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Análisis Político

Print version ISSN 0121-4705

anal.polit. vol.19 no.58 Bogotá Nov. 2006

 

Ventana de Jóvenes Investigadores

Inequidad, violencia política y el papel de la reforma agraria (1)

Inequality, political violence and the role of agrarian reform

Jairo Baquero Melo

Economista y Magíster en Estudios Políticos del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia.
Actualmente, Profesor de tiempo completo e investigador del Programa de Relaciones Internacionales, Universidad Jorge Tadeo Lozano.


RESUMEN 

Buscando aportar nuevos elementos al debate sobre la relación entre inequidad y violencia política, en el presente trabajo se realiza un ejercicio estadístico de panel de datos con efectos fijos para evaluar esa correlación, teniendo en cuenta varias formas de inequidad y analizando el papel que las reformas agrarias tienen en esa correlación. El análisis se lleva a cabo para una muestra de 31 países de varios continentes, en el período comprendido entre 1946 y 1999. Según los resultados del trabajo, se encuentra que las reformas agrarias mantienen su relevancia dentro de los objetivos sociales, económicos y políticos, teniendo en cuenta que hay una correlación entre las diferentes formas de inequidad y la violencia política. Por su parte, aunque las reformas agrarias tienden a reducir la violencia política en el largo plazo, su papel no es muy significativo. Una posible explicación es el pobre alcance de muchas reformas agrarias, lo que limita la coexistencia de las instituciones políticas democráticas junto a bajos niveles de violencia política. Por tanto, la existencia de mecanismos e instituciones democráticas no implica la reducción de la violencia política en ambientes muy inequitativos.


SUMMARY 

This work tries to add new elements to the debate on relation between income and land inequality and political violence. Here is analyzed the role of land reforms on the relation between inequality and political violence. The methodology implemented is a statistical exercise of panel of data with fixed effects for a set of 31 countries of different continents for the period 1946-1999. The main conclusions are: agrarian reforms still have a great role as instruments for social, economic and political issues, considering the correlation between income and land distribution inequality and political violence. Although agrarian reforms tend to reduce political violence in long term, its capacity is poor due to the limited impact of some land reforms. That situation is a limit for coexistence of democratic political institutions with low levels of political violence. Therefore, the presence of democratic procedures and institutions doesn't imply a reduction of political violence in high inequality environments.


1. Introducción

El presente artículo tiene como objetivo evaluar la correlación entre inequidad en el ingreso y en la distribución de la tierra y violencia política, analizando al mismo tiempo el papel de las reformas agrarias como elemento mediador en esa correlación en el largo plazo. Así, se analiza la influencia de variables institucionales sobre la violencia política, estudiando el papel que juega la reforma agraria sobre la estabilidad política de las sociedades (2). Para ello, se busca aportar elementos novedosos al debate sobre la relación entre inequidad y violencia política, teniendo en cuenta que diferentes estudios han demostrado esa correlación y la mediación que ejercen en ella algunas variables ambientales o institucionales.

Un elemento novedoso del ejercicio presentado aquí, es la metodología estadística implementada. Mientras otros estudios han adoptado metodologías de corte transversal para un período relativamente corto, aquí se introduce un método estadístico de panel de datos, el cual sirve para evaluar la existencia de correlaciones entre las variables mencionadas, pero teniendo en cuenta la evolución de éstas en el tiempo, al igual que los rasgos que caracterizan a cada país incluido en la muestra. Como se expondrá, la metodología utilizada tiene implicaciones tanto teóricas como prácticas sobre los elementos que se analizan.

El artículo se divide en cuatro partes: en la primera, se muestra el estado del arte y las principales tesis acerca de la relación entre violencia política e inequidad. En la segunda se exponen las hipótesis, la metodología de estimación y las variables utilizadas. En la tercera parte se presentan los resultados del ejercicio, para terminar con una discusión de los mismos y las conclusiones del capítulo.

2. Estado del arte

Diversos trabajos han abordado el tema de la relación entre inequidad y violencia política. A continuación se exponen las principales tesis que se han ofrecido en este tema, mencionando los trabajos más representativos y los debates que se han generado.

Tesis 1: existe una relación entre inequidad en la distribución de los ingresos y la violencia política

Tres tendencias de pensamiento encuentran que puede haber cierta relación entre inequidad y violencia política: la de la deprivación relativa1, 2, la del proceso político y el recurso de la movilización3,4 y la de la elección racional5. Se argumenta que la inequidad genera, por diversos caminos, una estructura de agravios que empuja la acción colectiva y a la movilización.

Mientras las teorías de la deprivación relativa dan prioridad a los agravios como elemento fundamental para explicar la violencia política, las teorías de la acción colectiva introducen la búsqueda de incentivos selectivos como motor de la participación de los individuos en la violencia política 6. Por su parte, los trabajos desde los modelos de Elección racional, Proceso Político y de Recursos de Movilización, buscan explicar la racionalidad de los grupos de individuos, dentro de un contexto institucional. La violencia puede presentarse cuando las vías institucionales que generan los agravios son activadas. Allí, los desafiantes tienden a penetrar la estructura de poder para ganar acceso a los recursos del Estado, encontrando oportunidades para forzar con tal acción la estructura institucional 7,8.

