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Innovar

versión impresa ISSN 0121-5051

Innovar vol.25 no.55 Bogotá ene./mar. 2015

https://doi.org/10.15446/innovar.v25n55.48621 

http://dx.doi.org/10.15446/innovar.v25n55.48621

El capital en el siglo XXI Por Thomas Piketty

Francisco Rodríguez Vargas

Fundador de la Revista INNOVAR y Director de los tres primeros números.

Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Paris I Panthéon Sorbonne. Tesis laureada, sobre el neocorporativismo en Colombia. Profesor titular Jubilado de la Universidad Nacional de Colombia y Universidad de París VIII. París, verano de 2014.

Colaborador en el centro de Investigaciones económicas de la Sorbona, bajo la dirección del profesor Claude Menard, cuyo libro Economía de las organizaciones tradujo del francés y fue publicado en coedición Universidad nacional y editorial norma. Actualmente escribe el libro Crónica de los orígenes de la Universidad Cooperativa de Colombia, de la Universidad Social Cooperativa a la industria de la educación. Fundador y primer Rector 1969-1975.

La investigación del Profesor Thomas Piketty es una obra de controversia mundial. en los estados Unidos es un best seller que ha vendido más de 500.000 ejemplares. Publicada en francés por editions de seuil, París, en el año 2013; en inglés, en el 2014. ei Premio Nobel de economía, Paul Krugman, escribe al respecto:

Los conservadores parecen incapaces de elaborar un contraataque a las tesis del economista Piketty, debido a los sólidos argumentos históricos de su investigación con cifras de un siglo y la demostración estadístico-matemática sobre las desigualdades de los ingresos de la población a nivel mundial1.

La repartición de riquezas, comienza en su introducción, "es una de las cuestiones más vivas y debatidas de la actualidad. Esta discusión es y ha sido un debate sin fuentes. Esta investigación busca llenar ese vacío" (p. 15).

Algunos comentaristas dicen que, más que una doctrina pirómana, es más bien un pensamiento que pretende proteger el capitalismo de sí mismo2.

Inicialmente, Piketty hace una revisión de las teorías económicas de los siglos XVIII y XIX; enseguida, plantea el marco teórico y conceptual de su investigación. La economía como disciplina, dice, no ha debido buscar separarse de otras disciplinas de las ciencias sociales, y que esta no puede desarrollarse sino en su seno. La obra se presenta en una introducción, cuatro partes, dieciséis capítulos y una conclusión.

Piketty escribe con autoridad, pues en su formación ha recorrido el mundo académico francés y anglosajón con doctorados en París, en la London School of Economics (LSE) y en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Para emular estos centros del pensamiento económico mundial, ha creado la Escuela de Economía de París.

Piketty dice, acerca de la disciplina económica:

... no ha salido siempre de su pasión infantil por las matemáticas y las especulaciones puramente teóricas, y, a menudo, muy ideológicas, en detrimento de la investigación histórica y de su acercamiento a otras ciencias sociales. Muy a menudo los economistas están ante todo preocupados por pequeños problemas matemáticos que no interesan sino a ellos mismos, lo que les permite darse un poco de tranquilidad y apariencias de cientificidad y de evitar tener que responder a preguntas más complicadas, planteadas de otra manera por el mundo que les rodea (p. 63).

La primera parte del texto trata acerca del ingreso y el capital, así como de su crecimiento: ilusiones y realidades, e introduce las nociones fundamentales. El primer capítulo describe el concepto del ingreso nacional, del capital y de la relación capital/ingreso, las grandes líneas de evolución de la repartición mundial del ingreso y de la producción. El segundo analiza más precisamente la evolución de las tasas de crecimiento de la población y de la producción desde la revolución industrial.

La dinámica de la relación capital/ ingreso se compone de cuatro capítulos. Su objetivo es el análisis de la manera como se presenta en este principio del siglo XXI la cuestión de la evolución, en el largo plazo de la relación capital/ingreso y de la repartición global del ingreso nacional, entre ingresos del trabajo e ingresos del capital.

El tercer capítulo presenta la metamorfosis del capital desde el siglo XVIII, comenzando por el Reino Unido y Francia, el mejor conocido durante este largo período. El cuarto capítulo introduce el caso de Alemania y los Estados Unidos. Y, para finalizar, los capítulos 5 y 6 extienden estos análisis al planeta entero, en la medida en que las fuentes lo permiten, y trata de aprender de estas experiencias históricas, para analizar la evolución posible de la relación capital/ingreso y la repartición en los decenios que vienen.

La tercera parte construye la estructura de las desigualdades y se compone de seis capítulos. El capítulo 7 comienza por familiarizar al lector sobre las dimensiones logradas en la práctica por las desigualdades de la distribución de ingresos del trabajo, por una parte, y los ingresos de la propiedad del capital, por otra. En el octavo capítulo analiza la dinámica histórica de estas desigualdades, empezando por el contraste entre los Estados Unidos y Francia. Los capítulos 9 y 10 extienden estos análisis al conjunto de países que disponen de información histórica, examinando separadamente las desigualdades del trabajo frente al capital. El capítulo 11 analiza la evolución de la importancia de la herencia en el largo plazo; mientras que en el capítulo 12 estudia las perspectivas de la evolución de la repartición mundial de patrimonios en el curso de los primeros decenios del siglo XXI.

La cuarta parte propone en cuatro capítulos cómo regular el capital en el siglo XXI. El objetivo es aprender lecciones políticas y normativas de las partes precedentes, con el objeto de establecer los hechos y comprender las razones de las evoluciones observadas. Así, explica cómo ha intentado en esta obra presentar el estado actual de nuestros conocimientos históricos sobre la dinámica de la repartición de los ingresos y de los patrimonios desde el siglo XVIII, y examinar qué lecciones pueden aprenderse para el siglo que comienza.

