Entre lo ideal y lo real: ¿los cambios en los enfoques propuestos de turismo rural sostenible desde la Organización de las Naciones Unidas contribuirían al desarrollo rural territorial?¹

Between real and ideal: do the aproaches proposed by the ONU on sustainable tourism contribute to rural territorial development?

Entre l'ideal et le réel: les changements dans les approches proposées de tourisme rural soutenable depuis l'Organisation des Nations Unies, contribueront-ils au développement rural territorial?

¹Este artículo es el resultado de un proyecto de investigación teórica financiado por la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá -Colombia.
²Sociólogo de la Universidad Nacional de Colombia, Máster en Desarrollo Rural del Instituto de Estudios Sociales de la Haya, Países Bajos, Máster en Análisis de Problemas Políticos Económicos e Internacionales Contemporáneos del Instituto de Altos Estudios para el Desarrollo de Bogotá. Profesor Asistente del Departamento de Desarrollo Rural y Regional de la Pontificia Universidad Javeriana. E-mail: humberto.rojas@javeriana.edu.co.

Recibido: 2009-03-01 Aceptado: 2009-05-10 Publicado: 2009-06-30

Resumen

El Turismo Sostenible (TS) ha sido propuesto desde los ámbitos internacionales y nacionales como una actividad promisoria para los ámbitos rurales desde las dimensiones ambiental, económica y social. No obstante, los enfoques sobre el turismo sostenible, modalidades, características y en particular el papel a cumplir en el Desarrollo Rural Territorial pueden incorporar consideraciones distintas dependiendo de la entidad que lo promueva. La mayoría de las veces al hablarse de TS se hace solo referencia a la dimensión ecológica de las actividades turísticas, en otras ocasiones se relaciona con la rentabilidad económica, mientras las propuestas más recientes incluyen consideraciones de índole social, cultural e incluso política. Este artículo explora el enfoque Sistémico-territorial y su relevancia para el análisis de los procesos de Desarrollo, las transformaciones en el adjetivo sostenible relacionados con el TS, así como también analiza las principales conferencias de la Organización de las Naciones Unidas en los últimos diez años, así como la política colombiana de fomento del Ecoturismo, a la luz de los alcances e implicaciones para alcanzar un Desarrollo Rural Territorial (DRT).

Palabras clave: Declaraciones internacionales sobre turismo, turismo rural sostenible, ecoturismo, desarrollo, desarrollo rural territorial, teoría de sistemas.

Abstract

Sustainable Tourism (ST) has been seen at the national and international arena as a promising activity for rural areas from the environmental, economic and social perspectives. However, TS approaches, its categories of analysis and particularly the role that should perform for delivering Territorial Rural (TRD) development may incorporate different considerations according to the views of the institution promoting it. Most of the times the orthodox ST approach refer to the activity's environmental sustainability; other refers to the economic perspective while the latest approaches include social, cultural and even political considerations.

This paper explores from a systemic territorial approach the transformations and meanings of the "sustainable" adjective in the main ONU conferences on the subject in the last ten years, also examines the Colombia ecotourism promotion policy, but furthermore search for insights and the implications of ST for Territorial Rural Development (TRD).

Key words: United declaration on tourism, sustainable rural tourism, ecotourism development rural territorial, development system's theory.

Résumé

Le Tourisme Soutenable (TS) a été proposé par les sphères internationales et nationales comme une activité qui promet pour les sphères rurales du point de vue des dimensions environnementales, économiques et sociales. Cependant, les approches sur le tourisme soutenable, leurs modalités, leurs caractéristiques et en particulier le rôle à jouer dans le Développement Rural Territorial peuvent comprendre des considérations diverses selon l'Institution chargée de les promouvoir. En général, lorsque l'on parle de TS, on ne fait référence qu'à la dimension écologique des activités touristiques, dans d'autres cas, on les met en relation directe avec la rentabilité économique, tandis que les propositions les plus récentes comprennent des considérations sociales, culturelles, voire politiques. Cet article fait une exploration de l'approche Systémiqueterritoriale et de son importance pour l'analyse des procédés de Développement, des transformations subies par l'adjectif soutenable par rapport au TS, ainsi que des principales conférences de l'Organisation des Nations Unies dans les dix dernières années, et de la politique colombienne de promotion de l'Eco-tourisme, dans le cadre des limites et des implications pour réussir à avoir un Développement Rural Territorial (DRT).

