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Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras - INVEMAR

Print version ISSN 0122-9761

Bol. Invest. Mar. Cost. vol.37 no.1 Santa Marta Jan./June 2008

 

VANCES EN EL DISEÑO DE UNA RED DE ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS: ESTRATEGIA DE CONSERVACIÓN PARA EL NORTE DEL CARIBE CONTINENTAL

COLOMBIANOMARINE PROTECTED AREAS NETWORK DESIGN: CONSERVATION STRATEGY FOR THE COLOMBIAN NORTHERN CONTINENTAL CARIBBEAN.

 

David Alonso C.1, Carolina Segura-Quintero1, Paula Castillo-Torres1 y José Gerhantz-Muro2

1 Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (INVEMAR), Cerro Punta Betín, A.A. 1016, Santa Marta, Colombia. dalonso@invemar.org.co (D.A.C.); csegura@invemar.org.co (C.S.Q.); pcastillete@hotmail.com (P.C.T.)
2 World Wildlife Fund (WWF), Miramar Trade Centre, 5ta Ave. y 78 Miramar-Playa, La Habana, Cuba.
jgerhartz@wwfcanada.org


 

RESUMEN

El establecimiento de redes de áreas marinas protegidas (AMP) ecológicamente representativas es una importante herramienta de manejo con que se cuenta para proteger la biodiversidad y regular el uso de los recursos naturales marinos y costeros. Este trabajo tuvo como objetivo principal aportar elementos para el futuro diseño de una red de AMP para el norte del Caribe continental colombiano. Con la participación de expertos nacionales se identificaron 51 objetos de conservación (OdC) a diferentes niveles de organización biológica (sistemas ecológicos, comunidades ecológicas relevantes y especies) y sitios de importancia arqueológica, histórica y cultural indígena. Para cada uno de estos objetos se definieron metas de conservación cuantitativas por estrato o sistema costero (Tayrona, Palomino y Guajira), a partir de la evaluación de cuatro criterios (tipo de objeto, abundancia, condición actual y vulnerabilidad). Las metas finales determinadas para cada OdC fueron de ≤ 10, 30, 60 y 100%. Por último, a través de un sistema soporte de decisiones (SSD) llamado MARXAN, se identificó un portafolio con 63 sitios prioritarios de conservación equivalentes a un área de 129964 ha, de las cuales 71971 ha corresponden a 32 sitios considerados para ser parte de la red, al ser aplicados sobre estos criterios ecológicos de representatividad, heterogeneidad de hábitats, naturalidad y etapas de vida vulnerables. Este conjunto de áreas constituye una guía para una futura “planificación de sitio” más detallada, donde se deberán aplicar criterios sociales, económicos y político-administrativos con el fin de proponer el tipo de categoría de manejo más adecuada y estrategias de conservación específicas, para implementarlas en el corto y mediano plazo. Los sitios identificados adyacentes a las áreas protegidas existentes deberán ser tomados en cuenta como elementos de análisis para ampliar y re-alinderar dichas áreas hacia la porción marina principalmente.

PALABRAS CLAVE: Red de áreas marinas protegidas, MARXAN, Planificación en conservación, Criterios ecológicos, Caribe colombiano.


 

ABSTRACT

Ecological representative marine protected areas (MPA) establishment is an important management tool for natural marine and coastal resources use regulation and biodiversity protection. Through a systematized selection process using MARXAN decision support system (DSS), the first Colombian Northern Caribbean MPA network was designed. Fifty-one conservation targets at different biological organization levels (ecosystems, communities and species) as well as archeological, historical, and indigenous cultural important sites were identified based on national expert knowledge. Target and coastal systems (Tayrona, Palomino, and Guajira) quantitative conservation goals were established using four criteria: type, abundance, natural condition, and vulnerability. Conservation goals ranged between ≤ 10, 30, 60, and 100%. A portfolio with 63 priority conservation sites, equivalent to an area of 129964 ha, was identified. Based on their high representativeness, habitat heterogeneity, naturalness, and vulnerable life stages 32 sites (71971 ha) were selected above all to be included in the MPA network. Follow up detailed “planning site” is now required to identify boundaries, short and middle time conservation strategies and adequate national category management type proposal. Priority conservation sites adjacent to existing protected areas are suggested as extendable areas over the submerged boundaries.

KEY WORDS: Marine protected areas network, MARXAN, Conservation planning, Ecological criteria, Colombian Caribbean.


 

INTRODUCCIÓN

El establecimiento de áreas marinas protegidas (AMP) y la creación de redes constituyen herramientas promisorias para el ordenamiento costero y son un mecanismo vital para afrontar las diversas amenazas (Salm et al., 2000). El bajo nivel de desarrollo de éstas áreas a nivel mundial, en comparación con las terrestres, indica que son insuficientes, ya que menos del 1% del océano del mundo se encuentra protegido y una tercera parte de éste porcentaje se encuentra en dos grandes AMP, el Parque Marino de la Gran Barrera Arrecifal (Australia) y la Reserva de Arrecifes Coralinos del noroeste de las Islas de Hawai (Estados Unidos) (Roberts y Hawkings, 2000; Vierros, 2004). A través de los últimos años, la literatura científica ha aumentado en la definición de criterios ecológicos para el diseño de redes de AMP; sin embargo, no existe mucha información y métodos específicos de cómo aplicarlos (Hockey y Branch, 1997; Day y Roff, 2000; Roberts et al., 2003a, 2003b).

En 2004, las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) se reunieron en la denominada COP-7 (Kuala Lumpur, Malasia), con la finalidad de discutir, por primera vez en sus doce años de existencia, el tema de las áreas protegidas, con lo cual se adoptó, mediante la Decisión 28 (COP-7/28), apoyar el establecimiento y mantenimiento de sistemas nacionales y regionales de áreas protegidas completos, eficazmente gestionados y ecológicamente representativos al 2010 para las zonas terrestres y al 2012 para las marinas. En Colombia, el Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN) cuenta en la actualidad con 12 áreas marinas y/o costeras protegidas (1’302458 ha), abarcando menos del 0.5% del territorio marino nacional, lo cual resulta insuficiente para proteger la representatividad ecosistémica marina y costera, de acuerdo con los compromisos internacionales y las metas propuestas por el CDB (Alonso, 2005). No obstante, este porcentaje ha aumentado a un 8% con la reciente declaración por parte del Ministerio de Ambiente, de un sistema regional de AMP dentro de la Reserva de Biosfera Sea Flower con 65000 km2 (Acuerdo 21 de 2005) y un AMP en los Archipiélagos de Corales del Rosario y San Bernardo con 5586 km2 (Resolución 679 de 2005) (INVEMAR-TNC, 2007).

Aunque las AMP individuales presentan ventajas, estas son limitadas, dado que protegen una fracción restringida de la riqueza marina y costera, su función óptima se obtiene cuando forman parte de una red de áreas efectivas y bien manejadas que permite que los recursos de biodiversidad se conserven mejor (SCBD, 2004). Desde el punto de vista ecológico, una red es un sistema coherente de elementos de paisajes naturales y/o seminaturales, que están manejados con el objetivo de mantener o restaurar las funciones ecológicas como medio para conservar la biodiversidad, creando al mismo tiempo oportunidades apropiadas para el uso sostenible de los recursos naturales (Bennett y Wit, 2001). Ballantine (1997) y Roberts y Hawkings (2000) resumen la importancia de una red de AMP basados en: (1) las AMP aisladas solamente podrán proteger fracciones limitadas de la biodiversidad marina; (2) las AMP individuales pueden sostener las poblaciones y reclutamiento de especies que se dispersan cortas distancias, pero se necesitan redes para proteger muchas de las especies que se dispersan por largas distancias; (3) las AMP necesitan estar bastante cercanas para que las poblaciones protegidas puedan interactuar mediante la dispersión, siendo la distancia ideal menos de unas cuantas decenas de kilómetros. Un análisis de brechas de representatividad en el SPNN llevado a cabo por Alonso et al. (2005) para el Caribe continental colombiano, identificó vacíos importantes de conservación en ecosistemas estratégicos como los estuarios, lagunas costeras, formaciones coralinas y pastos marinos de la plataforma continental del norte del Caribe, identificando la necesidad en el corto plazo de crear AMP y proteger un porcentaje representativo en este sector.

El objetivo del presente estudio es avanzar en el diseño de una red de áreas marinas protegidas en el norte del Caribe colombiano, a través de un proceso sistemático de planificación, partiendo del conocimiento científico existente y el criterio de expertos nacionales, con el propósito de aportar los primeros insumos a la construcción de un verdadero sistema representativo de AMP. Con el fin de abordar el diseño conceptual de la red, se establecieron tres objetivos principales a alcanzar en la construcción de la misma: (1) contribuir a la sostenibilidad de los recursos biológicos aprovechables, (2) proteger la representatividad de la biodiversidad marina y costera y (3) proteger sitios de importancia cultural e histórica.

 

ÁREA DE ESTUDIO

El área de estudio abarca una extensión de 13159 km2 y está localizada dentro de las coordenadas 74o 15' 25.9'' W, 11o 10' 35.7'' N y 71o 6' 27.4'' W, 12o 39' 17.0'' N, comprende la zona costera de los departamentos de La Guajira y Magdalena, desde Castilletes hasta punta Gloria, más exactamente los sistemas costeros Tayrona (TAY), Palomino (PAL) y Guajira (GUA), definidos por un ejercicio de clasificación realizado por INVEMAR (2000), que delimitó varias unidades fisiográficas, cuya identidad está basada en una combinación de hábitats particular, fundamentada por sus condiciones biofísicas. El límite terrestre se ajustó de acuerdo con la definición de zona costera colombiana, que se extiende hasta una línea paralela a la costa a dos kilómetros de distancia tierra adentro, considerando siempre los siguientes cuatro criterios (MMA, 2000): 1) el 100% de la cobertura espacial de los bosques de manglar, más dos kilómetros a partir del borde externo del bosque; 2) para el caso de lagunas costeras sin bosques de manglar asociados, dos kilómetros a partir de la línea de cota máxima de nivel en el margen exterior del sistema lagunar; 3) los terrenos emergidos de todas las áreas declaradas como áreas protegidas marino costeras o costeras, pertenecientes al SPNN y sus zonas de amortiguación, y 4) todos los centros urbanos costeros, más dos kilómetros desde el borde más externo del perímetro urbano. Hacia mar adentro se tuvo en cuenta el límite de la isóbata de los 200 m de profundidad (plataforma continental). Adicionalmente el área de estudio se extendió en algunos lugares hasta la cobertura de bosque seco tropical, donde existía información de su distribución espacial. En este sector se encuentran tres de las áreas protegidas del SPNN, el Parque Nacional Natural Tayrona (PNNT), el Parque Nacional Natural de la Sierra Nevada de Santa Marta (PNN SNSM) y el Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos (SFFF).

 

MATERIALES Y MÉTODOS

Como esquema general se tuvo en cuenta la metodología de planificación ecorregional para la conservación de sitios, propuesta por Groves et al. (2000), adecuada y complementada para el diseño de redes de AMP por varios autores (Day y Roff, 2000; Beck y Odaya, 2001; Roberts et al., 2003a; Vierros, 2004), desarrollando y validando cada uno de los pasos y resultados a través de talleres con grupos de expertos nacionales.

