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Revista Colombiana de Psicología

Print version ISSN 0121-5469

Rev. colomb. psicol. vol.22 no.1 Bogotá Jan./June 2013

 

Edad, Consciencia e Interiorización del Ideal Corporal como Predictores de Insatisfacción y Conductas Alimentarias Anómalas

Age, Awareness and Internalization of Body Ideal as Predictors of Body Dissatisfaction and Disordered Eating Behaviors

Idade, Consciência e Interiorização do Ideal Corporal como Preditoresde Insatisfação e Condutas Alimentares Anômalas

Adriana Amaya Hernández
Juan Manuel Mancilla Diaz
Georgina Leticia Álvarez Rayón
Mayaro Ortega Luyando
Maricruz Larios López
José Ignacio Martínez Guerrero
Universidad Nacional Autónoma de México, México, D.F.

La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a Adriana Amaya Hernández, e-mail: aamayah@hotmail.com.
Laboratorio de Trastornos del Comportamiento Alimentario. División de Investigación y Posgrado. Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM., Av. de los Barrios n.° 1, Los Reyes Iztacala, Tlalnepantla CP 54090, México.

*Agradecemos al CONACYT el financiamiento, con Registro n.° 131865, otorgado al Dr. Juan Manuel Mancilla Diaz y la beca, n.° 263772/223195, otorgada a la Psic. Adriana Amaya Hernández para estudios de posgrado.

Artículo de investigación científica
Recibido: 24 de marzo de 2012 - Aceptado: 20 de marzo de 2013


Resumen

Este estudio indaga si la edad, la consciencia y la interiorización del ideal corporal predicen la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas, en una muestra de 144 mujeres y 138 hombres, en dos grupos de diferentes edades (9-12 y 13-15 años). Para tal fin se aplicaron tres cuestionarios: Cuestionario de Imagen Corporal, Test Infantil de Actitudes Alimentarias y Cuestionario de Actitudes Socioculturales hacia la Apariencia. Mediante un modelo hipotético, que se probó a través de un path análisis, se concluye que la edad es un predictor directo de la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas en los hombres, mientras que la interiorización del ideal corporal es el principal predictor de la insatisfacción corporal en ambos sexos.

Palabras clave: trastornos del comportamiento alimentario, imagen corporal, medios de comunicación, preadolescentes.


Abstract

The aim of this study was to examine whether age, awareness, and internalization of body ideal predict body dissatisfaction and abnormal eating behaviors in men and women. An intentional, non-probabilistic sample of 144 women and 138 men was divided into two different age groups (9-12 and 13-15) that had to respond to the following questionnaires: Body Shape Questionnaire, Children's Eating Attitudes Test and Sociocultural Attitudes Towards Appearance Questionnaire - Revised. A hypothetical model tested through path analysis made it possible to conclude that age is a direct predictor of body dissatisfaction and abnormal eating behaviors in men, while the internalization of the body ideal is the main predictor of body dissatisfaction in both genders.

Keywords: eating disorders, body image, media, pre-adolescents.


Resumo

Este estudo indaga se a idade, a consciência e a interiorização do ideal corporal predizem a insatisfação corporal e as condutas alimentares anômalas, em uma amostra de 144 mulheres e 138 homens, em dois grupos de diferentes idades (9-12 e 13-15 anos). Para tal fim, aplicaram-se três questionários: Questionário de Imagem Corporal, Teste Infantil de Atitudes Alimentares e Questionário de Atitudes Socioculturais direcionadas à Aparência. Mediante um modelo hipotético, que se provou por meio de um path análise, conclui-se que a idade é um preditor direto da insatisfação corporal e as condutas alimentares anômalas nos homens, enquanto a interiorização do ideal corporal é o principal preditor da insatisfação corporal em ambos os sexos.

Palavra-chave: transtornos do comportamento alimentar, imagem corporal, meios de comunicação, pré-adolescentes.


