = más de la mitad de los días y 3 = casi todos los días). Las propiedades psicométricas del GAD-2 en Perú se han demostrado a través de la validez basada en la relación con otras variables, cuyos hallazgos demostraron correlación con la depresión (r = .66) y la ideación suicida (r = .58) (Baños-Chaparro, 2022). En el presente estudio, la confiabilidad fue de a = .77 y w = .77.
Propensión a la ira (APS - G): es un instrumento autoadministrado de cuatro ítems (e.g., me enojo fácilmente, puedo enojarme en cualquier momento) con respuesta tipo de Likert (sí = 3, creo que sí = 2, creo que no = 1, no = 0). Se usó la escala adaptada al español de Perú (Caycho-Rodríguez et al., 2021) donde presentó una estructura interna unidimensional con adecuados índices de bondad de ajuste (CFI = .993, GFI = .996, RMSEA = .051, SRMR = .019) y un buen nivel de confiabilidad (w = .832). En el presente estudio, la confiabilidad fue de a = .79 y w = .80.
Frecuencia de ideación suicida (IFIS): es un instrumento autoadministrado desarrollado por Chang & Chang (2016) conformado por cinco ítems (e.g., ¿con qué frecuencia has pensado en hacerte daño?, ¿con qué frecuencia has creído que no merecías vivir?) con respuestas tipo Likert que van desde nunca = 1 hasta casi todos los días = 5. Por lo que el puntaje total tiene un rango de 5 a 25. Se utilizó la versión adaptada a la población peruana, la cual mostró una única dimensión, cuya validez se demostró mediante el análisis factorial c onfirmatorio ( CFI = . 99, R MSEA = . 03) y c uya confiabilidad fue de w = .80 (Baños-Chaparro et al., 2021a). En el presente estudio, la confiabilidad fue de a = .92 y w = .92.
Procedimiento
Este estudio se llevó a cabo en dos etapas. En la primera, se recolectaron los datos mediante el uso de un formulario virtual, específicamente Google Forms, el cual se compartió en redes sociales (Facebook, WhatsApp, Instagram y LinkedIn) entre enero y abril de 2023. Esta elección se fundamenta en la investigación mediada por internet, lo cual permite mitigar los sesgos por deseabilidad social y reducir el tiempo de respuesta, lo que genera que las respuestas sean más sinceras; además, aumenta el nivel de confidencialidad y anonimato de los respondientes (Latkovikj & Popovska, 2019).
En la segunda, las respuestas obtenidas se trasladaron a una hoja de cálculo de Microsoft Excel y, posteriormente, exportadas al software estadístico R.
Se contó con la aprobación del comité de ética de la Universidad Privada del Norte (Nº 0004-2023/ID-CIEI) y del delegado de protección de datos de la Universitat de Lleida (España), ya que en todo momento se siguieron los lineamientos éticos contemplados por el Colegio de Psicólogos del Perú, la Ley Peruana de Protección de Datos Nº 29733, la Ley Orgánica 3/2018 de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales de España y la Declaración de Helsinki; pues se administró un consentimiento informado, se cuidó el cumplimiento del anonimato, se respetó la confidencial y la no solicitud de datos sensibles, la no coacción a responder, el respeto a los derechos de los respondientes, así como un detalle de los posibles riesgos del estudio.
Análisis de datos
El análisis de datos se realizó con el software estadístico R versión 4.2.2 a través de tres etapas y utilizando los paquetes lavaan, semtools y semPlot.
En la primera, se eliminaron las casillas vacías y las respuestas de menores de edad. Luego se realizó una matriz de correlaciones de Pearson. En la segunda, se creó el modelo hipotetizado mediante ecuaciones estructurales con estimador MLR, puesto que es apropiado cuando se tienen variables numéricas o cuando se tiene suficiente cantidad de opciones de respuesta (> 5); además, es robusto a desviaciones de normalidad (Muthen & Muthen, 2017). Para evaluar el ajuste del modelo planteado se utilizaron los índices CFI, TLI, RMSEA y SRMR con puntos de corte de > .950, < .060 y < .080, respectivamente (Hu & Bentler, 1999).
