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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

Print version ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam. vol.17 no.25 Tunja July/Dec. 2015

 

El Estado mexicano y el proceso de evangelización educativa en el norte de Sinaloa, 1930-1940

The Mexican State and the evangelization educational process in northern Sinaloa, 1930-1940

El Estado mexicano y el proceso de evangelización educativa en el norte de Sinaloa, 1930-1940

 

Rafael Santos Cenobio1
Universidad Autónoma de Sinaloa (México)

Recepción: 30/01/2015
Evaluación: 28/05/2015 
Aceptación: 02/06/2015 
Artículo de Reflexión


RESUMEN

El presente trabajo trata sobre la revolución cultural en el México postrevolucionario, lo cual abarca de 1930 a 1940 en el norte de Sinaloa. El primer punto abordado, se refiere a las diferentes políticas educativas que emprendió la Secretaría de Educación Pública, para incorporar al Estado nacional, extensas masas de campesinos y obreros. También se analiza el papel que jugaron los maestros de primaria en las comunidades rurales, específicamente como pedagogos, líderes agrarios y asesores sindicales. En ese sentido, los maestros funcionaron como articuladores entre el Estado mexicano y las comunidades campesinas y otros sectores de la población.

Palabras clave: Revista Historia de la Educación Latinoamericana, Estado, política educativa, educación socialista y pedagogos.


ABSTRACT

This paper deals with the cultural revolution in the post-revolutionary Mexico, which runs from 1930 to 1940 in northern Sinaloa. The first point relates to the different educational policies undertaken by the Ministry of Public Education, in order to incorporate vast masses of peasants and workers to the national State. The role played by primary school teachers in rural communities is also analyzed, specifically as pedagogues, agricultural leaders and union advisors. In this sense, teachers performed as articulators between the Mexican State and peasant communities and other sectors of the population.

Key words: Journal History of Latin American Education, State, educational policy, socialist education and pedagogues.


RESUMO

O presente trabalho trata sobre a revolução cultural no México pós-revolucionário, o qual abrange o período de 1930 a 1940 no norte de Sinaloa. O primeiro ponto abordado se refere às diferentes políticas educativas empreendidas pela Secretaria de Educação Pública, para incorporar ao Estado nacional extensas massas de camponeses e operários. Também se analisa o papel desempenhado pelos professores do ensino primário nas comunidades rurais, especificamente como pedagogos, líderes agrários e assessores sindicais. Nesse sentido, os professores atuaram como articuladores entre o Estado mexicano e as comunidades camponesas e outros setores da população.

Palavras-chave: Revista História da Educação Latino-americana, Estado, política educativa, educação socialista e pedagogos.


INTRODUCCIÓN

El trabajo tiene como propósito estudiar el papel que jugaron los profesores rurales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el norte de Sinaloa de 1930 a 1940. El Estado postrevolucionario, no llegaba a todos los rincones del país y en particular de Sinaloa. Además, había muchos males endémicos heredados del porfiriato, como el alcoholismo, tráfico de licores, suciedad, analfabetismo, vagancia, prostitución; y por si fuera poco, las cantinas pululaban por todas partes, aunado a los juegos del póker, lotería y barajas. Desde la perspectiva del Estado mexicano, el gobierno porfirista solo explotó a los campesinos y obreros, pero nunca les dio educación y mejores condiciones de vida; se inclinó por favorecer a las compañías extranjeras y los grandes hacendados. Para combatir tales males, el Estado buscó programar y emprender una Revolución cultural, lo cual establecía como prioridad integrar e incorporar a las masas de campesinos y obreros a la cultura nacional.

En el primer apartado del trabajo, se esbozan las acciones educativas emprendidas por el Estado como manifestaciones contra el alcoholismo, Día y la Semana del Árbol. Estos proyectos eran ejecutados por los gobernadores de los estados, presidentes municipales, maestros y estudiantes, quienes se encargaban de recorrer las calles gritando y perorando consignas contra el alcoholismo y los daños que este ocasionaba. Asimismo, los maestros en sus respectivas comunidades organizaban campañas de limpieza, encuentros deportivos, plantación de árboles y formación de comités de Padres de Familia para recaudar fondos para la construcción de escuelas.

En el segundo y tercer apartado, se analiza a los maestros como articuladores entre el Estado nacional y las comunidades rurales. Para concretar el proyecto socialista, los profesores organizaron obras de teatro, fundaron escuelas nocturnas, presidieron reuniones y dictaron conferencias a los ciudadanos de la comunidad. Al mismo tiempo, los profesores se convirtieron en líderes populares, pues asesoraron y fundaron sindicatos obreros; además, crearon Comités Agrarios, de los cuales ellos mismos se erigieron como dirigentes. Lucharon al lado del campesino, que peleaba contra el hacendado y, agrupaciones horizontales como la Liga de Comunidades Agrarias "Gabriel Leyva".

1. El Estado y los apóstoles de las nuevas virtudes

Para combatir los males heredados del porfiriato y articular una cultural nacional, el naciente Estado mexicano decretó leyes y movilizó a través de la SEP a los apóstoles de la educación: los maestros2. Estos como articuladores entre las comunidades y el Estado nacional se convirtieron en pedagogos, organizadores de campesinos y obreros; promotores de la unidad y legitimidad mediante canciones, danzas, teatro y oratoria, introduciendo los nuevos héroes y principios de la Revolución a los procesos políticos y a las expresiones artísticas locales3.

El Ingeniero Narciso Bassols, responsable de la Secretaría de Educación Pública de octubre de 1931 a mayo de 1934, eliminó las prácticas educativas nacionales de las políticas populistas regionales y puso énfasis en los cuadros técnicos de la SEP. Bassols, de ideología marxista culpó al capitalismo de la pobreza y trató de que el Estado resolviera las irracionalidades del mercado. El Estado redistribuiría la riqueza y movilizaría la colectividad hacia la modernidad por medio de una tecnología aplicada a la producción y la ciencia aplicada a la salud física y mental. El gobierno crearía una cultura patriótica secular, antitética a la Iglesia4. Asimismo, la pedagogía de la acción se convirtió en actividad de grupo en forma de campañas con metas productivista, higiénicas, redistributivas e ideológicas dentro y fuera de la escuela. Las nociones de salud y de educación física se basaron en las ideas contemporáneas occidentales de eugenesia, aptitud racial y ciencia doméstica que pudieran emplearse para promover las hazañas físicas de individuos y colectividades en todo el país5.

Una nueva filosofía, un nuevo proyecto cultural se cernía en la mentalidad de los intelectuales mexicanos. El Maestro Rural, revista bimestral publicada por la SEP a partir de 1933, divulgaba artículos de salud y el maestro, sobre cómo construir letrinas, organizar cooperativas, seleccionar semillas, usar fertilizantes, mejorar la dieta de los niños y cómo preparar alimentos. La revista involucró a los maestros en la creación de una cultura cívica nacional; ellos colaboraron con artículos referentes a la música, la danza y el teatro, los cuales se realizaban en sus respectivas comunidades.

Los maestros componían y publicaban obras moralistas en que atacaban problemas como el alcoholismo y la suciedad, creando todo un reparto de personajes satánicos, sobre cuyas tumbas surgiría la nación recién liberada: hacendados voraces, comerciantes usureros y curas tiránicos. El Maestro Rural, también movilizó a profesores para difundir la doctrina de la reforma agraria, el cooperativismo y la ayuda del gobierno para la producción y el mercado. Las misiones culturales agrícolas y cuerpos de maestros federales regionales a menudo dirigieron la organización campesina en demanda de tierra6.

En el ámbito de lo cultural y lo social, se anteponía una diversidad de obstáculos para arribar a la nueva sociedad. El alcoholismo y sus instituciones, el fanatismo religioso y las suyas, los juegos de azar, la ignorancia en material sexual y su corolario: altos índices de enfermedades venéreas. En síntesis, era un ataque combinado contra las cantinas, iglesias y burdeles7.

Se pusieron en movimiento los recursos y estrategias en contra de las costumbres y prácticas heredadas del antiguo régimen. El Presidente de la República Emilio Portes Gil, decretó e instruyó al gobernador de Sinaloa, Macario Gaxiola; y al Departamento de Educación, para que lanzaran una ofensiva contra el alcoholismo. Las instituciones gubernamentales del estado, para el 20 de noviembre de 1929, convocaron a una manifestación anti-alcohólica. En la ciudad de El Rosario, la convocatoria fue atendida masivamente: asistieron a la manifestación anti-alcohólica profesores y niños de las escuelas y, los atletas del Club Deportivo Nacional, quienes portaban cartelones que decían: "El deporte regenera y enorgullece a la raza, fomentémoslo"8.

