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Revista Colombiana de Reumatología

versión impresa ISSN 0121-8123

Rev.Colomb.Reumatol. vol.27  supl.1 Bogotá dic. 2020  Epub 22-Ago-2021

https://doi.org/10.1016/j.rcreu.2019.11.006 

Artículo de revisión

Manifestaciones osteoarticulares de esclerosis sistémica: una revisión sistemática de la literatura

Sebastian Molina-Riosa  * 

Eliana Ordoñez C.a 

Gerardo Quintana-Lopeza  b 

aDepartment of Internal Medicine, School of Medicine, Universidad Nacional de Colombia. Carrera 30 No. 45-03. Postal Code 111321, Bogotá DC, Colombia

bREUMAVANCE Group, Rheumatology Section, Department of Internal Medicine, Fundación Santa Fe de Bogotá University Hospital. Carrera 7 No. 117-15. Postal Code 220246, Bogotá DC, Colombia


RESUMEN

Introducción:

Las manifestaciones osteoarticulares (MOA) están presentes de forma frecuente en pacientes con esclerosis sistémica (SSc). Generan gran discapacidad funcional con un impacto importante en la calidad de vida de los pacientes, por lo que requieren especial atención por parte de los clínicos.

Objetivos:

Determinar la frecuencia de las MOA dentro de la SSc, su impacto en la condición general de los pacientes y las diferentes herramientas disponibles de diagnóstico y tratamiento.

Metodología:

Se realizó una revisión sistemática de la literatura disponible desde enero de 1970 hasta diciembre de 2018 en las bases de datos de Medline, Embase, Lilacs, Scielo, Cochrane y clinicaltrials.gov.

Resultados y conclusiones:

Se incluyeron un total de 116 artículos en esta revisión. Se determinaron el tipo y la prevalencia de las diferentes MOA reportadas en la literatura. Además de la evolución en los métodos diagnósticos de las mismas, cada vez existen más métodos validados para evaluar el impacto de las MOA en los pacientes con SSC. Se requieren ensayos clínicos aleatorizados que permitan establecer la mejor estrategia de tratamiento para estos pacientes.

Palabras clave: Esclerosis sistémica; Articulaciones; Compromiso óseo; Calidad de vida Revisión sistemática

ABSTRACT

Introduction:

Osteoarticular manifestations (OAM) are frequently present in patients with systemic sclerosis (SSc). These OAM are related to important functional disability and a severe impact on patient's life quality, therefore, they require special attention from clinicians.

Objective:

Determining the frequency of reported OAM in SSc patients, the general impact of osteoarticular manifestations in patient's condition and the tools available for diagnosis and treatment.

Methodology:

A systematic review of the literature was performed for information published between January 1970 and December 2018 in the medical research databases of: Medline, Embase, Lilacs, Scielo, Cochrane and clinicaltrials.gov.

Results and Conclusions:

A total of 116 articles were included in this review. The type and prevalence of the different OAM reported in the literature were determined. In addition to the evolution of their diagnostic methods, there are more validated methods to assess the impact of OAM in patients with SSc. Randomized clinical trials are required to establish the best treatment strategy for these patients.

Keywords: Scleroderma; Systemic; Joints; Bone and Bones/complications; Quality of life; Systematic review

Introducción

Las manifestaciones osteoarticulares (MOA) se presentan frecuentemente en los pacientes con esclerosis sistémica (SSc) con una prevalencia reportada del 40 al 80% de los casos1,2. Estas MOA están relacionadas con una discapacidad funcional importante y un impacto severo en la calidad de vida del paciente. Clements et al.3 advirtieron previamente sobre la brecha en el conocimiento relacionado con las MOA en la SSc y la necesidad de investigar más sobre ese tema.

Durante los últimos años la importancia de las MOA en la SSc ha crecido, aumentando la cantidad de literatura publicada sobre este tema. En vista de la cantidad de información nueva disponible, decidimos hacer una revisión sistemática de la literatura con el fin de determinar la frecuencia de las MOA en los pacientes con SSc reportada en la literatura, el impacto de las MOA en las condiciones del paciente y las herramientas disponibles para el diagnóstico y el tratamiento.

Metodología

Se llevó a cabo una revisión sistemática de la literatura sobre la información publicada entre enero de 1970 y diciembre de 2018. La estrategia de búsqueda se realizó en las bases de datos de investigación médica de: Medline, Embase, Lilacs, Scielo, Cochrane y clinicaltrials.gov. Los términos utilizados fueron: «Scleroderma, Systemic», «CREST syndrome», «Scleroderma», «SSc», «Systemic sclerosis», «Joint diseases», «Musculoskeletal Diseases» y «Arthritis» (material suplementario, tabla S1). La búsqueda por idiomas se limitó al inglés y al español, y solo se incluyeron los artículos relacionados con seres humanos. La búsqueda incluyó artículos que discutían el diseño de la investigación, estudios de cohortes, de casos y controles y transversales de acuerdo al objetivo de la revisión. Los criterios de exclusión que se consideraron fueron: población pediátrica, reportes de casos individuales, estudios genéticos, revisiones narrativas, cartas al editor y artículos de opinión. Inicialmente, 3.613 artículos fueron tamizados por el contenido del título; posteriormente, dos investigadores independientes revisaron los documentos basándose en sus resúmenes. Los duplicados fueron descartados (fig. 1). En caso de desacuerdo con respecto a la inclusión de un artículo, dicho artículo fue revisado por los dos investigadores. En caso de no lograr un consenso, la decisión fue tomada por el investigador sénior. La primera fase dio como resultado 130 artículos para ser seleccionados mediante la investigación del texto completo (fig. 1). Después de leer los estudios relacionados con manifestaciones musculoesqueléticas (21 artículos) consideramos que se debía realizar una revisión sistemática independiente centrada en estas manifestaciones. Por esa razón excluimos esos artículos de la revisión actual. Se excluyeron 14 artículos adicionales con base en su contenido (tabla S2). Después de revisar los artículos relacionados y la bibliografía se incluyeron 21 documentos. Por lo tanto, se incluyeron en total 116 artículos en la presente revisión (tabla 1). La información a incluir fue extraída en forma separada por dos investigadores independientes. En caso de desacuerdo, se utilizó la misma metodología que en la selección de los estudios. La evaluación del riesgo de sesgo fue realizada por dos investigadores independientes (tablas S3-S6).

Figura 1 Diagrama de flujo PRISMA. 

Tabla 1 Artículos incluidos en la revisión sistemática 

Resultados

La SSc puede tener diferentes niveles de MOA que afectan directamente a las unidades articulares o a su tejido adyacente (tabla 2). Las MOA se observan con mayor frecuencia en la variedad difusa de la SSc y su desarrollo tiene relación con los biomarcadores de severidad del compromiso vascular, muscular y pulmonar2,4.

Tabla 2 Prevaléncia de MOA en SSc 

Manifestaciones articulares inflamatorias

La artritis y la sinovitis son manifestaciones frecuentes durante el curso de la enfermedad. La literatura reporta del 9 al 70% de MOA entre los pacientes con estadios tempranos y tardíos de la enfermedad similares2,4-11 (fig. 2). La manifestación más frecuente es la artritis leve con erosiones pequenas y discretas11-13. Sin embargo, se ha reportado la presencia de artritis erosiva similar a la que se observa en los pacientes con artritis reumatoide (AR) (fig. 3), lo que abre el debate respecto a la presencia de una superposición clínica entre la AR y la SSc o una manifestación aislada de esta última11,14,15. La superposición es altamente sospechosa en los pacientes que desarrollan manifestaciones articulares y fenómeno de Raynaud16. La monoartritis, la oligoartritis o el compromiso poliarticular17 se ven con mayor frecuencia en la SSc difusa comparada con la variedad limitada2, aunque algunos estudios informan que las manifestaciones de artritis deformante son más prevalentes en la variedad limitada de la SSc11. Las MOA también están relacionadas con los reactantes de fase aguda con un OR de 2,1 (IC 95%: 1,67-2,64)2. Además, la presencia de artritis es un factor predictivo para: progresión de la enfermedad general, disminución de la función del ventrículo izquierdo, desarrollo de úlceras digitales y empeoramiento del puntaje de Rodnan18, lo que la hace una característica de severidad altamente valiosa para evaluar en todos los pacientes con SSc18. Las manifestaciones de la articulación sacroilíaca no son inusuales, y la presencia de niveles elevados de proteína C reactiva (PCR) o dolor de espalda deben alertar al clínico sobre la posibilidad de sacroileítis19.

Figura 2 Detección de compromiso inflamatorio de articulaciones y tendones con RM (flechas). Adaptado con permiso de Avouac et al.1

Figura 3 Artritis radiográfica erosiva caracterizada por erosiones y estrechamiento del espacio articular que compromete las articulaciones IFP e IFD (flechas). Adaptado con permiso de: Avouac et al.1

Contracturas articulares

Las contracturas articulares son muy frecuentes durante el curso de la enfermedad, con una prevalencia del 30 al 80% en todos los pacientes a lo largo de todas las etapas de la enfermedad2,4,9,10,20-22. Las unidades articulares involucradas son principalmente la primera y la segunda articulación metacarpofalángica (MCF) con daño descrito hasta en el 82% de los pacientes con contractura articular. Por lo general se describe el compromiso de las muñecas, los hombros y la segunda y la tercera articulación interfalángica proximal (IFP)20 (fig. 4), mientras que las caderas, las rodillas y los codos rara vez están involucrados. Los pacientes con SSc difusa, títulos positivos de anti-topoisomerasa I y compromiso pulmonar, cardíaco y esofágico son más propensos a presentar contracturas articulares2,7,20,21. Adicionalmente, la variedad difusa de la SSc es un predictor independiente de progresión de la contractura23. Además, se ha descrito que los pacientes con más de cuatro articulaciones afectadas por mano tienen una tasa de supervivencia más baja; por lo tanto, las contracturas articulares se pueden interpretar como un marcador de severidad de la enfermedad20.

Figura 4 - Contractura en flexión que compromete lasmanos. Adaptado con permiso de Tas et al.27

Roces de fricción de los tendones

Los roces de fricción del tendón (TFR) también aparecen en los pacientes con SSc con una prevalencia reportada del 5 al 37%, presentándose más a menudo en aquellos con SSc difusa2,4,10,22,24. Los TFR se manifiestan principalmente en las manos, los codos y los tobillos24,25. Se encuentran con mayor frecuencia en los pacientes jóvenes y durante las etapas tempranas de la enfermedad (OR: 2,58; IC 95%: 1,873,56), y su presencia está relacionada con una progresión de la enfermedad y otras manifestaciones severas, tales como el compromiso pulmonar, renal y vascular2,18,24,26. Adicionalmente, los pacientes con SSc difusa temprana que desarrollan TFR tienen una menor supervivencia a 5 a 10 años y un compromiso más severo de su calidad de vida24.

En general, las sinovitis, las contracturas articulares y los TFR se manifiestan juntos; por lo tanto, la presencia de cualquiera de las MOA es un factor de riesgo para el desarrollo de otra afectación osteoarticular2.

Acroosteólisis

La resorción ósea de las falanges distales, o acroosteólisis, es otra MOA frecuente que se observa hasta en el 25% de los pacientes27 (fig. 5). Algunos estudios han descrito que esta manifestación está relacionada con un compromiso más severo y sistémico de la SSc28. Además, la acroosteólisis se asocia con la severidad de la isquemia digital29,30, así como con la presencia de patrones videocapilaroscópicos avanzados, especialmente con pérdida capilar y angiogénesis31. De manera similar, la presencia de úlceras digitales es un predictor independiente de la progresión de la acroosteólisis23.

Figura 5 Acroosteólisis del dedo índice en un paciente con SSc. A) Radiografía simple. B) Ecografía. Adaptado con permiso de Freire et al.73

Por lo tanto, la resorción ósea distal puede corresponder a una manifestación isquémica de la SSc.

Calcinosis

La calcinosis, que se ha descrito hasta en el 25% de los pacientes, se observa más frecuentemente en los pacientes mayores y está relacionada con la presencia de osteoporosis y úlceras digitales32,33 (fig. 6). Adicionalmente, las úlceras digitales son un factor independiente de progresión de la calcinosis23. Algunos estudios sugieren un posible papel del daño vascular en la patogénesis de la calcinosis, ya que está asociada con patrones video capilaroscópicos avanzados y úlceras digitales31.

Figura 6 Calcinosis del dedo índice en un paciente con SSc. A)Radiografía simple. B)Ecografía. Adaptado con permiso de Freire et al.73

Compromiso de los pies

Las MOA en los pies tienden a aparecer más tarde en el curso de la enfermedad y causan discapacidad severa. En el momento del diagnóstico de la SSc las contracturas articulares, los TFR y el compromiso de acroosteólisis en los pies son mucho menos frecuentes que en las manos; no obstante, las artralgias de los pies pueden ser una queja común34. Más aún, el compromiso de los pies empeora durante el curso de la enfermedad, a diferencia del compromiso de las manos, que tiende a permanecer estable una vez que se ha manifestado34.

Necrosis avascular

La necrosis avascular de la cabeza del fémur ha sido reportada como una MOA poco frecuente, aunque severa, en los pacientes con SSc. En las etapas tempranas de la enfermedad los pacientes pueden estar asintomáticos. Sin embargo, a medida que esta progresa, el síntoma cardinal es el dolor en la ingle, los muslos y las nalgas35. Se han reportado algunos casos raros que involucran los huesos del carpo, y a pesar de todo, la necrosis del hueso semilunar puede ser subestimada y frecuentemente malinterpretada como carpitis (artritis erosiva de la muneca)36,37.

Densidad mineral ósea en la esclerosis sistémica

Los pacientes con SSc tienen múltiples factores de riesgo conocidos para el desarrollo de osteoporosis, es decir, inflamación crónica, uso de esteroides, inmovilidad y menopausia precoz38. Se ha reportado una baja densidad mineral ósea (DMO) en alrededor del 27 al 62% de los pacientes con SSc38-45, mientras que se ha informado que la osteoporosis varía entre el 10 y el 51% de los pacientes dependiendo de las poblaciones estudiadas41-48 (tabla 3). En los pacientes con SSc la DMO baja se observa con mayor frecuencia en el cuello femoral en comparación con la columna lumbar (0,829 ±0,126 mg/cm2 vs. 1,078 ± 0,197 mg/cm2)41. El cambio en la DMO parece estar influenciado por el índice de masa corporal más bajo reportado en este grupo de pacientes comparado con la población normal41,42,46.

Tabla 3 Valores de DMO, puntajes T y puntajes Z de pacientes con SSc 

En un estudio en la población marroquí realizado por Yacoub et al.49 la población con SSc tuvo una DMO más baja, así como niveles más bajos de vitamina D en comparación con los controles sanos. Además, hubo una asociación entre la DMO baja y los niveles bajos de vitamina D con la presencia de compromiso articular severo. Del mismo modo, en dos poblaciones españolas la presencia de SSc y la mayor duración de la enfermedad se asociaron con una DMO más baja comparada con la de un grupo de mujeres sanas. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D no se asoció con una DMO más baja39.

Se encontraron resultados similares en la densidad ósea del cuello femoral en un grupo de 43 pacientes con SSc en comparación con los controles pareados con AR43; sin embargo, en un estudio previo con un mayor número de pacientes no se encontró esta diferencia44. La dosis acumulativa de esteroides no es un factor de riesgo para el desarrollo de osteoporosis o fracturas en la SSc cuando se evalúa con densitometría ósea44,50, aunque los pacientes que reciben dosis de prednisona de 5 mg o más por día tienen una microarquitectura ósea alterada cuando se evalúan mediante tomografía51. En un estudio prospectivo de 50 pacientes canadienses con SSc, los que no eran caucásicos tenían una DMO más baja que los caucásicos40. La presencia de calcinosis también parece influir en la aparición de la osteoporosis32; no obstante, este hallazgo no es reproducible en todas las series52. Una DMO baja en los pacientes con SSc no se asocia con la severidad del compromiso de otros órganos45.

La presencia de fracturas por fragilidad no es despreciable. Omair et al.40 reportaron fracturas por fragilidad hasta en el 14% de los pacientes. En un estudio anterior, hasta el 24% de los pacientes tenían una fractura vertebral documentada, con predominio de fracturas de grado 1 según la clasificación de Genant47. Avouac et al.44 encontraron que el 35% tenían fracturas por fragilidad en una cohorte de 71 pacientes con SSc, el número de fracturas fue similar al encontrado en pacientes con AR y fue mayor que el reportado en otras cohortes de SSc, probablemente debido a la mayor edad de los pacientes de esta cohorte.

Fauny et al.53 encontraron que, a pesar del mayor riesgo de alteración de la DMO, solo el 43% de los pacientes con SSc son estudiados mediante absorciometría con rayos X de energía dual (DEXA). Además, existen estrategias complementarias aplicadas a la tomografía que permiten determinar el riesgo de fractura en pacientes con SSc, que parecen ser más sensibles que la DEXA en esta población específica53. El Puntaje de hueso trabecular (Trabecular Bone Score [TBS]), una herramienta reciente para evaluar la microarquitectura ósea, se ha utilizado en pacientes con SSc con buenos resultados51,54. Ruaro et al.54 informaron que el TBS es capaz de discriminar a los pacientes con una microestructura ósea alterada que aumenta el riesgo de fractura. Además, el TBS parece estar más alterado en pacientes con patrones videocapilaroscópicos activos o tempranos, lo que sugiere una correlación entre el daño microvascular y el compromiso óseo54. En un estudio previo realizado por Marot et al.55 se encontró un compromiso impor-tante del hueso trabecular que parece estar relacionado con la presencia de úlceras digitales. La caracterización de la micro-estructura ósea mediante elTBS abre la posibilidad para su uso potencial como una herramienta diagnóstica complementaria para el compromiso óseo secundario al uso de corticosteroides, y por lo tanto el TBS se podría utilizar con la DEXA para detectar la osteoporosis inducida por corticosteroides51.

Marcadores serológicos

Anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado (anti-CCP)

Varios estudios han analizado la relación de los anti-CCP con el desarrollo de manifestaciones articulares en la SSc. Se reporta positividad de anti-CCP entre el 3 y el 14% de los pacientes con SSc según la generación de prueba y el punto de corte utilizados56-59. En la población latinoamericana se ha descrito positividad de anti-CCP hasta en el 12% de los casos de SSc; sin embargo, su asociación con artritis en este grupo demográfico no es completamente clara56. Debido a la alta especificidad de estos anticuerpos para el diagnóstico de la AR, existe controversia respecto a la utilidad de los anti-CCP para diagnosticar la superposición de SSc con AR (SSc-AR). Santiago et al.58 encontraron una asociación significativa entre los títulos positivos de anti-CCP y la aparición de artritis, aunque no hubo una asociación estadísticamente significativa entre la presencia de estos anticuerpos y el diagnóstico de SSc-AR, a diferencia de otros estudios en los que los anti-CCP fueron considerados útiles para identificar a los pacientes con SSc-AR57,60,61. Stamenkovic et al.59 también reportaron una relación significativa entre los anti-CCP y la artritis clínicamente evidente. De manera similar, un estudio reciente encontró que la presencia de anti-CCP está relacionada con la aparición de erosiones óseas, y cuando se asocia con la presencia de factor reumatoide (FR) positivo tiene relación con el desarrollo de artralgias en los pacientes con SSc62. Un metaanálisis realizado por Laustriatetal.63 reportóque, además deconferirunaltoriesgo de artritis erosiva (OR: 22,48; IC 95%: 10,71-47,21), la positividad de anti-CCP en los pacientes con SSc aumenta el riesgo de fibrosis pulmonar, así como el de compromiso esofágico y cutáneo difuso.

