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Cuadernos de Economía

Print version ISSN 0121-4772On-line version ISSN 2248-4337

Cuad. Econ. vol.20 no.35 Bogotá July/Dec. 2001

 

LA MISIÓN DEL BANCO MUNDIAL EN COLOMBIA, EL GOBIERNO DE LAUREANO GÓMEZ (1950-1951) Y LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE INDUSTRIALES (ANDI)

Eduardo Sáenz Rovner*

*Profesor Titular. Universidad Nacional de Colombia


Resumen

Este artículo analiza cómo las medidas e cononu cas implementadas por el presidente Laureano Gómez entre 1950 y 1951 afectaron los intereses de los empresarios colombianos, incluidos los grandes industriales congregados en la Asociación Nacional de Industriales, ANDI, fundada en Medellín en 1944. La política económica de Gómez fue guiada por las recomendaciones del Banco Mundial y por las presiones norteamericanas que buscaban una liberalización de la economía internacional en los primeros años de la posguerra.

Palabras clave: Banco Mundial, política económica, industriales,posguerra.

Abstract

This article analyzes how the economic measures implemented by resident Laureano Gómez between 1950 and 1951 impinged upon the interests of Colombian businessmen, including the large manufacturers. The latter group was part of the powerful National Association of Industrialists (ANDI) established in Medellín in 1944. Gomez‘ s economic policies were guided by the World Bank‘ srecommendations. The U.S. government, which tried to liberalize the international economy during the early postwar years, also pressured him.

Key words: World Bank, economic policy, industrialists, postwar years.


Este artículo analiza cómo las medidas económicas implementadas por el presidente Laureano Gómez entre 1950 y 1951 afectaron los intereses de los empresarios colombianos, incluidos los grandes industriales congregados en la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), fundada en Medellín en 1944. La política económica de Gómez fue guiada por las recomendaciones del Banco Mundial y por las presiones norteamericanas que buscaban una liberalización de la economía internacional en los primeros años de la posguerra. Irónicamente Gómez, el otrora furibundo antiyanqui y defensor del corporativismo, tuvo que ceder ante presiones externas. En esto fue clave su debilidad política al haber sido electo como presidente en unos comicios sin ninguna oposición en noviembre de 1949, tener en contra al Partido Liberal, no gozar de las simpatías de buena parte de su propio Partido Conservador, y ser percibido como un fascista en el establecimiento diplomático y en los medios periodísticos de los Estados Unidos.

La diplomacia norteamericana de la posguerra, en términos tanto políticos como económicos, nos ayuda a entender el rumbo que tomó la administración del presidente Gómez en su política exterior y en sus reformas económicas. A pesar de la ideología antinorteamericana y antiliberal de Gómez, las realidades de la guerra fría llevaron a un reacomodamiento en el cual el gobierno norteamericano terminó trabajando con Gómez a cambio de su anticomunismo a toda prueba ya sus concesiones para liberalizar la economía colombiana y facilitar la inversión de capitales privados tal y como querían los Estados Unidos.1

LA MISIÓN DEL BANCO MUNDIAL

Como resultado del incumplimiento en los pagos de la deuda externa por parte de los países latinoamericanos durante la Gran Depresión, la banca privada norteamericana recortó SUS préstamos y sus actividades financieras en el subcontinente. El recorte en la inversión en portafolio en América Latina se mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial y los primeros años de la posguerra. La interrupción de estos flujos de capital fue compensada desde finales de la década de los años cuarenta con inversión privada directa y con préstamos de la banca pública internacional [Stallings 1987,75-83,87-88, 118].

En julio de 1948,Colombia presentó ante Banco Mundial una solicitud para un préstamo por 78 millones de dólares para financiar una serie de proyectos en infraestructura tales como ferrocarriles, carreteras, plantas hidroeléctricas,maquinaria agrícolay puertos. John McCloy, presidente del Banco, le comentó a Emilio Toro, colombiano y uno de los directores ejecutivos del mismo, que no estaba del todo seguro de que este préstamo serviría para financiar las necesidades más urgentes de Colombia. Toro le propuso que enviase una misión para averiguar cuáles eran las necesidades de Colombia. Robert Garner, vicepresidente del Banco, se encargó de materializar la idea y, ante la respuesta entusiasta del presidente de la República, Mariano Ospina Pérez, se conformó una misión en 1949 que sería la primera en hacer un estudio comprensivo de un país por encargo de una agencia internacional. El economista Lauchlin Currie encabezó la misión que estuvo en Colombia entre julio y diciembre de 1949y que presentó su reporte final publicado tanto en inglés como en español en 1950.2

Currie discutió con Ospina Pérez la necesidad de establecer un comité de ciudadanos prestantes para estudiar el reporte del Banco Mundial y efectuar las recomendaciones del caso para su implementación. En una entrevista posterior entre Currie y el recién posesionado presidente Laureano Gómez, éste se mostró de acuerdo con la conformación de un Comité de Desarrollo Económico bipartidista que le daría más peso político a las recomendaciones y ayudaría a vencer la oposición a las reformas dentro del mismo Partido Conservador [Currie 1984,99; y Sandilands 1990, 167-168].

En octubre de 1950, el Comité presentó su primer documento de aplicación de las recomendaciones del Banco Mundial. Este primer reporte sobre la inflación y la estabilidad monetaria señalaba “que es condición indispensable para el desarrollo de un plan armónico de fomento en Colombia detener la inflación y asegurar una estabilidad económica duradera”.3 En consecuencia, el Comité recomendó congelar el crecimiento de los medios de pago, restringir el crédito para el público mediante un aumento de las tasas de interés, aumentar la tasa de redescuento del Banco de la República y controlar del encaje bancario de los bancos comerciales. Por último, el Comité fue muy claro en pedirle al gobierno que buscase un superávit en el presupuesto durante el año que corría.4 El Gobierno; que ya había acordado con los bancos comerciales restringir el crédito como medida antiinflacionaria, adoptó inmediatamente las recomendaciones del Comité5

