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Nómadas

Print version ISSN 0121-7550

Nómadas  no.29 Bogotá July/Dec. 2008

 

Reflexividad en la investigación cualitativa: narrar, visualizar y dialogar*

Reflexivity in qualitative research: narrating, visualizing and dialoguing

Humberto Cubides C.** y Patricia Guerrero R.***

* Se presentan aquí los resultados parciales de la investigación "Jóvenes, participación política y formación democrática", desarrollada en Bogotá por el IESCO de la Universidad Central, con la cofinanciación de Colciencias. El equipo de investigación está integrado por Humberto Cubides (investigador principal), Patricia Guerrero y José A. Salinas (coinvestigadores) y Catherine Peña, Yenny Vargas, Mónica Vargas, Arley Daza y Francy Moncada (auxiliares). Un estudio paralelo se realiza en Medellín con el concurso de un grupo de investigadores pertenecientes al Instituto de Estudios Políticos de la Universidad de Antioquia.

** Coordinador de la línea de Comunicación-Educación y docente-investigador del IESCO - Universidad Central. E-mail: hjcubides@hotmail.com

*** Psicóloga de la Universidad Nacional de Colombia y Magíster en Español como segunda lengua de la Universidad de León - Funiber (España). Investigadora de la línea de Comunicación-Educación del IESCO - Universidad Central. E-mail: pmaromera@hotmail.com

ORIGINAL RECIBIDO: 08-IX-2008 – ACEPTADO: 15-X-2008


El artículo analiza dos talleres reflexivos desarrollados con grupos de jóvenes de la ciudad de Bogotá vinculados a un estudio sobre participación política: en el primero se produjeron relatos biográficos sobre las dinámicas de integración de cada miembro a su colectivo y el segundo versó sobre procesos de expresión y comunicación de los grupos, cuyo punto de partida fue la presentación de un video realizado por el equipo de investigación. El análisis presenta, simultáneamente, las contingencias de la reflexividad en investigados e investigadores. Al final se introducen elementos para la discusión sobre las relaciones entre los aspectos abordados, y el significado de esta propuesta para la investigación cualitativa de corte reflexivo.

Palabras clave: investigación cualitativa, reflexividad, expresión, comunicación, reconocimiento, diálogo, producción audiovisual.

O artigo analisa duas oficinas reflexivas desenvolvidas com grupos de jovens da cidade de Bogotá vinculados a um estudo sobre participação política: na primeira produziram-se relatos biográficos sobre as dinâmicas de integração de cada membro a seu coletivo e a segunda é sobre os processos de expressão e comunicação dos grupos, cujo ponto de partida foi a apresentação de um vídeo realizado pela equipe da pesquisa. A análise apresenta, simultaneamente, as contingências da refletividade em pesquisado e pesquisadores. Afinal introduzem-se elementos para a discussão sobre as relaciones entre os aspectos abordados, e o significado de esta proposta para a pesquisa qualitativa de corte reflexivo.

Palavras-chaves: pesquisa qualitativa, refletividade, expressão, comunicação, reconhecimento, diálogo, produção audiovisual.

The article analyzes two reflexive workshops developed with youth groups from Bogotá, linked to a study about political participation. The first workshop was developed around the biographical narratives regarding the integration process of the youngsters to their group. The second one dialed with the group processes of expression and communication, starting from the screening of a video recorded by the research team. Simultaneously, the analysis shows the contingency of reflexivity in the target group and in the researchers. Finally, some aspects to debate the relationship between the tackled issues and the significance of this proposal to the reflexive qualitative research were introduced.

Keywords: qualitative investigation, reflexivity, expression, communication, recognition, dialogue, audiovisual.


Introducción

Este texto presenta una parte de la construcción analítica con la cual se realiza la investigación en la que participan un conjunto de agrupaciones de jóvenes que despliegan sus modos de relación y de actuar en la ciudad de Bogotá, generando distintas propuestas (estéticas, éticoecológicas y comunitarias) parcialmente distantes del control del Estado, de las instituciones y de los partidos políticos1. Dicha construcción apeló a una serie de operaciones mediante las cuales el equipo de investigación buscó establecer vínculos con tales grupos en donde la sensibilidad y la intuición se integraran al necesario rigor metodológico2.

En primer lugar se realizó un ejercicio destinado a producir relatos biográficos de las dinámicas de integración de cada joven a su colectivo, el cual partió del supuesto de que el poder-narrar está sometido a las mismas condiciones de la acción, cuya estructura en trama constituye la mímesis, es decir, combina al tiempo personajes y acontecimientos (Ricoeur, 2006: 316)3. Los resultados de este ejercicio se desplegaron en cinco líneas de sentido obtenidas mediante una lectura pragmática4 de las memorias de la discusión y de los escritos generados por los jóvenes en el mismo taller, en una doble operación de reconstrucción de la historia y la experiencia en los investigados y de reconocimiento en las mismas por parte de los investigadores, referidas ambas a las figuras del recuerdo, del presente y del porvenir. La primera de ellas, estuvo relacionada con el recuerdo sobre el origen de la vinculación o surgimiento del grupo. Esta comprensión de la génesis del colectivo evidentemente no se separó de lo que éste significa para los sujetos; aparecieron entonces ideas que tendían a referirse al presente de la actuación. Unido a lo anterior, emergieron respuestas referidas al devenir de la acción colectiva, es decir, lo que ella produce. La acción de los colectivos se encontró también ligada a un esfuerzo por crear otros principios valorativos que la encauzaran con miras a distanciarse de la modelización capitalista o institucional, así ocasionalmente adquirieran denotaciones convencionales. Finalmente, las vías de reconocimiento de los integrantes de los colectivos transitaron hasta percatarse de las modalidades de articulación y de las redes construidas en la acción conjunta.

El reconocimiento de las prácticas por parte de los mismos jóvenes que las desarrollan, mostró que el tiempo puede dejar de ser padecido por los sujetos, y, más bien, aflora como una dimensión en la cual los recuerdos y los sueños resultan efectuables. Allí, el narrar tomó el lugar central de la acción investigativa, pero se complementó, como era presumible, con un procedimiento dialógico.

La segunda operación metodológica tuvo que ver con la realización de un taller sobre procesos de expresión y comunicación de los grupos estudiados, aspectos que no están desligados del trabajo de reconocimiento. Su punto de partida fue la presentación de un corto video que mostró la manera en que el equipo de investigación se vio afectado por la actuación de cada colectivo, así como su comprensión inicial de tales procesos. El desarrollo del taller se sustentó en un diálogo establecido entre dos agrupaciones similares, mediado por los investigadores a través de comentarios o preguntas relacionadas con las particularidades de los grupos plasmadas en el video, en el diálogo se contrastó el decir sobre aquellos con el decir sobre sí mismos.

En la dimensión dialógica entre grupos, se trataba de que cada uno de ellos produjera una imagen global del modo de ser del otro y de la impresión que había dejado en quienes los habíamos estado acompañando durante algunos meses, proceso que entendimos como la conformación de una estructura en permanente flujo y cambio, en tanto portadora de singularidades y de rasgos de expresión; igualmente, que interrogara las formas de relación y el sentido de las acciones del grupo par y respondiera a las inquietudes de aquel, de modo que resultaran más comprensibles para todos.

