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Análisis Político

versão impressa ISSN 0121-4705

anal.polit. vol.28 no.85 Bogotá set./dez. 2015

https://doi.org/10.15446/anpol.v28n85.56248 

http://dx.doi.org/10.15446/anpol.v28n85.56248

COLONIALIDAD DEL SABER Y CIENCIAS SOCIALES: UNA METODOLOGÍA PARA APREHENDER LOS IMAGINARIOS COLONIZADOS

COLONIALITY OF KNOWLEDGE AND SOCIAL SCIENCES: A METODOLOGY TO APREHEND THE COLONIZED IMAGINARIES

Sergio Angel Baquero* Julián Andrés Caicedo Ortiz** Juan Carlos Rico Noguera***
* Candidato a Doctor en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de Tiempo Completo de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda. Investigador Asociado de la Corporación Universitaria Autónoma del Cauca. Bogotá - Colombia. Correo electrónico: sergio.angel@usa.edu.co

** Doctor en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México. Candidato a Doctor en Ciencias Sociales, Universidad Autónoma Metropolitana. Profesor Asociado de la Universidad del Cauca. México - México. Correo electrónico: julianca@unicauca.edu.co

*** Estudiante de Maestría en Estudios Culturales de la Universidad de los Andes. Asistente de investigación Universidad Sergio Arboleda. Profesional en Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda. Bogotá - Colombia. Correo electrónico: jc.rico10@uniandes.edu.co


RESUMEN

El propósito de este artículo es, antes que nada, la construcción de una herramienta metodológica que logre aprehender de los artículos o producciones escritas de las ciencias sociales la colonialidad del saber presente en muchas de ellas. Específicamente, este artículo examina la reproducción de saberes coloniales en la teoría política distribuida por las principales revistas académicas de la Ciencia Política en Colombia. El método utilizado para lograr develar tales saberes colonizados es, en primer lugar, el reconocimiento del tipo de teoría política que está siendo analizada, y en segundo lugar, el análisis de esos textos desde los conceptos de modernidad alteridad y el pensamiento posabismal. La información de tal ejercicio aparece sintetizada en tablas que exponen la reproducción de los saberes modernos/coloniales en los artículos examinados. El resultado que presenta este artículo es que, en efecto, la teoría política en Colombia se encuentra cooptada por la colonialidad del saber, invitando así a realizar un examen crítico del tipo de ciencia social que quiere producirse.

Palabras clave: Colonialidad del saber; ciencias sociales; modernidad alteridad; pensamiento posabismal.


ABSTRACT

The purpose of this article is, first of all, building a methodological tool that achieves grasp of articles or written productions of the social sciences the coloniality of knowledge present in many of them. Specifically, this article examines the reproduction of colonial knowledge in political theory distributed by the leading academic journals in political science in Colombia. The method used to achieve colonized unveil such knowledge is, first, recognition of the type of political theory being tested, and secondly, the analysis of these texts from modern concepts of otherness and posabismal thought. The information in this exercise appears summarized in tables showing the reproduction of the modern / colonial knowledge in the articles discussed. The results presented in this paper is that, indeed, political theory in Colombia is co-opted by the coloniality of knowledge, thus inviting a critical review of the kind of social science that wants to occur.

Keywords: Coloniality of knowledge; social sciences; modernity alterity; posabyssal thinking.


INTRODUCCIÓN

Hacia el final del siglo XX muchas cosas empezaron a cambiar en el mundo social y político, cambios que terminaron afectando la manera como las ciencias sociales entendían el mundo. Puede decirse que uno de los cambios más importantes fue la caída del proyecto histórico de la Unión Soviética, la bandera que representaba la posibilidad de una sociedad distinta a la capitalista. Otro cambio de gran envergadura fue la aparición de nuevos movimientos políticos y sociales, que dejando de lado la clase social, reivindican el género, el cuidado del medio ambiente, la identidad, etc. Las ciencias sociales, en especial las perspectivas críticas, cambiaron junto con la sociedad empezando a evidenciar que el mundo era mucho más complejo que lo que se había supuesto.

Para la década de los años ochenta aparecieron los estudios subalternos y poscoloniales en las ciencias sociales, estudios que no teniendo grandes diferencias los unos de los otros (Rabasa 2009) intentaron mostrar las herencias coloniales que persistían en aquellos territorios que fueron colonias de las potencias europeas entre los siglos XIX y XX. Uno de los principios más importantes de los estudios poscoloniales y subalternos era su posición epistemológica al interior de las ciencias sociales, una posición que al igual que el feminismo retaba la aspiración de conocer el mundo social tal cual las ciencias naturales conocen el mundo de la naturaleza. Tal posición no obedecía solamente al autoexamen que las ciencias naturales habían venido haciendo sobre sí mismas, autoexamen que finalmente había demostrado que el observador no estaba tan separado de su objeto de estudio como esperaba1, también se debía al concienzudo esfuerzo de muchos estudiosos de lo social por abordar la historia de sus disciplinas para entenderlas como un proceso social más.

Uno de los esfuerzos mejor logrados y más conocidos de una historia crítica de la ciencia social es Abrir las ciencias sociales de Immanuel Wallerstein (2011). El libro que acaba de mencionarse repasa cuatro puntos clave que dan inicio a las ciencias sociales y que en gran medida permiten entender sus limitaciones actuales: la distribución geopolítica de las ciencias sociales durante su origen; el establecimiento de las fronteras disciplinares; la creación de métodos específicos para cada ciencia social; y el momento histórico en que las ciencias sociales nacen.

El primer punto clave, la distribución geopolítica de las ciencias sociales, hace referencia a que en su momento fundacional las ciencias sociales se produjeron y reprodujeron en cinco lugares geográficos: Gran Bretaña, las Alemanias, las Italias, Francia y Estados Unidos (Wallerstein 1996). Con toda certeza los clásicos de todas las ciencias sociales, en su mayoría, fueron realizados en estos cinco territorios, lo que de forma evidente marcó la manera en que hoy se entiende la sociedad. La afirmación que acaba de realizarse encuentra sentido en el consenso cada vez más generalizado de que el lugar desde donde se enuncia el investigador tiene efectos sobre la manera en que observa, lo que en últimas afecta también el resultado final de la investigación sobre el objeto estudiado.

