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Cuadernos de Economía

Print version ISSN 0121-4772On-line version ISSN 2248-4337

Cuad. Econ. vol.41 no.86 Bogotá Jan./June 2022  Epub Oct 10, 2022

https://doi.org/10.15446/cuad.econ.v41n86.100951 

Reseñas

ANTI-BLANCHARD DE BRANCACCIO Y BIBI: UN LIBRO PEQUEÑO CON UNA GRAN CONTRIBUCIÓN A LA DOCENCIA

Juan Carlos Moreno-Brida 

a Profesor de la Facultad de Economía de la Unam. Presentación del libro en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima, Perú. 15 de julio del 2021.


Anti-Blanchard es un libro de poca extensión que, no obstante, constituye un gran aporte para una mucho mejor formación profesional en el conocimiento de problemas y principios de la macroeconomía. En su relectura del manual de Macroeconomía de Blanchard, el libro de texto más en boga desde la perspectiva dominante, Emiliano Brancaccio y Samuele Bibi dan un paso -más bien, un salto como diría Armstrong- para ayudar a revertir la absurda tradición -ajena a todo espíritu científico- donde la escuela ortodoxa traza la cancha en las aulas de pregrado, en cuanto a lo que debe ser la óptica correcta tanto para identificar los asuntos de preocupación y estudio de la macro, como la forma adecuada de abordarlos.

Ya desde su denominación como ortodoxa o mainstream, se manifiesta la arrogante dominancia en ámbitos universitarios, que induce al estudiante a creer que esta visión -con el texto Macroeconomía de Blanchard como estandarte legitimado por la espectacular carrera de su autor- es la única, la verdadera. Tal creencia se refuerza por la eliminación de los cursos sobre Valor y distribución e Historia del pensamiento económico, en la carga curricular de muchas universidades. Cohorte tras cohorte de alumnos se gradúa envuelta en una narrativa en que la visión mainstream es la expresión del progreso de la ciencia económica. Impresionados por la sofisticación del andamiaje matemático, alumnos empeñosos se fascinan por el modelo ortodoxo, sin detenerse a explorar sus limitaciones ni otras perspectivas de análisis.

Con excepción de quienes siguen cursos de teoría macroeconómica especializada, los estudiantes permanecen en la ignorancia de las críticas al modelo ortodoxo, hechas incluso desde la misma perspectiva neoclásica, ya no se diga desde la heterodoxia, en sus múltiples versiones desarrollista, institucionalistas, poskeynesiana, evolucionista, conductual e histórica, entre otras. El tiempo dedicado por los alumnos al estudio de tales perspectivas alternativas es mínimo o nulo, y se ven como temas puntuales de historia del pensamiento económico, o bien de áreas de desarrollo económico o economía política.

Acompañando este proceso, va la tendencia a justificar el dominio de la perspectiva ortodoxa como consecuencia de su solidez analítica. En cuanto los equilibrios macro que identifica la ortodoxia, se asocian a situaciones donde no hay desempleo involuntario y con los mercados "satisfechos"; mientras que sus resultados en lo referente a producción y distribución son justificados como eficientes en la asignación de recursos y el uso óptimo de factores. A ello se suma que, en esta visión, las economías tienden a valores de "equilibrio", únicos y estables. Poderosas conclusiones, técnica, política e ideológicamente.

Ante este gigante que está cerca de monopolizar la docencia se enfrentan Brancaccio y Bibi. Frente a este poder autolegitimado, con su libro, ellos buscan reformar (o revolucionar) la enseñanza de la macroeconomía. Y lo hacen de manera excelente. No caen en la posición crítica banal típica, que demoniza lo mainstream, calificando de irrelevante su pretensión de rigor científico por su recurso a las matemáticas, crítica que, no obstante, está basada en supuestos irreales sobre el comportamiento particular de los agentes y clases sociales.

El aporte de estos investigadores es ofrecer un espacio de diálogo entre los proponentes del pensamiento mainstream y los de corrientes alternativas; espacio que robustece la capacidad de análisis crítico de los estudiantes y, ¿por qué no?, de los profesores y futuros profesionales. Su libro, aunque corto, obliga contundentemente a dejar de lado la noción de que solo existe una perspectiva consistente de la macroeconomía: la ortodoxa. Lo hace al revelar con elegancia y serenidad que, primero, las poderosas conclusiones de Blanchard dependen de sus supuestos cruciales; presunciones que, como es natural, no son axiomas; y, segundo, que la evidencia empírica aporta cuestionamientos importantes de su validez urbi et orbi. De ese modo, Anti-Blanchard es aire fresco, oxígeno puro.

