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Memoria y Sociedad

versão impressa ISSN 0122-5197

Mem. Soc. vol.17 no.35 Bogotá jun./dez. 2013

 

La presencia salesiana en el Ecuador. Perspectivas históricas y sociales.
Vásquez, Lola. Juan Fernando Regalado, Blas Garzón, Víctor Hugo Torres y José Juncosa (coords.).
Quito: Universidad Politécnica Salesiana - Abya Yala, 2012. 764 pp.

Santiago Cabrera Hanna1

1Profesor, Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador (UASB-E). Magíster en Estudios de la Cultura, UASB-E.Estudiante del doctorado en História Social, Universidade de São Paulo (USP). santiago.cabrera.hanna@gmail.com


El volumen reúne los resultados de varias investigaciones que, interdisciplinariamente, escrutan el trabajo de la congregación salesiana, en poco más de un siglo de presencia en el Ecuador. Estos aportes se organizan temáticamente en cuatro grandes apartados: "Aportes al desarrollo y la inclusión social", "Aspectos sociales e históricos de la educación salesiana", "La obra salesiana y la conformación de identidades regionales y locales", y "Misiones, pueblos indígenas e interculturalidad".

¿Por qué es importante este trabajo? Su justificación estriba en la escasa producción historiográfica e interdisciplinaria que estudie el rol de la Iglesia en los procesos de integración nacional en el Ecuador y de los esfuerzos de penetración del poder central en el mundo regional y periférico.

La metodología seguida por los autores es cualitativa y combina, indistintamente, etnografía, investigación de campo basada en observaciones y recolección de datos empíricos, tratamiento de fuentes históricas, historia oral e interpretación de fenómenos a partir de enfoques de orden sociológico.

La primera parte, "Aportes al desarrollo y la inclusión social", abarca, en tres capítulos, los procesos de incorporación social en los que intervino la Congregación mediante la conjunción de tres aspectos centrales de la vocación salesiana: la práctica religiosa, la puesta en marcha de acciones y procesos conducentes al desarrollo social y la "opción por los pobres". Estos factores delinean los emprendimientos pastorales y de desarrollo en los ámbitos urbano y rural ecuatorianos.

Aquí las investigaciones se centran, primero, en el trabajo con los pobladores de la comunidad campesina de Salinas en Guaranda (sierra central del Ecuador) y su organización bajo el modelo del cooperativismo (59-100). Esta "creación de almas productivas" es -según Annabel Pinker-producto de la articulación entre religión y desarrollo que permite la Teología de la Liberación: la reinterpretación de los preceptos bíblicos como la búsqueda concreta por "trascender" en términos comunitarios, y en vínculo con la ruptura de las relaciones específicas de dominación.

Después, hay una evaluación sobre la Fundación Casa Campesina de Cayambe (101-141) y su incidencia en las comunidades indígenas y campesinas ecuatorianas de la sierra norte. Este papel es aquilatado históricamente, poniendo en perspectiva programas como los de dotación de infraestructura, créditos para incentivo de la producción agrícola, programas de educación y trabajo infantil mediante los Centros Infantiles Campesinos, centros ocupacionales y la radio comunitaria. Luego, se discute la articulación entre el desarrollo como un concepto práctico y la pastoral como su agente articulador.

El trabajo de René Unda Lara y Daniel Llanos Erazo (143-196) hace un análisis sociohistórico del trabajo salesiano con la infancia urbana vulnerable de Quito en cinco niveles: los factores y contextos históricos en que se originó el Proyecto Salesiano Chicos de la Calle (PSCCH) y las condiciones económicas y sociales urbanas de los años sesenta, cuando se inicia el trabajo de la orden en este nivel de la sociedad; los objetivos y principios que orientan la labor del PSCCH; una mirada general de su desarrollo institucional; y un balance articula las prácticas de trabajo y los discursos que generan la puesta en marcha de determinadas acciones. Aquí se introduce el concepto de "población callejizada" para ampliar el espectro de análisis y apreciar la situación de la infancia de la calle dentro de una dinámica más amplia y compleja: la población urbana que trabaja, estudia y vive en la calzada.