El segundo punto clave no es otro que la gran cantidad de temas y el Surgimiento de disciplinas que alimentaron a las nacientes ciencias sociales en el curso del siglo XIX. Principalmente, la ciencia social se caracterizó por tener en su seno cinco disciplinas diferentes: La sociología, la economía, la ciencia política, la antropología, y la historia (Wallerstein 1996). De acuerdo con Wallerstein la sociología se encargó de estudiar los procesos que tenían lugar en la sociedad civil, la economía se encargó de entender el funcionamiento del mercado en el contexto del capitalismo, la ciencia política se encargó de separar lo político de lo económico para estudiarlo como algo independiente, la antropología estudió las civilizaciones del mundo no europeo, y la historia empezó a recopilar la vida de las naciones y de los pueblos.

El tercer punto clave es el esfuerzo por diferenciar los métodos y las preocupaciones de todas las disciplinas de las ciencias sociales (Wallerstein 1996).El método fue de gran importancia en la división disciplinar, pues las disciplinas nomotéticas (todas menos la historia) buscaron replicar la certeza que alcanzaban las ciencias naturales con el método científico. Las diferentes disciplinas tomaron diferentes métodos como propios en orden a descubrir patrones que permitieran lanzar leyes generales del comportamiento social.

El cuarto punto clave en la institucionalización de las ciencias sociales fue el momento histórico en el que tuvo lugar. La institucionalización de las ciencias sociales "tuvo lugar en el momento en que Europa estaba finalmente confirmando su dominio sobre el resto del mundo" (Wallerstein 1996:32). Lo anterior llevó a preguntarse por la superioridad relativa del proyecto europeo sobre el resto de culturas, lo que terminó en explicaciones de tipo darwinista que hasta hoy se utilizan para entender el desarrollo social como un proceso que empezó en la antigüedad y terminó en la sociedad moderna europea (liberal). Autores centrales del momento como Immanuel Kant o Friederich Hegel, entre otros, asumieron que la sociedad moderna europea representaba la realización de la razón universal (Walsh 2007).

Los cuatro puntos que acaban de reseñarse exponen claramente que las ciencias sociales, antes que ser una empresa nacida del más vivo y puro anhelo por conocer, aparecen y tienen sentido en un contexto social y político donde las humanidades no tenían la legitimidad que tenían antes de la revolución científica, y donde el inminente nuevo lugar de Europa en el mundo imprime algo definitivo en las ciencias sociales. Ese algo definitivo es el eurocentrismo.

Este artículo expondrá una metodología que permitirá probar la existencia de un paradigma eurocéntrico y colonial al interior de las ciencias sociales. Para realizar lo anterior, se repasarán tanto las definiciones de colonialidad del saber cómo las definiciones de las alternativas descolonizadoras que se han trazado desde los estudios poscoloniales. Lo anterior es necesario en aras de encontrar los elementos clave para decir si se está frente a un producto colonizado de la teoría política o no. Otra sección del artículo será un estado del arte metodológico, es decir, una exposición de los recursos metodológicos que se han utilizado para examinar los elementos eurocéntricos de las ciencias sociales en el mundo. Luego se presentará la propuesta metodológica del artículo. Para finalizar, se expondrá el resultado de una investigación realizada en el marco del desarrollo de la tesis de grado de Juan Carlos Rico Noguera que prueba la existencia de un paradigma colonial en la producción académica de teoría política en Colombia.

1. COLONIALIDAD DEL SABER Y ALTERNATIVAS DESCOLONIALES

Este apartado se divide en dos secciones: la primera sección aclarará el concepto de colonialidad del saber, repasando las variadas posturas que hay sobre el mismo. La segunda sección expondrá las alternativas descolonizadoras de los autores Enrique Dussel y Boaventura de Sousa Santos, necesarias en orden a establecer los criterios que en últimas permitirán diferenciar los contenidos colonizados y los no colonizados dentro de las ciencias sociales.

1.1. Colonialidad del saber

Para abordar apropiadamente el concepto de colonialidad del saber debe primero hacerse una diferenciación, pues no es lo mismo colonialidad que colonialismo. El concepto de colonialidad fue desarrollado por primera vez por el sociólogo Anibal Quijano, que inspirado en el concepto braudeliano y wallersteniano de sistema mundo quiso entender las dinámicas que permitían la asimetría económica y de poder que existe entre el norte y el Sur del mundo. Quijano rechazó el acercamiento exclusivamente marxista al sistema mundo, con lo que dejó de entender al problema colonial como una etapa precapitalista que terminó con las independencias políticas de las colonias de Europa. De acuerdo con Quijano, lo que terminó con las independencias políticas de los países colonizados por Europa fue el colonialismo, más no la colonialidad (Quijano 2000a). La colonialidad es para Quijano:

"uno de los elementos constitutivos y específicos del patrón mundial de poder capitalista. Se funda en la imposición de una clasificación racial/étnica de la población del mundo como piedra angular de dicho patrón de poder y opera en cada uno de los planos, ámbitos y dimensiones, materiales y subjetivas, de la existencia social cotidiana y a escala societal" (Quijano 2000b).

De acuerdo con lo anterior, la colonialidad es un patrón de poder que persiste en las dinámicas propias de la existencia social moderna, y si bien proviene de la experiencia histórica del colonialismo, no lo necesita para sobrevivir, ya que vendría siendo la consecuencia directa de la creación de un habitus global durante siglos de colonialismo. Ahora, habiendo aclarado la diferencia entre la colonialidad y el colonialismo, es pertinente abordar el concepto de colonialidad del saber.

La colonialidad del saber es solo una de las esferas2 que permiten entender la dinámica de la colonialidad como eje estructurador de las relaciones sociales que han permitido el dominio de occidente sobre el resto del mundo. La esfera a la que se hace referencia podría ser entendida desde la imposición del eurocentrismo como la única forma de conocer el mundo, es decir, la colonialidad del saber implica la negación de la producción intelectual alter (indígena, afro, chicana, femenina, etc...) como conocimiento (Walsh 2007). En el colonialismo la negación que acaba de citarse solo necesitaba como argumento el color de la piel, hoy se manifiesta de maneras más sutiles pero no por eso menos racistas. Los conocimientos subalternos no se rechazan ahora bajo la premisa de la raza, se rechazan ahora bajo la premisa del saber científico, saber supuestamente objetivo, neutral, y deslocalizado.