Vale aclarar que para el análisis hacemos una separación un tanto artificial frente a la particularidad de lo expresivo y lo comunicativo; en consecuencia, las definiciones asumidas distinguen también entre uno y otro fenómeno. En cuanto a la expresión, de acuerdo con Spinoza (2005), entendemos que cada sujeto, individual o colectivo, tiene una forma de vibrar, un manera de ser afectado y unas relaciones que lo caracterizan. En lo que hace y dice expresa su modo de ser singular. De otra parte, siguiendo la interpretación que Capra (2002) hace de Bateson, la comunicación se refiere a los procesos de coordinación de las acciones de un organismo que conllevan ajustes o cambios tanto en su conducta, como en la de otros. Los resultados de nuestro análisis son expuestos de manera separada en la segunda parte de este artículo.

No obstante, podemos decir que la preocupación central de este ensayo está conformada por el problema de la reflexividad en la investigación. Debido a esto, al tiempo que damos cuenta de los temas de reconocimiento, expresión y comunicación, exponemos las contingencias reflexivas del estudio, implicándonos directamente como investigadores. En términos generales, la reflexividad consiste en el conocimiento que tengamos de la capacidad de comprensión acerca de nuestro modo de ser singular y de la forma en que este se expresa. Ahora bien, si aceptamos la existencia de distintos niveles de conocimiento en relación con los planos de la individualidad (Spinoza, 2005), así como la presencia de distintos grados de aprendizaje (Bateson, 1998), existirían dos niveles auténticos de reflexividad: primero, conocimiento acerca de las causas, es decir, de las relaciones en las que se ve involucrado el individuo, de su modo de afectarse, y en otro sentido, de su capacidad de conocimiento; y, segundo, conocimiento de la esencia o del modo de ser singular, es decir, de los grados de potencia que expresan esas relaciones, al cual correspondería el conocimiento del contexto que permite al individuo ajustar su conducta, para definir los propósitos de su acción sobre el mundo. De acuerdo con lo anterior, a lo largo del texto aludiremos a estos dos planos de la reflexividad, mientras que en el apartado de conclusiones intentaremos relacionar sintéticamente los procedimientos narrativos, dialógicos y de visualilazación con las dinámicas de expresión, comunicación y reflexividad.

Los talleres de expresión y comunicación

Un ejercicio se enfocó en otros dos aspectos centrales relacionados con la idea de reconocimiento: los modos de expresión y los procesos de relación intersubjetiva o de comunicación. El taller, visto como un recurso para confrontar unas primeras descripciones forjadas a través del trabajo de campo, se diseñó como un escenario de reconstrucción entre investigadores y grupos, de retoma de fragmentos personificados de los grupos –en su mayoría con fotografías de sus propios actos y eventos–, con base en la elaboración de un video que condensaba los repertorios expresivos y comunicativos más sobresalientes de cada experiencia grupal5.

No se trataba de que los sujetos fueran "descubiertos" por otros –los investigadores–, quienes, por otra parte, tampoco se descubrirían ante los sujetos investigados. Por el contrario, las organizaciones "volvieron a ver", gracias a la observación participante de cada auxiliar, diversos momentos de la experiencia narrados en libretos e imágenes, que buscaban comunicar el sensorium y la coordinación de acciones de los grupos juveniles.

El dispositivo de visualización se construyó con material producido por los mismos grupos y/o por un observador participante del equipo durante diversos momentos del acompañamiento en campo. Un poco tomados por sorpresa al verse captados por otro, y a la vez, constatando la resonancia con la expresividad de sus acciones, las coordinaciones y comunicaciones entre sus miembros y entre el contorno de grupo y su entorno lejano, el taller convocó a organizaciones afines a un diálogo que les permitiera entrar en el campo de percepción del otro, para que a través del cuerpo vibrátil –de lo que se es capaz de percibir más allá de lo dicho–, como de sus herramientas reflexivas, cada grupo cooperara en el proceso de descubrir y generar la comprensión sensible. A su vez, quienes ejercían la escucha por parte del grupo investigador promovieron un re-acceso a la experiencia, una reorganización de la misma, para contribuir en ocasiones en las que el grupo realizó tomas de contexto sobre las situaciones expresivas y comunicativas, mediante preguntas que buscaban que los interlocutores se plantearan: "¿Esos somos? ¿El video da cuenta de nuestra particularidad? ¿Hay algo de lo que no se tiene aún conciencia?" O, igualmente, les fuera posible explorar otros conjuntos de alternativas sobre las cuales mostrarse "como lo que son".

Expresión y reflexividad

En coherencia con la definición de expresión mencionada en el primer apartado, asumimos que los atributos o cualidades de un sujeto se explican por su modo de ser; la comprensión que se alcance de ambos elementos, dará cuenta en cada momento de la relación característica, de las afecciones y de la singularidad del individuo.

Ahora bien, puesto que la singularidad no es una esencia inmutable (una substancia idéntica), la configuración que tome depende de que un agenciamiento de enunciación la produzca o no; en consecuencia, se hace necesario identificar los procesos reales de subjetivación. Siguiendo esta perspectiva, puede afirmarse que de manera contemporánea la expresión de una singularidad está relacionada con alternativas que se desprenden de la subjetividad capitalística, cuando se es capaz de proliferar nuevos procesos (secuencias de hechos o de acciones). Suele estar asociada con flujos materiales y semióticos que engendran transformaciones reales y producen nuevos agenciamientos. Estos modos de subjetivación singulares se automodelan, es decir, operan su propio trabajo de semiotización y de incidencia en el nivel de relaciones de fuerza local, como en el hacer y deshacer de alianzas (Rolnik y Guatttari, 2006: 61)6.

Teniendo en cuenta lo anterior, luego de la visualización correspondiente nos propusimos componer procesos dialógicos con los grupos de jóvenes estudiados, de tal manera que se produjera la expresión de su singularidad y diferencia en encuentros en los que se congregaran grupos afines que pudieran indagar las posibilidades de sus actuaciones7. En este proceder, valoramos la hipótesis de Spinoza sobre el carácter transitivo del afecto, es decir, el hecho de que es imposible representarse la afección de un ser semejante sin sentir nosotros mismos esa afección8.

La expresión mediada por la creación artística

En ambos casos, las producciones de estos grupos reconocen poseer un lenguaje particular, más dirigido a quienes comparten su cultura que hacia el público en general. Si bien aceptan que esta es una manera de buscar reconocimiento, consideran que su expresión no está orientada contra ninguna clase de opresor, y, más bien, intenta ser fiel a su propia sensibilidad9. En un ejemplo, dibujar el nombre acudiendo a ciertos códigos estilísticos es una especie de protección ante la sociedad, a la cual se le dejan los elementos estéticos de la pintura sobre los muros de la ciudad; en el otro, se busca "contagiar" a sujetos específicos que escuchan una canción y logran capturar su mensaje, y a través de él, compartir experiencias vividas por quienes las escenifican10. En ello consiste el estilo: mostrar la fuerza propia en el tono de voz, los movimientos, el flow, el ritmo, etc.