El Comité también hizo una serie de recomendaciones sobre el desarrollo de la infraestructura vial del país las cuales fueron aceptadas inmediatamente por el ministro de Obras Públicas.6 En el campo del transporte aéreo, la Misión recomendó que se terminase el monopolio de la aerolínea Avianca que controlaba el transporte doméstico de pasajeros, era dueña de los aeropuertos y stablecía en éstos los derechos de aterrizaje de las compañías extranjeras, y monopolizaba el servicio de correos. Uno de los integrantes del Comité miembro de la junta directiva de Avianca, se opuso a cualquier intervención en los privilegios de la compañía pero fue derrotado y el Estado empezó a construir aeropuertos y a manejar el tráfico aéreo bajo el control oficial7

En cuanto a la administración pública se reorganizó el Ministerio de Agricultura, se creó una oficina de presupuesto, y se estableció una oficina de planeación que respondería directamente al presidentes, Sin embargo, muchas recomendaciones para modernizar la administración pública no se implementaron como reconocería el mismo Currie [Currie 1984, 97; Sandilands 1990, 173-174]. Algunas propuestas de la Misión para aumentar los impuestos sí fueron implementadas; excepción especial fue el rechazo por parte del Comité y de importantes terratenientes de una propuesta de impuesto sobre la tierra no utilizada en la Sabana de Bogotá yen el Valle del Cauca,9

Los resultados de la Misión en términos de préstamos no se hicieron esperar. Durante 1950, el Export-Import Bank del gobierno norteamericano autorizó créditos a Colombia por un total de seis millones de dólares. A su vez, en los meses finales de 1950, el Banco Mundial autorizó dos préstamos que sumaban 6,1 millones de dólares10. Garner visitó Bogotá en agosto de 1951 para estudiar las solicitudes de préstamo pendientes y supervisar los trabajos del Comité de Desarrollo Económico [Semana, agosto 18 de 1951,33]. El Banco Mundial, en el que los Estados Unidos eran el socio mayoritario, concedió préstamos para la construcción de carreteras, ferrocarriles y centrales hidroeléctricas y para la financiación de maquinaria agrícola para ser adquirida por la Caja Agraria11. El Export-Import Bank también otorgó otros préstamos a Colombia para la compra de algodón norteamericano, modernización de los ferrocarriles y proyectos hidroeléctricos.12

Sobre los resultados de la Misión del Banco Mundial y los préstamos que ayudaron a encarrilar a Colombia en la senda del desarrollo económico, Currie escribiría años después,

Colombia llegó a convertirse en el país predilecto del Banco a lo largo de las siguientes décadas. Hacia finales de 1974, el país había recibido del Banco Mundial un volumen de préstamos mayor en términos per cápita que cualquier otro importante país en desarrollo [Currie 1984, 98].13

MEDIDAS ORTODOXAS CONTRA LA INFLACIÓN

En los comienzos del gobierno de Laureano Gómez las relaciones entre éste y la ANDI fueron cercanas. Varios industriales y funcionarios de la ANDI fueron nombrados en cargos de importancia como varios ministerios, la Alcaldía de Medellín y diversas embajadas.14

Jorge Botero Ospina, presidente encargado de la ANDI, se entrevistó con Gómez y con Rafael Delgado Barreneche, ministro de Hacienda en agosto de 1950,15 Botero Ospina les presentó una serie de temas relacionados con el interés industrial y quedó con “la impresión de que en [Gómez] hay magnífico ambiente que le permite abrigar la esperanza de que todas las dificultades [relacionadas con el sector industrial] están en vía de solución”, mientras que Delgado Barreneche “se mostró muy dispuesto a estudiar las soluciones aconsejables, y a tener en cuenta las sugerencias y fórmulas de la ANDI” [ANDI, Acta 436, 2-5].

Días más tarde Botero Ospina, en compañía de los gerentes de las empresas textileras Coltejer, Fabricato y Tejicóndor, visitó a Gómez y a varios de sus ministros. Nuevamente, Botero Ospina encontró en el alto gobierno “un amplio espíritu de colaboración” para la construcción de vías que permitirían la salida del algodón de la región del Sinú [ANDI, Acta 439, 3-4]. En temas tales como la descongelación de los precios de productos industriales colombianos,el decreto que obligaba a los trabajadores a contribuir al Seguro Social, los impuestos al exceso de utilidades, la expedición de un nuevo código laboral, la asociación sintió un fuerte respaldo por parte de la nueva administración.16

Sin embargo, la aplicación de las recomendaciones de la Misión del Banco Mundial traería distancias entre la administración Gómez y los grupos empresariales colombianos, incluida la ANDI. Las restricciones monetarias que recomendó el Comité de Desarrollo Económico para combatir la inflación llevaron a una recesión económica que afectó a los diferentes grupos de empresarios, incluidos los industriales. El crecimiento anual del Producto Interno Bruto, que había alcanzado una cifra del 8,75% en 1949, bajó a un 1,1% en 1950 (en términos per cápita, el crecimiento fue negativo)17 Vale la pena agregar que la inflación aumentó a través de América Latina durante la Posguerra y que planes de estabilización monetaria fueron aplicados en diferentes países durante la década de los años 50.18

Los diferentes grupos de empresarios colombianos reaccionaron entonces contra las medidas monetarias. Los productores y los exportadores de café protestaron. Adolfo Aristizábal, el principal exportador colombiano de café, declaró que las medidas "afectarán seriamente a los exportadores que no están capacitados para financiar por sí mismos las compras en el interior”19 Los influyentes cafeteros caldenses manifestaron su descontento a través de la prensa de Manizales.20 Los comerciantes, incluido el Comité de Comercio de Bogotá, se unieron a las críticas contra la nueva política.21 Los comerciantes bogotanos y los de provincia afiliados a la Federación Nacional de Comerciantes, FENALCO, se sintieron afectados.22 Las directivas de FENALCO se reunieron con el Ministro de Hacienda para cuestionar la política de restricción del crédito bancario; además le enviaron una comunicación en la que argumentaban que para combatir la inflación era más conveniente liberar las importaciones que congelar los medios de pago.23