Edgardo Lander, reconocerá que una de las consecuencias más importantes de la colonialidad del poder fue la creación de instituciones que permitieran mantener el control sobre el conocimiento y crearan legitimidad alrededor del mismo. El eurocentrismo trasciende el discurso para convertirse en una institución perfectamente visible que con los años se ha ido transformando. La encomienda, lugar donde los indígenas debían olvidar todo lo que los hacía ellos mismos para adoptar lo que los haría casi europeos, fue la primera institución con el fin de hacer de lo "europeo" una ley universal (Lander and Castro-Gómez 2000). Las universidades contemporáneas funcionan también como guardias y defensores del saber eurocéntrico, impidiendo que visiones del mundo diferentes alcancen la misma legitimidad. Son jueces que se encargan de descalificar todo lo que está más allá de sus métodos como algo mítico o provincialista. Este dispositivo de control sobre el conocimiento es bautizado por Lander como la colonialidad del saber.

A partir de la literatura poscolonial, puede inferirse que existen diferentes formas de entender a la colonialidad del saber, formas que no se excluyen, más bien se complementan en orden a aprehender la complejidad que implica un dispositivo de poder que atraviesa todos los ámbitos de la vida social. En lo que sigue de esta sección se expondrán tres conceptos esenciales para identificar la colonialidad del saber: el mito moderno, el pensamiento abismal, y la hybris del punto cero.

Enrique Dussel trabajó el tema del eurocentrismo como forma de conocimiento desde los años setenta con su famosa F ilosofía de la Liberación (1975). De acuerdo con éste autor, occidente había creado un muro ontológico que impedía la realización de conocimientos que fueran formados en otros lugares del mundo, aludiendo a su inferioridad pre-moderna y tradicional (Castro-Gómez 2005). Si una filosofía de la liberación debía ser creada, ella debía romper con el muro ontológico de occidente para así dar paso a una filosofía distinta, en el caso de las preocupaciones de Dussel, una filosofía latinoamericana.

Entre los ochentas y los noventas Dussel le dio otra dirección a su planteamiento inspirado en el concepto fundamental que Immanuel Wallerstein legó a las ciencias sociales: el sistema mundo. A partir de allí, el muro ontológico de los setentas se identificó con el mito moderno (Castro-Gómez 2005). El mito moderno es la construcción discursiva que permitió a Europa administrar el mundo en su posición de centro administrativo del mismo, posición que obtuvo en el siglo XVI. De acuerdo con este mito, el mundo puede dividirse en dos partes, la civilizada y la bárbara. Europa representa el lado civilizado mientras el resto representa el lado bárbaro. Europa, por su posición superior, debe llevar la civilización al mundo bárbaro, culpable de su propia barbaridad, por los medios que sean necesarios. Dussel divide éste mito en siete afirmaciones:

1. La civilización moderna se autocomprende como más desarrollada, superior (lo que significará sostener sin conciencia una posición ideológicamente eurocéntrica). 2) La superioridad obliga a desarrollar a los más primitivos, rudos, bárbaros, como exigencia moral. 3) El camino de dicho proceso educativo de desarrollo debe ser el seguido por Europa (es, de hecho, un desarrollo unilineal y a la europea, lo que determina, nuevamente sin conciencia alguna, la "falacia desarrollista"). 4) Como el bárbaro se opone al proceso civilizador, la praxis moderna debe ejercer en último caso la violencia si fuera necesario, para destruir los obstáculos de la tal modernización (la guerra justa colonial). 5) Esta dominación produce víctimas (de muy variadas maneras), violencia que es interpretada como un acto inevitable, y con el sentido cuasi ritual de sacrificio; el héroe civilizador inviste a sus mismas víctimas del carácter de ser holocaustos de un sacrificio salvador (el indio colonizado, el esclavo africano, la mujer, la destrucción ecológica de la tierra, etcétera). 6) Para el moderno, el bárbaro tiene una "culpa" (el oponerse al proceso civilizador) que permite a la "Modernidad" presentarse no sólo como inocente sino como "emancipadora" de esa "culpa" de sus propias víctimas.7) Por último, y por el carácter "civilizatorio" de la "Modernidad", se interpretan como inevitables los sufrimientos o sacrificios (los costos) de la "modernización" de los otros pueblos "atrasados" (inmaduros), de las otras razas esclavizables, del otro sexo por débil, etcétera (Dussel 2000:49).

A partir de las afirmaciones que construyen el mito moderno, es posible decir que la colonialidad del saber se entiende desde ese concepto a partir de la creencia eurocéntrica de la superioridad Europea, superioridad que legitima la imposición del proyecto moderno al resto del mundo. La idea de desarrollo, que conlleva la imitación del proyecto civilizatorio europeo se crea a partir del mito moderno. El mito moderno es consecuentemente la justificación que permite la existencia de la colonialidad del saber expresada en el rechazo absoluto a caminos civilizatorios diferentes al moderno.

Habiendo repasado el aporte del concepto de mito moderno a la construcción de la colonialidad del saber, se seguirá con el concepto de pensamiento abismal. Boaventura de Sousa Santos, de manera parecida a Dussel, dirá que el pensamiento occidental es un pensamiento abismal3. La definición del pensamiento abismal es de acuerdo con sus palabras: "un sistema de distinciones visibles e invisibles, las invisibles constituyen el fundamento de las visibles. Las distinciones invisibles son establecidas a través de líneas radicales que dividen la realidad social en dos universos, el universo de "este lado de la línea" y el universo del "otro lado de la línea"" (Santos 2010:11). La característica esencial del pensamiento abismal es la imposibilidad de la copresencia de los dos lados de la línea. Los dos lados existen, pero no pueden estar al mismo tiempo presentes.

Para ejemplificar lo anterior, Santos explica que la modernidad es un paradigma social y político fundado en la tensión entre la regulación y la emancipación. Pero esa tensión solo es posible de "este lado de la línea", que cartográficamente comprende el norte global. Al Sur global, el "otro lado de la línea", el paradigma social y político se funda en la tensión entre la apropiación y la violencia (Santos 2010). Un ejemplo fehaciente de la dinámica que propone Santos es la existencia de la cárcel de Guantánamo. La cárcel a la que se hace referencia no podría existir en el lado de la línea donde la tensión social existente es la regulación y la emancipación, el resultado de la civilización moderna. Una cárcel como Guantánamo, donde no existen garantías civiles, solo puede existir en el lado de la línea donde la tensión social discurre entre la apropiación y la violencia, donde no existe la necesidad de las garantías civiles, donde todavía se ejerce el poder colonial, el lado oscuro de la modernidad de acuerdo a autores tan importantes como Walter Mignolo.

