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Papel Politico

Print version ISSN 0122-4409

Pap.polit. vol.19 no.2 Bogotá July/Dec. 2014

https://doi.org/10.11144/Javeriana.PAPO19-2.nppj 

La ciencia política en Colombia. Análisis de los planes de estudio, sus áreas y sus énfasis*

Political science in Colombia. Analysis of its curriculum, areas of study and emphasis

Javier Duque Daza**

*Artículo de investigación. Hace parte del proyecto "La construcción de una comunidad académica. La ciencia política en Colombia 1968-2013", financiado por el Ministerio Nacional de Educación y la Universidad del Valle, Colombia.
**Politólogo. Magíster en Estudios Políticos de la Pontificia Universidad Javeriana y PhD. en Ciencia Política de FLACSO, México. Profesor de la Universidad del Valle, Colombia. Correo electrónico: jduqued86@hotmail.com

Recibido: 18/12/2014 Aprobado: 07/02/2014 Disponible en línea: 1/07/2014


Cómo citar este artículo

Duque, J. (2014). La ciencia política en Colombia. Análisis de los planes de estudio, sus áreas y sus énfasis. Papel Político, 19(2), 377-411. http://dx.doi.org/10.11144/Javeriana.PAPO19-2.nppj


Resumen

El artículo analiza las características de los planes de estudio del campo de la ciencia política en Colombia. Se estudian cinco dimensiones de la enseñanza de la ciencia política en el país: 1) las intersecciones y convergencias en subcampos de la disciplina, 2) los énfasis, 3) los planes de estudio, 4) los contextos políticos y 5) la investigación formativa. El argumento central es que no obstante la diversidad en los nombres y contenidos de los planes de estudio, hay lugares de encuentro y convergencia en la formación, hay intersecciones que permiten hablar de un núcleo compartido por gran parte de los planes de estudio relacionado con la ciencia política y los que suelen ser considerados como los subcampos de la disciplina. Además de las intersecciones, encontramos que hay diversos grados de desarrollo y consolidación de los programas y diferencias y variedad en los énfasis formativos y en la valoración e importancia asignada a la formación investigativa.

Palabras clave: ciencia política; currículo; institucionalización; investigación formativa


Abstract

The paper analyzes the characteristics of the curriculum of political science in Colombia. It takes upon five dimensions it's teaching in the country: 1) the intersections and convergences in subfields of the discipline, 2) the emphasis, 3) the curricula, 4) the political contexts, and 5) formative research. The central argument is that despite the diversity in the names and content of the curriculum, there are intersections that form a shared core in the discipline. Besides intersections found, there are different degrees of development and consolidation of programs and a great variety and differences in emphasis as well as in the importance given to research training.

Keywords: political science; curriculum; institutionalization; formative research


Introducción

El proceso de institucionalización de la enseñanza de la ciencia política en Colombia se inició a finales de la década de 1960 cuando surgió en la Universidad de los Andes el primer programa de pregrado. En las décadas siguientes se crearon nuevos planes de estudio de pregrado y posgrado y en la última década, también emergieron los primeros doctorados. En el año 2012 existían en el país 31 pregrados, 23 maestrías y tres doctorados.

A la par con la expansión de la oferta de formación profesional, fueron surgiendo también publicaciones estables y periódicas que se identifican con la disciplina o alguno de los subcampos de esta; se crearon grupos de investigación, se incrementó de forma sustancial el número de publicaciones especializadas y más recientemente, surgió la Asociación Nacional de Ciencia Política (ACCP) que ha realizado dos congresos nacionales en 2008 y 2011. La disciplina ha avanzado en el proceso de institucionalización de sus diversos componentes1.

El proceso de expansión de la oferta fue muy lento y gradual hasta la década de 1990 y en los tres últimos lustros se incrementó de forma sustancial, de tal manera que la ciencia política es actualmente la disciplina de las ciencias sociales con mayor número de programas vigentes. Este proceso ha conducido a la proliferación de programas con denominaciones diversas, aunque tiende a predominar la etiqueta de ciencia política sobre otras como estudios políticos, gobierno, gobierno y relaciones internacionales. Esta diversidad de nombres también se expresa en los contenidos de los planes de estudio, en su estructura formal, su organización, sus propósitos y orientaciones disciplinares.

A la luz de algunas consideraciones teóricas respecto al campo disciplinar, el presente artículo analiza su orientación, las convergencias y divergencias en las asignaturas y áreas de formación, así como la variedad de énfasis, su ubicación contextual y la orientación en cuanto a investigación formativa. El argumento central es que no obstante la diversidad en los nombres y contenidos de los planes de estudio, hay lugares de encuentro y convergencia en la formación, hay intersecciones que permiten hablar de un núcleo compartido por gran parte de los planes de estudio relacionados con la ciencia política y los que suelen ser considerados como los subcampos de la misma. Además de las intersecciones encontramos diferentes grados de desarrollo y consolidación de los programas y diferencias y variedad en los énfasis formativos y en la valoración e importancia asignada a la formación investigativa.

En el análisis se incluyen aquellos programas que se denominan ciencia política y otros que con otros nombres explicitan en su presentación institucional el propósito de formar politólogos, investigadores y o analistas del campo de la ciencia política y/o los estudios políticos, de aquí resultan 31 pregrados como aparecen en la tabla 12, de los cuales 23 funcionan en universidades privadas.

El artículo consta de cinco partes. La primera traza algunas consideraciones respecto a la disciplina y los subcampos, de acuerdo con los cuales analizamos los planes de estudio. La segunda aborda el núcleo disciplinar, las convergencias de los planes de estudio según la agrupación en tres categorías: los que se denominan como ciencia política y estudios políticos; los que adoptan la etiqueta de Gobierno o ciencia política y Gobierno y los que acompañan la denominación ciencia política o Gobierno con la de Relaciones internacionales. La tercera parte analiza las convergencias/divergencias en los espacios de formación de contexto. La cuarta sección considera los énfasis de la formación y el quinto aparte aborda la forma cómo se asume la investigación formativa. Al final se plantean algunas conclusiones.

¿Un caos disciplinar?

Además de las disputas intelectuales respecto al objeto cualificante de la ciencia política y de los enfoques teóricos múltiples y en ocasiones contrapuestos, en los desarrollos de la ciencia política en el último medio siglo se han multiplicado las líneas, las áreas y los subcampos disciplinares de tal forma que se ha llegado a plantear, como lo hace David Laitin (2004), que existe una anarquía y un caos disciplinar. Esta multiplicidad de orientaciones, contenidos, temáticas y líneas académicas se expresan no solo en la investigación y en los eventos nacionales e internacionales de la disciplina, sino también en los planes de estudio y en las estructuras curriculares de los programas de pregrado o licenciatura de ciencia política.

Como el resultado del análisis y evaluación de los programas de ciencia política en las universidades de más prestigio de Estados Unidos, Laitin planteó algunas conclusiones que pueden ser útiles para analizar por contraste, otros casos: a) no existe un curso introductorio estándar en ciencia política que ubique en los rudimentos y aproxime a los estudiantes a ciertos acuerdos de la disciplina, líneas, autores y enfoques; b) no hay una orientación que permita unificar los currículos con ciertos estándares, ni siquiera de forma parcial. Cada escuela produce sus politólogos con sus orientaciones, énfasis y modos particulares de ver la disciplina; c) en muy pocos casos existen prerequisitos para los cursos superiores, lo cual hace que los profesores se enfrenten a estudiantes con diversos niveles de formación que no cuentan con los fundamentos necesarios para avanzar de forma significativa; d) existe una alta fragmentación en enfoques, teorías y metodologías, con lo cual impera una imagen de ausencia de un núcleo disciplinar, de autores centrales y clásicos. La imagen de la disciplina era la de un espejo trizado en múltiples partes, sin que pudiera reflejarse algo claro en él.

Asimismo, Laitin describió la proliferación de líneas de trabajo y especialidades en la disciplina que expresan una alta fragmentación manifiesta en los encuentros internacionales y que no obedece siempre a criterios académicos que reflejen el surgimiento y consolidación de nuevos espacios académicos que enriquezcan la disciplina, sino al predominio del parroquialismo, según el cual cada quien pretende construir su propio espacio temático bajo la etiqueta de la disciplina, con frecuencia de manera espontánea y sin fundamentos epistémicos. A este caos disciplinar contribuyen también algunos líderes académicos con capacidad de proponer, crear y promover paneles, comités o áreas de trabajo que crean sus propias líneas de trabajo que coordinan con otros investigadores nacionales o extranjeros. Con base en lo que ha ocurrido en APSA (American Political Science Association), Laitin describe la forma como se pasó de diecinueve subcampos en 1990, a treinta y uno en el año 2001, lo cual expresa esa tendencia creciente de fragmentación y de surgimiento de líneas que, aunque pueden significar una mayor riqueza y nuevos ámbitos de estudio de la disciplina, también denotan una fragmentación y una excesiva especialización.

Si retomamos este segundo planteamiento de Laitin y vamos más allá de la ciencia política de Estados Unidos, observamos la misma tendencia de un abanico abriéndose en numerosos compartimentos que se despliegan y de temáticas múltiples y variadas. Una forma de ilustrar lo anterior es comparando los comités de IPSA (International Political Science Association) en 1949 y los que actualmente existen, se pasó de 16 a 503. Igual sucede con las mesas de trabajo de los Congresos de ALACIP (Asociación Latinoamericana de Ciencia Política), en cuyo congreso de 2010, presentó treinta áreas y sub áreas de trabajo en múltiples temáticas.

En los comités y áreas temáticas se incluyen desde el objeto de la disciplina (el poder político), combinaciones disciplinares (biología y política; política y geografía cultural, biopolítica), campos disciplinares híbridos (sociología política; comunicación política; sicología política; geopolítica), subespecialidades de otras disciplinas (filosofía política), temas específicos múltiples y subcampos disciplinares propiamente hablando (las instituciones, el comportamiento político, las relaciones internacionales, las políticas públicas, la economía política, las organizaciones políticas). También emerge una dimensión metodológica y la política comparada en diversas temáticas.

Ante esta dinámica expansiva de áreas, temas, líneas y especialidades David Laitin sugiere que podemos ordenar académicamente este 'caos disciplinar' y agrupar las diversas líneas en seis subcampos, cuatro sustantivos: (1) teoría política, (2) política comparada, (3) instituciones políticas y (4) relaciones internacionales. Un quinto: la metodología en ciencia política, que proporciona herramientas para el abordaje de cada uno de los subcampos y (6) las políticas públicas, como campo de aplicación a problemas relevantes. La reflexión de Laitin se orienta a intentar ordenar la disciplina y a demostrar que a pesar de todo, existe cierta coherencia, una cierta convergencia de las múltiples temáticas que suelen trabajarse en los eventos de la disciplina.

Una revisión a la propuesta de Laitin, comparada con los subcampos que distinguen algunos de los textos de amplia circulación entre politólogos y las áreas de la convocatoria al VI Congreso de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política (ALACIP) se observan ciertas confluencias: hay seis subcampos en los cuales hay intersección: teoría política, instituciones políticas, comportamiento político, políticas públicas, Relaciones internacionales y metodología de la ciencia política; otras dos presentan una intersección parcial: economía política y política comparada (ver Tabla 2). En medio de tanta dispersión de temas y subtemas, sin negar la riqueza de la disciplina y el surgimiento de nuevos espacios y temas que han entrado a ser abordados por politólogos, podríamos considerar, en el mismo sentido de Laitin, que estos pueden constituir una propuesta de núcleo de la ciencia política contemporánea.

Así, la sugerencia de Laitin, la comparación con algunos Handbook y algunos eventos de la disciplina nos proporcionan un punto de partida con ciertas coordenadas como criterio para poder comparar los planes de estudio, sus convergencias y divergencias. Constituye una idea que provee un criterio orientador respecto a qué suele incluirse dentro de la ciencia política en términos de temas, líneas y subcampos.

En esta perspectiva: ¿Cuál es la situación de los planes de estudio del campo de la ciencia política en Colombia? ¿Cada plan tiene sus propias lógicas y existe un caos en la formación? ¿Hay lugares de encuentro y de convergencia en la formación?

Aunque no existe homogeneidad en los planes de estudio, lo cual no solo es imposible sino inadecuado dado los énfasis y orientaciones particulares de las universidades y sus programas, así como las alternativas de formación que existen en la disciplina, tampoco podemos decir que impere un caos absoluto y hay elementos comunes y convergencias en la formación. La revisión de los 31 programas a partir de las asignaturas en común en su denominación da como resultado la Tabla 3. En ella se observa que hay ocho asignaturas que son las más comunes en todos los programas, aunque con un grado descendente: trece de los treinta planes de estudios comparten estas denominaciones (43%), en dieciocho planes de estudios encontramos siete de ellas (60%) y veinticuatro planes compartes seis de estas asignaturas (80%).

Si hacemos una lectura vertical del cuadro se observa:

  1. En primer lugar, que en la gran mayoría de las universidades existe un curso de introducción a la ciencia política (93%). Este es un indicador de que la ciencia política constituye el eje disciplinar de todos los planes de estudio, aun con las diferencias en las denominaciones. Se considera que esta signatura debe proporcionar los fundamentos básicos de la disciplina en una primera aproximación, por lo cual suele estar ubicada en el primer semestre. Habría que hacer un análisis a nivel de micro-currículo acerca de los contenidos y de la bibliografía que incluyen estos cursos de introducción, lo cual nos proporcionaría un nivel más preciso sobre las convergencias o divergencias formativas.
  2. En todos los planes de estudios hay al menos una asignatura o seminario de relaciones internaciones y otro de economía. Con ello se manifiesta no solo la convergencia formativa, sino también la creciente relevancia que las relaciones internacionales han ido adquiriendo en la disciplina y en la formación de politólogos en el país, subcampo que antes estaba muy relacionado con los abogados, los diplomáticos y los historiadores. La presencia de la economía obedece a la mayor influencia de la teoría de la elección racional y sus fundamentos micro económicos y de corrientes como el Public Choice en políticas públicas.
  3. Las políticas públicas están presentes en casi todos los planes. Este subcampo ha ganado fuerza en las últimas décadas en las ciencias políticas, con frecuencia como la convergencia con los programas de formación en economía y en administración pública. En 28 planes de estudio hay al menos una asignatura de políticas públicas (93%), en la mayoría de casos se trata de una serie de asignaturas o de un tramo formativo en el subcampo que suele incluir gestión pública y políticas públicas.
  4. La teoría política se incluye en la mayoría de programas (veintisiete de los treinta programas la incluyen, esto es 90%). En la mayoría de programas se diferencia de los tradicionales cursos de historia de las ideas políticas, en algunos casos fueron reemplazados y en otros se complementan. Aunque la ciencia política tiene un carácter de saber empírico-analítico, actualmente se enfatiza en la necesidad de contar con un horizonte más amplio que lo brindan los pensadores clásicos de la filosofía política y los actores más representativos de nuevas corrientes teóricas positivas y normativas.
  5. Las otras asignaturas están presentes en más de la mitad de los programas y ello expresa también ciertas confluencias: Teoría del Estado aparece en 80% de los planes de estudio, en ocasiones acompañada de políticas públicas o gestión y la podemos considerar tanto en el subcampo de las instituciones como dentro de la teoría política. En todo caso es central en la formación de politólogos. También los partidos políticos y el sistema de partidos figura en más de la mitad de planes de estudio y asignaturas referidas al comportamiento político (participación política, participación o comportamiento político, acción colectiva).
  6. En todos los planes de estudio existen asignaturas o seminarios de metodología en al menos dos semestres, en algunos de ellos, tres o más, y suelen denominarse estrategias de investigación, metodología, métodos (cualitativos y cuantitativos). Aquí hay diferencias apreciables en la intensidad y orientación, pues en algunos casos se plantea con un sentido básico instrumental de técnicas mientras en otros casos incluye epistemología de las ciencias sociales, estrategias y niveles cualitativo y cuantitativo.

Dentro de los planes de estudio del campo de la ciencia política podemos diferenciar tres subgrupos según su denominación y orientación. (1) los que optan por la denominación de ciencias políticas o estudios políticos; (2) los que combinan ciencia política y relaciones internacionales y (3) los que optan por la denominación de gobierno, en ocasiones combinada con relaciones internacionales o ciencia política. Se espera que las denominaciones obedezcan a los contenidos y orientaciones de la formación y que en una época de globalización y amplios vínculos internacionales y redes de investigadores, los planes de estudios sean construidos teniendo en cuenta los referentes de mayor influencia en la disciplina, por lo cual cabe esperar también que haya convergencias y que los programas compartan una parte de sus contenidos básicos.

Si todos se proponen formar politólogos, se espera que estos desarrollen ciertas competencias básicas propias de la disciplina y se apropien de debates, problemas, autores centrales y los subcampos de esta. Ello no implica homogeneidad en los diseños curriculares, tampoco uniformidad en la formación, ni la construcción de planes de estudios rígidos en su estructura o ajenos a su contexto en sus desarrollos. Pero tampoco absoluta heterogeneidad, ni el desconocimiento de las tradiciones teóricas y el desarrollo de la disciplina.

Se espera cierta convergencia en los propósitos, que tengan similitudes en los temas y problemas en los cuales se forman los alumnos y que les permite incorporarse a una comunidad académica en la cual existen estándares y exigencias y se comparten códigos en una disciplina que por su propia naturaleza de ciencia social, tiene un carácter plural en los enfoques, teorías y metodologías. No se espera uniformidad, pero sí un manejo adecuado, la "formación mínima profesional" a la que hacen alusión Rober Goodin y Hans- Dieter Klingeman (1996) y que se refiere al manejo de ciertos códigos comunes a partir de los cuales los politólogos se identifican entre sí y se distinguen de otras profesiones.

Los veintiún planes de estudio que se denominan ciencia política (incluido el de Estudios Políticos de la Universidad del Valle) tienen entre sí muchos espacios académicos en común (seminarios, asignaturas u otras denominaciones). Como se observa en la Tabla 4, los planes de estudio de las universidades privadas de mayor desarrollo del país (Universidad de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana, Universidades EAFIT e ICESI) y públicas (Antioquia, Nacional, del Valle) tienden a parecerse más, tienen al menos nueve espacios con denominaciones similares que corresponden a los subcampos de la disciplina como relaciones internacionales, teoría política, políticas públicas, comportamiento político; además de política comparada, espacios académicos de economía, metodologías, un curso de introducción en ciencia política, partidos y sistemas de partidos.

En ellas se concentra también el mayor número de doctores, de grupos de investigación de la disciplina y las revistas especializadas estables (Duque, 2013). Es menor el número de espacios académicos disciplinares en común de las universidades más pequeñas que presentan aspectos más particularistas en la formación y en las universidades Pontificia Bolivariana y San Buenaventura se acercan más a un programa de derecho que a uno del campo de la ciencia política, con un alto número de asignaturas jurídicas, lo cual obedece a su proximidad con los programas y la adscripción a facultades de derecho, así como la opción de doble titulación que hace que sean un híbrido entre estudios jurídicos y de ciencia política, incluso con algunas asignaturas de índole religioso derivadas de su carácter confesional4.

Los planes de estudio que también incluyen en su denominación las relaciones internacionales tienden a converger asimismo en torno a diez espacios académicos, de los cinco programas, cuatro de ellos comparten al menos nueve espacios, incluso el que presenta más diferencias comparte también siete de los espacios formativos. Aquí también se presenta una tendencia a compartir la formación en su especificidad y énfasis en las relaciones internacionales. Hay una clara orientación disciplinar con el acento en uno de los subcampos que le da identidad a los planes de estudio.

Los programas que incluyen en su nombre la denominación de Gobierno tienen siete espacios académicos en común. Aquí también se manifiesta la convergencia en torno a espacios académicos propios del subcampo de las políticas públicas, además de la introducción a la ciencia política, las relaciones internacionales y la política comparada. Aunque se orientan a la formación de politólogos, contienen de antemano una orientación subdisciplinar o de énfasis formativo más cercano a las políticas públicas, a los asuntos gubernamentales y la administración del Estado.

En síntesis: aunque hay diferencias apreciables entre muchos de los planes de estudio del campo de la Ciencia Política en el país, podemos encontrar puntos de convergencia formativa que se expresan en asignaturas similares o muy próximas en su denominación que están presentes en un alto número de programas de pregrado. Reagrupados los programas según su denominación, podemos encontrar un núcleo común, aunque no muy amplio, que indica una formación concurrente: los politólogos en Colombia se están formando con algunos subcampos de referencia comunes. Los planes de estudio que menos relación guardan con sus homónimos son aquellos que están orientados a la doble titulación en las facultades de derecho en dos universidades confesionales.

Los énfasis y las especificidades de la formación

Acerca de la formación en programas de pregrado existen dos posiciones respecto a la orientación genérica y estándar y la inclusión de énfasis o áreas de profundización. Por una parte están quienes plantean que lo importante en el pregrado es desarrollar competencias genéricas transversales (de gestión y planificación; competencias cognitivas superiores como análisis y síntesis, aplicación de los conocimientos a la práctica, resolución de problemas en entornos nuevos, razonamiento crítico, pensamiento creativo; competencias de expresión y comunicación), de competencias paralelas (como la formación en un idioma extranjero) y competencias incluidas (referidas a aprendizajes y contenidos académicos de las materias) (UNED, 2010).

Se trata del desarrollo de las competencias en un plan de estudios atravesado por una disciplina del conocimiento mediante las cuales puede interactuar con los miembros de la comunidad académica y comparte códigos (temas, metodologías, autores, obras). Desde esta perspectiva, en el pregrado interesa la apropiación del saber acumulado de la disciplina y el desarrollo de competencias, cualquier intento de especialización o énfasis es prematuro por cuanto no se posee aún la visión de conjunto del campo de conocimiento para poder optar por alguno de los subcampos.

Se suele asociar esta visión con una forma tradicional de concebir los planes de estudio según la cual lo que se debe aprender se justifica desde la visión del conocimiento disciplinario que demanda una profesión, que no suele contrastarse adecuadamente con las necesidades reales del desempeño profesional y con el contexto en el cual se aplicarán los conocimientos. No se consideran las demandas efectivas del medio ni se equilibra adecuadamente con el mundo real fuera de la universidad. Hay una preocupación por el nivel solo respecto de los aprendizajes cognitivos y generalmente, se basa en una alta cantidad de contenidos, abarcando el máximo de temas de la disciplina, que muchas veces se justifica por la tradición de enseñanza en la respectiva profesión (Universidad Tecnológica Metropolitana, 2011).

La otra posición considera que además de las competencias genéricas transversales, paralelas e incluidas en los planes de estudio, se deben considerar e incluir espacios de énfasis formativos o áreas de profundización a través de las cuales se introduce una formación parcialmente diferenciada y semi especializada flexible según las preferencias de los estudiantes y las orientaciones de la institución que ofrece el plan profesional. La finalidad de lo que se aprende en términos de la disciplina se complementa con las subdisciplinas o subcampos del conocimiento según las demandas del medio para la profesión, las tendencias de la disciplina y las fortalezas institucionales, que en muchos casos están ligadas al surgimiento del respectivo programa en un contexto particular. El estudiante puede desarrollar mayor autonomía y puede seleccionar una parte del contenido de su aprendizaje y se dan los primeros pasos hacia la futura especialización del estudiante en un determinado subcampo de la disciplina.

En los planes de estudio del campo de la ciencia política encontramos dos grupos de programas, uno conformado por nueve universidades en las cuales no hay áreas de profundización ni de énfasis y que representan 30% de todos los programas: las universidades privadas Santo Tomás, Mariana, San Buenaventura de Bogotá, Universidad Pontificia Bolivariana y Tecnológica de Bolívar y las universidades públicas del Cauca, Nacional sedes Medellín y Bogotá y la Surcolombiana. En los casos de las universidades Pontificia Bolivariana y San Buenaventura, la formación es muy cercana al Derecho y los estudiantes pueden optar por la doble titulación, lo cual se refleja en el alto contenido de asignaturas jurídicas y en la ausencia de énfasis5.

En los demás programas los planes de estudio incluyen énfasis, áreas de profundización o de concentración, entre las cuales los estudiantes pueden elegir e ir orientando su formación con una primera etapa de pre-especialización: veintiún universidades que corresponden a 70%. En algunas de las universidades hay grupos de investigación formalmente constituidos que le sirven de soporte, lo cual indica un mayor grado de articulación entre la formación, la enseñanza y la investigación (Ver tabla 7).

El área de énfasis o profundización más frecuente en los planes de estudio se refiere al subcampo de las políticas públicas, que en algunos casos se denomina gestión pública o gobierno y políticas públicas. Como lo señala un reciente análisis (Valencia y Alvarez, 2008), el despertar de los estudios sobre políticas públicas ha encontrado en el país un amplio campo de posibilidades por la presencia de un amplio espectro de problemas públicos que requieren intervención y se constituyen en objeto de indagación y reflexión: fenómenos como la violencia en todos sus niveles, el desplazamiento, la mala educación y la baja calidad de los servicios públicos, afectan a todo el territorio. Además, el Estado colombiano presenta una variedad de problemas y se ha caracterizado por la corrupción administrativa, sus prácticas clientelistas, la privatización de lo público, el populismo y las decisiones inmediatistas y oportunistas, pero, a su vez, ha impulsado instancias de evaluación de políticas públicas que han coadyuvado al desarrollo del subcampo.

André-Noël Roth (2009) considera que en el surgimiento de los estudios sobre políticas públicas confluyeron diversos factores: por una parte la fuerte influencia que diversos organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo han jugado a favor de una reforma del Estado en el marco de las orientaciones neoliberales del llamado 'consenso de Washington', lo cual ha impulsado el análisis y seguimiento de las políticas. Por otra parte, las diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de cooperación al desarrollo se han preocupado mayoritariamente en presentar al público resultados e impactos de sus políticas y proyectos, parcialmente como una estrategia para legitimar y justificar su acción en un ambiente internacional competitivo y de reducción del gasto público.

Asimismo, la oferta de cursos posgraduados en el área de las políticas y de la gestión públicas se ha ampliado en sintonía con la reforma del Estado y la introducción en el ámbito de la administración pública de principios y postulados de la llamada Nueva Gestión Pública -NGP- (o nueva gerencia pública, administración gerencial, administración)6. Habría que agregar que las políticas estatales de impulso de los grupos y de la investigación, redimensionó en muchas universidades la labor investigativa y las publicaciones en este campo.

En cuanto a las relaciones internacionales, este subcampo de la ciencia política empezó a tener más desarrollos desde la década de 1980 en la Universidad de los Andes con la creación del Centro de Estudios Internacionales -CEI- en 1982. El Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (Iepri) de la Universidad Nacional también fue uno de los ejes centrales, de igual forma que en la Universidad Externado se implementó el Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales, uno de los grupos de investigación del CIPE, de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales y más recientemente en otras universidades.

De los treinta pregrados en universidades, siete son también en relaciones internacionales7, hay además cuatro maestrías y uno de los tres doctorados del campo de la ciencia política es en Estudios políticos y Relaciones internacionales en la Universidad Nacional (los otros dos son en Ciencia política en la Universidad de los Andes y en Estudios Políticos en la Universidad Externado)8.

En cinco universidades se incluyen énfasis en conflictos, resolución de conflictos o, violencia y paz. Este constituye más que un subcampo de la ciencia política un eje transversal de diversos subcampos como las relaciones internacionales (conflictos entre nacionales, internacionales, étnicos, subregionales), los comportamientos políticos (acción colectiva y acción contestataria) y las políticas públicas (conflictos en las esferas públicas, en la implementación, políticas de paz y convivencia). Este ha sido un énfasis especialmente desarrollado en el programa de la Universidad del Valle surgido en 1998 como formación a distancia y luego presencial y que conduce al título de profesional en Estudios Políticos y Resolución de Conflictos.

