Introducción
La mastitis bovina es la inflamación de la glándula mamaria, la cual es considerada la enfermedad infecciosa más común de la vaca especializada en producción de leche (1). Según el grupo de expertos A2 de la Federación Internacional de Lechería, la forma clínica de la mastitis se caracteriza por inflamación con calor, dolor, rubor y aumento de tamaño de la glándula mamaria o cambios en la apariencia de la leche, o todos estos signos (2). Una forma de medir la frecuencia de la mastitis clínica (MC) en hatos lecheros es por medio del cálculo de la tasa de incidencia de mastitis clínica (TIMC), la cual se ha reportado de 14,4 casos por cada 100 vacas-año a riesgo (3), 41,95 casos por cada 100 vacas-año a riesgo (4) y 43,3 casos por cada 100 vacas-año a riesgo (5). Los autores no encontraron estudios publicados que reportaran la TIMC en Colombia.
Se han registrado más de 200 microorganismos causantes de mastitis (6). Los microorganismos más frecuentes asociados a mastitis bovina se pueden dividir en cuatro categorías: contagiosos, ambientales, oportunistas y otros (7); entre estos, las dos primeras categorías son las más asociadas a mastitis infecciosa. Los principales patógenos contagiosos son el Staphylococcus aureus y el Streptococcus agalactiae, y este grupo de contagiosos incluye también las bacterias Corynebacterium bovis, Mycoplasma bovis (7) y al Streptococcus dysgalactiae (6,8), aunque este último es el único patógeno que tiene características de contagioso y de ambiental (9). Los patógenos ambientales más frecuentemente aislados de casos de mastitis incluyen Streptococcus spp., también conocidos como estreptococos ambientales (diferentes a S. agalactiae), y las bacterias coliformes (10). El ambiente de la vaca es el principal reservorio de los patógenos causantes de este tipo de mastitis de origen ambiental; se asocia usualmente con casos clínicos y es el tipo predominante de mastitis en hatos bien manejados con bajos conteos de células somáticas (11).
El panorama en relación con la etiología de la mastitis puede variar entre los países, lo cual puede deberse, entre otras razones, a factores de manejo diferentes entre ellos. Por ejemplo, con respecto a la prevalencia de patógenos específicos que consideran solo las muestras con cultivo positivo por cuarto, se ha reportado un 31; 27; 15; 14; 4,8 y 3,1 % de positividad a S. aureus, ECN, S. dysgalactiae, S. uberis, E. coli y Streptococcus spp., respectivamente (12). En otro estudio efectuado en Israel se encontró que los casos clínicos de mastitis estuvieron asociados a bacterias coliformes (60,2 %), a estreptococos ambientales (18,6 %) y a estafilococo coagulasa negativo (ECN, 8,7 %) (13). En un estudio efectuado con base en los reportes de los tratamientos de MC realizados por veterinarios, encontraron que S. aureus y S. dysgalactiae fueron las bacterias más prevalentes en vacas de primer parto (12). Otros investigadores aislaron microorganismos patógenos en el 61 % de las muestras con mayor prevalencia para Corynebacterium sp. (45,0 %),
Staphylococcus sp. (29,6 %) y Streptococcus sp. (14,6 %) en ordeño manual; Staphylococcus sp. (36,4 %), Corynebacterium sp. (27,6 %), Micrococcus sp. (15,6 %) y Streptococcus sp. (12,9 %) en ordeño mecánico (14). En Colombia, el estudio más reciente reportó que los patógenos más frecuentemente aislados para mastitis subclínica fueron S. agalactiae, ECN y Corynebacterium sp., con un 34,4; 17,6 y 13,2 %, respectivamente (15). En otros estudios, también sobre mastitis subclínica, las bacterias más frecuentemente aisladas fueron S. agalactiae y S. aureus, con un 35 a 45 % y 14 a 33 % (16,17) y S. aureus con un 29 % (18) de las infecciones, respectivamente.
La terapéutica con antibióticos se considera una herramienta importante en el control de la mastitis, y los programas de vigilancia de adquisición de resistencia a los antibióticos por parte de las bacterias son importantes para asegurar óptimos resultados en el uso de antimicrobianos y minimizar el riesgo de selección y diseminación de la resistencia (19). Son pocos los estudios publicados sobre la susceptibilidad de las bacterias aisladas de casos de mastitis bovina en lechería especializada en Colombia. Solo se encontraron tres estudios; uno de ellos reportó un 19,4 % de resistencia del S. agalactiae al antibiótico penicilina (20), mientras que otros autores (21,22) registraron un 100 % de sensibilidad. Dos de los trabajos encontraron alta frecuen cia de resistencia a la penicilina por parte de la bacteria S. aureus (20,22).
Para ampliar el conocimiento sobre la mastitis bovina en Colombia se requieren estudios sobre la TIMC, los patógenos asociados a su presentación y estudios tendientes a actualizar la información sobre la susceptibilidad antibiótica de las bacterias aisladas de casos de mastitis bovina a los antibióticos. Esto con el fin de aportar información útil para el profesional médico veterinario y para el productor de leche, en aras de mejorar el estado de los hatos lecheros en relación con esta enfermedad.
El objetivo de este trabajo fue estimar la TIMC, determinar los patógenos involucrados en la presentación de MC y la susceptibilidad antibiótica de los patógenos asociados a mastitis clínica y subclínica, en vacas de hatos lecheros de seis municipios de la microcuenca lechera del altiplano norte de Antioquia.
Materiales y métodos
Consideraciones éticas
Esta investigación fue aprobada por el Comité de ética para la experimentación animal de la Universidad de Antioquia, Colombia (Acta 48 del 12 de diciembre de 2008).
Hatos
Criterios de inclusión
En cada municipio los hatos fueron seleccionados teniendo en cuenta que tuviesen facilidades de acce so -tanto por distancia del casco urbano como por la existencia de vías carreteables-, que almacenaran la leche en tanque de enfriamiento, que contaran con una adecuada identificación de las vacas, y que su propietario o mayordomo facilitara sus animales para la correspondiente toma de muestras y se comprometiera a suministrar la información necesaria.
Muestra
La muestra estuvo compuesta por 37 hatos ubicados en seis municipios de la microcuenca lechera del altiplano norte de Antioquia, Colombia: San Pedro de los Milagros, Santa Rosa de Osos, Donmatías, Belmira, San José de la Montaña y Entrerríos. Los hatos corresponden a una muestra seleccionada por conveniencia entre 3042 hatos registrados en los seis municipios, en los cuales se produce el 75 % de la leche y se encuentra el 70 % de las vacas de la zona (23). Los municipios se encuentran ubicados a una altura entre los 2200 y los 2581 m s. n. m. y tienen una temperatura promedio de 14,5 °C. De los 3042 hatos, 120 fueron invitados a participar en el estudio, 99 aceptaron, 21 declinaron la aceptación; se integró un grupo de estudio de 32 hatos para la muestra. La distribución de hatos por municipio fue proporcional al número de hatos que tenía cada uno de ellos así: Belmira: 9 % (3 hatos), Donmatías: 11 % (3 hatos), Entremos: 19 % (6 hatos), San José: 5 % (2 hatos), San Pedro de los Milagros: 24 % (8 hatos) y Santa Rosa de Osos: 32 % (10 hatos). Cinco hatos tuvieron que ser reemplazados a lo largo del estudio por diferentes razones; los reemplazos se seleccionaron de la lista de elegibles de granjas con características similares. La información del tiempo en el cual participaron los hatos reemplazados también fue analizada, por lo que al final se analizó información procedente de 37 hatos.
Protocolo de visita y toma muestras
Los casos de MC se detectaron en visitas mensuales que se efectuaron durante 12 meses, en el periodo comprendido entre el 1 de julio de 2009 y el 30 de junio de 2010, o cuando el productor informó telefónicamente al proyecto sobre su ocurrencia durante ese periodo. La toma de muestras de leche fue realizada siempre por un médico veterinario del estudio, quien tomó la muestra posterior al reporte del caso por el propietario o por el encargado del ordeño. A los cuartos que presentaron MC se les desinfectó la punta del pezón con torundas de algodón empapadas en alcohol al 70 %; se tomaron muestras de leche (5 ml aproximadamente). Las muestras de leche se transportaron refrigeradas al laboratorio en neveras a 4 °C y se mantuvieron refrigeradas hasta que se efectuó el cultivo en las 24 horas siguientes.
Cultivo bacteriológico
Las muestras se cultivaron usando métodos de laboratorio estándar descritos (15). La presencia de tres o más especies de bacterias en el cultivo se consideró como contaminación. Por ello, estas muestras se descartaron para este estudio (9).
Prueba de sensibilidad antimicrobiana in vitro
Como se mencionó anteriormente, para la realización de estas pruebas se tomaron los aislamientos de mastitis subclínica de un estudio previo (15) y aislamientos provenientes de los casos de MC del presente estudio.
El número de aislamientos analizados varió de acuerdo con la especie de bacteria y con el antibiótico usado. Este número osciló entre los 959 para la cloxaclina en el caso de la bacteria S. agalactiae y los 2 para la cefalexina en el caso de la bacteria Klebsiella spp. La determinación de susceptibilidad antibiótica de las bacterias se efectuó por la técnica de difusión en gel de agar por disco o prueba de Kirby-Bauer (24). Los aislamientos fueron clasificados como sensible (S), intermedio (I) y resistente (R), según la medida del diámetro de la zona de inhibición para lo cual se tomaron los lineamientos del Instituto de Estándares Clínicos y de Laboratorio (CLSI, por su sigla en inglés) (25). Se emplearon sensidiscos de los siguientes antibióticos: cloxacilina (5 µg), espiramicina (100 µg), penicilina G (10 UI), lincomicina (2 µg), 10 µg), cefoperazona (75 µg), amoxacilina (10 µg), 30 µg) y trimetoprimasulfametoxazol (25 µg).
Definición de caso
Un cuarto con MC se definió como aquel que presentaba la leche visiblemente anormal y/o tenía los signos generales de inflamación (2). Una vaca con MC se definió como aquella que presentaba al menos un cuarto con MC. Un cuarto se consideró como infectado cuando presentaba MC y se aislaron uno o dos patógenos de la muestra respectiva.
Análisis estadístico
La información se almacenó en hojas de Excel y luego se exportó al software estadístico Stata* 12.0 (26). Los datos se examinaron para detectar entradas erróneas y cuando se detectó algún dato improbable fue removido. El análisis de los datos se efectuó mediante estadística descrip tiva usando métodos estándar. Se calculó la prevalencia de MC por cuarto. Para el cálculo de la TIMC, se definieron los días a riesgo por vaca según lo propuesto por otros autores (4), en donde un caso de mastitis se definió como un reporte de vaca con MC o una serie de reportes separados cada uno por un mínimo de 14 días. Cuando se reportó un caso de MC en una vaca, después de transcurridos al menos 14 días de un caso previo en esa misma vaca, se definió como el inicio de un nuevo caso de mastitis. Las vacas no se consideraron a riesgo de presentar un nuevo caso de mastitis cuando estaban enfermas de esta o por 14 días después del último reporte de mastitis. Para el efecto, se empleó la fórmula: (# eventos nuevos de mastitis/número total de vacas-días a riesgo) x 365 x 100 (4). El número de días a riesgo de presentar un nuevo caso de mastitis se calculó para cada animal de manera individual durante el periodo comprendido entre el 1 de julio de 2009 y el 30 de junio de 2010. Los hatos que no reportaron casos de MC durante el periodo fueron retirados de la muestra para el cálculo de la TIMC.
Resultados
Características generales de la muestra
El 80 % de las vacas de la muestra fueron de la raza holstein y el 20 % de otras razas o cruces. El promedio de edad fue de 5,7 ± 2,3 años la producción de leche promedio fue de 17,8 ± 6,32 L/vaca/d. El 43 % de las fincas tenían entre 1 y 25 animales, el 49 % entre 26 y 75 y el 8 % más de 76 animales. El 26 % de las vacas tenían un parto, el 19 % dos, el 17 % tres y el 37 % cuatro o más. El 30,3 % de las vacas estaban en el primer tercio de lactancia (0-100), el 30,5 % en el segundo (101-200), el 24,5 % en el tercero (201-300) y el 14,7 % presentaban más de 300 días en lactancia.
