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Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras - INVEMAR
Print version ISSN 0122-9761
Bol. Invest. Mar. Cost. vol.35 no.1 Santa Marta Jan./Dec. 2006
EXPLOTACIÓN, USOS Y ESTADO ACTUAL DE LA CIGUA O BURGAO CITTARIUM PICA (MOLLUSCA: GASTROPODA: TROCHIDAE)EN LA COSTA CONTINENTAL DEL CARIBE COLOMBIANO
EXPLOITATION, USES AND CURRENT STATUS OF THE WEST INDIAN TOPSHELL CITTARIUM PICA (MOLLUSCA: GASTROPODA, TROCHIDAE) ALONG THE COLOMBIAN CARIBBEAN COAST
Adriana Osorno Arango1 y Juan M. Díaz Merlano2
1Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR), Cerro Punta Betín, Santa Marta, Colombia. E-mail: adrianaosorno@invemar.org.co
2Instituto de Investigación de RecursosBiológicos Alexander von Humboldt, Carrera 7 No. 35-20, Bogotá D.C., Colombia, E-mail: jmdiaz@humboldt.org.co
RESUMEN
La cigua o burgao, Cittarium pica es un gasterópodo común y conspicuo de la zona intermareal del litoral rocoso del Caribe y ha sido utilizado como alimento por el hombre desde tiempos precolombinos. Aunque la extracción del recurso es realizada únicamente por pescadores artesanales y principalmente para autoconsumo de pobladores locales, su abundancia se ha visto reducida notablemente durante los últimos diez años, por lo que la especie hace parte de la lista roja de fauna amenazada en varios países caribeños, incluido Colombia. El presente estudio tuvo por objeto hacer un diagnóstico del estado actual de la población de C. pica a lo largo de la costa continental del Caribe colombiano, así como una caracterización general de los niveles de explotación y usos en tiempos recientes. Para ello, la costa Caribe colombiana se dividió en cinco sectores de acuerdo al rango de distribución establecida para la especie: 1-Urabá chocoano, 2-Isla Fuerte, 3-Cartagena e Islas del Rosario, 4-Santa Marta y Parque Nacional Natural Tayrona, 5-La Guajira. En cada uno de los sectores se efectuaron encuestas a los pobladores locales. Se realizaron muestreos en una serie de estaciones representativas con el fin de determinar la abundancia, densidad y estructura de tallas de la población de C. pica. La presión por extracción que se ejerce sobre el recurso es variable entre los sectores, siendo mayor en Santa Marta y Parque Nacional Natural Tayrona, Urabá chocoano, y Cartagena e Islas del Rosario. El uso principal que se da al recurso es como complemento de la dieta de los pobladores locales, aunque en algunas ocasiones éstos también comercializan la carne y la concha. Las conchas se venden a artesanos que elaboran con ella objetos de bisutería y "souvenirs". La densidad ecológica promedio en toda el área de estudio fue 5.38 Ind/m2 (± 0.82), con diferencias significativas tanto entre los sectores como entre las estaciones de un mismo sector. La estructura de tallas de la población (talla promedio = 25.08 mm ± 4.71, moda = 11.10 mm) indica que en general el recurso está sometido a sobreexplotación en el Caribe colombiano. Con ello, se confirma que C. pica enfrenta un riesgo de extinción en el mediano plazo en Colombia y debe mantenerse en la categoría de "vulnerable" en la lista roja de especies amenazadas del mismo país.
PALABRAS CLAVE: Cittarium pica, Gastropoda, Especies amenazadas, Caribe, Colombia.
ABSTRACT
The West Indian topshell, Cittarium pica is a common and conspicuous gastropod that thrives in Caribbean intertidal rocky shores and has been used for food by men since pre-Columbian times. Although, the exploitation of this resource is practiced only by artisanal fishermen and mainly for self-consumption, its abundance has noticeably reduced in the last ten years, so the species has been included in the endangered animal lists of several Caribbean countries, including Colombia. The present study was carried out to assess the current status of the population of C. pica along the Colombian Caribbean mainland and to describe the overall exploitation level and uses of this resource in recent times. In order to achieve so, Colombian Caribbean coast was divided into five zones according to the established distribution range of the species: 1-Urabá chocoano, 2-Isla Fuerte, 3-Cartagena and Rosario Islands, 4-Santa Marta and Tayrona Natural National Park, 5-La Guajira. In each one of the zones opinion polls among local inhabitants were conducted. A series of samples from representative stations were obtained in order to determine the abundance, density and size structure of the C. pica population. The fishing pressure on the resource is different between the sectors, being greater in Santa Marta and Tayrona Natural National Park, Urabá chocoano, and Cartagena and Rosario Islands. The main use given to C. pica is as dietary complement of the local population, but the flesh and shells are commercialized at times. Shells are sold to artisans and used for "souvenirs" and handcraft manufactures. The mean ecological density of C. pica in the entire study area was 5.38 Ind/m2 (± 0.82), with significant differences between sectors and between the stations within a sector as well. The size structure of the population (mean size = 25.08 mm ± 4.71, mode = 11.10 mm) suggests that in general the resource is being over-exploited in the Colombian Caribbean. This result confirms that C. pica is an endangered species in Colombia and its status as "vulnerable" in the red list should be maintained.
KEY WORDS: Cittarium pica, Gastropoda, Endangered species, Caribbean, Colombia.
INTRODUCCIÓN
Cittarium pica (Linnaeus, 1758) es un gasterópodo de la familia Trochidae conocido en Colombia como cigua o burgao. Se distribuye en la región centro-septentrional del gran Caribe, desde los Cayos de Florida y las Antillas Mayores hasta la costa norte de Sur América (Robertson, 2003), siendo uno de los gasterópodos de mayor talla que habita la zona intermareal rocosa en esta área (Castell, 1987; Randall, 1964). Este molusco es además uno de los organismos herbívoro-detritívoros más conspicuos y uno de los mayores consumidores de biomasa de algas en dicho hábitat (McLean, 1967). Sirve de alimento a otros gasterópodos y a pulpos, y su concha es utilizada por varias especies de cangrejos pagúridos, especialmente del género Coenobita (Robertson, 2003).
C. pica ha sido explotado para consumo en muchas áreas del Caribe desde tiempos precolombinos (Scudder y Quitmer, 1998; Wing, 2001) y actualmente es, después del caracol pala Strombus gigas, el gasterópodo de mayor importancia económica en las Antillas (Robertson, 2003). También en la costa septentrional de Sudamérica (Colombia y Venezuela) su consumo es extendido y tiene cierta importancia comercial (Poutiers y Cipriani, 1992).
A pesar de su importancia ecológica y económica, y de ser una especie común en el litoral rocoso del Caribe colombiano, los estudios acerca de esta especie son escasos. El primer registro publicado en el área (Kaufmann y Götting, 1970) data de menos de cuatro décadas. Díaz (1985), Díaz y Götting (1986) y Bandel y Wedler (1987) realizaron posteriormente algunas observaciones sobre la distribución y zonación de esta especie en el sector de Santa Marta. Una primera aproximación a la distribución geográfica de C. pica en el Caribe colombiano se encuentra en Díaz y Puyana (1994), quienes registraron también la máxima talla conocida para la especie hasta el momento(Robertson, 2003).
Los altos niveles de explotación han causado una notable reducción de las poblaciones de C. pica en varias áreas (Schmidt et al., 2002; Robertson, 2003), y la especie figura ya en las listas rojas de fauna amenazada de varios países. El Libro Rojo de Invertebrados Marinos Amenazados de Colombia (Ardila et al., 2002) incluye a C. pica en la categoría "vulnerable", advirtiendo que la especie enfrenta cierto riesgo de desaparecer de esta región en el mediano plazo. Hasta el momento no existen estudios que permitan evaluar el estado general de C. pica en todo su ámbito de distribución en Colombia, como tampoco acerca de los usos ni de los niveles y tendencias de explotación de este recurso. El presente estudio pretende llenar ese vacío de información con el fin de aportar criterios para la toma de decisiones en relación con el manejo de la especie. Este trabajo no abarca el archipiélago oceánico de San Andrés y Providencia, donde C. pica está también presente y es objeto de explotación por parte de la población local (Díaz y Puyana, 1994).
ÁREA DE ESTUDIO
El presente estudio abarcó toda la costa continental del Caribe colombiano, que se extiende por casi 1600 km desde Cabo Tiburón, en el límite fronterizo con la República de Panamá, hasta la frontera con Venezuela en Castilletes. A lo largo de esta costa, el litoral constituido por formaciones rocosas no supera en total los 330 km (20% de la línea de costa) y se distribuye irregularmente (Díaz y Acero, 2003). Sin embargo, no todas las áreas con litoral rocoso son aptas como hábitat para C. pica debido a que están conformadas por rocas poco cohesivas sometidas a altas tasas de erosión marina, como es el caso de las colinas litorales que se hallan entre las ciudades de Barranquilla y Cartagena (Martínez, 1993), o a que las condiciones de salinidad no son adecuadas para el establecimiento de la especie, como ocurre en gran parte del Golfo de Urabá (Urabá chocoano). Así, la distribución efectiva de C. pica en la costa colombiana se restringe a menos de 130 km de litoral repartidos en cinco sectores en donde se llevó a cabo la presente investigación: 1-Urabá chocoano, 2-Isla Fuerte, 3-Cartagena e Islas del Rosario (que hacen parte del Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo- PNNCRSB), 4-Santa Marta y Parque Nacional Natural Tayrona, y 5-La Guajira (Figura 1; ver también Díaz y Puyana, 1994 y Gracia y Díaz, 2002). Información detallada sobre las características
climáticas, geomorfológicas y ecológicas de las ecoregiones marinas y costeras del Caribe colombiano puede encontrarse en Díaz y Acero (2003) y Vides y Sierra-Correa (2003), entre otros. En cada sector se hicieron muestreos en al menos dos estaciones. La selección de las estaciones se hizo durante un reconocimiento previo de cada sector, y con base en información suministrada por pobladores locales acerca de la distribución y abundancia de C. pica.
MATERIALES Y MÉTODOS
Con el fin de indagar acerca de los usos y niveles de explotación de C. pica se realizaron encuestas individuales a pescadores de mariscos en cada uno de los sectores de estudio. Se indagó sobre la cantidad aproximada de personas dedicadas a la extracción de C. pica en cada sector con el fin de determinar la población a encuestar (mínimo 10% del total). En total se hicieron 71 encuestas, 21 en el sector del Urabá chocoano, 10 en Isla Fuerte, 15 en el sector de Cartagena e Islas del Rosario, 15 en el sector de Santa Marta y Parque Nacional Natural Tayrona (PNNT) y 10 en el sector de La Guajira. La encuesta constó de 10 preguntas relacionadas con: las zonas de distribución y explotación de la especie, la frecuencia de las faenas de captura, tanto en la actualidad como en tiempos pasados, la abundancia actual del recurso con relación a épocas anteriores, los meses de mayor captura en el año, las tallas que prefieren y suelen capturar, los usos y la comercialización de productos. Los resultados fueron expresados en términos absolutos y relativos con respecto a la población encuestada.
Para determinar las densidades y la estructura de tallas de la población de C. pica, se llevaron a cabo muestreos durante los meses de enero a abril (época seca) de 2003. Los criterios tenidos en cuenta para la escogencia de las estaciones incluyeron la configuración y amplitud del sitio (mínimo 30 m de largo por 2 m de ancho para permitir la obtención de al menos dos muestras por estación), facilidad del acceso y que hubieran signos inequívocos de la presencia de C. pica, tales como sustrato rocoso consolidado y cobertura de macroalgas (alimento de la especie). Las estaciones fueron geoposicionadas mediante un GPS portátil. En cada estación se trazó un transecto lineal de 30 m a lo largo del nivel medio de marea partiendo del lugar en donde fue observado el primer individuo. Cuadrantes de 1x1 m fueron colocados consecutivamente a lo largo del transecto, alternando su posición por encima y por debajo de la línea central del transecto, de manera que cada estación constara de dos muestras, cada una de 15 cuadrantes, una por encima y otra por debajo de la línea del transecto. La mayoría de los individuos de una población de C. pica se concentra en el mesolitoral y el infralitoral superior (Vermeij, 1973 En: Robertson, 2003).
En cada cuadrante se determinó la cantidad de individuos y se registró la talla de cada uno de ellos tomando mediante un calibrador Vernier la medida del diámetro máximo de la base de la concha (D), para luego devolverlos a su lugar. D equivale a "shell width" (SW) lo cual corresponde de acuerdo a Debrot (1990 a) al máximo diámetro de la base de la concha, y que en este estudio se interpreta como la medida del diámetro de la base de la concha desde la punta más externa del labio pasando por la mitad del ombligo (Figura 2). Se calcularon los promedios y errores estándar de la densidad para cada estación. Estos valores se promediaron para calcular la densidad promedio de cada sector, para lo cual se diferenció entre la densidad bruta y la densidad ecológica. La densidad bruta corresponde al número de individuos por espacio total, de modo que ésta se calculó promediando para cada sector las medias aritméticas de densidad resultantes de las estaciones en donde se encontró tanto una densidad considerable de C. pica como en las que no. La densidad ecológica (también llamada densidad específica, neta o económica (Odum, 1983) equivale al número de individuos por espacio efectivo, y se calculó promediando para cada sector las medias aritméticas de densidad solo de las estaciones en donde se encontró una densidad considerable de C. pica. Entiéndase en este caso por "densidad considerable" la presencia de al menos cuatro individuos en una estación (> 4 indiv. / 30 m2) o mayor a dos individuos por
muestra (>2 indiv. /15 m2); recuérdese que fueron dos muestras por estación. El límite fijado anteriormente (> 4 indiv. / 30 m2 ó >2 indiv. /15 m2) se basa en el concepto de "población", que de acuerdo a Solomon et al. (1996) corresponde a un grupo (más de dos individuos) de organismos de una sola especie que viven en una zona geográfica dada al mismo tiempo. Para establecer si los resultados cumplían los supuestos de normalidad, se aplicó la prueba de Shapiro-Wilks para las estaciones con densidad considerable y se evaluó la homogeneidad de varianzas mediante la prueba de Bartlett. Se efectuaron análisis de varianza para detectar la significancia estadística entre las muestras de cada estación, entre las estaciones de cada sector y entre sectores; posteriormente se hicieron pruebas de rangos múltiples (Tukey HSD- tipo suma de cuadrados) para determinar las diferencias entre estaciones y sectores. Para el análisis de tallas se calcularon las medidas de tendencia central (media y moda) y el error estándar y se construyeron gráficas de distribución relativa de individuos por intervalos de tallas. La media equivale al promedio, y la moda corresponde al valor que se repite con más frecuencia. De acuerdo con la talla mínima (1.30 mm) y máxima (107.40 mm) halladas en todo el área de estudio, se establecieron 14 intervalos de tallas, cada uno de 8 mm de rango, dentro de los cuales se clasificaron los 3374 individuos medidos. La distribución por intervalos de tallas se construyó empleando Microsoft EXCEL® mediante una "tabla dinámica" con base en las siguientes funciones: 1) Rango: diferencia entre los valores máximo y mínimo de una serie de datos; es igual a la talla máxima menos la mínima (Máx. - Mín.). 2) Intervalo: se define con base en la regla de "Sturges" por la ecuación 1+3.332 * log10 N; se debe aproximar a un número entero. 3) Amplitud: es el rango dividido por el número de intervalos (Rango / 1+ 3.332 * log10 N); se debe aproximar a un número entero. A partir de lo anterior, los intervalos de tallas fueron ordenados en el presente estudio en tres grupos con el fin de facilitar su análisis: 1) tallas pequeñas: menores a 41.3 mm, 2) tallas medianas: entre 41.3 mm y 73.3 mm, y tallas grandes: mayores a 73.3 mm. Cada grupo contiene de cuatro a cinco intervalos de tallas. También se tuvieron en cuenta estudios previos (Castell, 1987; Debrot, 1990a; Robertson, 2003) para categorizar las tallas resultantes como pequeñas, medianas y grandes.
RESULTADOS
De acuerdo con los resultados de las encuestas, aproximadamente 187 personas se dedican a la colecta de C. pica a lo largo de menos de 130 km de litoral rocoso con hábitat efectivo para esta especie en la costa continental del Caribe colombiano (Tabla 1).
La mayor cantidad de población dedicada a dicha actividad se concentra en los sectores de Santa Marta - PNNT (35.3%) y del Urabá chocoano (32.6%), los cuales son los sectores con mayor cantidad de hábitat disponible para la especie (38 y 40 km respectivamente) y donde tradicionalmente la explotación del recurso tiene mayor arraigo (el Festival de la Cigua en Capurganá es una de las festividades populares de mayor tradición en el Golfo de Urabá). Con relación a las áreas de explotación,los resultados de las encuestas indican que en cada uno de los sectores de estudio existen algunas zonas mayormente frecuentadas por los pescadores para capturar a C. pica. En el Urabá chocoano dichas zonas corresponden a Capurganá, Sapzurro, Cabo Tiburón e Islas San Blas en Panamá. En Isla Fuerte estas zonas son al Norte de la isla y en "El Inglés". En Cartagena e Islas del Rosario C. pica se captura más continuamente en Barú, Isla Grande e Isla del Rosario. En Santa Marta y PNNT, esta explotación se lleva a cabo con mayor frecuencia en Chengue, Guachaquita y Neguange. Mientras que en La Guajira las zonas principalmente frecuentadas para extraer el recurso son Pilón de Azúcar, Ojo de Agua y Apúre.
Los resultados de las encuestas sugieren que las poblaciones de C. pica han experimentado una reducción notoria de su abundancia en toda el área de estudio durante el transcurso de la última década. Así, el 59.24% del total de encuestados coincidió en afirmar que la disminución del recurso ha sido drástica y el 24.76% considera que ha sido notoria mas no drástica. Tan sólo el 13.33% de los encuestados no percibió variación en la abundancia del recurso en los últimos diez años.
De otra parte, aunque seguramente en relación con lo anterior, la frecuencia de las faenas de captura ha experimentado aparentemente también una reducción considerable, ya que apenas el 16.90% de los encuestados sigue participando en tales faenas más de una vez por mes, frecuencia que hace una década involucraba al 60.56% de los encuestados (Figura 3a). Una proporción significativa de los encuestados (35.21%) participa en la actualidad sólo esporádicamente (una o dos veces al año) en las faenas y otro 25.35% de ellos aún menos frecuentemente o ha dejado ya de hacerlo (Figura 3b).
Aunque C. pica es un recurso disponible durante todo el año, de acuerdo con los resultados de las encuestas la frecuencia de faenas de colecta es mayor entre mayo y noviembre; ello se cumple para todos los sectores del área de estudio. Adicionalmente para los sectores Urabá chocoano y Santa Marta - PNNT, la frecuencia de colecta de C. pica se incrementa al máximo durante el mes de mayo. Como era de esperarse, la mayoría de encuestados (73.2%) prefiere colectar individuos de tallas grandes, aunque cuando participan también mujeres y niños en las faenas, especialmente en el sector del Urabá chocoano, dicha discriminación no ocurre.
El principal uso que se da a C. pica en el Caribe colombiano es para autoconsumo como alimento (90.1% de los encuestados), aunque en los sectores del Urabá chocoano, Cartagena - Islas del Rosario y Santa Marta - PNNT una porción de las capturas suele destinarse para la venta en el mercado local, tanto de la carne como de la concha. Esta última es comercializada por un 22.5% de los encuestados a artesanos que las pulen y elaboran distintos objetos (hebillas, aretes, llaveros, etc.) con destino a las ferias y ventas ambulantes de artesanías y "souvenirs" (Figura 4). La extracción de nácar de la concha con fines cosméticos para la piel es un uso esporádico, principalmente en el sector de Santa Marta - PNNT. El precio de venta por libra de carne (músculo) oscila entre $3000 y $10000 pesos (aprox. US $ 1.3-4.2).
Las densidades promedio de C. pica en las estaciones de muestreo y los respectivos sectores se presentan en la Tabla 2. En el Urabá chocoano, Isla Fuerte y La Guajira no se encontraron densidades considerables en algunas estaciones, por lo que los valores de densidad ecológica difieren de los de densidad bruta. Por el contrario, en los sectores de Cartagena- Islas del Rosario y Santa Marta - PNNT las densidades fueronconsiderables en todas las estaciones. Según las pruebas de Shapiro-Wilks y de Bartlett, las densidades halladas en las estaciones con densidades considerables correspondieron a una distribución normal y presentaron homogeneidad de varianzas (P<0.05). Las diferencias entre las densidades brutas (P= 0.00; F-Ratio = 4.44) y entre las densidades ecológicas (P= 0.00; F-Ratio = 7.00) fueron significativas. La densidad ecológica promedio más alta correspondió al Urabá chocoano, seguida por La Guajira, Cartagena - Islas del Rosario, Santa Marta - PNNT e Isla Fuerte (Tabla 2). La prueba de rangos múltiples mostró que
la densidad ecológica en el Urabá chocoano fue significativamente diferente a la de los demás sectores. Sin embargo, hubo amplias variaciones de la densidad de individuos entre las estaciones de este sector (P= 0.00; F-Ratio = 24.07), aunque no entre las muestras de una misma estación (P= 0.38; F-Ratio = 1.09), situación que se repitió en todos los demás sectores.
Para un total de 3374 individuos medidos en toda el área de estudio, la talla media fue de 25.08 mm, la moda de 11.1 mm, la talla mínima de 1.3 mm, y la talla máxima de 107.4 mm registrada esta última en un ejemplar de La Guajira. La talla media más alta (46.47 mm) correspondió también al sector de La Guajira, donde según la moda, son frecuentes individuos de más de 56 mm. Por el contrario, la talla media más baja (18.69 mm) correspondió al Urabá chocoano. En los demás sectores los valores de talla media fueron similares. Exceptuando La Guajira, en todos los sectores las tallas "pequeñas" (< 41.3 mm) fueron las más frecuentes (Tabla 3).
Casi una tercera parte de los individuos medidos (28.39%) correspondieron al intervalo de tallas entre 9.3 y 17.3 mm y otra quinta parte de ellos (19.56%) estuvieron dentro del intervalo siguiente (17.3 - 25.3 mm), es decir, casi la mitad de la población está conformada por individuos pequeños. En general, las tallas que pueden considerarse dentro de la categoría "grande" (> 73.3 mm) estuvieron escasamente representadas (Figura 5).
DISCUSIÓN
Al igual que en otras áreas del Mar Caribe (Robertson, 2003), C. pica ha sido un recurso explotado para alimento, ornamento y objetos rituales desde tiempos precolombinos en el Caribe colombiano (Reichel-Dolmatoff, 1985). En la actualidad, C. pica sigue siendo un recurso que se explota en todos los sectores de la costa del Caribe colombiano donde el litoral rocoso ofrece condiciones apropiadas para la existencia de la especie, principalmente en la parte noroccidental del Golfo de Urabá y en el área de
Santa Marta y PNNT. Puesto que se trata de un recurso explotado artesanalmente a escala local y de escasa comercialización, no ha hecho nunca parte de las estadísticas pesqueras del país, por lo que los niveles de explotación sólo pueden deducirse a partir de estudios particulares en campo.
Como lo indican los resultados de las encuestas, el uso principal actual del recurso en Colombia está dirigido al autoconsumo de la carne como complemento de la dieta de los pobladores locales. La comercialización de la carne y la concha se practica con cierta frecuencia en el Urabá chocoano y en los sectores de Cartagena - Islas del Rosario y Santa Marta - PNNT. El uso de la concha para la elaboración de artesanías parece haberse incrementado en estos mismos sectores en los últimos años.
Como se deduce igualmente de las encuestas y concordando con la tendencia generalizada en todo el Caribe (Robertson, 2003), la abundancia del recurso se ha visto reducida en el transcurso de la última década, obligando a aumentar el esfuerzo de colecta. Tratándose de un recurso primordialmente de autoconsumo, su escasez en ciertos sectores ha conducido a que aparentemente se ejerza una menor presión sobre el mismo en la actualidad que hace algunos años (según la periodicidad de las faenas). Sin embargo, la escasez de C. pica en el Urabá chocoano, donde su consumo tiene un fuerte arraigo cultural, ha obligado a extender el área de faenas de colecta allende los límites fronterizos con Panamá, incluso hasta las islas de San Blas. La demanda del recurso se incrementa notablemente para el mes de octubre, cuando tiene lugar el popular Festival de la Cigua en este sector.