Mots-clés: Déclarations internationales sur le Tourisme, Tourisme Rural Soutenable, Ecotourisme, Développement, Développement Rural Territorial, Théorie de Systèmes.

Introducción

El presente artículo es resultado de un proyecto de investigación teórica financiado por la Vicerrectoría Académica de la Pontificia Universidad Javeriana cuyo principal objetivo fue realizar una revisión de los enfoques teóricos y énfasis propuestos en los últimos 10 años en las declaraciones de las Naciones Unidas sobre Turismo Sostenible³, para a continuación proceder a analizar sus fortalezas y debilidades a la hora de promover procesos de desarrollo rural territorial con un enfoque sistémico.

En primer lugar se encontró que los cambios en las formas de percibir y conceptualizar el Turismo Sostenible han ido de la mano de las transformaciones que ha sufrido el concepto de Desarrollo Sostenible, por lo cual no ha habido una creación o contribución teórica particular en las declaraciones realizadas por las entidades internacionales, en particular la Organización de las Naciones Unidas ONU, razón por la que fue necesario indagar en la enorme producción intelectual alrededor del controvertido concepto de Desarrollo Sostenible y Turismo Sostenible al cual hacen alusión invariablemente todas las declaraciones y documentos revisados.

Vale la pena resaltar que la revisión de las definiciones más representativas sobre Desarrollo Sostenible dieron pie a una nueva y breve exploración sobre la teoría sistémica por lo cual se hizo necesario establecer de manera muy general sus fundamentos y relación con el Desarrollo, elementos que a su vez alimentan la noción de Desarrollo Rural Territorial (DRT) y sus dos pilares transformación productiva e institucional a partir de la cual se analizaron las declaraciones examinadas.

Teniendo en mente todo lo anterior y con el ánimo de presentar de la mejor manera posible los resultados de la investigación se tejió este documento a partir de la redacción de las siguientes secciones: En la sección 1 se aborda; El Análisis Sistémico y su relevancia para el análisis de los procesos de Desarrollo, se presentan los principales postulados del enfoque sistémico y su relación con el Desarrollo. En la sección 2; Desarrollo, Turismo y Medio Ambiente; No hay Turismo Sostenible sin Desarrollo Sostenible. En esta sección se hace un breve recuento de la evolución del concepto de Desarrollo Sostenible y sus repercusiones sobre la construcción y reconstrucción de los conceptos de Turismo Sostenible y Ecoturismo presentes en las declaraciones examinadas. En la sección 3 se analizan las declaraciones, su enfoque conceptual, instrumentos, retos y oportunidades para promover procesos realmente sostenibles desde la perspectiva del Desarrollo Rural Territorial y para finalizar se presentan los elementos más representativos del análisis a manera de conclusiones.

1. El análisis sistémico y su relevancia para el análisis de los procesos de desarrollo

El pensamiento sistémico busca identificar y comprender las relaciones o formas de conexión entre unidades en distintas escalas o jerarquías y bajo unas condiciones de contexto determinadas que no son constantes, así como también busca desentrañar los principios bajo los cuales se establecen y surgen dichas relaciones. "Según la visión sistémica, las propiedades esenciales de un organismo o sistema viviente, son propiedades del todo que ninguna de las partes posee. Emergen de las interacciones y relaciones entre las partes." El reconocimiento de la necesidad del análisis sistémico surgió de manera simultánea desde diferentes ciencias y buscó refutar el paradigma cartesiano centrado en la creencia de que "en cada sistema complejo el comportamiento del todo puede entenderse completamente desde las propiedades de sus partes" (Capra, 1998: 48,49).

