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Revista Colombiana de Reumatología

versión impresa ISSN 0121-8123

Rev.Colomb.Reumatol. v.15 n.3 Bogotá jul./sep. 2008

 

Homenaje

Mario Peña Cortés

Vida y obra de un maestro de la reumatología

Rita Magola Sierra1

1 Profesora de Medicina Interna y Reumatología. Universidad de Cartagena

Dr. Mario Alejandro Peña Cortés, colegas internacionales, nacionales, amigos Figura 1.

En respuesta al llamado del Dr. Elías Forero, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Reumatología, de participar en este homenaje y hacer un reconocimiento público al Dr. Mario Alejandro Peña Cortés, con motivo de sus 50 años de graduado como Médico, quiero primero expresar mi agradecimiento por esta honrosa designación.

Fui alumna del Dr. Peña, inicialmente en el periodo de Septiembre a Diciembre de 1986, como estudiante de postgrado de Medicina Interna, de la Universidad de Cartagena, en rotación por reumatología, en la Universidad Nacional, y seguidamente de febrero de 1987 a marzo de 1989, fecha de mi graduación como especialista en reumatología de la Unidad de Reumatología de la Universidad Nacional, en donde me propuse quedarme, a consecuencia de la seducción ejercida por un servicio organizado alrededor del conocimiento y exigente pero a la vez humano y cálido, y por la persuasión cotidiana de Mario Díaz y Monique Chalem, quienes hicieron olvidar con relativa facilidad mi muy seguramente débil vocación de hematóloga.

Al hacer una mirada desde la perspectiva histórica e intentar dar prioridad a los aspectos más relevantes de la vida intelectual y profesional del Dr. Peña como protagonista y maestro de la reumatología colombiana y su contribución a la misma en el siglo XX, es claro que hoy se deben resaltar tres hechos fundamentales: 1. El nacimiento de la reumatología como disciplina. 2. La institucionalización de la reumatología como profesión. 3. La pertinencia de la formación de reumatólogos en la prestación de servicios de salud especializados en Colombia y Latinoamérica.

Una disciplina consiste gnoseológicamente, cualquiera que sea su materia, en un conjunto de instituciones técnicas, o sociales, tales como comunidades de especialistas, congresos, libros, cátedras, departamentos, con sus tradiciones correspondientes. Y es así como uno ve el nacimiento de la reumatología en Colombia con la llegada de las primeras publicaciones traducidas al español por autores extranjeros como Rotes Querol, o latinoamericanas a mediados del siglo XX; desde allí nace la tendencia de los médicos a tener una “especialidad” por este conocimiento y a asociarse alrededor del mismo. Sin embargo, estas tendencias toman realmente cuerpo con la fundación de la Asociación Colombiana de Reumatología (ACR) el 8 de octubre de 1966, y lo más importante, su reconocimiento por la comunidad médica – científica internacional en este caso la Liga Panamericana de Reumatología. Figura 2.

Los miembros fundadores, encargados de liderar el proceso de reconocimiento de la nueva disciplina, fueron en este orden, los presidentes de la misma: Carlos Sanín Aguirre, Mario Alejandro Peña Cortés, Arnold Gómez López, Humberto Lizarazo Peñaloza, Jorge Escandón Sorzano, Fernando Chalem Benatar y Carlos Argáez Castello, el único de los asociados fundadores que no fue Presidente de la ACR1; el Dr. Peña Cortés, fue presidente en dos periodos: 1968-1969 y 1978-1980.

Esta nueva disciplina fue muy activa científicamente desde su creación, tanto en la organización temprana de reuniones de científicos y congresos, desde el Primer Congreso de Reumatología en el Hospital San Juan de Dios, como de múltiples publicaciones; muchas de éstas, se pueden reseñar bajo la editorial de Acta Médica Colombiana,

órgano informativo de la Asociación Colombiana de Medicina Interna, de las cuales solo mencionaré el curso de actualización de 1986, editado por el Dr. Mario Peña y el Dr. Álvaro Sánchez y publicado en extenso como suplemento2; para mostrar lo que fue la forma de organizarse las subespecialidades, aún incipientes, alrededor de la Medicina Interna, un área más amplia del conocimiento, en ese momento histórico de la misma. Nos tocaría esperar unos años más, hasta 1989, cuando sale a la luz pública el primer anuario de Reumatología, bajo la presidencia del Dr. Álvaro Sánchez Figura 3 . En estos primeros Anuarios, preludio de la actual Revista de la ACR, al igual que durante todo este periodo, el Dr. Peña es colaborador, en co-autoría del Dr. Humberto Lizarazo y el Dr. Fernando Chalen, de múltiples publicaciones3.

En segunda instancia quiero hacer una aproximación a lo que fue el inicio de la institucionalización en la Universidad de la Reumatología como Profesión. Para ello vuelvo a la década de 1960.

Cuando el Dr. Mario Peña inicia las actividades, primero de Medicina interna de 1959 a 1961, y obtiene el reconocimiento académico como tal. Desde este momento nace el vínculo académico científico, que seguirá por muchos años, con los Drs. Lizarazo y Chalem.

Posteriormente, como una especialidad de la Medicina Interna y como una actividad de asistencia, inicia la consulta externa, en el Hospital San Juan de Dios de Bogotá, en septiembre de 1963, a la cual se suman el Dr. Humberto Lizarazo y el Dr. Fernando Chalem Figura 4.

En marzo de 1964 reciben el reconocimiento académico, como actividad de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. En 1966 se les da reconocimiento como Unidad académica del Departamento de Medicina Interna, en concordancia con la reforma en educación médica en Colombia que siguió a la segunda misión norteamericana, integrada por el Dr. Lapham, de la Universidad de Tulaine y los Drs. Goss y Berson en 1953, seleccionada por la División de Salud del Instituto de Relaciones Interamericanas (Division of Health, Welfare and Housing of Institute of Inter- American Affaire), a petición de la Universidad Nacional de Colombia, y la creación de la Asociación de Facultades de Medicina (ASCOFAME).

Por el Acuerdo 71 de 1969, el consejo Superior de la Universidad Nacional reconoce y autoriza a la Unidad de reumatología para formar profesionales postgraduados y expedir títulos. Son los primeros egresados, el Dr. Pedro Farias, quien se unirá al grupo de la Nacional como profesor, y el Dr. Clavijo, egresado en 1971, cuando ya los títulos los expedirá la misma universidad. Con estas titulaciones se puede decir, que se inicia la reumatología, como profesión en Colombia Figura 5Figura 6.

Por último, pero no menos importante, quiero referirme a la pertinencia de la formación de especialistas en Reumatología en la Universidad Nacional, poniendo el foco en el periodo hasta 1998, fecha hasta la cual el Dr. Peña fue profesor de dicha cátedra.

Durante su existencia nos hemos formado en la Unidad de reumatología, médicos, de las más diversas regiones del país Figura 7, desde, la Costa Atlántica y el Caribe Colombiano, al norte, hasta Pasto y el vecino país del Ecuador al sur. Tenemos graduados en Cali, Bucaramanga y Cúcuta, en Medellín y en el eje cafetero y Neiva; con una muy buena representación en la capital, Bogotá, en los diferentes centros de atención Durante su existencia nos hemos formado en la Unidad de reumatología, médicos, de las más diversas regiones del país Figura 7, desde, la Costa Atlántica y el Caribe Colombiano, al norte, hasta Pasto y el vecino país del Ecuador al sur. Tenemos graduados en Cali, Bucaramanga y Cúcuta, en Medellín y en el eje cafetero y Neiva; con una muy buena representación en la capital, Bogotá, en los diferentes centros de atención reumatológica, como en las instituciones formadoras de médicos y especialistas en las diferentes áreas de la medicina y de otras profesiones del “arte de curar”. Considero que el Dr. Mario Peña, como profesor y a través de su larga vida, profesó, es decir, da fe de lo que hace, construyó una estirpe de discípulos y ha contribuido a llevar la reumatología, no solo a los diferentes ámbitos del ejercicio en la capital de la república, también a todas las regiones de Colombia y más allá de la frontera.