Al estudiar las características de las democracias contemporáneas, Powell encuentra una correlación poco significativa entre desigualdad y violencia por un lado, y entre violencia e inestabilidad por otro 9. Pero Muller (1995) defiende la relación entre inequidad y violencia política, encontrando que la desigualdad extrema genera conflicto de clases, pues antes de las guerras se genera un colapso de las democracias, principalmente en países inequitativos con gobiernos autoritarios que se oponen a la redistribución10. Las democracias son menos sostenibles en ambientes de conflicto. Por su parte, Krain critica los resultados del estudio de Powell en su parte metodológica, por utilizar el promedio de muertes violentas como variable dependiente <11. Krain introduce una metodología de conteo de eventos, utilizando los mismos datos de Powell y encuentra evidencias sobre la explicación de la violencia política a través de la acción colectiva y del papel de las instituciones. Por su parte, Schock propone un modelo basado en teorías de la oportunidad política, cuya hipótesis central es que la generación de agravios debido a la inequidad económica varía sistemáticamente e interactúa con oportunidades políticas para generar conflictos con violencia política 12. Según este autor, las estructuras de oportunidad política pueden operar en diferentes formas para generar desafíos que tienen origen en las clases, como opuestos, por ejemplo, a las inequidades étnicas.

Tesis 2: existe una correlación entre la inequidad en la distribución de la propiedad y la violencia política

La inequidad en la distribución de la propiedad puede generar eventos de violencia política, por varios motivos. Por un lado, una elevada proporción de personas sin tierra dentro del total de la población, pueden acumular agravios y por tanto, realizar diversas acciones violentas que van desde invasiones y ocupaciones violentas, hasta revoluciones en sociedades muy inequitativas, generando mayor inestabilidad política 13. A pesar de ello, Muller y Seligson plantean que al utilizar el indicador del porcentaje de personas sin tierra como variable explicativa, los resultados no son muy significativos 14.

Por su parte, Midlarsky plantea que la principal causa de violencia política en sociedades agrarias es un proceso de "desviación" ( bifurcation ) en el patrón de distribución de las propiedades 15, 16. Dada una oferta fija de tierra, la falta de posibilidad de heredar propiedades lleva a la subdivisión de propiedades pequeñas, haciendo que el tamaño de éstas tienda a reducirse. Si las grandes propiedades se mantienen constantes, se da un proceso de "ampliación de la miseria" donde los ricos se vuelven ricos y los pobres se vuelven pobres. El coeficiente de Gini es insensible a esos procesos internos de distribución, pues solo muestra qué tanto se aleja la distribución de una distribución perfecta. Los supuestos utilizados por Midlarsky son: primero, que los propietarios de terrenos de tamaño mediano no se encuentran muy descontentos frente a la distribución existente, a pesar de que tienen menos que los grandes propietarios; segundo, que los pequeños propietarios van a estar "infelices" frente a la parte que tienen, solo si ésta es extremadamente pequeña frente a las de los grandes propietarios. Muller, Seligson y Fu 17 critican los hallazgos Midlarsky, principalmente por utilizar un método ajustado para medir la violencia política y su método para cuantificar la bifurcación en la distribución. A ello atribuyen que la correlación entre las variables no sea muy elevada y poco significativa, mientras el método utilizado por ellos arroja que si existe correlación entre inequidad en la distribución de la propiedad y violencia política.

Tesis 3: existen modalidades de "acción colectiva" violenta y riesgosa, en ambientes más inequitativos

Otro elemento que debe tenerse en cuenta es el debate acerca de la acción colectiva, sus objetivos y los niveles de riesgo asumidos por los individuos. En las explicaciones de la guerra por objetivos de codicia ( greed ), mientras Collier y Hoeffler asumen que la rebelión es una forma de criminalidad y no una forma de luchar contra los agravios 18, Gutiérrez critica esa tesis, demostrando que no se cumple para el caso de la guerra contemporánea colombiana, teniendo en cuenta la cohesión y la adhesión a un movimiento insurgente en un marco de pocos incentivos materiales, sociales y personales, y asumiendo elevados niveles de riesgo 19. El autor reconoce que existe una tensión entre buscar rentas y hacer la guerra, pero que dentro de las motivaciones que describe para la guerra están el resentimiento y los feudos, acercándose más a las tesis del bandolerismo social que describe Hobsbawm 20 y Sánchez y Meertens 21.