Los Trastornos del Comportamiento Alimentario (TCA) son trastornos psicológicos que se caracterizan por presentar anormalidades en las actitudes y los comportamientos respecto a la ingestión de alimentos, alteraciones psicológicas, distorsión en la percepción corporal y un miedo intenso a la obesidad (APA, 2002).

La imagen corporal, que desempeña un papel fundamental en los TCA, se ha definido como una representación mental del cuerpo, resultado de las actitudes, las conductas, los sentimientos y las valoraciones que se hacen del mismo (Amaya, Alvarez, & Mancilla, 2010; Thompson, Heinberg, Altabe, & Tantleff-Dunn, 1999). Aunque la mayoría de las personas están inconformes con alguna parte de su cuerpo, dicho descontento no afecta sus actividades cotidianas, a lo cual se le ha reconocido como malestar normativo. No obstante, para otras personas el malestar con su imagen corporal desencadena conductas nocivas para la salud con la finalidad de modificar su apariencia; esto se ha identificado como insatisfacción corporal (Devlin & Zhu, 2001).

La insatisfacción corporal se considera el principal precursor y mantenedor de los TCA (Sepúlveda, Botella, & León, 2001; Thompson & Stice, 2001; Vázquez et al., 2005), por lo cual, es indispensable su inclusión en el proceso de diagnóstico de estas psicopatologías (APA, 2002). Hasta principios de la década de los años 90 la insatisfacción corporal constituía una problemática exclusiva de la población femenina; no obstante, actualmente se cuenta con una diversidad de investigaciones que prueban que la insatisfacción corporal se manifiesta en ambos sexos (Amaya et al., 2010; Mancilla, Vázquez, Mancilla, Amaya, & Alvarez, 2012; Ricciardelli & McCabe, 2001).

La insatisfacción corporal se ha vinculado al deseo de tener un cuerpo esbelto, principalmente entre las mujeres; ejemplo de esta afirmación es el estudio de Muth y Cash (1997), quienes examinaron las diferencias entre sexos con relación a la imagen corporal en 136 hombres y 141 mujeres, de entre 18 y 49 años de edad. Los autores reportan que las mujeres tuvieron evaluaciones más negativas de su imagen corporal que los hombres, ya que juzgaban estar excedidas de peso. Bardone-Cone, Cass y Ford (2008) confirmaron estos resultados en una muestra de 111 varones y 236 mujeres, de entre 18 y 23 años. Estas investigaciones permiten afirmar que las mujeres son más propensas a sentirse insatisfechas con su imagen corporal en comparación con los varones, lo cual se ha adjudicado a los medios de comunicación que han perpetuado y reforzado la idea de que el rol más importante de la mujer es ser atractiva físicamente, entendido como la posesión de un cuerpo delgado.

Entre los estudios que han evaluado la satisfacción con la imagen corporal en varones está el de Ricciardelli, McCabe y Banfield (2000), en el que entrevistaron a 40 adolescentes de entre 12 y 15 años de edad, y hallaron que los participantes insatisfechos con su imagen corporal referían estar inconformes debido a su bajo tono muscular. A diferencia de las mujeres, la insatisfacción corporal en varones puede tener dos vertientes: una de ellas es la delgadez y la otra la musculatura (McCabe & Ricciardelli, 2004), siendo esta última la de mayor anhelo entre los hombres, según lo mencionan McCabe, Ricciardelli y Holt (2010) en un estudio en el que participaron 590 adolescentes (344 hombres y 246 mujeres) de entre 11 y 16 años de edad. A partir de estos hallazgos se puede deducir que la insatisfacción corporal también está presente entre los varones, pero con un matiz diferente al de las mujeres.