Inicialmente, Botero Ospina reconoció en privado que en el pasado algunos habían abusado del crédito con fines especulativos; igualmente se mostró de acuerdo con Currie quien había señalado que el capital extranjero no vendría a Colombia si continuaba la inflación.24 De todas formas, los afiliados de la ANDI expresaron sus quejas a la asociación y llevaron sus preocupaciones a la Conferencia de Directores que tuvo lugar en Cali y que aprobó, entre otras cosas, una resolución en la que se le pedía al gobierno que liberase el crédito bancario.25

Durante los primeros meses de 1951, los industriales de diferentes ciudades sentían que las medidas del gobierno para combatir la inflación habían precipitado una “aguda situación”, una “verdadera crisis” con “efectos deflacionistas”.26 También presionaron al Banco de la República para que tomase medidas que contrarrestaran las políticas monetarias contraccionistas y se reunieron con los ministros de Hacienda y Fomento para solicitar el desmonte de la congelación de los precios que se encontraba vigente desde junio del año anterior.27

Una publicación comentó con soma: “Resulta sorprendente que el nuevo ministro de hacienda [Antonio álvarez Restrepo] rompa la tradición de la vida cara [… ] Hay que ver hasta dónde el jovial doctor Álvarez Restrepo se atreve con el super-gobierno que ejerce la ANDI”.28 Y la ANDI no tomaba a la ligera las críticas; los ataques de El Liberal contra los intereses industriales ocasionaron que las empresas manufactureras retiraran la publicidad de este periódico colocándolo en una muy difícil situación económica. Alberto Galindo, su director, fue destituido del cargo.29

Aunque empresas como Coltejer y Fabricato obtuvieron utilidades durante 1951, éstas bajaron en relación con las obtenidas durante el segundo semestre de 1950.30 Durante 1951, las cotizaciones de las acciones de las empresas textileras en la Bolsa de Bogotá cayeron en más de 30%.31 Importantes empresas industriales a lo largo y ancho del país vieron reducidas sus ventas y sus ganancias y procedieron entonces a licenciar personal.32

Los liberales culpaban de la crisis al gobierno conservador. Carlos Lleras Restrepo, quien a pesar de haber sido durante años asesor de la ANDI se había distanciado de los industriales antioqueños desde 1948,33 conceptuaba que la política económica del gobierno sólo beneficiaba al “gran capital” mientras perjudicaba a “las clases desposeídas”.34 lleras Restrepo también atacó el proteccionismo industrial que él mismo había defendido mientras fue lobbyist de la .ANDI en la década de los años 40. Escribió Lleras Restrepo en septiembre de 1950.

La situación internacional está cambiando rápidamente. Dentro de poco la economía de guerra de los Estados Unidos habrá limitado los suministros. Por lo tanto el control de importaciones no es tan necesario como antes. Se puede pensar ya en libertar la importación de los productos más indispensables… Es urgente acabar con el favoritismo y la venta de influencias que el actual sistema ha traído y que está desmoralizando al país [Smwut, septiembre 16 de 1950, p. 30]. Además, la Dirección Nacional Liberal organizó un ciclo de conferencias para analizar “objetivamente” la política de los últimos gobiernos; el primer conferencista sostuvo “que la carestía [inflación] es conservadora” y que en un sistema de privilegios oficiales los “industriales antioqueños, todo lo merecen” [ Semana, marzo 17 de 1951, p. 10].

LIBERALIZACIÓN DEL SISTEMA DE CONTROL DE CAMBIOS

La Misión del Banco Mundial había sido muy crítica del sistema de control de cambios, las licencias de exportación e importación, las restricciones a los movimientos de capital y a la remisión de utilidades al exterior. Criticaba también lo que calificaba como “una tendencia hacia la autosuficiencia” de la economía colombiana. Para evitar la caída en las reservas internacionales después de la Segunda Guerra Mundial, Colombia había establecido un sistema de tasas diferenciales de cambio. Aunque el peso fue devaluado en 10% en 1948, la Misión consideraba que la moneda colombiana continuaba sobrevaluada. La Misión también estimaba que el sistema de controles era administrativamente ineficiente y traía problemas para el funcionamiento de la economía y de los negocios. Además, según la Misión, la asignación de cuotas para ciertos importadores impedía la competencia, les permitía mayores márgenes de ganancia a los favorecidos lo cual incrementaba las desigualdades en la distribución del ingreso. Por último, las restricciones de cambios en las remesas de utilidades de las compañías extranjeras desestimulaban la entrada de nuevas inversiones al país [IBRD 1950, pp. 309, 324, 329-330].

Aunque la Misión consideraba que existía “el sentimiento en círculos colombianos que la administración del mecanismo de control de cambios era, en general, honesta”, señalaba que “el privilegio de importar bienes extranjeros se convierte en un asunto de vida o muerte para muchos negocios y marca la diferencia entre la posibilidad de lograr ganancias altas o incurrir en pérdidas cuantiosas”, lo cual no sólo causaba gran descontento sino que sometía a este sistema “discrecional” a fuertes presiones [IBRD 1950,331].

De hecho, el sistema de control de cambios sí se prestaba para todo tipo de maquinaciones. Alonso Jaramillo Gómez, el joven jefe de la Oficina de Control de Cambios y quien había ocupado la Secretaría General del Ministerio de Hacienda en el pasado reciente, fue asesinado de un balazo frente a su casa en marzo de 1951.35 Un periodista escribió,

Jaramillo fue la víctima propiciatoria de un estado de cosas, de una situación de gangsterismo a que dio lugar un nefasto sistema de controles dentro del cual se había creado el privilegio de los nombres propios para el beneficio de utilizar las divisas. Introducida la desmoralización, puestas las disponibilidades de importación en una especie de feria de intrigas, el sistema bien podía conducir a todos los extremos. Jaramillo […] resulta una víctima inocente de intereses sórdidos que armaron el brazo criminal [Semana, marzo 24 de 1951, p. 6].

