SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
 número38Los cuerpos del deseo: potencias y acciones colectivas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • En proceso de indezaciónCitado por Google
  • No hay articulos similaresSimilares en SciELO
  • En proceso de indezaciónSimilares en Google

Compartir


Nómadas

versión impresa ISSN 0121-7550

Nómadas  no.38 Bogotá ene./jun. 2013

 

Editorial


El cuerpo ha emergido en la sociedad como un asunto relevante para la configuración contemporánea de la vida. Ha tomado centralidad en la experiencia del sujeto, en sus formas de vinculación y también en los modos de conocimiento. La dimensión carnal de lo humano desborda los modos de subjetivación instaurados y aboca a la experimentación y la contingencia. Las interacciones y los vínculos se ven afectados por las pugnas en torno a lo que el cuerpo puede o no presentar y representar, y a las políticas que lo intervienen con miras a propiciar ciertas identidades. Por su parte, los saberes se pluralizan a partir de las posibilidades sensoriales y perceptuales que destituyen la primacía de la vía racional como único modo de conocimiento legítimo. Así, la experiencia corporal viable en los contextos y culturas presentes, constituye una y otra vez motivo de debate, de investigación y de regulación.

Ahora bien, esa estrecha relación cuerpo-subjetividad nos permite vislumbrar cómo los distintos sujetos habitan y significan los mundos en que están inscritos, tanto como aquellos que les resultan ajenos. Esta condición de los cuerpos, como nodos de pregunta y de tensión sobre las posibilidades de existencia, nos instala en una cierta forma de pensamiento liminar, en la medida en que aquellos no sólo tienden a indicar un mundo que está más allá de ellos mismos. Como lo ha señalado Judith Butler, ese movimiento que supera los propios límites de las corporalidades, fronterizo en sí mismo, parece ser imprescindible para establecer lo que los cuerpos efectivamente son. Así, la inquietud por lo corporal nos lanza a la ramificación y a la apertura de una pluralidad que indaga por la diferencia y la diversidad, por aquellos cuerpos que se constituyen en tensión con las experiencias, las subjetividades y los conocimientos que dominan un determinado momento sociohistórico. Si, como tan frecuentemente se dice, "somos cuerpo", es viable la pregunta por el cuerpo "otro", aquel cuya discrepancia se configura en los pliegues de nuestra propia mismidad.

En este orden de ideas, cabe sospechar que si la configuración del cuerpo puede dar cuenta de la producción del sujeto, la cuestión de las corporalidades contemporáneas involucra profundas tensiones con el "modo" predominante de su producción, en este caso, del llamado sujeto moderno.

El proyecto moderno, de origen eurocéntrico, implica una configuración del cuerpo afín a un modelo civilizatorio con pretensiones de universalidad hacia toda la diferencia subjetiva y cultural. La corporalidad moderna se articula con la identidad colonial, extendida hacia los pueblos subalternos, y unívoca en términos del ideal de sujeto. La modernidad conforma una cultura somática, con cuerpos regulados en hábitos, temporalidades, movimientos, abocados a la hiperestesia, y más recientemente, expuestos a la supraexperiencia sensorial, y abiertos a la tensión de sus límites. Se trata del cuerpo pertinente para la producción de un sujeto racional, disciplinado, ascético, productivo, reproductivo, blanco, heteronormado, codificado binariamente en géneros polarizados...

En este punto, surge la pregunta, como compromiso ético y político, por las posibilidades diversas de ser, pensar y vivir cuerpos otros, subjetividades otras. Configuraciones y vivencias del cuerpo que no sólo constituyen alteridad, sino que aluden a sujetos narrados como lo otro. Al pensar desde Spinoza (1677), el interrogante de ¿qué puede un cuerpo para ser otro? emerge respecto de los vectores que hoy apuntan a controlarlo, a determinar las corporalidades viables, a prescribir o seducir sobre lo que un cuerpo debe ser. Abocarse a sus afecciones, interpelar los saberes y normativas que lo delimitan, atravesar las prácticas que buscan contenerlo, indagar las maneras de alteración del orden en que está inscrito, renuevan la inquietud por su potencia, por su recreación de la vida. Así pues, la pregunta que ha motivado este número de NÓMADAS refiere a las posibilidades de conocimiento, acción y expresión, que devienen en transgresión de aquellos cuerpos que se configuran como alteridad del cuerpo moderno.