Sin embargo, el sexo no es el único factor biológico involucrado en el desarrollo de la insatisfacción corporal, ya que la edad también lo está, pues es la adolescencia —12 a 18 años de edad (OPS, 2008)— la etapa del desarrollo humano con mayor susceptibilidad para presentar insatisfacción corporal, debido a los cambios psicológicos y físicos que conlleva la misma (Bearman, Presnell, Martinez, & Stice, 2006; Knauss, Paxton, & Alsaker, 2007; Presnell, Bearman, & Madeley, 2007). Al respecto, Gómez, Alvarado, Moreno, Saloma y Pineda (2001), compararon tres grupos de diferentes edades: prepúberes (6-9 años), púberes (10-12 años) y adolescentes (13-19 años), y encontraron que los últimos tenían el nivel más alto de insatisfacción corporal. Un trabajo más reciente es el de Bully y Elousa (2011), donde participaron 935 adolescentes de entre 10 y 18 años de edad; esta investigación tenía como objetivo conocer el nivel de insatisfacción corporal en adolescentes; las autoras señalan que la insatisfacción corporal va incrementando con la edad en las mujeres, pero no con los varones.

En la actualidad, la generalización de la insatisfacción corporal ha desencadenado campañas que tienen la finalidad de vender o dar a conocer productos y métodos para modificar la apariencia física, de tal forma que hoy en día cualquier persona, independientemente de su edad o su sexo, utilice innumerables métodos para alterar su imagen corporal, siendo las conductas alimentarias anómalas la práctica más frecuente; ejemplo de ellas son: la restricción alimentaria, los ayunos, el uso de laxantes o diuréticos, entre otras, las cuales también han contribuido al desarrollo o mantenimiento de los TCA (Meyer & Gast, 2008; Stice, 2002; Wojtowicz & von Ranson, 2012).

Se sabe que el anhelo de tener un cuerpo delgado o musculoso es producto de los estándares socialmente aceptados (Thompson et al., 1999), en donde la consciencia y la interiorización del ideal corporal son dos indicadores del efecto de los factores socioculturales. Algunas investigaciones afirman que los medios de comunicación se consideran el principal emisor y facilitador para alcanzar el estándar corporal socialmente aceptable, el cual, posteriormente es alentado por los pares y los padres (Alvarez, Nieto, Mancilla, Vázquez, & Ocampo, 2007; Cusumano & Thompson, 1997; Forbes et al., 2005; Heinberg, Thompson, & Stormer, 1995; Levine, Smolak, & Hayden, 1994; McCabe et al., 2010). La exposición a las imágenes corporales que se transmiten en los medios de comunicación origina la consciencia del ideal corporal y en algunos casos la interiorización del ideal corporal. La diferencia entre los dos conceptos radica en que algunas personas pueden reconocer las normas sociales sobre el ideal de belleza imperante en un determinado momento y no realizar alguna conducta para alcanzarlo, a lo cual se le ha denominado consciencia del ideal corporal; mientras que otras personas pueden no solo reconocer dicho ideal, sino además adoptarlo como propio y realizar conductas encaminadas a alcanzarlo, a lo cual se le conoce como interiorización del ideal corporal (Cusumano & Thompson, 1997; Heinberg et al., 1995; Smolak, Levine, & Thompson, 2001; Thompson & Stice, 2001).

Estudios para evaluar la consciencia del ideal corporal, como el de Sands y Wardle (2003) y Fingeret y Gleaves (2004), que trabajaron con muestras de mujeres de entre 9 y 12 años y de entre 18 y 45 años de edad, respectivamente, concluyen que la consciencia es un predictor directo de la insatisfacción corporal, lo cual coincide con estudios previos, que también señalan que la consciencia del ideal corporal predice la dieta restrictiva y la sintomatología asociada a la bulimia nerviosa (Cusumano & Thompson, 2001; Heinberg et al., 1995).

En investigaciones que han evaluado en un mismo momento la consciencia y la interiorización se ha enunciado que esta última es el principal y mejor predictor de problemas con la imagen corporal y la conducta alimentaria (Heinberg et al., 1995; Thompson & Stice, 2001); incluso se ha sugerido que la consciencia antecede a la interiorización (Cusumano & Thompson, 1997).

