"Programa de Alta Gerencia": Un caso exitoso de innovación y transferencia tecnológica¹

"Top Management Program": A successful case of innovation and technology transfer

Un ejemplo de innovación educativa y de transferencia de tecnología de gran impacto para el sector productivo lo encontramos en el "Programa de Alta Gerencia" de la Universidad de los Andes, iniciado por las Facultades de Ingeniería y de Economía, y que continúa cumpliendo ampliamente con sus cometidos desde la Facultad de Administración. Por este motivo, la Revista de Ingeniería pretende recordar en esta memoria, la iniciativa cuyo propósito ?que se ha cumplido con éxito en sus más de 40 años de existencia? fue llevarle a las clases dirigentes todas las tecnologías modernas de análisis financiero, desarrollo organizacional, gestión empresarial y de entendimiento amplio del entorno gerencial, con el propósito de formar ejecutivos de alto nivel que orientaran no sólo las empresas que dirigían sino a través de ellas a la sociedad colombiana.

El "Programa de Alta Gerencia" nació como respuesta a la necesidad de formar a los altos ejecutivos colombianos, introduciéndolos en las nuevas técnicas de análisis financiero, de las relaciones interpersonales dentro del contexto del desarrollo organizacional, de la ciencia política, la economía y de la gestión administrativa. Sobre este tema se habían dado otras iniciativas en la década de los años 60, como es el caso de la Universidad del Valle, en la ciudad de Cali, donde se creó con el apoyo de la seccional de INCOLDA, un programa para los industriales y la clase dirigente del Valle del Cauca, que recibió el decidido apoyo de Manuel Carvajal, eminente empresario, político y líder de la comunidad vallecaucana.

Este contexto hizo que la Universidad de los Andes se planteara la posibilidad de crear un programa que informara a los ejecutivos sobre "nuevos conceptos, herramientas y panoramas administrativos" [1], que los motivara a un proceso de cambio "como profesionales de la gerencia y como personas" [1] y que, además, les permitiera establecer vínculos personales y comerciales con los demás participantes del programa y con la academia.

La persona escogida por la Universidad para este propósito fue Alejandro Zapata, quien había tomado cursos de análisis financiero y gestión administrativa en el Sloan School of Management de MIT, un reconocido programa de educación para ejecutivos. Sin embargo, cuando Zapata trabajaba en la propuesta de proyecto, fue contratado por Forjas de Colombia S.A. Por tanto, la Universidad de los Andes le encomendó esta misma labor a Arturo Infante Villareal, quien había regresado de hacer su doctorado en Ingeniería Industrial en Stanford University. Aunque su formación no se orientaba propiamente a la preparación de ejecutivos, Infante ?quien llegaría a ser Rector de la Universidad?sí tenía una formación profunda en engineering economics e investigación operacional [2].

Infante había sido ya Director del Departamento de Ingeniería Industrial y en ese momento hacía parte del equipo de la rectoría de la Universidad de los Andes pues se desempeñaba como director financiero. Desde su inicio, el proyecto liderado por Infante hasta 1978, contó con la aquiescencia de Francisco Pizano, Rector; de Héctor Prada, Director Administrativo; de Fernando Cepeda, Secretario General; y de Jaime Villarreal quien era del Decano de Estudiantes de la Universidad. Todos ellos, además de su trabajo directivo, también eran profesores activos de la Universidad. Dado que el Departamento de Ingeniería Industrial ha tenido desde sus inicios una perspectiva no meramente técnica sino más bien económica y social, y que la mayoría de los promotores del llamado "Programa de Alta Gerencia" pertenecían a este departamento, Ingeniería Industrial y la Facultad de Ingeniería fueron la cuna natural del proyecto cuando vio la luz finalmente en 1968.

La principal característica diferenciadora de este programa con sus predecesores fue la referente a su cuerpo profesoral: mientras que, por ejemplo, el programa de la Universidad del Valle traía reconocidos profesores expertos en el tema de prestigiosas universidades norteamericanas, la Universidad de los Andes decidió tener un cuerpo profesoral multidisciplinario propio, complementado por invitados nacionales e internacionales de alto nivel, para cubrir las diversas áreas en las que los ejecutivos colombianos tenían necesidad de conocimiento. De esta forma, el cuerpo profesoral del "Programa de Alta Gerencia" en sus primeros años contó con algunos de los profesores de planta de Uniandes: los ingenieros industriales Enrique Ogliastri y Manuel Rojo, el filósofo y politólogo Fernando Cepeda, el médico siquiatra Jaime Villareal, la filósofa y literata Gretel Wernher, los economistas Jurgen Hass y Augusto Cano, los abogados Enrique Low Murtra y Andrés Holguín, entre otros.

