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Anuario de Historia Regional y de las Fronteras

versão impressa ISSN 0122-2066

Anu.hist.reg.front. vol.28 no.2 Bucaramanga jul./dez. 2023  Epub 21-Jul-2023

 

Reseña

Reseña

Alexis Ramírez-Sequeda*  
http://orcid.org/0009-0005-3770-1884

* Estudiante de décimo semestre de Historia y Archivística y tercer semestre de Derecho, Universidad Industrial de Santander (UIS). Correo electrónico: sequeda1984@gmail.com .

Taladoire, Éric. ., De América a Europa. Cuando los indígenas descubrieron el Viejo Mundo (1493-1892). ., Ciudad de México: :, Fondo de Cultura Económica, ,, 2017. . 315 páginas.


El avistamiento de la isla La Española en 1492 por parte de la tripulación dirigida por Cristóbal Colón supuso un hito de la más grande envergadura en la historia de la humanidad. El encuentro entre el mundo americano y el mundo europeo implicó un cambio de paradigma en las estructuras sociales, culturales, políticas e incluso epistemológicas a ambos lados del océano. Como sería de esperar, un suceso de tal talante ha sido objeto de diversos análisis historiográficos, etnográficos y demográficos que han estudiado el impacto de los europeos en el nuevo territorio, al que llamaron ‘Las Indias Occidentales’. Sin embargo, la literatura académica ha ignorado sistemáticamente las transformaciones que acaecieron en Europa fruto del contacto con América y su población autóctona. Así pues, la propuesta del profesor Taladoire supone una nueva mirada sobre los intercambios entre ambos mundos. En este libro, el arqueólogo francés busca analizarlos impactos sociales, culturales, políticos y demográficos que tuvieron los distintos grupos indígenas que arribaron al Viejo Mundo en calidad de esclavos, sirvientes, curiosidades, miembros de la élite colonial o aliados militares. Éric Taladoire es un arqueólogo e historiador nacido en Francia, especialista en la civilización Maya y en la arqueología precolombina; así mismo, es profesor emérito de la Universidad de París 1 Panthéon-Sorbonne.

De América a Europa se divide en catorce capítulos que, a su vez, están reunidos en dos partes. Siendo así, la primera parte del libro «Del descubrimiento al reconocimiento», que va desde el capítulo I al capítulo VIII, analiza los primeros decenios de los contactos, en el periodo 1493-1616. En tanto, la segunda parte del libro, «Una perspectiva invertida», que agrupa los capítulos IX al XIV, abarca el periodo 1616-1892. La división del libro en dos partes obedece a que, a inicios del siglo XVII, específicamente con el viaje de Pocahontas a Inglaterra en 1616, se da una ruptura tajante en las formas en que se relacionaban los indígenas con el Viejo Mundo. En el capítulo I, titulado «Una aculturación mutua», el autor plantea que, si bien los conquistadores europeos lograron imponerse gracias a una superioridad tecnológica en materia bélica y naval, no poseían una estructura agraria eficiente. El encuentro entre ambos mundos supuso una suerte de revolución agraria en Europa, pues trajeron nuevos alimentos que mejoraron su incipiente calidad de alimentación. En el acápite II, «Curiosidades e intérpretes: los indios de la conquista», Taladoire señala que, desde el primer viaje de Colón, comenzó el rapto de indígenas, con el fin de usarlos como intérpretes y también para llevarlos a las Cortes Reales de Europa, en aras de atestiguar qué individuos vivían más allá de «la mar Océano». En vista de su carácter exótico, pronto la posesión de indígenas se convirtió en una forma de ostentación de las élites europeas, sobre todo en la primera mitad del siglo XVI.