Es por ello que la interiorización del ideal corporal ha recibido mayor atención en el estudio de la insatisfacción corporal y la conducta alimentaria anómala. Ejemplo de esto es el estudio de Knauss et al. (2007), quienes evaluaron la contribución del ideal corporal en el desarrollo de la insatisfacción corporal en hombres (n=819) y mujeres (n=791) adolescentes, hallando que la interiorización es un importante predictor de la insatisfacción en mujeres, pero no en hombres. Knauss et al. Manifiestan que esta diferencia entre sexos radica en que las mujeres son expuestas en mayor medida al ideal de delgadez, a través de los medios de comunicación. En el mismo año, Alvarez et al. también exploraron la presencia de la interiorización del modelo estético corporal de delgadez, en 48 mujeres de entre 34 y 46 años de edad; a manera de conclusión, los autores afirman que más de la mitad de la muestra había interiorizado el ideal de delgadez. Este efecto predictivo de la interiorización sobre la insatisfacción corporal también se ha observado en estudios recientes (Dittmar, Halliwell, & Stirling, 2009; Fitzsimmons-Craft et al., 2012; Gilbert, Crump, Madhere, & Schutz, 2009; Yamazaki & Omori, 2011). Otras investigaciones han advertido que la interiorización también está asociada a la motivación para adelgazar (Heinberg et al., 2008) y que puede ser mediadora del efecto de las influencias socioculturales sobre la insatisfacción corporal o la sintomatología de bulimia nerviosa (Sands & Wardle, 2003; Stice, Nemeroff, & Shaw, 1996; Thompson & Stice, 2001).

Los hallazgos descritos anteriormente son el resultado de investigaciones realizadas, principalmente, con muestras de mujeres entre la adolescencia y la adultez temprana; sin embargo, esto no sugiere que sea un problema exclusivo de este sexo o de estas etapas del desarrollo, ya que en los aún escasos estudios con preadolescentes (Sands & Wardle, 2003) se ha confirmado que la consciencia y la interiorización tienen efecto directo sobre la insatisfacción. De la misma manera, en revisiones sistemáticas recientes (Amaya et al., 2010; Mancilla et al., 2012) se ha acentuado la necesidad de continuar estudiando la insatisfacción corporal allegando muestras de diferentes edades y población masculina. Por otra parte, Cafri, Yamamiya, Brannick y Thompson (2005), quienes realizaron un meta-análisis de las influencias socioculturales en la imagen corporal, aluden que los estudios de consciencia e interiorización en muestras de varones son escasas. Finalmente, es cierto que existen una diversidad de estudios que abordan el efecto de sexo, edad, consciencia e interiorización del ideal corporal sobre la imagen corporal, pero estos lo hacen de forma independiente, por lo cual, se considera necesario examinar la interacción entre estas variables, para conocer los factores que están asociados y contribuyen a la insatisfacción de la imagen corporal. Por tanto, el propósito de este estudio fue examinar el rol de la edad, la consciencia y la interiorización del ideal corporal en la predicción de la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas en hombres y mujeres.

En la Figura 1 se observa el modelo hipotético de este estudio, del cual es necesario destacar que la consciencia del ideal corporal solo afecta de forma directa a la interiorización, misma que será mediadora del efecto de la consciencia sobre la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas. Además se espera que los grupos de mayor edad (13-15 años), revelen puntuaciones más elevadas en insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas.

Método

Participantes

La muestra fue no probabilística de tipo intencional, conformada por 282 estudiantes, divididos en dos grupos de acuerdo con su sexo: 144 mujeres (51.06%) y 138 hombres (48.94%). Cada uno de estos grupos fue nuevamente fraccionado en dos subgrupos según su edad: uno de 9 a 12 años y otro de 13 a 15 años de edad (ver Tabla 1). Todos los participantes residían en la zona metropolitana de Ciudad de México y asistían a escuelas públicas y privadas de enseñanza básica y media, específicamente en el municipio de Tlalnepantla de Baz, zona urbanizada que cuenta con ~664,225 habitantes (INEGI, 2011). El Índice de Desarrollo Humano en este municipio es de 0,8426 y su ingreso de producto interno bruto per capita es de 14,702 dólares por año (INAFED, 2012). La información demográfica obtenida por las autoridades escolares indica que los participantes son de clase media-baja.