En el campo del conocimiento el pensamiento abismal concede a la ciencia el monopolio sobre la verdad, en detrimento de los lugares desde donde se había producido conocimiento antes: la filosofía y la teología (Santos 2010). De acuerdo con Santos, estas tensiones visibles se levantan sobre otras invisibles, que no pueden ser adaptadas a ninguna de esas formas de conocimiento: los conocimientos campesinos, indígenas, y populares, presentes al otro lado de línea desaparecen por su supuesta irrelevancia e inconmensurabilidad. Estos conocimientos son entendidos como "creencias, opiniones, magia, idolatría, comprensiones intuitivas o subjetivas, las cuales, en la mayoría de los casos, podrían convertirse en objetos o materias primas para las investigaciones científicas" (Santos 2010:14).

Se tiene entonces que a la luz del concepto de pensamiento abismal, la colonialidad del saber se manifiesta a través de la negación de la experiencia y la producción intelectual del otro lado de la línea. Es decir, toda experiencia, sentir, conocimiento, que provenga de lugares distintos al norte global no existe, o por lo menos no debería tomarse como existente a la luz del pensamiento abismal moderno4. En resumen, el conocimiento solo existe de manera autentica cuando se ha seguido el método científico, único método que asegura un acceso "neutral y objetivo" a la verdad, conocimiento que en su inmensa mayoría es producido en "este lado de la línea". De acuerdo con lo anterior, se niega cualquier incursión alternativa al conocimiento, lo que no es solo un problema académico, es un problema que tiene consecuencias radicales en las relaciones de poder entre grupos humanos.

Recapitulando, lo expuesto hasta ahora, la colonialidad del saber se compone de la justificación discursiva de la superioridad de Europa sobre el resto del mundo, y del trazo de líneas radicales que dividen al norte global del Sur global, con todas las implicaciones que ya se explicaron. Para Santiago Castro-Gómez, la mirada colonial sobre el mundo, o la colonialidad del saber, obedece a un modelo epistemológico que se desplegó por la modernidad occidental, y que él mismo llama la "hybris del punto cero".

La hybris del punto cero se desplegó como modelo para conocer el mundo desde el siglo XVI, y se basó en el rompimiento de una visión del mundo que había venido funcionando en todas las culturas hasta el momento: la visión orgánica del mundo (Castro-Gómez 2007). De acuerdo a esa visión, el ser humano era uno con la naturaleza y el conocimiento, lo que implica una conexión profunda entre la vida práctica y el saber, algo bien distinto a la perspectiva que vino con el desarrollo del capitalismo mundial y la modernidad: la visión analítica del mundo. Para esta visión, el ser humano accede al conocimiento a través de su separación de la naturaleza. Lo anterior implica que, tal como sugirió Descartes, para el conocimiento sean un obstáculo los sentidos, la vida práctica del ser humano. El conocimiento es así una realidad meta-empírica que solo se logra mediante un ejercicio trascendente del ser humano, un ejercicio donde el ser humano se ubica en una plataforma inobservada de observación (Castro-Gómez 2007) para ver el mundo como lo haría una cámara de vigilancia.

Siguiendo con lo anterior, Castro-Gómez sostendrá que el modelo epistémico de la hybris del punto cero consiste en lo siguiente:

Podríamos caracterizar este modelo, utilizando la metáfora teológica del Deus Absconditus. Como Dios, el observador observa el mundo desde una plataforma inobservada de observación, con el fin de generar una observación veraz y fuera de toda duda. Como el Dios de la metáfora, la ciencia moderna occidental se sitúa fuera del mundo (en el punto cero) para observar al mundo, pero a diferencia de Dios, no consigue obtener una mirada orgánica sobre el mundo sino tan sólo una mirada analítica. La ciencia moderna pretende ubicarse en el punto cero de observación para ser como Dios, pero no logra observar como Dios. Por eso hablamos de la hybris, del pecado de la desmesura. Cuando los mortales quieren ser como los dioses, pero sin tener capacidad de serlo, incurren en el pecado de la hybris, y esto es, más o menos, lo que ocurre con la ciencia occidental de la modernidad. De hecho, la hybris es el gran pecado de Occidente: pretender hacerse un punto de vista sobre todos los demás puntos de vista, pero sin que de ese punto de vista pueda tenerse un punto de vista. (Castro-Gómez 2007:83).

En resumen, Castro-Gómez sostendrá que la colonialidad del saber es el resultado del modelo epistémico de la hybris del punto cero, que se caracteriza por la pretensión de la ciencia moderna de ver el mundo como lo haría Dios, es decir, por fuera del mundo terrenal, intocada así por las limitaciones epistemológicas que implican los sentidos y la vida práctica desde lo postulado por el pensamiento cartesiano.

1.2. Descolonización del conocimiento

Habiendo pasado por la definición de la colonialidad del saber, y las diferentes visiones sobre ella que permiten entenderla de una manera más completa, es necesario hablar de las alternativas que se han pensado para hacer frente a la colnialidad del saber. Las alternativas que se expondrán aquí serán las planteadas por dos de los autores que se nombraron en la sección anterior: Enrique Dussel, y Boaventura de Sousa Santos. Desde Dussel se abordará la concepción de modernidad alteridad. Desde Santos se revisará el pensamiento posabismal.

De acuerdo con Dussel, el mito moderno se refuerza en la creencia de que la modernidad es un fenómeno exclusivamente europeo (Dussel 2000). Pensar en esos términos es equivocado de dos formas: en primer lugar, es equivocado históricamente, pues tal como afirma Dussel (y Marx cuando hace referencia a la acumulación originaria que da inicio a la era capitalista industrial), la modernidad no habría podido ser sin la invasión de América y otros territorios del mundo. Tales hechos históricos permitieron que Europa acumulara la riqueza necesaria para dar a luz una civilización como la del siglo XVIII, que desde el pensamiento eurocéntrico se entiende como la iniciadora de la modernidad. En segundo lugar, es equivocado en términos emancipadores, pues si se asume que la modernidad es un proceso exclusivamente europeo hay dos salidas poco esperanzadoras: la primera de ellas es el rechazo al proyecto moderno por ser "europeo", una actitud propia de cosmologías extremistas como el islamismo radical. La segunda de ellas es la aceptación del proyecto moderno a la europea, que es tan perverso como islamismo radical por su naturaleza abismal.

