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 número13FLECHA GARCÍA, Consuelo, NÚÑEZ GIL, Marina y REBOLLA, María José. (2008): Mujeres y Educación Saberes, prácticas y discursos en la historia, España, Niño y Davila editores, ISBN 987-84-95294-88-3JARDILINO, José Rubens. (2009): Lutero & a Educação. Brasil, Belo Horizonte Autêntica Editora, p 124 índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

versión impresa ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam.  no.13 Tunja dic. 2009

 

RESEÑAS DE LIBROS Y REVISTAS

SOTO ARANGO, Diana; PUING SAMPER, Miguel Ángel y CUÑO BONITO, Justo. (2009):
Ilustración y Educación: Comentario de Textos,
Tunja, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, pp.251. ISBN 978-958-660-140-5


La presentación de un libro es siempre un motivo de enhorabuena y quizá mucho más en estos tiempos en que más de editar, un libro se alumbra o se pare debido a las importantes dificultades en hacerlo realidad. Sobre todo, el proceso aun adquiere más merito, porque conlleva una mayor dificultad, si este es obra de instituciones públicas que habitan, todos lo sabemos, en una permanente carestía de fondos tanto en tiempos de crisis como en tiempos de bonanza. Por todo ello hay que darles la enhorabuena y nuestros más sinceros agradecimientos a la UPTC, al Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España y al Colegio de América de la Universidad pablo de Olavide por su permanente por intervenir tanto en bienes culturales tangible (libro) como en intangibles (los esfuerzos y sesudos pensamientos que toda obra conlleva).

Hablar de la ilustración nunca es sencillo y menos aun hablar de la ilustración Hispanoamericana. En este libro se aprecia una buena sugerencia sobre un presupuesto metodológico que siempre inquieta a los historiadores: ¿el desarrollo de las condiciones materiales objetivas acompañan siempre el progreso intelectual de las sociedades? ¿Son estos por el contrario, independientes? ¿O son independientes los procesos de conformación de las ideas respecto a las condiciones objetivas, materiales en las que se desarrollan las sociedades? En el libro se encuentran definidos dos grandes bloques: por una parte, lo proto y la preilustración que encarnan los trabajos Jorge Benavides sobre el "Nombre de la Rosa" de Umberto Eco y el de Néstor Cardoso Erlam sobre John Locke y su obra "Pensamiento sobre la Educación" y por otra parte el resto, los trabajos sobre los distintos representantes de la ilustración americana y española de finales del siglo XVII.

Contrariamente a la imagen estereotipada de la Edad Media, Benavides de la mano de Umberto Ecos nos sumerge en un mundo de ansia de conocimiento, de ansia por el saber fundamental, no concreto no aplicado, no especialista, si no amplio, generalista de los primeros estudiosos que constituirán las primeras universidades y será el primer germen del hombre ilustrado del renacimiento. La revolución inglesa tiene en John Lock su producto más fulgurante. El germen del liberalismo llamado a reformar todas las estructuras de las sociedades occidentales, planteó, consciente de su absoluta importancia, un nuevo delineamiento educativo que hiciese posible el cambio trascendental que estaba a punto de sucederse.

El cambio surte efecto y alumbra nuevos horizontes la revolución industrial es su producto y la creación y difusión de un nuevo pensamiento emergente paralelamente ante la progresiva complejidad de las nuevas sociedades creadas. Los nuevos ilustrados como Rousseau, que nos llega de la mano de Barbará García, tal como lo hiciera Locke, planeta la creación de un nuevo universo social donde a través de la educación, los hombres pueden establecer un pacto social acorde con sus nuevas necesidades.

A América y a España llegaron destellos de la ilustración así como alumbrones del proceso de revolución industrial que ya en Inglaterra y Francia iba madurando. Tarde y dificultosamente, los intelectuales americanos y españoles fueron adoptando el pensamiento genuinamente ilustrado a las condiciones sociales, económicas y políticas reflejo del estado de postración y abandono en que la monarquía mantenía a todos sus territorios. La ilustración en España o América no fue si no la ilustración católica que definió José Carlos Chiaramonte, evidenciando con ello la rémora que para los pensadores americanos y españoles supuso no ya solo la aduana de los libros y del tribunal del Santo Oficio, sino sus propios planteamientos internos encargados de moldear sus propias reflexiones: la creación de un nuevo pensamiento fue siempre lastrada con el afecto de la religión católica, a los métodos escolásticos y el respeto a la corona.

De este modo se observo siempre un permanente desapego entre el pensamiento y la acción social y política: pudieron llegar teóricamente tan alto como les permitía el cielo pero tan bajo como les mantuvo su viejo sistema de creencias, responsabilidades y tradiciones, sin embargo, en gran parte de los casos, el pensamiento en sí, aislado de su contexto fundamental de aplicación, fue completamente innovador y el libro es una muestra palpable de ello: lo podemos ver claramente en el texto "Del Memoria de Agravio de Camilo Torres a la Carta Política " de Luis Evelio Alvares Jaramillo; en el ideal buscado por Eugenio Espejo y que nos expone María Teresa Alvares; en el proyecto del precursor de los precursores; Simón Rodríguez y su proyecto de reforma escolar, que nos expone Miryam Báez; en el reclamo y las sugerencias de transformación socioeconómica, siempre pendiente y siempre inconclusa de Pedro Fermín de Vargas en el trabajo de quien les habla; en la vocación por lo popular y la fe en que la educación debería trasformar la sociedad española de Pedro Rodríguez de Campomanes en el trabajo de Antonio de Pedro; en la prevención y la determinación sibilina de reformar las estructuras sociales que proponía Nariño en sus tertulias, en el texto de Norman Estupiñan; en el empeño de iluminar y trasformar la ciencia americana que emprendieron Benito Riba con la introducción de Newton en el Rio de la Plata (analizado por Maria Cristina Vera y Celina Lértora), Caldas con el impulso de su seminario del Nuevo Reino (en el trabajo de Jorge Tomas Uribe), en el también botánico y reformador de estudios Eloy Valenzuela, en el trabajo de Diana Soto y la ciencia médica del ilustrado José Fernández Madrid que nos muestra Jairo Solano.

A juicio propio de quien les habla, el proceso histórico es necesario e inevitable: quienes formaron parte de él, nos hace ser quienes somos: quienes forma parte de este libro abogaron con sus medios y sus capacidades por la trasformación de su sociedad y su ejemplo quizá nos valga para que con nuestros medios podamos nosotros intentar trasformar las nuestras.


Justo Cuño Bonito
Grupo de Investigación HISULA
Colegio de América Sevilla – España