El capítulo 13 intenta diseñar los contornos de lo que sería un Estado social adaptado al siglo XXI. El capítulo 14 propone repensar el impuesto progresivo sobre el ingreso, a la luz de experiencias pasadas y las tendencias recientes. El capítulo 15 describe lo que se podría parecer al impuesto progresivo sobre el capital, adaptado al capitalismo patrimonial del siglo XXI, y compara este instrumento ideal con otros modos de regulación susceptibles de emerger del impuesto europeo sobre la fortuna al control de capitales, a la manera de los chinos, pasando por la inmigración a la americana, o bien al retorno generalizado al proteccionismo. El capítulo 16 trata la cuestión candente de la deuda pública. En la cuarta parte de su libro propone regular el capital para lograr un Estado social en el siglo XXI.

Los estadounidenses y sus académicos se han interesado profundamente en esta investigación, pues la desigualdad pone en peligro su clase media que es, junto con la me-ritocracia, la base de su democracia. Una relación ejemplar muestra la disparidad entre meritocracia y herencia. La fortuna de Bill Gates ha aumentado, según la revista Forbes, a 50.000 millones de dólares por su talento, al haber creado Microsoft. La francesa heredera de L'Oreal, Liliane Bettencourt, gana lo mismo sin trabajar un solo día. Algunos críticos conservadores arguyen errores matemáticos para restarle valor científico a su investigación. Chris Giles (2014) buscó rebatir dichas estadísticas, pero Piketty3 respondió a dichas acusaciones, destruyéndolas.

Russell Jacoby, profesor de Historia de la Universidad de California, escribe sobre los olvidos de Piketty, haciendo un parangón con El Capital de Karl Marx y su obra. Basándose, dice, en una profusión de cifras y cuadros, demuestra que las desigualdades económicas aumentan y que los más pudientes acaparan una parte creciente de la riqueza; y agrega a Marx la producción y a Piketty la distribución4.

En Colombia, José Fernando Isaza comenta la obra de Piketty en su columna del diario El Espectador5. Curiosamente, desde su óptica, presenta el libro como un caso raro en que una obra matemática se convierte en best seller en los Estados Unidos: "Su teoría está sustentada por un inmenso acopio de datos. Demuestra que el capitalismo sin regulación impositiva, crea mayores desigualdades y concentra el ingreso"6.

La influencia de las tesis de Piketty en América Latina se ha manifestado en Argentina y Colombia. Le Monde Diplomatique, edición Colombia, en su edición de septiembre de 2014, destaca la denuncia de las desigualdades y sus límites. El economista colombiano Libardo Sarmiento presenta el análisis de las desigualdades utilizando gráficas de causa/efecto. Dice que:

Colombia es uno de los países con desigualdades abismales en el ingreso, debido a la concentración estructural de la riqueza, especialmente de la propiedad de la tierra, origen de cuatro reformas agrarias frustradas, medio siglo de guerra con resultado de un mayor grado de concentración del ingreso y la riqueza7.

Gabriel Kessler se pregunta, "¿es Argentina más o menos desigual después de diez años de Gobierno de los Kirchner?", a lo que concluye positivamente, pues las desigualdades han disminuido8.

Para demostrar las desigualdades del ingreso del trabajo y los rendimientos del capital, Piketty presenta la fuerza de divergencia fundamental, en donde si r > g (r son los rendimientos del capital y g la tasa de crecimiento económico), el ingreso se concentra. La obra se lee sin mayor dificultad. El complemento estadístico matemático para los especialistas está en internet9.

Para Piketty, la historia es su fuente principal, así como la economía, la política, las ciencias sociales, la matemática y la estadística, pues como él mismo afirma "yo me considero más como un investigador en Ciencias Sociales que como un economista" (p. 64).

Las ciencias sociales son mucho más amplias que la economía.

La literatura histórica es también una fuente que nos muestra grandes diferencias sociales: la riqueza de las clases altas y la miseria de los pobres. Honorato de Balzac en Francia y Jane Austen en el Reino Unido son fuentes inapreciables, como testigos de su tiempo (p. 49).

En la práctica, Piketty ha incursionado en el mundo político para dar a conocer sus ideas y buscar su adopción en políticas públicas. El presidente Obama, que es escritor y lector, le invitó a exponer sus ideas. Sus proposiciones no siempre han sido acogidas, aunque ha sido escuchado, ya que los políticos -como él mismo dice- no leen libros y así, lamentablemente, la inmensa investigación académica no trasciende a la práctica. "Es una inversión que se pierde. Qué desperdicio"10.


Pie de página

1Paul Krugman, "El pánico a Piketty", El país, Madrid, 4 de mayo de 2014.
2Pierre Jaxel-Truer, 'Thomas Piketty: pourquoi ses courbes affolent la planète?', M, le magazine du Monde, 27 de junio de 2014.
3The Financial Times, 'Data Problems with Capital in the 21st Century'. ("Technical appendix of the book - Response to FT" 285) http://piketty.pse.ens.fr
4Russell Jacoby, 'Piketty v. Marx', revista The New Republic, 7 de junio de 2014.
5José Fernando Isaza, "Concentración", El Espectador, 28 de mayo de 2014.
6Ibídem.
7Le Monde diplomatique, edición Colombia, Año XII, No. 137, septiembre 2014, pp. 8-10.
8Ibídem, pp. 6-7.
9http://piketty.pseens.fr/capital21c
10Frédéric Bonnaud, et al. "pour une autre politique de gauche", Le Frondeur et le Chercheur, Arnauld Montebourg, Piketty le débat, Les InRockuptibles. París, No. 980, del 10 al 16 de septiembre 2014, pp. 1826.