Frente a un panorama como el que acaba de dibujarse, Dussel encuentra una alternativa emancipadora en la reconstrucción del concepto de la modernidad. Ese concepto nuevo de modernidad trasciende el concepto eurocéntrico de la misma5, reconociendo así que la modernidad es un fenómeno que solo puede entenderse de manera global, no estrictamente europea, y que aparece en el siglo XVI tras la conquista de América, no en el siglo XVIII. Este nuevo concepto es el de la modernidad alteridad (Dussel 2000).

Por su parte, Santos al escudriñar el problema de los pensamientos abismales, de su creciente reproducción en las sociedades contemporáneas, sugiere que la alternativa emancipadora a esa forma de pensamiento es un pensamiento posabismal, es decir, un pensamiento que sea capaz de borrar las líneas radicales de exclusión que son trazadas con los pensamientos abismales. Ahora, ¿cómo crear el pensamiento posabismal? Santos dirá que ese pensamiento solo puede ser posible desde lo que él denomina como el "cosmopolitismo subalterno" (Santos 2010). "El cosmopolitismo oposicional subalterno es la forma cultural y política de la globalización contrahegemónica. Este es el nombre de los proyectos emancipatorios cuyas demandas y criterios de inclusión social van más allá de los horizontes del capitalismo global" (Santos 2010:29).

El pensamiento posabismal es necesariamente contestatario frente al capitalismo global y la pretensión de la modernidad eurocéntrica por ser una cosmología completa, sin baches o defectos. El pensamiento posabismal parte de un sentido de "incompletud"6, sin aspirar por ello a ser completo. Afirma que el entendimiento del mundo sobrepasa las posibilidades del pensamiento occidental, y por ello lo combina con pensamientos no occidentales para encontrar soluciones a los problemas. Finalmente, el pensamiento posabismal reconoce la inagotable diversidad del mundo, convive con ella y entiende su valor (Santos 2010). Cabe decir que el pensamiento posabismal del que habla Santos es una propuesta similar a la realizada por autores como Grosfoguel o Walsh desde la pluriversalidad del conocimiento o a la de Dussel, con su propuesta transmoderna7.

2. ESTADO DEL ARTE METODOLÓGICO

Este apartado hará una breve presentación de los aportes que se han realizado desde los estudios poscoloniales y los estudios disciplinares críticos a las reflexiones en torno a lo que en este trabajo se ha denominado como colonialidad del saber, buscando con ello resaltar los métodos que hasta ahora se han utilizado para detectar los saberes coloniales en las ciencias sociales.

Un trabajo de referencia dentro de los estudios poscoloniales a la hora de entender la relación existente entre eurocentrismo y ciencias sociales es Orientalismo de Edward Said. En el libro al que se hace referencia Said intenta demostrar como el nacimiento del orientalismo en las ciencias sociales creó una imagen de oriente que se impuso sobre las conciencias tanto de los occidentales como de los mismos orientales, una imagen que logró afianzar el dominio imperial de Europa sobre su contraparte, el oriente próximo y el medio oriente (Said 2003). El dominio del que se habla se basa en el concepto de hegemonía gramsciano, donde se expone la realidad del consenso de los subalternos para someterse a los grupos dominantes. Said sostendrá, siguiendo la relación que Foucault estableció entre saber y poder, que existe una relación orgánica entre el nacimiento de las humanidades y el nacimiento del colonialismo en los siglos XIX y XX (Castro-Gómez 2005). Si bien el trabajo de Said ha sido criticado por su excesiva concentración en los elementos superestructurales de un fenómeno como el colonialismo, su trabajo inició en gran medida los análisis poscoloniales sobre la relación existente entre los saberes eurocentrados y el dominio del centro sobre la periferia.

Otro trabajo que no puede dejar de nombrarse es Abrir las ciencias sociales de Immanuel Wallerstein. El trabajo disciplinar crítico de Wallerstein apunta a señalar como la construcción histórica de las ciencias sociales compromete la objetividad y neutralidad que ellas mismas habían creído poseer (Wallerstein 1996). Desde lo sostenido por Wallerstein, la visión del mundo de las ciencias sociales es absolutamente eurocéntrica, y por ello, entre otras razones, las ciencias sociales deben abrirse para superar antinomias tan problemáticas como la existente entre el mundo "bárbaro" y el mundo "civilizado"(Wallerstein 1996). El trabajo de Wallerstein encuentra una importante demostración en este artículo, pues es posible identificar lo que el anuncia a través del esfuerzo metodológico que se desarrolla aquí. El eurocentrismo, ese problemático enfoque inaugural de las ciencias sociales persiste en los artículos de teoría política en Colombia. Como demuestran los resultados de esta investigación la inclinación a pensar el mundo desde los referentes del norte global es todavía dominante.

Los trabajos que acaban de ser referenciados son en alguna medida fundacionales en términos de examinar el eurocentrismo presente en las ciencias sociales, pero la producción sobre el tema ha persistido. Los estudios subalternos y los estudios poscoloniales alrededor del mundo se han encargado de mostrar que existe una geopolítica del conocimiento donde no todos los aportes académicos valen lo mismo (dependerá de si el aporte viene del norte o del Sur) y donde la manera en que se piensa el mundo no es objetiva, obedece al lugar específico de enunciación desde donde el investigador intenta entender el mundo (Escobar 2003). Un importante estudio que demuestra la preocupación de los estudios poscoloniales y subalternos en términos de las inequidades globales de la producción en ciencias sociales es el Informe sobre las ciencias sociales en el mundo. Las brechas del conocimiento de la UNESCO. El informe al que se hace referencia concluye una serie de elementos: la ciencia social es mayoritariamente producida en los países entendidos como desarrollados y en inglés; existen grandes disparidades en términos de la capacidad investigativa alrededor del mundo; la tendencia de las ciencias sociales es la fragmentación, la eliminación de la pluralidad y la separación entre las preocupaciones de la ciencia social y las necesidades sociales (Informe sobre las Ciencias Sociales en el mundo. Las brechas del conocimiento, 2010). Es pertinente decir aquí que la manera utilizada para llegar a las conclusiones que se exponen son encuestas y estudios bibliométricos en su mayoría.

Las conclusiones que presenta el informe del que se acaba de hablar son muy importantes para los esfuerzos que se encaminen a superar el eurocentrismo de las ciencias sociales y las prácticas exclusorias que se reproducen en las academias del mundo.