Tasa de incidencia de mastitis clínica y etiología de la mastitis
En total se efectuaron 257 observaciones (casos) de MC en cuarto. La TIMC en el periodo de estudio fue de 13,8 casos por 100 vacas-año a riesgo. Si bien se reportaron 257 casos de MC, solo se pudo efectuar cultivo en 180 de ellos dado que en los otros casos ya se habían efectuado tratamiento cuando el médico veterinario pudo efectuar la visita respectiva para tomar la muestra. Se obtuvo un total de 180 resultados de cultivos procedentes de muestras de cuartos con MC; en 50 (27,7 %) de ellos no hubo aislamiento, mientras que en 130 (72,2 %) se obtuvo aislamiento. En estos últimos se aislaron dos patógenos en ocho de los casos. Los patógenos más frecuentemente aislados entre los 138 aislamientos obtenidos fueron el S. agalactiae seguido por el S. pyogenes y por el Corynebacterium spp., con un 40,6; 15,9 % y 8,0 %, respectivamente (tabla 1).
Sensibilidad antimicrobiana in vitro
Un alto porcentaje de los aislamientos de la bacteria S. agalactiae presentó sensibilidad cuando se usó el grupo farmacológico β-lactámico -cloxacilina (87,6 %), penicilina (85,3 %), ampicilina (91,8 %) y amoxacilina (96 %)-, así como con el antibiótico cefoperazone (98,4 %), pero no cuando se empleó la cefalexina (45,4 %). Se observó resistencia de esta bacteria a la lincomicina (50,7 %), espiramicina (33,7 %), trimetoprim sulfa (27 %) y penicilina (14,7 %).
En relación con las otras especies de estreptococos, se observó un comportamiento similar al observado para el S. agalactiae, específicamente en lo relacionado con la sensibilidad a los β-lactámicos a excepción del S. uberis, el cual mostró una menor sensibilidad a los antibióticos cloxacilina (74,1 %) y penicilina (74,1 %), y tanto esta bacteria como el S. pyogenes mostraron una mayor sensibilidad al trimetoprima-sulfa (84,6 %) y (89,7 %), respectivamente, en comparación con el S. agalactiae. Se observó un patrón similar de resistencia al presentado por la bacteria S. agalactiae para las otras especies de estreptococos. El S. pyogenes y el S. dysgalactiae presentaron menor resistencia a la espiramicina 11,6 y 18,3 %, respectivamente. El S. uberis mostró mayor resistencia a la penicilina 25,9 % (tabla 2).
En el caso de los ECP, las bacterias S. aureus y S. intermedius presentaron un alto porcentaje de aislamientos sensibles a los antibióticos cloxacilina (95,4 y 96,5 %), cefoperazone (98 y 88,6 %) y trimetoprima-sulfa (98 y 98,6 %). Adicionalmente, el S. aureus presentó alto porcentaje de sensibilidad a la cefalexina (81,3 %). Es de resaltar el alto porcentaje de resistencia de S. aureus y S. intermedius a la penicilina (38,8 y 74,3 %), y de estas mismas bacterias a la ampicilina (35,5 y 75,5 %) (tabla 3).
En el grupo de las bacterias ECN (S. epidermidis, S. haemolitycus y S. saprofiticus) se encontró alto porcentaje de sensibilidad para el S. epidermidis cuando se usa ron los antibióticos cloxacilina (93,5 %), cefoperazone (100 %), amoxacilina (80,6 %), cefalexina (82,1 %) y trimetoprima-sulfa (93,9 %). En el caso del S. haemolitycus se encontró alto porcentaje de sensibilidad cuando se usaron los antibióticos cloxacilina (94,9 %), cefoperazone (97,6 %), amoxacilina (84,7 %) y trimetoprima-sulfa (88,2 %). En el caso del S. saprofiticus se encontró alto porcentaje de sensibilidad cuando se usaron los antibióticos cloxacilina, espiramicina, penicilina, ampicilina, cefoperazone y amoxacilina (100 %). Para el S. epidermidis se observó alto porcentaje de resistencia a los antibióticos penicilina (55,4 %), lincomicina (53,1 %) y ampicilina (48,2 %). El S. haemolitycus presentó resistencia a los antibióticos penicilina (61 %), lincomicina (77,8 %) y ampicilina (52,5 %). El S. saprofiticus solo presentó resistencia a la lincomicina (100 %) (tabla 4).
Con respecto a las bacterias gramnegativas, E. coli mostró alta sensibilidad al antibiótico cefoperazone (98 %) y moderada a los antibióticos neomicina (59 %), ampicilina (70 %), amoxacilina (67 %) y trimetoprima-sulfa (55 %), y resistencia a la espiramicina, lincomicina, cefalexina y trimetoprima sulfa con 74, 92, 69 y 45 %, respectivamente. Si bien se efectuaron pruebas de sensibilidad para las bacterias de los géneros Klebsiella spp. y Enterobacter, spp. el número de estas fue muy pequeño. Estos resultados se muestran en la tabla 5.
Discusión
No se encontraron datos de estudios sobre TIMC efectuados en Colombia con los cuales comparar los hallazgos de este trabajo. Al revisar los estudios internacionales, se encontró que los resultados de TIMC de este estudio concuerdan con un reporte efectuado en Uruguay en el cual encontraron 14,4 casos por cada 100 vacas-año a riesgo en un año de seguimiento (3), y se consideraron bajos al compararlos con los 41,95 casos por cada 100 vacas-año a riesgo reportado en Dinamarca (4) y con los 43,3 casos por cada 100 vacas-año a ries go reportado en Tanzania (27). Sin embargo, se debe tomar con precaución la comparación de estos hallazgos con los registrados en estudios efectuados en otros países, debido a que la TIMC está asociada a factores tales como el clima, la raza, la producción y el manejo (3).
La TIMC hallada en los hatos estudiados se considera baja, lo cual se pudo deber en parte a una subnotificación de los casos, debido al temor de los productores a desmejorar el prestigio de sus hatos si revelaban el número real de eventos. El reporte incompleto de casos de mastitis por los productores de leche se debe a que algunos de ellos son apáticos a los asuntos relacionados con el control de la enfermedad o les falta tiempo para mantener registros completos (4).
En general, hubo un predominio en la frecuencia de aislamiento de las bacterias contagiosas sobre las ambientales. Es de resaltar la alta frecuencia encontrada de la bacteria S. agalactiae, la cual se transmite principalmente durante el ordeño (28), ya que se puede encontrar en superficies que hayan tenido contacto reciente con leche contaminada, como el equipo de ordeño y las manos del ordeñador (7) y las malas condiciones de higiene durante la rutina de ordeño favorecen su presentación (6). Las características de manejo de los hatos del estudio fueron descritas previamente por los autores (23); en estas se identificó que el lavado de manos del ordeñador antes del ordeño, el presellado, el sellado y el lavado de los pezones era efectuado por el 18,8; 40,6; 78,1 y el 21,9 %, respectivamente. Por lo tanto, la alta prevalencia de la bacteria S. agalactiae podría estar asociada a las deficiencias en la higiene diagnosticadas previamente en los hatos de la zona. La prevalencia de S. agalactiae estuvo acorde con lo reportado en otro estudio efectuado en la sabana de Bogotá (17), en el que esta bacteria fue más prevalente en el ordeño manual y presentó el mayor porcentaje de infección con respecto al mecánico con 61,7 y 50 %, respectivamente (16). El S. agalactiae también fue el patógeno más frecuentemente aislado en casos de mastitis subclínica en un estudio efectuado en esta misma zona (15), y en estudios previos sobre mastitis subclínica reportados para San Pedro de los Milagros y la sabana de Bogotá con 47 y 44,9 %, respectivamente (17,20). En contraste, en un estudio efectuado en el altiplano cundiboyacense se encontró una prevalencia para el S. agalactiae en casos de mastitis subclínica solo del 6,84 % (18) y del 6,4 % en un estudio efectuado en hatos lecheros del oriente de Antioquia (21).
Para evaluar la susceptibilidad de las bacterias a los antibióticos, se utilizó la prueba de difusión en gel de agar, debido a su facilidad de ejecución, bajo costo, repetitividad interlaboratorio y a la flexibilidad en el tipo y número de antibióticos que pueden ser analizados (29). Es de anotar que los resultados de interpretación de la susceptibilidad a los antibióticos usados por el método de difusión en gel de agar tienen como parámetros de referencia datos de farmacocinética plasmática en huma nos, la cual es extrapolada a los animales domésticos. Si bien estos datos sirven de referencia para el trabajo en medicina veterinaria, se pueden presentar variaciones entre las especies humana y bovina. En resumen, para el caso específico de la interpretación de estos resultados es importante que el médico veterinario tenga consideraciones específicas de la farmacocinética de los antibióticos en los vacunos, y más aún en el compartimiento específico de la glándula mamaria.