La segunda parte se intitula "Aspectos sociales e históricos de la educación salesiana". Juan Fernando Regalado, autor de la introducción de la sección, coloca dos elementos centrales para este análisis: la contribución salesiana al fortalecimiento de los "enlaces locales", su incidencia en el desarrollo de la cultura de las localidades (donde aparece la variante regional como un factor ineludible del análisis histórico y sociocultural), y el proyecto nacional liberal como marco del trabajo de la orden, que se expresa como una articulación entre la formación letrada y la educación técnica (escuelas-taller). Todo ello va de la mano de los procesos de modernización de las ciudades a inicios del siglo XX y el desarrollo de los "enlaces internos" (redes de comercio, vías de transporte, entre otros).

Aquí los estudios hacen un recuento de las experiencias educativas salesianas en Quito y Cuenca, en Riobamba y Guayaquil, y consideran este papel en relación con los procesos de modernización locales. El artículo de Marcelo Quishpe -sobre los religiosos y la promoción de la educación técnica en Quito- sitúa dicha labor en relación con los esfuerzos del régimen garciano en el plano educativo, así como de las administraciones presidenciales "progresistas".

Quishpe identifica dicha intervención en tres momentos: "la Escuela de Artes y Oficios Sagrado Corazón (1888-1895); el proyecto educativo y social de La Tola (1900-1967); y el Colegio Técnico Salesiano de la Kennedy (1967-presente)" (224). Esta periodización es útil para ilustrar la evolución de los esfuerzos educativos dentro de la ciudad en general, enmarcados -ya lo dijimos- en los procesos de modernización e industrialización local y regional. Además, se enfatiza el rol de la educación técnica salesiana como opción educativa católica, ante "el fuerte proceso de implementación de la educación laica, en una época de tensiones sociales, políticas, ideológicas y económicas" (263).

El artículo dedicado al rol salesiano en la educación cuencana es una caracterización en la que destacan la formación técnica, mediante talleres tipográficos y la Escuela de Artes y Oficios, la labor del Colegio Técnico Agronómico, el fomento a la formación artesanal y técnica, el trabajo agropecuario en la región de Paute. Estos son emprendimientos educativos y pastorales elocuentes de la atención dada por los salesianos al austro del país.

En este recuento destacan dos aspectos: el trabajo de las misiones salesianas en los frentes amazónicos del sur ecuatoriano -aunque este será un tema que se tratará más adelante en el libro, Quishpe ya lo anuncia-, el desarrollo de la educación técnica y la promoción de la devoción de María Auxiliadora.

Luis María Gavilanes, José Sosa Rojas e Isabel Vega evalúan, luego, la obra salesiana en Riobamba (sierra central del Ecuador), entre 1891 y 1991. Estos investigadores caracterizan, primero, la región-enlace entre el norte serrano y el austro (el eje vertical del espacio ecuatoriano); y entre la zona litoral y el espacio amazónico (el eje horizontal). Su alto componente indígena, el control de la mano de obra campesina por medio de las haciendas, los agudos conflictos por la tenencia de la tierra, aunados a la fuerte raigambre patrimonial de las élites locales a fines del XIX constituyeron el marco del aparecimiento de los sucesores de Don Bosco en Chimborazo. Este, como en los casos antes reseñados, combinó las tareas educativas con los esfuerzos de formación técnica artesanal y tecnificación agrícola.

La presencia salesiana en la región, en los años sesenta y setenta del siglo XX, se encontró con la experiencia cuanto a la Teología de la Liberación más importante del Ecuador (el proceso liderado por Leonidas Proaño) y la emergencia de la organización indígena (312).

La novedad del artículo de Gavilanes, Sosa y Vega es el recurso a la correspondencia de Don Bosco como fuente histórica. El estudio de las misivas da cuenta de la importancia que la región tuvo para los religiosos. Su labor salesiana allí es apreciada en el marco más amplio del tránsito del estado conservador (promovido por la política garciana) hacia el liberal, cuyos desplazamientos son apreciables privilegiadamente en la arena educativa.

Las reformas liberales afectan directamente la labor salesiana basada en el modelo de escuelas-taller; la educación laica impone el modelo de educación primaria y la formación profesional. Estos modelos, que van de la mano con el proceso de desruralización de la región, obligan la adaptación de los procesos educativos. Otro aspecto que aparece en este balance es el fuerte vínculo entre las comunidades campesinas y la religiosidad, cadena de transmisión de los valores promovidos por la congregación.

