Introducción
La conducción de estudios de caso2 es una de las estrategias de la investigación empírica y se constituye en una opción metodológica alternativa de la experimentación y de los estudios muestrales soportados en la representatividad estadística (Yin, 1994). No obstante, a pesar de ser una de las estrategias de este tipo empleadas con mayor frecuencia, los eruditos de la metodología de investigación aún no alcanzan consensos sobre su diseño e implementación (Dooley, 2002; Gerring, 2004; Flyvbjerg, 2005; Villareal y Landeta, 2010; Yazan, 2015), circunstancia que perjudica el grado de comprensión de su modus operandi y la evolución de su nivel de aceptación.
La ausencia de consenso conceptual, en lo referente a estudios de casos, se manifiesta en diferentes debates. Así, mientras algunos autores consideran que estos estudios solo forman parte de las estrategias de investigación cualitativa (Stake, 2006; Torres, Jiménez y Rojas, 2006; Muñiz, 2008; Garcilazo, 2011; Cepeda, 2006) y manifiestan desacuerdo con respecto a la integración de lo cuantitativo con lo cualitativo (Neiman y Quantara, 2006), otros propenden por el uso de métodos mixtos (Yin, 2014). Desde una perspectiva comparativa, se caracterizan el positivismo y el constructivismo, aplicado a los estudios de caso (Garcilazo, 2011), o el positivismo y el interpretativismo (Cepeda, 2006; Castro, 2010). Con respecto al fin último de los estudios de caso, algunos autores lo atribuyen al análisis de causalidades (Bonache, 1999; Yacuzzi, 2005), mientras que otros consideran que dicho objetivo es la comprensión de los procesos intervinientes en determinado fenómeno (Gerring, 2004; Stake, 2006; Douglas, 2008; Garcilazo, 2011). Por último, un grupo mayoritario de autores manifiesta la adhesión a las ideas de Yin (1989,1994) (entre ellos, Bonache, 1999; Torres et al., 2006; Martínez, 2006; Jiménez, 2012; Fong, 2009; Villareal y Landeta, 2010; Yacuzzi, 2005), mientras que un grupo minoritario adhiere sus ideas a la línea de pensamiento de Stake (1995) (entre ellos, Neiman y Quantara, 2006; Muñiz, 2008).
Un estudio de caso puede efectuarse para explorar terrenos de estudio, para describir situaciones o para construir proposiciones teóricas explicativas orientadas a la resolución de preguntas sobre el cómo y el porqué de la ocurrencia de un fenómeno (Eisenhardt, 1989; David, 2003; Gerring, 2004; Yacuzzi, 2005; Torres et al., 2006; Martínez, 2006). Con respecto a la participación en procesos de construcción de teoría, Dooley (2002) atribuye a los estudios de caso cuatro roles posibles, a saber: 1) el desarrollo conceptual, 2) la operacionalización, 3) la confirmación o desconfirmación y 4) la aplicación. El interés de este artículo se sitúa a nivel de los estudios de caso efectuados para alcanzar este último objetivo: la realización de una contribución teórica presentada bajo la forma de proposiciones de investigación. Cuando este es el propósito, el diseño de un estudio de caso debe cumplir con determinadas condiciones y superar la oposición de un número importante de investigadores que cuestionan su validez científica, basados en estereotipos o en la adopción de posturas epistemológicas que defienden formas diferentes de construcción de conocimiento.
Para explicar la contribución potencial de los estudios de caso a la construcción de teoría en el campo de las ciencias de gestión, David (2003) señala la existencia de cuatro niveles teóricos que van desde el más contextual (hechos estructurados) hasta el más abstracto (paradigmas y axiomáticas). Desde esta perspectiva, los aportes teóricos de un estudio de caso corresponden más bien a un nivel intermedio, en la medida que pueden generalizarse a poblaciones delimitadas. Otros autores (por ejemplo, Dyer y Wilkings, 1991; Flyvbjerg, 2005; Christensen y Carlile, 2009) son más optimistas con respecto al potencial de generalización de los resultados de los estudios de caso, afirmando que teorías de alta calidad han sido construidas a partir de estudios de caso únicos que se han convertido en clásicos.
La publicación de estudios de caso continúa siendo minoritaria en las revistas mejor clasificadas en ciencias de gestión (Bonache, 1999; Gibbert, Ruigrok y Wicki, 2008; Villareal y Landeta, 2010; Román y Smida, 2013). Para verificar esta afirmación en el contexto de las publicaciones colombianas, se efectuó una revisión de los artículos publicados en el 2014 y el 2015 en tres de las revistas colombianas mejor clasificadas en el Índice Bibliográfico Nacional Publindex. Los resultados (tabla 1) permiten corroborar la afirmación inicial, al mostrar que la publicación de este tipo de estudios fue altamente minoritaria en el periodo analizado; así, de los 203 artículos publicados hasta septiembre del 2015 en las tres revistas seleccionadas, 26 (el 5,3%) corresponden a estudios de caso (único o multicaso)3.
Nota. * Último número publicado (disponible en línea) a septiembre del 2015: Vol. 25 (58), octubre-diciembre del 2015. ** Último número publicado (disponible en línea) a septiembre del 2015: Vol. 27 (49), julio-diciembre del 2014. *** Último número publicado (disponible en línea) a septiembre del 2015: Vol. 31 (136), julio-septiembre del 2015. n.a.: no aplica.
