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Revista Historia de la Educación Latinoamericana

versión impresa ISSN 0122-7238

Rev.hist.educ.latinoam. vol.23 no.37 Tunja jul./dic. 2021  Epub 28-Abr-2022

https://doi.org/10.19053/01227238.12704 

Artículos

Educación en tiempos de pandemia: Perspectivas del modelo de enseñanza remota de emergencia en Colombia1

Education in times of pandemic: Perspectives of the emergency remote teaching model in Colombia

Educação em tempos de pandemia: Perspectivas do modelo de ensino remoto de emergência na Colômbia

Álvaro Acevedo-Tarazona2 
http://orcid.org/0000-0002-3563-9213

Ana Cecilia Valencia-Aguirre3 
http://orcid.org/0000-0001-5766-712X

Angie Daniela Ortega-Rey4 
http://orcid.org/0000-0003-0125-2333

2 Universidad Industrial de Santander, Colombia https://orcid.org/0000-0002-3563-9213 Doctor en Historia. Profesor Titular Universidad Industrial de Santander. Director del Grupo de Investigación Políticas, Sociabilidades y Representaciones Histórico-Educativas (PSORHE), correo electrónico: tarazona20@gmail.com.

3 Universidad de Guadalajara, México https://orcid.org/0000-0001-5766-712X Doctora en Educación, Profesora Investigadora del Departamento de Filosofía. Universidad de Guadalajara. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT México, correo electrónico anaceciliava@yahoo.com.mx

4 Universidad Industrial de Santander, Colombia https://orcid.org/0000-0003-0125-2333 Magíster en Historia y Filósofa. Universidad Industrial de Santander. Miembro del Grupo de Investigación Políticas, Sociabilidades y Representaciones Histórico-Educativas (PSORHE), correo electrónico: angied.ortega@hotmail.com.


Resumen

Objetivo:

Debido a la crisis educativa producida por la pandemia de COVID-19, este artículo explora el impacto que el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) ha tenido sobre el sector educativo colombiano y, al mismo tiempo, sobre los actores que se han visto involucrados en este giro académico hacia la virtualidad.

Originalidad/aporte:

Consideramos de suma importancia comprender el impacto que el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) ha tenido sobre los procesos educativos y los actores que participaron en él durante la reciente pandemia de COVID-19 en Colombia. A partir del análisis de las implicaciones positivas y negativas de este modelo de enseñanza, se logran identificar las distintas falencias que exhibe el sistema educativo nacional en su tránsito a la virtualidad y así mismo, se plantean algunas oportunidades de mejora.

Método:

Para el desarrollo de esta investigación se optó por una metodología de tipo cualitativa con orientación interpretativa. El enfoque histórico-hermenéutico orientó el análisis de la información recolectada, en razón a que esta investigación busca comprender la experiencia educativa en tiempos de pandemia.

Estrategias/recolección de información:

La recolección de información se realizó a través de revisión documental de fuentes en línea, prensa y entrevistas semiestructuradas. Para el análisis y revisión documental de publicaciones periódicas se acudió a la información que durante el año 2020 circuló en periódicos nacionales e internacionales como El Tiempo, Revista Semana, BBC News Mundo y CNN en Español. La recopilación de documentos en línea se llevó a cabo por medio de la plataforma Google Scholar. Por su parte, las entrevistas fueron de carácter abierto, lo cual permitió partir de una pregunta generadora con el fin de no sesgar el relato y, así mismo, promover nuevas preguntas y ampliar la narración. Los criterios para la selección de los participantes tuvieron que ver con su filiación institucional a la Universidad Industrial de Santander en calidad de estudiantes y a su condición socioeconómica.

Conclusiones:

Con este artículo se concluye que a pesar de los esfuerzos q gubernamentales por propiciar un ambiente de aprendizaje en línea y de la disposición de profesores y alumnos hacia los nuevos espacios virtuales de enseñanza-aprendizaje, la pandemia ha dejado al descubierto un cúmulo de dificultades de infraestructura digital, al igual que una brecha no solo generacional sino también económica, lo cual imposibilita la continuidad de un proceso educativo pleno y de calidad.

Palabras clave: Educación; Enseñanza Remota De Emergencia (ERT); pandemia; COVID-19

Abstract

Objective:

Due to the educational crisis caused by the COVID 19 pandemic, this article explores the impact that the Emergency Remote Teaching (ERT) model has had on the Colombian educational context, as well as on the actors involved in this academic shift towards virtuality.

Originality/contribution:

We consider of utmost importance to understand the impact that the Emergency Remote Teaching (ERT) model has had on the educational processes and their actors during the recent COVID-19 pandemic in Colombia. From the analysis of the positive and negative implications of this teaching model, it is possible to identify different shortcomings of the national education system in this transition to virtuality. Some opportunities for improvement are also proposed.

Method:

this research was developed under a qualitative methodology with interpretative orientation. The historical-hermeneutic approach guided the analysis of the information collected, since this research seeks to understand the educational experience in times of pandemic.

Strategies/information collection:

The collection of information was done through documentary review of online sources, press and semi-structured interviews. For the documentary analysis and review of periodical publications, information that circulated during 2020 in national and international newspapers such as El Tiempo, Revista Semana, BBC News Mundo and CNN en Español was used. The collection of online documents was carried out through the Google Scholar platform. The interviews were open-ended, which allowed us to start from a generative question in order to avoid biasing the story and, at q the same time, to foster new questions and expand the narrative. The criteria for the selection of the participants had to do with their institutional affiliation to the A Universidad Industrial de Santander as students and their socioeconomic status.

Conclusions:

From this article it is possible to conclude that despite government efforts to promote an online learning environment and the willingness of teachers and students to adapt to the new virtual teaching-learning spaces, the pandemic has exposed great difficulties related to digital infrastructure, as well as a gap -not only generational but also economic- that make it impossible to ensure the continuity of a thorough and quality educational process.

Keywords: Education; Emergency Remote Teaching (ERT); pandemic; COVID-19

Resumo

Objetivo:

Devido à crise educacional produzida pela pandemia do COVID 19, este artigo explora o impacto que o modelo de Ensino Remoto Emergenci teve no setor educacional colombiano e, ao mesmo tempo, nos atores que estiveram envolvidos nesta virada acadêmica para a virtualidade.

Originalidade / contribuição:

Considera-se muito importante compreender o impacto que o modelo de Ensino Remoto de Emergência (ERT) teve nos processos educacionais e nos atores que participaram dele durante a recente pandemia de COVID-19 na Colômbia. A partir da análise das implicações positivas e negativas deste modelo de ensino, é possível identificar as diferentes deficiências que o sistema educativo nacional apresenta na sua transição para a virtualidade e propor algumas oportunidades de melhoria.

Método:

Para o desenvolvimento desta pesquisa, optou-se por uma metodologia qualitativa com orientação interpretativa. A abordagem histórico-her-menêutica orientou a análise das informações coletadas, uma vez que esta pesquisa busca compreender a experiência educativa em tempos de pandemia.

