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Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras - INVEMAR

Print version ISSN 0122-9761

Bol. Invest. Mar. Cost. vol.49  supl.1 Santa Marta Dec. 2020  Epub Sep 05, 2021

https://doi.org/10.25268/bimc.invemar.2020.49.suplesp.1064 

Notes

Aporte de las Áreas Marinas Protegidas del Sistema de Parques Nacionales Naturales a la representatividad de ecosistemas en Colombia

1Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), Santa Marta, Colombia

2Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (Invemar), Santa Marta, Colombia. ivocorredor@gmail.com


ABSTRACT

An analysis of representativeness of marine and coastal ecosystems was carried out in the 18 Marine Protected Areas (MPAs) administered by the System of National Natural Parks of Colombia (SPNN) and their changes in 2020 compared to 2010. The Caribbean increased the representativeness of mangroves, seagrasses, sedimentary bottoms, and saline beaches. In the Pacific, estuaries representativeness, sedimentary bottoms, mangroves, intertidal mudflats, sandy beaches, and seamounts increased. Deep-sea corals were included as a new ecosystem for the SPNN. From the representativeness ranges determined for this analysis, it was found that the only ecosystem with no representativeness (0 %) (Deep-sea corals) became overrepresented (≥ 60 %). The number of low representative ecosystems decreased from 8 to 7 (< 10 %), while the medium representative ecosystems increased from 9 to 10 (10-29 %). In the last decade, ecosystems of ecological importance such as estuaries (0.55 %) in the Caribbean and mixed guandal forests (0.22 %) for the Pacific did not change their representativeness. There is evidence of the need to increase research and knowledge of deep benthic habitats to include them within the System and take advantage of the international dialogue scenario to contribute to ambitious conservation goals within the post-2020 framework of the Convention on Biological Diversity.

KEY WORDS: representativeness gaps; marine conservation; conservation planning; Aichi target 11; Convention of Biological Diversity.

RESUMEN

Se llevó a cabo un análisis de representatividad de ecosistemas marinos y costeros en las 18 Áreas Marinas Protegidas (AMP) administradas por el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia (SPNN) y sus cambios a 2020 con respecto a 2010. Para el Caribe, aumentó la representatividad de manglares, pastos marinos, fondos sedimentarios y playones salinos, mientras para el Pacífico, aumentó la representatividad de estuarios, fondos sedimentarios, manglares, planos intermareales de lodo, playas arenosas y montañas submarinas. Se incluyeron los corales de profundidad como un nuevo ecosistema para el SPNN. A partir de clases de representatividad determinados para este análisis, se encontró que el único ecosistema sin representatividad (0 %) (corales de profundidad) pasó a ser sobrerrepresentado (≥ 60 %). El número de ecosistemas en representatividad baja disminuyó de 8 a 7 (< 10 %) mientras los ecosistemas en representatividad media aumentaron de 9 a 10 (10-29 %). En la última década, ecosistemas de importancia ecológica como los estuarios (0,55 %) en el Caribe y los bosques mixtos de guandal (0,22 %) para el Pacífico no presentaron ningún cambio en su representatividad. Se evidencia la necesidad de incrementar la investigación y conocimiento de los hábitats bentónicos profundos para incluirlos dentro del sistema, y aprovechar el escenario de diálogo internacional para contribuir y comprometerse con metas ambiciosas de conservación en marco pos-2020 del Convenio de Diversidad Biológica.

PALABRAS CLAVE: vacíos de representatividad; conservación marina; planificación de la conservación; meta Aichi 11; Convenio de Diversidad Biológica.

Con el fin de reducir significativamente el ritmo actual de pérdida de la diversidad biológica, la Conferencia de las Partes del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) propuso en 2010 el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020, denominado Metas Aichi, estableciendo como Meta 11 alcanzar, con áreas protegidas y otras medidas eficaces basadas en áreas, una superficie de 17 % de las aguas terrestres y continentales y 10 % de las áreas costeras y marinas, a través de sistemas gestionados de manera efectiva y equitativa, ecológicamente representativos y bien conectados, e integrados en paisajes terrestres y marinos más amplios (CBD, 2010).

La representatividad ecológica de un sistema de áreas protegidas está dada si existe una muestra adecuada de biodiversidad a diferentes niveles de organización biológica (genes, especies, comunidades y ecosistemas), que garanticen los procesos ecológicos y su viabilidad a largo plazo (Stevens, 2002; Dudley and Parish, 2006; Barr et al., 2011). La representatividad se reconoce como un atributo clave para la planificación de la conservación (Margules and Pressey, 2000). Aunque no hay un consenso sobre cuál debe ser el porcentaje que cada elemento de biodiversidad marina debe estar representado dentro de un sistema, existe evidencia científica con diversos modelos y estudios empíricos que sugiere que debería garantizarse entre 20 % y 50 % de cada ecosistema o hábitat para cumplir múltiples objetivos de conservación en las Áreas Marinas Protegidas (AMP) (Sala et al., 2002; Aírame et al., 2003; Gell y Roberts, 2003; Gaines et al., 2010; O’Leary et al., 2016).

Colombia tiene un Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP) con 35 AMP que hacen parte del Subsistema de AMP (SAMP). Este subsistema, contiene 17 AMP de gestión regional, administradas por las Corporaciones Autónomas Regionales y/o de Desarrollo Sostenible del Caribe y Pacífico colombiano. Así mismo, cuenta con 16 AMP del Sistema de Parques Nacionales Naturales (SPNN), el cual es el conjunto de áreas con valores excepcionales para el patrimonio nacional que, debido a sus características naturales, culturales o históricas, se reservan y declaran en cualquiera de las categorías existentes (Decreto 2811, 1974). En la actualidad, las AMP del SPNN se distribuyen en tres categorías de manejo: 1) Parque Nacional Natural (PNN); 2) Vía Parque (VP); y 3) Santuario de Fauna y/o Flora (SFF). Adicionalmente, existen dos Distritos Nacionales de Manejo Integrado (DNMI) que no son parte del SPNN pero que, por delegación del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), son administrados por Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNNC) y que para el presente estudio se incluyen dentro del sistema, dado el esfuerzo en la planificación y gestión que realiza PNNC.

En 2010 se realizó un análisis de vacíos de representatividad ecológica a nivel de ecosistemas marinos y costeros para 13 áreas del SPNN (Segura-Quintero et al., 2012). El objetivo de este estudio fue evaluar, una década después, los avances y la contribución de las AMP administradas por PNNC (Tabla 1), a la representatividad del SAMP y a la meta 11 de Aichi, con el fin de sugerir futuros esfuerzos de conservación de país y aportar en la discusión de la construcción de las nuevas metas para Colombia en el marco de CDB pos-2020.

Tabla 1 Áreas marinas protegidas administradas por Parques Nacionales Naturales Colombia con sus correspondientes categorías de manejo y equivalencia con las categorías de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). PNN: Parque Nacional Natural. VP: Vía Parque. SFF: Santuario de Fauna y/o Flora. DNMI: Distrito Nacional de Manejo Integrado. Las áreas de cobertura corresponden a los valores oficiales designados en el acto administrativo (resolución de declaratoria). 

Cinco de las AMP evaluadas no tienen cobertura marina (SFF Los Flamencos, PNN Sierra Nevada de Santa Marta, SFF Ciénaga Grande de Santa Marta, PNN El Corchal Mono Hernández y PNN Sanquianga), pero se tuvieron en cuenta en el análisis al contener ecosistemas costeros como playas, acantilados, estuarios, manglares, entre otros.

En la Figura 1 se observa que hasta 2010, cuando se declaran 13 AMP, la cobertura de área marina protegida correspondía a 1 216 414 ha, equivalente a 1,4 % de la cobertura marina total del país. Con la posterior declaración de cinco nuevas AMP y la ampliación del SFF Malpelo en el 2017 (Tabla 1), se alcanzó una cobertura de 5 977 804 ha, equivalente a 6,7 % de la cobertura marina total actual del país. Este incremento de cobertura marina protegida, junto con las 17 AMP del ámbito regional (12 612 213 ha), le permitieron a Colombia cumplir y sobrepasar la meta 11 Aichi del CDB, logrando 14 % de la superficie marina en AMP (MADS y PNUD, 2019).