Instrumentos

Para evaluar la insatisfacción corporal se empleó el Cuestionario de Imagen Corporal (BSQ, por sus siglas en inglés) diseñado como un instrumento de autorreporte (Cooper, Taylor, Cooper, & Fairburn, 1987) que consta de 34 ítems, con seis opciones de respuesta tipo Likert (nunca =1, siempre =6). En México se cuenta con dos versiones del BSQ: femenina y masculina. En cuanto a la primera de estas (Vázquez, Galán, López, Alvarez, & Mancilla, 2011) en mujeres de entre 13 y 30 años de edad, se encontró que posee una excelente consistencia interna (α=.98) y una estructura de dos factores, que son: malestar corporal normativo y malestar corporal patológico. Con respecto a la versión masculina (Mendoza et al., 2010) en varones de entre 12 y 30 años de edad, también mostró poseer una excelente consistencia interna (α=.94) y una estructura de tres factores: insatisfacción corporal general, insatisfacción corporal pro-adelgazamiento e insatisfacción corporal pro-musculatura. En el presente estudio se consideró la puntuación total de cada versión, como indicador de insatisfacción corporal, las cuales obtuvieron un coeficiente alpha de Cronbach de .97 para las mujeres y de .95 para los varones.

Para evaluar actitudes y conductas alimentarias en niños se utilizó el Test Infantil de Actitudes Alimentarias (ChEAT, por sus siglas en inglés), que es un cuestionario de autorreporte, consta de 26 reactivos con 6 opciones de respuesta tipo Likert que van de nunca a siempre (Maloney, McGuire, & Daniels, 1988). El ChEAT fue adaptado a población mexicana de entre 9 y 15 años de edad (Escoto & Camacho, 2008), donde se refiere que posee consistencia interna adecuada (α=.82) y una estructura de 5 factores, los cuales son: motivación para adelgazar, evitación de alimentos engordantes, preocupación por la comida, conductas compensatorias y presión social percibida. En este estudio se consideró la puntuación total del test como indicador de conductas alimentarias anómalas, obteniendo un coeficiente alpha de Cronbach de .82 para esta muestra.

Para estimar la interiorización y la consciencia del ideal corporal se empleó el Cuestionario de Actitudes Socioculturales hacia la Apariencia, versión revisada (SATAQ-R, por sus siglas en inglés; Cusumano & Thompson, 1997). Consta de 21 reactivos con cinco opciones de respuesta tipo Likert (completamente de acuerdo =1 a completamente en desacuerdo =5). Cusumano y Thompson refieren que, en mujeres estadounidenses de entre 18 y 49 años de edad, el SATAQ-R cuenta con dos factores, que son: consciencia del ideal corporal (α=.83) con 11 reactivos e interiorización del ideal corporal (α=.89) con 10 reactivos. En la revisión para los fines del presente estudio no se encontró un análisis de la adaptación y la evaluación de las propiedades psicométricas de este instrumento en población mexicana. No obstante, en la muestra de este estudio el alpha de Cronbach fue de .92 para interiorización y de .88 para consciencia.

Procedimiento

Para dar respuesta al objetivo de esta investigación se planearon dos fases, que se describen a continuación.