Fuente: elaboración propia.
Con respecto a la revisión realizada, llama especialmente la atención que 13 de los 26 estudios de caso único o múltiple publicados no incluyen en sus referencias bibliográficas ninguna relacionada con la conceptualización o el posicionamiento metodológico desde el que se abordan dichos estudios. Asimismo, de los 13 estudios de caso que sí manifiestan su adhesión a autores especializados en este tipo de estudios, 11 declaran el seguimiento de la perspectiva y postulados teóricos de Yin (1989, 1994, 2003 o 2009). Se verifica, de esta manera, que las investigaciones efectuadas mediante estudios de caso publicadas en las principales revistas colombianas en el campo de las ciencias de gestión declaran su adhesión casi generalizada a las ideas de este autor4.
En este artículo se realiza una comparación inicial entre dos métodos de investigación para la realización de estudios multicaso altamente divergentes: los desarrollados en Yin (2014) y Stake (2006). La reflexión se orienta a subrayar la existencia y a promover la utilización de caminos alternativos que permiten hacer contribuciones teóricas igualmente válidas. Enseguida, los detalles de una experiencia de realización de un estudio multicaso ya culminada se movilizan para motivar las reflexiones y, al final, proponer un conjunto de lecciones aprendidas con respecto a los caminos alternativos para concebir este tipo de estudios.
Estudios de caso único y múltiple: dos perspectivas sobre su concepción y ejecución
La perspectiva de R. Yin
El concepto estudio de caso de Yin (1994) atrae la atención y recibe la aceptación del mayor número de investigadores defensores del enfoque cualitativo. En efecto, hablar de "una investigación empírica que estudia un fenómeno contemporáneo en un contexto real, cuando las fronteras entre el fenómeno y el contexto no aparecen claramente, y en la cual se emplean fuentes empíricas múltiples" (Yin, 1994, p. 13) se constituye en una definición que contiene elementos atractivos para los defensores de la riqueza de los detalles que pueden emerger de un estudio de este tipo. Para el autor, la investigación basada en estudios de caso no debe confundirse con la investigación cualitativa; asimismo, Yin (2014) considera que modalidades como la etnografía y los métodos propuestos por la "teoría fundamentada" o grounded theory5 no son compatibles con su concepción de estudios de caso.
Para Yin (2014), el diseño de la investigación basada en estudios de caso es el plan de acción que guiará al investigador en el proceso de recolectar, analizar e interpretar observaciones. Este diseño comprende la definición de un modelo de prueba lógica que permitirá hacer inferencias sobre las relaciones causales entre variables de investigación. En consecuencia, deberá existir una definición a priori sobre qué preguntas estudiar, qué datos son relevantes, qué datos recolectar y cómo analizarlos para obtener los resultados esperados. Respecto de la tipología posible, el autor concibe la existencia de estudios de caso explicativos o causales, descriptivos y exploratorios, aunque en su concepto solamente los primeros son aptos para la construcción de teoría.
En el marco de los estereotipos con respecto a los estudios de caso ya evocados, los críticos de los estudios de "caso único" afirman que sus resultados sufren las debilidades atribuibles a su falta de validez externa, en la medida que no puede generalizarse a partir de un caso individual (Fielding y Walding, 2009; Gibbert y Ruigrok, 2010). Así, incluso si un estudio de este tipo pudo capitalizar la riqueza, la particularidad y la abundancia de datos de una situación única analizada en profundidad, a sus resultados puede atribuirse un potencial de generalización discutible. Para aumentar su validez externa, desde la perspectiva de la generalización analítica, y para mejorar el alcance de las proposiciones teóricas obtenidas, Yin (1994, 2014) enfatiza sobre la conveniencia de realizar estudios de casos múltiples o multicaso, con el propósito de reducir los efectos de la idiosincrasia del primer caso estudiado.
En lo referente a estudios multicaso, Yin (1994, 2014) afirma que los estudios de caso único y múltiple son, fundamentalmente, variaciones de diseño sin distinciones metodológicas de fondo, y que el análisis de casos múltiples debe asimilarse al de los experimentos múltiples. Asimismo, el autor concibe la posibilidad de conducir estudios multicaso holísticos o embebidos que corresponden, respectivamente, a la decisión tomada de estudiar la unidad escogida de manera integral, o de dividirla en subunidades.
Con respecto a los protocolos de investigación de los estudios multicaso, la posición del autor es que estos deben ser altamente estructurados en términos de definición de variables y de indicadores por observar y estudiar en el terreno. Asimismo, Yin (2014) sostiene que las replicaciones ulteriores del estudio inicial deben ser una copia fiel, punto a punto, de la experiencia inicial, con variaciones posibles pero totalmente controladas, y cuidando del buen uso de las múltiples fuentes de evidencia. La lógica de la replicación se sitúa entonces en el núcleo de la conducción de estudios multicaso bajo su perspectiva. Como aspectos complementarios, sus recomendaciones comprenden la selección de todos los casos participantes en el estudio y la proposición de un modelo de prueba lógica desde las etapas iniciales de la investigación, la definición de medidas específicas por efectuar en el estudio intercasos y el énfasis en la predicción de resultados similares (réplica literal), o de resultados diferentes por razones controladas (réplica teórica), incluida la anticipación y refutación de explicaciones rivales.