La ciencia occidental avanzó y continua avanzando a partir de la fragmentación del conocimiento mediante la creación y profundización de disciplinas diferenciadas y especializadas, lo cual con el transcurso del tiempo ha generado que se pierda en alguna medida la visión y propiedades del todo. Es por esta razón que autores como Capra (1998) han relacionado las recurrentes y profundas crisis sociales, económicas y políticas que a lo largo del siglo XX han acaecido, como pruebas insoslayables de la urgente necesidad de reemplazar, o por lo menos enriquecer, el paradigma cartesiano reduccionista y mecanicista por uno más amplio, integrador y sistémico.

A grandes rasgos, se puede decir que las bases del pensamiento sistémico son: en primer lugar el reconocimiento de que el conocimiento es aproximado. En segundo lugar, que existen distintos niveles sistémicos interconectados e interdependientes, así como unos principios y relaciones organizadoras -tektología- presentes en cada uno de los niveles sistémicos, por ultimo y no por eso menos importante, que la comprensión de las propiedades de las partes solo es posible desde la comprensión de las formas en que está organizado el todo.

En este sentido la comprensión de los procesos de desarrollo y sus características requieren de una perspectiva amplia y multidimensional que permita, identificar las relaciones e interdependencias entre los subsistemas, o unidades jerarquizadas, así como las formas en que cada una se adapta, transforma o simplifica sus configuración básica de acuerdo con los cambios de contexto para mantener unas determinadas funciones y características.

De acuerdo con Bertalanffy (1968:49) quien se puede considerar como uno de lso antecedentes directo de Capra y la Teoría General de Sistemas, las características de los sistemas son equifinalidad, equilibrio dinámico, estabilidad, resilencia, control, información, retroalimentación y mejoramiento continuo⁴.

La teoría sistémica se ha convertido en una útil herramienta para analizar los procesos de desarrollo en los últimos años, ya que permite involucrar las múltiples dimensiones que involucra el desarrollo permitiendo así identificar relaciones de conectividad y e interdependencias entre los subsistemas, o unidades jerarquizadas en distintos niveles, así como establecer cómo estas interrelaciones son afectadas frente a la introducción de cambios, como por ejemplo lo dirigidos a mejorar la condiciones materiales de vida o a generar actividades económicas con el objetivo de dinamizar el crecimiento económico y el bienestar.

Analizar el turismo se convierte en un gran reto dado que es una actividad humana multidimensional que si bien incorpora fuertes elementos económicos, se relaciona y depende en una enorme medida para su desarrollo de los sistemas; ecológico, social, cultural, institucional y político presentes tanto en los lugares de destino como en los lugares de partida de los turistas. La comprensión del Desarrollo como proceso, sus propiedades y relaciones dentro de dimensiones y contextos mayores apenas se está abriendo en la teoría del desarrollo.

2. Desarrollo, turismo y medio ambiente; no hay turismo sostenible sin desarrollo sostenible

Los orígenes del concepto de Desarrollo Sostenible podrían remitirse a por lo menos una década antes del controvertido Informe ONU-Brundtland que en 1987 lo definió como aquel; "que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades"(ONU, Informe Brundtland 1987: 62). Con el fin de profundizar la definición rezaba: "El desarrollo sostenible es un proceso de cambio en el cual la explotación de los recursos, la orientación de la evolución tecnológica y la modificación de las instituciones están acordes y acrecientan el potencial actual y futuro para satisfacer las necesidades y aspiraciones humanas" (ONU, Informe Brundtland 1987: 70).

