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Nómadas

versión impresa ISSN 0121-7550

Nómadas  n.34 Bogotá ene./jun. 2011

 

Benjamín Jacanamijoy, Uaira Uaua: trama de colores para renovar el mundo

Benjamín Jacanamijoy Uaira Uaua: renewing the world through a colors framework

Floresmiro Rodríguez Mazabel*
Edición de Paola Vargas Arana**

* Artista plástico del Conservatorio de Bellas Artes de Cali. Actualmente es director del Proyecto de Danza Patrimonial de San Bernardo, auspiciado por el Ministerio de Cultura y la Alcaldía del municipio de San Bernardo, Cundinamarca (Colombia). También trabaja en el montaje de la obra de su autoría: La flor de la vida. E-mail: floresmiro@yahoo.com

** Antropóloga de la Universidad Nacional de Colombia, Magíster en Estudios Africanos de El Colegio de México. Docente-investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales, Humanidades y Arte de la Universidad Central, Bogotá (Colombia).

{original recibido: 02/02/2011 · aceptado: 15/03/2011}


El siguiente artículo constituye un homenaje al artista plástico Benjamín Jacanamijoy, Uaira Uaua. La narración de aspectos fundamentales de su biografía busca trazar vínculos con imágenes y momentos que han sido cruciales para el proceso creativo del artista. Se destaca también la intención pictórica y escultural del maestro como heredero, transmisor y recreador de profundos conocimientos indígenas propios de la sociedad inga donde nació y creció.

Palabras clave: Amazonia colombiana, cultura inga, yagé, sabiduría indígena, pintura colombiana, Benjamín Jacanamijoy.

O seguinte artigo constitui uma homenagem ao artista plástico Benjamín Jacanamijoy, Uaira Uaua. A narração de aspectos fundamentais de sua biografia busca traçar vínculos com imagens e momentos que foram cruciais para o processo criativo do artista. Destaca-se também a intenção pictórica e escultural do mestre como herdeiro, transmissor e recriador de profundos conhecimentos indígenas próprios da sociedade ingá onde nasceu e cresceu.

Palavras chave: Amazônia colombiana, cultura inga, yagé, sabedoria indígena, pintura colombiana, Benjamín Jacanamijoy.

This article is a tribute to the plastic artist Benjamín Jacanamijoy, uaira uaua. The account of some fundamental aspects of his life tends to link them to crucial images and times in his creative process. It is also points out the artist's pictorial and sculptural aim as heir, transmitter, and recreator of deep indigenous knowledge of the inga society where he was born and grew up.

Key words: Colombian amazonian, inga culture, yagé, indigenous wisdom, Colombian picture, Benjamín Jacanamijoy.


Me llamo Benjamín Jacanamijoy
Tisoy, mi nombre de artista es Uaira
Uaua que quiere decir Hijo del Viento.
Soy originario de un lugar llamado
Manoy Santiago, ubicado en el Valle
de Sibundoy, Putumayo, en el sur
de Colombia. Mi trabajo artístico se
define por el interés en recobrar la
historia de mis ancestros. Considero
que mi labor en el campo de la pintura
permitirá comprender el concepto
de lo propio como un proceso de
afianzamiento de la identidad.
Benjamín Jacanamijoy

Benjamín Jacanamijoy

Invoco aquí a los espíritus dueños del territorio, quienes animan y sostienen las energías fundamentales de la naturaleza y del pensamiento de las culturas originarias de América, pues para mí, Floresmiro Rodríguez, perteneciente a la sociedad Yalcón, descendiente de pueblos del suroccidente de los Andes y el Alto Amazonas, sólo es posi ble relacionarme con un tema, par tiendo del reconocimiento del origen, las fuerzas y los elementales de lo que existe. Y son estas fuerzas las que me permitirán comunicarme con el maestro Uaira Uaua, amigo por largos años y hermano del linaje inga, así como con el lector de esta interpretación.