La síntesis efectuada sobre la perspectiva y los métodos recomendados por R. Yin para la conducción de estudios de caso permite apreciar que la concepción del autor es muy próxima a una experimentación extramuros o "fuera del laboratorio", y que la postura epistemológica adoptada por este autor es de naturaleza positivista6.
Una quinta edición de la obra clásica de R. Yin fue publicada en el 2014. En esta nueva edición, el autor ha incluido un prefacio que contiene un conjunto de reflexiones relacionadas, justamente, con las observaciones que ha recibido de diferentes académicos sobre sus ediciones anteriores. Un ejemplo de estas observaciones se publicó en el prólogo de la obra; allí D. T. Campbell expresa que:
La inhabilidad de replicar cuando uno quiera (y con variaciones diseñadas para descartar rivales específicos) es parte del problema [...]. Dados los antecedentes de R. Yin (Ph. D. en psicología experimental, [...] su entrenamiento y carrera están usualmente acompañadas por una intolerancia a las ambigüedades de los escenarios fuera de los laboratorios (Yin, 2014).
Ante estas y otras observaciones recibidas y debidamente reseñadas, el autor se autodeclara no seguidor del positivismo lógico y, para comprobarlo, procede a explicar que el contenido de la nueva edición de su obra dedicó mayor atención a presentar casos estudiados bajo la perspectiva relativista (o interpretativista), que cambió el término hechos por el de hallazgos, para admitir la posibilidad de convivencia de múltiples realidades de los participantes de campo, que incluyó la opción de presentar las perspectivas de los participantes en los reportes de estudios de caso y una mayor discusión sobre la estrategia inductiva para el análisis de datos. Con los cambios incorporados, Yin (2014) considera que su concepción de estudios de caso es adaptable a diferentes orientaciones epistemológicas (interpretativistas o realistas).
Esta flexibilidad declarada, sin embargo, no se manifiesta en variaciones de sus recomendaciones tradicionales para el diseño de los estudios respectivos y el análisis de datos. Así, los aspectos desarrollados por Yin (2014), que aquí han sido asociados con una postura positivista (modelos de análisis concebidos a priori, planes detallados sobre la manera de tratar los hallazgos, replicaciones exactas o completamente controladas de los casos, protocolos de investigación comunes para todos los casos, etc.), prevalecen en sus recomendaciones para la conducción de las investigaciones concernidas. En consecuencia, la esencia de la postura epistemológica del autor no parece haber variado, aunque él mismo así lo desee.
La perspectiva de Robert E. Stake
El análisis de los estudios de casos múltiples se constituye en el tema central en Stake (2006). Para este autor, el proyecto (o estudio) multicaso es un diseño particular de la investigación cualitativa para examinar de cerca varios casos conectados entre sí. Desviándose ampliamente de los diseños de experimentos y de las pruebas de hipótesis, el autor establece un vínculo indisociable entre este tipo de estudio y la investigación cualitativa. Dicho vínculo da sentido y orientación a su postura metodológica.
Según Stake (2006), los investigadores de casos cualitativos se centran en las relaciones que conectan la práctica ordinaria en hábitats naturales con algunos factores y preocupaciones de las disciplinas académicas. En la actualidad, dichos investigadores reconocen que su actuación y sus informes no son neutros con respecto a los valores, aunque desearían que lo fueran. Por el contrario, sus observaciones e interpretaciones están influenciadas por su experiencia personal, cultura y entorno inmediato; así, aún las descripciones sinceras serán de alguna manera una expresión de valores, parcialmente a través de lo que ellas revelan y parcialmente a través de lo que omiten. En síntesis, el comportamiento de los investigadores es intuitivo, holístico y sincrónico y, desde su perspectiva, no hay una ciencia libre de valores en este mundo. Con respecto a la forma de presentación de los resultados finales de las investigaciones, mediante métodos multicaso, el autor defiende el énfasis en la transmisión de experiencias, lo que considera más útil para la resolución de problemas que las conclusiones estadísticas propias de otro tipo de estudios.
Para Stake (2006), en los estudios multicaso cada caso individual es de interés, porque pertenece a una colección particular de estos que comparte una característica o condición común. De esta manera, los casos pueden ser miembros de un grupo o categoría o ejemplos de un fenómeno, y el objeto, fenómeno o condición que será estudiada es el quintain7.
El quintain es algo que funciona, que opera, que tiene vida, y el estudio multicaso es la observación de esa vida en múltiples situaciones, para comprenderlo mejor (Stake, 2006, p. 83).
Con respecto al objetivo último de los estudios multicaso, Stake (2006) se aleja de cualquier propósito de comparación, generalización o de identificación de causalidades. Desde su perspectiva, la búsqueda de generalizaciones usualmente acompaña la búsqueda de causas y este propósito es sobresimplificador. En consecuencia, los investigadores cualitativos poco deben preocuparse por las explicaciones causales de los eventos, y más bien deben buscar las interrelaciones entre actividades en las que las fuerzas interactúan en lugar de ser determinantes.
Para que el investigador de estudios multicaso pueda analizar el quintain, se hace necesario tener presentes algunas de las influencias del contexto, pero también estar preparados para identificar las sutilezas de influencias inesperadas. En lo concerniente a la comparación, el autor afirma que los casos siempre serán comparados con otros, pero no necesariamente se enfatiza en los atributos de dicha comparación. Además, Stake (2006) transfiere al lector la responsabilidad de hacer sus propias generalizaciones; así, el autor del informe de investigación suministrará la mayor cantidad de información posible sobre los contextos y las situaciones analizadas, y el lector propondrá las generalizaciones que considere procedentes.
