Así como se anunció en el editorial que acompañó a la publicación del número 83 de Innovar, ahora abrimos este espacio a la discusión de temas que creemos de interés para nuestros lectores. Al respecto, y recordando que en el 2021 esta revista cumplió 30 años de publicación ininterrumpida, considero relevante que en primera instancia dediquemos los próximos editoriales a conocer algunos de los hitos y desafíos de la revista en este periodo, a partir de los relatos de quienes fueron, en su momento, directores de Innovar. Así, los exeditores nos podrán presentar sus experiencias, anécdotas y percepciones de lo que han significado estas tres décadas de publicación para los campos disciplinares de la gestión y la contabilidad, tanto en Colombia como en Latinoamérica.

En particular, en esos editoriales, que se empezarán a publicar con el próximo número de la revista, se identifican incluso hechos históricos y poco conocidos que explican en parte el reconocimiento académico que ha recibido Innovar Basta con revisar algunos indicadores bibliométricos, como el índice H de Google Scholar Metrics, o el factor de impacto de Scopus, pese a sus deficiencias y críticas (^{Adams et al., 2019}; ^{Molas-Gallart & Ráfols, 2018}), para evidenciar este reconocimiento. Sin embargo, lo meritorio de lo anterior es que ello no implicó un giro en cuanto al enfoque o propósitos de la revista, pues aún sigue siendo un canal de difusión de trabajos de investigación en los campos de la gestión y la contabilidad en el contexto de los países latinoamericanos, cuyas necesidades y preocupaciones difieren de lo propio en países desarrollados.

En línea con lo anterior, y de manera gradual, los orígenes de los trabajos que recibimos se han extendido, pues si bien en 1991 se pensó en que Innovar podría servir de medio para divulgar la investigación realizada en la Universidad Nacional de Colombia, por lo que en ese entonces eran los Departamentos de Gestión Empresarial y Finanzas, hoy en la composición de los números encontramos trabajos aportados por investigadores de países como Brasil, Chile, España, México, Portugal y Colombia, por ejemplo. En el futuro próximo creo que esa característica de cierto regionalismo de la revista se mantendrá, dadas las necesidades particulares de nuestro contexto y realidad socioeconómica, que justifica el interés de los académicos locales por abordar asuntos de relevancia para las organizaciones en Latinoamérica.

Al respecto, mientras que los journals internacionales de gestión pública indagan sobre casos particulares en la implementación de prácticas de transparencia y los factores organizacionales que promueven u obstaculizan ese proceso, en nuestro contexto aún es importante considerar cómo se llega a acuerdos sobre la extensión en la divulgación de información pública y las herramientas con que cuentan los ciudadanos para acceder a esta, dadas ciertas características de nuestro entorno como el reducido acceso a Internet. Considero que Innovar, de este modo, sigue siendo leal a sus propósitos fundacionales, aun en una era en la que se privilegia la publicación en revistas de alto impacto, sin importar si esa investigación es relevante, ya sea para diagnosticar y visibilizar una problemática, o bien para proponer alternativas de mejora.

Una característica de Innovar desde su fundación ha sido el deseo de evitar la imposición de obstáculos que incidan en el tipo de trabajos que se publican, de suerte que nuestros lectores pueden estar seguros de que cada número incorpora aportes a la gestión y la contabilidad sin distinciones de afiliación u origen de los autores, de sus diseños metodológicos o de sus posicionamientos ontológicos y epistemológicos. Adicionalmente, se ha mantenido en estos treinta años de labores la recepción de artículos en cuatro idiomas: español, portugués, inglés y francés, una muestra de nuestro compromiso con la divulgación académica a través de un diálogo intercultural. Sin embargo, y de conformidad con los párrafos anteriores, la mayor parte de los trabajos publicados se encuentra en español y portugués, aunque el inglés gradualmente ha empezado a convertirse también en un idioma de amplio uso en Innovar, a diferencia del francés, que sigue siendo el idioma con menor presencia.

Sin embargo, llama la atención que tras más de treinta años de publicación de Innovar, las condiciones socioeconómicas del país no hayan cambiado mucho. En efecto, solo es necesario leer el editorial del primer número de Innovar, escrito por el profesor Francisco Rodríguez en 1991, para constatar que problemas como la desigualdad, la injusticia social y la violencia siguen vigentes. Tristemente hoy Colombia sigue siendo uno de los países más desiguales de América Latina, con un índice de Gini que oscila entre 0,56 y 0,67, dependiendo de si la estimación se hace con datos de la encuesta de hogares o se ajusta a través de la imputación de utilidades no distribuidas; con una tasa de pobreza que, para la población que no incluye indígenas ni afrodescendientes, es del 35% -para estas minoría se incrementa al 64% y 48%, respectivamente- (^{Comisión Económica para América Latina y el Caribe [Cepal], 2021}); y con un total de 61 víctimas en 23 masacres en lo que va corrido del 2022 -con corte al 17 de marzo- (^{Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, 2022}). Precisamente son estas particularidades las que merecen ser tenidas en cuenta en los estudios que los académicos locales en los campos de la gestión y la contabilidad realizan, y que pueden encontrar en Innovar un canal para su difusión.