Como todos los árboles grandes, el Dr. Peña tiene unas raíces sólidas y ha cosechado frutos, además de

los profesionales e intelectuales personales y familiares. Nacido en Simijaca, Cundinamarca, (Figura 8) en 1933, proviene de la unión de don Enrique Peña con doña Isabel Cortés Figura 9.

Al decir del Dr. Clavijo, “Mario Alejandro es uno de los hijos menores de don Enrique, un patriarca a quien tuve el honor de conocer y departir durante largos años hasta su fallecimiento. Su hermano mayor Carlos, Médico, fue un destacado investigador colombiano en EUA en el campo de la neurología”.

Graduado de Dr. en Medicina y cirugía en 1958, por la Universidad Nacional de Colombia Figura 10.

El Dr. Peña contrajo matrimonio en julio de 1971, con Doña Teresa Martínez Jiménez; producto de esa unión, son Mario Alberto, Fernando y Jaime Ernesto Figura 11, y tiene dos nietos.

Muchos han sido los reconocimientos que ha recibido por su trabajo como profesor y reumatólogo; de ellos queremos destacar:

El premio de la Academia Nacional de Medicina, en 1994 Figura 12, por el libro Artritis Reumatoidea, treinta años de experiencia Figura 13.

Profesor titular de medicina de la Universidad Nacional de Colombia Figura 14.

En 1997, Profesor honorario de medicina de la Universidad Nacional de Colombia, máximo título en la carrera docente Figura 15.

Placa conmemorativa, en 1997, a los profesores Mario Peña, Humberto Lizarazo, Fernando Chalem, Pedro Farias, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, por la creación de la Unidad de reumatología y la formación de nuevas generaciones médicas Figura 16.

Exaltación por la Asociación Colombiana de Reumatología en sus 35 años, como fundador en 2001 Figura 17.

Reconocimiento en sus 50 años de haber terminado su formación académica de médico, por la asociación de egresados de la Universidad Nacional, AEXMUN, en el 2007 Figura 18.

Como maestro de Reumatología de la PANLAR en 2006 Figura 19.

Hoy, día de celebración para el Dr. Peña, quiso que hiciéramos mención del Hospital San Juan de Dios, ámbito

de enseñanza y de aprendizaje de nosotros como reumatólogos, hoy en extinción Figura 20.

Para terminar, y para recordar, la imagen de tres médicos, que supieron dejar de lado sus diferencias de nacionalidad, de lengua y seguramente de tendencias personales; juntos pudieron formar un colectivo de pensamiento, subirse en el tren de los sueños y llevar a conformar una disciplina y una profesión: la especialidad de reumatología; esas eran sus metas y las consiguieron y seguramente afrontaron grandes retosFigura 4.

Hoy tenemos una asociación grande en número, en solidez académica y económica, pero cada vez mas débil como colectivo, enfrentada a múltiples amenazas económicas, políticas y sociales, que no le son ajenas a los médicos como profesionales o a otras profesiones, y que demandan de nosotros, como una asociación de especialistas, con un camino previo exitoso, una buena dosis de esa enteraza y capacidad de formación de colectivos. Sabemos que nuestra especialidad debe superar los escollos del presente, con fuerza colectiva, que es la única que ha probado servir: “o perdemos todos o nos salvamos todos”.

Dr. Peña, muchas gracias por acompañarnos durante todos estos años.

Referencias

1. ACR. Fundada el 8 de octubre de 1966. Miembros fundadores. Rev Col Reum 2003; 10(4).         [ Links ]

2. Actualizaciones en Reumatología. Editores Peña Mario, Sánchez Alvaro. Acta Med Colomb 1980; 5(2) Supl. B.         [ Links ]

3. Peña Mario, Lizarazo Humberto. Aportes recientes del etodolac. En Anuario 1990. ACR. Lupus eritematoso Sistémico. Ed. Sánchez A, Díaz M, Ucrós G. Editorial Acta Med Colomb 1990; 54-58.         [ Links ]

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