Otros anticuerpos

La presencia de anticuerpos antinucleares y anti-DNA de doble cadena (ANA y anti-dsDNA, respectivamente) en los pacientes con SSc limitada parece estar relacionada con manifestaciones articulares11,64. Los anticuerpos contra SCL-70 (anti-SCL-70) son más altos entre los pacientes con DMO baja39-41. Además, se ha reportado una asociación de los anti-SCL-70 con el desarrollo de contracturas articulares y deformidad en las manos (OR: 7,01; IC 95%: 1,02-48,69), aunque no se asocian con la presencia de artralgias o de TFR21,65. Existe algún debate sobre si la presencia de anticuerpos antitopoisomerasa I se asocia con la presencia de manifestaciones articulares, especialmente de contracturas articulares, ya que algunos de los estudios que han establecido la asociación tienen sesgos de selección66.

Proteína oligomérica de la matriz del cartílago

La proteína oligomérica de la matriz del cartílago (POMC), una proteína que se encuentra en el cartílago y que se cree que es un regulador importante del mantenimiento de las fibras de colágeno tipo I y II, ha sido estudiada como un posible marcador de artritis en la SSc. Un estudio de 40 pacientes con SSc encontró que los niveles de POMC estaban relacionados con la actividad de la enfermedad, la presencia de artritis y anti-cuerpos anti-CCP y anti-SCL-7067. Sin embargo, un número significativo de pacientes presentan POMC positiva, por lo que esta no parece ser muy específica para identificar la artritis67.

Acetilhidrolasa del factor activador de plaquetas

Los niveles normales de acetilhidrolasa del factor activador de plaquetas (AH-FAP) corresponden a un factor de riesgo de artralgias o artritis (OR: 19,8; IC95%: 2,4-164 y OR: 1,86; IC95%: 1,33-2,59, respectivamente), lo que sugiere que la presencia de AH-FAP elevada tiene un posible papel protector contra el compromiso articular68.

YKL-40 o glicoproteína de cartílago humano 39 (HC gp-39)

La YKL-40 fue evaluada en un estudio de 40 pacientes con SSc por La Montagna et al.69, quienes reportaron que los niveles de YKL-40 se encuentran elevados en los pacientes con artralgias o artritis, lo que sugiere que puede ser un posible marcador serológico de compromiso articular en la SSc.

Evaluación radiológica

Radiografía convencional

La radiografía convencional es una herramienta útil para abordar el compromiso articular en la SSc que se utiliza conjuntamente con el FR y los anticuerpos anti-CCP, especialmente en los casos en que existen dudas sobre una posible superposición con AR27. Los hallazgos se pueden dividir en tres patrones: daño articular degenerativo, cambios fibróticos periarticulares o compromiso articular inflamatorio, aunque esta es una clasificación que no es reproducible en todos los estudios9.

Uno de los hallazgos más frecuentes que se describen en los rayos X simples es la desmineralización yuxtaarticular, reportada hasta en el 42% de los casos de SSc. La disminución del espacio articular y las erosiones articulares pequenas y discretas son comunes hasta en el 33 y el 31%, respectivamente12,27,33,70,71 (fig. 7). Las deformidades en flexión están presentes en un número considerable de pacientes70. Pueden aparecer calcificaciones extraarticulares hasta en 18% de los casos12,27,30,33 (tabla 4). A diferencia de la AR, el compromiso de la apófisis estiloides es raro y solo se presenta en el 2% de los pacientes12. En el penacho de la falange distal (distal phalangeal tuft [DPT]) el hallazgo descrito con mayor frecuencia corresponde a una resorción del DPT, reportada hasta en el 28% de los casos12,30,70,72. Otros hallazgos reportados son la calcinosis (hasta en el 12%)30, así como proliferación o erosiones del DPT, aunque con menor frecuencia72.

Figura 7 Hallazgos típicos en la mano en una radiografía simple de un paciente con SSc. Flecha blanca: erosiones yuxtaarticulares con pérdida del espacio articular; asterisco: acroosteólisis, numeral: calcinosis. Adaptado con permiso de: Avouac et al.1

Tabla 4 Cambios radiográficos en las manos de los pacientes con SSc 

Cuando se evalúan las radiografías de los pies hay una menor frecuencia de acroosteólisis, erosiones y calcinosis en comparación con las manos. Sin embargo, no hay diferencias significativas en la desmineralización, la disminución del espacio articular o las subluxaciones articulares34.