También movido por estos espíritus, el maestro Benjamín Jacanamijoy, originario del territorio inga en el Putumayo colombiano, se ha inspirado para transmitir, mediante la pintura y la intervención de objetos, el lenguaje de las plantas usadas ancestralmente, el agua y los actos ceremoniales de su raíz cultural. Su obra tiene la meta de trazar el ritmo de la esencia de las plantas, animales y espíritus de los ancestros que conviven permanentemente con nosotros, así como del agua de donde fluye sanación, para regar la raíz, el tallo y las flores que brotan del corazón.

De este modo, los invito a "caminar palabras" sobre el maestro Jacanamijoy, acompañados de imágenes que hacen parte del cuerpo pictográfico del artista, tales como "el ojo del agua", "tejidos de un lugar de fuego", "plumaje del río de Oro" o "el lugar del maíz de sol".

Destaco aquí la fecunda personalidad del maestro, característica propia de la gente que asume que su sabiduría no surge de sí misma, sino de la naturaleza y, en este caso, de la tradición "de pensamiento y palabra dulce" en la cual tuvo la fortuna de nacer y crecer el maestro Jacanamijoy. Así, Benjamín, Uaira Uaua, contrapone la sencillez del tratamiento que dispensa a los demás, con la magnificencia de su obra: cuadros de gran formato u objetos tales como canoas, tallas de animales, bancos ceremoniales o bateas, realizados por su propia familia o por indígenas de la región de la amazonia colombiana, algunos de uso cotidiano y otros que recuerdan los periodos de las grandes inundaciones en el Alto Putumayo.

Memoria e inspiración en el maestro Uaira Uaua

Tratar el proceso creativo del Hijo del Viento, Uaira Uaua, es tratar de sus caminos. Me contó que siendo niño su padre lo llevó a un río de aguas cristalinas. Él se sumergió y vio peces de muchos colores que nadaban cerca de éste, las aves entonaban melodías y la corriente del río rosaba las piedras de diferentes tamaños produciendo una música dulce. Cuando salía a la superficie miraba los colores húmedos de las plantas vegetales enraizadas en la tierra, y percibía una armonía entre nubes, hojas, ramas, tallos, raíces, el río y él. Luego se volvía a sumergir una y otra vez y, así, en esas experiencias sencillas pero profundas, la naturaleza fue mostrándole su grandeza.

Recorrió con Mama Conchita, su abuela, Mama Mercedes, su madre, y Taita Antonio, su padre, los caminos ancestrales de los espíritus de las plantas en los campos floridos de cerros, valles y praderas en su lugar de origen, el Valle de Sibundoy. En esos senderos vio "el jaguar del conocimiento", "la danta del buen camino" en una noche de luna llena; palpó el silencio profundo de la oscura noche bajo el manto de las estrellas; y, al amanecer, percibió el rocío que mojaba el nuevo día profundizando la cromatina de la naturaleza.

Me ha contado también que creció participando desde niño en los actos ceremoniales y festivos celebrados en Manoy Santiago en el Valle de Sibundoy. Para él, la fiesta del Atun Puncha: el Gran Día o Kalusturinda, también llamada del arcoíris, es una de las actividades más importantes de los ingas, y su familia participa activamente en su preparación. Durante la fiesta se baila en las calles, se tocan instrumentos musicales, se preparan comidas especiales y, sobre todo, se perdonan impasses ocurridos entre personas de la comunidad. Las mujeres, hombres adultos, jóvenes y niños se visten con indumentarias especiales, caracterizadas por sus fuertes colores, sombreros, plumajes y adornos. La alegría se desborda entre los participantes, pues es la fiesta que celebra la abundancia de la cosecha, el perdón y la reconciliación con la tierra y la naturaleza. La temática de las fiestas inga aparece en la profusión de colores en cada obra del maestro, los cuales dotan al espectador de una sensación de alegría y prosperidad.

Por otra parte, la pintura del maestro refleja la fuerza y la destreza del chumbe. Su abuela fue quien le enseñó el pensamiento de este arte fundamental para las culturas originarias de América. El chumbe es una faja que puede medir de cinco a diez centímetros de ancho, por cuatro o cinco metros de largo. Lo tejen las mujeres con hilos de lana de varios colores, con los cuales, mediante rombos, forman las figuras del arte originario. Los chumbes expresan historia y pensamiento. Pueden interpretarse como libros de saberes que manifiestan la memoria igualmente plasmada por las culturas americanas en rocas talladas a lo largo y ancho del continente. El maestro se ocupó de esa temática en su tesis de grado en diseño gráfico, y la propuesta fue publicada con el nombre Chumbe arte inga en 1993.