La capital del estado, también se vio estremecida por los contingentes de profesores y alumnos, empleados del gobierno estatal y municipal, así como de comerciantes que recorrieron las calles principales de la ciudad. En el acto se atacaba duramente el alcoholismo: Concepción Cota, recitó una pieza poética donde manifestaba que el alcohol provocaba males personales y familiares. El profesor Benjamín Casarrubia, leyó la carta enviada por el presidente Portes Gil a los niños mexicanos y, posteriormente los alumnos de las escuelas presentes protestaron para combatir el alcoholismo. Ya para cerrar, el gobernador Macario Gaxiola, fundó el Sub-comité Anti-Alcohólico9, que estuvo presidida por Filiberto Heiras, como presidente; Antonio Chávez como secretario; Tomás Miranda como tesorero; y como vocales se desempeñaron Próspero Valderrama, Carlos Chávez y Jesús Valderrama10.

El gobierno de Manuel Páez (1932-1935), trató de frenar el consumo de alcohol en el estado, especialmente en los trabajadores y los empleados del comercio. En ese sentido, decretó que las cantinas estarían abiertas de lunes a sábado hasta media noche; mientras que los domingos se prohibía la venta de alcohol. Nada de eso funcionó, pues los dueños de las tabernas y de los expendios ofrecieron aumentar sus contribuciones, lo cual el gobierno no pudo resistir11.

Los funcionarios del gobierno Federal y Estatal se dieron cuenta que por medio de decretos y manifestaciones no era posible lograr la integración nacional. Era necesario fundar escuelas y forjar profesores con el fin de crear, multiplicar y robustecer mejores tipos humanos, desde el punto de vista económico, moral e intelectual entre las masas campesinas12. Bajo esa filosofía, la SEP presidida por Rafael Ramírez les dio a los profesores las herramientas necesarias, preparación y dirección pedagógica, para que emprendieran una cruzada en contra del analfabetismo, el alcoholismo, la suciedad y la ignorancia.

Entre mayo y junio de 1930, en la cabecera municipal de Choix, la Misión Cultural dirigida por el profesor Luís G. Medellín, concentró a los profesores rurales Adalberto Acosta Núñez, originario de San Javier, cuñado de Ismael Castro Quiñones "El Pulga", quien pronto dejó el magisterio y optó por la carpintería; Antonio Galindo maestro en el municipio de Ahome, oriundo de Mocorito; Arnulfo Lares Vega, originario de Higueras de Los Vega, Mocorito, impartía clases en Mayocoba, Ahome; el colimense Juanito Flores el más viejo del grupo, fue uno de los primeros maestros rurales en llegar a la región; los hermanos Corrales nativos de Caballahuaza, El Fuerte; y Artidoro R. Mexia, Jesús "Tuto" Orduño R., y Tomás Ruiz13.

La jornada de instrucción fue intensa y productiva. La trabajadora social, Hermelinda Chávez se encargó de capacitar a los profesores y las jóvenes mujeres de Choix, en lo referente a educación sexual e higiene íntima y otros conocimientos para el momento de iniciar la vida matrimonial. Pablo Guardado Chávez, profesor de Educación Física, se hizo cargo de enseñar deportes, danza, juegos escolares y educativos, instrucción militar e interpretación de marchas. Enrique Aguilar Ugarte, maestro de Pintura, impartió clases para elaboración de murales, dibujo, serigrafía y nociones de publicidad. Fidencio Pérez Díaz, especialista en pequeñas industrias, se ocupó de la instrucción de curtido de pieles, manejo de enjambres y cultivo de miel, conservas de frutas y otros alimentos envasados, fabricación de forros de pelota con cámara y fabricación de dulces con azúcar. Francisco de P. Baltazares, enseñó a los maestros a utilizar el guano como abono y fertilizante para la tierra14.

Los profesores misioneros además de instruir a los maestros rurales, construyeron un teatro al aire libre, que fue inaugurado por el Profesor Enrique Ugarte y los alumnos que entonaron las canciones Me abandonas y El Tecolote; asimismo, con obreros y campesinos Pablo Guardado Chávez, fundó el Club Deportivo que llevó su nombre; paralelo a ello, Hermelinda Reyes, con "damas y damitas del pueblo organizó la Cruz, cuyo objetivo era trabajar en beneficio del vecindario"; mientras tanto, el profesor Medellín corrigió las prácticas del pueblo sobre el consumo del agua, con las alumnas del instituto construyó pozos limpios, y para conservarlos en ese estado, el Presidente Municipal, el profesor Hernando Ramos estableció un reglamento15.

El Teatro Misión Cultural 1930, culminó el 14 de junio con el festival en el que "se efectúo un lúcido baile en la casa habitación de Ángel Echave, y además de concurrido resultó animado y fue dedicado a los maestros misioneros y alumnos del Instituto"16, al poco tiempo, los misioneros se desplazaron a Álamos, Sonora, lugar donde prosiguieron con su quehacer cultural.

La Secretaría de Agricultura y Fomento, contribuía a la edificación del hombre nuevo e instruía a los gobernadores de los estados para que decretaran el Día y la Semana del Árbol. Al poco tiempo, el profesor Víctor B. Medina, Inspector de Escuelas Federales se encargó de organizar a los maestros de la región para realizar actividades relacionadas con la plantación de árboles y otros quehaceres pedagógicos. Inscrito en ese proyecto, el profesor Miguel Cristo Ontiveros en la ciudad de El Fuerte, impulsó con los docentes y estudiantes de las Escuelas Federales y Estatales la creación de un parque infantil, que fue diseñado por los alumnos de tercer año, "era admirable verlos con un grafómetro improvisado con un trasportador y un doble decámetro hecho con una cuerda con cenizas hasta dejar razada con ceniza la obra"17, después los estudiantes plantaron varios árboles en las avenidas y dentro del perímetro del parque.

El profesor Ontiveros como organizador de los eventos en la región, abrió con un encendido discurso; posteriormente, los alumnos y alumnas de la escuela oficial número 1, dirigidas por el Profesor Simón Ramírez, ejecutaron en presencia de la muchedumbre la Tabla de Gimnasia calisténica- calistenia; luego las alumnas dirigidas por las señoritas María Guadalupe Gastélum y el señor Simón Ibarra, protagonizaron el baile rítmico, "las niñas estaban divididas en dos grupos: uno usaba uniforme azul, el otro vestido de color rosa, hacían vistosas figuras y combinaciones sin perder ni por un momento el compás de la música"; y por último los alumnos de tercer grado asesorados por el Prof. Ontiveros formaron pirámides18.

En agosto de 1932, el gobierno de Macario Gaxiola, desplegó la circular veinte, estableciendo como obligación para las escuelas del estado, realizar una campaña pro-higiene. La respuesta fue contundente, en la escuela de Agua Blanca, Guasave, el director promovió entre los alumnos de segundo grado la formación de una Sociedad de Higienización Pública y Privada, cuya tarea era la adquisición de medicinas para un botiquín escolar; de materiales para la fabricación de jabón; y de herramientas para poner a funcionar una pequeña carpintería; y la inspección sanitaria se ocupó de visitar enfermos y dar atención a los estudiantes accidentados en la escuela19.

Las comisiones desplegadas se ocuparon de diferentes actividades. La Comisión de Deportes se encargó de localizar y realizar estudios sobre el terreno aledaño a la escuela para adecuarlo y convertirlo en centro de actividades deportivas; otra comisión de niños respaldados por el ex -comisario ejidal de la colonia Portes Gil, Francisco Santa Cruz consiguieron de la SEP, 60 libros que fueron guardados en la casa de Francisco Reina. Por otra parte, un profesor impulsó dos actividades: en una, los niños se dedicaron a limpiar fuera y dentro de la escuela; en otra, los alumnos sembraron 68 plantas de ornato y 8 árboles frutales, pero por falta de agua solo sobrevivieron 32 de la primera y 4 de las últimas20.

Las actividades escolares, las festividades culturales como el Día y la Semana del Árbol, los encuentros bailables y la poesía a veces atravesaban por serias dificultades. Esto se debía por un lado, a que muchos de los niños contribuían con el gasto familiar y se veían obligados a emplearse como trabajadores en las haciendas; por otra parte, porque los padres de familia no tenían interés en enviar sus hijos a la escuela.