Estratégias / coleta de informações:

A coleta de informações foi realizada por meio de revisão documental de fontes online, imprensa e entrevistas semiestruturadas. Para a análise e revisão documental das publicações periódicas, foram utilizadas as informações que circularam em jornais nacionais e internacionais como El Tiempo, Semana Magazine, BBC News Mundo e CNN en español durante 2020. A plataforma Google Scholar foi utilizada para q coleta de documentos online. Por sua vez, as entrevistas foram abertas, o que permitiu partir de uma questão geradora para não distorcer a história, gerar novas questões e ampliar a narrativa. Os critérios de seleção dos participantes referiram-se à sua afiliação institucional à Universidade Industrial de Santander como alunos e ao seu nível socioeconômico.

Conclusões:

O artigo conclui que, apesar dos esforços governamentais em promover um ambiente de aprendizagem online e da disposição de professores e alunos para novos espaços virtuais de ensino-aprendizagem, a pandemia expôs uma série de dificuldades de infraestrutura digital, bem como uma lacuna não só geracional, mas também econômico, o que impossibilita a continuidade de um processo educacional pleno e de qualidade.

Palavras-chave: Educação; Ensino Remoto Emergencial (TRE); pandemia; COVID-19

Introducción

El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS-CoV-2), responsable de la reciente pandemia de COVID-19, se ha expandido por todos los rincones del mundo de forma tan acelerada como preocupante. A su paso, además de pánico y zozobra, ha creado una crisis de características inimaginables que se extiende del ámbito sanitario al económico, político, social y cultural1, configurando así un evento difícil de ignorar para la mayoría de los gobiernos que han visto tambalear, tanto sus políticas sociales, como sus sistemas de salud, ante la celeridad con la que este nuevo virus se ha propagado entre la población y ha cobrado la vida de millones de personas. Desde que el brote se identificó por primera vez en China, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una rápida alarma a los países asiáticos que entre 2002 y 2003 ya habían sufrido un brote de SARS (SARS-CoV-1), epidemia de etiología similar y, en su momento, catalogada como la primera enfermedad desconocida del siglo XXI2. Este brote llegó a expandirse por veintinueve países, dejando entre sus estadísticas al menos 8 000 personas infectadas y cerca de 774 muertes en todo el mundo3.

El miedo generalizado a vivir un nuevo contagio de estas características llevaría a la rápida implementación de distintos tipos de control sanitario en regiones y países cercanos a China, así como a las primeras investigaciones en torno al surgimiento del brote4. Sin embargo, ni los estrictos controles en fronteras y aeropuertos o la implementación de cuarentenas obligatorias frenaría el avance del virus que durante los primeros meses del año 2020 empezó a propagarse rápidamente. Asia5, Europa6, Estados Unidos7 y Latinoamérica8 se sumaron apresuradamente al listado de regiones con contagios activos en su territorio. Este panorama dio pie a que el 11 de marzo la OMS declarara la situación sanitaria como una pandemia global debido a la velocidad de propagación que evidenciaba el SARS-CoV-2 y a su escala de transmisión, ya que para la fecha "el número de casos fuera de China se había multiplicado por 13 y el número de países afectados se había triplicado"9. En medio de esta situación las medidas más efectivas para controlar el rápido ascenso de infectados incluyeron el aislamiento por sospecha de contagio, el cierre de lugares que propiciaran la aglomeración de personas, el uso obligatorio de tapabocas, el lavado de manos y, sobre todo, el distanciamiento social, pues las vacunas para inmunizar a la población y los tratamientos médicos para combatir los casos más críticos aún se encontraban en etapa inicial.

De este modo, la cotidianidad de buena parte del planeta empezó a transformarse sustancialmente. Las restricciones impuestas con el fin de frenar el avance del virus llevaron a que todo tipo de actividad social migrara al ámbito virtual, lo que haría más fácil su desarrollo desde la ubicuidad del mundo web. Quedarse en casa teletrabajando, estudiando o llevando a cabo todas aquellas actividades que anteriormente involucraban algún tipo de interacción social física, se convirtió en la mejor opción para los individuos que podían continuar con la vida laboral desde casa, mientras que otros siguieron movilizándose a sus lugares de trabajo. Tal situación produjo un aumento en la socialización virtual y, por ende, en el acelerado ritmo que tomó la vida digital. Noticias, videos, memes y todo tipo de contenido divulgado por medio de Redes Sociales permitió que se afianzara cada vez más este nuevo estilo de vida que, si bien, ya se venía popularizando desde la década de los noventa con la expansión del Internet, la explosión tecnológica, digital e informativa que propició la pandemia hizo que cobrara mayor relevancia. A partir de esto, es posible afirmar que la globalización digital que se produce a partir el año 2020 no solo instaura nuevas dinámicas sociales a nivel mundial, sino que también favorece la aparición de estrategias adaptativas para hacer frente a un nuevo estilo de vida mediado por pantallas, audífonos, Redes Sociales y una creciente crisis que ha trastornado tanto a individuos como a sistemas de gobierno.

En el ámbito colombiano es posible observar que el panorama no distó demasiado de - la realidad mundial, ni en el rápido ascenso de contagios, ni en las medidas utilizadas para mitigar la propagación del virus. El 6 de marzo de 2020, días antes de la declaración de la OMS, el nuevo coronavirus ya había arribado al país por medio de una viajera procedente de Italia. Según el Ministerio de Salud, este primer caso de COVID-19 se presentó en la ciudad de Bogotá, donde una mujer acudió a los servicios de salud con síntomas de gripa10; allí se le practicaron las pruebas necesarias para detectar el agente patógeno que fue identificado como SARS-CoV-2. Ya desde febrero se venía reportando un aumento en los casos de contagio en 0 diversas partes del mundo; la lista de naciones afectadas ascendía a ochenta y cinco cuando Colombia se sumó a los países latinoamericanos con casos de coronavirus junto con México, A Ecuador, Brasil, Chile y Perú. Ante esta situación el gobierno estableció algunas medidas para controlar la situación sanitaria, entre ellas se encontraba el cierre de espacios públicos, el uso obligatorio de mascarillas, cuarentenas por localidades y para el abastecimiento de artículos de la canasta familiar el modelo de "pico y cédula". Todas estas disposiciones planteadas por el gobierno nacional impactaron de manera significativa en la economía del país, en el entorno socioeconómico de los colombianos y en los procesos educativos de los estudiantes de todos los niveles académicos, ya que progresivamente se inició una transición hacia un modelo 100% virtual de enseñanza-aprendizaje11.

La decisión de implementar un Aislamiento Preventivo Obligatorio en Colombia comenzó a regir a partir del 25 de marzo de 202012. En un inicio solo se decretaron diecinueve días de cuarentena rigurosa, pero con el paso de los días el aumento de contagios, la sobrepoblación en centros asistenciales y el decaimiento de la economía nacional, dicho plazo se fue extendiendo progresivamente por fases y con algunas exclusiones de transitabilidad13. Aunque la reapertura económica se planteó desde el comienzo al existir zonas de baja afectación, la mayoría de establecimientos públicos y privados continuaron cerrados, incluyendo espacios educativos como guarderías, jardines, colegios, institutos y universidades. Cabe señalar que desde el 16 de marzo las clases presenciales en todas las instituciones educativas del país quedaron suspendidas. Con la intención de hacer frente a esta irrupción académica sin precedentes el Ministerio de Educación determinó un adelanto del periodo de vacaciones escolares, esto permitió que entre el 30 de marzo y el 20 de abril de 2020 las instituciones educativas adelantaran un plan de contingencia para dar respuesta a los nuevos retos que pedía la virtualización del sistema educativo colombiano. Las nuevas estrategias debían ser flexibles, tener en cuenta el entorno socioeconómico de los actores del proceso de enseñanza-aprendizaje y, a la vez, conservar los estándares de calidad.