Uno de los primeros retos que enfrentó el programa fue determinar quiénes serían sus estudiantes e interesarlos en la necesidad de capacitarse gerencialmente. No obstante, gracias al compromiso de directivos de la Universidad de los Andes como Pedro Navas, Alberto Izasa y Hernán Echavarría, y al apoyo de los Decanos Eduardo Aldana y Eduardo Wiesner, de la Facultad de Ingeniería y de la Facultad de Economía, respectivamente, se logró que el programa tuviera alta difusión fuera de la Universidad, tanto en la empresa privada como en el sector público del país. Incluso, muchos de sus gestores se inscribieron en el programa, siendo uno de ellos Juan Pizano de Brigard prestante arquitecto y constructor, hermano mayor del Rector Francisco Pizano.

Recuerda Carlos Dávila: «El "Programa de Alta Gerencia" fue una verdadera innovación porque, a pesar de que existían MBAs en Estados Unidos desde comienzos de siglo XX y algunos colombianos habían accedido a ellos, en Colombia no existían programas de gerencia orientados a profesionales de distintas áreas del saber que debían capacitarse y tener cierta información en caso de ser gerentes o dirigir una empresa. El hecho de que esto pudiera enseñarse académicamente fue sin duda una innovación, primero, por la temática ?el desarrollo organizacional? que era muy novedosa aún en Colombia; segundo, porque se creó un espacio donde grandes personalidades venían no sólo a aprender sino a compartir experiencias, a conversar y a hacer lo que hoy en día se denomina networking. Creo que la misma Universidad fue muy consciente de ese plus, desde la formulación misma del proyecto» [3].

Entre los participantes de las primeras promociones ?que tomaban clase en el llamado "Salón de Alta Gerencia", el W501, adecuado en el desaparecido Edificio W y que para la época se asemejaba más a un salón de un club social que a un salón de clases? se encontraban ministros, gerentes y miembros de los consejos directivos de las empresas, entre otros. Cabe señalar a Luis Carlos Galán, quien en ese entonces era Subgerente de El Tiempo; a Pedro Gómez, Gerente General de Pedro Gómez & Cía. S.A.; Alberto Montañez, Vicepresidente de Bavaria; Carlos Amaya y Fernando Acosta, Decano y Vicedecano de la Facultad de Ingeniería; Hernando Groot, Vicerrector, y varios directores de departamento y profesores de la Universidad de los Andes. También hicieron presencia ejecutivos de Ecopetrol, Ministerio de Defensa, Banco de la República, Instituto Nacional de Radio y Televisión, Telecom, Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá, ICA, Banco Cafetero, Banco de Bogotá, Colmena, Banco Ganadero, Avianca, Ladrillera Santa fe, Icasa, UTC, Federación Nacional de Cafeteros, Colseguros, Seguros Bolívar, ESSO, IBM de Colombia, Siemens Col S.A., Periódico El Tiempo, Periódico La República, SENA, entre muchas otras.

Como una curiosidad del programa, se ofrecían reuniones semanales para las esposas de los participantes, en las cuales imperaba el estudio de la psicología infantil, el desarrollo político y la mujer, y la problemática de la empresa, la sociedad y la familia [1]. Con el tiempo y con la cada vez mayor asistencia de mujeres como estudiantes del "Programa de Alta Gerencia", a estas reuniones ya no sólo acudían las esposas sino también los esposos de los asistentes y el programa paso a llamarse "Programa para Cónyuges".

Desde su primera promoción el "Programa de Alta Gerencia" ha tenido una duración de un año, nunca ha asignado calificaciones a sus participantes y hasta el día de hoy otorga el "Diploma de Alta Gerencia", que tiene una calidad de certificado de asistencia pero que no equivale a un título formal de postgrado, ya que fue pensado y sigue siendo un programa de formación de ejecutivos, para los cuales lo fundamental es la experiencia vivencial y multidisciplinaria. El programa se ha ofrecido ininterrumpidamente desde 1968 en Bogotá y desde 1992 se empezó a impartir en otras ciudades como Barranquilla, Cartagena, Cali, Manizales, Bucaramanga y Medellín. En total ha habido cerca de 100 promociones de egresados [4].

El "Programa de Alta Gerencia" fue gestado desde la Facultad de Ingeniería y la Rectoría de la Universidad de los Andes, posteriormente pasó a ser dirigido por la Facultad de Administración, que fue creada en 1973. Desde sus inicios y aún hoy ha ejercido un alto impacto en la clase dirigente del país Colombia, pues logró que los altos ejecutivos y dirigentes volvieran a la academia y se creara así un lazo importante entre la Universidad y el sector empresarial del país.

NOTA AL PIE

1. La Memoria fue escrita por Paola Estrella a partir de las entrevistas realizadas a Arturo Infante Villareal y a Carlos Dávila Ladrón de Guevara.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

[1] "Programa de Alta Gerencia". Folleto. Bogotá: Universidad de los Andes, S.d., 1975-1976.

[2] "Entrevista con Arturo Infante Villareal". Archivo Revista de Ingeniería, Junio de 2011.

[3] "Entrevista con Carlos Dávila Ladrón de Guevara". Archivo Revista de Ingeniería, Junio de 2011.

[4] "Alta Gerencia". Facultad de Administración. Disponible en: http://administracion.uniandes.edu.co/educacion_ejecutiva/alta_gerencia, Fecha de consulta: 10 de junio de 2011.