Esta sección se cierra con un trabajo sobre el papel de los sucesores de Don Bosco en el moldeamiento social de la población guayaquileña (363-395). En este apartado, se aquilatan los esfuerzos de penetración salesianos en la ciudad-puerto mediante su inserción en los mecanismos filantrópicos y benéficos de la urbe, las dinámicas sociales que impone la ciudad en pleno proceso de modernización y vinculación de los sectores periféricos, y su impronta en la educación primaria y secundaria portuaria.

La tercera parte "La obra salesiana y la conformación de identidades regionales y locales" reúne aportes que se centran en el papel de los sucesores de Don Bosco en el moldeamiento de las formas de pertenencia local y regional. En aquellos se destaca su capacidad para "articularse con sectores sociales y económicos, lograr la corresponsabilidad social y suscitar innovaciones de índole sociocultural" (402).

En el caso de Guayaquil, Jeaninne Zambrano explora, por medio de los conceptos de identidad cultural y pertenencia, el moldeamiento de los "valores compartidos de los guayaquileños, por medio de la labor educativa y social de la orden en la ciudad" (415-438). El utillaje conceptual utilizado muestra los entresijos de la interacción salesiana con los distintos sectores de la población porteña, aunque no logre mostrar los espacios conflictivos o de negociación cultural inherentes al trámite identitario. La evaluación de Zambrano concede a los salesianos un rol preponderante en dicha tarea, pero de forma casi exclusiva, separándola de otras dinámicas de pertenencia que, bien sabemos, aparecen de manera diversa en la arena cultural.

El aporte de Juan Fernando Regalado sobre la incidencia de la congregación en Cuenca (439475) vincula la evolución del espacio local con el trabajo de los religiosos en el siglo XX. En primer lugar, el trabajo refiere las primeras inserciones salesianas en la vida de la ciudad, contrastados con una apreciación más general de la evolución de la sociedad cuencana. En este recuento destacan los aspectos cultual (la promoción devocional de María Auxiliadora), educativo (la fundación de escuelas, colegios y casas taller) y misionero. Esta última labor es en la que la ciudad del Austro funcionó como enclave y puerta de entrada para la evangelización de las poblaciones indígenas de Morona Santiago y Zamora Chinchipe (en la amazonia ecuatoriana).

Para Regalado el aporte salesiano se expresa en la conformación de nociones como "pueblo" o "comarca" y en la extensión, en el imaginario cultural azuayo, de su ámbito hacia el llamado "oriente azuayo", elementos elocuentes del proceso sistemático de vinculación periférica.

Esta vinculación es más evidente al explorar el capítulo sobre la labor misionera salesiana en el Vicariato amazónico de Méndez y Gualaquiza, estudiado por Natália Esvertit Cobes (477-518). El papel desempeñado por las órdenes religiosas en la región selvática oriental del Ecuador decimonónico -desarrollado ampliamente, en otro lugar, por Esvertit-2 articuló en un solo actor los papeles de evangelización y administración estatal en regiones en las que el poder central, dadas sus limitaciones funcionales, echó mano del clero para colocar su impronta en el espacio periférico. Así, las congregaciones religiosas fueron la cara del Estado nacional en el espacio amazónico. En este movimiento, la cuestión territorial fue determinante en la construcción de un imaginario estatal y civilizatorio tendiente a la incorporación social de los habitantes amazónicos y al desarrollo de centros poblados.

Desde un enfoque que combina el método histórico con el análisis sociológico, Galo Sarmiento Arévalo hace una prospección de la presencia salesiana en la provincia, selvática también, de Morona Santiago (519-560). El trabajo, tramado descriptivamente, usa como fuentes testimonios de pobladores e integrantes de las misiones -Macas, Indanza, Méndez, Sucúa, entre otras-articuladas al relato oral de varios de los misioneros salesianos que iniciaron dichos esfuerzos de evangelización, o a sus continuadores. Además, Sarmiento toma atención de la obra en materia de agricultura, talleres de carpintería, escuelas, entre otros.