Parte de esa fuerza parece estar asociada con el tinte de ilegalidad de donde provienen los dos tipos de manifestación a los que hacemos referencia. A pesar de su difusión, el rap conserva algo de marginalidad, de discriminación y persecución que los verdaderos escritores de canciones saben traducir en mayor calidad. De la misma manera, el encanto del "bombardeo" a través del tag (el sobrenombre adoptado) se debe a que preserva la antigua ilegalidad del grafiti, esto le da un especial sentido a su creador en el momento de hacerlo.

No obstante, ambas tendencias padecen cierta fascinación miedosa por la aceptación del gran público. Dibujar el propio nombre, incomprensible para la mayoría, se siente como un acto de puro egocentrismo que intenta ser compensado por lo que se supone es el don entregado a la ciudad: el aspecto pictórico del grafiti, la expresividad del color, la exaltación de la forma, su textura11. De manera similar, nuestros raperos buscan llamar la atención de grandes audiencias: "sonar" para mucha gente, pero manteniendo su autenticidad. Aquí surge la inquietud sobre el riesgo que implica asumir una actitud políticamente correcta, es decir, valerse del potencial comunicativo de sus producciones para lograr mayor reconocimiento12.

Lo que sí resulta evidente es la necesidad de apartarse de la captación de que adolecen estas expresiones cuando las iniciativas institucionales, la publicidad o el mercantilismo intentan apropiárselas. El programa Muros Libres y el festival "Rock al parque", entre otras propuestas de la Alcaldía en Bogotá; las campañas de gaseosas, cigarrillos u otros productos de consumo masivo; y la multiplicación de medios de difusión de estas corrientes, se entienden como pretensiones para conducir sus realizaciones hacia determinados fines, volverlas fácilmente comprensibles o hacerlas rentables. Todo lo cual, según sus creadores, hace que se extravíe su esencia, se agote su sensibilidad y pierdan parte de su potencial de inventiva13.

Otra clase de escollo, del que no está exento el grupo responsable de la investigación, es el que tiene que ver con la producción académica. Emerge cuando, amparados en clasificaciones o tipificaciones hechas a priori, los estudios no dan cuenta de lo propio de estas manifestaciones, no logran descifrar su "código", o mejor, no alcanzan a comprender la vibración presente en estas prácticas y cómo afectan los contextos en los cuales se inscriben.

La expresión éticoecológica

El diálogo entre las dos agrupaciones pertenecientes al ámbito de la lucha ecológica llevó a cada una a conclusiones particulares. En el primer caso se reiteró el sentido que tiene encontrarse a sí mismo desde el corazón y el sentimiento, ligando a ello el pensamiento y la valoración del territorio; se trata de un proceso de resignificación que implica primero desnudarse espiritualmente para sentir la tierra, sin lo cual es imposible apreciar la importancia de su recuperación y reconstrucción14. Unido a ello, propiciar un conocimiento más esclarecido implica también respetar las costumbres de origen, comprender el significado de armonizar los distintos elementos naturales, rescatar la riqueza e integridad del lenguaje ancestral desvirtuado por el trascurso de los distintos sometimientos y renovar el alcance de modos de relación, que a partir del respeto a los antepasados, a los mayores y a las mujeres crean vínculos de afecto y generan mayor fuerza al actuar. Lo anterior explica por qué la representación de este grupo producida a través de un video, a pesar de que insistió en el "tacto histórico" con que vincula pasado y vida actual, no atrajo del todo a sus miembros: sus prácticas están basadas en una integración afectiva y corporal, mediante rituales que afectan principalmente la memoria15. Desde allí, se avala la importancia de vincular a los más jóvenes en las tareas de recuperación del territorio local y de ampliar el impacto de la acción conjunta con aquellos colectivos que comparten visiones parecidas, siempre y cuando no se incurra en concesiones ni se pierda autonomía.

Desde el otro lugar, se insiste en involucrar en la labor la parte ética y personal, con miras a hacer conciencia sobre el origen y destino de lo humano, desechando las "malas costumbres" que han llevado a los jóvenes a caer en un vano consumismo. Pero no se trata de un intento de búsqueda por el reconocimiento propio, sino de aunar distintas capacidades y conocimientos para actuar conjuntamente en aras de una educación dirigida individualmente para comprender el significado del "veganismo": la igualdad entre "animales humanos y no humanos", el abolicionismo, el antisexismo, entre otros aspectos. Un conocimiento que comienza por sensibilizar desde la arenga y el perfomance callejero, en una búsqueda constante por llamar la atención sobre una problemática compleja, pero que no se queda allí16. Entonces acude al convencimiento personal, a la explicación sobre el uso despiadado de los recursos y a la promoción del cambio de algunas costumbres a través del cuestionamiento y de la demostración mediante el ejemplo propio. Se trata de quebrar memorias instaladas en el pensamiento, pero también en los hábitos y en los cuerpos. En consonancia con esto, el video de presentación usado para el taller, pareció a los participantes de este grupo muy "puntual", pues no registró otras acciones ya mencionadas. Su potencia expresiva se relaciona más con crear inquietudes sobre las costumbres y tipos de educación convencional que en realizar manifestaciones callejeras, así estas sean espectaculares.

Diversas formas de expresión del vínculo comunitario

Resumimos aquí distintas modalidades de manifestación de lo singular que configuran formas también diferentes de integración con comunidades locales. Si bien algunas de ellas acuden más explícitamente al uso de recursos expresivos para plantear demandas y reivindicaciones (títeres, zanqueros, payasos, lanzafuegos, etc.), en su gran mayoría centran su acción en propuestas educativas que, igualmente, se dirigen al desarrollo de competencias asociadas con lo expresivo (danza, artes manuales, música, literatura, periodismo, taekuondo, dibujo y pintura, entre otros). El taller buscó entonces entender conjuntamente la perspectiva, los límites y potencialidades con que se hace uso de estos medios en la acción cotidiana de cada agrupación.

Un primer ejemplo resalta cómo el valor de las presentaciones que ellos realizan se empeña en dar muestra de posiciones políticas cuyo fin está orientado al servicio de la comunidad. Por tanto, la política resulta ser un contenido que requiere múltiples formas de trasmisión y difusión; al mismo tiempo, se entiende como habilidad para establecer alianzas, desarrollar estrategias y aprovechar oportunidades. Quizás por eso no resulta inadecuado juntarse con instituciones que facilitan la gestión: se intenta hacer viable aquello que parece convenir a los propósitos del grupo17. Igualmente, dado que la formación de líderes se asume como uno de los propósitos, se aceptan las propuestas mediante las cuales algunos miembros, con mayor ascendencia y experiencia, buscan consolidar esta actitud en aras de hacer perdurar el grupo. No obstante, ello no contraviene el entusiasmo y dinamismo con el que los más chicos despliegan sus habilidades creativas18.

Desde otra visión, se apuesta por el poder de cambio de la gente; debido a ello, se gestionan espacios para la acción conjunta dentro de la propia comunidad, sin que ello desdiga del poder educativo de campañas como las de reciclaje y el autosostenimiento, para las cuales se acude a la dramatización con títeres y a la construcción de un dispositivo- modelo destinado a la recolección de desechos. Lo anterior explica por qué la presentación que el equipo de investigadores realizó de esta agrupación, se consideró por sus representantes "muy general", no mostró otros espacios de su trabajo: las campañas de reciclaje, los grupos de estudio, la labor educativa con los "Genesitos", etc. Al parecer, el video no captó con suficiencia sus dimensiones expresivas singulares. De otra parte, la necesidad de ofrecer a cada integrante del colectivo un espacio de vinculación genera un riesgo de dispersión que se asume inevitable. Puesto que la política es comprendida por el grupo como pugna y disentimiento, se proyecta un tipo de liderazgo que no acude a la imposición sino a la toma de decisiones por consenso; de este manera, se tramitan diversas propuestas que son abanderadas por quienes encuentran allí la forma de desplegar su gusto y pasión19.