Por su parte, Zamosc muestra cómo las movilizaciones campesinas tienden a alcanzar un mayor auge, y por ende, que existe una mayor disposición por parte de los campesinos a asumir riesgos en las zonas con mayores contradicciones de clase, donde en consecuencia, las invasiones a grandes haciendas y latifundios se elevan sustancialmente22, 23. Así mismo, Wood plantea que la movilización de los individuos no se efectúa por los recursos materiales de las acciones 24 como plantea Olson 25, sino que muchos de ellos valoran el desafío, poseen una motivación intrínseca y/o aprecian el placer de la agencia ( agency ) de sus acciones. Aunque han existido nexos marcados entre la actividad insurgente y el objetivo de la consecución de la tierra, pues los grupos insurgentes lo han colocado como parte de su agenda, estos estudios plantean que las decisiones de los individuos para hacer parte de una acción colectiva violenta y de alto riesgo están motivadas por objetivos diferentes a la de los bienes materiales. Los agravios que surgen a partir de situaciones de elevada inequidad, tienden a incrementar la violencia política.

Tesis 4: las reformas agrarias "efectivas", generan mayor estabilidad política y propician condiciones para el desarrollo.

La resolución de las pugnas por la propiedad sobre la tierra, que emergieron por diversas circunstancias (3), tiende a "estabilizar" la situación política de los países, generando las instituciones que contribuyen a esa estabilidad. El estudio de Moore muestra cómo las revoluciones campesinas llevaron a la construcción de la democracia o de otros tipos de régimen político, de acuerdo a las circunstancias históricas 26. Moore explica que el carácter de la respuesta de los campesinos frente al surgimiento de la agricultura comercial, determinó en gran parte el resultado que se dio en muchos países en términos de régimen político. En los países donde no surgieron revoluciones burguesas que llevaron a la instauración de la democracia, surgieron revoluciones de corte fascista. Por su parte, Wolf muestra diversos casos de revolución durante el siglo XX, donde los campesinos buscaban "defenderse" del capitalismo, para conservar el carácter social de la tierra 27.

La propiedad ha demostrado su eficacia para resolver los problemas de la vida y la supervivencia de los individuos, sometidos a la escasez de los recursos 28. Pero la reforma agraria también ha sido planteada como instrumento para alcanzar el desarrollo. En el caso del capitalismo, su consolidación conlleva la resolución de los problemas agrarios, y la aspiración a la tierra apunta a un cambio radical en los regímenes de propiedad existentes e "involucra la oposición directa contra otras clases sociales" 29, generalmente a través de confrontaciones violentas.

Tesis 5: las reformas agrarias han perdido relevancia social, política y económica

Algunos autores plantean que las reformas agrarias y sus supuestos han perdido validez teórica y práctica 30. Sus argumentos son principalmente económicos, y afirma que las reformas no son fuente de redistribución del ingreso porque la posesión de tierra no genera ingresos por sí sola, que la producción no depende ya de la propiedad sino de arrendamientos y del acceso a la tecnología y el conocimiento. En lo político, plantea que la tierra no es fuente de poder (aunque reconoce que en algunos casos las fuentes del poder local radican en la propiedad rural) y por ende, una redistribución de la propiedad no genera redistribución del poder ni político ni social. También plantea que la justicia social no se consigue a través del acceso a la tierra, sino gracias a la riqueza conseguida a través del conocimiento.

3. Planteamiento de hipótesis

Antes de plantear las hipótesis es necesario mencionar algunos elementos. Primero, en términos metodológicos, los estudios cuantitativos han realizado ejercicios de corte transversal sin tener en cuenta la evolución temporal de las variables. Aquí se intenta aportar algo nuevo. Un análisis temporal para determinar la correlación entre inequidad y violencia política. Por ello, se toma un período comprendido entre 1946 y 1999 que abarca gran parte de las reformas agrarias de la segunda mitad del siglo XX. Segundo, el presente estudio busca introducir elementos institucionales para analizar si los intentos de resolución de los problemas de inequidad contribuyen a favorecer la estabilidad política de los países. La hipótesis a probar son:

  • Hipótesis 1 : existe una correlación entre inequidad y violencia política. A mayor inequidad, mayor tendencia a la violencia política en el largo plazo.
  • Hipótesis 2 : es más probable que coexistan la inequidad con la violencia política, donde la concentración de la propiedad es mayor. Es decir, sociedades con reformas agrarias más radicales tienden a presentar menores niveles de violencia política, debido a la presencia de menores niveles de agravios debido a los bajos niveles de inequidad.
  • Hipótesis 3: la introducción de una reforma agraria contribuye a disminuir los niveles de violencia política en los años posteriores a su implementación. Es decir, que cambios institucionales dirigidos a contrarrestar la inequidad en la estructura de la propiedad, generan beneficios políticos a largo plazo dentro de los países.
  • Hipótesis 4: la inequidad tiende a interactuar con la estructura de oportunidades políticas dentro de las sociedades, generando resultados sobre la ampliación o disminución de la violencia política.
  • Hipótesis 5: Dada la existencia de inequidad, los individuos tienden a asumir modalidades de acción colectiva con mayores niveles de riesgo, para presionar cambios estructurales (como las reformas agrarias), en ambientes con pocas oportunidades democráticas.

4. La metodología y las variables

A continuación se realiza una exposición del método de estimación escogido, los criterios de selección de los casos incluidos en el modelo y una explicación sobre la construcción de las variables.