Posteriormente, se evaluó la invarianza del modelo según sexo (hombres vs. mujeres) y edad (18-24 vs. 25 a más años), y se examinó la equivalencia configural, métrica y fuerte (Pendergast et al., 2017); para determinarla, se consideró que si ΔCFI < .01 y ΔRMSEA ≥ .01, no hay invarianza (Chen, 2007).
Resultados
Correlaciones
En la Tabla 2 se muestra que las correlaciones entre las variables tienen un rango entre r = .117 y r = .609 y que las experiencias de discriminación están más asociadas a la ansiedad.
Regresión estructural
Los resultados de la regresión estructural muestran que el modelo tiene un excelente ajuste con la muestra total (CFI = .973; TLI = .967; RMSEA = .038; SRMR = .040), y en los grupos de hombres (CFI = .953; TLI = .942; RMSEA = .058; SRMR = .065), mujeres (CFI = .972; TLI = .965; RMSEA = .038; SRMR = .039), para el grupo de 18-24 años (CFI = .968; TLI = .960; RMSEA = .042; SRMR = .043) y para el de 25 a más años (CFI = .972; TLI = .965; RMSEA = .039; SRMR = .052).
Invarianza
Además, se comprobó la invarianza del modelo según sexo y edad. Lo cual indicaría que los datos corresponden de manera adecuada a la estructura planteada independientemente de ambas variables (véase Tabla 3).
En la Figura 2 se observa la influencia de las variables involucradas para la muestra general, según sexo y según edad. En general, las experiencias de discriminación predicen en mayor medida a la ansiedad en todos los grupos, en especial en hombres (b = .329; p = .000) y en aquellos que tienen menor edad (b = .303; p = .000). Además, la ansiedad fue la mejor predictora de la ideación suicida en todos los análisis, particularmente en hombres (b = .771; p = .000) y en quienes tienen menos edad (b = .613; p = .000).
Hipótesis de mediación
En cuanto a la mediación, se observa que la ansiedad fue la única con un efecto indirecto significativo en la relación entre las experiencias de discriminación y la ideación suicida en todos los grupos (véase Tabla 4).
Discusión
La DER es un estresor psicosocial que afecta la salud mental de quienes lo experimentan (Ben et al., 2022; Paradies et al., 2015; Schmitt et al., 2014) y en Perú es una problemática vigente (Mincul, 2018; MinjusDH, 2013). Por tanto, en este estudio exploramos las relaciones entre las experiencias de discriminación, la depresión, la ansiedad, la propensión a la ira y la ideación suicida en la población general adulta peruana. Los resultados mostraron que las experiencias de discriminación se relacionan positivamente con la propensión a la ira, la ansiedad y la depresión; sin embargo, la ansiedad fue la mejor predicha. Estos hallazgos respaldan a estudios preliminares (Ben et al., 2022; Bourabain & Verhaeghe, 2021; Kirkinis et al., 2021; Paradies et al., 2015; Rønnstad et al., 2018; Rudes & Fantuzzi, 2022). Lo anterior se debería a que la DER es un evento adverso que provoca reacciones emocionales como formas de afrontamiento y protección ante sucesos hostiles (Park et al., 2017). Así, el rechazo social, las humillaciones o comentarios ofensivos conllevan que las personas tiendan a enojarse (Zilioli et al., 2017). La exposición a situaciones de discriminación promueve la ansiedad debido al aumento de conductas de hipervigilancia, preocupación, inquietud, tensión muscular, incremento del ritmo cardiaco y sensación de poco control de la situación (Kwon & Han, 2019; Paradies et al., 2015; TaeHyuk & Cano, 2023). Además, la desvalorización, la vergüenza y la culpa por la pertenencia étnica-racial, aumentan la probabilidad de desarrollar depresión (Lowe et al., 2019; Polanco-Roman et al., 2019, 2022; TaeHyuk & Cano, 2023; Tineo et al., 2021). Sin embargo, no se halló un efecto directo significativo con la ideación suicida, lo que da pie a sospechar que las emociones tienen un rol mediador. Por tanto, existe suficiente evidencia para concluir que la discriminación afecta emocionalmente a las personas que la han experimentado.