La orientación metodológica del autor con respecto a la realización de estudios multicaso es bastante detallada. El director de la investigación comienza con la identificación del quintain y se organiza para estudiar los casos individuales, siempre con el objetivo de comprenderlo mejor, a través de la reflexión sobre las similaridades y diferencias entre casos. En cada caso podrán estudiarse temas situacionales diferentes e identificarse patrones diferentes, y solo en una etapa posterior se realizará un análisis intercasos, orientado a hacer afirmaciones sobre los vínculos entre todos ellos.
Así como los estudios de caso únicos, un estudio multicaso tiene su plan y su organización particular alrededor de, al menos, una pregunta de investigación focalizada en el concepto o idea vinculante que mantiene los casos juntos y que constituye la estructura conceptual para construir el estudio. Sin embargo, aunque la selección de la pregunta inicial se considere crucial, el alcance de los análisis se focalizará progresivamente; en consecuencia, la revisión de datos permitirá analizar los temas previstos inicialmente, pero asimismo provocará la emergencia de nuevos temas. Se reconoce igualmente que, aun cuando los estudios sean bien hechos, las preguntas de investigación iniciales no serán completamente respondidas, y nuevas preguntas que necesitan respuesta se harán evidentes, pues a mayor comprensión de una acción social, mayor será el número de nuevos aspectos por comprender; asimismo, lo que en un comienzo se creyó despreciable puede llegar a ser importante cuando se observa mejor. Como resultado de esta dinámica, algunas preguntas de investigación serán abandonadas, otras pueden evolucionar y otras pueden llegar a ser suficientemente importantes para ameritar revisión8.
Para Stake (2006), el plan de los estudios multicaso no debe ser demasiado limitante, pues cuando se aumenta el grado de formalización, la atención se centra más sobre las variables seleccionadas que sobre el caso en sí mismo, y sus informes se reducen a hacer sinopsis o resúmenes estadísticos de tales variables. Por el contrario, se considera que el quintain, los contextos, las narrativas y las comprensiones son matizados, contradictorios, de tiempo limitado y desafían la fácil conceptualización. Así, "el contenido supera al método" (Stake, 2006, p. 31). En cuanto a la cantidad de casos, un número recomendado entre 4 y 10 debe ser seleccionado intencionalmente, considerando su relevancia para comprender el quintain, así como la diversidad de contextos y su complejidad.
De acuerdo con el método de investigación propuesto, los investigadores de campo deberán concentrarse en cada caso individual, como si este fuera el único, y estudiarlo separadamente, incluso alrededor de preguntas de investigación diferentes; este se considera un paso importante para relacionar el quintain con el carácter situacional de cada caso individual. Con respecto a la subjetividad de los análisis que deriva de la dependencia de la experiencia previa y de los valores del investigador, esta se debe equilibrar empleando técnicas para evitar la distorsión o la invalidez de las afirmaciones efectuadas, a saber: redundancia en la recolección de datos (triangulación), desafíos procedimentales a las explicaciones (ideas de interpretación diferentes) y validadores múltiples de los resultados, incluso de participantes en el estudio.
El método de investigación propuesto es concebido para la participación de un equipo investigador. Sin embargo, se enfatiza en que el director o investigador líder debe estudiar todos los informes de caso detalladamente y realizar el análisis intercasos, buscando correspondencia entre actividades (eventos que suceden juntos) o patrones de covariación. Para ello, se necesita que se haya documentado tanto lo inusual como lo ordinario y, dado que cuando se profundiza en los estudios las diferencias entre casos parecen crecer, las afirmaciones finales necesitan basarse en evidencia suficiente. Así, se trata de ejercer la persuasión lógica de que cada una de las afirmaciones finales es creíble.
Un conjunto de hojas de trabajo es sugerido por el autor para ayudar a sintetizar los hallazgos de cada caso (sitios, actividades, fuentes de información y calificaciones de relevancia de los temas de estudio definidos inicialmente) y facilitar el trabajo altamente reductor que debe caracterizar el análisis intercasos. En últimas, se pretende abandonar las particularidades de cada caso, pero retener el conocimiento experiencial mediante la ejecución de procedimientos técnicos que permiten construir paulatinamente afirmaciones tentativas, hasta llegar a las afirmaciones finales acerca del quintain, que constituirán el núcleo del informe final y que deberán ser nutridas de detalles y de contexto.
A manera de síntesis
La presentación sintética de las propuestas de Yin (2014) y de Stake (2006) con respecto a estudios multicaso se sintetiza en la tabla 2 9.
Nota. * La abducción es la forma de razonamiento que se tiene cuando se trata de interpretar lo que se observa, y de hacer coincidir los hechos estructurados con las teorías de diferentes niveles de generalidad. En este caso, el “caso” se constituye en una coyuntura sobre las relaciones que mantienen efectivamente las cosas (David, 2003).
Fuente: elaboración propia.
Para los autores de esta comunicación, los estudios multicaso que se emprenden en condiciones que se alejan de los escenarios de certeza, con respecto a los fenómenos por estudiar, son abundantes. A continuación, el desarrollo de una experiencia de investigación vivida se emplea como objeto de reflexión para derivar un conjunto de lecciones aprendidas con respecto a la posibilidad de definir caminos alternativos para conducir estudios de este tipo, sin alejarse de los propósitos de realización de contribuciones teóricas bajo la forma de proposiciones.