Probablemente, la potencia reflexiva del ejercicio de análisis de los procesos de expresión, quedó un poco más patente en otro de los colectivos comunitarios con el cual el diálogo fluyó hasta instaurar una discusión en la que cada quien se sintió comprometido al examen de sus relaciones con el colectivo de acuerdo con las disposiciones puestas en juego a través de la práctica cotidiana dentro del mismo. Allí se identificaron tanto la falta de confianza en las posibilidades de crecimiento y cualificación individual en el grupo, como la disonancia de quien no se atiene a la sensibilidad de este último, y al intentar imponer su fuerza, afecta el exterior de modo distinto al habitual. Entonces se produce una especie de vacío y extrañamiento que resuena en ambos sentidos: hacia adentro, se lastiman los sólidos lazos de amistad y el mutuo apoyo; hacia fuera, se debilita la capacidad de solidaridad y de concertación con otros distintos. Debido a que la política se concibe construida desde el hacer, aunque ligada a valores compartidos, el ejercicio de reflexión provocado rompe las dinámicas usuales y lleva al cuestionamiento sobre la validez de acuerdos tácitos respecto de temas cruciales. En esa perspectiva, a pesar de que la presentación a través del video del colectivo Thimos se consideró un buen aporte por parte del equipo investigador, se hizo notar por algunos de sus integrantes que no abordó los problemas y debilidades del grupo. Por último, si lo que se puso en debate hace parte de un compromiso vital de cada miembro del grupo, quedó la inquietud de por qué no abordarlo en forma directa20.

Bien distintas son las prácticas reflexivas de quienes se juntan alrededor de la producción de un medio de comunicación. La discusión no solamente es la materia prima del quehacer conjunto, sino que para la mayoría se constituye en el verdadero sentido de su reunión. Por ello, pretender que a través de un ejercicio reflexivo se aporten meras indicaciones para mejorar el medio es una empresa limitada; el análisis transitó por el carácter mismo de las relaciones entre sus integrantes, que, paradójicamente, ha llevado a que con el tiempo se torne homogéneo aquello que en principio era diverso: por algún motivo la práctica de años ha provocado eliminar contradicciones, acercar posiciones y atenuar el sentido crítico21 ¿Cómo rescatar tal diversidad? Como solución se propuso introducir una medida de intervención externa: ampliar el colectivo con el fin de rescatar matices, incluir otras perspectivas e, incluso, otras competencias. Preguntamos, ¿qué haría que lo que ha llevado a constituir un modo de relación característico se altere por la inclusión de fuerzas disonantes? Quizás lo más importante de la discusión fue el conjunto de apreciaciones dirigidas a lograr que el grupo extendiera al máximo sus potencialidades hacia otras acciones ya proyectadas pero no efectuadas aún en su comunidad local.

Finalmente, a un colectivo cuya labor se enfoca, primordialmente, en generar cambios en los sujetos con los que se relaciona (específicamente en el descubrimiento de sus capacidades, en el cuestionamiento de sus condiciones de vida, en la transformación de sus relaciones habituales, etc.), le pareció muy limitado que se le presentara a través de las expresiones de sus integrantes y no en las de aquellos con los cuales trabaja22. Si bien conjuntamente, y mediando las distintas perspectivas, puede elaborarse un discurso consistente, en este caso sobre el significado de la educación popular, la comprensión cabal de sus prácticas sólo puede darse mediante la indagación acerca de lo que aporta cada actividad individualmente, esto es, cómo afecta su vida. Esto incluye, por supuesto, dar cuenta de la transformación de los responsables de la formación: su "realización profesional", la reelaboración de sus saberes y cómo se articula lo educativo con las otras dimensiones de su cotidianidad, entre otros aspectos. No obstante, desde la perspectiva de la gestión de recursos y de las relaciones institucionales se aprecia la importancia de mostrarse integralmente a otros mediante un dispositivo comunicativo; para ello, el registro sistemático de las acciones, su evaluación permanente y, sobre todo, la capacidad de ofrecer sin artificios la sensibilidad propia del grupo, fueron aspectos ineludibles en el diálogo. Por este motivo, el video de presentación para el taller se recibió como un cuestionamiento a la falta de agencia del grupo para producir este tipo de comunicaciones, pero, al mismo tiempo, se sintió como una especie de impulso para realizar una elaboración propia.

Los procesos de comunicación

Partimos de la idea de que los grupos se componen de relaciones en continua organización y disolución, cuyos modos de comunicación tienden permanentemente a la autocorrección. De manera que, si no responden a conductas codificadas o inalterables, actúan en intercambio de posturas, acciones, enunciaciones y son afectados por todos los que entran en el marco de su relación (Ruesch y Bateson, 1965). Pero igualmente el conjunto de intercambios de los grupos marca su manera de puntuar los acontecimientos, que una vez incorporados tenderán a la repetición o al cambio. Por tanto, en medio de estas dos dinámicas (estable y cambiante), los colectivos formularon o contestaron preguntas sobre las secuencias de sus relaciones comunicativas en las que están inmersas sus acciones y sobre la inclusión o exclusión de intercambios y mensajes en cada uno de los niveles o secuencias en las que participan.

A ello respondió el segundo ejercicio metodológico llevado a cabo, diseñado como un dispositivo reflexivo audiovisual y dialógico, en el que los grupos tenían la posibilidad de examinar la comunicación producida entre sus acciones y las de otros como respuesta a estas últimas, a través de diferentes niveles comunicativos. Indudablemente esta operación reflexiva buscaba el propósito consciente de relacionar a los sujetos con su ambiente para establecer distintos planos de comunicación según el campo de visión: en el nivel intrapersonal o limitado a la persona misma; interpersonal u ocupado por dos personas; grupal o constituido por varias personas; y, por último, el cultural conformado por muchos grupos (Ruesch y Bateson, 1965). Ahora bien, dado que toda persona o colectividad tiene sus propios puntos de vista en lo que se refiere a la calificación de la situación social, a la percepción de otros, así como a la posición de cada participante, en los procesos de reflexividad entra a jugar su propia posición desde esos mismos niveles: productor, receptor o evaluador.

Tres interrogantes nos ayudaron a desplegar tanto la visualización como el diálogo en los talleres de expresión y comunicación. El primero de ellos se relacionó con lo propio de una comunicación intra e interpersonal en las experiencias, que no pasa por los mecanismos de producción redundante23 producidos en otros niveles de la comunicación de carácter cultural abstracto. Nos referimos a las comunicaciones hechas bajo formas artísticas, como la música y la danza, entre otras, y basadas fundamentalmente en exploraciones propias como el percibir y producir ritmos sonoros, o el dar forma a imágenes visuales, en las que interviene tanto el universo de la cinética (la expresión de la mano, del cuerpo, etc.) como el del paralenguaje (tonos de voz, entonación, entre otros).