Ultrasonografía

Debido a la baja sensibilidad de la radiografía convencional para detectar los hallazgos tempranos de compromiso articular, se ha evaluado el papel de la ultrasonografía (US) en este escenario (tabla 5). Freire et al.73 evaluaron los hallazgos US a nivel articular en pacientes con diagnóstico reciente de SSc. Se encontró sinovitis en el 39% de los pacientes, en su mayoría leve. Además, el 27% de los pacientes presentaron tenosinovitis con mayor afectación en las vainas de los tendones extensores que en las de los flexores73 (fig. 8). El US puede identificar la artritis y la tenosinovitis durante el seguimiento de la enfermedad en los pacientes con SSc con artralgias sin cambios inflamatorios evidentes, aunque no es igualmente útil para identificar las erosiones74-76. La tenosinovitis esclerosante y las calcificaciones de los tejidos blandos son hallazgos específicos de la SSc que permiten la diferenciación de otras patologías, tales como AR77. Del mismo modo, la US tiene una sensibilidad aceptable para detectar la calcinosis y la acroosteólisis, con un valor del 89 y del 90%, respectivamente73, y puede detectar la presencia de entesopatía en los pacientes con SSc78.

Tabla 5 Cambios en la US en las articulaciones de pacientes con SSc 

Figura 8 Proyección ultrasonográfica transversal del tendón extensor común a nivel de la muñeca mostrando en escala de grises tenosinovitis en forma de derrame (flecha). Adaptado con permiso de Abdel-Magied et al.75

Iagnocco et al.79 evaluaron la prevalencia de hallazgos anormales en US combinada con Power Doppler en las articulaciones del carpo y de la mano de los pacientes con SSc. Al igual que en los estudios publicados anteriormente, se reportó una alta prevalencia de hallazgos anormales en comparación con la población sana. Los hallazgos más frecuentes descritos fueron: hipertrofia sinovial, derrame articular y tenosinovitis. Además, el uso del US Power Doppler mejora la capacidad de reconocer los signos inflamatorios locales, a menudo en ausencia de sinovitis clínicamente evidente79. Lescoat et al.80 confirmaron estos resultados en un estudio reciente reportando sinovitis inflamatoria en el 17,5% de los pacientes y tenosinovitis esclerosante hasta en el 18,5%. Estos hallazgos se asociaron con elevación de la PCR, sinovitis clínicamente evidente y pericarditis. A su vez, la tenosinovitis esclerosante se observó con mayor frecuencia en los hombres y se asoció con compromiso pulmonar, anticuerpos contra la RNA polimerasa III y SSc de tipo difuso80.

Imágenes por resonancia magnética

El interés en la utilidad de la resonancia magnética (RM) para detectar el compromiso articular en pacientes con SSc ha aumentado en los años recientes. Se describe predominantemente la sinovitis con erosiones leves y derrame articular asociado con la presencia de edema de médula ósea (tabla 6)81,82. La RM articular es más sensible que el ultrasonido para identificar el compromiso articular en pacientes con artralgias sin sinovitis clínicamente evidente74,75. A diferencia de la US y la radiografía, la RM es capaz de identificar los cambios tempranos, especialmente a nivel del carpo con compromiso predominante del hueso semilunar, que parece ser una característica distintiva de la enfermedad81.

Tabla 6 Cambios en la RM en las manos de los pacientes con SSc 

La RM tiene un alto rendimiento para identificar la tenosinovitis que compromete las manos en los pacientes con artritis83, al igual que los cambios en los pacientes con SSc, en quienes la sinovitis se describe hasta en el 88% de los que presentan artralgias74,75. Del mismo modo, en los pacientes con evidencia de TFR, la RM identifica la tenosinovitis hasta en un 50% de los casos84.

Clinimetría y su impacto en la funcionalidad general y la calidad de vida

La calidad de vida de los pacientes con SSc se ve afectada en diferentes niveles85, en gran parte debido a la afectación de la piel86 y al compromiso osteoarticular que dificulta el desarrollo de las actividades diarias en un grado de moderado a severo10,87-89. Además, el estrés psicológico y la percepción de discapacidad afectan negativamente la calidad de vida en estos pacientes90. Hay múltiples factores que se asocian con la pérdida de función de la mano, especialmente la presencia de contracturas articulares, úlceras digitales y fenómeno de Raynaud severo91.

El índice de discapacidad (DI) del Cuestionario de evaluación de la salud (Health Assessment Questionnaire [HAQ]), el Puntaje del componente físico (PCS) y el Puntaje del componente mental (MCS) de la Forma corta 36 (SF-36) han sido validados en la SSc92. Wiese et al22. documentaron que existe una correlación entre el HAQ DI y el SF36 PCS (r? = ?-0,79), así como entre el HAQ DI y las mediciones globales de salud determinadas por los médicos y los pacientes con SSc difusa temprana (r = 0,43 y r = 0,57, respectivamente). Estas mediciones tuvieron una importante asociación con el puntaje de Rodnan modificado, aunque no tuvieron la misma asociación con manifestaciones musculoesqueléticas o MOA22. Adicionalmente, utilizando los mismos instrumentos, la discapacidad generada por el compromiso articulares mayor que la que se presenta en los pacientes con artritis psoriásica, con un dolor más intenso que en los pacientes con AR93. En un estudio posterior de 326 pacientes con SSc difusa temprana se encontró que la pérdida de función de la mano, determinada mediante la Escala de funcionalidad de la mano de Cochin (Cochin Hand Function Scale [CHFS]), también contribuye significativamente a la discapacidad generada por la SSc94.