En la Universidad de Ibagué esta áreas de profundización se denomina "Paz, no violencia y transformación de conflictos", en la Universidad del Norte y en la Jorge Tadeo Lozano, los tres énfasis contienen la relación del gobierno con gestión y política urbana, con democracia y sistema electoral y con el conflicto y la paz. En la Fundación del área Andina, el programa de más reciente formación en el país se denomina el énfasis en conflicto y derechos humanos. En estos programas el eje del énfasis son los conflictos y contienen una dimensión orientada a la resolución y a la intervención social. Este es el énfasis más relacionado con el contexto nacional, el más situado respecto a las características del entorno socio-político colombiano y que introduce una dimensión de saber aplicado específica.

El cuarto énfasis es el de la comunicación política/opinión pública y/o marketing político que existe en cinco planes de estudio en las universidades Javeriana en Bogotá, Eafit de Medellín, de la Sabana, Politécnico Grancolombiano y en la Universidad Cervantina, todas ellas son universidades privadas. Este constituye uno de los subcampos de la disciplina de muy reciente desarrollo en el país, aunque en el mundo es uno de los de mayor proyección y de los que más campo de ejercicio profesional ha generado para los politólogos por el redimensionamiento de las campañas y la centralidad de los medios en ellas. En estas cinco universidades existen también programas de comunicación social (en las universidades Javeriana y Eafit en comunicación; en el Politécnico Grancolombiano y Universidad de la Sabana en comunicación social y periodismo; en la Universidad Cervantina en comunicación virtual y multimedia), con lo cual se articulan ofertas formativas y líneas de trabajo en un campo común.

Hay otros énfasis más particulares. En la Universidad de los Andes los énfasis se articulan como áreas de concentración e incluyen las relaciones internacionales, la política comparada, política en Colombia y teoría y filosofía política. Esta última se propone que los estudiantes tengan una visión de conjunto de la problemática a la que se ha enfrentado la reflexión sobre lo político y lo social a lo largo de la historia. Los estudiantes deben elegir un área mayor de concentración y una menor, en la cual deben también tomar asignaturas (Universidad de los Andes, s.f.). En la Universidad Sergio Arboleda existe además de las relaciones internacionales, el énfasis en instituciones, orientado al estudio de los partidos políticos, los procesos electorales, la comunicación política y los asuntos públicos y se plantea como una perspectiva de ciencia política aplicada9.

Por su parte, en la Universidad de Antioquia se incluyen tres énfasis: Democracia y acción colectiva, Planeación y gestión del desarrollo y Problemas políticos de Colombia, que se refieren a temáticas específicas o problemas, más que a subcampos de la disciplina. En otras dos universidades privadas los énfasis también se refieren a problemas específicos: el plan de estudios de la Fundación Universitaria del Area Andina incluye dos énfasis únicos en el país y poco relacionados con los tradicionales subcampos de la ciencia política: Imaginarios políticos y Desarrollo regional. La Universidad Cervantina ofrece cuatro énfasis muy específicos y poco relacionados con la ciencia política: Psicología social, redes y comunicación social, Política y cooperación internacional, Doctrina social de la iglesia y Marketing y medios de comunicación.

La formación y el contexto

Otro aspecto de los planes de estudio relevantes es el referido a las asignaturas o seminarios del contexto nacional y regional. Predomina en el país la visión que considera que además de los subcampos más estandarizados en la formación en ciencia política que se orienta a darle a los planes de estudio una proyección en consonancia con la ciencia política en los países con mayores desarrollos, también deben incluirse espacios académicos relacionados con los contextos socio-políticos y las estructuras institucionales nacionales y de América Latina.

En veintisiete de los treinta planes de estudio del campo de la ciencia política se incluyen asignaturas o seminarios de historia política de Colombia y/o sistema político colombiano o política colombiana. Solo las universidades Militar Nueva Granada, Autónoma de Manizales y San Buenaventura de Cali, no la incluyen. No obstante estas universidades incorporan asignaturas referidas a Colombia con énfasis en lo económico (en la Universidad San Buenaventura las asignaturas Política Económica Colombiana y Economía Colombiana y en la Militar Nueva Granada, Economía Colombiana) o en lo jurídico (Derecho Constitucional Colombiano en la Militar Nueva Granada).

Asimismo, en veinte programas se incluyen asignaturas de política y/o historia política de América latina y los planes de estudio que tienen como énfasis relaciones internacionales, incluyen todos la asignatura de política exterior colombiana (universidades Externado, Militar Nueva Granada, Autónoma de Manizales, Sergio Arboleda y Tecnológica de Bolívar). Esta asignatura se incluye también en las universidades Javeriana de Cali, Javeriana de Bogotá, Surcolombiana, Universidad Pontificia Bolivariana, Santo Tomás y Andes.

En algunos planes de universidades ubicadas en ciudades diferentes a Bogotá también se incluyen asignaturas con contenidos regionales y locales: Universidad Tecnológica de Bolivar (Cultura política del Caribe, comportamiento político en Cartagena), Universidad Javeriana de Cali (Política y sociedad en Cali y el Valle del Cauca) y Universidad Surcolombiana (Historia económica y política de la subregión surcolombiana). En la Universidad de Antioquia figuran como electivas las asignaturas de elecciones locales y Fronteras y conflicto armado colombiano. En la Universidad del Norte los estudiantes deben matricular una electiva en estudios del Caribe y en la Fundación del Area Andina el plan de estudios incluye Imaginarios políticos regionales.

En conjunto las universidades de mayor desarrollo académico, en donde los programas llevan más tiempo funcionando y en los que existe una mayor oferta de programas de ciencias sociales, son las que combinan en sus planes de estudio espacios propios de los subcampos de la disciplina con asignaturas de contexto sobre Colombia y América latina, sin caer en cursos demasiados locales y regionales. En lo fundamental se trata de las asignaturas de Historia política de Colombia y política en América latina y esta última suele estar incluida también en algunos cursos de política comparada que abordan temas como presidencialismo/parlamentarismo, el populismo en América latina, los sistemas electorales y de partidos, y la democracia en perspectiva comparada.

La investigación formativa en el pregrado

El concepto y la orientación de investigación formativa ha ido extendiéndose en el país y tiende a predominar en los programas de pregrado del campo de la ciencia política.

Dentro de las diversas actividades de investigación que se lleva a cabo en las universidades, la investigación formativa presenta algunas particularidades respecto a la investigación profesional. Su especificidad radica en su vinculación a la formación de los estudiantes, se orienta a 'formar' en el espíritu investigativo a través de los espacios curriculares formales y de diversas prácticas formales e informales producto de las interacciones entre los diferentes miembros de la comunidad universitaria.

El término de investigación formativa se refiere a la investigación realizada con el propósito de formar a los estudiantes a través de actividades que no siempre están vinculadas a proyectos de investigación, en algunos casos se trata de la apropiación de diversas alternativas de abordaje metodológico a través de los cursos, seminarios o talleres de metodología o de estrategias de investigación. Se orienta a familiarizar a los estudiantes con la lógica y la construcción de objetos de investigación y suele tener como una de sus acciones centrales la realización de ejercicios investigativos, uno de los cuales consiste en la elaboración de un trabajo de grado (Restrepo, 2003).