Fase 1: Estandarización de instrumentos. Teniendo en cuenta que de los tres instrumentos que se emplearon en este estudio solo el CHEAT ha sido utilizado en mujeres y hombres de entre 9 y 15 años de edad, fue necesario realizar la adaptación y la evaluación de las propiedades psicométricas de los instrumentos restantes, para lo cual, participaron hombres y mujeres de escuelas públicas y privadas de enseñanza básica y media, de edades en ese rango (BSQ-Mujeres: M=11.76, DE=1.54; BSQ-Hombres: M=11.20, DE=1.73; SATAQ-R: M=12.37, DE=1.70). En la Tabla 2 se presenta el tamaño de la muestra, los datos de confiabilidad y validez de constructo del SATAQ-R y del BSQ femenino y masculino. En todos los cuestionarios fue necesario eliminar reactivos, ya que sus cargas ponderales fueron menores a .40 de acuerdo con el análisis factorial exploratorio (AFE): en el SATAQ-R se eliminaron los reactivos 4, 6, 12, 17 y 21, que se caracterizan por estar redactados en forma negativa (e.g.,"Yo no deseo parecerme a las modelos que aparecen en las revistas"); del BSQ femenino se excluyeron los ítems 26 y 32, que se refieren al uso de laxantes y la provocación del vómito como métodos para adelgazar; del BSQ masculino se descartaron los reactivos 3 y 14 que hacen mención al deseo de mayor musculatura, el ítem 7 sobre sentimientos relacionados con el cuerpo y el 26 sobre uso de laxantes y provocación del vómito para adelgazar. Finalmente, en la Tabla 3 se muestran los índices de ajuste derivados del análisis factorial confirmatorio (AFC), que corroboran las estructuras factoriales derivadas del AFE para cada uno de los instrumentos.

Fase 2: Aplicación de instrumentos. Ya que se contaba con las cualidades psicométricas de cada uno de los instrumentos, se acudió a instituciones educativas —de primaria y de secundaria— para presentar el protocolo de la investigación. Después de que este fue aprobado, las autoridades institucionales asignaron los grupos de 30 a 40 estudiantes, que participarían y cedieron una clase por grupo, de 45 minutos aproximadamente, para la aplicación de la batería, la cual se realizó en un salón de clases. Antes de la aplicación de los instrumentos por parte de los autores de este trabajo, se recabó el consentimiento informado de los padres o tutores; posteriormente, los investigadores acudieron a cada uno de los grupos, para explicarles el propósito del estudio, las instrucciones para responder la batería y se les pidió que levantaran la mano cuando tuvieran alguna duda, para aclarársela y pudieran continuar respondiendo.

Considerando que el tiempo permitido por las autoridades educativas para realizar la aplicación era limitado y que, aunado a ello, la lectura y la comprensión de los reactivos en participantes de entre 9 y 12 años requiere mayor tiempo, se decidió que, para este grupo de edad, uno de los investigadores leyera en voz alta los reactivos, mientras que los participantes respondían de forma individual y en silencio; mientras que los participantes de 13 a 15 años leyeron y respondieron de forma individual y en silencio. Al terminar de responder los cuestionarios se revisó que ningún participante hubiera dejado reactivos sin respuesta o con doble respuesta y, cuando ese era el caso, se asistía individualmente al participante para aclarar la situación.