El capítulo III, «El indio como espectáculo», plantea que muchos de los indígenas obligados a arribar a tierras europeas eran empleados en pomposas exhibiciones en las Cortes Reales, el carácter desconocido de sus atuendos y movimientos resultaba fascinante para los espectadores europeos. El apartado IV, «Testigos y testimonios: del salvaje al buen salvaje», arguye que el mejoramiento en los intercambios lingüísticos permitió una mayor interlocución entre miembros de las élites indígenas y eruditos europeos, por lo que pronto estos últimos notaron que los naturales del Nuevo Mundo poseían un nivel de civilización considerable, que les permitía construir debates de peso. El título V, «Nobles y caciques: en busca de reconocimiento», menciona que la política española favorecía la llegada de emisarios indígenas a la Corte, puesto que, una vez que las autoridades ibéricas reconocían los privilegios de la élite indígena, estos favorecían la entrada de los españoles en su territorio. Muchos de estos caciques no iban a esclarecer alguna querella que afectara su comunidad, sino por un favor personal, el reconocimiento de su estatus, favorecidos además por una pensión otorgada por la Corona mientras residieran en la península.

En el título VI, «Otras implicaciones», el autor remarca el caso de los indígenas que llegaban a Europa en calidad de espías, es decir, para analizar el número de tropas y capacidad bélica de sus adversarios. Este acápite también rememora la presencia de marineros en los barcos europeos, debido a la alta mortandad a bordo de los navíos, las plazas en las embarcaciones se llenaban con indígenas, que en algunos casos llegaban a combatir. El apartado VII, «Un caso particular: los mestizos (1528-1550)», menciona la llegada de mestizos a territorio peninsular, la mayoría de ellos con un sustrato económico importante, pues provenían de la unión de conquistadores ibéricos y, en varias ocasiones, mujeres de la élite indígena, de manera que, una vez afianzados en las ciudades españolas, adquirieron predominancia política y económica, por lo que pronto se llegó a la creación de una aristocracia mestiza en España que se adaptó al estilo de vida europeo. El capítulo VIII, «La parte inmersa del iceberg: esclavos y sirvientes», plantea que desde los viajes de Colón las embarcaciones regresaban a los puertos europeos cargados de esclavos indígenas raptados en el Nuevo Mundo. Aunque la corona española pretendió eliminar este mercado con el establecimiento de las Nuevas Leyes de 1542, en la práctica, las leyes sobre la esclavitud de indígenas eran más laxas en el resto de los países europeos y, además, el alcance de la ley española fue incipiente dentro de la jurisdicción hispana, por lo que el comercio de esclavos indígenas se mantuvo por toda Europa a lo largo del siglo XVI.

La segunda parte del texto, «Una perspectiva invertida», inicia con el capítulo IX, «Esclavos, sirvientes y rehenes», este acápite continúa con la narración del título anterior, y añade que la libertad que podían obtener los esclavos indígenas en España no suponía una mejora en sus condiciones socioeconómicas, por lo cual, muchos de ellos se vieron obligados a quedarse en calidad de sirvientes al servicio de su amo. Por otro lado, Francia, Inglaterra y Holanda no poseían legislaciones de este tipo, razón por la cual se mantuvo la esclavitud de indígenas, en menor escala, hasta el siglo XIX. El título X, «Mestizos y convertidos», plantea que la llegada de población andina, principalmente mestiza, a Europa en el siglo XVII es relativamente baja, comparada con los viajeros mesoamericanos en la centuria anterior. Esta reducción obedece, en primer lugar, a las peripecias que tenían que padecer los viajeros andinos para llegar a puertos españoles, y, en segundo lugar, a un cambio en los centros administrativos, pues no era necesario llegar a Sevilla o Madrid para resolver querellas jurídicas, bastaba con recurrir a la capital de los Virreinatos de Nueva España y Perú.