Debido a la inexistencia de estudios poblacionales previos sobre C. pica en el Caribe colombiano, no es posible establecer si las densidades de individuos encontradas en el presente estudio son menores que en tiempos pasados. En todo caso, las densidades encontradas no difieren en gran medida de las registradas en otras áreas del Caribe (Tabla 4) en las que igualmente se ejerce presión de colecta sobre el recurso y se ha evidenciado disminución de su abundancia (Schmidt et al., 2002; Robertson, 2003). Cabe anotar, sin embargo, que las mayores densidades encontradas en el presente estudio en estaciones puntuales de los sectores de Cartagena e Islas del Rosario (21 indiv./ m2), Santa Marta y PNNT (19.23 indiv./m2) y Urabá chocoano (16.34 indiv./m2) correspondieron a situaciones particulares (zona militar de acceso restringido y zonas escarpadas y expuestas a fuerte oleaje respectivamente) donde seguramente la presión de colecta sobre el recurso es muy baja. De todas maneras, la densidad de individuos en un mismo sector es muy variable de un lugar a otro dependiendo de ciertas condiciones ambientales. Así, la densidad de individuos de C. pica suele ser mayor en lugares expuestos al oleaje con respecto a los resguardados (Randall, 1964; Debrot, 1990 a).
La gran mayoría de individuos que componen la población de C. pica en el Caribe colombiano son de talla pequeña (diámetro de la base de la concha < 40 mm), y los de mayor talla son en general más pequeños que los de tallas máximas registradas en otras áreas del Caribe (Tabla 5). No obstante, la talla máxima conocida hasta ahora para la especie (Robertson, 2003) corresponde a la de un individuo colectado hace más de una década en el sector de La Guajira (Díaz y Puyana, 1994). La predominancia de individuos pequeños (juveniles) en una población de C. pica puede deberse a elevadas tasas de reclutamiento o a la existencia de un factor de mortalidad que afecta preferencialmente a los animales más grandes (Castell, 1987). La presión por extracción que se ejerce mayormente sobre los individuos grandes es aparentemente uno de los principales responsables de la dominancia de individuos pequeños en la población. Así lo demuestran
las diferencias en la estructura de tallas encontradas en Costa Rica entre poblaciones de C. pica de lugares con altos niveles de explotación con respecto a la de un lugar vedado (Schmidt et al., 2002). Así lo sugiere también el hecho de que las tallas promedio más altas registradas en el presente estudio correspondan al sector de La Guajira, donde la presión por extracción del recurso, según se deduce de las encuestas, es aparentemente menor que en los demás sectores. También en el sector de La Guajira se evidenció la distribución más homogénea de individuos por intervalos de talla en toda el área de estudio, con predominancia de individuos de tallas medianas. Las modas poblacionales correspondientes a clases de tamaño intermedio de C. pica parecen indicar variabilidad temporal en el reclutamiento y mayor sobrevivencia (Debrot, 1990 b). No se descarta el efecto favorable que probablemente tenga adicionalmente la surgencia estacional de aguas subsuperficiales en La Guajira, lo que ocasiona un notable incremento de la abundancia de macroalgas en el litoral rocoso (Bula-Meyer, 1977) y por ende seguramente una mayor disponibilidad de alimento para C. pica.
Haciendo salvedad de la población de C. pica en el sector de La Guajira, puede concluirse que la predominancia de individuos pequeños y la escasez o ausencia de individuos grandes de esta especie en el Caribe colombiano indican que el recurso está sometido a sobreexplotación. Ello nos conduce a confirmar a C. pica dentro de la categoría "vulnerable" de especies amenazadas en Colombia según el criterio "A" de la clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Gracia y Díaz, 2000).
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a Adolfo Sanjuán (Universidad Jorge Tadeo Lozano) por sus aportes y generosa asesoría en el tratamiento estadístico de los datos, a Adriana Gracia y Néstor Ardila (INVEMAR) por sus sugerencias metodológicas, y a José Osorno, Olga Arango y Pablo Barrero por su ayuda y compañía en el trabajo de campo. Especial reconocimiento debemos a los pescadores y pobladores de Capurganá, Sapzurro, Isla Fuerte, Barú, Isla Grande, Isla San Martín de Pajarales, Taganga y Cabo de La Vela por su colaboración y hospitalidad. Este trabajo fue posible gracias a la financiación del Programa de Biodiversidad y Ecosistemas marinos (BEM) del INVEMAR, e hizo parte del trabajo de grado para optar al título de Biólogo Marino de la Universidad "Jorge Tadeo Lozano" del primer autor.
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FECHA DE RECEPCIÓN: 09/06/05 FECHA DE ACEPTACIÓN: 23/10/06