•  El modelo y la metodología de estimación

Los modelos y sus supuestos están basados en los trabajos expuestos en el marco teórico. La metodología estadística utilizada en el presente estudio es la de estimación de panel de datos con efectos fijos, que sirve para evaluar las correlaciones entre variables y su evolución, al igual que las características de cada país. Esta metodología utilizada tiene implicaciones teóricas y prácticas. Por un lado, el panel de datos tiene en cuenta la evolución de las variables y no mira exclusivamente el nivel de una variable dada (lo cual también es relevante). Para el presente estudio esto es importante, para ver el efecto de cambios institucionales en el largo plazo.

•  Criterios de selección de los casos incluidos

La base de datos con la cual se trabajó, se construyó con base en diferentes criterios que se mencionan a continuación:

  • Como se busca analizar el efecto de las reformas agrarias sobre la violencia política en el largo plazo, se incluyeron países con experiencias de violencia en la postguerra.
  • Pero esa muestra debía ser controlada para que los resultados no estuvieran sesgados. Por tanto, por un lado se incluyeron países con diferentes niveles (incluso nulos) de violencia política, expresada esta como el número de muertos en un año o años determinado(s).
  • Otro elemento que se tuvo en cuenta, fue el de introducir países de varios continentes. Los países de América Latina tienen una estructura de distribución de la tierra muy similar y por ende, una estimación que solo tome en cuenta esos casos, no permite analizar situaciones de inequidad y violencia política "diferentes", que permitan identificar matices que pueden ser analizados al tomar en cuenta países de otros continentes.

•  La base de datos

El panel construido abarcó el período comprendido entre 1946 y 1999, para un total de 31 países. Para esa muestra se incluyeron las siguientes variables (ver el Anexo 1):

Variable dependiente :

Número de muertos por violencia política : se calculó el logaritmo natural del número de muertos por violencia política con base en la información de Fearon y Laitin 31, complementada en algunos casos con la de Marshall 32. Al incluir el logaritmo de la variable, se tiene en cuenta la variación de la misma, en función del comportamiento que experimentan las demás. Los casos incluidos se presentan en el Cuadro 1 junto a otros indicadores como el año de la Reforma Agraria de cada país, los períodos incluidos de violencia política, el número de muertos por violencia política, y un indicador de Reforma Agraria, cuya construcción se expone a continuación.

CUADRO 1

Variables explicativas:

•  Coeficiente Gini de distribución del ingreso . Mide el grado en que la distribución del ingreso entre los individuos de una economía, se desvía de una distribución perfectamente igualitaria, donde cero significa igualdad perfecta, y uno desigualdad total.

•  Nivel de la reforma agraria introducida : se clasificaron los países de acuerdo a un indicador diseñado con varios criterios. Primero, se construyó el "Índice de Divergencia en la Distribución de la Tierra " (IDDT), siguiendo la metodología de Muller, Seligson y Fu (1989, Ibíd). Para construirlo, primero se diferencian las propiedades pequeñas y grandes. Las propiedades pequeñas son aquellas que tienen cinco hectáreas o menos y las grandes propiedades son aquellas con cien hectáreas o más. Así, se identifica el tamaño promedio de las propiedades pequeñas y grandes. Luego se halla el "Radio de Divergencia" entre ambas. Posteriormente se calcula el peso porcentual que las propiedades pequeñas tienen dentro del total. Con ese resultado, se halla el IDDT para cada país, en los años para los cuales existe información del Censo Agrícola Mundial de la FAO.

Luego de haber calculado el IDDT, se clasificaron los países de acuerdo a ese indicador. Posteriormente, se analizan los indicadores de evolución de dicho índice para "reclasificar" algunos países. Se buscó no sólo tener en cuenta el nivel de divergencia según el IDDT, sino además la variación de ese índice. Así, algunos países fueron "reclasificados", debido a que se detectaron cambios "relevantes" en el IDDT. En el Cuadro 1, se expone el Indicador de Reforma Agraria asignado a cada país. Como se observa, se incluyeron cinco niveles de reforma agraria: de bajo alcance (1), de alcance intermedio (2), de gran alcance (3), de alcance radical(4) y de alcance radical anticapitalista (5). De acuerdo a esa clasificación, cabe resaltar varias consideraciones: primero, no debe desconocerse la importancia del régimen y la tendencia política en la historia de los países y su impacto en la distribución de la propiedad. Así, en países cuya historia política se caracterizó por experimentar regímenes con tendencia predominantemente comunista, y donde las transiciones se dieron después de largos procesos y de manera más reciente, se introdujeron reformas radicales que realizaron una extendida socialización de la propiedad.

CUADRO 2

Segundo, debe tenerse en cuenta que existen diferencias en el nivel de la distribución de la tierra entre continentes y al interior de los mismos. Mientras la distribución de la propiedad es menos inequitativa en los países europeos, no se puede incluir en un mismo conjunto a los países asiáticos y a los latinoamericanos y africanos. Así mismo, las reformas agrarias han tenido un carácter diferenciado dentro de los continentes.

Como se aprecia en el Cuadro 2, los países con distribuciones menos inequitativas y reformas agrarias de mayor alcance tienden a favorecer a los pequeños propietarios, cuyas posesiones alcanzan una proporción elevada dentro del total de cada país, y reduciendo tanto la proporción, como el tamaño promedio de las propiedades grandes. Y aunque algunos países mantienen indicadores IDDT elevados frente a otros países, en algunos casos como el de Perú, la reforma agraria de 1969 alteró de manera sustancial su estructura, disminuyendo casi en un 50% dicho indicador hacia mediados de los años 80. Así mismo, hay países en América Latina donde el IDDT alcanza niveles similares al de países asiáticos, siendo ese el caso de Argentina y Honduras.

•  Año de la reforma agraria : se identificó el año de introducción de la principal reforma agraria en los países de la muestra (ver Cuadro 1).

•  Década de la reforma agraria : de igual forma, se creó una variable dicotómica para identificar la década en que se introdujo la reforma.

•  Años posteriores a la reforma agraria : se diseñó una variable para identificar los años posteriores a la introducción de la reforma. Se supone que en los años posteriores a las reformas, si éstas logran un alcance importante en sus objetivos redistributivos, pueden beneficiar la estabilidad política dentro de los países (Moore, 1973, Ibíd.) y por tanto, contribuir a disminuir la violencia política.

•  Tendencia del régimen (democracia o autocracia = Polity2) : la variable de tendencia del régimen es tomada de la variable "Polity2" del estudios de Marshall M. y Jaggers, K. (2002)33.

•  Número de ataques de la guerrilla : contempla la suma del número de cualquier actividad armada, sabotaje, o atentado con bombas realizados por bandas independientes de ciudadanos o fuerzas irregulares y dirigidas a desestabilizar al régimen político establecido. Al tomar el número de acciones se está teniendo en cuenta, no solo que los grupos se conformen, sino además las acciones que han llevado a cabo, las cuales involucran mayor nivel de riesgo. Para explicar la violencia política, es necesario tener en cuenta las actividades de grupos insurgentes, que llegan a trascender factores culturales, e incluso diversos tipos de agravios 34, tales como la lucha contra diversas formas de inequidad, ya sea económica, étnica, política, etc. Los grupos insurgentes tienden a hacer presencia en conflictos donde ha muerto un elevado número de civiles, y con frecuencia son menores en número frente a las fuerzas del Gobierno, tienden a mimetizarse en zonas selváticas, en los límites internacionales o entre la población civil.

Variables de control :

•  Crecimiento anual del PIB : sirve como variable de control, teniendo en cuenta que los cambios en la inequidad pueden estar asociados a cambios bruscos de la economía.

•  PIB per cápita : de igual manera, esta variable es importante en la medida que tiene en cuenta aspectos distributivos de la producción nacional, y su fluctuación también puede afectar los niveles de inequidad. De igual forma, es un indicador de aproximación al nivel de riqueza de los países, teniendo en cuenta que países con mejores ingresos, tienden a alcanzar mayores niveles de éste indicador.

5. Resultados estadísticos (4)

A continuación se presentan los resultados estadísticos de los modelos. Cabe mencionar que los niveles de significancia global son mayores al de ejercicios previos. Mientras en el estudio de Midlarsky el R 2 fue de 0,24, en el de Shock se ubicó estuvo entre 0,10 y 0,20. En los ejercicios presentados aquí se obtuvieron R 2 entre 0,40 y 0,50.

En el Modelo 1, aparecen los coeficientes de la regresión entre el logaritmo del número de muertos por violencia política, en función de la inequidad en la distribución del ingreso. L os resultados muestran que dicha inequidad se relaciona con mayores niveles de violencia política (mayor inequidad, más violencia política), teniendo en cuenta que el coeficiente es positivo y significativo. Así, se prueba la Hipótesis 1, confirmando los hallazgos de estudios anteriores (Muller, Krain, Shock), aunque aclarando que la metodología utilizada en el presente estudio analiza no solo el nivel de inequidad sino también su evolución en el tiempo. Así, puede plantearse que la violencia política tiende a persistir donde los niveles de inequidad son elevados y con cambios poco significativos. Cabe anotar que los resultados indican una correlación positiva y significativa entre PIB per cápita y violencia política. Una posible explicación, es que el PIB per cápita mide el nivel de riqueza que le correspondería "hipotéticamente" a cada persona dentro de un país, pero esa medida no tiene en cuenta la forma en que se distribuyen los recursos en una economía. Otra explicación puede relacionarse con que en la muestra se incluyen principalmente países de renta media y no de renta baja. Igualmente, la relación negativa entre crecimiento y violencia, muestra que mayor generación de riqueza, sin tener en cuenta la distribución, no implica una reducción de la violencia política.