Kwakkenbos et al.89 validaron en una cohorte de 696 pacientes el PROMIS-29v2, una herramienta que evalúa siete dominios relacionados con la calidad de vida además de la intensidad del dolor en los pacientes con SSc. Ellos encontraron que la SSc tiene un impacto negativo en la calidad de vida debido en gran parte a contracturas articulares y a síntomas gastrointestinales89.

La prueba de movilidad de la mano en SSc (Hand Mobility Test In SSc [HAMIS]) fue evaluada en un estudio longitudinal de 43 pacientes con SSc con una duración de la enfermedad de menos de 3 años95. Se hizo un seguimiento durante por lo menos 4 años, que reportó que aunque varió en el 72% de los pacientes, no se presentaron cambios significativos en la movilidad de la mano durante los primeros años de la enfermedad95. A su vez, en los pacientes con una duración más prologada de la enfermedad hay una limitación importante para realizar movimientos que involucren agarre o torsión96. La prueba del delta dedo a palma (delta finger-topalm test) también ha sido validada para evaluar la movilidad de las manos en los pacientes con SSc97, así como el Michigan Hand Questionnaire (MHQ)98. Del mismo modo, el índice anatómico de la mano (Hand Anatomic Index [HAI]) corresponde a una herramienta útil para evaluar en forma objetiva la deformidad de la mano y el deterioro funcional secundario en los pacientes con SSc99.

Erol et al.100 utilizaron el Cuestionario sobre calidad de vida relacionada con la salud (Health-Related Quality of Life [HRQoLΑ) con el Índice de la mano de Duruöz (Duruöz Hand Index [DHI]) para evaluar la función de la mano en 44 pacientes con SSc en comparación con pacientes con AR. Ellos describieron que la pérdida de función de la mano en la SSc no solo es similar a la que se presenta en la AR, aunque los cambios articulares en ambas enfermedades son diferentes, sino que tiene una influencia importante en la calidad de vida de estos pacientes100. Un estudio anterior que utilizó la prueba HAMIS y la Escala de Cochin (Cochin Scale [CS]) reportó hallazgos similares101.

Además, Lóránd et al.102 validaron la utilidad del Puntaje de actividad de la enfermedad 28 (Disease Activity Score 28 [DAS-28]) utilizando el PCR y el ESR, así como el Índice de actividad de la enfermedad simplificado (Simplified Disease Activity Index [SDAI]) y el Índice clínico de actividad de la enfermedad (Clinical Disease Activity Index [CDAI]), para evaluar el compromiso articular en la SSc. Ellos reportaron que aunque los cuatro instrumentos son válidos para determinar la severidad de la afectación articular en los pacientes con SSc, el DAS-28-ESR mostró el mejor desempeño en cuanto a confiabilidad y validez de constructo102.

Los niveles de fatiga reportados en los pacientes con SSc, medidos por medio del Índice general de fatiga (IGF), son similares a los reportados por pacientes con neoplasias, AR o lupus eritematoso sistémico (LES)103. Además, la fatiga tiene un impacto negativo en muchos niveles diferentes en los pacientes con enfermedades autoinmunes, incluyendo la SSc104. La fibromialgia, una enfermedad que frecuentemente se asocia con altas tasas de fatiga, es muy común en los pacientes con SSc y se presenta entre el 57 y el 72%105.

Tratamiento

Existen pocos estudios sobre el tratamiento específico de las MOA en la SSc. Los tratamientos de primera línea para el manejo de la sinovitis son adaptados de los esquemas de manejo de la AR. Un estudio retrospectivo pequeño con pacientes de la base de datos EUSTAR sugiere un efecto beneficioso de la hidroxicloroquina en el manejo del compromiso articular inflamatorio en la SSc106. Los pacientes que desarrollan contracturas en los primeros anos de la enfermedad podrían beneficiarse del uso de ciclofosfamida, metotrexato o leflunomida20. La inmunoglobulina, utilizada en un esquema de tratamiento durante 6 meses, podría ser efectiva para reducir los síntomas articulares y el impacto secundario en la calidad de vida en los pacientes con SSc con compromiso articular severo refractario a los tratamientos de primera línea107.

El posible papel de los anti-TNF-α en el manejo de la SSc ha aumentado el interés de diferentes grupos en todo el mundo. Existen reportes de estudios que le asignan un posible papel a este grupo de tratamientos en el manejo de la artritis en la población con SSc108. En un estudio realizado por EUSTAR en el 2011 en centros especializados en el manejo de la SSc se evidenció que la mayoría de los expertos de esta sociedad recomendaron el uso de moléculas anti TNF-a solamente en ensayos clínicos aleatorizados, ya que no se conocen sus posibles efectos adversos sobre la enfermedad109. Sin embargo, debido a la dificultad para realizar un ensayo clínico aleatorizado con medicamentos biológicos, solo se han publicado estudios observacionales en este campo.