Un estudio multicaso conducido por los autores entre el 2009 y el 2012 pretende ser utilizado para hacer emerger algunas lecciones a partir de esta experiencia. Para tal efecto, se hará seguimiento de las etapas del modelo de aprendizaje experiencial propuesto por Kolb (1984). El modelo, fundamento de la teoría del autor, enfatiza sobre el papel central de la experiencia en los procesos de aprendizaje, adoptando un enfoque integrador que combina la percepción, la cognición y el comportamiento. Desde la perspectiva del autor, el aprendizaje es mejor comprendido como un proceso y no en términos de resultados; asimismo, las ideas no son elementos de pensamiento fijos e inmutables, sino que son formadas y reformadas a través de la experiencia, y el aprendizaje es un proceso holístico de adaptación al mundo. Según el ciclo de aprendizaje de cuatro etapas ilustrado en la figura 1, las experiencias concretas o inmediatas son la base de observaciones y reflexiones; estas reflexiones son asimiladas y destiladas en conceptos abstractos que pueden suscitar nuevas implicaciones para la acción, que pueden ser probadas activamente y servir como guía para crear nuevas experiencias (Kolb, Boyatzis y Mainemelis, 2000).
Las etapas del modelo de aprendizaje experiencial de Kolb (1984) y Kolb et al. (2000) serán empleadas como estructura general orientadora de la reflexión sobre métodos de conducción de estudios multicaso, tal y como se desarrollan a continuación.
La experiencia concreta
El estudio multicaso que se emplea como base para esta reflexión ex post facto comprendió un análisis de cinco microempresas de base tecnológica (MEBT)10, con el propósito de analizar el proceso de formación de su capital social organizativo (CSO)11, respondiendo a las siguientes preguntas de investigación: a) ¿cuáles son las variables que determinan la formación de CSO al interior de la microempresa de base tecnológica, y cómo identificarlas y caracterizarlas? b) ¿puede hablarse de un activo inmaterial en CSO, poseído por una microempresa de base tecnológica?; c) ¿cuáles son los peligros latentes que pueden impedir la formación de CSO?
El concepto de CSO se sitúa en el núcleo de un estudio multicaso. Al principio, se debió implementar un estudio piloto, pues los investigadores no tenían claridad sobre la manera de abordar el análisis del fenómeno en una empresa de base tecnológica (EBT) de pequeñas dimensiones. El conocimiento teórico de partida, derivado de la revisión de la literatura hasta la época, configuró solamente un conjunto de conjeturas iniciales o proposiciones de partida.
Culminado el primer estudio de caso, se obtuvo un modelo inicial para el análisis del fenómeno y un conjunto de proposiciones teóricas que pretendieron formalizar los hallazgos. Sin embargo, fue a la hora de abordar el segundo estudio de caso que comenzaron a surgir los interrogantes. En primer lugar, no era posible pensar en estudios de caso ejecutados simultáneamente por dos razones: primero, porque la investigación no era efectuada por un grupo de personas, sino que existía un único investigador de terreno (limitaciones de recursos humanos); segundo, porque la investigación no pretendía verificar un modelo teórico concebido a priori o en estudios anteriores, ni corroborar hipótesis derivadas de la teoría, sino que, por el contrario, la pregunta de investigación evolucionaba a través del tiempo y los hallazgos de la experiencia anterior hacían pensar en la posibilidad de redefinir el foco de la investigación (delimitación del fenómeno de investigación en construcción). Frente a estas circunstancias, las nociones de réplica literal y de réplica teórica defendidas por Yin (1994, 2014) se convirtieron en condiciones de muy difícil aplicación.
Al final se efectuaron cinco estudios de caso, realizados de manera secuencial. Para su selección se procuraba seguir al máximo los criterios de muestreo teórico precisados por Hlady-Rispal (2002) 12, así como seguir protocolos de investigación que evolucionaban en la medida en que se avanzaba en el estudio teórico y en que se comprendía mejor la reacción de los empresarios y de sus empleados ante las preguntas orientadoras de las entrevistas. Solo al culminar el tercer estudio de caso, se escogió el modelo de análisis que sería objeto de defensa, de manera que los últimos dos estudios se orientaron a corroborar su aplicabilidad para el análisis del fenómeno en cuestión.
Tres proposiciones de investigación fueron obtenidas al finalizar el estudio multicaso. Estas se orientaron a concretar los niveles de análisis que se consideraron intervinientes en la descripción del fenómeno (individual, colectivo y organizativo), las variables integradas al modelo de análisis y el rol atribuido a la identificación de "señales de oportunidad", esto es, de aspectos indicativos de una condición favorable para la formación de CSO. Dos proposiciones complementarias pretendieron especificar el papel de las "señales de amenaza" o aspectos potencialmente destructores del CSO, y los matices de la formación de dicho capital en función de algunas características variables de las empresas analizadas (Román, 2013).
La representación gráfica del proceso global de la investigación (figura 2) pretende transmitir al lector la lógica de razonamiento del investigador. En ella se muestra la secuencia de realización de los cinco estudios participantes en el estudio multicaso efectuado.