Se puede hacer una tipología de los casos que obstruían la marcha de los quehaceres educativos. En la ciudad de El Fuerte, por ejemplo, el Comité de Educación y el Inspector de Policía Ambrosio Fierro convocaron a una reunión de padres de familia para tratar asuntos relacionados con la educación de sus hijos, sin embargo, la concurrencia fue muy limitada21. También la profesora de Vivajaqui, María del Rosario Aréchiga22, se quejaba de la inasistencia escolar, decía que era porque los niños solicitaban permiso para irse por temporadas a trabajar a la hacienda de Chinobampo; otras veces, como en La Palma, Sindicatura de Charay, el dueño del local de la Escuela y el Comisario Municipal optaron por clausurar el plantel educativo y, en su lugar abrieron una cantina, que seguramente era más benéfica a sus intereses23. En ciertas ocasiones, los mismos padres obstaculizaban los quehaceres pedagógicos de sus hijos, pues les prohibían plantar árboles y construir jardines. Sobre ello, la profesora de Vivajaqui sostenía:

El comisario es persona muy generosa y me ha ofertado un regular espacio de terreno, yo de mi parte, conseguí semillas de morera [...] tengo variedad de flores pero ellos [los padres de familia] nunca son culpados solo la maestra y el comisario resultan culpados de todo proyecto24.

Sembrar árboles, lanzar campañas de higienización, juegos atléticos (beisbol y basquetbol), teatro didáctico, festivales laicos y patrióticos, y poner a funcionar carpinterías era parte del proyecto que estaba promoviendo Bassols25.

Además, Bassols buscaba contrarrestar la cuestión religiosa del centro de la política educativa. Quería limitar el papel de la Iglesia en la enseñanza, pero al introducir la educación sexual provocó la ira de miles de católicos de la Unión de Padres de Familia. Bassols permaneció en la SEP hasta 1934, momento cuando Ignacio Téllez ocupó su lugar. Este reafirmó el proyecto de Bassols y diseñó el Plan de Acción de las escuelas Socialistas, que proponía la creación del Comité de Acción Social en cada escuela, formado por maestros, estudiantes, padres de familia, autoridades y representantes de las organizaciones obreras y campesinas, llevaría adelante la campaña de desfanatización, prepararía la distribución de las tierras, formaría cooperativas y promovería la conciencia de clase por medio de conferencias, arte y festivales26.

El ropaje antirreligioso de la política educativa, planteado por Plutarco Elias Calles (Máximo Jefe de la Revolución Mexicana) y luego por el Presidente Lázaro Cárdenas, se convirtió en un programa de reivindicación populista a través de la reforma agraria y los derechos de los trabajadores. La oposición y la violencia generalizada convencieron a Cárdenas de la conveniencia de dar marcha atrás en la cuestión religiosa.

La educación socialista, en su expresión programática pasó en la SEP por dos fases. El Plan de Acción de la Escuela Socialista, redactado durante el período que fungió como Secretario de Educación Ignacio García Téllez, de 1934 a mediados de 1935, levanta los principios de justicia social y lucha de clases y sugería que el programa alimentara en el niño un sentimiento de repulsión a lo injusto de la explotación humana y desfanatizar a los ciudadanos. En la segunda fase, durante el desempeño de Gonzalo Vázquez Vela, el programa se vinculó con las movilizaciones de los obreros y campesinos por la lucha de sus derechos constitucionales: tener tierra, ingreso y condiciones de trabajo decentes y ejercer derechos como ciudadanos y como miembros de las organizaciones de masas27.

El proyecto socialista buscaba lograr una distribución igualitaria de la riqueza. Bajo esa tesitura, los docentes debían unir fuerzas con las organizaciones populares para garantizar la reforma agraria, mayores salarios, acceso a crédito y precios de mercado justos. El proyecto socialista en Sinaloa, bajo el mandato del gobernador Manuel Páez (1932-1935) se propuso convencer a los profesores del nuevo modelo educativo; para ello, organizó conferencias en las cabeceras municipales y ordenó a las autoridades educativas y municipales instrumentar campañas para erradicar la mentalidad idealista, los prejuicios y el individualismo. Páez, también patrocinó la formación de brigadas que estuvieron presididas por los diputados locales, Guillermo B. Liera y Carlos Careaga, quienes junto con algunos profesores organizaron números musicales y exhortaron al pueblo a organizarse y formar cooperativas28.

Al poco tiempo, Páez, impulsó las Misiones Culturales, que fueron presididas por el misionero Enrique Félix Castro "El Guacho Félix", quien exhortaba al profesorado a contribuir a la transformación de la sociedad, en la escuela, en el hogar, en la calle, en las reuniones sociales y en el campo29. Después de 1935, disminuyó el papel de Félix Castro, pues la dirección del proyecto socialista quedó en manos de la SEP, que era presidido por el profesor Eliseo P. Silva Garza30. Este pronto autorizó al Departamento de Enseñanza Rural una Misión Cultural Urbana en Culiacán del 8 de octubre al 2 de noviembre de 1935; y otra en Mazatlán que contó con 250 maestros.

La Misión Cultural en Mazatlán fue dirigida por el profesor Alfredo G. Basurto, quien impartió los cursos Origen de las religiones (budismo, hinduismo, cristianismo, taoísmo, confusionismo y judaísmo), Concepto de Escuelas Socialistas y Técnicas de la enseñanza de cálculo; el profesor Enrique Galindo, enseñó Historia del movimiento obrero internacional; Victoria Pardo, se ocupó de Técnicas de Enseñanza de dibujos de la decoración escolar; Ignacio Acosta, enseñó Técnicas del estudio de la naturaleza, Cooperativismo, Educación Física; Miguel García Mora, instruyó a los maestros en Danzas Regionales, Música y canto popular y escolar; mientras tanto, Leobardo Ceja Torres, impartió Técnica de enseñanza de las Ciencias Sociales31.

En 1936, la Misión Cultural número 4, se movió en tres municipios en Badiraguato (6-20 de junio), Sinaloa de Leyva y Ahome, la cual quedó a cargo del profesor Francisco López Bayghen. Las actividades de la Misión Cultural se limitaron a dos momentos: en una, los misioneros se dedicaban a observar las características regionales, respecto a las actividades económicas, la situación social y política de la población, los recursos y las posibles soluciones; en otra, se orientaba y se profesionalizaba al claustro en las diferentes áreas del conocimiento. Lo destacable de la Misión 4, es que estuvo muy ligada a las luchas sociales; los profesores y el mismo López Bayghen funcionaron como asesores de sindicatos de Los Mochis; formaron comités agrarios en Guasave, Los Mochis y El Fuerte.

Las Misiones Culturales se institucionalizaron dando pie al surgimiento de los Centros Pedagógicos que funcionaron con base en comisiones de recepción, de trabajos materiales, festivales culturales, deportivos y de aseo. La sesión duraba dos o tres días; el primer día se daba lectura a los oficios, circulares y disposiciones de la SEP, y se refrendaba la lealtad al régimen cardenista; posteriormente, se revisaban las cuestiones técnico-administrativas como estadística de escuelas, registro de control escolar y problemas en el cumplimiento del pago en las cabeceras municipales. Los maestros, después de las actividades salían en brigadas a impulsar campañas sanitarias y antialcohólicas; organizaban encuentros deportivos y artísticos; y organizaban cajas de ahorro32.

Las Misiones Culturales y los Centros Pedagógicos, fueron espacios donde el profesorado adquirió las herramientas necesarias para emprender sus quehaceres en sus respectivas comunidades. Una vez instruidos, los maestros regresaban a sus escuelas a poner en práctica las enseñanzas adquiridas.

Las materias impartidas, por los profesores durante el cardenismo eran las siguientes: en Aritmética y Geometría se enseñaba a los alumnos, los números del uno al cien, sumas, restas y quebrados, para un mejor aprendizaje se realizaban ejercicios de competencias; incluía también contar y escribir los números hasta mil y diez mil, ejercicios con 4 operaciones fundamentales, memorización de las tablas, números romanos hasta mil, cuadriláteros, cuadrados, triángulos y rectángulos; sistema métrico, operaciones con fracciones, decimales, círculo y regla de tres33.

En Ciencias Naturales, a los niños se les instruía en el aseo personal -lavarse las manos, la cabeza, la cara, la boca, peinarse y las condiciones para ingerir alimentos-, la limpieza de la escuela y de la casa; al mismo tiempo, los alumnos conocían las plantas productivas de la región como el algodón, fríjol, maíz y caña de azúcar; también recibían charlas o exposiciones relacionadas con los animales (vertebrados e invertebrados) y, así como del cuerpo humano, anatomía, fisiología de los aparatos (digestivo, respiratorio, circulatorio y sistema nervioso), los reinos de la naturaleza, el aire, el agua, el calor, la presión atmosférica y la gravedad34.