Otra serie de trabajos que tienen que ser mencionados son los que se han realizado al interior de la ciencia política. La literatura sobre la geopolítica de la producción de conocimiento al interior de las relaciones internacionales es extensa, pero puede decirse que se ha enfocado en general en develar el potente provincialismo que las vicia. Ole Weaver ha sostenido desde la sociología de la ciencia, por ejemplo, que las relaciones internacionales no son una disciplina tan internacional como su nombre sugiere, pues responden en general a la visión estadounidense del mundo (Weaver 1998). Peter Marcus por su lado expone a través de análisis bibliométricos la dominancia de autores residentes en Estados Unidos en términos del número de publicaciones en revistas científicas de relaciones internacionales, encontrando una relación geográfica entre el número de publicaciones y el lugar desde donde se investiga (Marcus 2013). Arlene Tickner, internacionalista estadounidense residente en Colombia ha investigado las alternativas que las relaciones internacionales tienen cuando se asume el Sur global como lugar de enunciación, reconociendo antes la influencia que los estudios desarrollados en Estados Unidos tienen en todo el mundo (Tickner 2003). También ha estudiado las dinámicas centro-periferia que caracterizan a las relaciones internacionales (Tickner 2013). Los estudios que acaban de presentarse son solo algunos de los muchos que hay en las relaciones internacionales sobre el tema, basados sobre todo en la bibliometría.

3. UNA METODOLOGÍA PARA APREHENDER LOS IMAGINARIOS COLONIZADOS EN LAS CIENCIAS SOCIALES

El apartado anterior presentó los estudios que se han llevado a cabo alrededor del eurocentrismo en las ciencias sociales, con lo que se pueden concluir varios asuntos: en primer lugar los esfuerzos académicos de este estilo se han caracterizado por la bibliometría, estrategia que permite saber qué se cita y de acuerdo con ello se pueden lanzar afirmaciones que permitan establecer que tan democratizada, por utilizar un término, está la ciencia social. En segundo lugar ha habido estudios de un corte más hermenéutico e histórico que han tratado de explicar los orígenes de las ciencias sociales y como esos orígenes condicionan la ciencia social de hoy.

Este artículo presentará entonces una metodología que funcionará para encontrar los imaginarios colonizados que existen en los artículos de ciencias sociales, cualesquiera que ellos sean, cualesquiera que sean sus enfoques. Se basará en el análisis de contenido, lo que permitirá escudriñar algo diferente a las fuentes bibliográficas, si bien también se toman en cuenta. Tras la presentación de esta propuesta metodológica se presentará un experimento que da cuenta de cómo puede utilizarse la herramienta que se propone a la hora de analizar artículos de ciencias sociales.

3.1. Análisis de contenidos y bibliografía

La propuesta metodológica que viene se construyó alrededor del diseño de una tabla que permitiera clasificar aspectos clave de los artículos de ciencias sociales de los que se quiera aprehender la colonialidad del saber. La tabla terminará por afirmar si el artículo que se examina está colonizado, es decir, que se caracteriza por hacer una resonancia del pensamiento eurocéntrico, o si por el contrario está emancipado, es decir, que cuenta con aportes descolonizadores.

  1. En esta columna se diligenciará el nombre del artículo a analizar, la fecha de publicación y el autor.
  2. En esta columna se desplegarán las variables de análisis que se tomarán en cuenta para definir si los artículos son colonizados o emancipados.
  3. En esta sub-columna se definirá si se citan o no se citan autores del Sur global en el artículo.
  4. En esta sub-columna se definirá si la postura final del artículo es una resonancia eurocéntrica y si es un aporte descolonizador.
  5. En esta sub-columna se especificará, de haberlo, la naturaleza del aporte descolonizador. Esta podrá ser o una conceptualización alter de la modernidad, o un acercamiento a el pensamiento posabismal.

El primer momento del examen es la revisión de los contenidos bibliográficos de los artículos bajo un criterio: la presencia de autores del Sur global en la lista de autores citados. Este criterio es esencial a la hora de entender la colonización del saber en las producciones académicas. En principio uno de los grandes problemas del conocimiento es su eurocentrismo, existente no solo por responder a dinámicas y valores europeos, también porque los únicos académicos relevantes son aquellos que nacieron en ese territorio, o en Estados Unidos desde el siglo XX. Ahora, el que se cite un autor del Sur global no quiere decir que se avance hacia la descolonización del conocimiento, y por ello es necesario evaluar cuál es la postura final del artículo evaluado.

De manera consecuente, se debe discernir tras la revisión de los artículos si la posición final del texto reitera las visiones eurocentradas o aporta conocimiento original y descolonizador. El criterio que permite definir cuál de las dos posiciones es la seguida por el autor está dado por la siguiente columna: la naturaleza de los aportes descolonizadores. Si un artículo trabaja un concepto alternativo de la modernidad, uno que reconozca la naturaleza global del fenómeno, y su entrelazamiento con la colonialidad, se está frente a un artículo con una postura descolonial plenamente reconocible a la luz del marco teórico propuesto. De la misma forma, un artículo que abogue por una apertura epistemológica que trascienda el pensamiento occidental moderno, que procure la creación de un pensamiento posabismal, es un artículo con una postura descolonial. Los artículos que no lleguen a tocar el concepto de modernidad alteridad o que no avancen hacia el pensamiento posabismal, serán considerados como artículos cuya postura es la aceptación acrítica del proyecto moderno eurocéntrico, en consecuencia, serán situados en la sub-columna de la resonancia eurocéntrica. Los artículos que hagan resonancia eurocéntrica se considerarán como artículos colonizados, y aquellos que presenten aportes descoloniales se entenderán como artículos emancipados.

En el experimento que viene a continuación se compararán dos artículos publicados en la revista Análisis Político: Hacia una concepción multicultural de los derechos humanos (1997) de Boaventura de Sousa Santos y Elemento s para un análisis de los movimientos sociales (1995) de Martín Tanaka. Ambos artículos fueron especialmente seleccionados para poner a prueba la herramienta metodológica propuesta por ser diametralmente opuestos tanto en términos de sus principios epistemológicos como en los de las posturas que pueden identificarse en ellos.

Tabla 2.

Pasando al análisis de contenido de los artículos, en el escrito por Boaventura de Sousa Santos se encontró lo siguiente: El tema central del artículo son los derechos humanos, que se abordan desde un enfoque normativo. De acuerdo con lo anterior, los derechos humanos serán entendidos como una herramienta de emancipación si y solo si los derechos humanos son capaces de ajustarse a las particularidades culturales diferentes a las europeas. En el artículo sí son citados autores pertenecientes al Sur global, y su función al interior del texto no es otra que sostener la necesidad de abrir los derechos humanos hacia contextos culturales diferentes al europeo, negando así su carácter universal y reivindicando otras formas de vivir y conocer el mundo, ajenas a la cosmovisión liberal de la modernidad.