Debido a tal situación, plataformas como Teams, Meet, Zoom y Google Classroom se convirtieron en las herramientas más populares y sencillas para continuar impartiendo una educación similar a la presencial, pero sin las mismas dinámicas pedagógicas que permite la convivencia del educador con los estudiantes en un aula de clase o el modelo de enseñanza en línea tradicional. De este modo, los encuentros sincrónicos por videochat más que plantear nuevas estrategias o mecanismos de enseñanza-aprendizaje novedosos que se adaptaran a la realidad del momento, evidenciaron las distintas falencias del sistema educativo colombiano - y, a su vez, del modelo de Enseñanza Remota de Emergencia o ERT (Emergency Remote Teaching), el cual fue implementado por una inmensa cantidad de instituciones educativas nacionales durante el marco de la emergencia sanitaria del COVID-19 aunque, como se verá a continuación, no debería considerarse una solución definitiva a los retos educativos que plantean algunas circunstancias atípicas o de crisis14.

Teniendo en cuenta lo anterior, el presente artículo explora el impacto que el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) ha tenido sobre el sector educativo colombiano y, al mismo tiempo, sobre los actores que se han visto involucrados en este giro académico hacia la virtualidad durante el contexto de pandemia que actualmente experimenta el país. Resulta de suma importancia comprender tal impacto no solo porque a partir del análisis de las implicaciones positivas y negativas de este modelo de enseñanza se logran identificar las distintas falencias que exhibe el sistema educativo nacional en su tránsito a la virtualidad, sino porque esto también permite plantear algunas oportunidades de mejora tanto para la educación tradicional en línea como para la educación presencial. En el desarrollo de esta investigación se optó por utilizar una metodología de tipo cualitativa con orientación interpretativa. El enfoque histórico-hermenéutico orientó el análisis de la información recolectada, dado que esta investigación buscó comprender la experiencia educativa en tiempos de pandemia.

La recolección de información se realizó a través de revisión documental de fuentes en línea, prensa y entrevistas semiestructuradas. Para el análisis y revisión documental de publicaciones periódicas se acudió a la información que durante el año 2020 circuló en medios de alcance nacional e internacional como El Tiempo, Revista Semana, BBC News Mundo y CNN en Español; para la recopilación de documentos en línea se acudió a la plataforma Google Scholar y repositorios digitales. Por su parte, las entrevistas fueron de carácter abierto, lo cual permitió partir de una pregunta generadora a fin de no sesgar el relato, generar nuevas preguntas y ampliar la narración que ofrecieron los estudiantes elegidos para contar su experiencia frente a los nuevos restos que impuso el tránsito hace la educación virtual durante la coyuntura del COVID-19. Los criterios para la selección de los participantes tuvieron que ver con su filiación institucional a la Universidad Industrial de Santander en calidad de estudiantes y a su condición socioeconómica.

El texto parte de la distinción entre la enseñanza en línea y la Enseñanza Remota de Emergencia, su surgimiento y las experiencias que cada una ofrece en materia de enseñanza-aprendizaje. Posteriormente, centra la atención en las medidas tomadas por el gobierno colombiano para contrarrestar los efectos de la COVID-19 en el panorama educativo nacional y las distintas problemáticas que el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia ha evidenciado en los procesos educativos que partir del año 2020 empezaron a migrar hacia la virtualidad. Finalmente, el artículo concluye que a pesar de los esfuerzos gubernamentales por propiciar un ambiente de aprendizaje en línea y de la disposición de educadores y alumnos hacia los nuevos espacios virtuales de enseñanza-aprendizaje, la pandemia ha 0 dejado al descubierto un cúmulo de dificultades de infraestructura digital, al igual que una brecha no solo generacional, sino también económica, lo cual imposibilita la continuidad de un proceso educativo pleno y de calidad.

Educación, virtualidad y modelos de enseñanza-aprendizaje en línea

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han sido utilizadas durante los últimos años como recursos pedagógicos esenciales para mejorar la calidad de los procesos educativos en Colombia. Al considerarse medios de apoyo y pluralización de la base de contenidos y conocimientos que se imparten en las instituciones educativas de todos los niveles académicos, las TIC han cambiado sustancialmente la experiencia de enseñanza-aprendizaje durante las últimas décadas, pues el dinamismo que plantean no solo contribuye con la creación de conocimientos prácticos, sino que fortalece el modelo de enseñanza tradicional al propiciar el desarrollo de competencias transversales como la comunicación, el trabajo colaborativo y el aprendizaje autónomo. La falta de tiempo, un espacio específico o el contacto con un profesor en tiempo real no resultan un impedimento cuando se utilizan estas herramientas tecnológicas que pueden ser consideradas como una puerta de acceso a la enorme cantidad de plataformas de aprendizaje, contenido educativo y aplicaciones en línea que hacen posible interactuar de forma sincrónica y asincrónica con información en línea y pares académicos bajo distintos tipos de metodologías pedagógicas.

A pesar de lo novedoso que lo anterior pueda parecer, es importante mencionar que el sistema que utilizan los modelos de educación virtual contemporáneos no es totalmente nuevo ni desconocido, ya que sus antecedentes pueden remontarse a los cursos por correspondencia, las escuelas radiofónicas y la enseñanza telefónica15, modalidades educativas muy populares desde el siglo XX debido a la facilidad que otorgaron a los estudiantes para superar las barreras espaciotemporales. Al incorporar las tecnologías emergentes al ámbito de la educación, estos modelos de aprendizaje a distancia contribuyeron a moldear lo que hoy se conoce como educación virtual o en línea, un campo que se ha desarrollado de forma visible en lo que lleva corrido del siglo XXI gracias a las TIC y a la gran demanda de usuarios, llegando a ofrecer una amplia gama de posibilidades educativas organizadas, planificadas y a precios asequibles16.

De acuerdo con esto, resulta indispensable aclarar que, aunque la educación virtual lleva consigo el estigma de una menor calidad, la experiencia que brinda, desde una instrucción bien planificada, correctamente mediada por las TIC y por las diversas metodologías pedagógicas que pueda implementar en sus procesos educativos, es bastante superior a la que plantea el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia o ERT (Emergency Remote - Teaching), pensado esencialmente para afrontar periodos cortos de crisis. Esta afirmación no solo se encuentra basada en la experiencia que educadores y estudiantes han venido compartiendo desde el año 2020, momento en el que la mayoría de instituciones educativas de todo el mundo tuvieron que migrar su campo de acción al mundo virtual, sino también en las necesidades que cada modelo suple y la celeridad con la que han sido puestos en práctica en medio del contexto actual de pandemia. El caso del ERT, particularmente, ha sido sumamente visible debido a que fue implementado por casi todas las instituciones q de educación presencial para enfrentar la parálisis educativa que supuso la llegada del COVID-19, sin embargo, su falta de efectividad es todo un hecho.