Este bien logrado texto es un puente en la profesión para formar estudiantes con pensamiento crítico. Ofrece un análisis profundo -presentado de manera franca y accesible a los estudiantes, tanto quienes recién inician este camino como quienes ya están en formación más terminada- del modelo teórico de Blanchard, en el que pone especial atención en identificar como las conclusiones principales de este en cuanto a la interacción entre la producción, el empleo, la inflación y las variables monetarias se basan en supuestos muy particulares. Además, muestra cómo, si los cambiamos, las conclusiones del modelo distan de ser, ya no se diga elegantes, sino ni siquiera válidas.

Un talento de Brancaccio y Bibi es que no se pelean con las construcciones lógicas de Blanchard. En vez de la estridencia e intercambio de epítetos y descalificaciones, estos investigadores crean una deconstrucción del manual introductorio de vuelo de la ortodoxia en macroeconomía. Muestran con serenidad la manera como esa lógica llevaría a conclusiones muy diferentes en cuanto a la existencia, unicidad y estabilidad de las trayectorias macro y en cuanto a su eficiencia técnica y legitimidad social, dependiendo de si se validan o no supuestos clave.

Por cierto, como subrayan los autores, en la séptima edición del libro de texto de Blanchard, con la introducción de la LM horizontal, la estabilidad de la posición de equilibrio deja de ser una propiedad de mercado. Se vuelve contingente a la acción del Banco Central. Aun así, Blanchard no niega que exista un proceso de autorreparación de la economía, pero admite que podría dilatarse mucho. El tema de los multiplicadores fiscales y monetarios en diferentes fases del ciclo económico -de central relevancia en la actualidad- está mucho mejor explorado en Anti-Blanchard.

Un reflejo de la capacidad de convocatoria y solidez intelectual de los autores es que el mismo Olivier manifiesta su respeto -pero no coincidencia con él- por este pequeño gran libro. Más aun, en su edición en español, incluye una extensa y reveladora conversación entre Olivier y Brancaccio. Se dice fácil, pero no lo es. Y es mérito de ambos. Esa conversación, me trajo a la mente en este auditorio peruano, parece abordar una pregunta similar a la de aquellas en La Catedral, mutatis mutandi: ¿dónde se jodió -no el Perú- sino la teoría macroeconómica?

Una parte de la respuesta implícita a la que llegan en la conversación es la confusión en que cayó el mainstream en creer que sus supuestos eran axiomas. Y, por ello mismo, en caer en una fe ciega en las conclusiones sobre las tendencias autocorrectivas del sistema económico, negando las dinámicas de inestabilidad inherentes.

La otra parte de la respuesta, secundando a Gallegati, "es la debilidad actual de la crítica de la teoría económica prevaleciente". Efectivamente, no existe un enfoque crítico único, a diferencia del mainstream que se agrupa en un modelo teórico central. Tenemos una gama de visiones alternativas, algunas de las más conocidas en la región, como el estructuralismo, que distan de tener un andamiaje teórico consistente.

Olivier entiende que, más que negación, Anti-Blanchard es un contrapunto de su famoso libro de texto. Contrapunto que crea un lenguaje común, un prisma compartido, para conversar entre sectas opuestas, cada una apropiada de su, de la verdad. Un aporte mayúsculo de Brancaccio y Bibi es obligar a abandonar la idea de prevalencia de la visión ortodoxa seudo argumentada por su mayor calidad. Abre opciones de enfocarse más a la exploración analítica de su relevancia para comprender las dinámicas económicas existentes, y quizá para fortalecer la capacidad predictiva, tan golpeada desde 2009 y con el COVID-19. Y en el proceso de mostrar que el gigante del mainstream tiene pies de barro, como señala Gallegati, la obra de Brancaccio y Bibi "proporciona argumentos sólidos al docente para apoyar una visión alternativa en comparación a la dominante".