Debido a que la perspectiva desde donde se aborda el tema de los derechos humanos trasciende el universalismo moderno para entrar hacia la pluriversalidad tanto conceptual como aplicativa de los mismos derechos humanos, y a que los autores del Sur global citados hacen aportes descolonizadores, el artículo avanza hacia el pensamiento posabismal. Al proponer de fondo la narrativa moderna de lo universal como problemático para la realización de las diferentes cosmovisiones que existen en la humanidad, incluso la europea, el artículo se libera del universalismo abstracto moderno para entrar a un espacio posabismal en términos de Boaventura de Sousa Santos o transmoderno en los de Enrique Dussel. En esos espacios el reconocimiento del Otro como un interlocutor válido, sin importar que sus referentes culturales sean occidentales, orientales, aztecas o quechuas, hacen del reconocimiento de la pluriversalidad un imperativo ineludible. La emancipación se alcanza desde estos espacios en el diálogo intercultural, no en la imposición de las "verdades lógicas y universales".

En el caso de Elementos par a un análisis de los movimientos sociales, lo hallado difiere en gran medida de lo anterior. El tema central del artículo es el análisis de los movimientos sociales. En enfoque del texto es evidentemente empírico. De esta forma, el artículo propone una aproximación a los movimientos sociales desde los principios positivistas de la elección racional, principios que pretenden explicar el comportamiento político de toda la humanidad con base a su "naturaleza". En este artículo se citan autores del Sur global, sin embargo ninguno de ellos reconoce su lugar de enunciación, de tal forma que terminan en lo que Santiago Castro-Gómez denomina la hybris del punto cero, el pecado de la desmesura donde el investigador pretende tener una mirada orgánica del mundo desde una plataforma inobservada de observación.

Teniendo en cuenta lo dicho arriba, el artículo de Martin Tanaka no avanza hacia un pensamiento posabismal, y mucho menos trata de alguna manera el problema de la modernidad. Lo anterior se debe a que los principios epistemológicos bajo los cuales el artículo está concebido no pueden admitir la co-presencia de diferentes formas de conocer el mundo. Una plataforma inobservada de observación, la ficción de los principios positivistas del conocimiento, no permite un rival en cuanto a la certeza sobre lo que es el mundo. De esta forma, los conocimientos producidos bajo principios diferentes a los sustentados en la "objetividad científica" no tienen cabida en el espacio de los conocimientos legítimos.

Como pude verse a partir de los ejemplos propuestos, la clasificación de información clave en tabla que se propone es bastante útil para dos cosas: en primer lugar para desmitificar la creencia de que las ciencias sociales situadas y no eurocéntricas obedecen a la decisión de los autores por citar otros autores del Sur global, como sugieren los estudios bibliométricos; en segundo lugar permite, a partir de la identificación de la postura del autor y de la naturaleza de los aportes realizados, identificar plenamente si se está frente a un artículo que reproduce los imaginarios eurocéntricos de las ciencias sociales o si se está frente a un artículo que trasciende y transgrede los imaginarios eurocéntricos. Teniendo en cuenta lo anterior, la metodología que se propone para el análisis de los textos de las ciencias sociales permitirá aportes innovadores que prueben con sustento empírico que las ciencias sociales en efecto están colonizadas, y que ello no obedece necesariamente al lugar donde se producen o al lugar de origen de quien escribe, sino más bien a unos imaginarios que se han mantenido desde el comienzo de la modernidad y que hoy se han identificado bajo el concepto de colonialidad del saber.

5. LA COLONIALIDAD DEL SABER EN LA TEORÍA POLÍTICA COLOMBIANA

Como se mencionó al principio del artículo, lo que viene a continuación es una muestra del uso de la metodología que se ha propuesto en el apartado anterior. La metodología propuesta fue usada en la tesis de grado de Juan Carlos Rico Noguera que es inédita, y por ello se expondrán aquí algunos de los resultados obtenidos.

La tesis aludida fue tras el rastro de los sesgos coloniales presentes en la producción académica de teoría política de dos revistas de ciencia política en Colombia: Análisis Político y Colombia Internacional8. La tesis encontró que los artículos de teoría política de las revistas citadas, en su mayoría, hacían lo que en la metodología propuesta se ha llamado resonancia eurocéntrica. Solo algunos de los artículos dentro de las revistas expuestas lograron hacer alguno de los aportes descolonizadores descritos en la metodología. A continuación se enseñan las tablas que sintetizan la información hallada en todo el proceso de investigación. Cabe añadir que estas tablas son las que sintetizan los resultados de lo hallado con la tabla que se expuso en el apartado anterior. El proceso que se utilizó para llegar a los resultados que se expondrán es el mismo que el que se mostró en el experimento con los artículos de Boaventura de Sousa Santos y el de Martín Tanaka.

La tabla que acaba de presentarse tiene mucho por decir. Para empezar, los artículos entendidos como colonizados son todos aquellos que en su postura hicieron una resonancia eurocéntrica. Por el contrario, los artículos emancipados son los que en su postura hicieron aportes descoloniales. Habiendo hecho esta aclaración inicial, en Colombia Internacional, un dato de gran importancia es la cantidad de artículos colonizados. Hay un total de catorce artículos colonizados, lo que implica un 73,6% del total de los artículos revisados. Solo cinco artículos del total están emancipados, lo que se traduce en un 26,4%.

Pasando a la descripción por enfoques, la teoría normativa, con un total de cinco artículos solo tiene uno emancipado, lo que lleva a afirmar que el 80% de los artículos de teoría normativa están colonizados. La historia del pensamiento político está completamente colonizada. El enfoque de análisis de conceptos tiene también un total del 80% de sus artículos colonizados. La teoría empírica, con su único artículo, se inscribe en el grupo de los artículos colonizados. La teoría epistemológica es la sorpresa dentro de los enfoques de la teoría política, pues es el único enfoque donde la mayoría de los artículos están emancipados. Un 75% de los artículos de teoría epistemológica se encuentra en el grupo de los artículos emancipados, mientras el 15% restante (correspondiente a un solo artículo) se encuentra en la categoría de artículos colonizados. El único artículo de teoría empírica está colonizado.

