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Revista Med

Print version ISSN 0121-5256

rev.fac.med vol.22 no.1 Bogotá Jan./June 2014

 

EDITORIAL

¿QUÉ ES LA EXCELENCIA EN MEDICINA?

Wilson Bautista-Molano MD, PhD(c)a

a Docente Posgrados Médicos UMNG - Hospital Militar Central. Co-editor Revista Med Facultad de Medicina UMNG. Reumatólogo Organización Sanitas Internacional


Definir exactamente qué es excelencia en el área de la salud y más específicamente en Medicina constituye un reto. Desde su surgimiento, el ejercicio de la medicina ha estado basado en un gran humanismo con dedicación para tratar de aliviar o curar el padecimiento de los hombres. En este contexto juegan un papel fundamental no solo los sistemas de salud de cada país, sino también las Universidades, quienes son las encargadas de la formación de los recursos humanos en salud con los parámetros y exigencias que este proceso requiere. Su objetivo estratégico es la formación de profesionales con una sólida preparación científica, técnica y humanística.

El reto de las universidades en su empeño de formar médicos y otros profesionales de la salud, es aun superior pues se desarrolla en el contexto de la era de la globalización y de la generación de nuevas tecnologías. La Universidad Médica comprometida con la sociedad en la formación y perfeccionamiento de los recursos humanos en salud que necesita, es responsable junto con la formación científica de los estudiantes, de contribuir a la formación y desarrollo de valores que deben caracterizar a los profesionales de la salud en nuestro país, acorde con los principios éticos y humanísticos comprometidos con las necesidades epidemiológicas del país. Lo anterior redundará finalmente en la excelencia de la competencia y el desempeño de estos profesionales.

Por lo tanto, el ejercicio médico exige un compromiso ético orientado a proporcionar una asistencia de calidad, poniendo siempre por delante los intereses del paciente. La medicina moderna emplea hoy en día un nuevo modelo de práctica clínica: la medicina basada en la evidencia (MBE) frente al modelo tradicional, sustentado únicamente en la experiencia y en conocimientos empíricos. La MBE promueve acudir a los mejores estudios de investigación como herramienta de la clínica diaria. Surge en el siglo XX al entrar la estadística y los estudios epidemiológicos en la práctica médica y ha ido desarrollándose como herramientas que posibilitan la revisión y evaluación crítica de la literatura científica. El médico, además de saber ejecutar y realizar determinadas técnicas, debe tener acceso a esta información y ser capaz de interpretarla críticamente. Si a ello une la capacidad de interpretación y análisis crítico del contexto actual del paciente basado en los hallazgos clínicos, estará en la vía de lograr la excelencia. El buen médico utiliza ambas, maestría clínica y MBE, porque ninguna basta por sí sola. La combinación de asistencia, investigación y docencia, y ejercer la medicina como una vocación de servicio es el camino que conduce a alcanzar la excelencia.

Los responsables de la Educación Médica Universitaria deben intentar dirigir la formación de los futuros médicos hacia la excelencia profesional.Se fomenta en ocasiones que los estudiantes se centren en obtener calificaciones satisfactorias, y no se hace énfasis en el aprendizaje. Así, estudian para aprobar y no para saber, alejándose enormemente de alcanzar el objetivo fundamental: la excelencia. Es por lo tanto necesario estimular la necesidad en los estudiantes de profundizar en los temas a través de libros, revistas y la utilización de bases de datos, es decir, de estudiar para saber, no solo para aprobar. Y en este asunto, la responsabilidad es conjunta y corresponde a estudiantes y profesores. La enseñanza debe estar fundamentada en la adquisición de competencias por parte del alumno durante el periodo de pregrado entendiéndose como tales al conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que el estudiante debe haber adquirido, de forma que le permita alcanzar una excelente práctica médica, adecuada al contexto social y epidemiológico en que se desarrollará. Es fundamental coordinar la relación entre las instituciones educativas (Facultades de Medicina) y las instituciones asistenciales (Hospitales y Clínicas), que intervienen en todas las fases de formación del Médico.

Las Universidades, y dentro de ella las Facultades de Medicina del país, tienen un desafío de importancia fundamental relacionados con la adecuada implementación de los actuales planes de estudio para dar cumplida respuesta a los principios que rigen la excelencia en medicina. Este sistema involucra en primer lugar al profesor-docente, pero también y en mayor proporción al estudiante, que pasa de ser un sujeto pasivo a serlo plenamente activo, implicado en el auto-aprendizaje que le va a exigir mayor esfuerzo y dedicación. En este contexto la vocación de servicio adquiere mayor importancia y se relaciona con la actitud o disposición del individuo para desarrollar sus actividades, en este caso la inclinación del estudiante para dedicarse a todas las actividades que debe desempeñar como estudiante y posteriormente como médico. De igual forma, el docente a través de la integración del conocimiento y la generación de espacios académicos que fomenten temas de discusión y de debate que hagan participe al estudiante, permitirá focalizar el talento y las habilidades de cada uno de ellos para llegar al objetivo común que es la excelencia.

Finalmente, la dupla docente-estudiante debe ser dinámica, interactiva, proactiva y flexible. El profesor-docente debe conocer mejor a su estudiante y debe ser un orientador obligado no solamente del conocimiento, sino de las actitudes, aptitudes, habilidades y destrezas. Obviamente debe despertar, estimular y orientar la actitud investigativa y/o capacidad crítico-analítica del alumno; con miras a que una vez fuera de la universidad, esas herramientas adquiridas le faciliten la excelencia. Todo lo anterior debe estar enmarcado dentro del concepto de humanismo que debe incluir también aspectos culturales relacionados con las otras áreas del conocimiento, con el fin de mantener la integralidad del ser humano (no es bueno solo saber de medicina). En definitiva, la sociedad exige un ejercicio médico de calidad y como actores del sistema todos estamos en la necesidad de conseguir la excelencia en el ejercicio profesional de la medicina.