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Nómadas

versão impressa ISSN 0121-7550

Nómadas  no.41 Bogotá jul./dez. 2014

 

El cuerpo en Colombia: estado del arte cuerpo y subjetividad

O corpo na Colômbia: estado da arte corpo e subjetividade

The body in Colombia. State of the art on body and subjectivity

Sara Yaneth Fernández Moreno*

AUTORES: Nina Alejandra Cabra y Manuel Roberto Escobar

EDITORIAL: Universidad Central e Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP)

CIUDAD: Bogotá AÑO: 2014 PÁGINAS: 218

* Trabajadora Social; Magíster en Estudios de Población; y Doctora en Ciencias en Salud Colectiva, UAM, Xochimilco (México). Profesora asociada del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Antioquia (UDEA), y coordinadora del grupo Género, Subjetividad y Sociedad, Instituto de Estudios Regionales (INER)-UDEA, Medellín (Colombia). E-mail: spartacolombia@yahoo.com.mx


El texto que tengo en mis manos es el resultado de una investigación llevada a cabo por el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP) de la Secretaría de Educación Distrital de la Alcaldía Mayor de Bogotá, y el Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos (Iesco) de la Universidad Central. Estado y Universidad juntan esfuerzos, liderados por los investigadores Nina Alejandra Cabra y Manuel Roberto Escobar, para la construcción de un estado de la discusión de veinte años de producción alrededor del tema "cuerpo y subjetividad", desde las tendencias, reiteraciones, ausencias en los saberes de las ciencias sociales que se producen respecto a la díada cuerpo-subjetividad en el país.

Sin duda, un campo de trabajo emergente que desde diversas disciplinas, con recorridos teóricos y trayectorias de investigación abordados en clave de historia, de escuela, y en su relación no sólo con la subjetividad, sino también con la violencia, permite un reconocimiento necesario para revisar, replantear e identificar lo avanzado hasta ahora en materia de estudios sobre cuerpo y subjetividad. El planteo metodológico da frutos al sugerir la necesidad de inventariar trayectorias particularmente valiosas en el abordaje del cuerpo por parte de los saberes acumulados alrededor de este tema, y disponibles en centros de documentación del país para revisar su aporte a la comprensión de:

  • Los procesos de subjetivación y las formas de expresión de estudiantes en el Distrito Capital.
  • La mirada relexiva sobre los problemas sociales derivados del estudio del cuerpo.
  • Los elementos para la formulación de políticas públicas en campos como la comunicación, la educación, la violencia, el género y el mundo juvenil.

Subproductos de este valioso trabajo lo constituyen el directorio de centros de documentación y de revistas de ciencias sociales, humanas y de educación que han acopiado o fomentado la producción en este campo. Son 290 registros que permitieron rastrear tendencias de investigación, niveles de producción, calidad e impacto de estos trabajos, de acuerdo con su grado de desarrollo, y 18 textos adicionales complementaron el ejercicio para un análisis más profundo. Éste de por sí ya es un logro del proceso y un beneficio para quienes busquen continuar por este camino.

Aunque el texto señale que su interés en rastrear tendencias más que autores, es justo resaltar las trayectorias de trabajo de Zandra Pedraza, de Rubiela Arboleda, de José Fernando Serrano, de Jaime Humberto Borja, de Hilderman Cardona Rodas, del mismo autor Manuel Roberto Escobar, de Carlos Iván García, Julia Castro y Rocío Gómez, para desarrollar una primera búsqueda alrededor de la relación cuerpo-subjetividad en las siguientes discusiones:

  • La revisión histórica de la temática
  • El género
  • La juventud
  • La escuela

Por supuesto, la dispersión, las ausencias, los temas huérfanos y la lista de pendientes como cuerpo-religión; cuerpo-tecnología; cuerpo y sustancias psicoactivas; cuerpo y ciencia; cuerpo y arte; cuerpos masculinos y conlicto armado; cuerpo, clase social y consumo; a lo que yo agrego cuerpo y sexualidad; cuerpo, placer y goce, muestran cómo hay un reconocimiento explícito del camino recorrido, pero se advierte la importancia de los temas que seguramente van a sobrevenir.

La revisión es sugestiva, no sólo por el rigor con el cual se asumen los textos abordados, sino por la crítica permanente a los resultados de la búsqueda y a la forma como inteligentemente, los autores evitan la complacencia. Los modos multidireccionales y frecuentemente insospechados en los que el ser humano recrea su existencia nos adentran en ese camino de la exploración, el análisis y la síntesis que tanta falta hace en Colombia con muchos corpus de conocimiento, para saber dónde andamos, qué tanto hemos avanzado y qué, de plano, hemos olvidado.