La relevancia que adquirió la educación virtual durante la coyuntura ocasionada por el brote de SARS-CoV-2, permitió que el modelo de enseñanza-aprendizaje en línea fuera tomado como la mejor alternativa para mitigar los obstáculos que trajo consigo la mayor interrupción de los sistemas educativos en la historia reciente17. Debido a las medidas restrictivas de transitabilidad, el aislamiento social y el cierre de espacios públicos, tanto colegios como universidades, se vieron obligados a incorporar de manera definitiva el uso de las TIC en su día a día, así como algunas estrategias provenientes del sistema de enseñanza en línea tradicional, aunque no estuvieran preparados para afrontar tal cambio. Como era de esperar, este tránsito no ha sido para nada fácil, pues la complejidad que implica crear y nutrir un ambiente de estudio totalmente virtual conlleva, para estudiantes y educadores. Por cierto, una ardua tarea que en medio de la actual emergencia sanitaria más que potenciar las fortalezas del sistema educativo, evidencia múltiples problemáticas que pasan de lo educativo a lo socioeconómico.

Llegado este punto, resulta importante mencionar que la enseñanza en línea, o también denominada educación virtual tradicional, es una experiencia educativa totalmente planificada, ya que al hacer uso de un modelo sistemático para el diseño y desarrollo de actividades curriculares permite una interacción prevista entre educadores y estudiantes en medio de un entorno digital creado específicamente para este fin. Al incorporar de manera integral las herramientas TIC y metodologías pedagogías tradicionales, este modelo privilegia el aprendizaje autónomo a la vez que intenta fortalecer el trabajo colaborativo para apoyar a los estudiantes, no solo en materia educativa, sino también psicosocial18. Cabe señalar que a lo largo de las últimas décadas es posible identificar tres generaciones que permiten observar un gradual avance en los métodos que han consolidado el sistema que caracteriza hoy en día el modelo de enseñanza en línea. La primera generación estuvo basada en recursos materiales impresos enviados por correspondencia; en la segunda se incorporaron medios electrónicos como el computador, mientras que en la tercera generación la educación empezó a apoyarse 102 en las TIC19. Sin lugar a duda, la última generación es la que se mantiene vigente gracias a la multiplicidad de posibilidades que brinda al escenario pedagógico; no obstante, la constante búsqueda por optimizar la calidad y por mantenerse vigente dentro de la acelerada sociedad contemporánea mantiene a este modelo en un proceso de trasmutación permanente20.

Por su parte, el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) no siempre puede ser pensado como un recurso de enseñanza-aprendizaje digital pues, ante todo, se concibe como "un cambio temporal de la entrega de instrucción a un modo de entrega alternativo debido a circunstancias de crisis"21. La intención de este modelo educativo, más allá de configurar un ecosistema que permita la interacción de educadores y estudiantes en el ámbito virtual, 0 consiste en brindar una solución temporal o un apoyo instructivo que ayude a subsanar las barreras de la presencialidad mientras se llevan a cabo actividades de aprendizaje autónomo. Si bien, esto implica una mayor responsabilidad para el estudiante que debe afrontar parcialmente solo su proceso educativo, también impacta de forma negativa sobre la calidad educativa, ya que la mayoría de las veces no es posible implementar las TIC ante la carencia de un entorno propicio para consolidar un ambiente de aprendizaje virtual.

Es la primera vez que este tipo de educación a distancia se implementa de forma masiva y aunque en anteriores ocasiones ya se hubiese ensayado en determinados entornos sociopolíticos, aunque con limitado éxito, la pregunta por la efectividad del modelo aún continúa vigente. Casos como el surafricano y el afgano se presentan como ejemplos de las implicaciones que la implantación de ERT trae consigo durante periodos de crisis. Por un lado, en Suráfrica, entre los años de 2015 a 2017, una serie de protestas estudiantiles llevaron al cierre de veintisiete universidades públicas en todo el país. Esta situación dio lugar al establecimiento de una estrategia de "aprendizaje mixto" (blended learning), es decir, una combinación de e-learning (encuentros asincrónicos) con encuentros presenciales (sincrónicos). Tal decisión, claramente política, tomó desprevenidos tanto a estudiantes como educadores, que vieron en esto una forma de contrarrestar la fuerza de las protestas y no la intención de plantear verdaderas soluciones a las múltiples problemáticas que venían aquejando a la comunidad universitaria. De este modo, las universidades empezaron a teletrabajar y a estudiar desde casa, con recursos tecnológicos bastante limitados y sin la preparación suficiente para afrontar un cambio tan drástico que terminó agudizando las brechas de desigualdad22.

Por otro lado, en Afganistán, la violenta coyuntura sociopolítica que interrumpió la educación en las escuelas de manera constante desde inicios del siglo XXI, llevó a la implementación de un método que utilizó la radio y los DVDs disponibles en el momento como medios para impartir una educación remota que tenía como principal objetivo salvaguardar la vida de cientos de niños y ampliar brindar acceso educativo a las niñas, quienes en muchas ocasiones eran atacadas por intentar acceder a establecimientos de enseñanza. En este caso en particular los recursos fueron increíblemente limitados, pero evidenciaron una experiencia positiva de la enseñanza de emergencia en tiempos de crisis23.

Como se logra observar, la Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) no es un fenómeno educativo que surge junto con la coyuntura del COVID-19. En el año de 2010 la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya había propuesto una resolución sobre "el derecho a la educación en situaciones de emergencia"24, es decir, durante períodos de tiempo en los que las condiciones habituales de vida, cuidado y educación se encuentran obstaculizadas a causa de conflictos armados o cualquier tipo de desastre natural. En este sentido, ERT se reconoce como una manera de salvaguardar el derecho a la educación cuando es imposible acceder a ella a través de medios habituales y, por ello, se diferencia tanto de la enseñanza en línea tradicional, pues además de que cada una tiene metas y objetivos distintos, también apuestan por herramientas y estrategias pedagógicas que se adaptan a su medio de acción.

El sistema educativo colombiano frente al COVID-19

La crisis sanitaria causada por la pandemia de SARS-CoV-2 durante el año 2020 supuso para el sistema educativo colombiano uno de los mayores retos que haya tenido que enfrentar en la historia reciente del país. Continuar con el desarrollo de los distintos procesos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles académicos, a pesar de la incertidumbre que ha brindado el avance del virus y, además, articular todo un sistema que permitiera, desde la virtualidad, cumplir con los distintos parámetros de calidad y objetivos institucionales señalados por el Ministerio de Educación Nacional en medio de la crisis sanitaria, no ha sido una tarea nada fácil. La comunidad educativa, desde el inicio, ha estado dispuesta a hacer uso de los múltiples espacios que ofrece el mundo digital para subsanar las brechas comunicativas que el distanciamiento social ha propuesto para la educación. Sin embargo, es posible observar que, los esfuerzos del gobierno, en compañía con las instituciones educativas para garantizar el derecho a la educación y el acceso a las TIC no han ido más allá de la implementación de un sistema de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT), adaptado al acontecer colombiano.