Elhai et al.110 evaluaron en un estudio observacional el efecto del tocilizumab, un anticuerpo humanizado contra el receptor de la IL-6, y del abatacept, una proteína recombinante de fusión que modula la coestimulación de las células T mediada por CTLA4, en el manejo de la miopatía o la poliartritis refractaria asociada con la SSc. Se utilizaron el DAS-28 para evaluar la respuesta al tratamiento y el HAQ-DI para evaluar su impacto en la calidad de vida, sugiriendo que ambos medicamentos pueden mejorar la poliartritis secundaria a la SSc110. Actualmente está en curso un estudio en fase 3 para evaluar la respuesta al rituximab en comparación con placebo en los pacientes con SSc con MOA que no responden a los tratamientos de primera línea111.

En los pacientes con SSc con manos dolorosas de origen multicausal, incluyendo el compromiso osteoarticular, la hidrodisección del túnel carpiano con lidocaína guiada por US, asociada a la inyección local de corticoides, reduce los puntajes de dolor hasta en un 67%, con una duración sostenida hasta de 6 meses112.

El manejo ortésico para las contracturas articulares puede ser ineficaz en las etapas tardías de la enfermedad, no solo porque exacerba síntomas tales como el fenómeno de Raynaud, sino porque no produce un alivio significativo en las deformidades generadas por contracturas113. Por el contrario, se puede considerar el manejo quirúrgico para reducir el dolor en los pacientes con enfermedad avanzada refractaria a otros tratamientos114. Se han practicado procedimientos como: simpatectomía, resección de calcinosis, artroplastias o capsulotomías, pero los beneficios reales son pocos, por lo que han caído en desuso115,116.

En conclusión, las MOA son frecuentes en la SSc. También tienen un impacto importante en la calidad de vida del paciente, especialmente debido a la limitación de la funcionalidad de la mano. El tratamiento es difícil y requiere un enfoque multidisciplinario. Debido a lo anterior, las MOA en la SSc requieren una identificación y una intervención tempranas. Además, se requiere más investigación, que incluya ensayos clínicos aleatorizados de buena calidad, para establecer la mejor estrategia de tratamiento para estos pacientes.

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Abreviaturas: AH-FAP, acetilhidrolasa del factor activador de plaquetas; ANA, anticuerpos antinucleares; anti-CCP, anticuerpos antipéptido cíclico citrulinado; anti-dsDNA, anticuerpos anti-DNA de doble cadena; anti-SCL-70, anticuerpos anti-SCL-70; AR, artritis reumatoide; CDAI, índice clínico de actividad de la enfermedad (Clinical Disease Activity Index); CHFS, escala de funcionalidad de la mano de Cochin (Cochin Hand Function Scale); DAS-28, puntaje de actividad de la enfermedad 28 (Disease Activity Score 28); DEXA, absorciometría con rayos X de energía dual; DHI, índice de la mano de Duruõz (Durudz Hand Index); DI, índice de discapacidad (Disability Index); DMO, densidad mineral ósea; DPT, penacho de la falange distal (distal phalangeal tuft); FR, factor reumatoide; HAMIS, prueba de movilidad de la mano en SSc (Hand Mobility Test In SSc); HAQ, cuestionario de evaluación de la salud (Health Assessment Questionnaire); HC Gp-39, glicoproteína derivada del cartílago humano 39; HRQoL, calidad de vida relacionada con la salud (Health-Related Quality of Life); IFP, interfalángica proximal; IGF, índice general de fatiga; LES, lupus eritematoso sistémico; MCF, metacarpofalángica; MCS, puntaje del componente mental (Mental Component Score); MOA, manifestaciones osteoarticulares; PCR, proteína C reactiva; PCS, puntaje del componente físico (Physical Component Score); POMC, proteína oligomérica de la matriz del cartílago; RM, resonancia magnética; SDAI, índice de actividad de la enfermedad simplificado (Simplified Disease Activity Index); SF-36, Forma Corta 36 (Short Form 36); SSc, esclerosis sistémica; SSc-AR, superposición de Ssc con AR; TBS, puntaje de hueso trabecular (Trabecular Bone Score); TFR, roces de fricción del tendón (Tendon Friction Rubs); US, ultrasonografía.

Conflicto de intereses Ninguno.

Anexo. Material adicional Se puede consultar material adicional a este artículo en su versión electrónica disponible en doi:10.1016/j.rcreu.2019.11.006.

Recibido: 30 de Julio de 2019; Aprobado: 28 de Noviembre de 2019

* Autor para correspondencia. Correo electrónico: semolinar@gmail.com (S. Molina-Ríos). https://doi.org/10.10167j.rcreu.2019.11.006

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