En concordancia, la OMT (1993:3) enunció los principios generales del Turismo Sostenible (TS) definido como "..aquel dirigido al manejo de todos los recursos de manera que las necesidades económicas, sociales y estéticas puedan mantenerse al tiempo que se mantienen la integridad cultural, los procesos biológicos esenciales, los procesos ecológicos la diversidad biológica y los sistemas que soportan la vida en el planeta". Esta definición para autores como Meadows et al (Limits to Growth, 1972) o Georgescu-Roegen (1971) presenta fuertes contradicciones dado que no es posible satisfacer las crecientes demandas económicas, sociales y estéticas de una población en permanente aumento y al mismo tiempo garantizar la integridad cultural, los procesos biológicos esenciales, los procesos ecológicos la diversidad biológica y los sistemas que soportan la vida en el planeta.

En la Conferencia de las Naciones Unidas de 1992 en Rio de Janeiro, conocida como Cumbre de la Tierra se adoptó y popularizó el concepto de Desarrollo Sostenible propuesto por la señora Brundtland, y por primera vez el establishment reconoció el claro relacionamiento entre el medio ambiente y el desarrollo, así como se precisó la necesidad de la conservación de la diversidad biológica y su uso sostenible como elementos fundamentales para el desarrollo. Para muchos críticos como O'Brien (1995) la Conferencia de Río además de proponer una noción etérea y ambigua de sostenibilidad estuvo sesgada per se a favor de la conservación, la necesidad de auto regulación, la participación y de mercados abiertos sin barreras proteccionistas en línea con el modelo Neoliberal impuesto por el mismo establishment.

No es casualidad que en el marco de la Cumbre de Río y de la Agenda 21 se acuñara el término Ecoturismo, el cual hizo parte del sesgo conservacionista de la conferencia y fue ideado como una forma relativamente segura de obtener recursos para la conservación de áreas protegidas, uno de los principales impedimentos para garantizar la conservación en la mayoría de los países del sur.

El término ecoturismo se presta para ser confundido con el término de turismo sostenible, sin embargo se debe considerar al ecoturismo como una parte del conjunto mayor de actividades turísticas bajo la sombrilla del turismo sostenible (TS). De acuerdo con la Agenda 21 (ONU 1992:16), el ecoturismo debe: tener un impacto bajo sobre los recursos naturales de un área protegida; generar ingresos para la conservación; incorporar a los actores interesados (individuos, comunidades, ecoturistas, operadores turísticos e instituciones del gobierno) en las fases de planificación, desarrollo, implementación y monitoreo; respetar las culturas y las tradiciones locales; generar ingresos de manera sostenible y equitativa para las comunidades locales y para tantos actores interesados como sea posible, incluyendo operadores privados; y educar a todos los actores interesados sobre su papel en la conservación.

El ecoturismo al parecer surgió de una visión fragmentada del Desarrollo Sostenible, asume que existen unas áreas o espacios en los que se deben llevar practicas sostenibles en términos de no afectar la capacidad natural de los ecosistemas para restaurarse y otras donde no es necesario, es decir aquellas dirigidas al "turismo de masas", en otras palabras existen unas áreas del planeta que son sacrificables y otras que no lo son por sus características "únicas".

Es importante decir a favor de los organizadores de la Cumbre de Río, que a pesar de introducir ambigüedades al definir el Desarrollo Sostenible como aquel que debía responder a las necesidades de las generaciones presentes y futuras, incluyó por primera vez temas antes vedados en las conferencias de la Naciones Unidas, tales como el eurocentrismo, colonialismo y neocolonialismo, la deuda externa, la pobreza, la forma en que son repartidos los costos y beneficios del desarrollo entre los países del Norte y del Sur, el papel de las multinacionales, el racismo, la perspectiva de género, entre otros O'Brien (1995).

Como eco de Río, la Organización Mundial del Turismo (OMT) adaptó el concepto de Desarrollo Sostenible en función del turismo, definiéndolo como aquel que: "..atiende a las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras y al mismo tiempo protege y fomenta las oportunidades para el futuro". De manera que concibe el Desarrollo Sostenible "como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida" (OMT:1993:5). El turismo sostenible se definió como aquel "que atiende las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras al mismo tiempo que protege y fomenta las oportunidades del futuro" (OMT: 1993:5).