El Ministerio de Educación Nacional ha ofrecido varias soluciones de emergencia que pretenden mitigar los efectos de la situación de pandemia, teniendo en cuenta el contexto nacional; empero, estas medidas no han sido suficientes para superar las evidentes brechas socioeconómicas que se manifiestan día a día en el país. Entre las alternativas propuestas se pueden contar la creación de orientaciones directivas y normatividad relacionada con el manejo de la crisis sanitaria en el entorno educativo, la adecuación del calendario académico de instituciones públicas, la implementación del Programa de Alimentación Escolar para el consumo en casa, la reorientación del Programa Todos a Aprender, la producción y divulgación de contenidos y recursos de apoyo pedagógico en una estrategia multimodal de educación a distancia, la ejecución del programas como Aprender Digital que pone a disposición pública todo tipo de contenido educativo en línea, plataformas virtuales para estudiar a distancia, programas educativos en radio y televisión, materiales impresos, así como la asignación de recursos para la compra de material de apoyo pedagógico, tecnológico y conectividad en lugares de difícil acceso, entre otras iniciativas. Además de esto, también se han considerado posibles planes de contingencia para el retorno gradual y progresivo a las 0 aulas de clase bajo un esquema de alternancia, situación que se podrían llevar a cabo según a como se presente la situación de salud pública en cada región y con unas condiciones de bioseguridad que se adapten a la realidad del momento25.

De igual forma, es importante resaltar las iniciativas gubernamentales que han dado lugar a la puesta en marcha de plataformas educativas como Colombia Aprende, que pone a disposición de los estudiantes colombianos cerca de 80.000 recursos de apoyo digital creados para dar acompañamiento pedagógico en los niveles académicos de primaria y bachillerato de manera asincrónica. Asimismo, la divulgación de distintos tipos de contenido dirigidos a padres y cuidadores, quienes se han convertido en el eje clave en el proceso aprendizaje desde casa, es un punto por destacar, junto con los recursos en línea que ofrecen herramientas para que los educadores puedan dinamizar su metodología de enseñanza y complementar el trabajo autónomo de los estudiantes. La radio y la televisión pública también se han sumado a este plan de emergencia a través de la transmisión de contenidos pedagógicos en canales de cobertura nacional como Señal Colombia y emisoras locales debido a su fácil accesibilidad en zonas remotas y hogares vulnerables. A estas herramientas audiovisuales se suman los recursos impresos aprobados por el Ministerio de Educación, los cuales han sido una herramienta sumamente útil para una gran mayoría de establecimientos educativos públicos26.

Por otro lado, la capacitación de personal de acompañamiento sincrónico para complementar la formación de los estudiantes ha sido indispensable a la hora de alcanzar los objetivos educativos planteados en medio de la crisis propuesta por el COVID-19. Cerca de 4.000 tutores lograron recibir instrucción utilizando el portal Colombia Aprende y así mismo la formación docente se ha visto complementada a través de programas como Contacto Maestro y Escuela de Liderazgo, las cuales contribuyen a subsanar algunas problemáticas en torno al manejo de dispositivos tecnológicos y plataformas de enseñanza en línea.

En el ámbito de la educación superior, es posible constatar la invitación que se ha extendido a todas las universidades de carácter público y privado del país para adoptar y adaptar las medidas de contingencia emitidas por el Gobierno Nacional, en conjunto con el Ministerio de Educación y los gobiernos locales, al propio acontecer de la comunidad universitaria; del mismo modo en el que se ha hecho énfasis en la implementación de campañas pedagógicas intensivas para promover prácticas de autocuidado y contingencia ante la crisis sanitaria27. Por el lado de las actividades académicas se ha incentivado el fortalecimiento de las TIC para brindar un acceso oportuno y dinámico a las clases en modalidad virtual, la disponibilidad de servicio como bibliotecas en línea, materiales impresos, apoyo de asesoramiento por teléfono o a través de la Internet y grupos de estudio habilitados a través de plataformas digitales. Además de lo anterior, las universidades han intentado garantizar una prestación del servicio - de educación implementando todas las estrategias de mediación pedagógica disponibles que permitan el desarrollo de los compromisos académicos con la menor alteración posible, teniendo en cuenta los criterios de calidad y rigor exigidos en el proceso formativo28.

En este sentido, y gracias a la autonomía universitaria de la que gozan las instituciones de educación superior en el país, las clases presenciales han sido reemplazadas por encuentros sincrónicos a través de plataformas virtuales como Teams, Meet, Zoom, Skype, FaceTime y Google Classroom, las cuales posibilitan la continuación de proceso de enseñanza-aprendizaje asistido, pero también abren espacio a un modelo de trabajo autónomo y colaborativo como mecanismos pedagógicos para complementar el acompañamiento que brindan los educadores durante las sesiones en línea. A este panorama se suma la posibilidad de utilizar una amplia variedad de materiales y recursos didácticos que se encuentran a total disposición en aplicaciones, plataformas y páginas web enfocadas en la creación de contenidos educativos que contribuyen a gestionar una forma más amena de continuar con los procesos educativos ante la barrera impuesta por la virtualidad.

A pesar de que el esfuerzo conjunto para trasladar a la virtualidad los métodos de enseñanza planeados para ambientes presenciales, sin alterar los lineamientos de calidad, ha sido enorme y riguroso, esta nueva realidad pandémica ha trastornado el sistema educativo colombiano de forma considerable debido a que ni las instituciones educativas, los estudiantes, ni los educadores estaban preparadas para llevar a cabo una transición de tal magnitud en tiempos tan cortos. Cambiar la educación presencial por un modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) supuso la manifestación de muchas variables que antes no se habían tenido en cuenta, aunque desde tiempo atrás vinieran afectando a amplios sectores sociales en Colombia. La diversidad de condiciones socioeconómicas entre los estudiantes, así como los variados conflictos económicos, sociales y emocionales que han desatado las medidas de aislamiento en los hogares colombianos se conjugaron para intervenir en el proceso de enseñanza-aprendizaje de miles de jóvenes y educadores.

Por un lado, las barreras tecnológicas y socioeconómicas que experimentaron algunos estudiantes desde el establecimiento de las clases en línea han truncado sus posibilidades de aprender desde los hogares, pues no contar con los materiales mínimos para llevar a cabo las actividades propuestas durante los encuentros virtuales aumentan las brechas educativas existentes entre la población estudiantil y además propicia la deserción escolar. Esta situación que afecta sobre todo a los estudiantes que conviven en entornos vulnerables, los deja rezagados educativamente al no contar con una motivación o un apoyo socioemocional en su entorno inmediato que les permita apoyar su formación académica. La conectividad es otro factor determinante, pues la falta de la Internet o el acceso a un dispositivo tecnológico para consultar herramientas educativas asincrónicas o asistir a clases virtuales impide que se tenga - una continuidad en el proceso de aprendizaje. Por otro lado, el impacto que la emergencia sanitaria ha tenido entre los educadores, quienes no cuentan con la suficiente preparación para ofrecer una educación virtual efectiva29, ha sido considerable. A pesar de que el uso de las TIC aplicadas a la enseñanza es un tema que se ha venido priorizando durante los últimos años, las habilidades que requiere este tipo de instrucción resultan distintas a las que los educadores han acumulado en su experiencia en el ámbito educativo presencial. En este sentido, la transición hacia un modelo de educación remota no solo ha aumentado la carga 0 laboral de los educadores, debido a la preparación que requiere la planeación académica y pedagógica para ofrecer clases en línea, sino también ante los niveles de estrés asociados a todos los inconvenientes que supone brindar una educación de calidad en un contexto de desigualdad socioeconómica tan marcada.