En la cultura yalcón, el chumbe también es imprescindible y, por eso, toda niña/o es chumbado. Para esto se envuelve el recién nacido en una tela blanca de algodón, llamada colcha, con las piernas y los brazos rectos, y en las orillas de las piernas se le envuelve el chumbe tejido para presionar las piernas y los brazos. Así el niño solo puede mover la cabeza y los ojos. El sentido que tiene esta práctica es que su percepción visual y, con esta, su sentido común, se agudicen, y así este ser podrá crecer fuerte de piernas, brazos y pies, y será ágil de pensamiento.

La formación de Uaira Uaua

Benjamín Jacanamijoy inició estudios superiores de Ingeniería Civil en la Universidad de Nariño, sin embargo, desistió de ese empeño y con el objetivo de acercarse al arte, entró a cursar Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Colombia, en la sede Bogotá. Fue acompañante y músico de las ceremonias ancestrales de yagé realizadas por su padre, el Taita Antonio Jacanamijoy, quien falleció en agosto del 2008. En muchas ocasiones estuvo junto a su padre tocando la guitarra y entonando temas ceremoniales que propician el efecto del remedio del yagé.

El ímpetu espiritual de Benjamín se manifiesta en la fuerza de las historias que nos cuenta a través de la pintura. Él mismo me contó la forma como busca narrar las historias de su cultura en cada cuadro. A ritmo de sentimiento y recuerdos, va entretejiendo el movimiento, la textura y los colores en el lienzo. Su propuesta plástica es la de una amalgama que busca evidenciar la semilla de la vida: símbolo de las nueve vibraciones de la creación y núcleo cromático de los elementales. Así, el maestro condensa la estructura de la filosofía originaria del pueblo Inga sobre el manejo de los espíritus de plantas y animales en sus pinturas, filosofía ésta que les permite sanar, alimentar, proteger y emplear en guerras el carácter material o espiritual los seres de la naturaleza. Tal como las semillas de los vegetales son base del tejido de la vida, del manejo del territorio, del agua y del poder de autonomía, el trazo detallado y delicado del pincel del maestro es la base para representar el gran poder que guardan en sí mismas las distintas semillas del Putumayo.

Hoy en día, el artista vive con su familia en Bogotá, profundizando en el arte de contar las historias de sus mayores a través de cuadros, objetos e intervención de fotografías, y su casa es una estancia propia para narrar y tejer la memoria del pueblo Inga en la capital.

Dimensiones temáticas de la obra de Benjamín Jacanamijoy

A lo largo de los años, el camino pictórico del maestro ha venido transmitiendo el espíritu de sus ancestros, denominados taitas sinchis o yachas, grandes sabedores a quienes su conocimiento les permitió el contacto, uso y manejo de plantas medicinales, y quienes "soplaron" en Benjamín la necesidad de proyectar "el pensar bonito y el caminar con el aliento del corazón". Heredero de ese pensamiento, Benjamín retransmite a la sociedad urbana occidental una reflexión hecha arte, que fue posibilitada por el aliento de esos sabedores, sus ancestros.

Pienso que este es el motivo por el cual el maestro centra su obra en la dimensión espiritual, plasmando profundos estados de conciencia en los cuales entra el ser humano cuando, en las ceremonias convocadas por esos sabios, los taitas sinchis, se establece una comunicación con otras instancias y frecuencias de la existencia. De esta manera, se crea un diálogo con las partículas más íntimas que forman la vida y las cosas que constituyen el universo, y que Uaira Uaua consigue reflejar tanto en la composición de cada cuadro, como en las formas que se repiten en todos éstos.