Uno de los puntos más neurálgicos de la definición anterior es la referencia a la satisfacción de las necesidades presentes y futuras de la población receptora y de los turistas, dando espacio a la pregunta ¿la satisfacción de las necesidades de quienes y para quienes? Esta pregunta incorporó al debate en torno a la sostenibilidad los conceptos de equidad intra e intergeneracional. De acuerdo con Fox (1994) El aspecto de equidad abrió un complejo debate sobre cómo lograr, de la mejor manera, equidad en el acceso a los recursos naturales para generar tanto bienestar, el punto algido es la repartición de los costos y beneficios (sociales, económicos y ambientales) que se desprenden de la utilización de los recursos naturales y sus efectos e implicaciones sobre la sostenibilidad del desarrollo.

La noción de desarrollo implica la búsqueda de satisfacer las necesidades básicas humanas, pero la equidad implica lograr de manera simultánea dos categorías distintas de equidad; la intra generacional (ahora) e inter generacional (en el futuro). Esto significa que el desarrollo que mantiene, crea, o amplia las diferencias espaciales y temporales en el bienestar humano no es desarrollo (Hunter, 1997:851).

En el caso particular de la definición de Turismo Sostenible (TS), Mc Ninnn (1997) cita a varios autores que descalifican el concepto y lo consideran como un cliché más del discurso desarrollista (Muller, 1994:131); mientras unos se preguntan cómo lograrlo (O'Gready, 1990; Pleumarom, 1990; Carter, 1991; Wheat 1994), otros indagan sobre su verdadero significado (Cronin, 1990; Wall 1993) y los más incisivos argumentan que en ciertas situaciones lo que se propone como TS "puede ser aún más dañino en el largo plazo que el turismo convencional" (Buttler,1993:28)" (Todos citados por Mc Ninnn, 1997).

Frente a las críticas al elemento de Sostenibilidad, la definición de sostenible debió ser reevaluada e introdujo la noción de resiliencia, referida a la capacidad de la naturaleza para auto restaurarse frente a alteraciones para continuar cumpliendo sus caracteristicas y procesos evolutivos. Fue así como lo sostenible adquirió un nuevo significado más fácil de evidenciar en la práctica; garantizar o al menos procurar que las intervenciones dirigidas al Desarrollo no afecten la capacidad natural de los ecosistemas para regenerarse. Sin embargo, los ecologistas continuaban argumentando que mantener la capacidad de los ecosistemas para auto restaurarse no era suficiente y algunas de las propuestas sugerían que se debía garantizar el mantenimiento de las funciones de regulación, de hábitat, de producción e información. "..funciones de regulación; se relacionan con la capacidad de ajustar, a través de ciclos bio-geo químicos y procesos de la biosfera, los procesos ecológicos que soportan los sistemas vitales; mantener la salud del ecosistema (y biosfera); así como proveer servicios y beneficios para los seres humanos tales como: aire, agua y suelos limpios; y servicios de control biológico (R.S. de Groot et al., 2002: 395).

Esta visión de sostenibilidad no obstante, dejaba por fuera el contexto social, económico y político en el que se dan los procesos de Desarrollo, temas que Hunter (1997:852) destacó en el documento Turismo Sostenible; un paradigma adaptativo"⁵ y que en la Cumbre de Río actores como: ONGs, académicos trataron con poco éxito de poner en la arena de discusión e incluir en el debate para formular una definición de Desarrollo Sostenible más comprensiva. Como respuesta las entidades como la ONU y sus agencias en sus Declaraciones comenzaron a proponer códigos, criterios y recomendaciones para promover el TS de acuerdo con los temas coyunturales que surgían con el avanece del modelo neoliberal (pobreza, pérdida de biodiversidad, cambio climático, etc.) y las preferencias e intereses de turno como se ilustrará en la sección 3.