Reflexión observacional
Los detalles del estudio multicaso desarrollado durante tres años suscitan múltiples reflexiones. Se destacan, fundamentalmente: a) la incertidumbre inicial con respecto a la manera de abordar el fenómeno; b) la emergencia de variables de investigación relevantes por su identificación frecuente en los relatos de los actores investigados; c) la necesidad de aceptar diferencias entre empresas por estudiar, aún en el marco de una población delimitada bajo ciertos parámetros; d) la imposibilidad de aplicar protocolos de investigación iguales para los diferentes estudios, dadas las diferencias de ambientes empresariales, de personalidades de los entrevistados y de nivel de comprensión teórica del fenómeno por parte de los autores, y e) la aproximación paulatina a la saturación teórica (Hlady-Ris-pal, 2002), perceptible en la convergencia de la información recopilada y de los relatos hacia las mismas variables.
Al final, la racionalización posterior de los autores condujo a la elaboración de la figura 3, representativa de la secuencia de realización de los estudios de caso. Los dos primeros casos fueron considerados de tipo exploratorio; un tercer estudio fue empleado para culminar la modelización propuesta, y los dos últimos fueron llevados a cabo para corroborar las proposiciones derivadas del modelo. La lógica de razonamiento en bucle adoptada se manifiesta de la siguiente forma: a) una fase de inducción fue aplicada en el primer estudio de caso para identificar las primeras variables determinantes a partir de la información de terreno; b) en una fase de abducción13, los resultados del segundo y tercer estudio de caso permitieron modificar el modelo y las proposiciones de partida; c) por último, una fase de deducción fue desarrollada en los dos últimos estudios, para corroborar la idoneidad de las proposiciones de investigación construidas para representar la realidad de las EBT estudiadas.
En síntesis, la reflexión general sobre el proceso de investigación permitió identificar los papeles cumplidos por los diferentes estudios de caso en el proceso de investigación, así como el seguimiento de diferentes lógicas de razonamiento a lo largo de dicho proceso.
Conceptualización abstracta
Con el propósito de facilitar los procesos de transferencia y apropiación de conocimiento, la teoría del aprendizaje organizativo destaca las virtudes de las lecciones aprendidas, como herramienta básica dotada de una estructura para documentar y, posteriormente, sistematizar y difundir el conocimiento capitalizado a partir de una experiencia específica. Así, una lección aprendida (LA) es una forma de conocimiento explícito que se obtiene como resultado de un proceso de aprendizaje, además de involucrar una reflexión sobre la experiencia vivida que resulta aplicable a una situación más general. La la puede surgir de algo que se hizo o que se dejó de hacer, de un acierto o de un desacierto que permite aprender para futuras situaciones (Anaya y Gómez, 2012). En la tabla 3, se realiza una síntesis de las la de la experiencia de investigación multicaso antes descrita.
Nota. aStake (2006) propone una distinción fundamental entre estudios de caso intrínsecos e instrumentales. Los primeros tienen un valor académico particular, en la medida en que las unidades analizadas son verdaderamente únicas por razones positivas o negativas, y el mundo académico se interesa en comprender cómo y por qué esta unidad es tan diferente de las otras. Por el contrario, los estudios de caso instrumentales analizan casos “normales” pertenecientes a una población escogida, pero cada uno de ellos habría podido ser remplazado por otro con las mismas características.
Fuente: elaboración propia.
Experimentación activa
La experiencia de investigación ilustrada mostró los detalles de las alternativas de solución encontradas para enfrentar los múltiples dilemas e incertidumbres de la ejecución de un estudio multicaso. El diseño de investigación propuesto es refutable y perfectible. El propósito pretendido fue el cuestionamiento de los escenarios teóricos de control total sobre el desarrollo de los procesos de investigación, ilustrando un escenario de investigación marcado por la incertidumbre y las limitaciones de recursos humanos. La etapa de experimentación activa se convertirá en realidad cuando las LA aquí propuestas sean sometidas por los autores a la prueba de su utilización en futuras situaciones de investigación para la superación de los eventuales obstáculos de cada proceso (esto tendrá lugar cuando las LA sean analizadas y, en caso de considerarlas pertinentes y aplicables, se interioricen para dar origen a diseños alternativos de estudios multicaso).
Discusión
En los planteamientos de Yin (1994, 2014) sobre la conducción de estudios de caso y multicaso, son destacables varios puntos de acuerdo, a saber: la dificultad inherente a su realización dada por su alto consumo de tiempo y recursos; el señalamiento de su pobreza documental, como una de las causas de su desprestigio; la defensa de la validez de los postulados de la generalización analítica y su distanciamiento de los procedimientos de la generalización estadística; la necesidad de usar múltiples fuentes de información para su desarrollo; el propósito de construir explicaciones derivadas de estos estudios, que trasciendan la forma narrativa; la obtención de evidencias más convincentes a partir de la investigación de múltiples contextos; la complementariedad existente entre estudios estadísticos (aptos para comprobar correlaciones) y estudios de caso (necesarios para explicar el detalle de los procesos subyacentes). Aunque todas las anteriores son apreciaciones totalmente compartidas, esta reflexión pretende destacar algunos aspectos de la implementación de las recomendaciones de este autor que probablemente no son conocidos, o que no han sido notados o tenidos en cuenta por todos los investigadores que lo citan como su referente teórico básico o a veces único.