De estados integrales de conciencia proviene el caudal de la sabiduría que le permite pintar. Por ese fluido su cromatina, más allá de las meras búsquedas estéticas, se consolida en imágenes en yuxtaposición, compendios de texturas, tejidos, trenzas, como si fuera un "chumbe", fragmentado en sus partes, catalizando y transmitiendo la memoria de los estados integrales de cognición. De ese modo, el contacto con su obra nos permite percibir cuán elemental es estar en armonía con la naturaleza, pues Benjamín logra producir un entretejido de códigos que, si bien parten de la naturaleza, entran a expresar principios culturales propios de los originarios de América, especialmente de los inga, su nación de origen. De ahí que la obra del artista nos conduzca a analizar la particular relación de nuestros pueblos originarios con su entorno natural y con los demás miembros de la comunidad humana.

En ese sentido, términos como ecología y medio ambiente son insuficientes para entender la dimensión de naturaleza y humanidad ofrecida por el artista. En su obra, los seres humanos se presentan como una especie más que pertenece a la tierra y está sujeta a sus ciclos, y no como entidades superiores o dueños del planeta, tal y como el humano ha sido calificado por el pensamiento occidental.

Usando texturas, colores y formas, Benjamín niega la separación tajante entre el que mira su obra y el medio natural. Su centro temático es la función del ser humano en el globo, trenzada en convivencia armónica con los otros seres vivos y con la Tierra, siendo ésta una entidad viva y autoconsciente. Con estas características, su obra sirve de marco a una denuncia ante la propuesta medioambiental de explotación capitalista que promueve una desarmónica relación social y cultural con el planeta. Por este motivo, considero que contemplar la obra de Uaira Uaua es una oportunidad para que cada uno renueve su relación con la naturaleza.

Uaira Uaua como hiyassana

En las narraciones históricas propias de los carijona y los yalcón de los Andes y el Amazonas colombianos, la sabiduría del maestro Benjamín puede ser considerada como aquella proveniente de los hiyassana. Ellos fueron, al mismo tiempo, legisladores, médicos y artistas. Aparecieron a partir de la llegada de Kurukene: espíritu del arte, pues fue él quien otorgó la conciencia a los hijos de la Tierra. Él concedió a los hiyassana la comprensión de la creación del universo y les inspiró la expresión del arte, la pintura, la música, la danza y el canto para sanar, lo que generó en su pueblo un profundo conocimiento sobre el manejo de plantas y animales. De ahí que los hiyassana hayan sido también médicos cuyo trabajo espiritual y material les permitió curar el territorio y a la gente.

La posibilidad de expresión de los hiyassana, por otra parte, les facilitó la transmisión de la memoria y, como resultado, pudieron legislar sobre las costumbres antiguas y el uso del territorio. Así desarrollaron también la creación de leyes, principios y rituales que grabaron en piedras y rocas, y donde plasmaron la memoria de antiguas migraciones, el espíritu del Yuruparí, el uso del tabaco y la coca, y la forma de ejercer conocimiento, como lo hacen hoy los taitas sinchis, ancestros de Uaira Uaua.

Esta es la dimensión con la cual, como yalcón que soy, concibo la autoridad pictórica del maestro Jacanamijoy. Transmisor de memoria y pensamiento de la gente originaria de América, cuya sabiduría reconocía la existencia del equilibrio de la naturaleza y la sociedad. Por eso, podría calificar al artista como un hiyassana contemporáneo, un sabio que transmite con su pintura el arte de teko kavi, en guaraní, el buen vivir.

El trazo y el uso de colores del maestro Jacanamijoy

La fluidez de su trazo se caracteriza por presentar formas que reproducen la danza de algas y plantas en lo profundo del agua en movimiento, "haha-kãa temekeme", diría en yalcón: el pensamiento-soplo de la energía suprema en medio de las aguas, el movimiento del viento en lo alto de las montañas, o una niña inga tejiendo un chumbe y transmitiendo así el pensamiento dulce.