Pasando a Análisis Político, hay un total de 21 artículos colonizados frente a un total de 8 artículos emancipados. Los números que acaban de proponerse significan que en Análisis Político el 72% de los artículos publicados está colonizado. Pasando a la descripción por enfoques, el 75%de los artículos de la teoría normativa están colonizados. La historia del pensamiento político está completamente colonizada. El 64% del enfoque de análisis de conceptos políticos está colonizado. La teoría epistemológica está divida, de los dos artículos analizados uno está colonizado y el otro presenta aportes descolonizadores. Finalmente, la teoría empírica está completamente colonizada.

La tabla 3 deja ver una gran similitud entre los dos casos estudiados. Las diferencias son muy pequeñas si se toman los porcentajes que se mencionaron. La diferencia entre los casos sobre el porcentaje de artículos colonizados y emancipados es de un punto porcentual. En los enfoques ya se pueden encontrar diferencias de hasta 15 puntos porcentuales entre lo que significa un enfoque para una u otra revista, pero como se ve no es algo significativo. El hallazgo que se hizo permite pensar que una mayoría muy importante de la producción de teoría política en Colombia está colonizada.

La tabla "Artículos emancipados: sus fuentes y aportes" expone el número de aportes presentes desde los artículos de teoría política emancipados y si en ellos hubo citación de autores del Sur global. En Colombia Internacional el 80% de los artículos citó autores del Sur global. El artículo de teoría normativa realizó un aporte dirigido a la consolidación de un pensamiento posabismal, pero no citó autores del Sur global. El artículo de análisis de conceptos hizo lo mismo, solo que citando autores del Sur global. Dos de los artículos de teoría epistemológica hicieron un aporte tanto en la consolidación de un pensamiento posabismal como en la afirmación de la modernidad alteridad. El artículo restante de la teoría epistemológica hizo un aporte en términos de la modernidad alteridad. En el caso de la teoría epistemológica, todos los artículos tuvieron los aportes que desde el Sur se están realizando al debate.

En el caso de Análisis Político, la tabla 4 muestra que el 62% de los artículos emancipados cita autores del Sur global. Por enfoques, uno de los dos artículos de teoría normativa cita autores del Sur global, y se realizan dos aportes relacionados con el pensamiento posabismal. El enfoque de análisis de conceptos fue el que más citó autores del Sur global, pues cuatro de los cinco artículos revisados lo hace, además se hicieron cuatro aportes direccionados al pensamiento posabismal y dos dirigidos a la modernidad alteridad. El único artículo de teoría epistemológica no cita autores del Sur global, haciendo un aporte en términos del pensamiento posabismal.

En términos comparativos está es la tabla con más disparidades en sus resultados. No hay relaciones directas entre el número de artículos y el número de aportes, la citación de autores del Sur global no se relaciona tampoco con la naturaleza de los aportes. La ausencia de relaciones hace que una comparación en los resultados de los dos casos no tenga en primer lugar mucho sentido, y por otro lado, tampoco hay similitudes con las que se pudiera lanzar alguna idea.

CONCLUSIONES

La metodología propuesta intenta aterrizar a usos prácticos los trabajos epistemológicamente críticos que se han venido realizando alrededor del eurocentrismo y la colonialidad del saber. Los importantes ejercicios que han venido realizando autores como Dussel y Sousa Santos deben aterrizarse en orden a rastrear los elementos que permitan develar los sesgos eurocéntricos y coloniales de las ciencias sociales. En esa medida, como expresan tanto el ejercicio realizado con los artículos como los resultados de la investigación de tesis de grado de Juan Carlos Rico, la herramienta que se propone es útil.

Los ejercicios que se expusieron en este artículo responden a un examen de la teoría política producida en Colombia, sin embargo, la metodología permite revisar las producciones académicas de diferentes ciencias sociales. La razón de la última afirmación es que los conceptos de pensamiento posabismal y modernidad alteridad atraviesan de principio a fin los principios epistemológicos y políticos de la ciencia social construida en la Ilustración.

Queda por decir que el develar de manera positiva los distintos elementos que permiten afirmar el carácter colonizado o emancipado de los artículos de ciencias sociales es solo el inicio de una actividad académica y política. Es útil de cara a la academia afirmar la colonialidad del saber presente en las ciencias sociales con datos empíricos, pues refuerzan los argumentos presentados por los teóricos que se han venido presentando a lo largo del artículo, sin embargo la tarea debe ir más allá. El presentar datos como los que se presentan aquí debe llevar a la realización de propuestas descolonizadoras, propuestas que rompan con la colonialidad de las ciencias sociales, abriendo así no solo las posibilidades cognitivas de la ciencia, también la posibilidad olvidada de transformar el mundo.

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Fecha de recepción: 16/7/2015
Fecha de aprobación: 15/11/2015

NOTAS

1 Se ha evidenciado que la observación científica está en gran medida condicionada por el observador, por el lugar, el instante y los instrumentos que utiliza para conocer su objeto.

2 La literatura producida por los estudios poscoloniales latinoamericanos sugieren cuatro esferas de la colonialidad: la colonialidad del poder, la colonialidad del saber, la colinialidad del ser, y la colonialidad de la naturaleza

3 El pensamiento abismal no existe solo en occidente, pues no es la única cosmología que se auto-comprende como completa, a diferencia de lo que serían otras cosmologías. Todas aquellas cosmologías radicales que prescinden de la existencia de otras son pensamientos abismales.

4 A la luz del pensamiento islámico radical, por ejemplo, el otro lado de la línea sería occidente, por lo tanto nada de lo que se pensara y produjera en occidente sería reconocido. Este comentario busca mostrar que la lógica de Santos no es una lógica abismal que desconoce los aportes de occidente solo por venir de allí.

5 De acuerdo con este concepto, la modernidad inició en el siglo XVIII, en la conocida Ilustración, y fue un proyecto de emancipación que se basó en el nacimiento de la ciencia, el arte autónomo, y las revoluciones burguesas que terminaron con la monarquía.

6 Término utilizado por Santos para referirse a las cosmovisiones que no esperan tener todas las respuestas, y que por lo mismo, son capaces de negociar con otras cosmovisiones en orden a enriquecerse y complementarse.

7 Para información sobre la pluriversalidad del conocimiento ver: (Grosfoguel 2007) y (Walsh 2007). Para información sobre la transmodernidad ver: (Dussel 2000).

8 Las revistas fueron escogidas por ser las más importantes dentro de la disciplina de la ciencia política. La importancia relativa de las revistas nombradas se debe a su antigüedad y su indexación.

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