Selección de objetos de conservación
La identificación y selección de los objetos de conservación (OdC) o elementos de diversidad biológica que serán el foco del esfuerzo de planificación para el diseño de la red, se llevó a cabo a tres niveles de organización biológica (sistemas ecológicos, comunidades ecológicas relevantes y especies), con el fin de abarcar un espectro más amplio de la biodiversidad y algunos procesos ecológicos que la contienen. Así mismo, la selección debería cumplir siempre las siguientes premisas: (1) maximizar la representatividad de la diversidad del área, (2) presentar alguna protección legal especial [manglares, especies en alguna categoría de amenaza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) definidas en Colombia a través de los libros rojos] y (3) describir elementos en declive o desaparición a corto y mediano plazo y/o elementos raros o poco comunes. Por otra parte, para cumplir con el tercer objetivo propuesto por la red se seleccionaron sitios de importancia arqueológica, histórica y cultural indígena.

La cartografía utilizada para definir la cobertura y distribución de los OdC fue obtenida del Sistema de Información Ambiental Marino de Colombia (SIAM) del INVEMAR, la cual se encontraba a múltiples escalas desde 1:5000 hasta 1:100000 para los diferentes objetos (Anexo A). Toda la información fue analizada con ayuda del Software ArcGIS 9.0 y su distribución espacial fue corroborada con grupos de expertos nacionales y otros grupos de investigación en comunidades bentónicas (formaciones coralinas, manglares, fondos sedimentarios), mamíferos marinos, reptiles, aves, recursos pelágicos y antropológicos, entre otros.

Definición de metas de conservación y amenazas
Para cada OdC se definió una meta de conservación por sistema costero, abarcando la variabilidad espacial del objeto y asegurando su persistencia en el tiempo. La definición de metas se llevó a cabo a partir de la evaluación de cuatro criterios, a saber: (1) si el objeto era un sistema ecológico, (2) la abundancia del objeto, (3) su condición actual como sustituto de la viabilidad (evaluación de tamaño, condición y contexto paisajístico) y (4) la vulnerabilidad. El resultado final fue la calificación promedio de los cuatro criterios, generando valores de ≤ 10, 30, 60 y 100% definidos por los expertos. Para los objetos de sitios de importancia arqueológica, histórica y cultural indígena, se aplicaron metas por defecto a partir del juicio de los expertos.

Como amenazas de origen antrópico se identificaron la contaminación por coliformes fecales, los sólidos suspendidos totales, la pesca industrial de arrastre de camarón, la pesca artesanal con chinchorro, los muelles y puertos, el desarrollo poblacional e infraestructura (turismo de alto y bajo impacto). La amenaza de origen natural fue únicamente el efecto de cambio climático por ascenso rápido en el nivel del mar. Las cuales fueron evaluadas de acuerdo con el grado de intensidad e impacto sobre los OdC e incluidas en el análisis como un costo adicional que condiciona la selección de un sitio para su futura conservación.

Selección de sitios y diseño de la red
Para la selección final de sitios, se utilizó un sistema de soporte de decisiones (SSD) o software llamado MARXAN (versión 1.8.2) diseñado en Australia por Ball y Possingham (2000). Se definió una grilla de 20260 unidades de planificación (UP) cada una de 65 ha y forma hexagonal como unidad de análisis debido al tamaño relativo de los objetos de conservación en relación a las UP. De modo que OdC con poca extensión (p. ej. arrecifes coralinos, algas calcáreas, entre otros) no quedarán sobreestimados en cuanto a cobertura.

El costo total de una UP equivale al que tiene cada hexágono por entrar en el modelo (equivalente a su área en ha), más la sumatoria de las amenazas (naturales o antrópicas) que se presentan en cada una, distribuidas espacialmente de acuerdo con el diámetro o alcance desde su fuente de origen y grado de afectación (alto, medio o bajo). El uso de algoritmos heurísticos en MARXAN, como el de recombinación simulada (simulated anneling), optimiza la selección automáticamente de todas aquellas UP que cumplan con las metas de conservación preestablecidas con menor costo. A diferencia de otros algoritmos empleados con el mismo fin, numerosos autores reconocen la potencia de este (McDonnell et al., 2002; Stewart et al., 2003).
La función objetiva utilizada es:

Función objetiva = Σcosto + BLM Σperímetro + Σpenalización
Las definiciones de los términos de la función objetiva se presentan en la Tabla 1.