MODELO 1

Para analizar la relación entre inequidad en la distribución de la propiedad y la violencia política, se toma el indicador de reforma agraria, que tiene en cuenta el alcance de la misma para cambiar la estructura de distribución. Al realizar este ejercicio se encontraron los resultados estadísticos presentados en el Modelo 2, según los cuales, los países con reformas agrarias de mayor alcance tienden a presentar menores niveles de violencia política en el largo plazo, siendo muy significativo el coeficiente.

MODELO 2

De igual forma, al incluir ambas medidas de inequidad (Modelo 3), por ingresos y por alcance de la reforma agraria, se observa que aunque ambos indicadores explican la violencia política con resultados muy significativos, la inequidad en la distribución de la propiedad resulta ser una indicador más potente (P[|Z|>z] = 0,000) de la violencia política, que la inequidad medida por ingresos (P[|Z|>z] = 0,0037), probando la Hipótesis 2. Aunque la inequidad que afecta de manera directa los ingresos de las personas alcanza a determinar el nivel de la violencia política, la distribución inequitativa de la propiedad tiende a ser un factor que la explica en mayor medida, tanto en su intensidad como en evolución.

MODELO 3

Ahora bien, la Hipótesis 3 busca evaluar si la introducción de una reforma agraria tiende a disminuir los niveles de violencia política en el largo plazo y a generar estabilidad dentro de los países. Por tanto, se busca analizar si en los años posteriores a la introducción de las principales reformas agrarias, los niveles de violencia política tienden a reducirse en el largo plazo.

MODELO 4

Según los resultados, la introducción de las reformas agrarias se correlaciona con la disminución de la violencia política en el largo plazo (Modelo 4), aunque el coeficiente no es significativo. También se encuentra que la introducción de la reforma agraria y los beneficios que ésta trae a largo plazo, contribuyen a que el efecto de la inequidad por ingresos sobre la violencia política, disminuya, pero según los resultados, tal efecto es mínimo. Mientras en el Modelo 1 el Coeficiente del gini fue de 6.32, al introducir la variable de reforma agraria dicho coeficiente bajó a 6.22. Por su parte, al tener en cuenta el año de introducción de las reformas agrarias, el efecto del alcance de las mismas sobre la violencia política aumenta. En el Modelo, el coeficiente de la variable de reforma agraria fue de -0.11, y en el Modelo 4, al introducir la variable de años posteriores a la reforma agraria, dicho coeficiente pasa a -0.13.

Otro elemento que muestran los resultados, es que en la década de introducción de las reformas, tiende a presentarse una disminución de la violencia (con un resultado significativo), pero en la década posterior a su introducción tienden a incrementarse la violencia política, aunque el resultado arroja poca significancia. Podría plantearse de manera parcial, que las reformas agrarias tienden a incrementar disputas por las tierras, en la medida que muchas implican la realización de expropiaciones, la fijación de topes al tamaño de las propiedades, la expulsión y reubicación de campesinos de algunas zonas y por ende, hay una mayor probabilidad de que en ese escenario existan conflictos y disputas por las propiedades.

Pero ¿es posible hablar de una mayor ampliación del acceso a las oportunidades políticas, asociados a menores niveles de violencia política, gracias a que se realizaron reformas agrarias en los países? Para analizar ese factor, se busca evaluar la Hipótesis 4, mirando si en el largo plazo, tendencias más democráticas, dada la introducción de las reformas agrarias, tienden a coexistir con reducciones en los niveles de violencia política, al igual que analizar la interacción entre inequidad, institucionalidad y oportunidades políticas, y su expresión en el comportamiento de la violencia política.

Los resultados de esa evaluación se presentan en el Modelo 5, según los cuales, mayor democracia coexiste con menores niveles de violencia política en el largo plazo, aunque los resultados son poco significativos. Según los resultados, los años posteriores a las reformas agrarias están correlacionados con menores niveles de violencia política, aunque no aumenta la significancia de esa variable. Había así una tendencia a la ampliación de oportunidades democráticas gracias a la introducción de las reformas, y gracias a ello, una tendencia a reducir la violencia política en el largo plazo, aunque los resultados no son tan significativos. Una explicación de ello, sería que según los resultados de los Modelos 1, 2 y 3, dado que los niveles de inequidad en la distribución de la propiedad tienden a persistir en muchos países, la violencia tiende a persistir en el tiempo, y dado el bajo alcance de muchas reformas agrarias, los niveles de violencia política no muestran una tendencia a la baja. De igual forma, dado el poco alcance de las reformas, no es clara la ampliación de las oportunidades políticas y por ende, tampoco la reducción de la violencia política. Esto también se advierte al comparar los coeficientes de las variables de inequidad: en el Modelo 1, el coeficiente del indicador del Gini pasa de 6,32, a 6.31 en el Modelo 5 que incluye la variable de oportunidades políticas. Como se observa, al tener en cuenta la institucionalidad política, no hay un cambio sustancial en la incidencia de la inequidad sobre la violencia. Lo mismo ocurre con los resultados de la variable de reforma agraria. En conclusión, a pesar de que una mayor tendencia a la democracia se relaciona con menores niveles de violencia, la tendencia del régimen (democrático o no) no incide para alterar la relación entre inequidad y violencia. Dada la inequidad y una estructura institucional determinada, los individuos son afectados por agravios derivados de la inequidad, aumentando la probabilidad de la realización de acciones violentas. Por tanto, la existencia de mecanismos democráticos no implica la reducción de la violencia política en ambientes muy inequitativos.