Otro de sus trazos particulares semeja las semillas, en sus formas geométricas redondeadas, como "mandalas" con miles de texturas internas, a través de las cuales el maestro Benjamín nos permite un aprendizaje espiritual y material sobre la magnanimidad y diversidad de las semillas vegetales, y las relaciones que existen entre éstas, el agua, las algas, las hojas y el territorio. Así como en el universo de la obra de Uaira Uaua todo convive, todo existe junto y yuxtapuesto, como yalcón sus pinturas me evocan la posibilidad de fundar una sociedad basada en esos mismos principios de convivencia y transformación mutua, que conducirían a una vida en sociedad con respecto, justicia, libertad de ideas, memoria, igualdad, reconocimiento de los derechos fundamentales y del derecho a soñar y hasta delirar con otra sociedad posible.

En medio de la trama de texturas aparecen la danta, el tigre, la serpiente, las aves y los peces, delineados manifiestamente como espíritus que cumplen la función de mensajeros y protectores de la reproducción de la vida. Éstos constituyen la fertilidad del territorio: la danta come semillas y sus heces permiten la fecundación de árboles y plantas, el picaflor succiona el polen y delicadamente lo irriga a otros lugares engendrando el territorio, la guacamaya recoge las semillas y las distribuye en las riveras y los peces son la vida dentro del agua. El lugar fundamental de los animales como sembradores de vida atraviesa toda la obra de Uaira Uaua.

En cuanto al color, para escribir sobre la cromática del maestro, mi pensamiento fluye por el camino de la planta del yagé, porque su técnica de color desdobla la luz del sol cayendo sobre las plantas de bejucos florecidos. En una ceremonia que realicé en el desierto de La Guajira, vi que de la arena surgían plantas que florecían en colores intensos y variados. Posteriormente, un agua cristalina cubrió las flores y el movimiento del líquido creó una vibración de los colores. En el espejo del agua vi mi rostro y poco a poco apareció la forma de un jaguar. Es así como percibo los colores en la obra de Uaira Uaua. Una cromática que atrapa, que genera lo que los yalcón llamamos ikarar: un embrujo a los ojos del observador.

Ya sus temáticas se relacionan con el Valle de Sibundoy, el espacio-madre de Benjamín, donde cada lugar y cada objeto tienen un temperamento propio. Su índole proviene del color, el olor, la temperatura y los seres animados e inanimados que lo habitan. Por eso, como lo afirma la antropóloga Diana Alexandra Mendoza, "entre sus cuadros hay un 'lugar de fuego'" (Mendoza, 2011: s/p), al cual debe ingresarse con la precaución de un cazador que admite el riesgo de ser asaltado por pensamientos que queman y enceguecen, porque necesita surtirse de energía vital. Hay también un "lugar del maíz del sol", de donde emanan las fuerzas arrobadoras de la fertilidad y la recurrencia, de las cuales debemos nutrirnos para cumplir el ciclo de la creación. El "ojo de agua", a su turno, es el lugar donde se renuevan la humedad y el silencio con la condición de permanecer en éste con la actitud humilde del que se asombra y medita.

En cuanto a los objetos, retomando el análisis de la antropóloga Diana Alexandra Mendoza sobre la exposición Pensadores de tierra y agua (2011), en la labor de Benjamín los objetos surgen como emisarios de tiempos y espacios que se cansaron de permanecer recluidos y silenciados. En un acto de liberación, y como viajeros que se percatan de su misión como portavoces de pensamientos y lugares amazónicos, los remos, las canoas y los bancos emprenden su éxodo hacia otros mundos, urbanos o indígenas, cruzando mares y océanos, retornando hasta Puerto Nariño en el Amazonas colombiano, o llegando hasta Nueva York o Guatemala, con el único propósito de recombinarse con esos otros espacios a la manera de una de las hélices del ADN que narra la memoria de la vida (Mendoza, 2011).

Series y exposiciones del maestro Jacanamijoy

La colección Pensadores de tierra y agua, una de las más recientes creaciones de Benjamín, es una exaltación de las diferentes formas de vida y de pensamiento que se conservan en las comunidades indígenas de Colombia. Muestra el proceso de pintado de varios pensadores y canoas de distintas comunidades del país.

Esta serie del maestro abarca distintas áreas de la comprensión humana y, sobre todo, explora el desarrollo de civilizaciones ancestrales que han sobrevivido al tiempo presente y que ofrecen al siglo XXI valores y conceptos necesarios para reflexionar sobre el manejo apropiado de los recursos del planeta. Su obra, finamente pincelada, expresa la necesidad de reconocer a las civilizaciones originarias de América, y brinda el camino para tejer la memoria de pueblos que crearon otras estrategias para relacionarse con el medio natural.