La selección del portafolio final utilizó dos salidas gráficas; una denominada la “mejor solución”, que muestra los sitios prioritarios de conservación y otra llamada la “solución sumada”, que presenta el número de veces en que cada UP es seleccionada durante el total de corridas establecidas. La “solución sumada” refleja la irremplazabilidad de algunas UP en el área de estudio, por lo que se aseguró que éstas fueran incluidas en la solución final y en el diseño mismo de la red de AMP; es importante tener en cuenta que este resultado puede ser utilizado como una herramienta útil en la toma de decisiones (Pressey et al., 1994), ya que refleja sitios donde cualquier tipo de decisión sobre éstas, afectará el cumplimiento de las metas de conservación de manera importante.

Las simulaciones se hicieron con 300 corridas con un millón de iteraciones cada una, evaluando diferentes niveles de agregación, con BLM entre 0.1 y 0.5. Las UP que cubren áreas urbanas, aeropuertos, puertos y camaroneras, marcadas previamente, fueron excluidas. Las tres áreas protegidas existentes también se marcaron, esta vez para que siempre fueran incluidas como parte del portafolio. Cada uno de los sitios seleccionados fueron calificados por cuatro criterios ecológicos, identificados por Roberts et al. (2003a, b): (1) representatividad, (2) heterogeneidad de hábitats, (3) naturalidad y (4) presencia de etapas de vida vulnerables.

 

RESULTADOS

Los objetos de conservación
En total se identificaron 51 OdC, a nivel de sistemas ecológicos intermareales, submareales, comunidades ecológicas relevantes, sitios de importancia histórica/ arqueológica y cultural indígena (Tabla 2). En general, la mayor distribución de OdC se presentó en el sistema costero GUA con 41, seguido de TAY y PAL con 32 y 30 objetos, respectivamente. De ellos, 34 fueron sistemas ecológicos submareales, 13 corresponden a diferentes tipos de fondos sedimentarios (bioclástico y/o litoclástico) (CIOH, 1999). Otros 13 OdC fueron paisajes de formaciones coralinas (Díaz et al., 2000), usualmente distribuidos en forma de mosaicos, que se distinguen entre sí, por la naturaleza física del sustrato (sedimentos, escombros coralinos, rocas) y por los componentes bióticos presentes (algas, fanerógamas, esponjas, abanicos de mar, entre otros).

Así mismo, se identificaron 12 OdC para las comunidades ecológicas relevantes, incluyendo áreas “cuello de botella” o de importancia en los ciclos ontogénicos de especies como áreas de crianza de langosta (86%), agregaciones reproductivas de pargos (75%),

Tabla 2

alimentación de tortugas marinas (76%) y coberturas únicas de bancos de ostras perlíferas localizadas en el sistema GUA. Por su parte los mayores porcentajes de áreas de desove y nodriza de camarón (82%) y áreas de congregación de mamíferos marinos, se presentaron en el sistema costero PAL. Mientras en TAY están las mayores distribuciones en cobertura de la especie Cittarium pica. La mayor riqueza de OdC del sistema costero GUA permitió distinguir la complejidad de hábitats y de su biodiversidad asociada, incluso superando al sistema costero TAY, que es el área con mejor conocimiento científico.

Metas de conservación por sistema
La calificación de criterios arrojó como resultado metas de conservación del 100% para toda la cobertura en el área de estudio de manglares, madreviejas, lagunas costeras, bosque seco, formaciones coralinas de profundidad y unidades de paisaje de formaciones coralinas como Acropora palmata-Diploria strigosa y Acropora cervicornis (Tabla 2). Por otra parte, objetos con alta abundancia, como los diferentes tipos de fondos sedimentarios y áreas de surgencia, recibieron metas de conservación ≤ 10%. En general, 26 OdC presentaron en el sistema costero TAY metas de conservación ≥ 60% (Figura 1).

Distribución del costo de las amenazas
Los mayores costos se presentaron en UP cercanas a la línea de costa, donde el número de amenazas presentes y su grado de influencia es mayor. El 16 % de las UP en el área de estudio presentaron altos costos (≥ 400). El sistema costero TAY presentó el mayor porcentaje de UP con sobrecostos (45%) (Figura 2).

Figura 2

Sitios prioritarios de conservación
La mejor solución
En adición a las tres áreas protegidas existentes del SPNN, las cuales abarcan 38321 ha, la mejor solución fue identificada para 63 sitios prioritarios de conservación, equivalentes a un área de 91255 ha, o sea 10% del área de estudio (Figura 3). En general, el portafolio seleccionado cumplió con la mayoría de las metas de conservación propuestas para cada objeto, excepto para algunos casos, como madreviejas, manglar, sitios de importancia cultural indígena del sistema costero PAL, cuyas metas propuestas eran del 100% y alcanzaron valores entre el 68 y 88% (Tabla 2). Por su parte, en el sistema TAY los estuarios, playas arenosas y sitios de importancia cultural indígena no alcanzaron la meta propuesta, llegando a valores entre 33 y 75%. Esta situación se puede explicar porque las UP que colindan con áreas demarcadas como de exclusión (ciudades, puertos, camaroneras y aeropuertos) no son seleccionadas por MARXAN.

Por otra parte, se presentaron OdC con metas sobre cumplidas, como las praderas de pastos marinos en el sistema costero GUA o áreas de congregación de aves en PAL y TAY, dado que son UP que cumplen más de un criterio a la vez. Por ejemplo, unidades de paisaje de formaciones coralinas, colindantes con objetos de alta abundancia (sistemas ecológicos submareales). La mayoría de los sitios identificados están compuestos por superficie terrestre y marina, sólo algunos se encuentran muy alejados de la costa (isóbata ≥ 70 m), estando relacionados específicamente a OdC como corales de profundidad y agregaciones reproductivas de pargos.

La solución sumada
Las UP seleccionadas con mayor frecuencia (entre 255 y 300), que se encuentran sobre la franja costera se localizan en las bahías de Tukakas, Hondita, Portete, frente a salinas de Umaka, ciénaga Buenavista y complejo lagunar El Buey principalmente, así como sobre la plataforma continental (isóbata de 200 m) frente al PNN Tayrona (Figura 4).

Diseño de la red de AMP
De los 63 sitios prioritarios de conservación seleccionados se identificaron 32 sitios claves para conformar la red por sus altos valores ecológicos (Figura 5). Estas áreas suman un total de 71971 ha, la mitad de éstas distribuidas en el sistema costero GUA, 12 en PAL y cuatro en TAY (Tabla 3).

Figura 3
Figura 4
Figura 5
Tabla 3

 

DISCUSIÓN

El Caribe continental colombiano tiene vacíos de información con respecto a la distribución y cobertura de especies. La selección de OdC a nivel de sistemas ecológicos es buena porque se compensa con múltiples OdC de filtro grueso, los cuales conservarán también la mayoría de objetos de filtro fino (Noss et al., 1997; Anderson et al., 1999). No obstante, muchas especies amenazadas o en peligro que requieren especial atención, podrían no beneficiarse sólo con la selección de filtro grueso (Zacharias y Roff, 2001).

El establecimiento de metas de conservación en ambientes marinos es una de las preguntas más discutidas en el ámbito de la planificación marina, dada su complejidad y el poco entendimiento de los procesos ecológicos a las diferentes escalas espaciales y temporales en los que actúan (Roberts et al., 2003b). La literatura existente en este campo se ha desarrollado específicamente para llevar acabo evaluaciones de brechas de representatividad o análisis de vacíos sobre sistemas de áreas protegidas existentes (GAP Analysis). Sólo recientemente se han definido metas cuantitativas en ejercicios de planificación ecorregional para identificar áreas prioritarias de conservación, principalmente a partir de criterio de experto por las coberturas y abundancia de los objetos (Beck y Odaya, 2001; Areces et al., 2003; Guevara et al., 2004; DeBlieu et al., 2005; Morgan et al., 2005; Ulloa et al., 2006)

Las metas de conservación con base en la evaluación de los cuatro criterios definidos, presentan menor incertidumbre que métodos más ad hoc aplicados en otros ejercicios, a partir de criterio de expertos por la ética de conservación de ecosistemas (Ballantine, 1997) o coberturas históricas y actuales del objeto principalmente (Guevara et al., 2004). La evaluación del criterio de estado actual, entendido como la condición o “estado de salud” de los OdC (Groves et al., 2000), y el de vulnerabilidad permiten diferenciar metas para cada sistema por separado, donde los atributos ecológicos y sus amenazas presentan condiciones particulares, introduciendo la variabilidad espacial.

Los objetos más influenciados por estos dos criterios fueron las madre viejas y lagunas costeras (100%), dado que son también los de mayores niveles de amenaza antrópica (INVEMAR, 2005), resultando en estrategias de máxima conservación. Por otra parte, el criterio de abundancia influyó en las metas de OdC, como en el caso de unidades de A. palmata - D. strigosa y A. cervicornis. El valor ecológico y económico reconocido de las poblaciones de Acropora spp., diezmadas en los años ochentas en todo el Gran Caribe (Bruckner, 2002) y documentadas para esta área de estudio con mortandades entre 60 a 80% de cobertura de coral vivo (Garzón-Ferreira y Cano, 1991; Garzón-Ferreira et al., 2004), resultando en metas máximas de conservación. En otro ejemplo, los corales de profundidad del borde de la plataforma del Caribe colombiano (Reyes et al., 2005) también fueron identificados con metas de conservación máximas, debido a su escaso conocimiento, los nuevos registros de especies hallados para Colombia y la actual atención internacional que reciben debido a su importancia como centros de biodiversidad de alta relevancia biológica (Reyes y Santodomingo, 2005). Los bosques de manglar y seco, con metas de conservación altas es una estrategia para compensar la pérdida de cobertura sucedida en los últimos 20 años, que se encuentra entre 50 y 98% respectivamente, en el Caribe colombiano (IAvH, 1997; Sánchez-Páez et al. 1997). Con la “mejor solución” se maximizaron las posibilidades para agrupar UP y facilitar los futuros propósitos de planificación y priorización para reducir costos de manejo, vigilancia, monitoreo, entre otros (Lieberknecht et al., 2004).

Para este estudio, la calificación de cuatro criterios ecológicos permitió evaluar diferencias entre los sitios, identificando cuales de estos presentan una base biológica importante para ser seleccionados como sitios potenciales a conformar la red. Las 31 áreas escogidas se distancian una de otra en no más de 40 km de distancia; de acuerdo con Roberts y Hawkings (2000) y Sala et al. (2002), las AMP aisladas protegen una fracción limitada de la diversidad biológica marina, por esto, deben estar lo suficientemente cerca entre sí, para que sus poblaciones puedan interactuar. No obstante, la distancia varía considerando que las especies tienen variados modos de dispersión en periodos diferentes, donde por ejemplo, la etapa larval de algunas especies de pargos en el Caribe es de dos a ocho semanas, mientras que en la langosta espinosa es seis meses (Lindeman et al., 2001; Appeldoorn y Lindeman, 2003); el avance a futuro en investigaciones sobre conectividad ecológica y genética permitirá contar con información más precisa para facilitar el diseño de redes.

Cerca del 47% de sitios seleccionados a ser parte de la red de AMP han sido identificados en estudios anteriores (Tabla 3), ya sea para: a) áreas de preservación de manglares (Sánchez-Páez et al., 1997; Corpoguajira, 2003), protección de aves o sitios AICAS (Castaño, 2001; Franco-Maya y Bravo, 2005), b) áreas protegidas de carácter nacional o regional (Biocolombia, 2000), y c) sitios prioritarios de conservación para ecosistemas terrestres (Fandiño-Lozano y Wyngaarden, 2005). Así mismo, dos de los sitios identificados dentro de la red por este estudio (bahías Portete y Tukakas), fueron igualmente identificados por Alonso (2005) para este sector del Caribe a partir de criterios de representatividad y heterogeneidad de hábitats. Recientemente, Páramo et al. (2007) identificaron sectores entre bahía Honda y puerto Estrella y Dibulla y el río Buritaca como posibles AMP para el manejo de pesquerías demersales en la zona norte del Caribe colombiano.