En la última parte del libro: "Misiones, pueblos indígenas e interculturalidad" se incluyen cinco aportes que observan el papel de los sucesores de Don Bosco y sus relaciones con los pueblos indígenas desde un punto de vista crítico. La noción de interculturalidad sirve aquí para apreciar tensiones y negociaciones en el campo de la producción de significados. La labor salesiana de incorporación social de los sectores indígenas no ocurre de manera sosegada. Hay en su dinámica procesos de desplazamiento o sustitución de las formas de producción de significados de los sectores subalternos, como de transculturación y préstamo de las prácticas culturales aparejadas a la labor salesiana, que detonan reinterpretaciones, apropiaciones y adaptaciones.

El primero de los ensayos (573-635) -de Maurizio Gnerre- introduce el concepto de "etnopoiesis" en un análisis comprimido de la presencia de la congregación en el Ecuador, que permite apreciar las dinámicas que permitieron la reformulación cultural de las poblaciones indígenas ecuatorianas (el pueblo shuar, en concreto) a partir de las mediaciones culturales (entre ellas la propia práctica catequética). O sea, su incidencia en la construcción de las identidades nacionales indígenas.

Después, Carmen Martínez Novo (637-653) estudia comparativamente, y mediante la noción de "Teología de la inculturación" -articulación entre reconocimiento de la diversidad y redistribución de recursos y oportunidades (652)-, la experiencia salesiana en la región kichwa de Zumbahua (sierra central del Ecuador) y la de los shuar (región Amazónica del sur del país). Esta prospección indaga hasta qué punto la "inculturación" funcionó como factor distractor de las demandas indígenas por acceso a los recursos naturales y la tierra, especialmente, cooptándolos "para la Iglesia y/o el Estado" (638). El estudio describe las disyunciones que plantea, desde la visión salesiana, la conservación cultural shuar -caracterizada de violenta, licenciosa y atea-.

Martínez Novo encuentra dos dificultades: en primer lugar, el paso de los salesianos de un esfuerzo de aculturación (erradicación del "mal" en la cultura shuar), a la insistencia en su preservación cultural. Y en segundo lugar, la forma en que se tramitó la incorporación indígena-campesina de Zumbahua, a partir de "promover una comunidad campesina autosuficiente, basada en la tradición kichwa, y simultáneamente a modernizar la agricultura" (641). Estos esfuerzos, según la autora, chocaron con la geografía, el escaso rédito productivo del suelo de páramo, falta de riego y escasas fuentes agua. Aquí, la "inculturación" es vista como un elemento problemático que relieva los conflictos presentes por bajo de los esfuerzos de incorporación social.

El rol salesiano en la educación superior indígena es estudiado por Sebastián Granda Merchán y Aurora Iza Remache (654-704). Este recuento toma especial atención de la educación intercultural bilingüe y el desarrollo de metodologías de enseñanza alternativas en la formación docente de la provincia del centro del país. Seguidamente, Gabriela Bernal Carrera hace un balance de las repercusiones de la Congregación en la población indígena urbana de Quito.

El libro se cierra con una evaluación del aporte salesiano a través del Centro Cultural Abya-Yala, importante espacio de divulgación de la producción bibliográfica científica sobre los pueblos indígenas del Ecuador, las Ciencias Sociales y las Humanidades (705-726).

La presencia salesiana en el Ecuador. Perspectivas históricas y sociales se muestra, así, como un balance amplio -que no completo- sobre su papel en la incorporación social, modernización, desarrollo social y formación de la identidad cultural en el Ecuador, entre fines del XIX y en el siglo XX. Se nutre de aportes multidisciplinarios y presenta fuentes e información no trabajadas anteriormente. No obstante, es evidente la disparidad entre los artículos compendiados, tanto a nivel de sus tratamientos (varios muy rigurosos, científicamente hablando, y otros con un abordaje temático más bien modesto), como por su extensión, así como la frecuente repetición de contextos y objetos de análisis. Aspectos que, lejos de restarle valor, informan sobre el empeño polifónico de sus autores.


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2Ver Natàlia Esvertit Cobes, La incipiente provincia. Amazonía y Estado Ecuatoriano en el siglo XIX. (Quito: Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador - Corporación Editora Nacional, 2008).