A partir de las evidentes limitaciones que tuvieron que enfrentar los estudiantes, de la crisis económica que ha afrontado el país y la mayoría de hogares colombianos, durante el año lectivo correspondiente al 2020 la deserción escolar se convirtió en un fenómeno frecuente, sobre todo en las instituciones preescolar, educación básica primaria, básica secundaria y educación media. Según la Encuesta Pulso Social, realizada por el Departamento Nacional de Estadística, en agosto de 2020 cerca de 102.880 niños y adolescentes de colegios y jardines infantiles del país abandonaron sus estudios en medio de la pandemia de COVID-19. En el ámbito de la educación superior la deserción fue menor de lo esperado, pues según una encuesta aplicada hacia finales del mes de septiembre a 233 instituciones de educación superior, el 70% de las instituciones señaló que se presentó una deserción inferior al 10% 30 durante el segundo semestre de 2020.

A partir de lo anterior, resulta valido afirmar que quienes más han percibido la crisis educativa implantada por la pandemia han sido los estudiantes universitarios, jóvenes acostumbrados a tomar sus clases de forma presencial, pero con algunas ayudas audiovisuales y por supuesto, con varios aliados tecnológicos como bases de datos, aplicaciones, plataformas didácticas, celulares y tabletas. Muchos de estos jóvenes provienen de poblaciones alejadas de sus sitios de estudio, y, ante la pandemia, debieron regresar a sus pueblos natales, donde no resulta tan fácil la conexión a Internet. El cierre de las universidades y el miedo a contraer un virus que no contó con una vacuna hasta su segundo año de propagación, por ende, fue sumamente letal y obligó a estos jóvenes a desplazarse a sus hogares. Algunos marcharon con pocas pertenencias, pues el regreso a las aulas se podría dar pronto. No obstante, ninguno de estos jóvenes previó que la antigua realidad universitaria sería cada vez más lejana y que la tecnología, antes aliada para dinamizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, ahora se convertiría en un eterno y monótono procedimiento de clases online, reuniones a través de plataformas digitales y una abrumadora ola de información que convertiría los anteriores momentos de ocio frente al computador, en un desgaste académico y emocional, tal como afirma uno de los estudiantes ante la pregunta por su experiencia educativa en el contexto de pandemia: "Realicé mis actividades académicas, no sin percatarme de los retos que supone una educación virtual: un mayor desgaste e inversión de tiempo para las lecturas, y quizá el más extraño, la sensación que genera el hecho de no tener un contacto directo con la gente"31.

La incertidumbre frente a lo desconocido también se convirtió en una idea permanente entre los estudiantes. Las rutinas cambiaron y aunque la educación presencial remota se - consideró una ventaja, en su momento, la situación rápidamente se transformó en una especie de realidad de ciencia ficción, ya que tras varias semanas de desarrollar una vida totalmente virtual el ambiente dio un giro que nadie había previsto, pues incluso recibir clases desde la comodidad del hogar se convirtió en un carga, más que en una solución; como lo señala otro estudiante entrevistado: "todo se tornó muy pesado, todo es más difícil de lo que creía, y todo es muy cambiante. Hay semanas en que hago todo y hay semanas en que simplemente no hago nada"32. Esta modalidad, tal vez por ser la primera experiencia total y sin ninguna q clase de preparativo, llevó a que los estudiantes tuviese al mismo tiempo una excesiva cantidad de trabajos acumulados, la necesidad de procrastinar y la intención de aprovechar A su tiempo en otras actividades diferentes a las académicas, lo cual determinó la cancelación de asignaturas, la deserción de clases, sin mencionar otros inconvenientes más notorios, como el aburrimiento, el ingreso a los encuentros sincrónicos sin haber leído y la evasión de las responsabilidades. Como señaló el mismo estudiante, ante esto, "algunos profesores comprenden la situación y son flexibles, pero igual, también en ellos se ve el cansancio, el tedio y en ocasiones, las dificultades para el manejo de la tecnología33.

De esta manera, los estudiantes colombianos abandonaron abruptamente su cotidianidad a partir del mes de marzo de 2020, momento en el que se declaró una cuarentena obligatoria en todo el territorio nacional. Esta experiencia, en palabras de otro de los entrevistados determinó el inicio de una nueva realidad que ya era innegable: "Ese fue el último día que vimos a nuestros compañeros en la universidad, esos días de hablar en los centros de estudio llegaron a su fin"34. En el caso particular de las universidades, el Ministerio de Educación Nacional solicitó que cada plantel tomara las medidas académicas para continuar con una educación de manera remota, o pausando el semestre por algunas semanas hasta que se pudiese realizar un retorno seguro a las clases presenciales. La cuarentena, lentamente se prolongó y aún, con más de un año de educación presencial remota, las instituciones de educación superior tuvieron que recurrir a mejoras de infraestructura tecnológica, física y capacitación docente para dar paso a nuevas metodologías de educación. Este fue el caso de la Universidad Industrial de Santander, institución que optó por una "tímida" educación presencial para el caso de los estudiantes de los programas académicos relacionados con el área de Ciencias de la Salud y de Ingenierías35. Sin embargo, ha sido claro el descontento de los estudiantes, quienes perciben que las clases sin práctica no los preparan de la misma manera para afrontar los retos de la vida profesional. Esta situación, durante el contexto del COVID-19, llevó a que un grupo de jóvenes de la Facultad de Salud se reunieran y convocaran a un paro, un plantón y a otras formas de manifestación que permitieran el pronto retorno a los laboratorios, a pesar de que eran conscientes del riesgo ante la pandemia36.

Si bien algunos programas académicos han logrado retornar a sus clases prácticas, es posible que las clases teóricas aún se sigan desarrollando mediante o un sistema "híbrido", el cual ha demandado para la institución la reforma física de algunos de sus espacios comunes y la totalidad de sus aulas, así como la adquisición de nuevos equipos tecnológicos y, por consiguiente, la capacitación de profesores y estudiantes. Si bien, la Universidad Industrial de Santander a la fecha cuenta con el 100% de sus aulas dotadas para implementar un modelo pedagógico virtual, no solo en el Campus Principal, sino en sus sedes regionales -siendo la única y primera a nivel nacional-, su apertura no se dio de manera plena en el año 2021, ante la llegada del "tercer pico" de la pandemia. Esta situación llevó a que la rectoría de la institución educativa aplazara su apertura hasta mediados del año 2021, o hasta cuando se dieran las condiciones sanitarias viables para el ingreso de estudiantes, no todos, a las aulas37.

Ante estas dificultades, la Universidad Industrial de Santander ha continuado con la opción de educación presencial remota, con ayudas económicas para los estudiantes, representadas en computadores portátiles y planes de datos que les permiten continuar con sus clases online. A enero de 2022, incluso la situación sigue en alarma ante la variante Ómicrom y un cuarto pico en las semanas que seguirán con el aumento de contagiados. Para los estudiantes este ha sido un periodo de expectativa, pues sin educación presencial plena en el campus universitario, es también notorio que muchos de estos jóvenes han tenido que desertar, la gran mayoría de ellos provenientes de poblaciones lejanas a Bucaramanga, las cuales no cuentan con servicios óptimos de conexión a Internet o dispositivos tecnológicos. Además, la deserción también se deriva de la imposibilidad de "pagar un semestre en la universidad, pues muchos aún están a cargo de sus padres y a razón de la cuarentena y la pandemia, muchos sectores comerciales de la sociedad tuvieron que parar o se les obligó a hacerlo"38 como afirmó otro de los estudiantes entrevistados.