En cuanto al objetivo principal, se encontró que la relación entre las experiencias de discriminación y la ideación suicida estuvo mediada únicamente por la ansiedad, lo cual concuerda con algunos antecedentes (Kwon & Han, 2019; Polanco-Roman et al., 2019). Estos resultados pueden deberse a la DER, que hace que las personas tengan mayor probabilidad de reaccionar cognitiva y conductualmente por medio de la preocupación, la inquietud o presentar conductas de lucha-huida, lo cual predispone a la aparición de ideas suicidas, como forma de escapar de un evento emocionalmente adverso, donde existe percepción de poco control y de un futuro incierto que incide en la falta de propósito o significado en la vida (Bentley et al., 2016; Cheref et al., 2019; Walker et al., 2017). Además, los síntomas centrales de la ansiedad son, principalmente, cognitivos (e.g., preocupación excesiva, pensamientos repetitivos, entre otros), tal característica es compartida con la ideación suicida, pues implican imágenes o pensamientos que pueden presentarse de forma repetitiva o intrusiva (Liu et al., 2020).
Esta tendencia también se encontró al comparar el modelo según sexo y edad. Por tanto, la ansiedad es la única mediadora en la relación entre las experiencias de discriminación y la ideación suicida. Los hallazgos replican lo reportado en los antecedentes (Arshanapally et al., 2018; Cheref et al., 2019; Paradies et al., 2015). Sin embargo, es evidente una mayor influencia en hombres y en jóvenes. Ello puede deberse porque, en el contexto peruano, los hombres y aquellos que están transitando de la juventud a la adultez, están más expuestos a la DER, ya que los espacios públicos tienen más dominancia de ellos, lo cual puede invisibilizar las conductas de discriminación hacia las mujeres (Sulmont, 2005). Además, se ha visto que los hombres reciben mensajes negativos o estereotipados sobre las barreras raciales a diferencia de las mujeres, quienes reciben mensajes positivos sobre el orgullo racial (Arshanapally et al., 2018). En tal sentido, la DER exacerbaría los síntomas ansiosos en hombres y en jóvenes.
Este estudio no está exento de limitaciones. El diseño transversal no permite conocer la interacción entre variables a lo largo del tiempo. El muestreo no probabilístico, con mayor participación de mujeres y una muestra con educación superior universitaria identificada como mestiza, atenta la generalización de resultados y sesga el modelo. No haber podido realizar comparaciones según identidad étnica impidió que se controlara esta variable. Por tanto, es recomendable que futuras investigaciones sigan diseños longitudinales, con muestras aleatorias y homogéneas según diversos factores demográficos.
No obstante, esta investigación tiene la fortaleza de ser la primera, en Perú y Latinoamérica, en estudiar los efectos de la DER en importantes aspectos emocionales como la depresión, la ansiedad y la ideación suicida, lo cual responde a un vacío teórico que da cuenta de la relevancia de este estresor social para un adecuado bienestar psicológico, y hace un llamado a no menospreciar a los factores sociales en el desarrollo de psicopatologías, de modo que tiene implicancias prácticas; pues las autoridades y profesionales competentes podrían incluir a los estresores sociales como parte de sus planes para la mejora de la salud mental, de manera que la lucha contra la discriminación sea prioritaria para lograr un bienestar psicológico y prevenir el suicidio. Además, haber encontrado asociaciones más fuertes en hombres y en jóvenes, da cuenta de la necesidad de un enfoque de género en las intervenciones en lo social y en el ámbito clínico.
En conclusión, se demostró que las experiencias de discriminación tienen un efecto negativo en la salud mental de las personas y que los síntomas ansiosos pueden predecir la ideación suicida de mejor manera que la depresión y la propensión a la ira, aunque todos ellos puedan estar presentes simultáneamente. Por consiguiente, la ansiedad es un mediador en la relación entre la ideación suicida y las experiencias de discriminación.