SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.20 número36LA AUDACIA DE LA ESPERANZA: REFLEXIONES SOBRE CÓMO RESTAURAR EL SUEÑO AMERICANO índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Em processo de indexaçãoCitado por Google
  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO
  • Em processo de indexaçãoSimilares em Google

Compartilhar


Innovar

versão impressa ISSN 0121-5051

Innovar v.20 n.36 Bogotá jan./abr. 2010

 

 

 

DEL TEATRO AL AULA DE ADMINISTRACIÓN

 

Whitney, John; Packer, Tina (2000) Power plays. Shakespeare's lessons in leadership and management. Simon y Schuster, New York

 

John Whitney y Tina Packer escribieron un interesante libro donde recogen los consejos administrativos que se encuentran diseminados en las obras de Shakespeare y pueden ser útiles para el gerente moderno. La primera parte está dedicada al poder. Utilizando a Richard II, Julio César, Macbeth, los autores enseñan cómo se puede obtener y mantener el poder, y también cómo se puede perderlo. La segunda parte plantea un tema exótico e invita al lector a abordar la organización como un teatro. Los autores encuentran en Shakespeare buenas orientaciones para manejar la imagen personal en el ambiente laboral actual. La tercera parte es sobre la integración de los valores, la misión y estrategia en la toma de decisiones. A través de todo el libro los autores acuden a su propia experiencia gerencial para ilustrar la vigencia de los consejos extraídos de Shakespeare para la vida organizacional moderna.

Utilizar a Shakespeare para ilustrar conceptos y extraer consejos administrativos es legítimo siempre y cuando se respeten las obras de Shakespeare. Esto no siempre ocurre en el libro de Whitney y Packer. Como muestra Brawer (2000), para poder demostrar sus propios planteamientos sobre la toma de decisión, los autores recortan y reducen la complejidad de Hamlet.

Algo parecido ocurre con Macbeth en el capítulo sobre el poder. Los autores plantean que buscar el poder simplemente para tenerlo es censurable y que la persona que busca el poder por el poder está condenada al fracaso. Ellos tratan de ilustrar esta idea con el ejemplo de Macbeth, pero es difícil aceptar su interpretación de este personaje. Es verdad, Macbeth adquiere el poder para nada especial sino para tenerlo y disfrutarlo, pero ocurre lo mismo con Duncan, que es el rey legítimo. El problema que está en el centro de la tragedia no está en los fines a que sirve el poder, sino en los medios con que se adquiere. Cuando las brujas predicen que Macbeth va a ser el rey, al protagonista no se le ocurre que para llegar al poder tendrá que matar a Duncan. La idea del asesinato nace en la cabeza de su esposa, quien se encarga de vencer las dudas del marido. Al final ambos se convencen de que el fin justifica los medios y que, una vez tomado el poder, la situación se normalizará y no habrá necesidad de acudir más a la violencia. Se equivocan. Los medios amorales, utilizados por la pareja, echan sombra de duda sobre el flamante poder de Macbeth. La deslegitimación de Macbeth como rey produce la resistencia armada de la oposición, el terror por parte del gobierno de Macbeth y la guerra que acaba con su linaje. La interpretación de los sucesos en la tragedia por Whitney y Packer es equivocada e inquietante, porque hace pensar que para los autores del libro el buen fin justifica los malos medios.

Los autores se extienden demasiado cuando cuentan ejemplos de su propia práctica gerencial que podrían ser sustancialmente abreviados sin perjuicio al contenido principal de la obra, que consiste en identificar los conceptos, consejos y ejemplos administrativos en Shakespeare.

Con todos sus defectos, es un libro importante porque ayuda a corregir dos deficiencias de la disciplina administrativa. El primer defecto de la disciplina es su carácter ahistórico. Los libros estándar de pensamiento administrativo empiezan con Taylor, haciendo una breve alusión a algunos pensadores pre taylorianos, como por ejemplo A. Smith, en un capítulo de antecedentes. Platón, Aristóteles, Jenofontes y ni siquiera Maquiavelo se estudian en un curso de pensamiento administrativo. Ni hablar de Sun Tzu o Confucio, los cuales, para llegar al aula de pregrado o posgrado en administración, deben superar barreras entre civilizaciones además de las del tiempo. El libro de Whitney y Packer invita a los profesores de administración a ampliar nuestro horizonte histórico.

La segunda debilidad de la disciplina administrativa es su carácter acultural. Los profesores de administración no se ocupan de la cultura y estudian poco la gestión de las organizaciones culturales. La disciplina administrativa ignora las obras de arte y literatura que proporcionan un interesante material sobre las prácticas administrativas en nuestra sociedad. Tal vez el cine es el único arte que escapa a esta regla, y se usa en la docencia de la administración. Si no fuera por el cine, la enseñanza de la administración transcurriría en un vacío cultural con resultados deplorables para la motivación de los alumnos y para su cultura general.

En este sentido, el libro de Whitney y Packer es meritorio, porque mejora la legitimidad de la disciplina, ofrece una fuente de ejemplos no triviales históricos y artísticos, hace atractivo el aprendizaje de la administración, y contribuye a la cultura general de los profesores y de sus alumnos.

 

BIBLIOGRAFÍA

Brawer, R. (2000). Is the play really the thing? Actoss the Board, pp. 65-67.

 

Yuri Gorbaneff

Profesor Departamento de Administración, Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, Pontificia Universidad Javeriana. Correo electrónico: yurigor@javeriana.edu.co

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons