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Anuario de Historia Regional y de las Fronteras

Print version ISSN 0122-2066

Anu.hist.reg.front. vol.18 no.2 Bucaramanga July/Dec. 2013

 


Escuelas radiofónicas: amalgama
de educación, cultura y
evangelización. Acción Cultural
Popular llega a las Parroquias
de Pamplona, 1954-1957

Ivonne Vanessa Calderón Rodríguez
Candidata a Magister en Historia
Universidad Industrial de Santander
Bucaramanga, Colombia



Resumen

Este artículo presenta las dinámicas de formación y expansión de las Escuelas Radiofónicas de ACPO en las parroquias de Pamplona, en el departamento de Norte de Santander, en su fase fundacional que tuvo lugar entre 1954 y 1957. ACPO fue una iniciativa sacerdotal del Padre Salcedo, transformada paulatinamente en una obra de la Iglesia orientada por la corriente del catolicismo social, que se propuso la alfabetización, la evangelización y la propagación de la Educación Fundamental Integral dentro de la población campesina, a través de un sistema combinado de medios.

Se propone que en sus inicios, la expansión de las EE.RR en las parroquias de Pamplona, fue posible debido al fuerte apoyo eclesiástico, al respaldo de los gobiernos departamentales en el marco de las políticas nacionales y por la fuerza que alcanzó la figura del párroco ante el campesino. En este sentido, se plantea que las EE.RR fueron un centro de propagación cultural, pero además, un espacio de Acción Católica utilizado por la jerarquía eclesiástica para cristianizar y prevenir el influjo de ideas políticas adversas por medio de la educación y la cultura.

Palabras claves: Acción Cultural Popular, Radio Sutatenza, Escuela Radiofónica, catolicismo social, parroquias, Arquidiócesis de Nueva Pamplona


RADIO SCHOOLS: BLEND OF EDUCATION,
CULTURE AND EVANGELISM. POPULAR
CULTURAL ACTION COMES TO THE
PARISHES OF PAMPLONA, 1954-1957

Abstract

This article presents the dynamics of formation and expansion of Radiofonics Schools of ACPO in the parishes of Pamplona, in the department of Norte de Santander, in its founding phase took place between 1954 and 1957. ACPO was a priestly initiative of Father Salcedo gradually transformed into a work of the Church guided by the current of social Catholicism who proposed the literacy, evangelism and spreading the Fundamental Integral Education within the rural population through a combined system media.

It is proposed that in the beginning, the expansion of EE.RR was made possible by the support church, for the support of departmental governments under national policies and forcibly acquired by the figure of the pastor in the rural population. In this sense, we propose that the EE.RR been a center of cultural propagation but also Catholic Action space used by the church hierarchy to Christianize and prevent adverse influence of political ideas through education and culture.

Keywords: Popular Cultural Action, Sutatenza Radio, radiophonic school, social Catholicism, parishes, archdiocese of Pamplona.



Introducción

Sobre una experiencia nacional tan grande e influyente como Acción Cultural Popular (ACPO) poco se ha investigado desde la historiografía y sobre la implementación de la obra en las diferentes regiones del país no existe recientemente ningún avance; teniendo a la mano sólo un trabajo sociográfico de ese talente llevado a cabo en los años 601. Por otra parte, en lo que respecta a estudios de conjunto de carácter nacional, se conocen hasta ahora trabajos elaborados desde diversos enfoques historiográficos, sociológicos, pedagógicos, biográficos y de las teorías de la comunicación que han elaborado interpretaciones sugerentes2, necesarias sin lugar a dudas para cualquier indagación sobre ACPO, bien sea en el plano nacional o regional. En ese orden de ideas, este artículo contribuye a la comprensión de una de las experiencias parroquiales del fenómeno en mención a partir de un estudio histórico de una de las "zonas de trabajo" de la organización: la diócesis (y luego arquidiócesis) de Pamplona, bastión del catolicismo en el Norte de Santander.

Aquí se explicará el proceso que dio lugar a la conformación de las Escuelas Radiofónicas (EE.RR) en las parroquias de Pamplona, y se propone que el surgimiento de ACPO en ellas fue posible por un fuerte apoyo clerical que facilitó la adhesión de los campesinos a la propuesta, al menos en su etapa inicial, máxime cuando la figura del párroco cobró importancia para el desarrollo e impacto de las obras sociales católicas de la época. Así mismo, se pretende demostrar que no fue sólo el apoyo eclesiástico el que abrió las puertas al ingreso y fortalecimiento de ACPO en la región, sino que, de igual modo, la intervención del gobierno departamental en los primeros años de la obra hizo posible el reconocimiento de las EE.RR en varias parroquias. De alguna manera, a causa de un temor generalizado por el influjo de ideas políticas foráneas en el país, se fraguaron convenios entre ACPO y la gobernación; ACPO y algunos sectores económicos, con el fin, por un lado, de contener aquellas propuestas políticas, pero también apuntando a utilizar el sistema organizativo y de medios diseñado por ACPO para llevar a cabo los planes de educación rural propuestos por el gobierno nacional.

Desde el estudio de las corrientes del catolicismo, el trabajo asume ACPO como una iniciativa propia del catolicismo social y como un fenómeno de Acción Católica emergido en un particular contexto global, por lo que intenta observarla "desde dentro", esto es, como una obra parroquial. Para este propósito se cuenta con fuentes eclesiásticas de difícil acceso, y otros documentos producidos por la organización y los campesinos que reposan en el Archivo Sutatenza.

El texto estará dividido en cuatro acápites. En un primer momento se expondrán algunos aspectos generales de la obra en Colombia. A continuación, se presentarán sus antecedentes en las parroquias de Pamplona, para explicar posteriormente cómo se llevó a cabo la creación de la oficina diocesana de ACPO en la diócesis de Nueva Pamplona hacia el año de 1955. A renglón seguido, se dará cuenta del apoyo eclesiástico y los intereses políticos e ideológicos que abrieron la puerta a su implementación. Finalmente, se explicará el proceso de conformación y proliferación de las primeras EE.RR en las diferentes parroquias, en la etapa fundacional que transcurrió entre 1955 y 1957, en medio de un particular contexto político en Colombia que de algún modo definió la existencia de ACPO.


1. Aspectos generales de una obra de la Iglesia

Acción Cultural Popular3 fue el resultado de la propuesta radial del sacerdote José Joaquín Salcedo, quien como producto de sus acciones de radioaficionado, y en su interés por crear una alternativa para la educación rural casi inexistente en la Colombia de la época, produjo la primera transmisión de Radio Sutatenza el 16 de noviembre de 1947, en la vereda de Irzón4 del municipio de Sutatenza, luego de varios experimentos. Pasados dos años, en 1949, esta iniciativa dio lugar a la fundación de Acción Cultural Popular como un programa de alcance nacional que establecía como objetivo "…trabajar por la cultura del pueblo, utilizando especialmente el invento de la radiodifusión y además otros medios culturales como el cine, el teatro, etc., para elevar el nivel religioso, moral, cívico y educacional del campesinado, de acuerdo con las normas sociales del catolicismo"5, la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)6 y a partir de los planteamientos del modelo de la Educación Fundamental Integral (EFI)7. Orientada a la conformación de EE.RR, semilla de la que geminaría ACPO, en 1953 contaba con más de 15.000 estudiantes radiofónicos8; además, con el uso de algunos préstamos bancarios se amplió la infraestructura de los estudios de Radio Sutatenza, se estableció una casa editorial y se aumentó la distribución de radios receptores gracias a los contratos firmados con la General Electric, inicialmente.

Con el reconocimiento legal de la organización fueron apareciendo paulatinamente otros medios de acción que se articularon a ella; entre ellos las cartillas, el periódico El Campesino, la biblioteca del Campesino, la prensadora de discos, el departamento de correspondencia, los institutos campesinos en Sutatenza, y detrás de todo ello, una fuerte organización parroquial en torno de la cual se fundaban las EE.RR. De ahí que en 1953 ACPO quedó constituida como una obra de la Iglesia después de las permanentes exhortaciones de monseñor Crisanto Luque, obispo de Tunja. Rápidamente se fue consolidando como la más grande y ambiciosa iniciativa de Educación por radio llevada a cabo en el país en toda su historia, y una de las más importantes que se desarrolló en el continente, hasta convertirse en referente para otras naciones del mundo como Ecuador y Brasil.

ACPO no sólo se creó para enseñar a los campesinos a leer, escribir y mejorar el entorno mediante el desarrollo de sus campañas9, sino que, del mismo modo, a través de la EE.RR y de su propagación cultural y educativa, extendió el mensaje de la Iglesia, catequizó al alumno y exhortó a la vinculación a grupos apostólicos y otras obras. Por tanto, fue observada como una posibilidad para desarrollar el programa social basada en la ética católica, generar formas de cristianización y vincular al laico10 en el apostolado seglar de la Iglesia.

A partir del apoyo ofrecido por la jerarquía eclesiástica desde 1953, ésta nueva obra de la Iglesia inició una etapa de crecimiento importante, además de algunas transformaciones organizativas que le otorgaron un lugar de mayor relevancia a los párrocos11, como asesores espirituales y guías de dirigentes campesinos, representantes parroquiales, auxiliares parroquiales, líderes campesinos y auxiliares inmediatos de ACPO. En consecuencia, con la consolidación de la organización parroquial, el impacto de Radio Sutatenza que desde 1949 había empezado a migrar hacia otros municipios, se expandió hasta convertir a ACPO en una obra indispensable en todas las diócesis y arquidiócesis colombianas, en las que se crearon oficinas seccionales -lideradas por un padre director- que lograron impactar en miles de veredas de la geografía nacional.


2. El surgimiento de la Acción Cultural Popular en la diócesis de Pamplona: antecedentes de la obra y conformación de la oficina seccional de ACPO

Si bien los antecedentes de la obra de ACPO se remontan a 1954 cuando aún Pamplona era diócesis12 -guiada en el momento por el administrador apostólico Monseñor Norberto Forero y García-, desarrolló la mayor parte de su propuesta en el marco de la historia de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona13 que quedó establecida por bula papal a partir de mayo de 1956; designación que innegablemente tuvo incidencia en el radio de acción de ACPO. Sin embargo, aquí es necesario retomar eventos tan coyunturales como la fundación de la oficina seccional de ACPO en Pamplona en febrero de 1955 -que ocurrió antes de aquella transformación eclesiástica-, así como a otros momentos que dan cuenta de los primeros pasos del movimiento de las Escuelas Radiofónicas, previos a la conformación de dicha oficina. Partamos de estos últimos. Antes de que se constituyera la oficina seccional, parroquias adscritas a la diócesis como Toledo y Durania ya contaban con incipientes EE.RR en al menos una vereda. En un primer momento, para ésta época, la constante era que la obra se diera a conocer y se extendiera por medio de los párrocos, que fueron sin lugar a dudas el motor del apostolado de ACPO14. Una vez el párroco presentaba la propuesta a los campesinos, orientaba el liderazgo de estos, que en adelante desempeñaban diversos roles dirigidos al fortalecimiento del movimiento radiofónico, pero siempre bajo el control del clero. Así las cosas, con la iniciativa del campesino Luis Rojas, se inauguró una Escuela Radiofónica en Toledo en la región de "Román", que al parecer no fue escuela familiar por la cantidad de alumnos, que sumaban 2715; y que, aunque seguramente se reunían en la sala de una misma casa, hacían parte de diversas familias veredales, que de seguro no contaban todas con el Radio Transistorado.

Del mismo modo, en los primeros meses de 1955 los campesinos de la parroquia16 de Durania en el Norte de Santander, lograron la conformación de 10 escuelas en diferentes veredas. Del consejo administrativo del municipio recibieron 6 radios como "gesto de contribución" en el marco de los acuerdos realizados entre ACPO y el ministerio de educación en 1954, en torno de la campaña de alfabetización departamental dirigida a reducir el analfabetismo y a fortalecer la propuesta radiofónica17. Por consiguiente, esas EE.RR en Durania fueron el resultado de las primeras experiencias de la campaña mencionada, que recurrió a la estructura y medios de acción de la Acción Cultural Popular de la diócesis, para cumplir con sus propósitos en el departamento. En este orden de ideas, las 10 EE.RR fueron de algún modo el "ensayo" de una nueva figura emergente de aquel acuerdo: el inspector departamental, en quien la dirección departamental de educación encontró un intermediario entre la propuesta que lideraba el episcopado y la del ministerio de Educación.

1955 fue, según los informes de Acción Cultural Popular a la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el año de mayor crecimiento de las EE.RR en el país18, después del impulso que recibió la obra en 1953 por el apoyo que manifestó el papa Pio XII, al igual que el gobierno nacional de Laureano Gómez durante el cual ACPO, al declararse obra de la Iglesia, se siguió beneficiando por las leyes de la república19. De manera que, con estos antecedentes puntuales en el marco nacional, y transcurridos un par de años de fortalecimiento del movimiento radiofónico en el país, el aumento de las EE.RR se hizo más notorio, fundamentalmente en la zona central y en la zona montañosa de Colombia, en la que había mayor presencia de clérigos en relación con otras zonas como la costa caribe, el sur, suroccidente y occidente colombianos. Verbigracia, al iniciar el año de 1955 varias parroquias de la diócesis de Pamplona, entre ellas Durania, estuvieron a la expectativa de la llegada de los radios para continuar con la expansión de las EE.RR que aún sin oficina seccional, ya se encontraban en las manos de un delegado diocesano: el Pbro. Leopoldo Gamboa.

Ahora bien, en este contexto el periódico diocesano La Unidad Católica anunció que: "…en el término de pocos días, ya estará funcionando en ésta ciudad la oficina de Acción Cultural Popular"20. Esta noticia anunció la conformación de la oficina seccional de ACPO21, que respaldada legalmente por el gobierno nacional22, y estratégicamente por la institución eclesiástica23 -a semejanza de las demás oficinas que se estaban erigiendo en el país- tenía la misión de construir sobre la base del movimiento radiofónico que funcionaba en algunas veredas a modo de "diáspora", una organización parroquial de las EE.RR que se convirtiera en instrumento para la consolidación del proyecto y a la vez para el fortalecimiento de la Acción Católica, encauzada a promover "la participación de los laicos organizados en el apostolado jerárquico de la Iglesia"24, con el fin de extender la voz de ésta a donde no llegaba la voz del párroco y hacer que "…la palabra sacerdotal penetre en miles de hogares"25.

Con el antecedente de la existencia de Escuelas Radiofónicas en algunas veredas de las parroquias de la diócesis, sumado a la proliferación de estos núcleos de ACPO en casi toda Colombia, el administrador apostólico Monseñor Norberto Forero y García estableció oficialmente el 10 de febrero de 195526 por decreto 444 de la Santa sede apostólica, la oficina seccional de ACPO en la diócesis de Pamplona, para la cual nombró oficialmente como director al Presbítero Leopoldo Gamboa Luna, en quien recayó por diez años la responsabilidad de la organización, expansión, funcionamiento e impacto de la obra.

En un periodo que marcaba el crecimiento de la Acción Cultural Popular27, en simultaneidad con Pamplona, se fundaban las oficinas seccionales de las Arquidiócesis de Medellín, Bogotá y Manizales, y de las diócesis de Tunja, Bucaramanga, Garzón y Pereira28, diseñadas para convertirse en los centros de orientación de la obra en las diferentes zonas del país después de la resolución de los párrocos en la conferencia episcopal de 1954. En consecuencia, estas oficinas seccionales debían convertirse en

"cátedras ambulantes" que contando con todos los elementos necesarios para las distintas campañas y teniendo al frente un sacerdote diocesano totalmente consagrado a esta actividad se dediquen a respaldar la obra de la emisora, llevando catecismo, cartillas de lectura, boletines de agricultura, semillas, etc. etc., a todas partes, disciplina de organización al servicio de la Iglesia, afán por el mejoramiento de la vivienda, mostrando la utilidad de deportes, realizando campañas para la represión de la embriaguez y en una palabra, procurando el mejoramiento del nivel religioso y cultural de los campesinos"29

Indudablemente la fundación de la oficina seccional de Pamplona dirigida a ofrecer fortaleza al incipiente movimiento radiofónico que la precedió, ejerció una significativa influencia en un número considerable de parroquias. Verbigracia, sumándose a las EE.RR de Toledo y Durania, conformadas recién iniciado el año de 1955, los campesinos contaron tres meses después con 287 nuevas escuelas en las parroquias de Pamplonita, Bochalema, Cácota, Chitaga, Mutiscua, Arboledas, Gramalote, Ragonvalia, Cucutilla, Herrán, La Montaña y San Luis de Cúcuta30. Consecuentemente, el fortalecimiento de la imagen del "señor cura" que resultó de la fundación de la oficina, hizo que las EE.RR proliferaran después de la visita del párroco a los campesinos de las veredas.

Por ello, la creación de ACPO y de sus EE.RR en la diócesis de Pamplona es incomprensible sin referirse al apoyo eclesiástico, máxime si se asume ACPO como propuesta de la DSI, que a través de la propagación de la educación a los campesinos y del mejoramiento económico, extendió el mensaje cristiano, catequizó al alumno de la radio escuela y exhortó a la vinculación a otros grupos apostólicos y obras sociales católicas. En consecuencia, el apoyo de los gobiernos departamentales a la Acción Cultural Popular se derivó de ese respaldo eclesiástico otorgado a la obra, porque al conocerse el carácter católico de ella, se fueron manifestando un sinfín de intereses políticos.


3. Apoyo clerical y político para la consolidación del movimiento radiofónico en las parroquias de Pamplona

Si nos remontamos al momento de la fundación de la oficina seccional de ACPO en 1955, hay que decir que la puesta en marcha de las Escuelas Radiofónicas en las parroquias de la diócesis de Pamplona fue posible por la acogida que recibió la propuesta por parte de los clérigos, que propiciaron a su vez la aceptación y apropiación de la obra por parte de los campesinos; de manera que fue el apostolado seglar que resultó de ello, el que jalonó el fenómeno de ACPO.

En las parroquias de la diócesis de Pamplona se evidenció el apoyo clerical desde el inicio de la fundación de la oficina seccional, en donde surgió el emblemático caso del liderazgo del director de ACPO Pbro. Leopoldo Gamboa y por medio del cual se consolidó la expansión de las EE.RR en casi todas las veredas a las que se fueron sumando cientos de campesinos, hasta llevar a la Acción Cultural Popular a alcanzar un crecimiento vertiginoso que repuntó a la oficina como una de las más influyentes en el país. Inmerso en el apostolado social de la Iglesia católica no solo condujo ACPO, sino que asumió en 1960 la coordinación de Acción Social Católica de Pamplona, a través de la cual movilizó a la población campesina y a los artesanos para conformar un movimiento sindical confesional en la región, adherido a la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC) y a la Federación Agraria Nacional (FANAL).

De manera que, el Padre Gamboa, fue la figura sacerdotal de ésta obra social de la Iglesia en la región como resultado del modelo de párroco planteado por ACPO. En función de ella puso sus dones sacerdotales para atraer y vincular a los campesinos a la Radio Sutatenza, y con sus exhortaciones vehementes llamó a la consolidación del movimiento radiofónico en las distintas veredas. Verbigracia, en la circular a los habitantes de Toledo manifestaba su celo sacerdotal por esta obra de la Iglesia

"Llegó la hora de hacer de Toledo un pueblo grande al ser guiados por Acción Cultural. Solo os pido que me respaldéis…Yo no os pido sino vuestro corazón y vuestra voluntad…yo os doy palabra de estar a vuestro lado…por lo que más queráis que es nuestro Dios, CONSEGUID EL RADIO SUTATENZA, para que primero él nos llene de ideas, que de ahí en adelante, no nos atajará nadie. Sé que para muchos de vosotros va a ser un sacrificio el comprar el radio, pero después del dolor tendremos la alegría"31

Al menos para la dirección general de ACPO los resultados iniciales de la oficina seccional en Pamplona para 1955 eran la consecuencia del compromiso del presbítero. En la primera fase la obra funcionó casi que por completo por la intervención directa y permanente del padre, máxime cuando los liderazgos laicales no superaron la fuerza del protagonismo clerical, en un periodo anterior al concilio Vaticano II, que, sin embargo, ayudó en la construcción de una peculiar interacción entre clero y campesinos para el caso que aquí corresponde.

Muy allegado a Monseñor Salcedo, recibió su ponderación "…el padre Gamboa, quien, después de su excelencia, nos ha prestado su colaboración para la buena marcha de las Escuelas Radiofónicas en la región. Gracias al espíritu apostólico del padre Gamboa esta obra sigue extendiéndose, con muy buenos resultados en esa diócesis"32. Inesperadamente, el párroco director de las EE.RR en Pamplona se convirtió en referente de la obra a nivel nacional, por lo que se afirmaba que "…las 1.300 Escuelas que funcionan en la diócesis, son fruto de su consagración y su celo, espíritu apostólico y amor a la obra"33.

Ahora bien, aunque las EE.RR de la Acción Cultural del Padre Salcedo tenían una finalidad evidente de acercar al campesino colombiano educación religiosa, cultura y formación básica e integral para el desenvolvimiento del alumno en su entorno, no puede soslayarse el fin político que se consumó detrás de ésta obra de la Iglesia. Por esto, para comprender la razón del apoyo clerical y eclesiástico en los inicios de ACPO se requiere una interpretación de las intencionalidades políticas que se manifestaron en medio de la propuesta de las EE.RR; intencionalidades que fueron además compartidas por los gobiernos nacionales y departamentales, que ante el fortalecimiento de "terceras fuerzas", en el marco de la guerra fría, se ofrecieron a acoger la propuesta de Salcedo, toda vez que se podía convertir en una más de las herramientas confesionales pensadas, entre otras, para debilitar el ingreso del comunismo al país. Podría decirse, entonces, que hubo una lógica dialéctica entre los intereses que marcaron el apoyo clerical y gubernamental a ACPO y la situación política que se vivía en Colombia y el mundo.

Ahora bien, entrando en el terreno de las intencionalidades políticas ¿cuál era el interés de la Iglesia por garantizar el fortalecimiento de la Acción Cultural Popular en Colombia? De manera generalizada, la Institución eclesiástica manifestó un interés no solo por la alfabetización de los campesinos34, en aras de enfrentar las diversas necesidades que no estaban cubiertas por el Gobierno en el campo, sino que además, para todas las parroquias, ACPO estaba diseñada para

"prevenir al campesino contra corrientes determinadas, necesidad claramente apreciada por muchos párrocos del país, que han visto en las Escuelas Radiofónicas una barrera contra infiltraciones de ideologías extrañas. No teníamos otro medio fácilmente aprovechable para luchar contra esa avalancha peligrosa. Y al presentarse las Escuelas Radiofónicas como arma que en manos de la Iglesia es capaz de defender al rebaño contra asaltos exteriores"35

ACPO se configuró "tras bambalinas" como una organización y obra del catolicismo capaz de impulsar una política de contención del comunismo, nuevo enemigo de la Iglesia36 desde la década del 40, en un momento en el que la irrupción de la izquierda revolucionaria a Colombia se hacía más contundente en medio de un contexto mundial de agitación social y política, y que se convertía en un posible "peligro" para su estabilidad. El fortalecimiento de aquellas ideas comunistas en el país determinó la postura que la institución eclesiástica asumiría ante las problemáticas sociales nacionales, a las que respondió con la creación de organizaciones de acción católica como sindicatos confesionales37, obras sociales, corporaciones; que aunque dirigidas a la organización de los trabajadores y al mejoramiento de las condiciones de vida, pretendían producir el desmedro de su nuevo enemigo. De ahí que la Acción Cultural Popular también causó un impacto político mediado por una propuesta pedagógica cristiana que opuso a la "mística comunista" una "mística espiritual" desde la educación y la cultura.

En varias diócesis de Colombia se pusieron en marcha proyectos para expandir la obra de ACPO y evitar la infiltración del comunismo. Verbigracia, se llevaron a cabo "brigadas de choque" a través de la Acción Católica y la Acción Social Católica en algunas veredas de Pereira38, en las que se hizo uso de las juntas veredales39 de Acción Cultural Popular. En consecuencia, la prensa de agitación social se manifestó en contra de Radio Sutatenza por considerarla un centro propagandístico y organizativo que a través de la instrucción básica "predica la resignación ante el actual sistema socioeconómico de la colaboración "cristiana" del trabajador campesino con el terrateniente…la obra de monseñor Salcedo constituye, pues, uno de los frentes en los cuales la Iglesia cumple fielmente su alianza con los poderes de la opresión capitalista"40. Sin duda alguna, este contexto afianzó la lucha anticomunista al interior del clero, por lo que parecía, parafraseando a Bidegain, que "la formación del laicado se hacía no en función de la evangelización y de la vida religiosa del pueblo colombiano, sino de la necesidad de mantener a las masas populares del lado de la Iglesia dentro de una especie de contienda universal total"41.

Desde su fundación en 1947, la Radio Sutatenza fue bien recibida por los gobiernos nacionales, aunque en algunos con mayor fuerza que en otros. Fue sin duda más contundente el interés de Rojas Pinilla por la obra de ACPO, que el apoyo ofrecido por Alberto Lleras Camargo durante el Frente Nacional. Las ideas populistas de Rojas y su propósito de construir una "nación católica" se combinaron estratégicamente con su preocupación por la avanzada del comunismo42 y encontraron asidero en el proyecto de apostolado seglar de las EE.RR que, concebidas como "semilleros de ideas cristianas"43, fueron uno de los medios con que contó el gobierno para evitar el ingreso al país de fuerzas sociales y políticas "mal orientadas". En sus primeros años de mandato, el general encontró una preocupación en común con la Jerarquía Eclesiástica por lo que recibió el guiño del Cardenal Crisanto Luque en su candidatura, replicado luego por el gobierno con una serie de medidas que contribuyeron a la expansión de las EERR de ACPO por el país.

Verbigracia, en 1954 Rojas emitió el decreto 3226 en pro de la consolidación de ACPO a través del cual se obligaba a los patronos, empresas agrícolas, ganaderas y forestales que contaran con cinco o más trabajadores, a instalar en sus haciendas un receptor radial que sólo captara radio Sutatenza44, con el fin ofrecerle a los campesinos la programación cultural que impartía la emisora. En este sentido, para el diario conservador La República el "factor principalísimo en el éxito alcanzando por las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza ha sido el estímulo moral y el apoyo económico que les ha prestado el gobierno que preside el General Rojas Pinilla quien está cumpliendo así la gran promesa…hecha en su discurso inaugural, de facilitarle al hombre colombiano su acceso a la educación"45.

Meses después de conocida la medida del general, los hacendados de los municipios de Pamplona, Bochalema, Chinácota, Cácota, Herrán, Labateca, Toledo, Mutiscua, Durania y Silos, en el norte de Santander, recibieron abiertamente el decreto en Asamblea General de marzo de 1955 por considerarlo como una "medida patriótica" en beneficio no sólo del campesino radioescucha sino del propietario de la tierra, pues la Radio Sutatenza propiciaba la alfabetización pero también la formación de los trabajadores en principios religiosos, lo que según la misión educadora de ACPO plasmaba en el hombre del campo "…una mentalidad sólidamente conformada para la obediencia de los pastores, el acatamiento a los sacerdotes y la devoción filial a la Iglesia"46. De manera que en los primeros meses de 1955, con la orientación del Presbítero Gamboa, se abrió paso al decreto y la Radio Sutatenza empezó a llegar a los campesinos de las diferentes haciendas de la diócesis de Pamplona.

Si bien los hacendados eran conscientes de la necesidad de sintonizar a sus trabajadores campesinos en la frecuencia de radio Sutatenza, en aras de incentivar "la moral de clase campesina", reconocieron en Asamblea, además, que en medio del clima de violencia y agitación social nacional, este decreto debía ser acogido porque la Acción Cultural Popular además de "enseñar al que no sabe" "…presta fundadas esperanzas para la regeneración de la clase obrera indicando el alud amenazante del comunismo"47. Así pues, en carta al administrador apostólico la asamblea manifestó "su decidida voluntad para defender las ideas católicas acatando irrestrictamente sus órdenes y prestando decidido apoyo a éste magnífico medio en buena hora ideado por la Iglesia Católica para beneficio de los campesinos de Colombia, las Escuelas Radiofónicas"48.

A propósito de Norberto Forero, Administrador Apostólico de la diócesis de Pamplona, -durante el gobierno eclesiástico de Monseñor Rafael Afanador y Cadena (1916- 1956)- desde su rol se sumó a las exigencias de la Iglesia frente al contexto que ya se ha ilustrado, razón por la cual manifestó su apoyo frente a ACPO. Por ello emprendió su propia exhortación para que los párrocos llevaran a cabo la fundación de EERR en las veredas, iniciando con una descripción de las realidades del campo que tomaba en cuenta algunos hechos políticos que se manifestaban para la época

"El protestantismo y el comunismo, valiéndose de la debilidad e ignorancia, y de las precarias condiciones económicas, culturales e higiénicas en que vive gran parte de los habitantes del campo, engañándolos con falsas promesas de un bienestar que no pueden darles, trabajan sin descanso por apartarlos del seno maternal de la Iglesia. Corresponde pues a ella defenderlos de aquellos peligros…es preciso y urgente, antes que sea tarde, convencerlos con obras que queremos ayudarles a solucionar sus problemas, a mejorar sus condiciones de vida, y a fomentar su prosperidad y su cultura"49

Con este tipo de acciones e intervenciones sacerdotales, la idea de las Escuelas Radiofónicas en la diócesis empezó a adquirir una importancia más notoria, porque entre otras, además de sus aportes educativos y culturales, parecía ser una herramienta fundamental para consolidar el apostolado moderno. En este sentido, continuando su carta a los párrocos Monseñor Forero proponía

"Para conseguir tan noble y elevado fin…es necesario proporcionarles una instrucción adecuada; y esto no lo logramos con la sola predicación dominical en nuestros templos, porque bien lo sabemos, no todos asisten a misa…ni basta el periódico porque muchos no saben leer, y precisamente se trata de enseñarles a leer y escribir; es necesario por tanto ir hasta ellos; y como el sacerdote, las más de las veces no podrá hacerlo personalmente, si lo conseguirá mediante el establecimiento de las Escuelas Radiofónicas"

Al igual que las demás organizaciones de Acción Católica, sus fines políticos fueron manejados en medio de una tensa prudencia50 que había moderado de algún modo el discurso intransigente católico de los años 30, para dar paso al catolicismo social en el que se movía ACPO. No obstante, ello no supone que la institución eclesiástica del contexto abordado hubiera descuidado sus luchas políticas de antaño. Lo que evidencia es que el clero había encontrado nuevos medios a través de los cuales ejecutar acciones políticas por medio del apostolado seglar, y asegurar así la "cristianización de las almas", además de la formación cultural y pedagógica que se articuló con la enseñanza espiritual.

De ahí que la Conferencia Episcopal de Colombia reclamó de forma permanente el respaldo político del gobierno de turno frente a ACPO pero además frente a otras obras del catolicismo social que pretendía como en el resto del mundo, elaborar un programa completo de "reconstrucción social" paralelo a la expansión de la propaganda revolucionaria que requería de algún modo el fortalecimiento de la alianza Iglesia-Estado.

"si el Estado, conforme a las enseñanzas de León XIII y de sus sucesores, apoya estas iniciativas, como eficazmente lo ha hecho ya, para citar un caso, con las Escuelas Radiofónicas, y sincroniza sus esfuerzos con los de la Iglesia, entonces los resultados tomarán proporciones asombrosas y nuestra patria podrá ser un modelo de organización social y de bienestar"51

Al respecto, Rojas, desde su fe católica le apostó a aquella alianza52 y sumado a ello, a partir de su ideario populista reconoció en el fenómeno de las EE.RR una vía para ejecutar de forma práctica su propia propuesta de alfabetización y educación rural. En ese sentido, un hecho particular habla de los acercamientos del General Rojas Pinilla y ACPO, que condujeron al crecimiento del movimiento radiofónico en casi todas las diócesis y arquidiócesis del país. Intentando aunar esfuerzos, en el año de 1954, un año antes de la fundación oficial de la oficina diocesana de Pamplona, el gobierno nacional comenzó a descubrir en las EE.RR un medio para emprender una campaña de alfabetización nacional que utilizando la estructura, medios y organización parroquial de ACPO podía disminuir los niveles de analfabetismo, a la vez que lograr la expansión de aquella obra de la Iglesia.

El proyecto consistió en hacer uso de los elementos de acción de ACPO para preparar, a través de algunas emisiones de la Radio Sutatenza, a los maestros rurales y poder generar más facilitadores para el proceso de alfabetización del gobierno; acción que directamente generó el aumento de las EE.RR, de los líderes y de los recursos de la obra. Pero a pesar de las bondades ofrecidas por un gobierno cercano a la Iglesia, y conscientes de los beneficios que ello brindaba para el incremento de las EE.RR, la Acción Cultural exigió la preservación de los privilegios de orientación de la obra por medio de la figura del párroco. Así "…en las reuniones con los señores directores de educación, Acción Cultural Popular fue diáfana al declarar y solicitar que ésta etapa de multiplicación de las Escuelas Radiofónicas se haga siguiendo las mismas líneas de acción que se han seguido hasta ahora, y especialmente la de la dirección de las escuelas y su control por medio de los venerables párrocos"53.

Con el cura párroco a la cabeza de la organización parroquial de las EE.RR, el gobierno nacional garantizaba la eficiencia de la campaña planteada por Rojas, máxime cuando el párroco o "cura de almas" jugaba un papel crucial en la representación y prácticas católicas. Pero el apoyo del gobierno nacional a las Escuelas radiofónicas se hizo más contundente cuando se ordenó que los directores departamentales nombraran dos inspectores por departamento, que se encargarían de atender con exclusividad el crecimiento de las EE.RR en los municipios54. La figura del "inspector" fue quizá el resultado más claro del aval que le otorgó el gobierno a la Acción Cultural Popular, porque en adelante, con el impulso económico del ministerio, los "inspectores" serían preparados en los institutos de ACPO con el fin de cualificarlos como formadores de auxiliares inmediatos o campesinos "comunicadores interpersonales", base para la expansión de las EE.RR y del movimiento parroquial.

La misma campaña de alfabetización propuso que las direcciones departamentales crearan un sistema de becas -una beca para un campesino por cada cuatro municipios del departamento- en el instituto campesino de Sutatenza55 con el fin de extender la formación de auxiliares parroquiales o representantes parroquiales para las EE.RR. Igualmente, se hizo pública la ayuda que en adelante brindarían las direcciones departamentales para facilitarle al párroco la realización de cursos de auxiliares inmediatos en los municipios, y como complemento se formalizó la ayuda económica a las parroquias para la adquisición de los radios dirigidos a las veredas, a través de la disminución de los precios con que eran adquiridos por los curas párrocos en el departamento.

Detrás de todo el apoyo político y económico que el gobierno del general Rojas Pinilla ofreció a ACPO, se encontraba su interés por dinamizar la educación rural en las veredas de Colombia a través de una estructura ya diseñada. El auxilio a las EE.RR permitía simultáneamente disminuir las cifras de analfabetismo y aumentar las de popularidad del gobierno, pero también repuntar el crecimiento de la iniciativa cultural de Salcedo. En efecto, los años que transcurrieron entre 1953 y 1958 marcaron una época de crecimiento de ésta obra de la Iglesia; la primigenia alianza con Rojas Pinilla se reflejó al menos en la inversión que se hizo en ACPO y que también terminó fortaleciendo programas de Acción Social Católica y a la misma Acción Católica en Colombia.

Como es de suponerse, ésta campaña empezó a implementarse en la oficina seccional de ACPO en Pamplona en lo que todavía fungía como diócesis para 1955. Al menos para el caso de las parroquias y veredas del Norte de Santander aquí trabajadas, la puesta en marcha de la propuesta de alfabetización rural se puso a prueba en medio de la inestabilidad de la hacienda departamental, que retardó de alguna forma la preparación de líderes campesinos en los institutos de Sutatenza, como había sido acordado en el plan en noviembre de 1954. Con un movimiento radiofónico en crecimiento, el gobierno nacional había dispuesto para las EE.RR, a través de las direcciones departamentales de educación, los medios económicos para intentar dejar en las manos de ésta obra de la Iglesia una labor que el Estado no había sido capaz de resolver. Sin embargo, en la práctica, en los primeros meses del desarrollo del plan, la oficina seccional manifestó la preocupación por la falta de continuidad en la formación de los líderes

"…Lo que sí me parece imposible es el asunto de las becas para Sutatenza: son ocho durante cinco meses, es decir serían tres mil seiscientos pesos suma que no es para descuadrar y en cambio sí nos puede compensar…por otra parte no quedamos mal; esos muchachos que ya estaban entusiasmados y que vienen de distintos puntos del departamento no se desinflan; yo voy mi cabeza que un joven de aquellos que en vista de tantos sacrificios ha sido muy reescogido, al regreso y trabajando debidamente le suple al departamento por veinte maestros que pudiera tener en cada municipio y sin las complicaciones de sueldos, escalafones, prestaciones, etc., de maestricas que después de dos años y a duras penas no son capaces de sacar leyendo a sus muchachitos"56.

Si bien el ministerio de educación nacional había reconocido los beneficios de ACPO y las EE.RR para la alfabetización de los campesinos, el interés departamental fue cuestionado por las trabas iniciales en lo que tenía que ver con el otorgamiento de Becas a los campesinos norte santandereanos. Una de las razones que el entonces gobernador de Norte de Santander dio al director seccional de la obra para interrumpir el flujo de dineros dirigidos al cumplimiento del ítem "becas" acordado en 1954, tenía que ver con los alcances del trabajo religioso y educativo de las EE.RR sobre las prácticas cotidianas de los campesinos de las veredas; pues estos, siguiendo las orientaciones radiales de la campaña contra el alcohol del padre Sabogal, habían disminuido el consumo de bebidas embriagantes como aguardiente y cerveza, desestabilizando las rentas que por ésta vía llegaban a la hacienda departamental57. Paradójicamente, los resultados arrojados por el programa de recristianización de la Acción Cultural Popular, tan esperados por el gobierno del General, fueron en algún momento los que impidieron el incremento en la formación de campesinos en Sutatenza para el crecimiento de las Escuelas Radiofónicas.

Sin embargo, y como se expondrá más adelante, las dificultades económicas del departamento que afectaron en un comienzo la formación de líderes campesinos en el norte de Santander, no impidieron el desarrollo de los acuerdos de la campaña de alfabetización, como la adquisición de radios receptores y la formación de nuevas Escuelas Radiofónicas. Verbigracia, para septiembre de 1955 la dirección departamental de educación ya había formado 136 EE.RR58 que se sumaron a las 939 escuelas conformadas por la oficina seccional de ACPO en Pamplona en las parroquias, en la cárcel municipal, en el Hospital municipal y en algunas asociaciones piadosas.


4. La creación de las "células de ACPO" en las parroquias de Pamplona: EE.RR bajo la oficina seccional


4.1 La Escuela Radiofónica "núcleo vital" de ACPO

La obra de la Acción Cultural Popular no hubiera sido posible sin la existencia de su "núcleo vital", la Escuela Radiofónica. Conformada por estudiantes de las familias veredales de las parroquias, fueron aquellas el "eje articulador" de todos los medios de acción que le dieron vida a la propuesta de ACPO59. Las EE.RR se reunían diariamente para seguir a través de la Radio Sutatenza las clases y la formación en las cinco nociones60 planteadas por la EFI, todo bajo la orientación de un campesino, que hacía las veces de auxiliar inmediato61, y bajo la dirección del párroco que debía mantener "encendida la mística en torno a esta obra social de la Iglesia Católica. Las Escuelas Radiofónicas en cada parroquia serán lo que el señor Cura quiera que sean"62.

Pero si bien desde la interpretación mediática las EE.RR han sido concebidas como el centro de desarrollo de la propuesta radial de educación no formal; en la lógica de la Acción Católica, la Escuela Radiofónica era además de un centro de audición e irradiación, "un centro de atracción para muchas almas unidas por los vínculos de la oración, de la comunidad de ideas, y principalmente de la caridad"63. En consecuencia, fueron "semilleros de ideas cristianas" que a través de la organización parroquial se convirtieron en instrumentos del cura párroco para la trasmisión del mensaje cristiano, la catequización y la educación campesina.

Asimismo, las Escuelas Radiofónicas se convirtieron en elemento de desarrollo de los postulados sociales de la Iglesia y por consiguiente se diseñaron para "solucionar el ingente problema de la educación campesina, haciendo llegar a las…humildes chozas de nuestras gentes de valles y cordilleras, la palabra que les instruye y educa, las dignifica y las salva, y las hace sentirse, allá en su retiro, miembros de una Iglesia Santa, católica y apostólica, y de una patria amable que los ayuda con solicitud"64. Fueron una amalgama de alfabetización, cultura y evangelización multiplicada por todos los sitios de la parroquia, en el que también se crearon espacios de integración deportiva, y comunitaria, como las juntas veredales que emergieron como alternativa a la Acción Comunal, y que se sumaron a un fenómeno que hizo de ACPO un medio capaz de mezclar modernidad y tradición para garantizar que la labor pastoral y la vida religiosa en las parroquias se hicieran más eficientes.

Con el auxiliar inmediato y un pequeño número de alumnos campesinos reunidos junto al radio receptor, la antena, el tablero, el riel, el reloj y las imágenes de Cristo redentor o de la santísima Virgen65, comenzaba a funcionar la Escuela Radiofónica en la sala de una casa, en un corredor o habitación. Ninguna Escuela Radiofónica era reconocida y recibía materiales (cuadernos, cartillas, lápices, boletines), si no estaba inscrita por el auxiliar inmediato ante el cura párroco, y si no enviaba todos los meses las planillas con la aprobación del cura a la Radio Sutatenza, porque finalmente ACPO se construyó y se expandió siempre como una articulación entre acciones sociales que involucraron una fuerte relación social clero-laico, propia de la Acción Católica, y que tuvieron algunas particularidades en las distintas oficinas seccionales en relación con la población, los liderazgos, los recursos, entre otros.


4.2 Conformación de Escuelas Radiofónicas bajo la oficina seccional de ACPO en Pamplona, etapa fundacional 1955 -1957

Desde que se fundó la oficina seccional de Pamplona en febrero de 1955 la conformación de EE.RR en las veredas de las diferentes parroquias fue constante y se mantuvo en incremento. Bajo el liderazgo del Padre Gamboa emergió un movimiento Radiofónico que tuvo sus años de expansión y fortalecimiento entre 1958 y 1968 y que trasegó los años de 1955 a 1957 como una etapa fundacional66 -de aprehensión de la obra e inserción de las EE.RR en las veredas- en la que replicando lo que ocurría con ACPO a nivel nacional, la Iglesia "sembraba" en los campesinos -parafraseando a Vaca- "esperanzas de renovación", mientras comprometía a cientos de párrocos en la organización de las Escuelas Radiofónicas. En esta etapa, al interior de la cual Pamplona había sido simultáneamente designada como sede Arzobispal en 1956, casi todas las parroquias contaban con EE.RR en varias de sus veredas, en las que un número considerable de familias campesinas hacían parte de alguna escuela bajo la dirección de un auxiliar inmediato.

Tomando aquí como referente la fase fundacional de la obra en Pamplona, se evidencia que desde el primer informe oficial entregado al administrador apostólico de la diócesis en junio de 1955, hasta el presentado en octubre del mismo año por el padre Gamboa, la obra había crecido a un ritmo no despreciable. Las parroquias con mayor presencia de Escuelas, al menos en los primeros meses que siguieron a la fundación de la oficina seccional, fueron Arboledas y Bochalema, sin soslayar lo que ocurría en las otras67 en las que aumentaron las EE.RR mes tras mes.
La oficina pasó de contar con 616 EE.RR en junio de 1955 -sumando las 136 fundadas por el departamento68 bajo la campaña de alfabetización- a 941 en Agosto69 del mismo año (con el mismo número de fundadas por el departamento), 1.075 en septiembre70 y finalmente a 1.38871 en octubre, de las cuales 1.252 fueron conformadas directamente por la oficina seccional, pues el departamento no volvió a fundar escuelas durante los meses que fueron de julio a octubre, por el reducido presupuesto que designó para ello. De cualquier manera, aunque esta obra de la Iglesia Católica por su innovación había logrado un apoyo político y gubernamental parcial -fundamentalmente bajo el gobierno de Rojas Pinilla- fue acogida por algunos gobiernos más que por otros en relación con las preocupaciones de cada propuesta política.

Pero no solo en las veredas de las parroquias se vivió la experiencia Radiofónica. Al menos en esta etapa fundacional o de crecimiento, varios colegios y otras instituciones contaron al menos con una Escuela Radiofónica. Para los meses de julio y agosto de 1955 se crearon con la orientación del Presbítero Gamboa 1 escuela en la cárcel de Pamplona, 1 en la sociedad de San Vicente de Paúl, 4 en el hospital de Pamplona, 1 en el colegio de la Presentación de Cúcuta, 1 en la comunidad de las hermanas Terciarias, 1 en el instituto pedagógico de las Reverendas hermanas y 2 en el colegio de San José de hombres y mujeres72. De ahí que, si bien la apropiación de Radio Sutatenza y la conformación de EERR fue pensada para los entornos rurales a los que no llegaba la presencia del Estado en materia de alfabetización, lo innovador del experimento hizo que la Escuela Radiofónica se convirtiera en una herramienta de Acción Católica implementada en otros espacios, capaz de construir por medio de la acción social de los alumnos radioescuchas, una forma de vivir el catolicismo haciendo uso de los elementos de la modernidad, que llevaron el mensaje de la Iglesia y fortalecieron el trabajo eclesiástico en lugares antes evangelizados solo por el catecismo, los grupos apostólicos, la eucaristía y las hojas parroquiales.

Bajo el liderazgo de los padres Francisco Landazábal y Ricardo Trujillo se habían fundado 25 escuelas más en Arboledas y 14 más en Bochalema, para un total de 110 y 36, respectivamente. Simultáneamente, a lo largo de seis meses las demás veredas de las parroquias de la diócesis continuaban con la conformación de nuevas EE.RR. Cucutilla había pasado de 74 a 94 EE.RR, el Carmen de Pamplona de 16 a 24, Gramalote de 43 a 54, Herrán de 25 a 60, la parroquia de Lourdes alcanzó 40 escuelas, La Vega contaba con 50, La Montaña aumentó considerablemente de 30 a 120 escuelas radiofónicas, la parroquia de Las Nieves logró la fundación de 31 escuelas nuevas, Mutiscua llegó a 54, Pamplonita aumentó de 12 a 42, la parroquia de Ragonvalia llegó a 49 EE.RR, Salazar de las Palmas, otras de las más destacadas parroquias de la obra en Pamplona repuntaba con 125 escuelas para la fecha, el párroco de Sardinata alcanzó a conformar 32 escuelas y Silos pasó de 2 a 2373, esto sin mencionar otras parroquias. Si se tiene en cuenta que cada EE.RR contaba con un promedio de 5 a 10 alumnos campesinos, podría tenerse una noción de la inserción de la población en la obra en esta fase fundacional.

Ahora bien, a partir de mayo de 1956 la llegada de Monseñor Bernardo Botero Álvarez74, primer arzobispo de Nueva Pamplona, significó no solo la implementación de nuevas estrategias para la consolidación de las obras sociales en las parroquias (v.g. equipo sacerdotal) y en general para el fortalecimiento de la Acción Católica en la nueva arquidiócesis; fue también un hecho de transición que produjo una configuración en los límites eclesiásticos sobre el territorio; esto es, con el cambio de diócesis a arquidiócesis75 varias parroquias que hacían parte de las diócesis de Pamplona se anexaron a las también recién creadas diócesis de Cúcuta y Ocaña que conformaron su propia oficina seccional de ACPO; fue el caso de las parroquias de Bucarasica, Nazarateh, Gramalote, Lourdes, Labateca, Las Mercedes, La Victoria, Santiago, Sardinata, San Rafael, San Luis, Villasucre y Villacaro76.
Ahora bien, en septiembre de 1956, cuando ya Pamplona era capital Arquidiócesana y provincia eclesiástica, en el departamento de Norte de Santander (Cúcuta, Ocaña y Pamplona) se contaban un total de 2.662 EE.RR, la mayoría constituidas en las veredas de las parroquias de Pamplona, aun después de la reconfiguración de los límites eclesiásticos sobre el departamento. De manera que, la zona 4, con la que fue identificado el trabajo de ACPO en los santanderes, estaba al nivel de otras zonas (Tunja, Cundinamarca) en los avances del movimiento Radiofónico gracias a los adelantos que se daban en la oficina seccional de Pamplona, fundamentalmente. De la cantidad de escuelas referenciadas atrás, Cúcuta había consolidado 605, Ocaña 749 y Pamplona 1.30877.

Si se hace una comparación somera, parece notoria la reducción de EERR entre octubre de 1955 y septiembre de 1956 puesto que a lo largo de un año se había pasado de 1.388 escuelas a 1.308. Sin embargo esta reducción -consecuencia de la disgregación de algunas parroquias por la designación de Pamplona como arquidiócesis- no originó el estancamiento del crecimiento de las EE.RR de ACPO en Pamplona. Si bien no se contaba con todas las EE.RR de las parroquias antes mencionadas78, que ahora hacían parte de las diócesis de Cúcuta79 y Ocaña, la oficina seccional había continuado con la expansión de la obra dentro de las veredas en las parroquias en las que ahora realizaba su trabajo pastoral. Así, solo contando las Escuelas Radiofónicas de 1580 de las 21 parroquias de la arquidiócesis, se había pasado de 894 escuelas a 1.243 en el lapso de cinco meses (abril-septiembre) en 1956. Dato que da cuenta del movimiento de la obra.

Reiterando, el crecimiento de las EE.RR fue directamente proporcional a la labor del párroco y a la imagen que este proyectó, pero también detrás de esta acción pastoral, espiritual y organizativa del Padre Gamboa y los párrocos comprometidos, el crecimiento de ACPO después de la fundación de la oficina seccional estaba relacionado con los adelantos de la Acción Cultural a nivel nacional. Por ejemplo, los contratos firmados entre la General Electric, la Philips y Monseñor José Joaquín Salcedo abrieron más aun la posibilidad de expandir esta obra de la Iglesia en las veredas colombianas, puesto que al aumentar el número de equipos, iba en aumento el número de radio oyentes y necesariamente la proliferación de las Escuelas Radiofónicas. De manera que la distribución de radio receptores de "onda cautiva", solo diseñados para captar la frecuencia de Radio Sutatenza, fue permanente en las parroquias, al igual que las estrategias para impulsar a los campesinos a adquirirlos de manera rápida.

En 1950, después del viaje del padre Salcedo a los Estados Unidos, en el que se dieron acercamientos con la General Electric, ingresaron 20 toneladas de Radios al país vendidos a los campesinos a precio de costo, luego de que el vicepresidente de la compañía "se conmovió con el vasto plan educacionista de nuestro compatriota, que en su sencillez significa un paso decisivo contra el analfabetismo, y le brindó toda clase de apoyo, suministrándole parte de la mercancía a precio menor del costo"81. Seguramente este apoyo no fue gratuito, y en cambio sí estuvo relacionado con la simpatía que ACPO causó al gobierno norteamericano, del que luego recibiría un respaldo más contundente en el marco de los acuerdos de la Alianza para el Progreso.

Cuatro años después, en 1954, se firmó un nuevo contrato entre la Philips Colombiana y la Acción Cultural Popular para la adquisición de 10.000 radios82 más; acuerdo mediado por la presencia de la jerarquía eclesiástica colombiana, miembros de Philips, directivos de ACPO, funcionarios del ministerio de comunicaciones y aduanas, diplomáticos holandeses y funcionarios de la Caja Agraria, institución ésta última a través de la cual se distribuyeron miles de radios. La facilidad de acceso a los radiorreceptores por parte de ACPO y posteriormente la frecuencia de adquisición en las parroquias, fueron prenda de garantía para continuar con las expansión de las EE.RR. Sin embargo, esa distribución constante de Radios no hubiera sido posible sin un apoyo gubernamental, sin el interés de varios países por la propuesta de la Radio Sutatenza y sin las facilidades que las compañías mencionadas fueron ofreciendo al padre Salcedo, en sincronía con unos intereses políticos y programáticos de un mundo en conflicto.

En consecuencia, hacia 1954 en cientos de veredas colombianas estaban instalados 11.703 receptores, que aumentaron en 1955 a 19.259 en 533 parroquias en las que ya se encontraban organizadas 7.512 Escuelas Radiofónicas. Mientras tanto, en las parroquias de la arquidiócesis de Pamplona habían pasado los primeros meses del año de 1956 con 1.481 radios distribuidos por la oficina seccional de ACPO83, hasta lograr la instalación en las casas campesinas de 2.662 radios84 en septiembre del mismo año. Cuando entró el año 1957 en la totalidad del territorio colombiano estaban conformadas 13.638 EE.RR, que habían sido posibles por la adquisición de 36.246 radios85 provenientes de los acuerdos y contratos entre ACPO y las compañías mencionadas, y que eran adquiridos por los campesinos a través de la caja de crédito agrario, en donde se vendían a precios de costo y por medio de créditos.

Simultáneamente, el crecimiento de la obra en la población fue resultado de una apropiación de las EE.RR por los campesinos, marcada por la acción social del sacerdote. Los campesinos se acercaron a Acción Cultural Popular con un admirable celo religioso; así, las cartas entre los alumnos y los directivos y profesores dan cuenta de aquella devoción con la que fue asumida por algunos la incorporación a aquella, que además de ser caldo de cultivo de un fenómeno pedagógico, fue bien recibida en las veredas por su carácter religioso que daba cuenta del apostolado social de los párrocos comprometidos. Con sus propias letras, a medias trazadas y aprendidas en las clases radiales, Catalina Mogollón, campesina de la parroquia de Chinácota expresaba

"…gracias a Dios nuestro señor que nos ha dado la licencia de estar ya aprovechando estas bellas enseñanzas. Porque para nosotros los campesinos es muy consolador la palabra del sacerdote, que llega a nuestra casita atraernos la esplicacion del santo evangelio el catecismo el Santo Rosario y en un […] todas las claces que diariamente resibimos. Yo le pido ha Dios nuestro señor en el momento oportuno, de la oración y la santa misa y comunión […] intención de todos los Sacerdotes que desgastan sus vidas, por esta obra de la Iglesia Católica"86

Por tanto, al menos en esta fase fundacional e incluso hasta entrados los años 60, la construcción de una representación del cura párroco como "eje" de la Acción Cultural Popular fue una de las estrategias más destacadas para garantizar la expansión de la obra en las veredas. Hasta 1957 cuando aparecieron los primeros principios ideológicos de ACPO, la obra estaba notablemente clericalizada87 y la construcción de los nuevos estatutos excluyó la representación de los seglares de la junta directiva. El papel de los laicos como edificadores de las EE.RR, si bien fue fundamental para del apostolado seglar en ACPO, no rebasaba el protagonismo del cura párroco, quien tenía a su cargo la dirección local del movimiento parroquial, en el que intervenía la CEC con sugerentes orientaciones para ésta obra de la Iglesia. Sin embargo, lentamente una participación más activa de los seglares en el movimiento radiofónico se convirtió en una necesidad histórica para la Iglesia Católica y para ACPO; pero estos cambios deberán ser abordados en otra etapa de este estudio.


Conclusiones

La Acción Cultural Popular fue una propuesta pedagógica innovadora guiada por el proyecto de Educación Fundamental Integral, que al haberse servido de la comunicación mediática e interpersonal se transformó en un fenómeno radial y cultural sugerente que produjo procesos de mejoramiento en la vida de los campesinos y nuevas formas de interacción y prácticas que impactaron las relación de sus alumnos con el entorno social. Entre tanto, ACPO pasó de ser una iniciativa personal para convertirse en 1953 en una obra de la Iglesia Católica, orientada por la Conferencia Episcopal de Colombia, el catolicismo social, y pensada por y para la mística eclesial.

Al menos en relación con la fase fundacional de ACPO en las parroquias de Pamplona que transcurrió entre 1954 y 1957, se puede observar que el movimiento radiofónico y la expansión de sus EE.RR fue resultado de la aplicación de una organización parroquial clericalizada diseñada por ACPO y la Jerarquía eclesiástica y que le dio al seglar un cierto protagonismo siempre a la sombra del cura. De hecho esa clericalización y fortalecimiento de la figura del párroco como apóstol social, hizo posible la conformación de EE.RR en la población campesina en Pamplona por el florecimiento de algunos liderazgos clericales que sentaron las bases del movimiento y garantizaron su crecimiento. Sin embargo hay que decir que esa particular interacción entre el clero y los campesinos marcada por el apostolado seglar, fue generando nuevas formas de relación, de comunicación, entre el párroco y los laicos en años posteriores al Concilio Vaticano II.

Como obra de la Iglesia Católica las EE.RR de ACPO en Pamplona fueron espacios de Acción Católica que cobraron notable importancia para la jerarquía eclesiástica no solo por haberse convertido en mecanismos de alfabetización, formación cultural e integración social, sino por su capacidad de permitir evangelizar a los campesinos y mantenerlos al margen de ideas adversas para el catolicismo, como el comunismo y el protestantismo, en el contexto de un mundo bipolar en conflicto; sensación que dejan las exhortaciones de jerarcas de la Iglesia en Pamplona. Hay que decir que de ese carácter confesional se derivó el interés del gobierno del General Rojas Pinilla por Radio Sutatenza, quien al ver en ACPO una posibilidad de conservación del catolicismo, pero sobre todo de desarrollo de sus propuestas sociales, contribuyó al crecimiento y consolidación de las EE.RR que marcaría la historia de ACPO en las parroquias de Pamplona.

Puede concluirse que aunque ACPO en Pamplona fue una obra de creación tardía en relación con la temprana experiencia que se tuvo en algunas veredas del país después de la creación de la Radio Sutatenza, la Acción Cultural vio nacer allí una de las zonas de trabajo más influyentes dentro del movimiento radiofónico a nivel nacional por el dinamismo que devino con la fundación de la oficina seccional, la potenciación de liderazgos clericales (entre ellos el más significativo, el del Pbro. Leopoldo Gamboa), por la utilidad que vieron los jerarcas eclesiásticos en las EERR como mecanismos de expansión de la acción pastoral, la evangelización, la contención de ideas adversas y la alfabetización campesina, y sin duda, por la acogida que recibió ACPO de los campesinos que la percibieron como una posibilidad de desarrollo y de acercamiento al evangelio. En ese sentido, la expansión de las escuelas en las veredas de las parroquias fue progresiva y no se detuvo aun con las configuraciones en la jurisdicción eclesiástica que tuvieron lugar en 1956. La llegada de radios de "onda cautiva" de manera continua, y los acuerdos con los gobiernos departamentales, las alianzas y los privilegios derivados de las políticas nacionales tuvieron de la misma forma su cuota en la expansión de esta obra de la Iglesia en Pamplona.


1 TORRES RESTREPO, Camilo y CORREDOR, Bertha, Las Escuelas Radiofónicas de Sutatenza - Colombia. Bogotá: Feres, CIS, (Estudios sociológicos No. 5), 1961, 75 p.

2 Para conocer solo algunos de los diferentes enfoques mencionados, ver ZALAMEA, Luis, "Un quijote visionario: relato periodístico sobre Monseñor José Joaquín Salcedo y la lucha a favor de la educación de los campesinos en América Latina que inició en Colombia a través de la organización que fundó y dirigió durante 40 años, Acción Cultural Popular", Bogotá, Jorge Plazas Editor, 1994. Impreso en Colombia por Editorial Presencia Ltda. 285 p; FINO SANDOVAL, María Piedad, Acción Cultural Popular (1957-1973). Historia e ideario, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, monografía en Historia, 2005, p. 198; ROJAS MARTINEZ, José Arturo. Radio Sutatenza y acción cultural popular (ACPO): los medios de comunicación para la educación del campesino colombiano. Trabajo de grado presentado para optar por el título de magíster en historia. Universidad de los Andes, Bogotá, 2009, BERNAL ALARCÓN, Hernando, Acción Cultural Popular. De la realidad a la utopía, Bogotá, el autor, 2005. 133 p; SARMIENTO MORENO Luis Abrahán y LIMA JARDILINO, José Rubens, "Acción Cultural Popular en los albores: filosofía del movimiento pedagógico y la educación popular en Colombia", Eccos revista científica, vol. 9. Número 002. Centro universitario Nove de julho, Sao Paulo, Brasil, 2007, p, 409-443. En Línea: http://www.uninove.br/ojs/index.php/eccos/articule/view/1090/830. Consultado en: Febrero de 2012; VACA GUTIERREZ, HERNANDO. Procesos interactivos mediáticos de Radio Sutatenza con los campesinos de Colombia. (1947-1989). Signo y pensamiento, volumen XXX, núm. 58, enero-junio, 2011, pp. 254-269. Pontifica Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. [En Línea]: www.redalyc.org/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=86020038018; entre otros.

3 "En su imagen pública fue conocida como Radio Sutatenza de Colombia. En su expresión funcional se la denominó como las Escuelas Radiofónicas. Desde su planteamiento filosófico y sociológico e inclusive en el título de su personería jurídica se la conoció como Acción Cultural Popular, ACPO". BERNAL ALARCÓN, Hernando, Acción Cultural Popular. De la realidad a la utopía, Bogotá, el autor, 2005, p. 5.

4 ROJAS MARTINEZ, Radio Sutatenza y Acción Cultural, p. 47.

5 Artículo 2 de los estatutos de Acción cultural popular. En: RODRÍGUEZ, Alejandro, pbro., Acción cultural popular. Escuelas Radiofónicas, Bogotá, Ministerio de Educación Nacional, 1950, p. 61.

6 La DSI es entendida como un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad, basada en el Evangelio y con las que la Iglesia le hacía frente a la "cuestión social". Esa Doctrina Social Católica durante mucho tiempo - especialmente la primera mitad del siglo XX- criticó al capitalismo liberal vigente y a la revolución socialista, por considerarlos como doctrinas amenazantes, y en consecuencia propuso una alternativa a la sociedad moderna basada en unos principios católicos, con organizaciones educativas, sociales y culturales propias. Por ello el catolicismo desde fines del siglo XIX decidió "poner el acento en un vasto "movimiento social católico" impulsado por la grandiosa ambición de un "nuevo orden mundial", basándose en la encíclica Rerum Novarum de León XIII (1891) y Quadragesimo anno de Pio XI (1931). ARIAS, Ricardo, El Episcopado colombiano. Intransigencia y Laicidad (1850-2000), Bogotá, Ediciones Uniandes, 2003, p. 107.

7 "La Educación Fundamental Integral era entendida como un proceso dinámico que operaba en todas las actividades de la vida humana, puesto que a partir del contenido de las nociones, el hombre asumía consciente, libre y responsablemente su tarea en la promoción del desarrollo. Este tipo de educación buscaba cubrir todos los campos donde se desarrollaba la actividad de la persona, además de incluir todo el espectro de las necesidades tanto materiales como biológicas, entre ellas aspectos como la alimentación, el vestido, la vivienda y la salud, entre otros" En: ROJAS MARTINEZ, José Arturo, Radio Sutatenza y Acción Cultural Popular, p, 70.

8 STROETZEL, Dorothy y Donald, "singular cruzada contra la ignorancia", en BERNAL ALARCON, Hernando (ed.), Educación Fundamental Integral, teoría y aplicación en el caso de ACPO, Bogotá, editorial Andes, 1978, p. 27.

9 "las Campañas… eran acciones prácticas pero sustentadas en los principios teóricos que regían la Educación Fundamental Integral. En este sentido, las campañas se concibieron como una adopción de innovaciones resultante de la acción de conocer y de saber. La idea principal a la hora de implementarlas, consistió en la necesidad de que el campesino incorporara nuevos elementos a su realidad, se apropiara de ellos y los implementara en su entorno encontrándoles sentido tanto para su vida como para su comunidad… Las campañas eran instrumentos de refuerzo de los aprendizajes obtenidos previamente por la mayoría de los estudiantes." en ROJAS MARTINEZ, Radio Sutatenza y Acción Cultural, p. 96. Algunas campañas fueron el sorbo de agua, el foso de abono, la huerta casera, entre otras.

10 Ibíd, p. 50.

11 Ibíd, p. 42.

12 Pamplona se constituyó como diócesis el 25 de septiembre de 1835 mediante la promulgación de la Bula Papal Coelestem Agricolam y dejó de serlo en mayo de 1956 por la bula Dum Rerum. en: VEGA RINCON, Jhon Janer. La reforma del clero parroquial de la diócesis de Nueva Pamplona. 1835-1872, (trabajo de grado para obtener el título de Historiador) Bucaramanga, Universidad Industrial de Santander, 2006, p. 20.

13 Desde el 29 de mayo de 1956, con la bula Dun Rerum de Pio XII, Pamplona fue designada sede metropolitana, desmembrándose de la provincia de Bogotá. El primer arzobispo de la Arquidiócesis de Nueva Pamplona fue Monseñor Bernardo Botero Álvarez. "Bula al Excmo. Sr. Botero" en Boletín Eclesiástico de Pamplona, Nº 93, (Pamplona, septiembre-octubre de 1956), p. 8.

14 "Los venerables párrocos son la fuerza moral y la autoridad indiscutible en sus feligresías; la Iglesia Católica fundamenta su acción en la acción del párroco; y la sagrada jerarquía tiene como a capitanes, en la brega, a los sacerdotes al frente de su grey. Estas son la razones por las cuales para asegurar el éxito real de las Escuelas Radiofónicas, nuestra institución ha pensado que nada estable se logrará sin la voluntad decidida del venerable episcopado y del venerable clero; y ha resuelto que ésta obra esté totalmente en manos de la jerarquía y en manos de los párrocos que hayan fundado o funden Escuelas Radiofónicas". Circular a los venerables párrocos de las poblaciones en cuyas jurisdicciones funcionan Escuelas Radiofónicas En AS, (en adelante AS), "Primera Asamblea General de ACPO", (Bogotá, Noviembre 10 y 11 de 1953), p. 9. Ya después los laicos campesinos cobrarán un liderazgo más notorio en la obra.

15 Toledo, Escuelas Radiofónicas, (Pamplona, 29 de enero de 1955) en La Unidad Católica, Nº 2649. Este es un caso atípico porque en una EE.RR generalmente no habían más de siete alumnos campesinos.

16 No debe olvidarse que las EE.RR eran "obra parroquial" y por tanto se conformaban al interior de una organización parroquial; la "Parroquia" y fundamentalmente la "parroquia rural" era para ACPO "… el fundamento insustituible de una sólida actividad espiritual" En AS, "Primera Asamblea General de ACPO", (Bogotá, Noviembre 10 y 11 de 1953), p. 46. Por consiguiente, los principios ideológicos de ACPO afirmaban que las actividades debían centrarse en la comunidad parroquial, en donde el párroco era el director del movimiento de las EE.RR al interior de la jurisdicción parroquial. En AS "principios ideológicos, estatutos y personería jurídica (eclesiástica y civil) de Acción Cultural Popular. Escuelas Radiofónicas ACPO", (Bogotá, 1963), p. 4.

17 "Durania, Escuelas Radiofónicas", (Pamplona, 29 de enero de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2649.

18 AS, "Informe de Acción Cultural Popular al eminentísimo señor cardenal y a los excelentísimos prelados de Colombia reunidos en conferencia episcopal en 1955", (Bogotá, septiembre de 1955), p. 3.

19 Recuérdese que ya el 13 de enero de 1950 ACPO había sido beneficiada con la exención del pago de impuestos y aduanas nacionales por los servicios que le prestaba al pueblo colombiano. "Articulo 1. Exímese a la Acción Cultural Popular del puesto de los impuestos nacionales de aduanas, giros y recargos y demás gravámenes para la introducción al país del transmisor de onda corta, de los receptores y demás elementos técnicos radiofónicos necesarios para la extensión de las escuelas culturales radiofónicas en todo el territorio de la República". "Exención de impuestos a la "Acción Popular", En El Siglo, (14 de enero de 1950).

20 Acción Cultural Popular se inicia en Pamplona (Pamplona, febrero 12 de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2650.

21 La oficina seccional se fundaba en la ciudad en la que residía un gobierno eclesiástico.

22 El gobierno nacional dio en 1949 su respaldo legal a ACPO. Personería jurídica civil (Bogotá, 18 de octubre de 1949) en AS "Principios ideológicos, estatutos y personería jurídica (eclesiástica y civil), Acción Cultural Popular. Escuelas Radiofónicas ACPO", (Bogotá, 1963), p. 19.

23 Por medio de la personería jurídica eclesiástica, el episcopado colombiano hizo de ACPO una obra orientada por los sagrados cánones. "Personería Jurídica eclesiástica" (Tunja, Junio 29 de 1951) En AS, "Principios ideológicos, estatutos y personería jurídica (eclesiástica y civil), Acción Cultural Popular. Escuelas Radiofónicas ACPO", (Bogotá, 1963), p. 21

24 BAYART, Pedro, La Acción Católica especializada, versión castellana de Alberto Spinelli, única traducción del original francés L' Action Catholique Specialisée, Buenos Aires, ediciones desclée, de Brouwer, 1944, p, 98.

25 AS, "Informe de Acción Cultural Popular al eminentísimo señor cardenal y a los excelentísimos prelados de Colombia reunidos en conferencia episcopal en 1955", (Bogotá, septiembre de 1955), p, 1.

26 Archivo Arquidiócesano de Nueva Pamplona (En adelante AANP), sección: Monseñor Norberto Forero y García, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, "Artículo I decreto 444" (Pamplona, 11 de febrero de 1955).

27 "El cuarto de siglo comprendido entre 1954 y 1978 constituye la etapa de crecimiento, ampliación y consolidación de ACPO…" En BERNAL ALARCÓN, Hernando. ACPO - Radio Sutatenza: de la realidad a la utopía. Bogotá, Fundación Cultural Javeriana, 2005, p. 6.

28 "oficinas de Acción Cultural en varias diócesis del país", (Pamplona, 12 de marzo de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2654.

29 AS, "Informe de Acción Cultural Popular al eminentísimo señor cardenal y a los excelentísimos prelados de Colombia reunidos en conferencia episcopal en 1955" (Bogotá, septiembre de 1955), p, 5.

30 "Pamplonita 20, Bochalema 17, Cácota 8, Chitagá 3, Mutiscua 16, Arboledas 35, Gramalote 12, Ragonvalia 8, Cucutilla 11, Herrán 8, La Montaña 4, San Luis de Cúcuta 3, Durania 6 y Toledo 2". "Doscientas ochenta y siete Escuelas Radiofónicas han sido creadas en toda la Diócesis de N. Pamplona. Un reportaje al padre director", (Pamplona, abril 30 de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2660.

31 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "circular del director de Escuelas Radiofónicas, Pbro. Leopoldo Gamboa L. a los campesinos de Toledo" (Pamplona, 1955).

32 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Carta de Monseñor José Joaquín Salcedo, director general de ACPO a Monseñor Norberto Forero y García administrador apostólico de Pamplona", (Bogotá, 22 de junio de 1955).

33 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Carta de Monseñor José Joaquín Salcedo, director general de ACPO a Monseñor Norberto Forero y García administrador apostólico de Pamplona", (Bogotá, 21 de octubre de 1955).

34 RODRÍGUEZ, Alejandro, pbro., Acción cultural popular, p. 23. "No es otro el propósito de la Acción cultural Popular que el dotar al país, y más precisamente a todo el campesinado de Colombia, de un servicio de radiodifusión en el cual encuentre cuanto necesita en materia de instrucción, es decir, un sustituto de las escuelas ordinarias donde ellas no existen, y un complemento de las mismas allí donde la escuela no pasa de ser un episodio fugaz de la vida, tal como sucede a tantos campesinos que, una vez terminados los dos o tres años escolares, van perdiendo poco a poco en la inacción intelectual los conocimientos adquiridos".

35 AS, "Informe de Acción Cultural Popular al eminentísimo señor cardenal y a los excelentísimos prelados de Colombia reunidos en conferencia episcopal en 1955", (Bogotá, septiembre de 1955), p. 3.

36 FIGUEROA, Helwar. "cambio de enemigo: de liberales a comunistas. Religión y política en Colombia, años cuarenta" en BIDEGAIN Ana María y DEMERA VARGAS, Juan Diego (Comp.), Globalización y diversidad religiosa en Colombia, Bogotá, Colección Sede. Universidad Nacional de Colombia, 2005, p. 169. El cambio de enemigo ocurrió cuando la institución eclesiástica dejó de centrar su atención en el liberalismo y dirigió toda su contienda hacia comunistas e incluso protestantes. Así: "…en la década de 1940 el catolicismo dejó de agredir discursivamente a los liberales para enfilar armas contra el comunismo y protestantes, al igual que lo venían haciendo los partidos políticos tradicionales, desde finales de la década de 1920. La Iglesia Católica adquirió nuevas fuentes ideológicas para enfrentar a sus enemigos…".

37 CALDERON RODRIGUEZ, Ivonne Vanessa, "sindicalismo y obras sociales de la Acción Social Católica en la ciudad de Pamplona: 1956-1961", (trabajo de grado para optar al título de Historiadora), Bucaramanga, Universidad Industrial de Santander, 2008, p, 15.

38 "La Acción Católica se enfrenta a la infiltración comunista en Caldas, los campesinos organizan centros de defensa", en El Siglo, (16 de septiembre de 1959).

39 Fue el nombre dado por ACPO a las organizaciones comunitarias en las veredas del país, y orientadas en el folleto publicado en octubre de 1959 con el título de las juntas veredales en la comunidad parroquial. Esta iniciativa de ACPO estimulada en forma de campaña desde 1951, fue un aparte y preparación al desarrollo de la "Acción Comunal" establecido más tarde por el gobierno nacional", "Diccionario institucional, Sutatenza", preparado por el departamento de sociología, (Septiembre de 1969), p. 15.

40 "La Iglesia y el Capitalismo, Radio Sutatenza", en Agitación (Medellín, 1962), p. 4.

41 BIDEGAIN de URAN, Ana María, Iglesia, pueblo y política. Un estudio de conflictos de intereses. Colombia 1930-1955, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1985, p. 62, 63.

42 HENDERSON, James, La modernización en Colombia, los años de Laureano Gómez, 1889-1965, Medellín, editorial Universidad de Antioquia, 2006, p. 536. Afirma éste autor que el General Rojas Pinilla fue un "guerrero comprometido con la guerra fría", que creía que Colombia podía caer en manos de la subversión comunista en cualquier momento.

43 SABOGAL José Ramón y VARGAS VANEGAS, Carlos, Escuelas Radiofónicas, su significado, su acción social, su organización y funcionamiento, Acción Cultural Popular, Bogotá, 1951, p. 5.

44 "Decreto de gobierno sobre las Escuelas Radiofónicas", (Pamplona, 12 de febrero de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2650.

45 "Acción Cultural", en La República, (Bogotá, 1 de octubre de 1955).

46 "Informe de la Dirección General de Acción Cultural Popular a la II Asamblea General de la Institución. Sacerdotes y seglares en la obra educativa en Colombia: Las Escuelas Radiofónicas y su labor de 1954 a 1957", (Bogotá, 1957), p. 5.

47 "Manifiesto de los hacendados que asistieron a la Asamblea General con motivo del congreso sobre las Escuelas Radiofónicas y el estudio del decreto 3226 del gobierno nacional", (Pamplona, 19 de marzo de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2655.

48 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Proposición aprobada por la Asamblea General de hacendados dirigida a Monseñor Norberto Forero y García", (5 de marzo de 1955).

49 AANP, Sección: Norberto Forero y García, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 1, carpeta Asuntos Varios, "carta de Monseñor Norberto Forero a los curas párrocos de la diócesis de Pamplona", (4 de mayo de 1953).

50 Este tipo de intencionalidades políticas de la Acción Cultural Popular se expresaron abiertamente -la mayoría de las veces- a través de la correspondencia eclesiástica. Por ello en un estudio sobre ACPO es valioso, aunque no imperativo, acudir a las fuentes eclesiásticas en tanto permiten comprender a la Acción Cultural no solo como corporación para la formación y alfabetización desde la Educación Fundamental Integral, sino como obra de la Iglesia, encaminada a la defensa de la religión.

51 "Programa social de la Iglesia", en Conferencias Episcopales de Colombia, Tomo II (1954-1960), Bogotá, el catolicismo, 1962, p, 83.

52 BUSHNELL, David, Colombia, una nación a pesar de sí misma, Bogotá, Planeta, 1996, p. 294.

53 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Carta del secretario general de ACPO al administrador apostólico de Nueva Pamplona, Norberto Forero y García", Bogotá, (Noviembre 20 de 1954).

54 AANP, Sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: Obispos y Arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "campaña de alfabetización departamental", Bogotá, (noviembre 19 de 1954).