Sin embargo, si bien Blanchard saluda la discusión y los cuestionamientos expresados en este texto, opina distinto. Afirma que mantiene la fe en sus conclusiones; es decir, en última instancia en sus supuestos:

Preguntas como las relativas a la capacidad de la economía para recuperarse espontáneamente de las crisis, la efectividad del canal de política monetaria que atraviesa la tasa de interés o la posibilidad de que las recesiones tengan efectos adversos permanentes, plantean problemas esenciales. Por el momento, sigo sosteniendo las conclusiones de mi manual, pero estoy feliz y ansioso por verlas desafiadas.

El trabajo de Brancaccio y Bibi le ayudará, seguramente, a satisfacer esa ansia. Es un aporte único para la docencia, de hecho, desde ambos lados de la acera ideológica. Tanto los convencidos de la visión convencional como quienes sustentan posiciones críticas se beneficiarán enormemente del texto, pues da lugar a un aprendizaje de la macroeconomía, sustentado más científicamente. Distinguir la fe y la razón siempre es bienvenido; y más, en el campo económico, que guía la elaboración e instrumentación de políticas que determinan el bienestar presente y futuro de vastas mayorías de la población.

Es bienvenido este pequeño gran libro, por romper ese arrogante silencio entre el mainstream y sus críticos, por estimular a los alumnos, no a tirar a la basura el texto de Blanchard, sino a explorarlo a fondo, con mente crítica; y a dilucidar la validez de sus conclusiones, en función de sus supuestos. Es bienvenido también por ayudar a abandonar prejuicios que impiden abrir la mente de los jóvenes y los no tan jóvenes; a entender que son posibles dinámicas económicas en las cuales el equilibrio puede no existir, o bien puede ser múltiple e inestable y marcado por contingentes masivos de fuerza de trabajo disponible y de desempleados involuntarios, con o sin flexibilidad salarial. Como anécdota, ni Hyman Minsky ni Arthur Lewis están en las referencias del libro de texto de Blanchard.

Desde América Latina, son muchas razones para saludar con alegría la publicación en español de este libro. Es una región donde se han dado bandazos ideológicos brutales en la conducción de la macroeconomía, en la que, adelantándose a la práctica pandémica del distanciamiento social, en un carril marchan los predicadores de la perspectiva dominante (ejemplo nefasto fueron los Chicago Boys) y, en otro, los exponentes de la corriente heterodoxa, a falta de mejor nombre. El silencio entre los carriles dista de ser de respeto. Más bien refleja la negación del otro. Esos bandazos, en el contexto de silencio o desprecio por parte de los predicadores desde el poder, predicadores que no conocen la duda, han tenido costos sociales y económicos brutales.

En vista de lo anterior, formar economistas, y no predicadores (a favor o en contra), es una meta que quienes amamos la docencia en economía tenemos como prioritaria. En esta formación, el trabajo de Brancaccio y Bibi ayuda a que los alumnos reconozcan que (1) los equilibrios armónicos y cuasi automáticos del libro de texto de Blanchard no existen y (2) en el desempeño macro de las economías reales, inciden con fuerza sus estructuras institucionales y las relaciones de poder entre grupos sociales en conflicto, en contexto de incertidumbre y dinámicas que tienden a minar la estabilidad y detonar crisis.

Subrayados los múltiples méritos del libro, a manera de sugerencia desde una perspectiva latinoamericana, me habría gustado una exploración mayor de las falencias de Blanchard en la consideración de temas más estructurales, como el peso de la restricción externa y los términos de intercambio como obstáculos al crecimiento económico de largo plazo, la interacción entre la desigualdad y el crecimiento -y ya en esas la consideración de la desigualdad como un fenómeno de interés de la macroeconomía-, y también mencionar los retos de la inversión y su financiamiento en economía emergentes.

Como docente, agradecería la inclusión de un apartado complementario con un manual de ejercicios prácticos en los que vayan introduciéndose variaciones a supuestos clave del libro de Blanchard, con referencia a teorías alternativas, para justificarlas, de modo que se muestren las diferencias entre sus resultados en simulación y construcción de escenarios frente a los típicos del texto. Ello es importante, pero no urgente.

Gracias y, una vez más, felicito a los autores del libro y a los organizadores del evento.

Sugerencia de citación: Moreno-Brid, J. C. (2022). Reseña. Anti-Blanchard de Brancaccio y Bibi. Cuadernos de Economía, 41(86), 403-407. https://doi.org/10.15446/cuad.econ.v41n86.100951

Recibido: 30 de Agosto de 2021; Aprobado: 13 de Septiembre de 2021

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