MODELO 5

Otro resultado importante es que dadas las características del régimen político y por tanto, la existencia o no de oportunidades políticas, los individuos tienden a incrementar la violencia política en ambientes de mucha inequidad. Al introducir la variable del número de acciones de la guerrilla, según los resultados (Modelo 6), dada la existencia de inequidad, los individuos tienden a asumir modalidades de acción colectiva con mayores niveles de riesgo, para presionar cambios estructurales. Según el coeficiente, el número de ataques guerrilleros guarda relación positiva con el aumento de la violencia política, en ambientes de inequidad, limitado alcance de la reforma agraria y nivel de oportunidades políticas, aunque el nivel de significancia es bajo. Ello podría indicar que las acciones de las guerrillas explican una parte considerable de la violencia política, pero no son el único factor que la determina.

MODELO 6

6. Discusión de los resultados y conclusiones

Los resultados de este estudio presentan las implicaciones de la inequidad sobre la violencia y la inestabilidad política, no solo en el corto, sino también en el mediano plazo. Este resultado es trascendental, si se analizan las sociedades más inequitativas. No es coincidencia que en ambientes de elevada inequidad, existan elevados niveles de violencia política, con tendencia a persistir. Tampoco que surjan (y en ocasiones persistan) grupos de individuos, dispuestos a asumir modalidades de acción colectiva más riesgosas, debido a los agravios que genera la inequidad. Tampoco que la inequidad se refleje de manera directa sobre los ingresos de la gente y su distribución desigual. La inequidad genera disputas por los recursos, principalmente cuando son escasos y cuando la diferencia entre los que más tienen y los que menos tienen es muy marcada. Según los resultados, las reformas institucionales en pro de la equidad, tienden a estabilizar el ambiente político de los países, a pesar de generar conflictos y eventos de violencia en los años posteriores a su implementación, dada la negativa de los grupos que ostentan mayores propiedades a cederlas para una redistribución. A pesar de ello, aquí se muestra que esa estabilidad es relativa, debido al alcance limitado de las reformas agrarias introducidas en muchos países. A pesar de su introducción, muchas reformas no tuvieron un impacto en disminuir la correlación entre la inequidad y la violencia política.

Por lo anterior, no puede desconocerse que la reforma agraria es una asignatura pendiente en muchos países, principalmente en América Latina. Más importante aún, todas las reformas encaminadas a erradicar la inequidad en todas sus formas, traerían beneficios sociales, económicos y políticos, y son necesarias para generar estabilidad política. La reforma agraria no ha perdido relevancia.

En términos políticos, Berry plantea que la violencia y la inestabilidad política tienen raíz en los problemas de inequidad en la distribución de la tierra y la ausencia de derechos de propiedad bien definidos 35. En la actualidad aún se habla de la existencia de muchos conflictos por la tierra (5), y la relación entre violencia política e inequidad termina convirtiéndose en un círculo vicioso, en la medida que la inequidad genera agravios y motivos para la acción colectiva violenta, pero la guerra también termina generando pobreza e inequidad 36. Por otra parte, s i bien los resultados del presente trabajo muestran una correlación de largo plazo entre la tendencia a la democracia y menor nivel de violencia política, la poca significancia de la relación puede ser un indicio del impacto del pobre alcance de las reformas introducidas en muchos de los países analizados aquí. Gran parte de las naciones de América Latina alcanza Indicadores de Divergencia en la Distribución de la Tierra muy elevados (ver Cuadro 2), y según los datos presentados aquí, las reformas introducidas no generaron mayores cambios en esa estructura de distribución de la propiedad.

Así, aunque las reformas agrarias tienden a reducir la violencia política en el largo plazo, su papel no es muy significativo por el pobre alcance de muchas reformas, lo que limita también el papel de la democracia en disminuir la violencia política. En la vía contraria, es más difícil construir democracia en ambientes inequitativos, y más aún si las diferencias son muy marcadas entre los que tienen más y los que tienen menos, o los que no tienen nada. Tampoco debe desconocerse la importancia que la propiedad de la tierra mantiene en algunas sociedades, como fuente de poder político y de estatus social.

En términos socioeconómicos, El-Gonhemy plantea que en los objetivos de disminuir la pobreza rural y lograr la inclusión de los campesinos, el acceso a la tierra productiva juega un papel positivo al evitar la desnutrición y la pobreza absoluta y puede contribuir al crecimiento económico 37. Frente a la generación de ingresos, no debe desconocerse el papel positivo de las reformas. En esa dirección, se estaría cometiendo un error al subestimar el potencial productivo de los pequeños propietarios, pues para Berry es errado decir que éstos son económicamente ineficientes, al igual que es errado confundir la productividad del trabajo y de la tecnología moderna, con la eficiencia económica.