El uso de MARXAN para la identificación de sitios prioritarios para la conservación no identificados previamente fue importante, dada la capacidad de combinar gran cantidad de información a diferentes niveles de resolución y permitir una gama de posibles soluciones que cumplieran con las metas de conservación preestablecidas a diferentes escenarios. La identificación de sitios adyacentes identificados a las áreas del SPNN, se traducen a la falta de representatividad que identifica MARXAN para el porcentaje de algunos objetos, por lo que se propone que estas áreas sean re-alinderadas hacia la porción marina específicamente, partiendo del supuesto de que es más fácil cambiar límites que crear nuevas (Fandiño- Lozano y Wyngaarden, 2005). En el PNN Tayrona se propone el re-alinderamiento hasta la isóbata de los 200 m, básicamente por la presencia de corales de profundidad; para el caso del SFF Flamencos, por la presencia de zonas de crianza de juveniles de langosta, alimentación de tortugas marinas y áreas de congregación y alimentación de mamíferos acuáticos. Por último, para el PNN SNSM en su extremo norte por la presencia de unidades de formaciones coralinas (octocorales- esponjas); no obstante, se sugiere llevar a cabo evaluaciones ecológicas rápidas en estos lugares a mayor escala de detalle, para complementar el análisis y definir limites más precisos.

Es importante anotar que muchos sitios culturales (pagamento indígena), identificados principalmente en la desembocadura de los ríos de la SNSM, están asociados a sitios con alta biodiversidad que en la actualidad se encuentran amenazados por actividades antrópicas (Ortiz y Barragán, 2004); el intento de representar estos elementos en el diseño de la red, es una primera aproximación y como tal debe evaluarse en un futuro con mayores niveles de detalle. Es necesario considerar los 31 sitios no seleccionados dentro de la red, como parte de un sistema de manejo más amplio, para los cuales será necesario crear diversas estrategias de conservación, como restauración de hábitats, mitigación de amenazas, manejo de actividades extractivas y ordenamiento pesquero, entre otras, basadas en las necesidades ecológicas, sociales, económicas y políticas de cada lugar.

El presente ejercicio de planificación es un importante avance al compromiso adquirido por Colombia ante el CDB, referente al diseño e implementación de un sistema de áreas marinas protegidas completo y representativo al año 2012. Aunque se trabajó con la mejor información ecológica y biológica disponible, la aplicación de criterios económicos, socioculturales y político administrativos de cada uno de los sitios propuestos, se vuelve un paso obligado, dado que la introducción de los mismos mejorará los resultados iniciales para que el establecimiento de la futura red de AMPs esté más ajustada a la realidad y se identifiquen sitios con una perspectiva más integral.

 

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andréis”- INVEMAR por el apoyo brindado en la realización de este estudio, a COLCIENCIAS por los recursos otorgados para adelantar esta investigación código No. 210509-16822, al igual que la asesoría técnica y financiera de ONGs internacionales como Environmental Defense y The Nature Conservancy -TNC. Así mismo, a la Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques Nacional Naturales en especial Gisela Paredes, Rebeca Franke y Laura Guerrero, a Gregoria Fonseca de Corpoguajira y ONGs nacionales como la Organización Gonawindua, Fundación Pro-sierra y el Observatorio del Caribe. Por último, a Arturo Acero por las mejoras a la redacción del manuscrito y los comentarios de los dos evaluadores anónimos.

 

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FECHA DE RECEPCIÓN: 16/01/07                         FECHA DE ACEPTACIÓN: 15/05/08

Anexo A