Análisis de Datos

Para conocer las diferencias por edad en insatisfacción corporal, conductas alimentarias anómalas, consciencia e interiorización del ideal corporal se realizó una t de Student, a través del programa estadístico SPSS (versión 20). Finalmente, se realizó un path análisis mediante el programa EQS (versión 6.1) para estimar el efecto predictivo de la edad, la consciencia y la interiorización del ideal corporal sobre la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias en cada sexo. Se empleó el método de máxima verosimilitud, así como los índices de Lagrange y de Wald para optimizar el ajuste. Los índices de ajuste considerados fueron los siguientes: (a) estadístico X2, el cual se espera que no sea significativo, pero ya que este es muy sensible al tamaño de la muestra, se ha propuesto dividirlo entre los grados de libertad (Kline, 1998), sabiendo que un valor menor a 3 y mayor a 1 denota un ajuste aceptable; (b) el NFI (índice de ajuste normado), el CFI (índice de ajuste comparativo), el IFI (índice de ajuste incrementado), el GFI (índice de bondad de ajuste) y la versión ajustada (AGFI) de este último, para los cuales se han sugerido como deseables valores ≥.95 (Finch & West, 1997; Pérez, Chacón, & Moreno, 2000; Schreiber, Stage, King, Nora, & Barlow, 2006); (c) el residuo estandarizado cuadrático medio (SRMR), cuyo valor recomendado es ≤.08 (Finch & West, 1997; Pérez et al., 2000; Schreiber et al., 2006); y (d) el error cuadrático medio de la aproximación (RMSEA), para el cual se proponen valores ≤.06 (Finch & West, 1997; Pérez et al., 2000; Schreiber et al., 2006). Es necesario mencionar que cuando se usan variables nominales en los path análisis, estas deben tener solo dos categorías, las cuales son codificadas con 0 y 1. En este estudio la variable nominal fue el grupo de edad y se codificó con 0 al grupo de 9 a 12 años y con 1 al grupo de 13 a 15 años de edad, de tal manera que si el valor estimado es negativo se adjudica al grupo codificado con 0 y si es positivo al codificado con 1.

Resultados

Como se observa en la Tabla 4, el análisis t de Student identificó diferencias entre grupos de edad en insatisfacción corporal, para ambos sexos; mientras que en las conductas alimentarias anómalas solo se encontraron diferencias entre los grupos de hombres. Finalmente, para la consciencia y la interiorización del ideal corporal en los grupos de mujeres se observaron diferencias significativas, pero no así en los varones.

En la Figura 2 se muestra el modelo final para el grupo de mujeres, que obtuvo excelentes índices de ajuste (X2=2.506, p<.285; NFI=.991; CFI=.998; IFI=.998; GFI=.993; AGFI=.948; SRMR=.021; RMSEA=.042). Contradiciendo la hipótesis planteada en este estudio, puesto que el grupo de edad solo fue predictor de la consciencia del ideal corporal, de tal forma que en el grupo de mujeres, a mayor edad se tiene mayor consciencia del ideal corporal. Aunado a ello, la interiorización del ideal corporal fue el principal predictor de la insatisfacción corporal, pero no de las conductas alimentarias anómalas. Finalmente, como se esperaba, las conductas alimentarias anómalas solo fueron predichas por la insatisfacción corporal. Con este modelo se explicó el 48.1% de la varianza de insatisfacción corporal y el 16.4% de conductas alimentarias anómalas.

Para el modelo de hombres (ver Figura 3) también se obtuvieron excelentes índices de ajuste: (X2=2.425, p<.787; NFI=.992; CFI=.999; IFI=.999; GFI=.979; AGFI=.999; SRMR=.023; RMSEA=.000). No obstante, en este modelo el grupo de edad sí fue un predictor directo de la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas, pero, contrario a la hipótesis planteada, en los hombres, a menor edad se observó mayor insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas. Otros senderos significativos fueron la predicción de la interiorización a través de la consciencia del ideal corporal y la predicción de las conductas alimentarias anómalas mediante la insatisfacción corporal. Con este modelo se explicó el 43.3% de la varianza de insatisfacción corporal y el 46.3% de conductas alimentarias anómalas. Finalmente, como se había hipotetizado, en ambos modelos el efecto de la consciencia sobre la insatisfacción corporal fue mediado por la interiorización del ideal corporal, pero no así sobre las conductas alimentarias anómalas.

Discusión

Para ambos modelos —hombres y mujeres— se esperaba que la interiorización del ideal corporal tuviera efecto directo tanto en la insatisfacción corporal como en las conductas alimentarias anómalas (Cusumano & Thompson, 2001; Heinberg et al., 1995); sin embargo, el path análisis elaborado sugirió que solo explica un alto porcentaje de la varianza de la insatisfacción corporal, lo cual coincide con investigaciones anteriores (Alvarez et al., 2007; Cusumano & Thompson, 1997; Heinberg et al., 2008; Stice & Shaw, 1994; Thompson & Stice, 2001); además, confirma que la interiorización es mejor predictor que la consciencia del ideal corporal, y que esta última precede a la interiorización del ideal corporal (Cusumano & Thompson, 1997; Heinberg et al., 1995; Thompson & Stice, 2001). Estos resultados también apoyan estudios previos con preadolescentes en los que se destaca la importancia de la interiorización del ideal corporal en el desarrollo de la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas (Cusumano & Thompson, 2001; Sands & Wardle, 2003).