El asesino de Jaramillo nunca fue identificado a pesar de que una misión de Scotland Yard participó en la investigación. Sin embargo, se comprobó que Jaramillo no era una “víctima inocente” del sistema ya que él y un cuñado suyo tenían una oficina que gestionaba las licencias de importación ante la misma Oficina de Control de Cambios que él dirigía. Después se repartían las ganancias entre ellos. Además, se confirmó que varíos comerciantes de Barranquilla falsificaban licencias de importación. También se rumoró que varíos políticos conservadores se habían beneficiado del sistema corrupto.36

De todas formas, el Comité de Desarrollo Económico, mostrándose en total acuerdo con la Misión en asuntos de cambios recomendó una reforma al sistema en febrero de 1951. Señaló el Comité que “el objetivo de la reforma propuesta en el sistema cambiario es llegar a un tipo de cambio uniforme para todas las transacciones internacionales”. Se buscaba también la abolición del sistema de licencias de importación y exportación. Aunque “el fin primordial de la reforma [era] el de llegar a un régimen de libertad completa en todas las transacciones internacionales del país”, por el momento se planteaba “un camino intermedio entre el sistema de controles directos y de la libertad completa” [Comité de Desarrollo Económico 1951,44-50].

En cuanto al régimen sobre capitales extranjeros, el Comité también entregó sus recomendaciones el mismo mes de febrero. El Comité consideraba que el ahorro privado en Colombia era insuficiente y que la expansión industrial del país sólo podría llevarse a cabo con nuevos capitales extranjeros; anotaba también que la inversión extranjera en Colombia era demasiado pequeña en comparación con países de potencial económico similar. Por tanto, para atraer capitales había que eliminar las “medidas inestables y arbitrarias” que restringían su entrada. Esas medidas restrictivas incluían que los capitales extranjeros eran importados al país al cambio oficial que estaba por debajo de la tasa paralela; además, los dividendos sólo podían remitirse al exterior después de un año y “según el criterio que tenga la Oficina de Control de Cambios en el momento en que se haga la solicitud correspondiente” , y el capital sólo podía reexportarse después de cinco años. Por tanto, el Comité recomendó la libre importación y exportación de capitales en combinación con las reformas cambiarias.37

Desde comienzos de 1951 los directivos del sector industrial estuvieron considerando los temas relacionados con el control de cambios y la devaluación del peso. José Gutiérrez Gómez, quien había retomado a la Presidencia de la ANDI, consideraba que el control de cambios ya había cumplido su papel y que teniendo en cuenta que la generosa reforma arancelaria de junio de 1950 y la escasez de productos debida a la guerra en Corea brindaban suficiente protección a la industria, había que liberalizar las restricciones sobre las divisas y el flujo de capitales lo cual atraería el capital extranjero. En consecuencia, Gutiérrez Gómez preparó una propuesta liberal sobre el tema señalando que “al adoptar un programa de semi-libertad en el cambio y las importaciones […] el Export-Import Bank vería con simpatía la política de importaciones y cambios más libre en Colombia y daría su apoyo financiero con mucha probabilidad”38. Sin embargo, una vez que se discutió la propuesta con los miembros de la Junta Directiva de la ANDI en Bogotá, éstos señalaron sus objeciones y se optó por mantener una posición discreta y de espera.39

Una vez que las propuestas del Comité se hicieron públicas, los industriales de las diferentes seccionales de la ANDI presentaron sus puntos de vista que fluctuaban entre la libertad económica con la abolición absoluta de controles y el mantenimiento del statu quo.40 Finalmente llegaron a una posición común en la que se apoyaba “la libertad de las importaciones esenciales, el establecimiento de un mercado abierto de divisas y la garantía de libre entrada y salida para los capitales extranjeros”. Afirmaron que cualquier reforma tendría que estar “inspirada permanentemente en el espíritu de protección del trabajo” lo cual implicaría la reglamentación de las importaciones en tres grupos, “el de las mercancías esenciales que serían de libre importación, el de las mercancías menos necesarias que serían de importación restringida, y el de las mercancías suntuarias o superfluas, incluyendo en este grupo las que se producen suficientemente en el país, que serían de prohibida importación”. Además indicaron su preocupación por el aumento del costo de las materias primas importadas que vendría como consecuencia de la devaluación del peso.41

Gutiérrez Gómez se entrevistó con Laureano Gómez, álvarez Restrepo y algunos miembros del Comité de Desarrollo Económico. Los gerentes de las empresas textileras también se dirigieron a Bogotá para hacer lobby ante el Ministerio de Hacienda. Gutiérrez Gómez afirmó “que la libre importación de cualquier artículo que se produzca suficientemente en el país sería desastrosa para la economía en general provocando fenómenos de desempleo y quebrantos financieros irreparables”.42

Finalmente el Gobierno Nacional adoptó las recomendaciones del Comité que a su vez reflejaban el diagnóstico y las advertencias de la Misión del Banco Mundial. En la expedición de estas medidas intervino directamente el Fondo Monetario Internacional (FMI) cuyos funcionarios trabajaron con sus colegas colombianos en la expedición de las nuevas disposiciones. Las medidas del gobierno incluían: libertad de importaciones y exportaciones (aunque unas 600 posiciones del arancel quedaron en la lista de prohibida importación), supresión de la Oficina de Control de Cambios del Ministerio de Hacienda que fue reemplazada por la Oficina de Registro de Cambios dependiente del Banco de la República, devaluación de la tasa de cambio en 25% aproximadamente, libertad de importación de capitales extranjeros y abolición de las medidas que dificultaban la reexportación de capitales y la remesa de utilidades.43 El FMI reafirmaría su recomendación de que el gobierno colombiano mantuviese medidas fiscales y monetarias anti-inflacionarias y que retuviese parte de las ganancias de los exportadores de café.44

En forma casi simultánea se realizaron importantes reformas en el Banco de la República. Tanto Currie como Gerald Alter y Richard Grove (los dos últimos economistas del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos), habían criticado la excesiva presencia de representantes del sector privado en la junta directiva del banco central. Sus recomendaciones se reflejaron en la recomposición de esta junta dándole más poder al Estado aunque los intereses privados mantuvieron una considerable representación.45