En el presente estudio se observó que el 14,7 % de los aislamientos de S. agalactiae fueron resistentes a la penicilina, resultado un poco menor al 19,4 % encontrado en otro estudio efectuado en la zona (20) y que contrasta con el 100 % de sensibilidad reportado por otros tra bajos efectuados en Colombia (21,22). Los reportes de cepas de bacterias S. agalactiae resistentes a los antibióticos β-lactámicos son escasos. Un estudio efectuado en Nueva York reportó cepas de S. agalactiae multirresistentes a antibióticos del grupo de los β-lactámicos (30). También llama la atención el hallazgo de un porcentaje importante de aislamientos de S. agalactiae resistentes a antibióticos como espiramicina (33,7 %), lincomicina (50,7 %) y cefalexina (52,2 %), lo cual concuerda con lo hallado por Gao et al. (31), quienes reportaron resistencias en aislamientos de S. agalactiae a la eritromicina, antibiótico del grupo de los macrólidos como la espiramicina, e identificaron también multirresistencia a los antibióticos gentamicina, amikacina y tetraciclina. Si bien el porcentaje de aislamientos de S. agalactiae resistente a los antibióticos β-lactámicos es relativamente bajo, es preocupante dado que se podría estar perdiendo una opción terapéutica muy importante en el control de esta bacteria, debido a que la penicilina es el antibiótico de primera elección en casos de mastitis bovina (28).
Ambas bacterias ECP (S. aureus y S. intermedius) mostraron resistencia a las penicilinas β-lactamasa sensibles (penicilina y ampicilina), y el S. intermedius también lo hizo a la amoxacilina. Esta resistencia de los ECP a los antibióticos β-lactámicos podría explicarse por la producción de β-lactamasa, el cual es el mecanismo de resistencia más común en los estafilococos (19). Alta frecuencia de resistencia a la penicilina ha sido reportada en otros estudios en bacterias procedentes de cuartos con mastitis (20,22,32). Para el caso de unos pocos aislamientos de S. aureus resistentes a los antibióticos β-lactámicos obtenidos en este estudio, el hallazgo podría asociarse a la presencia de algunas cepas del grupo del S. aureus resistente a meticilina (SARM), los cuales deben considerarse resistentes a todas las penicilinas, cafalosporinas, cefemas y otros β-lactámicos. Sin embargo, existen pocos reportes de SARM en este grupo de animales y en su leche (33-36).
Las bacterias ECN, específicamente S. epidermidis y S. haemolyticus, mostraron alta resistencia a los antibióticos lincomicina, penicilina y ampicilina. Estos resultados están en concordancia con lo encontrado por otros autores, quienes reportaron una resistencia del 66,7 % para las bacterias ECN a los antibióticos ampicilina y penicilina (22) y un 75 % de resistencia de las bacterias ECN a la penicilina (20).
En relación con las bacterias gramnegativas, se pudo obtener un número importante de pruebas de sensibilidad a los antibióticos para la bacteria E. coli, esto dado que la frecuencia de aislamiento de Klebsiella spp. y Enterobacter spp. fue muy baja. Se observó para E. coli alta sensibilidad a los antibióticos de amplio espectro como cefoperazone, y también, aunque en menor grado, a los β-lactámicos a ampicilina y amoxacilina. De acuerdo con Petri (37), el cefoperazone es una cefalosporina de tercera generación de amplio espectro de buena acción contra bacterias gramnegativas. Sin embargo, otros autores han registrado el 5,9 % de resistencia de E. coli a la ampicilina en muestras provenientes de casos de mastitis subclínica (19). Sobre este último aspecto, el hallazgo de algunos aislamientos de E. coli resistentes al grupo de antibiótico betalactámicos analizados (ampicilina, amoxacilina, cefalexina, cefoperazona) hace sospechar de la producción de betalactamasas de espectro extendido (BLEE) en algunos de estos aislamientos. Sin embargo, debido a que ese no era el objetivo del presente estudio, a estos aislamientos no se les confirmó si efectivamente eran productores de BLEE. La producción de BLEE por bacterias reduce la eficacia de un amplio rango de antibióticos betalactámicos como cafalosporinas de tercera generación y monobactámicos (38), y se ha documentado que los animales productores de alimentos son importantes reservorios de Enterobacteriaceae productora de BLEE (39). E. coli multiresistente ha sido aislada de leche bovina en varios estudios previos (40-46), lo que demanda muchos más estudios para establecer la importancia de este fenómeno en el ámbito nacional.