Con la intención de ampliar la perspectiva de los lectores sobre métodos alternativos para la realización de estudios multicaso, se ha realizado una síntesis de la postura metodológica defendida por Stake (2006). Los contrastes de los dos planteamientos saltan a la vista y, aunque existen múltiples diferencias que pretendieron sintetizarse en la tabla 2 de este artículo, en general puede afirmarse que mientras Yin (2014) propone la realización de estudios altamente estructurados y realizados en empresas con características diferentes, pero controladas a priori, la propuesta metodológica de Stake (2006) concentra su atención sobre las preguntas de investigación sobre el fenómeno estudiado, y defiende la posibilidad de realizar ajustes permanentes sobre la ruta de investigación concebida inicialmente, en la medida en que el equipo investigador y, especialmente, el analista principal descubren la importancia de factores o variables que antes habían sido olvidadas, descartadas o relegadas a un segundo plano.
Mientras en la última edición de su obra, Yin (2014) demuestra con cifras que el número de investigaciones publicadas basadas en estudios de caso se encuentra en aumento en los Estados Unidos, lo señalado en la introducción de este artículo indica que este patrón no coincide con el comportamiento de las publicaciones colombianas del mismo tipo. Grandes retos se asocian entonces con la posibilidad de incrementar la publicación de estudios de caso con fines investigativos de contribución teórica al fenómeno de interés, entre ellos la adopción de una postura epistemológica clara orientadora de su desarrollo; dicha postura puede adherir a las recomendaciones de Yin (2014), de Stake (2006) o de otros autores que adoptan posturas concurrentes. Pero más importante que seleccionar un autor de base, en concordancia con las recomendaciones de Yacuzzi (2005), Torres et al. (2006), Muñiz (2008) y Garcilazo (2011), aquí se destaca la necesidad de clarificar los propósitos y las posturas epistemológicas de los autores de los estudios multicaso; detalles como este serán fundamentales a la hora de posicionar y aumentar la comprensión y la valoración de esta estrategia de investigación empírica.
Perspectivas alternativas para la conducción de estudios de caso pueden contrastarse con las propuestas de Yin (2014), antes de declarar la adherencia absoluta a sus métodos. Pueden citarse, a manera de ejemplo, los proceso de construcción de teoría de tipo inductivo propuestos por Eisenhardt (1989) y Stake (2006), el proceso secuencial de realización de estudios de caso hasta llegar a un estado de saturación teórica propuesto por Hlady Rispal (2002), los siete criterios de distinción entre estudios de caso y multicaso, el concepto de covariación y la diferenciación entre estudios de caso diacrónicos y sincrónicos, propuestos por Gerring (2004), y la adhesión a la lógica de la refutación popperiana, la defensa de la lógica de razonamiento abductivo y de su idoneidad para llevar a cabo estudios de caso realizada por Le Goff (2002).
En concordancia con los planteamientos de Flyvbjerg (2005) y Stake (2006), se considera que la investigación cualitativa en el campo de las ciencias de gestión no se encuentra obligada a emular los principios, procedimientos y criterios de calidad de la investigación cuantitativa para hacer aportes teóricos a partir de estudios multicaso, y para participar activamente en la comprensión de los procesos individuales y sociales de construcción de sentido. Por el contrario, dado que cada tipo de investigación tiene su propia lógica, se hace necesario realizar adaptaciones de criterios de diseño y de calidad de los resultados finales y, en caso de considerarlo pertinente, ejecutar con sumo cuidado los denominados "métodos mixtos" entre estos dos enfoques (Douglas, 2008).
Si los estudios de caso en general, incluidos los estudios multicaso, han acumulado históricamente críticas con respecto a su rigurosidad y a la validez de sus resultados desde el punto de vista científico, más que concentrarse en la búsqueda de réplicas literales o teóricas puras podría otorgarse mayor importancia a los atributos de replicabilidad del proceso general de investigación (Miles y Huberman, 2003) y de transferibilidad de los resultados de la investigación (Stake, 2006). La replicabilidad señala el deber de suministrar todos los detalles del proceso de investigación efectuado para que los lectores puedan ponerse en situación y, eventualmente, diseñar investigaciones similares; la transferibilidad, por su parte, se refiere a la intención de elaborar proposiciones teóricas potencialmente transferibles a otros casos, siempre dentro de los límites del estudio original. Asimismo, un área de mejoramiento importante se percibe de la revisión de los estudios multicaso publicados en revistas colombianas, en el sentido de la formalización de los aportes teóricos derivados de un estudio de caso bajo la forma de proposiciones de investigación (Popper, 1985; Thiétart, 1999; Miles y Huberman, 2003). La existencia de este tipo de declaraciones permitirá efectuar las separaciones convenientes entre las descripciones de hallazgos y las afirmaciones con potencial de generalización y susceptibles de refutación que emergen de estos.
La experiencia de investigación particular que se describe y analiza en este artículo no se presenta como un modelo a seguir. Se trata más bien del recuento de algunos pormenores de un proceso de investigación real, que enfrentó obstáculos y cambios de rumbo reales, pero que en medio de sus imperfecciones pretendió aprovechar las experiencias acumuladas para aprender y autodefinir su futuro. Se verificó entonces que los estudios multicaso difícilmente pueden desarrollarse mediante los procesos asépticos y totalmente controlados propios de los laboratorios, aceptándose más bien que las ambigüedades del trabajo en estudios de caso son, en alguna medida, intrínsecas a la empresa (Gerring, 2004), que una investigación basada en estudios de casos no se puede planear en su totalidad, en la medida en que su desarrollo está condicionado por numerosas variables no controladas por el investigador (Villareal y Landeta, 2010), y que no necesariamente todos los casos de un colectivo deben ser conducidos exactamente del mismo modo (Langley y Royer, 2006).