Tampoco se puede descartar de entrada que inequidad en la distribución de la propiedad guarde relación con la inequidad en el ingreso como lo plantea Balcázar. El-Gonhemy encuentra que existe una correlación estadística entre pobreza y el grado de concentración de la propiedad, pues al tomar una muestra de 20 países en vía de desarrollo, la concentración de la tierra explica la variación en la pobreza en un 69% (Ibíd. P.22). Por tanto, autores como Balcázar desconocen quiénes son los arrendadores de las tierras, cuantos ingresos perciben a través de esas rentas, y también hace a un lado una elemento importante, y es que el acceso a la tecnología y al conocimiento requiere acceso al crédito, y este a su vez, implica tener garantías que en muchas ocasiones dependen de la propiedad. Según los datos utilizados en el presente estudio, existe una relación inversa entre inequidad en la distribución del ingreso y nivel de reforma agraria. Países con reformas agrarias de mayor alcance tienden a presentar menores niveles de inequidad en el ingreso a través del tiempo (ver Gráfica 1). De esa forma, puede plantearse que diversas formas de inequidad actúan de manera separada o articulada para generar estructuras de agravios, que aumentan las probabilidades de eventos de violencia política.


GRÁFICA 1

Fuente: cálculos propios con base en WIID, FAO y otras fuentes (ver Bibliografía)

Por tanto, buscando aportar nuevos elementos al debate sobre la relación entre inequidad y violencia política, en el presente capítulo se realizó un ejercicio estadístico de panel de datos para evaluar esa correlación, teniendo en cuenta varias formas de inequidad y tomando una muestra de 31 países de varios continentes para el período comprendido entre 1946 y 1999. En general, se encontró que las reformas agrarias aún tienen vigencia en los objetivos sociales, económicos y políticos, teniendo en cuenta que hay una fuerte correlación entre las diferentes formas de inequidad y la violencia política. Aunque las reformas agrarias tienden a reducir la violencia política en el largo plazo, su papel no es muy significativo por el pobre alcance de muchas reformas, lo que limita la coexistencia de las instituciones políticas junto a bajos niveles de violencia política. Por tanto, la existencia de mecanismos democráticos no implica la reducción de la violencia política en ambientes muy inequitativos.

ANEXO 1



COMENTARIOS

1. El presente artículo hace parte del trabajo de tesis para optar al título de la Maestría en Estudios Políticos del IEPRI, Universidad Nacional de Colombia. El autor agradece al Profesor Francisco Gutiérrez Sanín por la sugerencia de la pregunta de investigación y sus comentarios al trabajo. También agradece los comentarios de Jaime Andrés Niño y Julie Massal.

2. Para facilitar el análisis, se hace referencia a la estabilidad política, como la ausencia (o bajos niveles) de violencia política.

3. En algunos casos a través del asenso de la burguesía capitalista que llevó a la formación democrática y a la reforma de los derechos tradicionales sobre la propiedad (Moore, 1973). Otras, facilitadas por la presión y la ayuda internacional (Por ejemplo, el intento de la Alianza para el Progreso en América Latina).

4. Los ejercicios estadísticos realizados son regresiones, y buscan evaluar el impacto que tiene el comportamiento de una o más variables, en el comportamiento de otra variable específica. Para leer e interpretar l os resultados mostrados en las tablas, debe tenerse en cuenta los siguientes elementos:
i.) El R 2 ( R-squared ) indica el grado de significancia del modelo en conjunto, es decir, el grado en que la variable dependiente logra ser explicada por las variables independientes. Si dicho indicador se acerca a 1, el modelo tiende a ser más significativo y lo contrario si tiende a ser igual a cero;
ii)  El coeficiente es un promedio, e indica el nivel en el cual una variable explica o determina a otra;
iii)  El error estándar ( Standard Error) indica si el nivel de error de las estimaciones es o no elevado; así a mayorerror estándar, mayor posibilidad de que la estimación sea errada;
iv)  La P [|Z|>z] indica la probabilidad de rechazar la hipótesis nula acerca de que el error estándar tienda a cero; si esa probabilidad tiende a cero, el coeficiente es significativo. Si no tiende a cero, no se pueden sacar conclusiones acerca de la relación entre dos variables;
v.)  Se realizó la prueba de autocorrelación con el estadístico que arrojó el modelo, y los resultados indican que los modelos estimados no presentan este problema.

5. Por ejemplo el caso de Brasil (www.cidh.oas.org/countryrep/Brasesp97/capitulo_7.htm) y de otros países africanos (Kenyan-based African Centre for Technology Studies, Naciones Unidas (www.plusnews.org/report.asp?ReportID=43673&SelectRegion=Great_Lakes). (IRIN, UN), (www.reliefweb.int/library/documents/2004/acts-drc-12oct.pdf)


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