En vista de que estas comunicaciones se convierten en actos de producción de lo singular, operan, entre otras formas, como señales analógicas productoras de valores de magnitud que se desean transmitir, como sucede a partir de los indicios o marcas del grafiti que pinta el nombre de su "escritor", o en los giros y acentos de la voz en el cantante de rap ante el escenario. En la experiencia de quien las crea, el momento de su producción es fuertemente intrapersonal en concordancia con la exploración personal en la que se apoyan.

En la experiencia de comunicación interpersonal de colectivos comunitarios y éticos, que se transvasan o no en lo grupal, se establece una comunicación que incluye las microdimensiones de señales de reconocimiento, aprobación, admiración, o también de encuentro intencional. A través de estas señales se generan contrastes con otras situaciones sociales abstractas tales como los dispositivos educativos, familiares y culturales, con los que, por contraste, se generan compensaciones que dichos niveles interpersonal y grupal, no producen en estos otros ámbitos de mayor proliferación de subjetividad.

Muchas de estas dimensiones comunicativas se viven en forma intrapersonal o interpersonal, sin que el grupo actúe como instancia productora de una sola lógica de afectación, ni ofrezca a sus asociados formas de comunicación con el exterior que abarquen otros niveles. No se descarta que, al mismo tiempo, estas comunicaciones se crucen con otros niveles de lo intrapersonal grupal y entren, entonces, en una existencia paradójica en la cual una puede aparecer inserta en la otra24.

¿De qué mecanismos se valen los agrupamientos comunitarios que realizan el tránsito entre un todo colectivo y constelaciones amplias de otros colectivos, e incluso, hacia una totalidad social mayor? ¿Qué dispositivos permiten que estas situaciones se planteen simultáneamente? ¿Con qué recursos se aborda este acople? Veamos entonces algunas de las reflexiones que nos ha permitido esta experiencia metodológica.

La Reflexividad que se agita en lo artístico

Los grupos de grafiti y de rap forman parte de los colectivos más involucrados en producir una obra cuya trama involucra códigos, señales y proposiciones intercambiadas entre estos y sus públicos, entre ellos y los grupos de identificación contiguos, y entre los propios creadores, en un proceso reflexivo que hace conciente las reglas implícitas y explícitas en dichos intercambios, en esas distintas redes. Las imágenes cantadas o pintadas provienen de sus propias agencias personales y colectivas, y gracias a un examen y reexamen de los niveles con los que participan escritores y cantantes urbanos, grafiteros y raperos, cazdos o linzo25.

Estos actores de objetos culturales se ponen en juego transvalorando los valores en sus obras. Son realizadores de momentos de baldeo social, mientras la sociedad pareciera dormir. Ellos consideran su acción una salida a lo incómodo de la organización capitalista y, sin embargo, se desarrollan dentro de ella. Sólo entonces, quienes han sido motor afectivo y efectivo en estas creaciones son invitados a presenciarlas. El tiempo de la exposición y el tiempo de la obra como creación no coinciden, aunque esta relación sea en ocasiones simultánea, el hecho comunicativo se realiza al fin de un trayecto que ha tenido origen antes de "saltar a la vista" (Barthes, 2001).

¿Cómo interviene esta problemática en la reflexividad entre artistas e investigadores? Provoca de primera mano, la emoción estética que incita la obra representada en escenarios musicales y en los murales de la ciudad. Como receptores vinculados con los creadores, establecemos atajos para volver a la producción y hallar cortes acerca de su origen y su fin, reduciendo de esta forma algunas restricciones que redes amplias de transmisión de estos objetos culturales suelen generar respecto de su novedad y su sentido singular.

A partir de esta primera emotividad acoplada, instauramos una relación cognoscitiva. Aunque algunas de sus codificaciones estuvieran fuera de nuestro alcance, consideramos sus formas de codificación y sus efectos sobre las diferentes redes: el grafiti de escritura, el mensaje del rap; los niveles restringidos o ampliados de sentido del código pictórico y sonoro; el equilibrio subjetivo intransferible que brindan estas formas de comunicar; los gestos corporales de su trazo y su desciframiento.

En el intercambio dialógico, los creadores puntualizan sus contextos de comunicación: desde los niveles más íntimos de su creación, pasando por el de la confrontación con colectivos del grafiti y del rap26 en los que la comunicación se define como una calificación de calidad alcanzada, hasta su pretensión de impactar a un público global. A través del diálogo comparten restricciones y distorsiones similares en los códigos y buscan otros puntos de la red de comunicación donde el potencial del grafiti y del rap comunique justamente la intención de sus acciones a partir de los significados que ya transitan en la sociedad27.

Reflexividad que toca el lazo comunitario

Cuando la acción transforma a quienes hacen juntos, se toca el lazo comunitario. Un lazo que muchas veces se origina allí donde la cohesión comunitaria viene perdiendo fuerza y función. Entre todas las acciones que provoca en respuesta esta distorsión, algunas retornan produciendo efectos nuevos de firmeza, persistencia o tesón, a partir del canje de capacidades ya aprendidas que se ofrecen como intercambio intersubjetivo. Un intercambio con otros diferentes en edad, aficiones, destrezas o talentos, con los cuales se da vuelta a la lógica de la pérdida del recurso pero se gana en realización directa, sin mediación.

Así, y teniendo como soporte una comunidad de amigos, parejas o parientes, esta fuerza organizada se prolonga hacia otras: niños, jóvenes y/o familias con los cuales de nuevo se activa la vida social: conocer colectivamente, aprender en conjunto un arte, formarse como personas sociales.

En este llegar a otros a través del nosotros, la comunicación se establece entre los propios miembros, entre estos y las redes y comunidades, con flujos entrecortados. Generalmente el paso de uno a otro nivel es complejo: el encuentro con lo social se desvanece cuando la intensidad del encuentro grupal se retrotrae a las formas de vida social segregada. En otros casos, las exigencias de intercomunicación de las redes debilitan la intensidad de los lazos interpersonales en los grupos. Y a su vez, otras dinámicas donde muchas personas y grupos están interconectadas, en ocasiones no se consideran como puntos de la red con capacidad para modificar la circularidad en el espacio-tiempo de sus funciones especializadas.

Al volver sobre estas restricciones, los investigadores preguntan por su relación con estos contextos y secuencias y por las posibilidades de un movimiento simultáneo entre las varias instancias. Algunas configuraciones interesantes muestran reestructuración en las líneas y pautas de relación de su ejercicio comunicativo28.

Con respecto a la capacidad dialógica, estos colectivos movilizan interrogantes sobre las rupturas de la comunicación de los colectivos presentes con otros grupos29 y sobre su manera de codificar las diferencias de su visión de mundo30.

Reflexividad pulsada a través de una ética

Cuando lo que se pone en juego es una ética, el proceso reflexivo es un constante verse a través de todo lo que se hace y lo que se dice. Siendo así, la reflexividad no parece requerir otro mediador, más allá del sujeto que se interroga a través de un conjunto de generalizaciones sobre los actos propios y los de los otros. Sucede como parte del flujo del devenir vital de una agrupación, y de su necesidad de generar indagación permanente como vía de construcción de consistencia personal y social. En este caso, la fuerza de este cuestionamiento está centrada en el daño hacia otro animal, humano o no humano, con aguda observación de las direcciones de vida humana y social donde el daño se oculta y se reproduce por automatismo social.