55 Según el folleto de institutos de ACPO, los institutos campesinos tenían por objetivo "formar campesinos "que establezcan Escuelas Radiofónicas, promuevan la aplicación de campañas de mejoramiento y organicen el trabajo comunitario en los campos, apóstoles que con conocimiento y técnica constituyan en la parroquia la ayuda y orientación de la acción en las veredas y en la localidad". "Institutos Campesinos, Acción Cultural Popular", Bogotá, 1954, p, 3.

56 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "carta de Leopoldo Gamboa, director seccional de ACPO a Gonzalo Rivera Laguado, gobernador de Norte de Santander", (Pamplona, Agosto 2 de 1955).

57 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Informe u oficio 498 del Presbítero Leopoldo Gamboa a la secretaria general de ACPO", (Pamplona, Agosto 3 de 1955).

58 "Las Escuelas Radiofónicas siguen su marcha", (Pamplona, 3 de septiembre de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2678.

59 ROJAS MARTINEZ, Radio Sutatenza y Acción Cultural, p. 97.

60 "el concepto de nociones entendido como una serie de ideas, contenidos y prácticas educativas, que llevaban a la generación de unas pautas de pensamientos, a unas actitudes y a unas formas de comportamiento, que favorecían la generación de unas competencias que permitieran la solución de necesidades" ibíd., p, 69.

61 "la tarea del auxiliar inmediato es concreta: organizar la recepción de la onda de la emisora de Sutatenza, hacerla clara ante las gentes que se reúnen para escucharla y prestarles su colaboración para que todas las instrucción que se reciben se hagan realidad. Esta misión implica que el auxiliar posea una serie de cualidades morales y de condiciones físicas, gracias a las cuales pueda cooperar, por medio de la Redención, un mundo enfermo…Para las Escuelas Radiofónicas este intermediario entre el profesor locutor y los alumnos es imprescindible; no puede haber un centro convenientemente organizado si carece del auxiliar. Bien se ha dicho que la originalidad del sistema radica en el hallazgo de este intermediario" en "Sacerdotes y seglares en la obra educativa popular en Colombia. las Escuelas Radiofónicas y su labor de 1954 a 1957. Informe de la Dirección General de Acción Cultural Popular a la II Asamblea General de la Institución" (Sutatenza, 1957) p. 32.

62 SABOGAL y VARGAS, Escuelas Radiofónicas, su significado, p. 13

63 Ibíd. p, 5.

64 Ibíd.

65 Ibíd., p, 12.

66 Aquí se retoman algunos aspectos de la periodización realizada por Hernando Vaca en su estudio sobre ACPO, en el que argumenta que esta tuvo su etapa fundacional y organizacional entre 1948 y 1958. En este trabajo insertamos la etapa fundacional de ACPO en Pamplona al interior de la etapa fundacional y organizacional prevista por Vaca para todo el plano nacional. VACA GUTIERREZ, Procesos interactivos mediáticos, p. 256.

67 Las parroquias de la diócesis de Pamplona en las que inició la expansión del movimiento radiofónico bajo la oficina seccional fueron: Arboledas, Bochalema, Toledo, Cácota, Cucutilla, Chinácota, Chitaga, Durania, Gramalote, Herrán, Labateca, La vega, Mutiscua, Nazareth, Pamplona, Pamplonita, Ragonvalia, San José de la Montaña, Silos, Salazar, San Luis, Santiago, Sucre, San Rafael, Toledo, Bucarasica, Lourdes, Las Mercedes, La Victoria, Las Nieves, El Rosario, Agua Clara, Villa Sucre, Villa Caro, El Carmen, Hacari. Muchas de estas parroquias pasaron a otra jurisdicción eclesiástica cuando Pamplona se trasformó en Arquidiócesis en 1956.

68 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "informe de la marcha de Acción Cultural Popular en la diócesis", oficio 381, (Pamplona, junio 2 de 1955).

69 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "cuadro estadístico de las parroquias con EE.RR en la dirección seccional de Pamplona", (Pamplona, Agosto 4 de 1955).

70 Las Escuelas Radiofónicas siguen su marcha", (Pamplona, 3 de septiembre de 1955) en La Unidad Católica, Vol. 73, Nº 2678.

71 AS, "estadística de las Escuelas Radiofónicas en la oficina seccional de Pamplona" en Boletín mensual de Información para los V.V señores curas párrocos, (Noviembre 1 de 1955), Nº 15.

72 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "cuadro estadístico de las parroquias con EE.RR en la dirección seccional de Pamplona", (Pamplona, Agosto 4 de 1955).

73 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Lista de las parroquias rurales cuyos párrocos pudieran y tendrían gusto de asistir a una reunión especial de radiofónicas aquí en la ciudad de Pamplona", (Pamplona, 21 de abril de 1956).

74 "El primer arzobispo de Pamplona, Excelentísimo y reverendísimo Monseñor Bernardo Botero Álvarez" (Pamplona, 2 de Junio de 1956), en La Unidad Católica, Vol. 74, Nº 2713.

75 En 1834, en los primeros años de independencia y con el ejercicio del patronato en Colombia el congreso de Colombia solicitó la erección de la diócesis de Pamplona, que dejaría de hacer parte de la diócesis de Mérida para anexarse a la provincia de Bogotá. Finalmente en mayo de 1835 quedó erigida la diócesis de Pamplona. Con cuarenta y cuatro poblaciones anexas a ellas (que incluían algunos municipios de Santander y Norte de Santander) se convirtió en centro del catolicismo en esa región del país. Pero en mayo de 1956 el sueño de muchos pamploneses de recuperar algunos territorios perdidos con la erección de la diócesis de Bucaramanga, por ejemplo, se hizo posible cuando Pamplona fue declarada por la nunciatura apostólica como "provincia eclesiástica de Nueva Pamplona" elevándola a sede metropolitana, desmembrándola de la provincia de Bogotá. En adelante al ser capital provincial, quedaron como sus diócesis sufragáneas (son las diócesis presididas por el arzobispo de una arquidiócesis con un carácter más de preeminencia que de injerencia) de esta provincia eclesiástica las diócesis de Socorro y San Gil, Bucaramanga, Cúcuta y la prelatura Nullius de Bertrania. Sin embargo, la posterior declaración de Bucaramanga como provincia eclesiástica le dejaron a Pamplona como sufragáneas las diócesis de Cúcuta, Ocaña, la prelatura de Bertrania a las que agregó el vicariato apostólico de Arauca. Consultado en http://www.arquipamplona.org/contenidos_2013/nosotros.html. Diciembre de 2013. Estas modificaciones de la jurisdicción eclesiástica afectaron de algún modo el manejo directo que tuvo Pamplona sobre las obras emprendidas por la iglesia en la región, como sucedió para el caso de ACPO.

76 Después de Mayo de 1956, 21 parroquias de la arquidiócesis de Pamplona en las que se puso en marcha la obra de ACPO fueron: "El Carmen y La Nieves en Pamplona, Arboledas, Cucutilla, Salazar, Mutiscua, Silos, Cácota, Chitaga, Toledo, Pamplonita, Bochalema, Durania, Chinácota, Ragonvalia, Herrán, Cáchira, La Don Juana, Sucre, La Vega y San José de la Montaña". "Comunicado oficial de la nunciatura en Colombia sobre la erección del Arzobispado de Nueva Pamplona" en La Unidad Católica, Nº 22.713, Año 74.

77 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Informe de la marcha de las Escuelas Radiofónicas en el Norte de Santander", (Pamplona, 25 de septiembre de 1956).

78 Solo con la adhesión de Gramalote, Lourdes, Santiago, Sardinata y Villa sucre a la nueva diócesis de Cúcuta, la oficina seccional de ACPO en Pamplona había dejado de contar con las 217 EE.RR que hasta abril de 1956 se habían logrado conformar allí.

79 La diócesis de Cúcuta fue erigida el 29 de mayo de 1956, simultáneamente con la designación de Pamplona como capital de arquidiócesis. La diócesis de Cúcuta estaría conformada en adelante por las parroquias de San José, San Antonio, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, San Rafael, Nuestra Señora de la Candelaria, Sagrado Corazón, Santísima Trinidad y San Luis. Como parroquias rurales reunía las de Villa rosario, San Cayetano, Santiago, Gramalote, Lourdes, Sardinata, Zulia y Carmen de Nazarateh. "Comunicado oficial de la nunciatura en Colombia sobre la erección del Arzobispado de Nueva Pamplona: La Nueva diócesis de Cúcuta" en La Unidad Católica, Vol. 74, Nº 2713.

80 Para mostrar el aumento de escuelas entre abril y septiembre de 1956 se pudieron tomar como referentes las parroquias de Arboledas, Bochalema, Cacota, Cucutilla, Chitaga, El Carmen de Pamplona, Herrán, La Vega, La Montaña, La Nieves, Mutiscua, Pamplonita, Ragonvalia, Salazar, Silos.

81 "20 toneladas de Radios para las Escuelas del R. Padre Salcedo", en El Siglo, (21 de abril de 1950).

82 "Solemne firma de un contrato entre la Philips Colombiana S.A y la Acción de Cultura Popular", en La República, (25 de abril de 1954).

83 A.S "Distribución actual de las Escuelas Radiofónicas organizadas y de los radio-receptores instalados por divisiones eclesiásticas. Año de 1956" en "Informe al eminentísimo señor cardenal y a los excelentísimos prelados de Colombia reunidos en Conferencia episcopal en 1955", (Bogotá, 1955)

84 AANP, sección: Aníbal Muñoz Duque, Fondo: obispos y arzobispos, caja 4, carpeta ACPO diocesana, "Informe de la marcha de las Escuelas Radiofónicas en el Norte de Santander", (Pamplona, 25 de septiembre de 1956).

85 A.S. "Movimiento parroquial de Escuelas Radiofónicas de 1948 a 1958" en "Informe a la Venerable Conferencia Episcopal de Acción Cultural, Escuelas Radiofónicas", (Bogotá, 1957-1958), p. 8.

86 A.S. Correspondencia Usuarios y Lideres ACPO, zona 4, 1955-1959, Vol. 142. "Carta de la alumna Radioescucha Catalina Mogollón al Reverendo Padre Juan José Mójica", (Chinácota, septiembre 23 de 1956).

87 FINO SANDOVAL, María Piedad, "Acción Cultural Popular en los años optimistas del progreso: 1947- 1962", capítulo inédito, tesis doctoral, p. 42.



Fuentes

Fuentes Primarias

Archivos

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- Informe a la Venerable Conferencia Episcopal de Acción Cultural, Escuelas Radiofónicas, Bogotá, 1957-1958.         [ Links ]

- Correspondencia de usuarios y líderes ACO, vol. 142. 1955-1959.         [ Links ]

- Boletín mensual de Información para los V.V señores CURAS PARROCOS, 1955        [ Links ]

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- Institutos Campesinos, Acción Cultural Popular, Bogotá, 1954        [ Links ]

Publicaciones periódicas

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- La Unidad Católica, 1955, 1956        [ Links ]

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Libros

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FECHA DE RECEPCIÓN: 30/07/2013
FECHA DE APROBACIÓN: 18/11/2013