Ningún sector económico nacional quedó contento con la reforma del sistema de control de cambios. Los cafeteros quedaron insatisfechos porque no recibirían de contado el cien por cien de sus exportaciones.46 Los comerciantes de FENALCO estaban inconformes, sus quejas iban desde las más sustanciales como la de eliminar la lista de prohibida importaci6n hasta la simplemente operativa y burocrática como la de que los funcionarios en el Ministerio de Hacienda querían “conservar la organizaci6n y las trabas que existían en el régimen anterior”47. Los directivos de la ANDI consideraron que con la reforma se tenía “la impresión general de que son mayores los perjuicios que recibirá la industria que las ventajas que de ellas pueda reportar, porque sí es cierto que se hizo ostensible un criterio oficial de protección, también lo es, que hay motivos para dudar de que esa protección sea realmente estable”. La ANDI emitió una declaración pública en la que señalaban que les parecía demasiado alta la devaluación del peso que aumentaba notablemente el costo de importación de las materias primas y los bienes de capital, criticaban el que no se hubiese desmantelado el control de precios, y argumentaban que la lista de prohibida importación debía contener más artículos.48

Las medidas económicas ortodoxas que reflejaban el mayor acercamiento de Colombia a la esfera norteamericana se fueron consolidando. Colombia y los Estados Unidos firmaron un nuevo convenio comercial en marzo de 1951. En el tratado se protegían las empresas norteamericanas entregándoles compensaciones económicas en caso de expropiación (la Constitución de 1886, vigente en ese entonces, permitía la expropiación sin compensación para ciertos casos). Colombia también aceptaba las propuestas norteamericanas en cuanto a controles de cambios49, En agosto, el gobierno dictó un decreto que permitía la libre importación de capitales.50 Al mismo tiempo, el embajador colombiano en los Estados Unidos, se reunió con importantes inversionistas norteamericanos en Nueva York (incluido Nelson Rockefeller) para invitarlos a invertir en Colombia,51

LOS INDUSTRIALES SE ACOMODAN

En la Asamblea Nacional de la ANDI reunida en Cali en abril de 1951 los principales industriales colombianos coincidieron “de manera exacta en la gravedad de la situación [de recesión económica], atribuyéndola a la política monetaria en vigencia” y advirtieron que había “un estado agudo próximo al colapso que necesita remedio inmediato”.52 Auxiliados con la presión de los diarios que dieron amplio despliegue al clamor de los industriales durante su asamblea, Gutiérrez Gómez y otros dirigentes industriales se entrevistaron con varios ministros, con el gerente del Banco de la República y con Alvaro Gómez, director de El Siglo e hijo del presidente de la República.53

Gutiérrez Gómez también se reunió con el presidente Górnez, Este último estaba muy molesto por los ataques a las políticas económicas del gobierno durante la Asamblea Anual de la ANDI. Además, Gómez se quejó por los altos precios de los productos colombianos a pesar del bajo costo de la mano de obra; reclamó por la baja calidad de las manufacturas nacionales y por las maniobras de los industriales para controlar los sistemas de distribución de sus productos creando resentimientos en el sector comercial.54 Gutiérrez Gómez, un muy hábil y diplomático negociador, tranquilizó al presidente presentando los puntos de vista de los industriales. El dirigente industrial sintió que la charla “fue muy provechosa, porque logré desvanecerle [a Gómez] muchos prejuicios, inquietarlo sobre varios problemas y fortalecer un ambiente de intercambio, comprensión y buenas relaciones mutuas”. El ministro álvarez Restrepo comentó después “que era notoria en el Presidente […] la buena sensación que le había dejado” su conversación con Gutiérrez Gómez.55

Las gestiones de Gutiérrez Gómez y de industriales de diferentes regiones del país ante las altas autoridades del Estado fructificaron. álvarez Restrepo les informó que “Tenemos el propósito de cooperar con las industrias para que logren vencer [la] presente situación de la mejor manera”. El Banco de la República le permitió a la banca privada aumentar los créditos. Los bancos fueron autorizados a conceder préstamos a los industriales hasta con cinco años de plazo usando como prenda de garantía las materias primas importadas. También la ANDI fue exitosa en su gestión de lograr que las maquinarias industriales no fuesen gravadas con el impuesto predial, y consiguió que el Ministerio de Fomento redactase un proyecto de estímulo a las exportaciones industriales. Este proyecto fue resultado de gestiones de dos altos empleados de la Asociación, los excongresistas Enrique Caballero Escovar y Diego Tobón Arbeláez.56

Ya que sólo los bancos Comercial Antioqueño, Bogotá, e Industrial Colombiano (entidades financieras en las que los industriales tenían intereses) cumplían este decreto, el gobierno también presionó a los bancos comerciales para que concediesen los préstamos a cinco años a los industriales. Álvarez Restrepo incluso sugirió sancionar a los bancos que no cumpliesen esta directriz oficial.57 En cuanto a las posiciones arancelarias, el director del Departamento del Arancel era muy propicio a las peticiones de la ANDI de aumentar la protección a los productos industriales y favorecer la importación de materias primas para el sector manufacturero.

En lo que no tuvieron éxito los industriales y otros grupos empresariales -como los comerciantes, los agricultores y los ganaderos- fue en la supresión de la política de control de precios. Aunque los ministros de Hacienda y Fomento querían la abolición de la medida, el presidente Gómez no cedió en el tema por temor a que se disparase nuevamente la inflación.58

En resumen, a pesar de sus nexos con los industriales colombianos, Laureano Gómez aplicó una serie de medidas económicas liberales que inicialmente afectaron los intereses de los empresarios colombianos acostumbrados a concertar -e imponer- sus intereses en las políticas económicas de sucesivos gobiernos. Finalmente, y ante la presión de los industriales (quienes de todas formas lograron mantener los mercados tradicionales de la industria nacional altamente protegidos gracias a la reforma arancelaria vigente desde finales del gobierno de Ospina Pérez), Gómez aplicó algunas medidas paliativas a favor de la gran industria en el país, pero no desmontó las reformas aconsejadas -y presionadas- por la banca multilateral y por los Estados Unidos.