En Historia y Geografía, los profesores centraban su atención en las leyendas populares; las biografía de Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Madero, Morelos y Antonio Rosales (héroe sinaloense en la batalla de San Pedro, contra los franceses); los primeros pobladores (mayas, toltecas, aztecas y tarascos), descubrimiento de América, gobierno colonial, independencia, la reforma, movimiento social en 1910 y la administración del Presidente Lázaro Cárdenas; también se estudiaba la República Mexicana (comercio, orografía, comunicaciones, comercio, industria, agricultura y división política); los movimientos de rotación y traslación de la tierra; y el estado de Sinaloa (producción agrícola, ferrocarriles Kansas City México y Oriente, el Sub Pacífico)35.

Como puede observarse, el Estado Mexicano a través de los profesores intentaba organizar una sociedad, basada en un proyecto de identidad nacional fincado en la premisa de la ciudadanía, una identidad o membresía individual disponible para todos a través de la igualdad legal. En cada caso particular el nacionalismo se convertía en una serie de discursos en constante formación y negociación, compitiendo entre sí sobre un campo delimitado por la historia particular del poder regional36.

Con las materias impartidas, se buscaba concebir un hombre nuevo, regido bajo parámetros de autosuficiencia económica, política y social. Los conocimientos adquiridos por los alumnos servían para mantener una higiene personal y del hogar; mientras que las técnicas debían ayudar a obtener mejores productos regionales; las operaciones matemáticas para contar los salarios y criticar las ganancias exageradas de los hacendados, y la enseñanza de las biografía de las principales heroínas y héroes de la patria, las conmemoraciones y los símbolos patrios reforzaban el nacionalismo mexicano.

Para robustecer el proyecto nacional, los profesores impulsaron el estudio de las materias de Labor Social y Civismo. En la primera, por ejemplo, la profesora de Potrero, Choix, Josefina Vega enseñó a los niños a saludar a las personas mayores, participar en las fiestas cívicas, en las carreras de relevos y los ejercicios gimnásticos. En Civismo, el profesor de Bajosori, Antonio García L., orientó a sus alumnos en el arte de organizar sindicatos, comunidades agrarias, así como conocer los artículos Constitucionales, los tres poderes, las huelgas de Cananea y de Río Blanco, Himnos Nacional, Socialista y Agrarista. El mismo maestro, adiestraba a sus pupilos en los tejidos y bordados de hilos y estambre, cerámica, la palma y en la construcción de hamacas de ixtle. No faltó, la Lengua Nacional, que instruía a los niños en los cuentos, las recitaciones, dramatizaciones, redacción de vales, recados, actas, recibos y escritura37.

2. La interiorización de los evangelios educativos

La tarea del maestro no se circunscribía solamente al salón de clases, para ciudadanizar e incorporar a los campesinos y obreros al nuevo Estado Mexicano, necesitó expandir su radio de acción en otros ámbitos. Las clases-práctica fueron acompañadas de rituales cívicos nacionales y festivales, que la misma SEP había instaurado como obligatorias.

Los profesores rurales en sus respectivos centros de trabajo organizaron comités y asociaciones de alumnos, de padres de familia y deportivos, todo con el fin de impulsar y desarrollar festivales académicos y culturales, eventos sociales y deportivos según los ritmos del calendario escolar. En las escuelas rurales El Doradito, Nío, Bamoa y Verdura, Guasave; Chinobampo y la cabecera municipal de El Fuerte; Bajosori y La Vaca, Choix, los profesores fundaron dos organizaciones: la Asociación de Padres y Madres de Familia; y la Juventud Varonil y Femenil. Las dos agrupaciones se desglosaban en comisiones que se dedicaban a labores de higiene, mejoramiento material de la escuela, campañas contra el alcoholismo, tribuna de justicia; caja de ahorro, acción social y cultural; crecimiento y deporte; asistencia y puntualidad de los alumnos.

A tono con el calendario escolar, los profesores de Bajosori, Chinobampo y Verdura; Antonio García, Celedonio López Ramírez y Cecilio Pazos Gutiérrez, organizaron los siguientes eventos cívicos y culturales: Día de la raza, Semana de la higiene, Aniversario de la Revolución Mexicana, Aniversario de la muerte de Morelos, Batalla ganada de San Pedro, Aniversario de la Constitución de 1917; Ceremonia del árbol, Muerte de Francisco I Madero, Natalicio de Juárez, Muerte de Zapata, Día del niño, Día del trabajo, Natalicio de Hidalgo y Día de la madre38.

Los festivales se organizaban bajo el mismo procedimiento39. El festival sobre el 20 de noviembre, iniciaba con la inauguración del Presidente Municipal o la autoridad más cercana; luego los alumnos realizaban distintas actividades, por ejemplo, en Bamoa, los alumnos de 5° y 6° llevaron a cabo una dramatización relacionado con el 20 de noviembre; la alumna, Sofía Ochoa, pronunció un discurso alusivo a la Revolución de 1910; los estudiantes de 6°, recitaron poesías de la Revolución; Refugio Llanes, entonó canciones populares; mientras tanto, los alumnos de 3°, ejecutaron un Sainete Cómico y un Diálogo; hubo una manifestación antialcohólica; y por último se entonó el Himno Nacional40.

El maestro rural también constituía comisiones de higiene, cuya misión era lanzar compañas de limpieza y vacunación. En Nío y El Dorado, por ejemplo, los profesores Román R. Ramos, Ramón Guzmán establecieron el Día de Educación Higiénica: grupos de estudiantes diseminados por la comunidad, desmontaban la maleza, recolectaban y quemaban la basura regada en las calles, los patios de las casas y los caminos que separan el poblado de otras comunidades; mientras que los charcos de agua, los pantanos y las norias fueron limpiadas y aterradas, para evitar que se reprodujera el mosco, productora de paludismo. Y para mantener la regularidad del aseo y la limpieza, los maestros constituyeron comisiones de alumnos encargados de supervisión y asesoramiento a la gente del lugar.

Los maestros reforzando y poniendo en práctica la materia de Ciencias Naturales, realizaban pláticas y conferencias sobre la higiene persona, salud física41; y para evitar que la gente de los pueblos hiciera sus necesidades fisiológicas en el monte, los profesores les enseñaron a construir letrinas "la gente hizo su hoyo, su desnivel, su cajón, su rueda y su casita y toda la cosa"42. Los apóstoles de la educación también se ocupaban de gestionar ante los Servicios Sanitarios del Estado, vacunas para los pobladores, por ejemplo, el profesor Román en respuesta a su solicitud, recibió del Dr. Alberto Islas Chacón 400 dosis contra el paludismo, que fueron aplicados a 47 niñas, 55 niños y el 50% de los habitantes del poblado y todavía alcanzó para prevenir la enfermedad en un 25% de los ranchos circunvecinos43.

Los maestros rurales en las comunidades construyeron Ligas de Padres de Familia, ya sea para organizar fiestas, eventos culturales o para el cultivo de la parcela escolar, cuyas ganancias eran para remodelar o construir escuelas. En Verdura, el Comité de Padres de Familia conformado por el profesor Jesús Huess B., se encargó de la reparación del teatro al aire libre, de la construcción de dos baños, formó un parque infantil con columpios, cancha de voleibol de basquetbol y beisbol; al mismo tiempo, la agrupación de padres de familia impulsó la producción de la parcela escolar, reparaba las cercas y construía mesas colectivas para la escuela44.

A veces, para la construcción del edificio escolar, las autoridades y las haciendas de la región organizaban fiestas donde recaudaban recursos económicos. En San Blas, el síndico municipal, Jesús Esparragoza con la intención de colectar fondos para la escuela llevó a cabo una fiesta en la hacienda Buena Vista con anuencia de los dueños, y para mayor éxito invitó a los empleados del empaque de Parmazo, pero el Jefe del Comisariado Ejidal, en compañía de la Defensa Rural irrumpieron violentamente en el salón de fiestas "ordenando dejara de tocar la música y por lo tanto se retiraron inmediatamente de aquel lugar, porque allí solo mandaban ellos y que ni la autoridad civil ni la militar tendrán que ver en la demarcación de su mando"45.

La SEP encomendó a los profesores rurales, las campañas de alfabetización, cuyo propósito se limitaba a "terminar con la ignorancia, hasta conseguir que no haya un solo individuo que no sepa firmar y escribir, sino que todos en su mayoría sea un pueblo capaz de defenderse de por sí solo y sea civilizado [...] para que se forme una consciencia de clase"46. Para cumplir con el proyecto de alfabetización, los profesores se valieron de una serie de mecanismos y herramientas; una de ellas fue la creación de la escuela nocturna para adultos, lugar donde se les enseñaba a escribir y leer, realizar actas, recibos; así como interpretar el Código Agrario, y estudiar las huelgas y la Constitución. El Teatro al aire libre fue otro recurso que los maestros utilizaron para ganar las consciencias e imprimir una visión sobre la nueva vida: Al respecto algunos actores recuerdan:

Organicé un grupo de jóvenes para hacer obras de teatro. Un cuerpo de difusión socialista, creábamos obras de teatro, metíamos poesía, corridos, parodias, canciones populares pero con mensajes socialistas. Se presentaban obras de teatro como la historia de un agrarista, se enaltecía al campesino, se cataban a un campo libre de patrones, de explotación [...] se trataba de combatir los vicios, preparar psicológicamente a la gente para luego hablarse en serio [...] presentábamos obras en el campo, yo escribí como tres obras de teatro "el dolor del campo", que presentábamos en las comunidades como una compañía ambúlate formada por maestros y vecinos [...] una comedia que se llamaba Se Vende una mula, era una trama muy simpática que venía en El Maestro Rural, de ahí nos arrancamos para escribir teatro nosotros [...] haciendo una apología de las personalidades que teníamos en la región47.

Las obras de teatro que funcionaban como mecanismos de transmisión de conocimientos, ayudaban a los niños y a los ciudadanos a construir una visión del mundo y a formar una representación sobre el campesino. Asimismo, a través de las obras de teatro se denunciaba y denostaba a las autoridades y hacendados enemigos del proyecto socialista. El profesor Natalio Landeros, por ejemplo, en Agua Caliente, Choix, recuerda que elaboró la comedia El caballo para que sea bueno, parodiando al dueño de la hacienda La Viuda, José María Soto.

Además de la escuela nocturna y del teatro al aire libre; el profesor dictaba conferencias periódicamente y, en otras ocasiones recurrían a las reuniones de padres de familia y de ejidatarios para transmitir la buena nueva cardenista. Los temas versaban sobre el Código Agrario, Artículos 123, 37 y 3° Constitucional; organización ejidal y sindical, huelgas, derechos del trabajador; mejoramiento de la producción agrícola, preparación de alimentos, la Revolución Mexicana; liberación económica y política; higiene, creación de cooperativas y colaboración con el gobierno de Cárdenas48.

Las asambleas de ejidatarios, se convirtieron en espacios adecuados para la educación del campesino. En el Zapote, El Fuerte, por ejemplo, en una reunión, el profesor del lugar con sus alumnos desarrolló un breve programa que terminó con la entonación del corrido del Agrarista49. En Nío, el profesor Román R. Ramos se presentó en la asamblea con el propósito de orientar a los campesinos en la lucha social y política de la comunidad, pero:

La directiva de la agrupación jamás ha querido cumplir con las normas que marca el Código Agrario tuviera desde luego algunas dificultades con el subscrito, sin lograr ningún descontrol en mi contra puesto que la totalidad de los siembras se convencieron de la realidad y veracidad de las orientaciones"50.

Los profesores rurales, no se quedaron con conferencias y obras de teatro. Permanecían en la comunidad los fines de semana y parte de las vacaciones, invertían su sueldo en la siembra de la parcela escolar y en otras ocasiones hasta de partero funcionaron51.

Los maestros rurales se convirtieron en los operadores directos del Estado Mexicano, pues organizaron sindicatos; fundaron cooperativas; y otras veces se desempeñaron como dirigentes agrarios. Por ejemplo, los profesores Antonio García, Aurelio Alatorre y Tejeda y Natalio Landeros Ramos en sus respectivas comunidades impulsaron la creación de cooperativas de consumo52; convocaron a reuniones generales para informar a la gente de los acontecimientos nacionales sucedidos entornó al gobierno de Cárdenas. Sobre ello un profesor sostenía:

Le expliqué la expropiación petrolera invitándolos a prestar nuestro respaldo moral y económico al gobierno de Cárdenas [...] los campesinos enviaron un telégrafo un voto de adhesión al presidente [...] se colectó $50. 00 que fueron enviados al Comité de Redención Nacional. En junio convoqué una reunión con el objeto de informar a los campesinos de los acontecimientos sediciosos nacidos en San Luis Potosíy encabezados por el traidor Saturnino Cedillo, en este momento otra vez como siempre supieron ponerse los campesinos a la altura de deber patentizando nuevamente por escrito el presidente de la República su respaldo, condenado así mismo a suerte la traición del fachista Cedillo. El cinco de junio se efectuó en esta escuela una junta a la cual concurrieron el Inspector de Educación Federal, algunos maestros de otras escuelas y gran número de representantes de diferentes comunidades agrarias del municipio con el objeto de la junta fue el de constituir la Alianza Regional Campesina Anti-Fachista [...] Vigilé porque se cumpliera fielmente con la Constitución, Ley Federal del Frabajo, Salario Mínimo53.

Este informe deja bien claro que la intervención de los profesores en las comunidades rurales fue muy efectiva. Los maestros se desempeñaron como conectores directos entre el Estado nacional y las comunidades. Estaban al tanto de lo que ocurría a nivel nacional; inmediatamente bajaron la información a los pueblos sobre la expropiación petrolera, la rebelión de Saturnino Cedillo y la Ley Federal del Trabajo.

3. Los maestros rurales: dirigentes agrarios y sindicales

En la comunidad del Triunfo, el profesor Ramón Sánchez M., se desempeñaba como asesor directo del Sindicato Venustiano Carranza. Esto provocó un conflicto con los dirigentes de la Liga de Comunidades Agrarias "Gabriel Leyva", que era dirigido por el Dr. Agustín G. del Castillo, Catarino E. González e Isabel García. Estos para golpear a su adversario, solicitaron al Director de Educación Federal, Elíseo P. Silva Garza, la destitución del profesor Ramón Sánchez. Los detractores de este sostenían lo siguiente:

Este lugar es mayor número de niñas que de varones en edad escolar y porque siendo mujer la directora del plantel educativo, impartirá una mejor enseñanza con más confianza. Porque el actual director con frecuencia se ausenta de este lugar, por cuyo motivo la niñez escolar pierde casi constantemente varias horas de clase54.

Sobre los hombros del profesor Sánchez pesaban las siguientes acusaciones: frecuente ausencia escolar; por funcionar como asesor jurídico sindical; por ejercer presión sobre los padres de familia por medio de multas a los niños que faltasen a la escuela; y prohibir a los indígenas ingresar al templo para rezar55.

En Pochotal, el profesor Dámaso Flores luchó al lado de los dirigentes de la Federación Local de Obreros y Campesinos del Valle de El Fuerte (FLOCVF), que estaba presidido por Guadalupe Carrillo, Roberto Flores y Pablo Mora. Estos desde tiempo atrás venían combatiendo a Francisco V. Ibáñez, Eligio Valenzuela y Ezequiel Camargo, partidarios de la Liga de Comunidades Agrarias56. Ambos grupos se disputaban la dirección del Comité Agrario; en 1936, Guadalupe Carrillo, Pablo Mora y el maestro Dámaso Flores lograron imponer en la organización agraria a Nazario Valenzuela, Octaviano Valenzuela y Rosalino Sombra57. El comité rápidamente fue reconocido por el gobernador Gabriel Leyva, lo cual estimuló a los sindicalistas, para que recurrieran a la oficina de Francisco V. Ibáñez para exigirle la entrega del archivo de la comunidad agraria, pero este respondió:

Nosotros nos negamos a entregar el archivo, y en particular exigían al tesorero para que entregara el archivo, y como vieron que no conseguirían sus fines, recurrieron al Sindico de Charay, para que por conducto de él les hiciéramos entrega del archivo, pero no estaba [...] regresaron para insistir la entrega del archivo"58.

Francisco Ibáñez y sus seguidores no reconocieron el nuevo comité, por el contrario, convocaron asamblea general para dirimir sus diferencias, logrando el reconocimiento de una parte de los asistentes. Además, consiguieron la caída del comisario municipal, Ezequiel Camargo; su lugar fue ocupado por Narciso Cruz, quien pronto quedó alineado al grupo de Francisco Ibáñez. El nuevo comisario, comenzó una cruenta persecución contra su adversario, y para mayor efectividad solicitó al Departamento de Educación en el Estado y al Presidente Municipal, la destitución del profesor Dámaso Flores, quien era acusado de no instruir adecuadamente a los niños y los "vecinos prefieren mejor no enviar a los hijos a la escuela mientras esté Dámaso [...] pedimos sea turnado a otro lugar"59. No fue suficiente la denuncia, pues para el 21 de marzo de 1936, el Comisario Municipal envió a Irineo Buichemea a cancelar el festival organizado por el maestro Dámaso en honor al natalicio de Benito Juárez.

Ante la agresión perpetuada contra Dámaso Flores, intervino el profesor Magdaleno Constantino, Inspector de Zona Norte, quien protestó y pidió a la autoridad municipal "garantías personalmente contra el comisario por atropellos a la escuela federal, impidiendo las actividades de la institución"60. El Presidente Municipal ordenó al Síndico de Charay solucionar el problema, este no tuvo otra opción que convocar una reunión de los actores en conflicto, el maestro Dámaso Flores, el comisario municipal y los miembros del Comité Agrario. Al primero lo acompañaba Gregorio Flores de quien recibió su apoyo en todo momento; y en contraparte aparecían Esteban Flores, Victoriano Guichia, Francisco Leyva, Dolores Valenzuela y Andrés García61.

El nudo de la madeja no se había desenvuelto totalmente. En marzo de 1936, el Sindicato de la Palma convocó asamblea general, asistieron como invitados los líderes del Sindicato de Pochotal, Agapito B. Velázquez, Eugenio Llanes y Emiliano Cota; así como José María Arredondo colaborador de la FLOCVF y el profesor de Jahuara, Inocente Flores. Se erigía como encargado de dirigir los debates de la asamblea Catarino González. Iniciaron las participaciones, Prudencio Neyoy lanzó la primera propuesta: exigir el cumplimiento a la hacienda del salario mínimo decretado por la Junta de Conciliación y Arbitraje; tal atrevimiento le costó a Neyoy un insulto y regaño de González62.

La asamblea, dominada por la Federación proclamó la voz de su ilustre figura el profesor Inocente Flores -quien se había desplazado desde Jahuara- para orientar a los obreros con respecto a los derechos y logros que obtendrían al adherirse a la Federación Local de Obreros y Campesinos del Valle del Fuerte; pero previendo una contundente derrota, Catarino ordenó a la Defensa Rural del lugar para disolver la sesión. Ante eso, los sindicalistas de la Federación protestaron y pidieron a las autoridades municipales el desarme de la Defensa Rural y, la destitución del comisario Municipal, aliado de Catarino. Estos contraatacaban diciendo que Prudencio Neyoy e Inocente Flores:

Hace bastante tiempo andan haciendo mala propaganda entre los agremiados y organizados de este lugar en perjuicio de la vecindad [...] el maestro de Jahuara en vez de estar dando clases nocturnas a los vecinos de Jahuara se viene hasta este lugar a formar porras entre los compañeros agremiados, yo [el comisario municipal] presencié el conflicto, el maestro se echó sobre la dirección de los debates63.

El radio de acción del profesor Inocente Flores, se extendía a distintas poblaciones, pero su centro de operaciones era la comunidad de Jahuara, lugar donde libraba una intensa lucha contra Rosario Vega, José Juan García y Eulalio Piñuelas, partidarios de Catarino E. González; quienes se encontraban apostados en el Comité Agrario de la comunidad. Para fracturar ese poder, Inocente Flores, el Comisario Municipal Miguel Bojorquez y el líder agrario Carlos Moradyo en enero de 1937, convocaron asamblea general: el motivo era cambiar de administración, porque "estos señores vienen como un asalto aquí, pero los compañeros que son la mayoría de los vecinos dijeron que no están de acuerdo con ellos"64.

Las discusiones en la asamblea se tornaron acaloradas y violentas. La facción sindicalista se impuso con 80 sufragios contra 20 de Rosario Vega. La nueva directiva quedó integrada por Luis Manzanares, Francisco García y Santos Galaviz, presidente, secretario y tesorero, respectivamente. Sin perder tiempo, la electa administración, apoyada por Inocente Flores y el Comisario Municipal exigieron a Rosario Vega la entrega del archivo; pero éste se negó diciendo:

Porque solicitaremos un comisionado para que esté [presente] y se dé cuenta que el comité blanco es maniobra del comisario y del profesor [...] toda vez que los vecinos, la mayoría están bien y este profesor desde que se hizo de esta escuela ha estado atropellando a los vecinos con este grupito de individuos que no nos dejan en paz"65.

Rosario Vega y Catarino E. González no estaban dispuestos a perder su espacio de poder, así que no reconocieron el nuevo comité agrario. Para sostenerse lanzaron una campaña de agitación en toda la población esgrimiendo: "ustedes no deberían estar con ellos, sino con nosotros que somos los directores de los compañeros"66. Para remachar su postura, Catarino movilizó las defensas rurales de la Palma, Mochicahui y Pochotal: llegaron a Jahuara Pablo Mejía,

Eleuterio Valenzuela, Florencio Ibáñez y Eligió Valenzuela, quienes se lanzaron contra los miembros de la Federación, a quienes amenazaron e injuriaron con una lluvia de palabras67. Al mismo tiempo echaron mano del recurso legal, solicitaron al Profesor Eliseo P. Salazar, Director Federal de Educación en el Estado, el cambio de Inocente Flores, porque "viene atropellando los vecinos cercando las posesiones en el Carricito, hasta Jahuara, hemos aguantado años, nosotros a Inocente"68.

Ante la insistencia y la presión ejercida por Rosario Vega y Catarino González sobre las autoridades, lograron la intervención del profesor Magdaleno Constantino, Inspector de las Escuelas Rurales de la Zona Norte, enviado por el director federal, para que investigara el conflicto entre Inocente Flores y el Comité Agrario de Vega. Constantino convocó asamblea general para investigar el malestar, pero 56 personas se pronunciaron por el vituperado profesor y, solo 34 se manifestaron en su contra. Los seguidores de Flores argumentaban que el profesor había creado una cooperativa de consumo, lo cual había traído como resultado el mejoramiento de la comunidad; mientras que Rosario Vega es:

Una persona inteligente y hábil para toda clase de actividades y que dirige según sus intereses personales a los incautos que tienen oportunidad de dar oídos a sus indicaciones [...] para conservar la autoridad en contra de la voluntad de la mayoría se vale de acusaciones gratuitas contra el maestro que guía honradamente y dentro de sus atribuciones y dentro del programa de su calidad de orientador desinteresado69.

Constantino convencido de la política cardenista y, miembro del Partido Comunista apoyó en su lucha al profesor Inocente Flores. La conclusión del Inspector fue la siguiente: la mayoría de la asamblea estaba conforme con el actuar del profesor y, por lo tanto no procedía el cambio solicitado por un grupo minoritario, dirigido por las ambiciones personales de Rosario Vega y José Juan García, quienes fueron nombrados en el pasado por Manuel Páez. Para solucionar el conflicto, Constantino sugirió la remoción de los dos elementos beligerantes y, al mismo tiempo reprendió a Vega diciéndole que se abstenga de hacer propaganda para mantenerse en el cargo, porque no tenía simpatías en la mayoría de los vecinos"70.

La postura favorable a Inocente Flores, no gustó mucho a los inconformes, pues pronto lanzaron una lluvia de quejas y denuncias contra Constantino. Sobre él decían:

Defendió a capa y espada al maestro Inocente [...] éste maestrito ya hasta el inspector engañó y el inspector hasta ordena que se derogué los comités que está formado de acuerdo al Código Agrario, no es el inspector el que debe ordenar que se derogué los comités agrarios, el código dice en su artículo 1° que deben llevar los trámites, resoluciones y ejecuciones, los gobernadores, las comisiones agrarias mixtas [...] porque vemos que un simple Inspector de Escuela como Magdaleno viene a imponerse aquí hasta ordenar que días se hagan las sesiones ¿Dónde está la idolatría a la Revolución que dicen sustentar estos señores? Nos han tratado como se les ha pegado en gana por Inocente V. Flores y el inspector [...] nosotros somos respetuosos de las dependencias del gobierno federal o estatal, pero que se nos trate como gentes no como animales o como bestias de carga71

Los miembros de la Federación Sindical y, sus aliados los profesores, se habían impuesto nuevamente contra los seguidores de Catarino González y Agustín del Castillo. Esa derrota sumía a los enemigos de Inocente Flores en una profunda amargura y rencor, que incluso llegaron a vociferarle públicamente:

Desprecio para éste miserable hipócrita es una cuestión que hay que aplicarle cuantas veces sea necesario la mala suerte que nos llegase a poner frente a estos tan bajos e infame superados que por una parte chupan el sueldo que el gobierno federal les otorga y por otra hacen propaganda en contra de él mismo y de la Liga esperamos que tomara en cuenta estas razones"72

Los profesores Ramón Sánchez M., Dámaso e Inocente Flores funcionaron como articuladores directos entre el Estado Nacional Cardenista y las Comunidades Agrarias. Se convirtieron en asesores directos de los sindicatos afiliados a la Central de Trabajadores de México. Asimismo, los maestros se desempeñaron como líderes agrarios, pues fundaron y organizaron Comités Agrarios en diferentes comunidades; para ello tuvieron que enfrentarse con agrupaciones agrarias tradicionalista como la Liga de Comunidades Agrarias "Gabriel Leyva", así como hacendados que se oponían a la reforma agraria.

CONCLUSIÓN

La Revolución mexicana de 1910 destruyó el Estado que antes existía y para volver a construirlo fue necesario establecer un diálogo con diversos movimientos sociopolíticos y surgió de una difícil negociación entre los actores nacionales, regionales y locales en que el poder se disputó y se desarrolló. En ese proceso jugaron un papel central los cabecillas de las poblaciones, los jefes locales, y los maestros quienes se convirtieron en articuladores o intermediarios entre la sociedad rural marginada y el naciente sistema político mexicano.

El Estado mexicano emprendió una agresiva revolución cultural, que fue llevado a los pueblos por los maestros, quienes se lanzaron a la conquista de las mentes y las almas de los campesinos y obreros. La revolución cultural llegó a través de los maestros a los lugares más recónditos del estado de Sinaloa. En los poblados y las cabeceras municipales, los profesores organizaron sociedades de padres de familia con el fin de implementar campañas de higiene personal, limpieza del poblado, vacunación y la arborización de calles y parques. Al mismo tiempo, los maestros realizaban obras de teatro al aire libre con fines pedagógicos, para que los alumnos y los ciudadanos identificaran a los hacendados como enemigos y explotadores. Asimismo, se fundaron escuelas nocturnas para palear el analfabetismo; además, se celebraron reuniones donde se dictaban conferencias con temas referentes a Ley Federal del Trabajo, Salario mínimo, el Código Agrario y la rebelión el "traidor" Saturnino Cedillo.

Los maestros asumieron el papel de dirigentes agrarios y asesores de sindicatos. Se distinguieron bajo ese rol los siguientes maestros: Ramón Sánchez destacó en la comunidad del Triunfo; Dámaso Flores figuró en Pochotal; mientras que Inocente Flores descolló como unos de los más prominentes líderes agraristas en La Palma y en Jahuara. Este fundó cooperativas comunitarias que eran administradas y trabajadas por los campesinos de la región. Los maestros pertenecían a la Federación Local de Obreros y Campesinos del Valle de El Fuerte (FLOCVF), que posteriormente fue filial de la Central de Trabajadores de México. Los profesores en este caso lucharon contra la Liga de Comunidades Agrarias "Gabriel Leyva", que era presidida por Agustín G. del Castillo, Catarino González e Isabel García. Como puede observarse dos agrupaciones horizontales se enfrentaron con el fin de posicionarse y tomar el control político en la región.


1 Doctor en Ciencias Sociales. Profesor de asignatura en la Escuela de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Autor del libro Movimiento estudiantil en la uas, 1966-1972, y del artículo "La construcción de una experiencia: reprogramación y humanización de la plataforma", Revista Mexicana de Bachillerato a Distancia, no. 10 (2013). Mención honorífica en el Premio del Ensayo Histórico, Social y Cultural Sinaloa 2013, por parte del Institutito Sinaloense de la Cultura (isic). Este artículo forma parte del capítulo cuatro de la tesis de doctorado en Ciencias Sociales, titulado Entre las aspiraciones agrarias y los vaivenes de la política en Sinaloa, 1915-1969, defendido en la Universidad de Guadalajara, 19 de agosto de 2013 y se relaciona con el proyecto de investigación "la Formación de las maestras rurales en Colombia y Brasil. Perspectivas de estudios comparados en Educación SGI 1730" dirigido por el grupo de investigación HISULA - UPTC. Email: rafaelsantos921@gmail.com

2 El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 7 de junio de 1927, p. 3.

3 Mary Kay Vaughan, La política cultural en la Revolución. Maestros, campesinos y escuelas en México, 1930-1940 (México: Fondo de Cultura Económica, 1997), 57.

4 Ibíd., 59.

5 Bassols, extendió los mecanismos de preparación y movilización de maestros. Para mejorar sus conocimientos en materias de agricultura, fundó varias Escuelas Rurales Normales vinculadas a las escuelas Centrales Agrícolas. Las misiones culturales se unieron a esas instituciones para que los maestros pudiesen desarrollar sus habilidades en beneficio de la comunidad. Se intensificó la instrucción en economía doméstica, salud e higiene. Se reclutaron más maestras, se extendió y mejoró el sistema de inspectores de la SEP; provisiones de diploma normalistas, los inspectores bimestralmente preparaban maestros en los centros pedagógicos. Ibíd., 60.

6 Ibíd., 61.

7 Guillermo Palacios, La pluma y el arado. Los intelectuales pedagogos y construcción sociocultural de "problema campesino" en México, 1932-1934 (México: El Colegio de México y el Centro de Investigación y Docencia Económicas, 1999), 192.

8 Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 26 de noviembre de 1929, p. 3.

9 Entre los objetivos de los comités antialcohólicos estaban: informar a la opinión pública sobre los usos de las bebidas alcohólicas por medio de conferencias, libros, periódicos, folletos y cuantos medios estuvieran al alcance; influir en las autoridades correspondientes para lograr medidas orientadas a la erradicación del consumo de bebidas embriagantes y fomentar la fundación de otros comités antialcohólicos. Félix Brito Rodríguez, "Alcohol, política, corrupción y prostitución en el Sinaloa pos revolucionario", en Historias de la Revolución en Sinaloa, Samuel Ojeda Gastelum y Matías Hiram Lazcano (Culiacán: Universidad Autónoma de Sinaloa, 2011), 208-209.

10 Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 26 de noviembre de 1929, p. 3.

11 Félix Brito Rodríguez "Alcohol, política, corrupción...", 208-209.

12 Guillermo Palacios, La pluma y el arado., 39-42.

13 Tomás Ruiz Ruiz, "Misión Cultural en Choix, del maestro Luís G. Medellín, año de 1930", en Choix. Encuentros con la Historia, tomo I. José María Figueroa y Gilberto López Alanís (Culiacán: Gobierno del Estado de Sinaloa, 2003), 90.

14 Ibíd., 90-91.

15 El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 15 de junio de 1930, p. 1

16 El Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 19 de junio de 1930, p. 1.

17 Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 6 de febrero de 1929, p. 3.

18 Ibíd., 3.

19 Archivo Histórico del Estado de Sinaloa (AHES), Carpeta: 11R3, exp. Fin de Curso (FC), julio de 1933, f. 20.

20 Ibíd. 20.

21 Demócrata Sinaloense, Mazatlán, 24 de septiembre de 1928, p. 2; 22 de septiembre de 1929, p. 3.

22 AHES, Carpeta: 10RU1, exp. FC, enero de 1932, f. 30.

23 Archivo Histórico del Ayuntamiento de El Fuerte (AHAF), Fondo Correspondencia, Carpeta: Secretaría de Gobierno 1937, p. 58, noviembre de 1931.

24 AHES, Carpeta: 10RU1, enero de 1932, f. 9.

25 Mary Kay Vaughan y Susana Quintanilla, Escuela y sociedad en el período cardenista (México: Fondo de Cultura Económica, 1997), 86.