Conclusión
En este artículo se ha efectuado una reflexión sobre la conducción de estudios multicaso, orientados a la construcción de proposiciones teóricas. La revisión de las ideas fundamentales de Yin (2014) y de Stake (2006) permitió ilustrar que los métodos de investigación empleados para este propósito pueden ser bastante diferentes y que, por tanto, se hace necesario revisar posturas epistemológicas subyacentes y escoger la vía que coincide con las convicciones de los propios autores del estudio sobre las formas de construcción de conocimiento. Las condiciones en las que será ejecutada la investigación (tipo y cantidad de empresas de la población objetivo, tiempo y recursos, entre otras) y los fines de esta (corroboración de hipótesis de partida, comprensión de fenómenos, etc.) también deberán ser considerados. De acuerdo con las elecciones en este sentido, los protocolos de investigación podrán adoptar grados de formalidad diferentes, y permitirán o no cambios posteriores al inicio de los trabajos de campo.
La adopción de una perspectiva de aprendizaje orientada por el modelo propuesto por Kolb (1984) permitió organizar la reflexión para ilustrar una experiencia de ejecución con un estudio multicaso y terminar con algunas lecciones aprendidas de este proceso, dirigidas a investigadores o grupos de investigación interesados en conocer métodos alternativos. En diferentes aspectos, estos métodos se distancian de los planteamientos del autor más citado en el medio colombiano, para soportar teóricamente la realización de estudios multicaso (R. Yin), y adoptan más bien rutas de investigación más flexibles, respaldadas por los planteamientos de autores como R. Stake.
La experiencia documentada fue un proceso de conducción de un estudio multicaso, que se considera aplicable cuando se desea comprender un fenómeno, sin que el camino para analizarlo esté completamente estructurado al inicio de la investigación, cuando el número de investigadores responsables es reducido y cuando los estudios de caso que lo componen son de carácter instrumental. En esta experiencia, los diferentes casos incluidos en el estudio global asumieron diferentes papeles: dos casos de exploración, orientados a decidir la forma más apropiada de estudiar el terreno y escoger los constructos que concentrarán el interés de las indagaciones subsiguientes; un caso aprovechado para concretar la modelización del fenómeno de interés, tomando decisiones sobre las variables escogidas y a sus interrelaciones; y dos estudios adicionales que pretendieron cerrar el proceso de investigación-reflexión, haciendo un ejercicio de corroboración de la adecuación del modelo de análisis escogido.
La reflexión ex post facto de los autores conduce a afirmar que, cuando se trata de estudios multicaso, cuyos protagonistas son las empresas o sus actores, la búsqueda de casos idénticos o altamente similares limita significativamente la variedad de fenómenos que pueden ser analizados y, sobre todo, el número de situaciones de investigación que podrían abordarse con este tipo de estudios. Además, se resalta que un estudio multicaso de este tipo permite alcanzar propósitos como el seguimiento de la construcción de sentido, y la identificación de numerosos detalles que aumentan la comprensión de los fenómenos en su contexto.
Se ha concluido, complementariamente, que la replicación idéntica solo es posible cuando los casos individuales que harán parte de un estudio multicaso se ejecutan al mismo tiempo y, por tanto, cuando existe la suficiencia de investigadores para abordar este trabajo simultáneo. Por el contrario, cuando la planeación de la ejecución de los estudios adopta una perspectiva secuencial, existirá una tendencia natural a corregir los errores del caso precedente (en general inevitables) y a cambiar aquello que no ha funcionado; en consecuencia, el desarrollo de un nuevo estudio de caso difícilmente será igual al precedente.
Porque esta situación de simultaneidad en la ejecución de los casos no siempre es la enfrentada por los equipos de investigación, y porque los estudios de caso también pueden emplearse para analizar fenómenos difusos o débilmente estructurados con pocas ideas preconcebidas o proposiciones de partida, los autores de esta investigación tuvieron que definir un proceso alternativo adaptado a las circunstancias del momento de ejecución de su trabajo.
Los procesos de desarrollo de estudios multicaso que adoptan lógicas de razonamiento en bucle (inducción/abducción/deducción), como el que aquí ha sido ilustrado, no están libres de imperfecciones ni de limitaciones. Su ejecución difícilmente corresponde a los planes iniciales y toda presentación a posteriori de su diseño global será el resultado de un proceso de racionalización posterior que disimula las dudas, los cambios de dirección y de preguntas de investigación, los ensayos fallidos de retención de algunas variables, las particularidades del ambiente de cada empresa y de cada entrevistado, y la necesidad de adaptarse a innumerables situaciones imprevistas. Así, aunque el diseño de un estudio multicaso parezca armonioso y coherente sobre el papel, todas las dificultades de la investigación cualitativa son omnipresentes. Se trata, sin embargo, de asumir que los estudios organizativos fundamentados en análisis multicasos tienen fortalezas y debilidades, y que difícilmente podrán emular las condiciones controladas propias de otros diseños de investigación o de otras posturas epistemológicas.
En lugar de construir botes que traten de volar, debieran construirse botes que naveguen efectivamente [...]. Aún el mejor aeroplano construido no funcionará bien en el mar, y yo no veo pilotos que pierdan el sueño por eso. (Small, 2009, p. 28).