NOTAS A PIE

1 La ideología antinorteamericana de Gómez y su acomodamiento a la política exterior de los Estados Unidos en el contexto de la guerra fría los analizamos en Sáenz Rovner, E. (2000, cap.1).

2 Ver Internacional Bank for Reconstruction and Development (IBRD1950, P: xv ), Black, E. (1963, 167); Gómez, F.(1983, 121); Currie, L. (1984,90-92); Sandilands, R. (1990, 159); Ibáñez Nájar, J. (1990, 443). El Expon-Impon Bank también condicionó sus préstamos a Colombia a los resultados de la Misión encabezada por Currie. Ver “Mejía Palacio a Preexteriores Minhacienda”, Washington, febrero de 195b, Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores (Bogotá), (en adelante, citado como AMRE).

3 Ver Comité de Desarrollo Económico (1951, 30). Según una publicación de la época, la inflación entre enero y junio de 1950 había llegado al 22%. Ver Semana, agosto 5 de 1950, p. 6; octubre 14 de 1950, p. 31. Ver también Banco de la República (1993,169).

4 Ver Comité de Desarrollo Económico (1951, 32-36); Semana octubre 28 de 1950, pp. 34-35; Sandilands (1990, 170); Giralda, C. (1994, 153). A mediados de 1950, Gerald M. Alter, economista de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, entregó un reporte comisionado por el Ministerio de Hacienda de Colombia. Las recomendaciones de Alter para combatir la inflación en el país fueron muy similares a las presentadas por el Comité de Desarrollo Económico. Ver Alter, G. (1950).

5 Ver Comité de Desarrollo Económico (1951, 36-37); Semana octubre 14 de 1950, p. 31; Torfs, J. (1951,5-6); Ocampo (1987, 261-262); álvarez, A. (1992, 153-154). Al final de año, el Ministro de Hacienda pudo celebrar un superávit presupuestal de casi 70 millones de pesos. Ver DNP (1998, tomo 1, p. 195),y Semana enero 6 de 1951, p. 6.

6 Sandilands (1990, 170-171). Esto riñe con la afirmación de Ospina Vásquez quien señaló que “Poco se siguió de los estudios y recomendaciones de la Misión, como resultado tangible inmediato”. Ver Ospina Vásquez (1974,595).

7 Sandilands (1990, 171). Currie (1984, p. 97,105). Sobre las reformas a la aviación civil, ver IBRD (1950, capítulos VIII y XXI ); Comité de Desarrollo Económico (1951,155-163).

8 El economista A. Hirschrnan y el mismo Currie fueron nombrados asesores del Consejo de Planeación. Hirschrnan vivió en Colombia entre 1952 y 1956, primero trabajando para el gobierno colombiano, después como consultor privado. Ver Currie (1984, 110); Hirschman (1995, pp.127, 133-134).

9 Ver Currie (1984, 97). Sandilands (1990, 173). Hirschman (1963, 117-120). Ver también Martínez, A. (1986, 48).

10 Foreig Relations of the United States (en adelante citado como FRUS) (1950, vol. II, nota 7, p. 810).

11 ANDI (Acta 481, p. 8). FRUS (1951, Vol. II, nota 6, p. 1293). Semana abril 21 de 1951, 45-46;noviembre 24 de 1951, p. 27; diciembre 22 de 1951, p. 34; agosto 23 de 1952, p. 8). La casi totalidad de los préstamos otorgados por el Banco Mundial en América Latina se utilizaron en el desarrollo de las infraestructuras de transporte y eléctrica. Ver Black, E. (1963,107-108).

12 FRUS (1951, p. 1291). “Cipriano Restrepo Jararnillo a Herbert Gaston”, Washington, octubre 11 de 1951, AMRE. “Cipriano Restrepo Jararnillo a Manuel Carvajal”, Washington, octubre 11 de 1951, AMRE. “Cipriano Restrepo Jararnillo a Ministro de Relaciones Exteriores”, Washington,octubre 11 de 1951, AMRE. “Restrepo Jaramillo Emcolombia a Presidente, Exteriores,Minhacienda, Minfomento, Redesbanco", Washington, noviembre 1º de 1951, AMRE. ANDI,Acta 522, p. 3; Acta 530, p. 2. Semana, diciembre 22 de 1951, p. 34; abril 5 de 1952” p. 29.

13 En términos absolutos, para comienzos de la década de los años 70, Colombia había sido el tercer país latinoamericano receptor de préstamos del Banco Mundial después de México y Brasil. Ver Hayter, T. (1971, 108).

14 Dos de los cofundadores de la ANDI, José María Bernal y Cipriano Restrepo Jaramillo, ocuparían el Ministerio de Guerra y la Embajada de Colombia en Estados Unidos respectivamente. Gonzalo Restrepo Jaramillo, hermano de Cipriano fue nombrado ministro de Relaciones Exteriores. Gabriel Betancur Mejía, antiguo secretario general de la ANDI, nombrado Secretario Técnico y Económico de la Presidencia en 1949, continuó en ese cargo durante los comienzos del gobierno de Gómez y permaneció en contacto con sus antiguos empleadores en Medellín. En enero de 1951, Betancur sería nombrado como presidente de Cristalería Peldar. Ver: Semana agosto 12 de 1950, p. 7; septiembre 8, 1951, p. 5; mayo 5, 1951 p. 28. ANDI Acta 439, p. 9; Acta 441, p. 11. Perry, O. (1952,575). González, A. (1982, 121-122). Álvarez, V. (1999, 516)

15 Delgado Barreneche había sido en el pasado abogado del Departamento Comercial del Ministerio de Industrias. Además fue gerente de la Compañía Distribuidora de Azúcares, empresa de los grandes ingenios azucareros también afiliados a la ANO!. Ver Perry (1952, 656).

16 ANDI Acta 437, p. 5; Acta 441, pp. 5-6; Acta 454, pp. 2, 6; Acta 457, p. 8; Acta 463, p. 2; Acta 466, pp. 5-6. El nuevo código laboralse empezó a redactar durante la presidenciade Ospina Pérez y se le entregó el primer borrador a Gómez días después de su posesión.En la redacción de este borrador de proyecto participóJosé Roberto Vásquez,abogadoal serviciode la ANDI. Ver Semana agosto26 de 1950, p. 6.