El cúmulo de aspectos vitales explorados por estos colectivos, abarca dimensiones más allá del espacio y del tiempo. Así, algunos vuelven atrás, hacia las culturas materiales del pasado, pues consideran estas tradiciones "mensajes de muchos hacia muchos temporalmente ligados" (Ruesch y Bateson, 1965: 229); en consecuencia, actúan como grupos especializados en la recepción e interpretación de mensajes lejanos, interconectando de esta manera a muchos grupos y a miembros más jóvenes en relación con quienes dieron origen histórico a dichos mensajes31.

En otra dirección, los colectivos éticos difunden entre gente del común –usualmente transeúntes o público de un lugar o institución– opiniones morales sobre costumbres transmitidas por el contacto interpersonal, generalmente implícito en la acción, que usualmente requieren de un mediador que interprete y revele su origen o sus formas de transmisión. Así aspiran a reestructurar la percepción de muchos, y a dejar impresión sobre sus respuestas ya aprendidas frente al daño y sobre cómo estas se transforman mediante otras elecciones32.

Bien a través de la escenificación del daño mediante actos de reflexividad provocados por visualización en performance, o bien a través de imágenes y palabras construidas de memoria, identidad y territorio, estando allí, en forma directa e intencional, y no representativa, se establecen como pequeños circuitos de personalización de comunicaciones más amplias.

La exploración entre los colectivos éticos y los investigadores admite preguntas no tanto acerca de la relación entre los miembros del colectivo y sus estilos de vida personales, sino en torno a las relaciones comunicativas creadas por su interacción, acerca de su capacidad para conocer las redes a escalas amplias con las cuales se involucran, y sobre cómo movilizar los recursos entre éstas y el nivel del colectivo. Como se trata de grupos que producen, transmiten y evalúan por autocorrección, la acción colectiva usualmente libera información imposible de obtener antes de que la acción se realice33.

Otra interesante pregunta se centró en indagar si su papel en la reducción de la distancia entre redes amplias y redes interpersonales o intrapersonales no se pierde en la comunicación estereotipada con otros grupos de activistas de la desigualdad animal y no animal ambiental, o si resulta empobrecida por las rígidas percepciones sobre lo que otros colectivos producen.

Conclusiones

Con respecto a la reflexividad del narrar, encontramos que la perspectiva de pasado-presente recibió mayor consideración en el ejercicio de dimensionar la propia actuación de los colectivos, pero hay que destacar que el pasado se vive de manera difusa y ambigua, y más que propiciar la comprensión del presente, adquiere sentido a partir de la valoración de este último como momento de disfrute, encuentro, aprendizaje y construcción vital, en donde compartir con otros es un factor decisivo. Por su parte, narrar a partir del porvenir es una tarea mucho más compleja: el futuro, los "sueños" o los objetivos adquieren validez en el aquí y en el ahora, sea mediante una acción de grupo o en asociación con otras agrupaciones o redes; por ello, más que aludir a la promesa del futuro, quizá se requiera dar mayor significado a la idea de duración desde una orientación principalmente imaginativa.

Interrogados sobre la visualización, uno de sus alcances, se puede decir, es el abrir los sentidos y la sensibilidad en el conocimiento de sí mismo, por tanto, aporta alto valor impresivo. Aún no podemos decir que esté clara la manera en que las imágenes generan conocimiento sobre los atributos de los grupos, o sobre las relaciones en que se ven involucrados. Ciertamente este material, al atraer el ánimo de los investigadores, dio impulso a su intuición y sensibilidad, pero se hace necesario continuar explorando las prácticas de hacer, experimentar y mirar (Barthes, 1990) el recurso y el saber fotográfico en investigaciones cualitativas de mayor especificidad.

Por su parte, la relación dialógica, indudablemente, permitió aperturas importantes. Podemos afirmar que dialogar fructificó ideas y afectos que rondaban ya en la acción de los colectivos. Es bueno decir que el tipo de escucha entre los grupos y los investigadores se relacionaba con el interés por la vida de los grupos y sus eventualidades, y que en su manera de explicar las cosas, ya se veía lo que nuestra atención provocaba. Ante la necesidad de ahondar sobre los impalpables y las atmósferas engendradas en las organizaciones, se iba haciendo evidente lo escasos que son en la vida social estos intercambios con colectivos de jóvenes.

Desde nuestro entender, el hecho de que en esta experiencia investigativa hayan emergido distintos planos de comprensión acerca de la constitución singular de los grupos, muestra que asociada con la propuesta narrativa y dialógica, emerge la función de existencialización (Guatttari, 2000) o de autopoiesis (Varela y Shear, 2005). Aceptar que el afecto es un proceso de apropiación existencial hecho a través de la creación continua de duraciones de ser heterogéneas (Guattari, 2000), permitió abordarlo no desde una mirada cientificista, objetivadora o reificante de la subjetividad, sino desde una perspectiva ético-estética como la que intentamos hacer con la presentación de videos destinados a mostrar la sensibilidad propia de cada colectivo. Más que integraciones simbólicas hechas con base en interpretaciones discursivas, lo que buscamos fue un impulso extrínseco del modo habitual de afección de los grupos, y desde allí, provocar una comprensión conjunta del sentido de su acción y sobre las maneras de relacionarse con otros para llevarla a cabo. Queda claro que las limitaciones que tuvo este ejercicio se explican por una evidente des-sincronía entre la capacidad de comprensión del equipo investigador y las formas de vibrar de los grupos en estudio.

Por último, pensamos que no es usual que la investigación cualitativa dé oportunidad al sujeto investigado de colocar ante sí las propias circunstancias temporales y espaciales en que se desenvuelve, para preguntarse y explorar los dispositivos del expresar y del comunicar con los que agencia su existencia. La reflexividad se revela entonces como un enriquecido proceso en el que se gestan y se liberan ideas y afectos, que finalmente se ponen en juego en la vida social de los sujetos. Habiéndolos deseado o sentido, muchos de estos procesos no alcanzan a compactarse en imágenes o en palabras, como tampoco en actuaciones. Quizá la reflexividad sea el proceso de colocarse justo entre lo que ha sido dicho y lo que está por decirse; entre lo que ha sido sentido y lo que está por sentirse. En ese doblez de la experiencia que no se agota en su realización.

CITAS

1 Durante aproximadamente diez meses, se ha hecho el acompañamiento de nueve agrupaciones de distintas localidades de la ciudad de Bogotá, las cuales, con algún grado de simplicidad, hemos clasificado de la siguiente manera. Estético expresivas: Retórica (agrupación de rap) y OKC (graffiteros); Ético-ecológicas: Casa Asdoas y Activegan; Comunitarias: Estado Joven, Fundación Vida y Liderazgo, Génesis Rades, Sentido Opuesto y Thimos. No obstante, algunas de estas últimas utilizan distintos medios estéticos (títeres, danzas, lanzafuegos, payasos, etc.) o comunicativos (un periódico, por ejemplo) para realizar su labor.