26 Ibíd., 87.

27 Ibíd., 88-89.

28 Lourdes Cuevas Tazzer, La Educación Socialista en Sinaloa, 1934-1940 (Culiacán: Universidad de Occidente, 2001), 73.

29 Ibíd., 76.

30 Se esforzó por restablecer estrechas relaciones con las autoridades locales e impulsar la integración entre maestros federales y estatales. Se realizaron convenios de colaboración con Departamento Agrario, Departamento Forestal de Caza y Pesca, Secretaría de Hacienda, de Salubridad Pública, autoridades militares y municipales, así como con los Bancos Nacional de Crédito Ejidal y Nacional de Crédito Agrícola. El Profesor Silva Garza, realizó una ardua labor de estudio y convencimiento a nivel local, así como gestiones entre la SEP para establecer un internado Indígena y una Escuela Regional Campesina en la entidad, para ofrecer atención a una población de aproximadamente 9 mil indígenas mayos (Sinaloa y sonora); serviría además, como centro escolar para otros indígenas del noroeste del país. Le propuso a la SEP, construir el Internado Indígena en el latifundio Stonum, ubicado entre los pueblos de

San Blas y Los Mochis, cerca de un núcleo indígena mayor de la región del Fuerte. La intención era lograr la incorporación de las comunidades indígenas por medio de una institución que, lejos de aislar jóvenes e infantes de su cultura, funcionara como un centro comunal, donde se trabajara colectivamente para el beneficio económico y cultural de ellos y de sus comunidades. La escuela Regional Campesina, atendería la demanda educativa de los maestros y de cientos de hijos de trabajadores agrícolas de la entidad formándolos para el medio rural sinaloense. Ofrecerles una enseñanza elemental agrícola, ganadería e industrial, se les formaría para ser verdaderos promotores de las comunidades. Ibíd., 88-89.

31 Archivo Histórico de la Secretaría de Educación Pública (AHSEP), exp. 248.53, citado en Lourdes Cuevas, La Educación Socialista..., 108.

32 AHSEP, exp. 318.11 y 297.5, citado en Lourdes Cuevas, 112.

33 AHES, Carpeta: 07R1, Bis, exp. FC, enero de 1940, f. 12.

34 AHES, Carpeta: 07R1, Bis,exp. FC, Julio de 1939, f. 30.

35 AHES, Carpeta: 11R8, exp. FC, s/f, f. 26,

36 Florencia E. Mallon, Campesinos y Nación. La construcción de México y Perú poscoloniales (México: El Colegio de San Luís, El Colegio de Michoacán y El Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, 2003), 81-82.

37 AHES, Carpeta: 11R8, FC, julio de 1940, f. 43.

38 AHES, Carpeta: 10R2, FC, julio de 1938, f. 50.

39 Para celebrar el 18 de marzo, el día de la expropiación petrolera, el director de la escuela de Bamoa, pronunció un discurso alusivo al momento; acto seguido, los alumnos de 4°, recitaban una poesía coral; después los estudiantes de 6°, cantaban el corrido El Petróleo. Sobre la batalla del 5 de mayo, el festival se desarrollaba de la siguiente manera: Diálogo ejecutado por niños de 3°; recitación de poesía por alumna de 4°; marcha El tambor por un grupo de niños de 1°; Recitación a la Bandera por alumna de 2°; Himno a Zaragoza, coreado por todos los alumnos de la escuela; poesía 5 de mayo por alumnos de 4°; poesía 5 de mayo por la profesora Rafaela Sarabia; Marcha El Batallón, por alumnos 4 y 6° año; Himno Nacional coreado por todos los alumnos de la escuela. La celebración del Día de la madre contenía los siguientes piezas: Dramatización Feliz ejecutado por alumnos de 3°; Bailable, Guadalajara realizada por estudiantes de 3° y 4°; Recitación a la madre por la alumna Ramona Valle; Canción ranchera; Bailable Amor chiquita, alumnos de 4°; Alocución por Rafael Sarabia; Recitación a la madre por estudiante de 4°; Canto a la madre por Refugio Llanes; Las Hadas del Bosque, por niños de 5 y 6°; Dramatización 10 de mayo; Canto por la niña María Ávila; Bailable Sevillanas por alumnos de 2°; Dramatización Sacrificio; Bailable Las Cocineras; China Poblana; Bailable Voy que te pica el amor; y el Himno Nacional. AHES, Carpeta: 11R8. exp. Secretaría General de gobierno, sección de Educación Primaria, mayo de 1941, f. 22.

40 AHES, Carpeta: 11R8, exp. FC, noviembre de 1940 f. 34.

41 AHES, Carpeta: 11R8, exp. FC, julio de 1941, f. 23.

42 Entrevista realizada a NatalioLanderos Ramos, Culiacán, Sinaloa, 1, 2 y 3 de junio de 1987.

43 AHES, Carpeta: 11R6, FC, julio de 1940, f. 23

44 AHES, Carpeta: 11R3, exp. Dirección General de Educación, julio de 1941, f. 23

45 AHAF, Fondo Correspondencia: C. 22, exp. 4, marzo de 1936.

46 AHES, C. 11R6, exp., Dirección General de Educación, julio de 1939, f. 6.

47 Entrevista 12, en Lourdes Cuevas Tazzer, La Educación Socialista en Sinaloa..129; Natalio Landeros, "entrevista citada".

48 AHES, Carpeta: 07R1, Bis., exp. Escuela Rural Bajosori, Julio de 1939, f. 36.

49 AHAF, Fondo Correspondencia: c. 26, exp. 6, febrero d 1936, f. 49.

50 AHES, C.11R6, exp., Escuela Rural Tipo "B", julio de 1939, f. 6.

51 NatalioLanderos, "entrevista citada".

52 Las cooperativas operaban como antídoto contra las tiendas de raya de los hacendados. La siembra de árboles frutales, que se distribuían en la comunidad, costureras comunales, con algunas máquinas elaboraban la ropa necesaria para los pobladores.

53 AHES, Carpeta: 11R6, exp. Escuela Rural Tipo "B", julio de 1938, f. 4.

54 AHAF, Fondo Correspondencia, c. 24, exp. 22, marzo de 1938, f. 28.

55 Esporádicos fueron los casos en Sinaloa donde los apóstoles de la educación atacaron a la religión, si acaso una vez el Director de Educación Federal Silva Garza solicitó al gobernador expulsar a dos sacerdotes "sin escrúpulo" que estaban actuando contra la educación socialistas, mientras que en Palos Verdes, Guasave, los agraristas acusaban en julio de 1935, a dos maestras de "reaccionarias y beatas". En el norte la regularidad fue no meterse o atacar las tradiciones religiosas de los indígenas. Al respecto, recuerdan los profesores: "donde nunca penetramos fue en lo que los indios creían y han creído siempre, en las cosas que deben ellos sus fiestas, donde bailan sus pescolas y todo eso. Cómo interpreta el indígena el sacrificio de Cristo, lo que era la Semana Santa, en que los oficios eran verdaderos ritos [...] Cada quien tenían lo que quería tener de ideas [...] ellos creían [...] en esta zona son muy creyentes, católicos ¿no? , las judías por ejemplo, hacían sus fiestas, vivimos entre ellos y las festejábamos como fiestas no como religión. Entrevista 7 y Miguel Castillo Cruz en LourdesCuevas Tazzer, La Educación Socialista en Sinaloa., 126-127.

56 AHAF, Fondo Correspondencia, c. 24, exp. 7, enero de 1936, p. 27 y febrero de 1936, f. 26.

57 Archivo del Registro Agrario Nacional-Delegación Sinaloa, c. 23, exp. 43, enero de 1936, fs. 33-34.

58 Archivo del Registro Agrario Nacional-Delegación Sinaloa (ARAN-DS), c. 23, exp. 43, de febrero, f. 29.

59 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1936, f. 63.

60 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1936, f. 61-62.

61 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, mayo de 1936, f. 26.

62 AHAF, Fondo Correspondencia., c. 26, exp. 8, marzo de 1936, fs. 8-9.

63 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1936, f. 69.

64 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, enero de 1937, f. 28.

65 Ibíd.,28.

66 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1937, f. 29.

67 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, Jahuara, marzo de 1937, f. 32.

68 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1937, f. 50.

69 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, s/l y f, f. 53.

70 Ibíd., f. 54; ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1937, f. 51.

71 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1937, f. 49.

72 ARAN-DS, c. 23, exp. 43, marzo de 1937, p. 46.


FUENTES

ARAN-DS: Archivo del Registro Agrario Nacional-Delegación Sinaloa

AHAF: Archivo Histórico Ayuntamiento de El Fuerte 

AHES: Archivo Histórico del Estado de Sinaloa

ENTREVISTAS

Landeros Ramos, Natalio. Entrevista realizada por Lourdes Cueva Tazzer, Culiacán, 1, 2 y 3 de junio de 1987.

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