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 issue14SOTO ARANGO, Diana. (2009): Mutis, filósofo y educador. Una muestra de la realidad educativa americana en el siglo XVIII. Tunja, Universidad Pedagógica y Tecnológica de ColombiaCUÑO, Justo. (2008): El retorno del Rey: El restablecimiento del régimen colonial en Cartagena de Indias (1815-1821), Sevei de Comunicación y Publicaciones. Universidad Jaume I, Castellón de la Plana, Colección AMÉRICA, ISBN. 978-84-8021-616-2. págs. 481 author indexsubject indexarticles search
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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

Print version ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam.  no.14 Tunja Jan./June 2010

 

RESEÑAS DE LIBROS Y REVISTAS

ACEVEDO TARAZONA, Álvaro; RODRÍGUEZ, Diana María; GIRALDO MEJÍA, Nelson. (2009):
Los Pasos de Roa Martínez: Biografía de una Sociedad
.
Pereira, Editorial. Universidad Tecnológica de Pereira.


Como todos los libros, este también empieza con la historia de un hombre que, en el caso del presente libro, nace en Guateque, una población del Departamento de Boyacá que hoy formaría parte de los cientos de pueblos que parecen gravitar por fuera del tiempo y del espacio, de no ser porque allí nació Enrique Olaya Herrera, un político liberal cuya llegada a la presidencia de Colombia supuso el principio del fin de la hegemonía conservadora, para dar principio a la trunca modernización de un país que sigue debatiéndose entre los anhelos de quienes intentan convertirlo en una sociedad habitable y los que se empecinan en mantenerlo en el pasado.

De la primera clase de hombres y de su idea de país versa el libro Jorge Roa Martínez, Memoria de una visión Cosmopolita, escrito por el historiador Álvaro Acevedo Tarazona, en compañía de Diana María Rodríguez y el sacerdote Nelson Giraldo Mejía, y publicado en edición de lujo por la Universidad Tecnológica de Pereira. En principio, el relato nos ubica en ese país decimonónico, regido por los principios de La regeneración y su instrumento político por excelencia: la Constitución de 1886, es decir la de Rafael Núñez y lo que su figura representa en la Historia de Colombia .Visto desde esa perspectiva, Guateque no es un nombre, es más no es ni siquiera un pueblo: es un estado de país. Aislado del mundo, sin vías adecuadas, sin medios de comunicación, regido por el báculo de la iglesia católica y empeñada en mantenerse fuera del alcance de las tormentas que sacudían el mundo, entre las que el comunismo y el ateísmo pregonados por Karl Marx y sus seguidores encarnaban la figura del dragón bíblico. En ese pueblo vino a nacer a finales del siglo XIX el protagonista de este volumen cuyo título no por casualidad hace énfasis en la visión desprejuiciada de mundo propia de una mente abierta. Tal vez allí reside el primer acierto de sus autores: bien sabemos que una biografía que no se ocupe del lugar, el tiempo y las circunstancias del biografiado no pasará de ser un anecdotario familiar o cuando mucho una memoria parroquial.

De modo que, superado ese primer escollo, el profesor Acevedo Tarazona y sus compañeros de viaje emprenden la tarea de seguir los pasos de Jorge Roa Martínez desde la lejana Boyacá hasta una no menos remota población llamada Pereira, cuya dirigencia realizaba los primeros esfuerzos para propiciar su ingreso en lo que para entonces se consideraba la quintaesencia de la modernidad: la construcción de vías y el diseño de herramientas administrativas que estimularan el ingreso de los grandes capitales que permitirían su inserción en las sociedades del lujo y el desarrollo insinuadas en las páginas de los periódicos y en los relatos apócrifos o reales de quienes habían tenido la oportunidad de viajar fuera del país.

De modo que ya está identificada la ruta: el camino que lleva de Guateque a Pereira, pasando -cómo no- por Bogotá, esa especie de materialización del poder político, económico y cultural de un país que todavía hoy sigue atado a los atavismos propios del centralismo. Durante su permanencia en la capital, Roa Martínez se apropia de los elementos que más tarde le permitirán jugar un papel protagónico en la historia de la ciudad que no demora en hacer suya. Se recibe de abogado. Establece conexiones políticas que no tardan en llevarlo al Congreso de la república y a la gobernación de su Departamento. Pero, ante todo su estadía en Bogotá le sirve para cultivar y potenciar los rasgos que definirán su vida de allí en adelante: una curiosidad sin límites de lector y viajero infatigable y un sentido de la solidaridad anclado tanto en los principios cristianos como en las ideas políticas que le permitían a la sociedad orientarse en la dirección de la justicia social. Lo anterior soportado en el convencimiento de que solo la educación puede extraer de las personas lo mejor de si mismas y por esa vía permitirles emprender el reto de transformar su sociedad. En resumen, siguiendo la premisa de los biógrafos, estamos ante un hombre que en si mismo resume la esencia del proyecto de la Ilustración.

El resto es más o menos conocido por quienes han frecuentado la Historia de la ciudad de Pereira. El papel de Jorge Roa Martínez en su condición de líder cívico como socio del Club Rotario es responsable en buena medida de la imagen que la ciudad sigue teniendo de si misma. Sus aportes a la construcción de una mirada de avanzada y sin dogmatismos en el seno del partido conservador. Su trabajo con la Sociedad de Mejoras Públicas es representativo del papel que hasta hace algunos años jugaron esas organizaciones como agentes de cohesión social. Pero sobre todo, el hecho que ligó definitivamente la figura de Roa Martínez a la Historia de Pereira fue su gestión, al lado de otros dirigentes de distintos sectores políticos y gremiales, para que la ciudad contara con su primer centro de educación superior: la Universidad Tecnológica de Pereira, que en sus primeros contenidos académicos reflejaba los anhelos de acceso a las dinámicas y códigos de las sociedades industriales, cuyos valores eran reproducidos por el cine y la televisión.

De esa manera, al tiempo que leemos la historia personal del biografiado, conocemos el estado de cosas de un país y una región que intentaban nuevas formas de participación política, así como de promoción social. En ese panorama puede afirmarse que el gran logro de este libro a lo largo de sus 464 páginas, acaso consista en su capacidad para comunicarnos, entre los yerros y aciertos marcados por los pasos del protagonista, los datos básicos para reconstruir la biografía de una sociedad.

Mediante un juicioso trabajo de archivo y la consulta de fuentes personales que fueron testigos del quehacer público de Roa Martínez o de las intimidades de su vida doméstica, los investigadores le entregan a los lectores de hoy un documento que por su propio peso se convierte en punto obligado de referencia para quienes deseen aproximarse al entramado social, político y cultural de una ciudad que, como Pereira, se apresta a celebrar sus 150 años de existencia.


Gustavo Colorado Grisales
Universidad Católica Popular de Risaralda
martiniano5@hotmail.com