Por esto, sus cuadros conducen a sentir el sabor a Chichacuy, el espíritu del maíz, su color y fragancia que brotan de granos rojos, amarillos, morados, blancos y mixturados, y que las manos de las mujeres ingas, quechuas, aimaras, wayuu, ticuna, mayas y apaches han desgranado para sanar, alimentar y reproducir la vida de los uaua en la tierra: bastones útiles para irradiar alegría del espíritu de águilas, pintores cantadores y danzarines de colores.

En 2009 viajé con el maestro al Amazonas en el marco del Encuentro Intercultural en la Amazonia-Arte y Agua para Vivir 2009. Este fue un espacio muy importante para compartir anécdotas de su vida y de su carrera como artista. Allí, el maestro Ja canamijoy pintó dos canoas con veinte niños de las etnias Ticuna, Cocama y Yagua, del perímetro urbano de Puerto Nariño, departamento de Amazonas.

A la seis de la mañana los niños llegaban a la sede de la Asociación Artesanal Mowacha, organización de mujeres artistas y sabedoras indígenas. Todos los días adultos hombres y mujeres visitaban el lugar para ver al maestro pintar con los chiquillos. Era la primera vez que en este sitio un artista "hijo de la tierra" llegaba ataviado de sencillez, dignidad y amor para transportar a los niños indígenas a un mundo imaginario de colores con sabor a cupuaçu, guaraná y açaí.

Con los niños, el maestro y yo buscamos representar el turpial que diariamente entona su melodía en las altísimas ramas de árboles de abundancia, el colibrí que danza el almíbar fresco de las flores, el suave viento que emana de la ceiba y el cedro, el esplendor del "Taita Inti" y el venado de lomos plateados que todavía vaga por los senderos del Amazonas.

Poco a poco comenzó a aparecer en la pintura de las canoas, la selva húmeda que filtra mil colores, el jaguar que dibuja nuestros pensamientos en la pupila de sus ojos, el agua con ríos de flores y las semillas con sabor a tierra y raíz, dando la bienvenida a las hijas/os de la Tierra y el Sol. De esta manera, sentí el trabajo del maestro cuando con las niñas/os colocaron las canoas ya pintadas sobre el río Loretoyaco, con una expresión de vida y color que recupera la memoria del trabajo colectivo viviente en el corazón de los que compartimos ese espacio de creación.

En el marco de una invitación para realizar un trabajo creativo, el maestro viajó a Nueva York en 2010 y visitó el lugar donde estaban las Torres Gemelas. Sobre este evento me dijo: "Reconocí que en ese sitio se reunían todos los linajes nativos del norte de América para realizar ceremonias de ofrendas y pagamentos a los espíritus dueños del territorio", prosiguió diciéndome, "las Torres ya no estánallí, pero creo que los espíritus de los ancestros sí siguen pintado, cantando y bailando la memoria del arco iris en el mismo lugar". Con la intención de recobrar la memoria de esos pagamentos, desde el ferry que conduce de Staten Island hacia Manhattan, el maestro tomó fotografías y las intervino, superponiendo majestuosamente sus cuadros sobre los enormes rascacielos de la isla. Enseguida me acordé del territorio que hoy la sociedad occidental llama "Parque de San Agustín", sitio de poder donde nosotros, los yalcones, nos congregábamos para hacer pagamentos y, aunque hoy, como Manhattan, ha cambiado su vocación, en lo profundo mantiene su espíritu de congregación ancestral.


Referencias bibliográficas

1. JACANAMIJOY, Benjamín, 1993, Chumbe arte inga, Bogotá, Ministerio de Gobierno-Dirección General de Asuntos Indígenas.         [ Links ]

2. MENDOZA, Diana, "Uaira Uaua o el temperamento de los pensadores de tierra y agua", en: Ticoclub, disponible en: <http://www.ticoclub.com/cpbenjax10.htm>, consultado el 19 de mayo de 2011.         [ Links ]