La investigación formativa se asocia con el ayudar a dar forma, a estructurar, a contribuir mediante un proceso interactivo al desarrollo de competencias que permitan construir objetos de estudio con la pretensión futura de generar conocimientos. Se trata del inicio del aprendizaje del oficio. Se pretende que los estudiantes continúen fortaleciendo el sistema de costumbres intelectuales mediante la apropiación de conceptos, teorías, métodos y técnicas para su formación como investigadores y realizar, en la mayoría de programas, un ejercicio investigativo que permite llevar a cabo un trabajo dirigido y tutoriado como requisito de grado.

La investigación formativa incluye la orientación hacia la investigación en el desarrollo de las diferentes asignaturas y seminarios, también un conjunto de asignaturas o un trayecto formativo en métodos, técnicas y estrategias de investigación y en la mayoría de universidades, la realización de un trabajo de grado en alguna de sus modalidades discursivas. En todos los planes de estudio se incluyen asignaturas o trayectos formativos en investigación y las secuencias más frecuentes contemplan cursos introductorios o de estrategias de investigación (en algunos casos también un curso de epistemología de las ciencias sociales), métodos cuantitativos (en ocasiones denominados estadística para las ciencias sociales), métodos cualitativos y seminario de investigación, que en algunos casos se denomina de forma genérica, monografía de grado o trabajo de grado. Hay variaciones en el número de créditos y en el peso que tiene en el conjunto del plan de estudios, así como en las alternativas de grado. La Tabla 9 presenta un panorama de los planes de estudio que incluye los créditos y las opciones de grado.

Hay muchas diferencias en los desarrollos en investigación entre planes de estudio. La investigación formativa no solo se fomenta incluyendo asignaturas de metodología en los planes de estudio y el requisito de un trabajo de grado; se requiere que existan condiciones que contribuyan a crear un entorno que la propicie y favorezca. Además de profesores investigadores idóneos, contribuyen a su desarrollo la existencia de grupos de investigación estables y de publicaciones periódicas que funcionen con base en referato y con proyección hacia la comunidad académica disciplinar. A partir de estos componentes podemos diferenciar tres subgrupos10:

(1) Planes de estudio con mayor énfasis y mejores condiciones institucionales para la investigación formativa. En ellos entre 10-15% de los créditos corresponden a asignaturas de investigación, cuentan con trabajos de grado como requisito u opción de grado, tienen grupos de investigación reconocidos por el sistema nacional y revistas indexadas. Se trata de las instituciones con mayor desarrollo académico en el campo de la ciencia política. En este grupo entran seis universidades privadas (Universidades de los Andes, Pontificia Universidad Javeriana sedes Bogotá y Cali, Externado de Colombia, Sergio Arboleda y del Rosario) y dos públicas (Universidades Nacional y de Antioquia) (ver Tabla 10).

En estas universidades se hace énfasis en la importancia de los ejercicios de investigación realizados por los estudiantes y se han establecido diversas alternativas. En la Universidad de los Andes se incluye la monografía como una opción en la cual el estudiante debe poner en práctica las destrezas adquiridas en el pregrado para plantear un problema de investigación y resolverlo. Se incluyen tres modalidades: investigación empírica, un ejercicio de revisión de literatura y el ensayo argumentativo. Todas deben incluir como mínimo un planteamiento claro de un problema de interés de la ciencia política, demostrar conocimiento adecuado de la literatura y presentar un documento escrito con una extensión similar a la de un artículo (10.000 palabras). También se incluye la opción de investigación profesoral en la que el estudiante inscribe su trabajo dentro de un proyecto desarrollado por un profesor. Los estudiantes pueden optar por cursar cuatro asignaturas de maestría (16 créditos) como alternativa de grado o realizar una práctica durante un semestre en una institución nacional o internacional, o realizar una práctica docente, dictar uno o dos cursos en un colegio. En el departamento existen cuatro grupos de investigación que le dan soporte a las labores académicas y una publicación indexada, Colombia Internacional, creada en 1988.

En la Universidad del Rosario los estudiantes pueden escoger como modalidad de trabajo de grado entre una disertación sobre un tema de la disciplina, la elaboración de un estado del arte, un estudio de caso, investigación diagnóstica y propuesta de alternativas de solución con respecto a un problema específico o la monografía. El trabajo pretende demostrar conocimientos teóricos en ciencia política y gobierno, en relaciones internacionales, hacer análisis de fenómenos políticos, de gobierno, internacionales y demostrar destrezas en investigación. En todo caso se trata de un trabajo de grado cuya extensión máxima debe ser de 17.000 palabras y mínima de 11.000. A lo largo de la carrera se enfatiza en los ejercicios de escritura y está reglamentado que cada semestre los estudiantes presenten un ensayo11.

El programa tiene como respaldo al Centro de Estudios Políticos e Internacionales (CEPI) que tiene también el carácter de un grupo interdisciplinario de investigación y desde 1999 publica la revista Desafíos. De todos los planes de estudios del campo de la ciencia política, esta universidad es la que plantea mayores exigencias de grado, que incluyen la certificación de los idiomas inglés y francés, la realización de una pasantía nacional o internacional, la elaboración del trabajo de grado, las asignaturas precedentes de metodología, los diez trabajos semestrales y la presentación de las pruebas del Estado Saber.

La tercera universidad privada que conjuga estas condiciones institucionales para el fomento de la investigación formativa es la Pontificia Universidad Javeriana en la cual los estudiantes pueden optar por el trabajo de grado o adelantar asignaturas de maestría. Se define el trabajo de grado como el resultado de un proceso de formación integral de carácter individual que se propone que el estudiante demuestre que ha desarrollado competencias investigativas, disciplinares y comunicativas. Se trata de un ejercicio de delimitación y abordaje sistemático de un tema en el que el estudiante demuestre el manejo adecuado de la bibliografía relevante al mismo y de consideraciones teóricas, aplicando una metodología específica. Se sugiere que se articule con las líneas de investigación que adelantan los grupos de la facultad, aunque no es obligatorio. También se posibilita la elaboración de trabajos interdisciplinarios que se apoyen en conceptos de psicología, antropología, sociología, comunicación, historia, economía, derecho, administración pública o relaciones internacionales. Se trata de un trabajo de no más de cincuenta páginas de extensión, precedido de un anteproyecto y debe ser sustentado en un acto académico público (Pontificia Universidad Javeriana, s.f.).

En la sede de Cali de la misma universidad -aunque con menores desarrollos- también encontramos al menos un grupo de investigación, la revista indexada Perspectivas Internacionales, creada en 2007 y una serie de asignaturas en investigación. Igual sucede en la Universidad Sergio Arboleda, en la cual existe un grupo de investigación y la revista indexada Civilizar del campo de las ciencias sociales y humanas que incluye una sección de política. En la Universidad Externado también hay un énfasis en asignaturas de investigación, existen dos centros de investigación y desde 1996, la revista Oasis.