No es muy diferente la situación para los estudiantes de básica primaria y secundaria, aunque estén en sitios cercanos a ciudades capitales como Bucaramanga. Esto se logró observar en el caso del corregimiento de Llano de Palmas, ubicado en el municipio de Ríonegro (Santander), ubicado a poco más de una hora de recorrido desde Bucaramanga. Aunque los estudiantes del municipio atendieron sus clases presenciales con profesores que se trasladaban todos los días desde Bucaramanga, la pandemia y la cuarentena hicieron que los educadores no pudieran seguir dictando sus asignaturas. A pesar de la cercanía con Bucaramanga, este corregimiento no cuenta con un servicio óptimo de telefonía móvil y menos aún, de servicios como Internet. La gran mayoría de estudiantes provienen de hogares campesinos, los cuales no cuentan con computadores, ni celulares de gama media que permitan la conexión a plataformas digitales; a esto se agrega que el servicio de Internet o los planes de datos son un "lujo" al que no pueden acceder.

Pese a estas limitantes, los profesores enviaron cuestionarios a aquellos estudiantes que contaban con acceso a un correo electrónico. Sin embargo, los padres de familia de los estudiantes cuestionaron la labor de los profesores, de quienes argumentan que "no responden dudas, ni se preocupan por idear estrategias para dictar las clases. Solo se limitan a enviar y recibir trabajos"39, como lo ha señalado uno de los estuantes entrevistados, oriundo de esta región. Por consiguiente, el rector del colegio apersonó de la situación, citando a los padres de familia cada quince días para hacer la entrega y devolución de los trabajos académicos; pero los comentarios de los padres de familia continuaron siendo los mismos: "los muchachos no están aprendiendo nada y a los profesores les ha quedado grande idear soluciones para dictar las clases"40. Esta situación además de evidenciar la brecha tecnológica, dejaron al descubierto que los estudiantes no recibían orientación por parte de los educadores para la realización de los trabajos, y esta labor fue asumida por los hermanos mayores, o en algunos casos, haciendo uso de plataformas como YouTube para realizar las tareas bajo la guía de estos tutoriales.

Conclusiones

A partir de lo anterior, se puede afirmar que el principal reto que tiene la Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) para lograr convertirse en un modelo confiable, pero no permanente y con el fin de afrontar de manera exitosa una situación de crisis como la que atraviesa el sector educativo colombiano por cuenta de la COVID-19, es crear medidas que verdaderamente aseguren la llegada de las distintas herramientas de apoyo y gestión educativa a la comunidad estudiantil de todos los niveles socioeconómicos, pues hasta el momento el acceso a las tecnologías ha sido insuficiente para contribuir con el cumplimiento de los objetivos de aprendizaje propuestos desde el Ministerio de Educación en el tránsito de las instituciones a un modelo de enseñanza-aprendizaje en línea. Con una gestión más eficiente la adaptabilidad al sistema virtual lograría obtener mejores resultados y de esta manera resolver las decenas de inconvenientes que se presentan a diario en este ambiente.

No está demás señalar que la pandemia de la COVID-19 ha evidenciado grandes falencias en el sistema educativo colombiano al momento de implementar cambios en sus modelos de enseñanza-aprendizaje. Si bien esta es una coyuntura sin precedentes que enfrenta a las instituciones educativas de todos los niveles académicos a dar respuestas en tiempos muy cortos, es posible observar que la adopción de las TIC es un factor sumamente necesario en el entorno educativo, no solo para apoyar la labor de los educadores sino también para contribuir de forma efectiva en los procesos de aprendizaje autónomo de los estudiantes. Por su parte, las instituciones hicieron su mejor esfuerzo a partir del uso de las herramientas con 110 las que cuentan; sin embargo, resultó evidente que migrar a un modelo virtual de educación no es una tarea fácil que deba tomarse a la ligera.

En este sentido, es de suma importancia comprender a fondo el impacto que el modelo de Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) ha tenido sobre los procesos educativos y los actores que participaron en él durante la reciente pandemia de COVID-19 en Colombia. Sin embargo, al ser tan reciente este fenómeno los resultados solo se irán evidenciando conforme pase el tiempo, y el análisis de las implicaciones positivas y negativas de este modelo de enseñanza surgirán de manera gradual, evidenciando así las distintas falencias que el sistema educativo nacional debe subsanar. La Enseñanza Remota de Emergencia (ERT) no puede concebirse como una solución permanente a la crisis educativa desatada por el COVID-19 en el país, pues como se ha logrado observar por medio de la experiencia referenciada por los estudiantes entrevistados, el aprendizaje que se obtiene a través de la enseñanza en línea, planificada y mediada por las TIC es totalmente diferente al modelo que se empezó a implementar a partir del año 2020 en el sistema educativo colombiano. Los encuentros sincrónicos a través de plataformas de videollamadas no llegan a suplir la interacción presencial, ni mucho menos las metodologías pedagogías utilizadas en la educación en línea tradicional. Posibilitar un proceso de aprendizaje asincrónico, con mayor flexibilidad y mejor planificación es una opción y a la vez un desafío que las instituciones educativas deben empezar a tomar en cuenta para subsanar la brecha que esta parálisis deja para toda una generación y, asimismo, prepararse para fortalecer la ERT que muy probablemente volverá a necesitarse en el futuro.

Fuentes

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Entrevista a Estudiante 2, Bucaramanga, agosto 22 de 2020. [ Links ]

Entrevista a Estudiante 3, Bucaramanga, agosto 17 de 2020. [ Links ]

Entrevista a Estudiante 4, Bucaramanga, 18 de agosto de 2020. [ Links ]

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1Artículo de reflexión derivado del proyecto de investigación Calidad académica en la educación superior: caso departamento de Santander financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Extensión de la Universidad Industrial de Santander (Código 2669) desarrollado entre el 21 de septiembre de 2020 y el 21 de septiembre de 2022.

1 Manguiña, Ciro; Gástelo, Rosy y Tequen, Arly. "El nuevo coronavirus y la pandemia del Covid-19", Revista Médica Herediana 31, no. 2 (2020): 125.

2Parry, Jane. "Pneumonia in China: lack of information raises concerns among Hong Kong health workers", The BMJ Vol. 368 (2020), https://doi.org/10.1136/bmj.m56 (31/3/2021).

3Pasley, James. "How SARS terrified the world in 2003, infecting more than 8,000 people and killing 774", Insider, Pennsylvania, 20 de febrero de 2020. https://markets.businessinsider.com/news/stocks/deadly-sars-virus-history-2003-in-photos-2020-2-1028926018 (24/3/2021).

4Chaolin Huang, Yeming Wang, Xingwang Li, Lili Ren, Jianping Zhao, Yi Hu, Li Zhang, Guohui Fan, Jiuyang Xu, Xiaoying Gu, "Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China", The Lancet Vol. 395, no. 10223 (2020): 497.