En la literatura se ha mencionado que la edad y los cambios físicos que conlleva afectan de forma directa y negativamente la imagen corporal, por lo cual, se afirma que a mayor edad mayor insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas (Amaya et al., 2010; Mancilla et al., 2012). Ello se observó en la muestra femenina de este estudio, pero no en la de varones, donde el grupo de menor edad obtuvo las puntuaciones más elevadas en insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas. Estos resultados coinciden con estudios previos en los que se sugiere que la insatisfacción corporal en los varones incrementa entre los 8 y los 12 años y disminuye entre los 12 y los 15 años (Field et al., 2001; Herrero & Viña, 2005; McCabe & Ricciardelli, 2005). Estos datos resultan relevantes, porque permiten deducir que cada etapa del ciclo de la vida tiene un impacto en la imagen corporal, por lo cual, aunque la adolescencia es considerada la etapa del desarrollo con mayor vulnerabilidad para presentar insatisfacción corporal y conductas alimentarias anómalas, no se debe pasar por alto que estas son parte de un proceso y que no aparecen de forma repentina; por ello, se sugiere que futuros estudios continúen analizando el desarrollo de la insatisfacción corporal incluyendo más etapas del desarrollo humano de las que se consideraron en esta investigación.

La presente investigación apoya estudios previos en los que se afirma que la sintomatología asociada a los TCA difiere entre hombres y mujeres (Bardone-Cone et al., 2008; Knauss et al., 2007; Muth & Cash, 1997). Sumado a esto, la insatisfacción corporal en hombres y mujeres tiene diferentes raíces y, como se demostró en este estudio, también se desarrolla de variadas formas. Esto permite concluir que aunque la insatisfacción corporal es producto de factores biopsicosociales en hombres y mujeres, no afectan de la misma manera a ambos sexos, por lo cual, se sugiere que en futuras investigaciones estas diferencias sean tenidas en cuenta.

Una de las principales aportaciones que hace este estudio es satisfacer la necesidad de contar con instrumentos válidos y confiables, que permiten estimar conductas de riesgo en hombres y mujeres no solo adolescentes, sino también en preadolescentes, ya que anteriormente se afirmaba que una de las principales limitaciones en la literatura era el no contar con medidas adecuadas a la población de estudio (Heinberg et al., 2008; Thompson et al., 1999), además de aportar conocimiento respecto al rol de la edad y el sexo en el desarrollo de la insatisfacción corporal y las conductas alimentarias anómalas.

Por otra parte, y teniendo en cuenta el inevitable e insistente énfasis que los medios de comunicación hacen sobre los ideales corporales, se sugiere que futuras investigaciones desarrollen programas preventivos, dirigidos a preadolescentes y adolescentes, que tengan como finalidad formar audiencias críticas capaces de cuestionar la veracidad del ideal estético corporal evocado en esos medios, ya que se ha documentado que este tipo de prevención ha logrado reducir, específicamente, la interiorización del ideal de delgadez en mujeres adultas (Irving, DuPen, & Berel, 1998). Además, considerando que el tipo de muestreo utilizado en el presente estudio obstaculiza la generalización de los hallazgos, se recomienda que en estudios venideros se trabaje con muestras de diferentes edades, con pacientes diagnosticados con psicopatologías relacionadas con la imagen corporal o las conductas alimentarias, además de considerar muestras probabilísticas que permitan fortalecer las evidencias referidas a lo largo de este escrito.


Referencias

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