En el año de 1995 como resultado de la conferencia realizada en las Islas Canarias aparece la Carta de Turismo Sostenible o Carta de Lanzarote alineada al concepto de Desarrollo Sostenible de Río, en donde si se vinculan las variables ambiental, social, cultural y económica a la sostenibilidad de las actividades turísticas. En particular en temas como: la amplia participación en todas las escalas, la necesidad de mejorar la calidad de vida de las comunidades receptoras, el respeto de tradiciones de las comunidades locales, los códigos de conducta, además de las preocupaciones por el transporte, uso de energía y recursos no renovables, el reciclaje y el manejo de residuos derivados de la actividad. a la concepción de sostenibilidad del turismo (ONU, 1995) Más tarde en el año 2002 la ONU en la Declaración de Quebec (ONU, 2002:1) "reconoce que el ecoturismo abraza los principios del turismo sostenible en relación con los impactos económicos, sociales y medioambientales del turismo. Se adhiere asimismo a los principios específicos que lo diferencian del más amplio concepto de turismo sostenible, estableciendo que debe "contribuir activamente a la conservación del patrimonio natural y cultural; incluir a las comunidades locales e indígenas en su planificación, desarrollo y explotación, contribuir al bienestar, interpretar el patrimonio natural y cultural del destino para los visitantes; se presta mejor a los viajeros independientes, así como a los circuitos organizados para grupos de tamaño reducido".

Por su parte, la Sociedad Internacional de Ecoturismo definió el concepto de Ecoturismo (2005) como "una forma responsable de viajar a áreas naturales que conserva el medio ambiente y mejora el bienestar de la población local". Frente al surgimiento de estas nuevas precisiones, estudiosos como Branwell & Lane (2005:52) afirman, que el TS y sus categorías afines "no pueden ser vistas como una especialidad o nicho dentro del sector turístico; su relevancia se alimenta de la transversalidad de sus actividades, así como los distintos sectores y disciplinas en los que se desenvuelve". "El TS debe ser un objetivo fundamental de todos los turismos y tipos de actividades turísticas. El turismo es un sector clave de aplicación de las ideas sobre el Desarrollo Sostenible y se constituye en un instrumento potencial de trabajo para el logro del Desarrollo Sostenible". En otras palabras, todas las actividades turísticas deben ser sostenibles desde todas las dimensiones, aún más lejos si existe un efectivo y generalizado conocimiento, valoración y uso sostenible desde todas las dimensiones de los recursos de la diversidad biológica y cultural, no sería necesario reservar espacios para la conservación, porque en este contexto la conservación sería una realidad y no un objetivo.

En agosto de 2004, la OMT revisó su antigua definición de TS, asumió muchas de las criticas y abordó el tema de la pobreza, estableciendo las directrices para el desarrollo sostenible del turismo, incluyendo las prácticas de gestión sostenible que deben ser aplicables a todas las formas de turismo en todos los tipos de destinos, incluidos el turismo de masas y los diversos segmentos turísticos. "Los principios de sostenibilidad se refieren a los aspectos ambiental, económico y sociocultural del desarrollo turístico, habiéndose de establecer un equilibrio adecuado entre esas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo"⁶ . (OMT, 2004)

Frente a las preocupaciones en torno a la sostenibilidad de las actividades turísticas Hunter (1997; 853) tomando como base a Turner, Pearce & Bateman (1994) realizó una categorización del espectro de definiciones de Turismo Sostenible e identificó cuatro "gamas" de sostenibilidad pasando de; una Muy débil a una Muy fuerte, de acuerdo con ellas, la noción de sostenibilidad propuesta por la OMT es considerada como Débil, en ella las principales preocupaciones son las dimensiones ambiental y económica (ver recuadro).

A pesar del aparente acuerdo sobre la importancia de la sostenibilidad del turismo desde todas las dimensiones, Branwell y Lane (2005)8,evidenciaron que la mayoría de los estudios sobre la sostenibilidad de las actividades turísticas tienden a circunscribirse a la dimensión ecológica y local de la sostenibilidad frente a la relativa ausencia investigaciones en temas más amplios como las huellas ecológicas globales de la actividad, los estudios teóricos o transdiciplinarios enfocados a: género, ciencia política, economía política, relaciones internacionales o conflictos ambientales como problema de análisis de dimensiones más complejas imbricadas al turismo como lo son la política, la cultural y la social.

3. Las declaraciones de las Naciones Unidas, el turismo rural sostenible y el desarrollo rural territorial

En los ámbitos rurales como consecuencia de las profundas transformaciones y en particular los cambios en las funciones tradicionales de producción y reproducción, los hogares evidencian un gran aumento en proporción de ingresos no rurales frente a los rurales (Martínez, 2004), en consecuencia las actividades de servicios turísticos y relacionadas (transporte, comercio, comunicaciones, servicios, manufacturas, etc.) se han percibido como una alternativa productiva promisoria para el desarrollo rural.

El Desarrollo Rural Territorial (DRT) se ha definido como "el proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado cuyo fin es reducir la pobreza rural" (Schjetman y Berdegué, 2003:32). Se ha definido también al Desarrollo Económico Regional como "proceso de crecimiento y cambio estructural que mediante la utilización del potencial de desarrollo existente en el territorio, impulsado por el capital externo o interno conduce a la mejora del bienestar de la población de una región" (Vásquez, 2000: 19). Sin embargo, esta forma de ver el DRT presenta limitaciones desde la teoría sistémica al concentrarse tan solo en el desarrollo productivo y el cambio institucional dejando por fuera las dimensiones cultural, social y política, pero en particular lo territorial propiamente dicho concebido desde la perspectiva del Poder.

Desde la perspectiva de Coy, el Territorio no es sinónimo de espacio físico donde tiene asiento una comunidad; "es el escenario que producto de la construcción social permite el desarrollo de vínculos culturales, económicos, políticos y sociales implica sentido de pertenencia, identidad y por lo tanto la territorialidad, es un concepto histórico" (Coy, 1998:16). Los autores Scheneider & Peyré (2006:79) en un amplío recorrido por la evolución del concepto, establecen que el Territorio está ligado y es la expresión del ejercicio de poder sobre un espacio, por sus habitantes y sobre sus recurso; en consecuencia existen múltiples dimensiones en las que es posible ejercer el poder en términos del acceso, control y distribución de recursos en el territorio.

En el análisis territorial es fundamental evaluar las asimetrías de poder (control, acceso y distribución de los recursos presentes en el territorio en cada una de las dimensiones (económica, social, política, etc., ver gráfica 1) entre los actores involucrados en las actividades turísticas rurales, así como también la forma en que el se reparte el poder en cada dimensión es entre los actores en distintas escalas (local, regional, nacional e internacional) a medida que las relaciones surgidas de la actividad turísticas evolucionan y se consolidan. En el caso de las actividades turísticas y desde la perspectiva territorial es fundamental identificar con claridad cómo son distribuidas entre los actores en distintas escalas las instancias de poder sobre personas y recursos en cada dimensión presente en el territorio.

En el caso colombiano Pilar Gómez (2008:87)9 en su investigación sobre la participación de los prestadores de servicios turísticos en el parque natural Los Nevados en Colombia, encontró que la participación es bastante precaria. Si bien el proceso de concesión de los servicios turísticos en los parques nacionales naturales se realizó bajo los postulados de la política colombiana de fomento al ecoturismo, inspirada en los principios de Río, en la práctica "excluye la equidad y reduce las oportunidades de participación de los pobladores locales". Más aún la exclusión de los pobladores locales ha generado efectos negativos a nivel social en lo que respecta a la pertenencia y protección ambiental del parque, siendo irreflexivos de la responsabilidad que tienen en la conservación". "Los actores locales no participan en la planificación ni ordenamiento del turismo, entonces los beneficios que reciben son mínimos al no compartir sus necesidades ni sus metas a cumplir".

Si bien los cambios en los enfoques propuestos por la ONU en sus conferencias para el turismo sostenible tienen mucho que aportar al DRT, las debilidades fundamentales se originan en imposibilidad real de poner en marcha sus principios a través de instrumentos operantes y adecuados al contexto, institucional, social y económico en los distintos niveles; local regional, nacional e internacional. Si los conceptos y enfoques se miran a la luz de lo territorial, los desbalances de poder en todas las dimensiones están presentes en todos los países en desarrollo. Son pocos los casos en que el turismo rural contribuye al DRT y con las funciones designadas en términos de generar condiciones más equitativas de acceso, control y distribución de recursos en cada una de las dimensiones territoriales de las actividades turísticas.

Desde la perspectiva del acceso, control y distribución de recursos los actores locales en muy pocos casos están en capacidad de beneficiarse de las oportunidades generadas por el turismo y tienden más a sufrir las externalidades negativas como aumento del costo de vida encarecimiento de la finca raíz aumento de los impuestos, la inseguridad, etc. Sin embargo se han dado avances interesantes apoyados desde Organizaciones de la Sociedad Civil como por entidades estatales con miras a fortalecer las capacidades de las comunidades para gerenciar sus recursos y ofrecer servicios turísticos, como sucede con algunas organizaciones prestadoras de servicios turísticos en la provincia de Guanentá en Santander y Suesca Cundinamarca (Colombia).

La única manera en que se puede lograr un turismo sostenible es en una sociedad que haya logrado en algún grado un desarrollo sostenible de manera sistémica. En el caso de las declaraciones examinadas si bien se han realizado aportes importantes en términos de involucrar temas como los códigos de conducta y responsabilidad social que buscan contribuir a la lucha contra la pobreza y la exclusión así como al uso sostenible de la biodiversidad y sus estrecha relación con la protección de la diversidad cultural, así como la preocupación expresas por disminuir la contribución de la actividad a impactos globales como el cambio climático, no se ha logrado influir lo suficiente en la implementación de las políticas de países como Colombia y su política colombiana para el fomento del ecoturismo o la implementación del Plan Nacional de Acción en Biodiversidad de 1998.

Se puede decir que las entidades ejecutoras de la política Colombiana de fomento al ecoturismo no cuentan con instrumentos que permitan operacionalizar los postulados sobre pobreza, cultura y uso sostenible presentes en las declaraciones internacionales.

Los principios propuestos parecen no ir más allá de un inventario de buenas intenciones, dirigidas a formular objetivos de política y estrategias sin contar en la práctica con una capacidad institucional y civil para implementar instrumentos de política, de planeación, comando y control, regulación o incentivos, así como tampoco han redundado en la puesta en marcha de sistemas efectivos de monitoreo y seguimiento los cuales juegan un papel fundamental en la toma de decisiones y en la retroalimentación del sistema. En el caso del proceso de concesiones ninguno de los parques cuentan con instrumentos de monitoreo y en el caso de otras áreas rurales donde se realizan actividades turísticas estas se encuentran en proceso de capacitación para apelar a esquemas de certificación que en ocasiones son costosos y no son reconocidos por todas las instancias nacionales e internacionales. De acuerdo con Gómez (2008.87) la Concesión Nevados por asegurarle productos de calidad y seguridad alimentaria al turista, redujo las oportunidades de participación de los habitantes de la Zona de Amortiguación (del parque). Por otro lado, la manera de organización de los habitantes de la zona que se beneficiaban anteriormente de la venta de sus productos, no era lo suficientemente fuerte para suplir los costos de una producción de nivel más elevado que certifique calidad y seguridad alimentaria a los consumidores.

Para terminar se puede decir que con el avance conceptual sobre el tema de la sostenibilidad de la actividad turística, de una parte, se ha ido haciendo más y más integral en términos de incorporar un mayor número de dimensiones y consideraciones, pero de otra, se han impuesto nuevas complejidades, retos y desafíos al proceso de establecimiento de criterios para su planeación y puesta en marcha desde la perspectiva del acceso al poder de los actores a los recursos turísticos en las distintas escalas que por lo mismo en la práctica excluyen al grueso de los pobladores rurales.

Pie de página

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