Las dos universidades públicas que mejores condiciones institucionales presentan para la investigación formativa son la Nacional y la de Antioquia. En la Universidad Nacional se conjuga la capacidad institucional en investigación de un alto número de profesores con doctorado, diez grupos de investigación adscritos a la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas o al Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales y dos revistas indexadas en el sistema nacional. En su plan de estudios se asigna uno de los mayores porcentajes de créditos a asignaturas de investigación y los estudiantes deben elaborar un trabajo de grado en la modalidad de monografía, acompañada por una asignatura adicional semestral del mismo nombre. La monografía debe tener la extensión de un artículo para revista especializada (treinta páginas). Los estudiantes tienen la opción de realizar una pasantía durante un semestre en alguna institución pública o privada, la cual reemplaza al trabajo de grado (Universidad Nacional, 2007).

El plan de estudios de la Universidad de Antioquia es el que incluye el mayor porcentaje de créditos de investigación en su plan de estudios. Cuenta también con tres grupos de investigación y la revista indexada Estudios Políticos e incluye una monografía o memoria presentada por uno o dos estudiantes bajo la guía de un asesor. Se proponen como alternativas, un escrito en el que se sustente una posición dirigida a enriquecer o actualizar un campo del conocimiento; un informe del trabajo realizado como auxiliar en un proyecto de investigación aprobado por el Comité Técnico de la Facultad y debidamente registrado en un Centro de Investigaciones; el informe final de un proyecto de investigación diseñado y ejecutado por el estudiante como investigador principal o como co-investigador, o un artículo publicable que sea realizado dentro de un macroproyecto de investigación inscrito en el Centro de Investigaciones de la Facultad (Universidad de Antioquia, 2001).

(2) Planes de estudio en los cuales hay énfasis en la formación en investigación y se exige la elaboración de un trabajo de grado, pero hay un menor desarrollo de sus grupos de investigación y no existe una publicación estable y con proyección nacional. Este subgrupo incluye cinco universidades privadas (Universidad Jorge Tadeo Lozano, Universidad Militar Nueva Granada, Universidad del Norte, Pontificia Universidad Bolivariana y Universidad de Ibagué) y dos públicas (Universidad Nacional sede Medellín y Universidad del Cauca).

La Universidad Militar Nueva Granada es la institución que más alternativas de grado ofrece a sus estudiantes. Una mirada en detalle nos permite ilustrar lo que podría ser una propuesta flexible y bien articulada de alternativas de grado (Universidad Militar Nueva Granada, 2012). La primera alternativa es la monografía, definida fundamentalmente como un ejercicio de revisión de un tema en relación con los componentes curriculares, áreas de profundización o grupos y líneas de investigación de la Facultad. Se trata de un trabajo corto (entre 30 y 60 páginas) con criterios más bien rígidos de los trabajos escolares formales bajo la dirección de un profesor que funge como asesor.

La segunda alternativa es la de ser auxiliar de investigación. En los casos en que el estudiante pertenezca a un semillero de investigación debidamente inscrito en la Vicerrectoría de Investigaciones, incluye una dedicación de seis meses de tiempo completo. El estudiante deberá demostrar productividad generada dentro del proyecto con la elaboración de un artículo publicable en revista académica, vinculado al grupo de investigación y con la aprobación del líder del proyecto. Es una opción más exigente y que puede resultar más atractiva para estudiantes con vocación de investigadores. Debe presentar su ponencia ante la comunidad científica en un evento nacional o internacional o tener la aceptación de un artículo para su publicación en una revista indexada.

La tercera alternativa es la pasantía durante un semestre de tiempo completo o de un año de tiempo parcial. Está más orientada a quienes se inclinan por la intervención, consultaría o asesoría y pueden tener su primer contacto institucional. La cuarta consiste en realizar un curso académico no conducente a título, con una duración de mínimo 196 horas de trabajo académico, correspondientes a un mínimo de cuatro créditos, cuyo propósito formativo es complementar un área o temática de énfasis o profundizar en un campo específico de la formación profesional del estudiante, que debe presentar y sustentar un ensayo. También está la opción de cursos co-terminales con un programa de posgrado a nivel de especialización o maestría que ofrezca la Facultad.

(3) El tercer subgrupo es el más numeroso e incluye quince universidades privadas (EAFIT, Santo Tomás, de la Sabana, Mariana, Cervantina, San Buenaventura en Bogotá y Cali, Tecnológica de Bolívar, ICESI, Politécnico Gran Colombiano y Fundación del Área Andina) y tres universidades públicas (Universidad del Valle, del Tolima, Surcolombiana). Se trata de las instituciones con menos desarrollos en las cuales las asignaturas de metodología y estrategias de investigación y el requisito del trabajo de grado no se complementan con la existencia de grupos de investigación ni con publicaciones estables y con proyección nacional. Dentro de estas, el ICESI y Eafit presentan mayores avances. En ellas hay revistas indexadas de ciencias sociales en general, Ciencias Sociales CS, en el Icesi y Co-herencia en Eafit.

En suma: destaca el interés de las universidades en desarrollar competencias de investigación en sus estudiantes, aunque este propósito se concreta de formas muy desiguales. En algunos casos se orienta a una actividad exclusiva del último o últimos dos semestres, más bien formal y sin que esté precedida por un tramo formativo en epistemología y estrategias diversas de investigación. En otras universidades está estructurada de forma más orgánica, no solo por la existencia de secuencias o tramos formativos a lo largo de la carrera, sino también por las exigencias de escritura a lo largo de la formación. Hay un pequeño número de universidades que agregan fortalezas institucionales y desarrollos académicos que favorecen la vocación y el desarrollo de competencias en investigación de sus estudiantes.

Conclusiones

La ciencia política lleva más de cuatro décadas de desarrollo en el país y luego de un primer periodo con muy poca oferta de pregrados y de maestrías, se presentó una rápida expansión especialmente desde el año 2000. En el presente texto hemos planteado un análisis de los planes de estudio de pregrado con el propósito de presentar un panorama de sus orientaciones generales, sobre las cuales podemos sintetizar cuatro características centrales que se desprenden del análisis:

  1. Aunque hay diferencias en la denominación y particularidades en los planes de estudio, podemos identificar un núcleo formativo en común conformado por asignaturas que están presentes en la mayoría de planes de estudio. Asimismo, encontramos también convergencias entre los programas que más se parecen en sus denominaciones: los de ciencia política; los de gobierno y los que van acompañados con la denominación de relaciones internacionales. Estas convergencias demuestran también una relación con las grandes áreas o subcampos de la disciplina que se incluyen en las organizaciones internacionales y en algunos manuales de amplia circulación.
  2. Los planes de estudio presentan como un elemento común la inclusión de énfasis a manera de una pre-especialización formativa y de carácter opcional, los estudiantes eligen el subcampo en el cual prefieren intensificar su formación. Los énfasis de mayor frecuencia son los de políticas públicas, relaciones internacionales, cultura /paz/conflictos y el de comunicación política/opinión pública/marketing.
  3. La mayoría de los planes de estudio incluyen también asignaturas del contexto referidas a la historia de Colombia, el sistema político colombiano, la situación actual y la historia política de América Latina.
  4. En todos los programas hay una clara orientación hacia la investigación formativa, aunque en este aspecto existen grandes diferencias entre las principales universidades del país que combinan trayectos formativos en investigación, exigencias de trabajos de grado, existencia de grupos de investigación estables y publicaciones periódicas indexadas. En estas universidades se concentra también el mayor número de profesores con grado de doctor y el requisito de dominio de un segundo idioma. Se trata de las universidades privadas de los Andes, del Rosario, Externado de Colombia, Pontificia Universidad Javeriana y Sergio Arboleda y de las universidades públicas Nacional y de Antioquia. En las otras universidades hay diversos grados de exigencia y de desarrollo de la investigación.