17 Ver Comité de Desarrollo Económico (1951,37); Banco de la República (1993, 147-148 ); DNP (1998, tomo 1, 3-4). Ver también Meisel, A. (1990, 422). Gabriel Poveda Ramos limita las causas de la recesiónen Antioquiaa la guerraen Coreay al desabatecimiento de materias primas importadase ignora las medidas monetarias restrictivas. Ver Poveda,G. (1979, 194).

18 Para los planes de estabilizaciónen Chile, Argentina,Brasily México durante esa década, ver Hirsclunan (1963,183 Yss ) Yskidmore,T. (1977,149-190).

19 Semana noviembre 11 de 1950,26-27.

20 ANDI,.Acta453, p. 4.

21 Semana, octubre 28 de 1950, p. 34.

22 Archivode FENALCO,Acta 18, p. 283; Acta 20, p. 293.

23 FENALCO, Acta 19, p. 291.

24 ANDI, Acta 454, p. 5.

25 ANDI, Acta 453, p. 4; Acta 454, p. 2; Acta 457, pp. 5-6.

26 ANDI, Acta 481, pp. 11-12; Acta 482, p. 2. Eduardo Cuéllar, “Memorándum sobre control de los medios de pago”, Bogotá, marzo 6 de 1951, en Archivo ANDI, “Bancos” (en adelante, citado como ANDI-B).

27 Enrique Caballero Escovar a Asociación Nacional de Industriales - Medellín - Barranquilla - Cali - Manizales - Pereira”, Bogotá, abril 5 de 1951, Archivo ANDI, “Correspondencia Bogotá- Medellín” (en adelante, citado como ANDI-BM). “ANDI - Oficina Central a Luis ángel Arango”,Medellín, abril 9 de 1951, ANDI-BM. “Enrique Caballero Escovar a Asociación Nacional de Industriales - Medellín - BarranquiI1a - Cali - Manizales - Pereira”, Bogotá, abril 11 de 1951,ANDI-BM. “Memorándum para el señor ministro de Hacienda”, Bogotá, junio 1º de 1951, ANDI-BM.

28 Semana, febrero 17 de 1951, p. 11. El “ideal de la vida cara” se refería a las políticas inflacionistas implementadas por José María Bernal, ministro de Hacienda durante el gobierno de Ospina Pérez entre 1947 y 1949. Bernal, miembro de la junta directiva de la ANDI, había sido gerente de la Cervecería Unión en Medellín entre 1930 y 1946. Ver Semana, mayo 8 de 1948, pp. 18-19; Perry (1952,571); Sáenz Rovner, E. (1991, vol. I, 72-76) ; Sáenz Rovner, E. (1992, 219).

29 Semana, marzo 17 de 1951, pp. 6-7. En septiembre de 1947, Eduardo Santos, expresidente de la República y propietario de El Tiempo, tuvo que acallar las críticas de su periódico sobre el alto costo de las manufacturas colombianas para no perder la publicidad de las firmas industriales que eran las principales anunciantes. Ver Sáenz Rovner, E. (1992, 75).

30 Semana, agosto 11 de 1951, p. 34.

31 Semana, febrero 23 de 1952, p. 33.

32 “Mario Vélez Escobar a Asociación Nacional de Industriales - Medellín”, Manizales, agosto 20 de 1951, Archivo ANDI, “Ministerio del Trabajo” (en adelante, citado como ANDI-MT). “José Castro Borrero a José Gutiérrez Gómez”, Cali, septiembre 10 de 1951, ANDI-MT. Coltejer despidió un buen número de trabajadores lo que ocasionó una fuerte protesta de .la hasta entonces relativamente dócil Unión de Trabajadores de Antioquia, UTRAN. Ver Osorio, 1. (s.f., 134-135).

33 Ver Sáenz Rovner, E. (1992, 110-113),

34 Semana, enero 6 de 1951, p. 7.

35 Semana, enero 27 de 1951, p. 5; marzo 24 de 1951, p. 5. Lleras Restrepo, C.(s. f. 285-286) y Giraldo, C. (1994, 155).

36 Semana, abril 7 de 1951, p. 6; abril 14 de 1951, p. 11; abril 28 de 1951, p. 10; mayo 5 de 1951, p. 10; septiembre 22 de 1951, p. 11; octubre 13 de 1951, pp. 10-11; abril 11, 1952, p. 8. Lleras Restrepo, C. (s.f., 323).

37 IBRD (1950,51-55), Comité de Desarrollo Económico (1951, 51-56). Ver también Semana, marzo 17 de 1951, p. 34.

38 ANDI, Acta 466, pp. 10-11; Acta 467, pp. 2-6.

39 ANDI, Acta 470, pp. 2-4. A pesar de los puntos de vista de los directores en Bogotá, Eduardo Cuéllar, gerente de la ANDI en la capital, insistió en apoyar la liberalización del sistema económico con el fin de atraer capitales extranjeros. Ver ANDI, Acta 472, p. 3.

40 ANDI, Acta 475, pp. 5-8; Acta 476, p. 3.

41 ANDI, Acta 477, pp. 2-3.

42 ANDI, Acta 478, pp. 3-4; Acta 479, p. 3. “Guciérrez a Ministro Hacienda”, Medellín, marzo 13 de 1953, Archivo ANDI, “Ministerio de Hacienda y Crédito Público” (en adelante, citado como ANDI-MH).

43 “Policy Statement Prepared in the Department of State”, Washington, mayo 22 de 1951, 611.21/5-2251, FRUS 1951, vol. 11, p. 1302. Banco de la República (1951,5-9). Semana, marzo 24 de 1951, p. 5; marzo 31, 1951, pp. 5-6; abril 7 de 1951, p. 35; agosto 11, 1951, p. 32. Bermúdez, A.(1974, 24); Giraldo, C. (1994,158-159).

44 “The Acting Secretary of State to the Embassy in Colombia”, Washington, noviembre 2 de 1951, 398,13/11-251: Airgram,FRUS 1951, vol. 11, pp. 1311-1312.