2 Cabe destacar que aquí damos cuenta solamente de la última fase del trabajo de campo. En los meses anteriores, un equipo de cinco auxiliares de investigación (graduandos de la carrera de Comunicación Social y Periodismo) ha hecho el acompañamiento in situ de las agrupaciones, actuando en calidad de participantes observadores, proceso a través del cual lograron una muy buena aceptación por parte de aquellos. Los tres investigadores principales, han actuado como observadores participantes, teniendo vínculos esporádicos con los colectivos de jóvenes. En consecuencia, el análisis presentado se centra en el decir de los grupos, pues sobre el hacer está por desarrollar el estudio de los diarios de campo elaborados por el equipo de investigación, así como el de las producciones y documentos de los propios grupos.

3 Respecto del tema de la reflexividad, encontramos un buen complemento entre la idea del reconocimiento expuesta por Ricoeur y la comprensión de la expresión según la entienden Spinoza y sus seguidores. Lo importante en este caso es qué produjo la aproximación que intentamos realizar.

4 Para la pragmática la función-lenguaje es la transmisión de consignas que aluden a la relación de una palabra o enunciado con presupuestos explícitos, con actos de palabra que se realizan en el enunciado y remiten a agenciamientos colectivos de enunciación, los cuales, a su vez, envían a las transformaciones incorporales (que se dicen de los cuerpos pero son internas a la enunciación). Así, existen "variables de expresión que ponen a la lengua en relación con el afuera, pero precisamente porque son inmanentes a la lengua". De este modo, no existe ningún paralelismo, y tampoco ninguna representación, entre la forma de expresión y la forma de contenido (mezcla de cuerpos), constantemente se pasa de un registro a otro: la enunciación "no habla ‘de las' cosas, sino que habla desde los mismos estados de cosas o estados de contenidos". En consecuencia, "Ni el contenido es un significado, ni la expresión es un significante, sino que las dos son las variables del agenciamiento"; así mismo, la lingüística (y sus funciones semántica, sintáctica y fonética) no puede verse al margen de la pragmática "que define la efectuación de la condición del lenguaje y el uso de los elementos de la lengua" (Deluze y Guattari, 1994: 81-95).

5 Este producto fue construido a partir de la sensibilidad y capacidades de los auxiliares de investigación, quienes se vieron afectados directamente por la relación con los colectivos. Esbozado el guión y la propuesta de imagen, los investigadores principales sugirieron re-elaboraciones, complementos o preguntas para ser incorporadas. Se tuvo de presente mostrar una imagen comprensible del grupo para el grupo par con miras a facilitar el diálogo y la indagación de los aspectos abordados.

6 Adicionalmente, Rolnik y Guattari afirman que la "revolución molecular" propia de los procesos de singularización opera en los distintos niveles: infrapersonal (lo propio del sueño o la creación), en el personal (las relaciones de autodominio) y en el interpersonal, es decir, a través de nuevas formas de socialidad de la vida doméstica, amorosa, profesional, y en las relaciones con los vecinos, la ciudad y las instituciones.

7 Partimos de la idea planteada inicialmente por Bajtin (1982) de que el ser se constituye como respuesta a las fuerzas del mundo, a sus distintas formas de valorar, percibir y comprender; ámbitos en los que se presenta una lucha constante por la creación y partición de lo sensible y por los dispositivos de expresión que lo efectúan.

8 En palabras de Spinoza "nos resulta imposible representarnos un ser semejante que siente cierta afección sin sentir nosotros mismos esa afección, [...] es imposible que nos representemos el odio hacia nosotros, en nuestro semejante, sin odiarlo a su vez; y este odio no puede existir sin un deseo de destrucción que se manifiesta mediante la cólera y la crueldad" (cit. Guattari, 2000: 229).

9 Un integrante de OKC afirma: "En cierto modo sí, o sea, finalmente digamos, a mi el grafiti me equilibra, porque digamos es más personalmente que frente a un opresor, porque así esté Pastrana, Uribe... ciertamente me da igual, odio a Uribe y el problema no es de Uribe, no me equilibra nada, por lo menos yo no protesto contra el terrorismo de Estado de Uribe." Taller entre OKC y Retórica, julio de 2008.

10 "Entonces ahí es donde ya empieza a jugar el estilo, la fuerza con que uno entra, cómo empieza a llamar la atención del público, los movimientos, porque si yo subo, y si mi voz es fuerte y tiene todo el flow y tiene todo el son, tiene toda la sazón, los guisantes y todo esto, pero si yo me subo a cantar ahí quieto, la gente se va a aburrir..." Afirmación de un integrante de Retórica durante el mismo taller.

11 "yo puedo poner mi nombre, no me interesa si lo leen o no lo leen [...] le deja esa textura pictórica, eso es lo que empieza a salirse del código, eso es lo que empieza a salirse ya del rollo sectáreo, del rollo ensimismado, del yo". Expresión de uno de los grafiteros.

12 Lo dice de manera precisa el líder de OKC "A eso era a lo que yo iba, o sea, uno quiere sonar, porque quiere sonar, si yo hago música y me mato la cabeza haciendo música y todo eso, es porque quiero sonar, el problema y la pregunta del millón es cómo logro sonar, cómo logro llegar a la gente, sin dejar de perder la esencia, sin ya tener que fusionarme con regaetton, con tropi-pop, esa es la pregunta del millón, cómo lo hago. Entonces, ahí es donde uno se mata la cabeza, yo quisiera subirme y cantar ante miles de personas, pero poder seguir siendo el que yo soy, seguirle cantando a la esquina, al parche, sería bueno, lo que pasa es que aquí desafortunadamente para llegar a esos miles, toca prostituirse."13 Veamos al respecto algunas de las opiniones de los participantes en el taller: "en octubre de 2006 fue que se logró que de pronto la Alcaldía viera el grafiti como una manifestación y entonces crearon un programa que se llamó Muros libres, entonces ese proyecto era muy raro porque te decían tienes que pintar el maltrato, cuanto hemos trabajado en la educación, entonces cinco mil escuelas nuevas, entonces vamos a hablar sobre la educación muchachos [...] Es decir, si tú revisas el historial de Muros libres, no se reconoce a ningún autor del grafiti, es decir, no se le da reconocimiento a ningún autor, pero el reconocimiento si se lo lleva la Alcaldía en todos los medios". "Se pierde la esencia, ya pasa a ser prostitución cultural, cuando yo dejo de hacer lo que hago por esencia, por pasión, por sentimiento, y lo hago por buscar un comercio o algo así, ya pasa a ser prostitución". "... al principio si era crear, era poner grafiti en la marca, poner grafiti en el medio, después era: ‘tengo este logo de Brisa, por favor hágalo allá', [...] lo hicimos un par de veces y ya dijimos ¡no más! Y ahorita se sigue haciendo eso como tal, la publicidad del grafiti que se ve es eso, es Pielroja y el indio de Pielroja, es el ícono de Pielroja, todo Pielroja y no es esa sensibilidad del grafiti".

14 Uno de los orientadores de la agrupación Casa Asdoas afirma: "Entonces, [...] lo que inicialmente hicimos fue hacer un proceso con nosotros mismos, de reconocernos y de sentirnos, y de valorar, y de quitar uno de los cinco ropajes que tenemos, y de las cinco pieles que nos han colocado [...], entonces es mirar desde ahí que estas comunidades dejaron un legado cultural muy importante, y de ahí entonces retomamos muchas cosas de ellos, volver a retomar todo su pensamiento, pensamiento puro, en el sentido de usos y costumbres de volver a mirar la tierra como hay que verla". Taller de expresión y comunicación con integrantes de Casa Asdoas y Activegan, junio de 2008.