Poesía, arte e imagen no están fuera del circuito que Nina y Manuel Roberto nos presentan entre cada capítulo; estos elementos hacen una rica combinación, apropiada por demás en los textos elegidos, que estimula a las/os lectores y los lleva a otras orillas para seguir leyendo el cuerpo desde la literatura y el arte. Los capítulos sobre la historicidad de los estudios de cuerpo y subjetividad muestran cómo detrás de éstos se de-vela el orden social, la diferencia, la normalidad, el cambio y la disciplina encarnados; de allí la escuela, de allí la cultura, la ciudadanía, la higiene, la raza, la anormalidad; las mujeres, que junto a los jóvenes, ofrecen perspectivas para profundizar en el valor social, político y cultural del cuerpo en el mundo contemporáneo.

El capítulo sobre cuerpo y violencia llega al meollo de la confrontación de las desigualdades entre hombres y mujeres en la contienda por el control del cuerpo de las primeras por parte de los segundos, naturalizado peligrosamente en el discurso patriarcal; la guerra, la violencia íntima, el conlicto dejan sus cicatrices en los cuerpos de quienes sobreviven, recuperan su voz, su testimonio, y muestran así otras dimensiones del despojo, del desplazamiento y el desarraigo. Los estudios feministas revisados, las investigaciones analizadas dan relevancia a la motricidad, la estética, la salud y la sexualidad en contextos adversos; la violencia íntima, personal, los crímenes pasionales relacionan cuerpo, violencia y ciudadanía, todas éstas, dimensiones que buscan desnaturalizar las diferentes formas de violencia urbana, política y doméstica.

Curioso encontrar que el abordaje del cuerpo en la escuela redunde en el disciplinamiento, en la educación física, la danza, el teatro, y no en las ciencias, en la matemática, la tecnología del cuerpo; curioso detectar una escuela distante de la diversidad, la pluralidad, la paz, la convivencia. Una limitación que sin duda invita a ser remontada por nuevos proyectos.

Otros elementos que el recorrido del libro nos permite identificar como importantes y necesarios en este campo de estudio sobre el cuerpo y las diversas formas de subjetivación tienen que ver con un reclamo más que justificado de los autores, quienes desafían la posibilidad de acercamiento de las miradas nacionales y regionales sobre el tema, el conocimiento situado que llaman algunos, el pensamiento crítico que nombran otros, que no es más que la capacidad de vernos entre nosotros mismos, hombres y mujeres que compartimos preguntas e inquietudes, para leernos, citarnos, comentarnos y encontrarnos entre nosotros. Las referencias de base de los estudios revisados mostraron un acentuado énfasis en los autores europeos, una mirada eurocentrista de la formulación de la pregunta y las búsquedas por el cuerpo como campo. Lecturas potencialmente transformadoras del cuerpo, subversivas en su acepción, pueden ser desarrolladas localmente como la revisión del texto lo muestra. Una educación más liberadora, menos moldeadora y disciplinaria debe ser buscada; la búsqueda de la conciencia somática que permita más que construir, formar sujetos, y ello, su gerentemente, es posible desde lo propio, desde el pensamiento local, desde la realidad cercana, maravillosa provocación por cierto.

Un llamado importante a superar lo logrado lo plantean Nina y Manuel Roberto cuando alientan trabajos empíricos de mayor calado, ya que seguimos ignorando lo que los cuerpos viven, sienten, experimentan en las distintas realidades de su entorno. Interrogar a los formado-res —hombres y mujeres— por su propio cuerpo, vehículo pedagógico y didáctico de su práctica permanente que privilegia el discurso, la razón, la mente, pero que también viene empaquetado —encarnado—, pensar e indagar sobre los hombres heterosexuales a los que se les asume pero no se les interroga, se les sabe… ¿Se les sabe? ¿O acaso se les supone? La salud como espacio afirmativo y de realización creativa, expresiva, libertaria, está lejos de ser una posibilidad real con lecturas y abordajes reducidos al riesgo, al pathos, a la anormalidad, al problema, y no a la posibilidad. Menudo encargo para quienes seguimos en esa ruta.

Más allá de la higienización, la normalización, la escolarización, vale la pena preguntarse por la construcción y el sentido de las ciudadanías y reiterar la necesidad de allegar teorías más cercanas para abordar realidades y cotidianidades que puedan dialogar entre sí. Este generoso ejercicio que se hace en el texto, se agradece por quienes hacemos docencia situada y una investigación contextualizada; de un lado, alivia saber que no partimos de cero y, de otro, estimula saber que a partir del recorrido de quienes nos anteceden, podemos avanzar un poco más con preguntas ciertamente más incisivas, con impulsos remozados por las personas que han abierto trocha, y por la necesidad desde diversas miradas, intereses, disciplinas, preguntas, historias, motivaciones e intuiciones de dialogar, de lenguajear, de articular esfuerzos y voluntades, aprovechando los logros de quienes nos han antecedido.

Habrá que ojear varias veces el texto, sus dibujos, su poesía y sus capítulos para hacer ese camino ameno, constructivo e inspirador.