45 Meisel, A. (1990), Ibáñez,. (1990, pp. 426, 457), Yavella, M. (2000, 168-172).

46 Semana, abril 7, 1951, p. 35. Ver también, Koffman, B. (1969, 132); Giraldo, C. (1994, 156).

47 FENALCO, Acta 36, 369-371; Acta 37,372-374.

48 ANDI, Acta 480, p. 2; Acta 481, pp. 2-5. Teniendo en cuenta las reacciones de las asociaciones de empresarios resulta entonces equivocada la aseveración de una autora quien afirma que “En general, la recepción de las recomendaciones hechas por las misiones internacionales por parte del Estado y de los gremios (empresariales) es bastante positiva”. Ver Arévalo, D. (1997, 20).

49“Policy Statement Prepared in the Department of State”, Washington, mayo 22 de 1951,611.21/5- 251, FRUS 1951, vol II,pp. 1301-1302. Sin embargo, el gobierno norteamericano fue incapaz de lograr que Colombia desmontase el arancel gracias a la presión de los industriales y a la necesidad fiscal de este tributo sobre las importaciones. Ver “Policy Statement Prepared in the Department of Stare”, Washington, mayo 22 de 1951,611.21/5-2251, FRUS 1951,vol II,p. 1305.

50 Tirado Mejía, A. (1989, vol. 11,pág. 94 ).

51 “Cipriano Restrepo Jaramillo a Gonzalo Restrepo jaramillo”, Washington, julio 31 de 1951, AMRE.

52 ANDI, Acta 485, p. 3. “Beaulac to Secretary of State”, Bogotá, abril 27 de 1951, Nacional Archives of the United States, College Park, Maryland: FW721.00/4-2751.

53 ANDI, Acta 486, pp. 3-4, 6-8.

54 ANDI, Acta 491, pp. 2, 4-5. Durante años, los grandes comerciantes agremiados en FENALCO se quejaron de que los industriales colombianos los excluían de la distribución de las manufacturas nacionales, especialmente los textiles. Ver Sáenz Rovner, E. (1992, 127-129). “José Guciérrez Gómez a Presidencia Federación Nacional de Comerciantes”, junio 6 de 1951. “José Guciérrez Gómez a Arcesio Londoño Palacio”, agosto 13 de 1951. “Arcesio Londoño Palacio a José Guciérrez Gómez”, julio 11 de 1952. “José Gutiérrez Gómez a Arcesio Londoño Palacio”, julio 18 de 1952. ANDl, Acta 491, Acta 493, Acta 563, Acta 564, Acta 565, Acta 569, Acta 783, 11 Acta 895, Acta 897, Acta 960, Acta 967, Acta 969, Acta 970, Acta 971.

55 ANDl, Acta 491, pp. 5-8.

56 ANDI, Acta 489, pp. 3-5; Acta 490, p. 6; Acta 512, pp. 4-5, 7-8; Acta 516, p. 4; Acta 519, p. 5. “Indurayón Consolidada, Fábrica Filita, Codacero, Marysol, Fábrica de Envases Metálicos a Álvarez Restrepo”, Barranquilla, junio 27 de 1951, ANDI-B. “José Gutiérrez Gómez a Asociación Nacional de Industriales - Barranquilla”, Medellín, julio 6 de 1951, ANDI-B.“Víctor Echeverría a Álvarez Restrepo”, Barranquilla, julio 9 de 1951, ANDI-B. “Víctor Echeverría a Luis Angel Arango”, Barranquilla, julio 9 de 1951, ANDI-B. “Víctor Echeverría a José Gutiérrez Gómez”,. Barranquilla, julio 9 de 1951, ANDI-B. “Víctor Echeverría a José Gutiérrez Gómez”, Barranquilla, julio 21 de 1951, ANDI-B. “José Gutiérrez Gómez a Asociación Nacional de Industriales -Barranquilla”, Medellin, julio 28 de 1951, ANDI-B. “Enrique Caballero Escovar a Asociación Nacional de Industriales - Medellín - Barranquilla - Cali - Manizales - Pereira”, Bogotá, agosto 17 de 1951, ANDI-BM. “José Gutiérrez Gómez a Antonio Alvarez Restrepo”, Medellin, agosto 24 de 1951, ANDI-B. Boletín ANDI, No. 422, agosto 24 de 1951, p. 1. 4-5. Semana; mayo 19 de 1951, p. 40; septiembre 15 de 1951, p. 35. Jorge Valencia R. et al (1995, pp. 28-29).

57 ANDI, Acta 516, p. 23; Acta 518, p. 3; Acta 519, 1951, p. 4; Acta 520, p. 3. “Gutiérrez a Antonio Álvarez Restrepo”, Medellín, septiembre 24 de 1951, ANDI-MH. “Antonio Álvarez Restrepo a Gutiérrez Gómez”, Bogotá, septiembre 28 de 1951, ANDI-B.

58 ANDI, Acta 485, p. 7; Acta 497, pp. 3-6; Acta 498, pp. 4-5; Acta 499, pp. 2-3; Acta 502, p. 3; Acta 507, p.4; Acta 516, p. 5; Acta 521, p. 7. “Eduardo Cuéllar a ANDI, Medellín-Barranquilla- Cali-Manizales-Pereira”, Bogotá, 31 de mayo de 1951, Archivo ANDI “Precios” (en adelantado, citado como ANDI-P). “José Gutiérrez Gómez a ANDI, Bogotá”, Medellin, 12 de julio de 1951, ANDI-P. “José Gutiérrez Gómez a Laureano Górnez y Miembros del Consejo de Ministros”, Medellín; 21 de septiembre de 1951, ANDI-P. “Carlos Durán Castro, Presidente encargado de la Sociedad de Agricultores de Colombia a Laureano Gómez y Miembros del Consejo de Ministros”, Bogotá, septiembre 27 de 1951, Archivo Precios. “ANDI-Bogotá a ANDI-Medellín”, Bogotá, noviembre 13 de 1951, ANDI-P. FENALCD, ácta 64, p. 145.

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