Atendiendo a este cuestionamiento, se propone un volumen monográfico con once artículos que se han agrupado en tres ejes temáticos, estableciendo de la manera que se presenta a continuación, la relación del cuerpo con el saber, el poder y la subjetividad.

Cuerpo y campos del saber

Si recordamos a Nietzsche, hay más razón en el propio cuerpo que en la mejor sabiduría. Según el filósofo alemán, ¿quién sabe para qué necesita el cuerpo precisamente la mejor sabiduría? Esta pregunta nietzscheana nos lleva al reconocimiento de lo que él denominó "los saberes del cuerpo". En contravía del postulado moderno, según el cual, la razón es la única fuente importante para los saberes aceptados y asumidos por los sujetos, en este eje atendemos a la provocadora pregunta por los modos de saber del cuerpo y su potencia en tanto "saberes otros".

Presentamos aquí tres artículos que abordan asuntos relacionados con los modos en los cuales los saberes científico, tecno-científico y artístico indagan el cuerpo, con las consecuentes implicaciones en la alteración de las subjetividades contemporáneas. Emergen apuestas metodológicas que rastrean y alteran los cuerpos del deseo, miradas a las formas que la tecnología imprime en los cuerpos y sujetos, y también exploraciones en torno a las imágenes y enunciados que el discurso científico genera sobre el cuerpo de las mujeres.

Regulación y ordenamientos del cuerpo

Si para el sujeto moderno, el cuerpo se configuraba como una entidad con datos fijos e inamovibles (sexo, raza, edad, complexión física, etcétera), que determinaban con certeza su identidad, para las formas-otras de subjetividad contemporánea, el cuerpo es cada vez más un espacio de diseño, creación y trastocamiento, de opciones y elecciones. Así pues, la vida colectiva se recompone en pro de la necesidad de regular y controlar las alteraciones del cuerpo que implican una transgresión de los regímenes y códigos morales aceptados en el marco de la sociedad contemporánea. En tanto el cuerpo sigue siendo objeto del saber-poder, las transformaciones del proyecto moderno convocan no sólo nuevas y reinadas formas de disciplinamiento y control de las posibilidades corporales del sujeto y de las poblaciones, sino también, variadas maneras de resistencia, e incluso de fuga, respecto a tales órdenes. En este sentido, las emergencias de cuerpos alter implican una transformación profunda en las relaciones de poder y en los modos de sujeción.

Por ello, interrogamos los ordenamientos y las tensiones que los cuerpos otros generan en las formas y relaciones de poder en diversos ámbitos de la vida. En este apartado, encontramos una reflexión muy crítica sobre el lugar del cuerpo y de la masculinidad en la ley, una revisión de las formas contemporáneas de blanqueamiento, así como la experiencia en el cuerpo de quienes han vivido la reparación en el conflicto sudafricano, y la guerra y la violencia en el contexto colombiano. Cuerpos y subjetividades que controvierten y subvierten las categorizaciones que los constriñen, para dar paso a nuevas formas de pensar y asumir las relaciones intersubjetivas y las formas de habitar el mundo.

Cuerpo y formas de subjetividad

Si, como se ha dicho, los cuerpos-otros se configuran respecto de modernidades alternativas al proyecto civilizatorio dominante, los saberes y los tipos de normatividad que recaen sobre la experiencia corporal del sujeto son trastocados, con lo que también se tensionan las prácticas que a manera de dispositivos operan para que un sujeto se reconozca como tal, como partícipe de cierta modernidad. Entonces, las formas y modalidades con que un sujeto se relaciona consigo mismo son también destituidas y pluralizadas cuando se configuran corporalidades en resistencia.

En este eje se encuentran artículos que recogen investigaciones y reflexiones sobre la constitución de alteridad a partir de prácticas y experiencias corporales variadas. La posibilidad de alteración del cuerpo y el género como potencia política, la experiencia de cuerpos con configuraciones alternativas de sensibilidad y nombramientos como discapacitados, las vivencias corporales de jóvenes que asumen prácticas de sexualidad en los límites y la proximidad a la ruptura de sí, y las formas de la apariencia en relación con los usos del cuerpo como lugares de constitución de identidad son aspectos claves de este apartado.

Este número de NÓMADAS se orienta hacia la posibilidad de hacer visibles y sonoras las propuestas y apuestas de cuerpos que trazan "otros mundos posibles", y suponemos que esta pregunta nos permitirá trazar mapas de modernidades alternas, de premodernidades o posmodernidades, y de proyectos colectivos diversos, que se sitúen en otras latitudes y longitudes de sentido.