5Westcott, Ben. "China se aisla más mientras sus vecinos de Asia-Pacífico empiezan a convivir con el covid-19". CNN en español, 1 Noviembre 2020. https://cnnespanol.cnn.com/2021/11/01/analisis-china-aisla-vecinos-covid-19-trax/ (24/3/2021).

6Verdú, Daniel. "Un estudio de aguas residuales confirma que la covid-19 ya estaba en Italia en diciembre". El País, Madrid, 19 de junio de 2020. https://elpais.com/sociedad/2020-06-19/un-estudio-de-aguas-residuales-confirma-que-la-covid-19-ya-estaba-en-italia-en-diciembre.html (24/3/2021).

7Redacción. "Del primer caso a más de 400.000 muertes en un año: el fatal primer aniversario del covid-19 en EE.UU". CNN en Español, Washington, 21 de enero de 2021. https://cnnespanol.cnn.com/2021/01/21/del-primer-caso-a-mas-de-400-000-muertes-en-un-ano-el-fatal-primer-aniversario-del-covid-19-en-ee-uu/ (24/3/2021).

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9Unidad de Salud, “Atención: la OMS declara al coronavirus como una pandemia”, El Tiempo, Bogotá, 11 de marzo de 2020. https://www.eltiempo.com/salud/coronavirus-ya-es-una-pandemia-declara-la-oms-471524 (24/3/2021).

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11Ministerio de Educación Nacional. Gobierno Nacional anuncia medidas en materia educativa para ofrecer garantías de salud pública a la comunidad. https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-393933.html?_noredirect=1 (27/3/2021).

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13Redacción. "Cuarentena en Colombia: Duque amplía aislamiento hasta el 30 de agosto". El Tiempo. 28 de Julio 2020. https://www.eltiempo.com/politica/explicacion-del-decreto-sobre-aislamiento-preventivo-obligatorio-en-colombia-476148 (24/3/2021).

14Hodges, Charles, Moore, Stephanie, Lockee, Barb, Trust, Torrey y Bond, Aaron. "The difference between emergency remote teaching and online learning", Educause Review, 27 (2020) https://er.educause.edu/articles/2020/3/the-difference-be-tween-emergency-remote-teaching-and-online-learning (30/3/2021).

15Arboleda Toro, Néstor. "La nueva relación entre tecnología, conocimiento y formación tiende a integrar las modalidades educativas", en La educación superior a distancia y virtual en Colombia: nuevas realidades, eds. Néstor Arboleda Toro y Claudio Rama Vitale (Bogotá: ACESAD, 2013), 47-64.

16Rama Vitale, Claudio. "El contexto de la reforma de la virtualización en América Latina", en La educación superior a distancia y virtual en Colombia: nuevas realidades, eds. Néstor Arboleda Toro y Claudio Rama Vitale (Bogotá: ACESAD, 2013), 24.

17ONU. Informe de políticas: La educación durante la COVID-19 y después de ella. (Nueva York: Naciones Unidas, 2020).

18Hodges, Charles, Moore, Stephanie, Lockee, Barb, Trust, Torrey y Bond, Aaron., op. cit.

19Nipper, S. "Third generation distance learning and computer conferencing" en Mindweave: communication, computers and distance education, eds. R.D. Mason y A.R. Kaye (Oxford: Pergamon Press,1989).

20Arboleda Toro, op. cit., 47-64.

21Hodges, Charles, Moore, Stephanie, Lockee, Barb, Trust, Torrey y Bond, Aaron., Op. cit.

22Czerniewicz, Laura. "What we learnt from "Going Online" during University Shutdowns in South Africa", PhilOnEdTech, Marzo 15 de 2020, https://philonedtech.com/what-we-learnt-from-going-online-during-university-shutdowns-in-south-africa/ (30/3/2021).

23Davies, Lynn y Bentrovato, Dennise. "Understanding education's role in fragility: synthesis of four situational analyses of education and fragility: Afghanistan, Bosnia and Herzegovina", Cambodia, Liberia París: UNESCO, 2011.

24United Nations. The Right to Education in Emergency Situations. (Nueva York: United Nations, 2010).

25Banco Mundial. Impactos de la crisis del Covid-19 en la educación y respuestas de política en Colombia. (Washington: Banco Mundial, 2020).

26Ibíd.

27Ministerio de Educación Nacional. Comunicado del Ministerio de Educación, el Sistema Universitario Estatal-SUE, la Asociación Colombiana de Universidades-ASCUN, y la Red de Instituciones Técnicas, Tecnológicas y Universitarias-REDTTU sobre la contingencia generada por el COVID-19. Marzo 12 de 2020, https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-393856.html?_noredirect=1 (30/3/2021).

28Ibíd.

29Banco Mundial, op. cit.

30Ministerio de Educación Nacional. Trabajamos en equipo por prevenir y mitigar los impactos del COVID- 19 en la deserción en educación Preescolar, Básica, Media y Superior. Octubre 26 de 2020, https://www.mineducacion.gov.co/1759/w3-article-401634.html?_noredirect=1 (31/3/2021).

31Entrevista a Estudiante 1, Bucaramanga, agosto 18 de 2020.

32Entrevista a Estudiante 2, Bucaramanga, agosto 22 de 2020.

33Ibíd.

34Entrevista a Estudiante 3, Bucaramanga, agosto 17 de 2020.

35Universidad Industrial de Santander, "UIS abre nuevamente las puertas de sus laboratorios para prácticas presenciales", Universidad Industrial de Santander,http://www2.uis.edu.co/uis-abre-nuevamente-las-puertas-de-sus-laboratorios-para-practicas-presenciales/ (15/4/2021).

36Múnera, Melissa. "Plantón de estudiantes de microbiología de la UIS", Caracol Radio,https://caracol.com.co/emisora/2021/02/16/bucaramanga/1613473946_539670.html (15/4/2021).

37Dirección de Comunicaciones, "UIS, primera universidad colombiana con el 100% de sus salones dotados con aulas híbridas", Universidad Industrial de Santander,http://www.uis.edu.co/webUIS/es/rss/noticia.jsp?id=13909&canal=can-alComunicaciones.xml&facultad=ppal&fbclid=IwAR2IdhyHwRMANiU7qpAtCeHGml0jGmzJmyj7eNkRyVE4bfmp2NB2x-Bl30bM (15/4/2021).

38Entrevista a Estudiante 4, Bucaramanga, 18 de agosto de 2020.

39Entrevista a Estudiante 5, Corregimiento Llano de Palmas, 13 de octubre de 2020.

40Ibíd.

Cómo citar este artículo: Acevedo Tarazona Álvaro y Valencia Aguirre, Ana Cecilia y Ortega Rey, Angie Daniela. “Educación en tiempos de pandemia: perspectivas del modelo de enseñanza remota de emergencia en Colombia” Revista Historia de la Educación Latinoamericana vol .23 no.37 (2021). https://doi.org/10.19053/01227238.12704

Financiamiento Derivado del proyecto de investigación Calidad académica en la educación superior: caso departamento de Santander financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Extensión de la Universidad Industrial de Santander (Código 2669)

Recibido: 21 de Abril de 2021; Revisado: 28 de Mayo de 2021; Aprobado: 20 de Junio de 2021

Conflicto de interés

Los autores declaran que no tienen conflicto de interés

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