Dada la gran circulación de los saberes, el acceso a los planes de estudio de las universidades de diversos países, la formación de muchos politólogos colombianos en maestrías y doctorados en Estados Unidos, Europa y América latina (especialmente México, Argentina y Chile), la incorporación de politólogos extranjeros a universidades del país y el frecuente intercambio académico en eventos internacionales, los planes de estudio tienden a ser diseñados cada vez de forma más estándar, son más parecidos entre sí, con muchos elementos en común y convergencias temáticas.

De igual forma, aunque hay énfasis que están relacionados con las especificidades de la sociedad colombiana, especialmente los referidos al conflicto, la paz y la convivencia, otros son de carácter más general como las políticas públicas, las relaciones internacionales, la opinión pública y marketing. Asimismo, actualmente hay un imperativo respecto a la formación universitaria orientada hacia la investigación, lo cual se refleja en los contenidos metodológicos y en los propósitos formativos de los planes de estudio.

No obstante lo anterior, hay muchas diferencias entre los 31 planes de estudios, derivadas especialmente de la capacidad institucional y de los diferentes niveles de consolidación de las universidades. La ciencia política es ofrecida especialmente por universidades privadas, dentro de las cuales algunas han logrado consolidar sus programas (especialmente las universidades de los Andes, Javeriana, Externado, Rosario y Sergio Arboleda) y otras son de muy reciente creación y tienen debilidades estructurales. Entre las universidades públicas sucede algo similar, las grandes universidades, especialmente la Nacional y la de Antioquia, cuentan con mayores desarrollos y proyección.

Un interrogante que resulta del anterior análisis se refiere a la pertinencia de la oferta de formación en ciencia política y el alto número de programas existentes y que sigue creciendo.


Pie de página

1El proceso de institucionalización de la enseñanza en el campo de la ciencia política entre 1968 y 2012 y el desarrollo de los diversos componentes de la disciplina en el mismo periodo han sido objeto de un trabajo reciente de mi autoría (Duque, 2013). También hay varios trabajos previos que versan sobre ello (Cepeda, 1983; Leal y Dávila, 1988; Murillo y Ungar, 2000; Losada, 2004; Bejarano y Wills, 2005).
2Se incluyeron en el análisis 30 programas por cuanto el programa Gobierno de la Universidad de Medellín, no dispone su estructura curricular de forma pública y no obstante las solicitudes, no fue posible acceder a él.
3Véase la página oficial de la International Political Science Association, disponible en: http:// www.ipsa.org/research-committees/rclist y de la Asociación Latinoamericana de Ciencia Política, disponible en: http://www.alacip2012.org/convocatoria/#
4En la Universidad San Buenaventura el programa consta de ocho semestres con 52 asignaturas, de las cuales 17 son del campo del derecho (17%): fundamentos de derecho público, derecho constitucional colombiano, introducción al derecho, constitucional colombiano II, derecho internacional público, derecho laboral general, derecho internacional privado, derecho económico internacional, filosofía jurídica. Además de otras asignaturas de índole religioso (identidad institucional, teología y política) (Universidad San Buenaventura, Plan de estudios de ciencia política). En la Pontificia Universidad Bolivariana el plan de estudios cuenta con 67 asignaturas, de las cuales 18 (27%) corresponden al campo del derecho: teoría constitucional, teoría constitucional II, derecho romano, dogmática constitucional, introducción al derecho I, introducción al derecho II, estructura constitucional, sistemas jurídicos, hermenéutica jurídica, argumentación y principalística, derecho internacional público II, filosofía del derecho II, penal general I, penal general II, derecho tributario, derecho administrativo general, derecho internacional privado, derecho administrativo especial. Cuenta además con asignaturas como Humanismo, cultura y valores y cristología (Pontifica Universidad Bolivariana, Plan de estudios de ciencia política, disponible en línea en: http://derechoypolitica.medellin.upb.edu.co/index.php/ciencias-politicas/plan-de-estudios).
5En la Universidad Buenaventura se establece como uno de los objetivos el siguiente: "Formación integral con el objeto de comprender que las ciencias jurídicas y políticas tienen un importante encargo social que cumplir, potenciando el desarrollo humano, político y económico de la comunidad" (Universidad San Buenaventura, s.f.).
6Hay varias maestrías en políticas públicas: en la Universidad de los Andes, en la Pontificia Universidad Javeriana en Política Social, en la Universidad de Medellín en Gobierno, en la Universidad Externado en Gobierno y Políticas Públicas, en la Universidad Nacional en Políticas Públicas.
7En las Universidades Externado, San Buenaventura de Cali y Santo Tomás es en Gobierno y Relaciones Internacionales; en la Universidad Militar Nueva Granada es en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos; en la Universidad Tecnológica de Bolívar en Ciencia Política y Relaciones I nternacionales; en la Universidad Autónoma de Manizales en Ciencias Política, Gobierno y Relaciones Internacionales y en la Sergio Arboleda en Política y Relaciones Internacionales.
8Las maestrías son: Universidad Externado en Análisis de problemas políticos, económicos e internacionales; en la Javeriana en Relaciones Internacionales; en la Universidad del Rosario en Estudios Políticos e Internacionales y en la Universidad del Norte en Relaciones Internacionales.
9Así se describe en el documento oficial del programa: "Los estudiantes que opten por el énfasis en Instituciones Políticas profundizan en el estudio de los partidos políticos y los procesos electorales, la comunicación política y los asuntos públicos, para luego aplicar los enfoques y conceptos más relevantes en el estudio de las relaciones Ejecutivo-Legislativo en Colombia y América Latina; siempre buscando que el Profesional en Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda pueda desempeñarse en las organizaciones, las empresas, el sector público y en las diferentes agencias y entidades del Estado, ofreciendo un valor agregado por su comprensión de las instituciones políticas, formales e informales, y su aproximación rigurosa a las mismas, en aras de ofrecer alternativas a posibles conflictos y garantizar que los objetivos que se trazan se logren" (Universidad Sergio Arboleda, s.f.).
10Para los grupos de investigación tenemos en cuenta la base de datos GrupLAC de Colciencias incluyendo dentro del campo de las ciencias políticas aquellos que así lo declaren y que tengan dentro de sus investigadores al menos uno con título de pregrado, maestría o doctorado en la disciplina o alguno de los subcampos de esta. Se consideran las revistas que estén indexadas en Publindex de Colciencias.
11Los trabajos semestrales consisten en la elaboración de un breve ensayo de opinión sobre un tema de interés público con el objetivo de ejercitar y fortalecer su capacidad analítica, así como su facilidad de síntesis y expresión escrita, con base en el uso de los conocimientos adquiridos. Los estudiantes deben realizar y aprobar, para obtener el título, diez trabajos semestrales a lo largo de su carrera. Para tal efecto deben inscribir un trabajo semestral durante cada período académico (Universidad del Rosario, s.f.).


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