15 Probablemente, como lo sugirió un auxiliar del equipo de investigación, lo más acertado como presentación hubiera sido crear un mecanismo similar a un "círculo de la palabra", en donde investigados e investigadores compartieran sus mutuas percepciones y experiencias.

16 Como lo mencionó uno de los miembros del grupo Activegan: "pero nosotros nos enfocamos en el especismo como tal, en el antiespecismo, porque esto no abarca sólo una dieta, por eso nosotros somos veganos, no vegetarianos, [...] pero el veganismo abarca muchas más cosas, y no es simplemente una dieta, sino ya meternos en la parte ética y en la parte moral de cada persona como ser humano; en cuanto a problemáticas abarca muchísimas cosas, porque no más con la utilización de animales no humanos, tenemos la alimentación, la vestimenta, la explotación de recursos, [...] básicamente es regresar a las personas a que piensen de dónde venimos y para dónde vamos."17 En esa perspectiva, el video con el cual quisimos expresar nuestro sentir acerca de la actuación de Estado Joven fue, según ellos, apenas bonito, causó un poco de diversión. La posición política que los impulsa parece trascender sus propias elaboraciones dramáticas o artísticas; en este caso el contenido "invade" la expresión.

18 "Queremos trasmitir, [...] que los muchachos no solamente se la pasan en la calle jugando fútbol [...] o las demás personas, sino que ocupan su tiempo libre. Las presentaciones más que todo es para mostrar a las demás personas que somos un grupo unido que trabajamos en comunidad, [...] nos gusta demostrar qué es lo que hacemos y más que todo para eso". Opinión de un chico integrante de Estado Joven, durante el taller realizado conjuntamente con el grupo Génesis Rades, junio de 2008.

19 En opinión de una joven integrante de Génesis Rades: "yo creo que dentro de Génesis cada uno tiene un rol por decirlo así, [...] que se siente bien. Lo que pasa es que hay muchachos que a veces no les gusta [...] digamos mucho la actividad de títeres, de campañas, ellos son los del grupo de lectura [...] aunque ellos nos acompañan. [...] dentro de Génesis, no, podría atreverme a decir, no hay nadie que no se sienta, que no se ha llenado la expectativa, ¿sí? Todos están ahí porque de cierta forma encuentran ese espacio".

20 Precisamente a este tema se refiere la intervención de uno de los participantes en el taller con el grupo Thimos: "Esto rompe definitivamente nuestras dinámicas. Muy bacano. Es muy bacano porque nos encontramos. Lo que yo les decía, nos encontramos en otras situaciones de vida que no hemos compartido en otros espacios y explorar cosas que no vamos, que de pronto no nos hemos dado una oportunidad de hacerlo y creo que aquí el espacio es muy, muy enriquecedor, muy bacano y nos da muchas posibilidades".

21 "Entonces es muy difícil, y aunque se tejen opiniones muy diversas, lo que pasa es que a medida de que se ha ido decantando el grupo, porque hay mucha gente que se ha ido, se ha perdido como esa discusión y esa diversidad, entonces ya no todos discutimos eso, entonces decimos temas que para muchos son polémicos, el aborto por ejemplo, muchos tenemos pensamientos más o menos cercanos, entonces en ese punto, sí se pierde un poquito esa discusión y sí pasa lo que sumercé decía, nos hemos vuelto un poquito homogéneos". Expresión de uno de los líderes del grupo Sentido Opuesto durante el taller sobre expresión y comunicación, julio de 2008.

22 Como lo afirma un joven educador que trabaja con la Fundación Vida y Liderazgo: "Cada grupo tiene un objetivo. De lo que yo llevo acá [...] qué queremos con la música andina, a qué punto queremos llegar, los que están en deportes, qué objetivo tienen ellos, preguntarle al niño: qué le parece, qué le aporta para su vida, igual en música, igual en lo de artes manuales, ¿qué expresión le llega al niño? nosotros estamos en una labor comunitaria. De lo que nosotros sabemos [...] el niño también tiene capacidades para desarrollarse, entonces en el video creo que eso debería ir un poco más a los niños, que ellos mismos se expresen, llegar a ellos, pues ellos tienen la respuesta completa a un proyecto". Taller realizado con la mencionada agrupación en julio de 2008.

23 Por redundancia se explica la relación parte-todo implícita en todo mensaje cuando se trata de predecir el universo del discurso dentro del que se estaría produciendo significado. Allí el observador puede conjeturar con éxito si lo que está de un lado de una marca de corte contiene información acerca de lo que se encuentra del otro lado de la marca.

24 Así se expresa un miembro de Estado Joven en el Taller de comunicación y expresión: "Las presentaciones más que todo es para mostrar a los demás que somos un grupo unido, que trabajamos en comunidad".

25 Los niveles culturales o generales, los grupales y los intrapersonales.

26 "El mayor juez son los amigos que pintan. Cuando me están viendo toda la gente de abajo, como son raperos, entonces están pensando: no yo hago mejor pistas que el man, yo escribo mejor que el man, no anima la gente como yo la animo". Intervenciones de los colectivos OKC y Retórica en el Taller de expresión y comunicación.

27 "El rollo en nuestro caso, hacer murales comprensibles o tan tangibles a la sociedad, ese punto es cómo hacerlo [...] cómo mezclar lo de nosotros para no llegar a hacer un muralismo mexicano [...] Para mí ese es el reto, cómo lograr ese reconocimiento social". Integrante de OKC en el taller de comunicación y expresión.

28 Así interviene un integrante de la agrupación Fundación Vida y Liderazgo a propósito de un texto del video en el que se menciona la situación precaria en la que la agrupación trabaja: "hablar otro tipo de conceptos es más apropiado, es romper esa filosofía sobre lo precario, lo periférico, sobre el pobre, sobre la miseria, porque es seguir en ese discurso que condiciona las cosas". Intervención durante el Taller de comunicación y expresión.

29 "Yo tenía la duda de si ustedes habían participado, y pues yo había escuchado algo así [...] que son fuertes las rivalidades con XXXXX (referencia a otro grupo juvenil de la localidad), que de hecho son demasiado grandes". Intervención de un miembro de la agrupación Génesis Rades en el Taller de comunicación y expresión.

30 Durante el taller de comunicación y expresión, pregunta un miembro de Casa Asdoas a un miembro de Activegan: "yo tengo una pregunta: ¿cómo hacen ustedes para que la sociedad no se sienta culpable?".

31 "Cuando nosotros entramos con nuestra apuesta en la Mesa Juvenil, y decimos hagamos un círculo, es ya una presencia de lo que se puede hacer, una continuidad del espacio, entonces no es todo el mundo mirando al que está hablando [...] ¿Qué significa el círculo? No hay jerarquías ahí, aquí cabe el abuelo, el joven, el abuelo es guía espiritual, estamos acompañándonos con su presencia y cuando ponemos fuego es mejor, porque es lo que nos da fuerza". Intervención de Casaasoas en el Taller de expresión y comunicación.

32 Como lo ejemplifica la nota número 19.

33 Estos colectivos ejercen un constante aprendizaje que les permite la percepción de sus actos y de sus efectos.


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