El acápite XI, «Nobles, solicitantes y aliados», señala que las élites indígenas tuvieron rencillas con las autoridades del Virreinato, por lo que intentaron llegar a las Cortes en Madrid para conseguir la intermediación real. Por otro lado, este capítulo menciona la llegada a Inglaterra de distintas delegaciones indígenas con el fin de construir alianzas políticas, la fuerza de las autoridades inglesas en América era incipiente, por lo que requerían de acuerdos con las poblaciones autóctonas con el fin de mantener el control colonial, que se disputaba con Francia, este hecho conllevó a que trataran a sus invitados indígenas como iguales. La misma práctica de alianzas fue llevada por Francia, ambos países adjudicaron títulos anacrónicos, como reyes o emperadores, a sus invitados amerindios y, de igual manera, ambos rechazaron las solicitudes de alianzas con grupos indígenas cuando los consideraron no convenientes. El apartado XII, «Del buen salvaje a la especie en vías de desaparición», señala la creación de un prototipo de indígena llamado ‘buen salvaje’, según el cual, el indígena era un individuo benevolente, poético y conectado con la naturaleza, los literatos europeos usaron esta figura para construir textos morales que criticaban la sociedad del Viejo Mundo. El capítulo XIII, «El retorno del gran espectáculo», menciona que, en el instante en el cual Francia e Inglaterra perdieron predominio geopolítico en el Nuevo Mundo, la práctica de alianzas entre indígenas y europeos se desvaneció, por lo que la mayoría de amerindios que se embarcaron hacia Europa después de la emancipación de las Trece Colonias llegaron en calidad de participantes de algún espectáculo. Entre sus labores estaban las actividades ecuestres y el tiro con arco. Cabe señalar que, a partir de los espectáculos, los indígenas podían conservar prácticas culturales que no estabas autorizadas en las reservas.

El título XIV, «Regreso a las fuentes: el amerindio como curiosidad antropológica», sustenta que en el siglo XIX los indígenas fueron llevados en cautiverio a Europa con fines científicos, la ciencia en aquella época estaba dictaminada por preceptos darwinianos, de manera que se estudiaba al indígena como un antecesor evolutivo del civilizado hombre blanco. Finalmente, en el apartado titulado «Conclusiones: otra conquista del nuevo mundo», el profesor Taladoire realiza un barrido general acerca de algunos prejuicios que rodean la figura del indígena. Entre otras, plantea que el indígena no fue un mero sujeto pasivo, sino que se configuró como un agente activo capaz de adaptarse a las estructuras jurídicas europeas y usarlas en favor de sus reivindicaciones. De igual manera, señala que los indígenas no eran sujetos ingenuos frente a la llegada de ávidos conquistadores, Taladoire sustenta que los indígenas actuaban con mesura mientras evaluaban la capacidad bélica de los recién llegados y, una vez notaban su debilidad militar, solían atacarlos. Así mismo, los indígenas fueron perspicaces para engañar los conquistadores, al hablarles de lugares míticos donde abundaba el oro, con el fin de llevarlos a un viaje sin retorno y así sacárselos de encima.

En general, De América a Europa destaca por la brevedad de su redacción, es una obra que se lee amenamente pues evita la densidad teórica. Sin embargo, esto no significa que el libro carezca de un buen sustento. Taladoire triunfa a la hora de ofrecer un texto que puede ser leído y comprendido por un público no académico, a la vez que sostiene una propuesta completamente innovadora como es la incidencia de la población indígenas en las transformaciones políticas, económicas y agrarias de la Europa moderna. En cuanto a las fuentes, cabe resaltar el trabajo titánico que supuso la recopilación de una ingente cantidad de fuentes dispares en lugares alejados entre sí. La formación arqueológica de Taladoire le permite ir más allá de los lugares comunes del historiador, es decir, el archivo. En general, la recolección de fuentes utilizadas por el autor va desde archivos parroquiales, epistolarios, bibliotecas, hasta tumbas y bitácoras de barcos; estas fuentes están diseminadas en distintos lugares de Europa, como Desde, Madrid, Bretaña o Londres, por mencionar algunos. Taladoire insiste en el carácter preliminar de la obra, puesto que, al tratarse de una investigación tan amplia que recorre una mirada historiográfica no estudiada sistemáticamente con anterioridad, pueden quedar recovecos históricos a los que no consigue llegar el investigador. En síntesis, De América a Europa es un libro con una propuesta historiográfica íntegramente novedosa que lo convierte en un texto de obligatoria lectura para todos los interesados en estudiar el encuentro entre el mundo europeo y americano

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