Figura 1 Línea de tiempo en la declaración de las 18 Áreas Marinas Protegidas administradas por Parques Nacionales Naturales de Colombia. Sumatoria de la superficie terrestre, marina y total de las áreas marinas protegidas. *Se incluye la ampliación en superficie del área marina del SFF Malpelo (1 709 404 ha), aprobada en el 2017 (Resolución del MADS 1907 de 2017). El número de cada AMP corresponde a la Tabla 1

Para llevar a cabo el análisis de representatividad se utilizó una aplicación web geográfica denominada Sistema de Soporte de Decisiones del SAMP de Colombia (SSD-SAMP) (http://gis.invemar.org.co/ssdsamp), teniendo como principal proveedor de información el Sistema de Información Ambiental Marino (SIAM) (https://siam.invemar.org.co) y el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP) (https://runap.parquesnacionales.gov.co). El SSD-SAMP es soportado por un ambiente tecnológico heterogéneo con sistemas operativos Linux y Windows (Centos 6 y Windows server 2018R2), servidor de cartografía ArcGISServer (v. 10.3.1), lenguajes de programación Python (v. 2.7), Java (v. 1.7.0_21-b11), y Javascrip (v. Jquery 2.1.4 y ArcGIS API for Javascript 3.16), motor de base de datos Oracle (v. Oracle Database 11g Release 11.2.0.4.0 - 64bit Production) y Geodatabase (v. 10.3.1) (Bohórquez et al., 2010; Segura-Quintero, 2019). Este SSD permite evaluar la representatividad del SAMP, de manera jerárquica entre las AMP del ámbito de gestión nacional y regional. La herramienta registra cuánto de la superficie de cada ecosistema marino y costero se encuentra bajo protección en cada AMP, asumiendo la precisión de acuerdo con la escala en la que cada uno se encuentra representado cartográficamente (Segura-Quintero, 2019).

Para el análisis se seleccionaron 11 ecosistemas marinos y costeros para el Caribe y 11 para el Pacífico. La fuente de información cartográfica de cada ecosistema utilizada por el SSD-SAMP puede ser consultada directamente en el SIAM y se encuentra a escala de 1:5000 a 1:100000, a excepción de las geoformas del fondo marino que se encuentran a escala 1:500000. Las clases de representatividad utilizadas fueron equivalentes a las usadas en el análisis de 2010 (Segura-Quintero et al. 2012), ajustando los nombres de acuerdo con el último análisis realizado para el SINAP en el componente terrestre (SINAP, 2019). Las clases se expresan como un porcentaje de la extensión o cobertura del ecosistema dentro del SPNN, así: Sobrerepresentado o Sr (≥ 60 %), Representatividad alta o Ra (30-59 %), Representatividad media o Rm (10-29 %), Representatividad baja o Rb (< 10 %) y Sin representatividad o SinR (0 %).

En la Figura 2A se observa que en los últimos diez años el Caribe presentó un aumento en la representatividad de ecosistemas como manglares (1,5 %), pastos marinos (2,3 %), fondos sedimentarios (2,9 %), playas arenosas (4,3 %), playones salinos (5,6 %) y formaciones coralinas de profundidad (64,7 %). Se advierte como la representatividad de lagunas costeras y estuarios permanece estática, y continúan categorizados como Rb, a pesar de ser considerados ecosistemas de sala cuna, críticos para el ciclo de vida de muchas especies de peces e invertebrados al proveerlos de hábitat, refugio y alimentación (Beck et al., 2001; Sheaves, 2009; Nagelkerken et al., 2015), además su función y valor es conferida por el mosaico de hábitats con los que interactúan (pastos marinos, manglares y corales) (Sheaves et al., 2015). Para el ecosistema de estuarios también se observa una Rb al incluir AMP de ámbito regional en el análisis de SINAP (SINAP, 2019). Se destaca la inclusión al SPNN de un nuevo ecosistema como son las formaciones coralinas de profundidad, al designarse una nueva AMP en el 2013 (PNN Corales de Profundidad), identificada por ejercicios de selección de prioridades de conservación (Alonso et al., 2007, 2008, 2010) y como un vacío de representatividad en el 2010 (Segura-Quintero et al., 2012).

Para el Pacífico colombiano aumentó la representatividad en los ecosistemas como los estuarios (2,7 %), fondos sedimentarios (3 %), manglares (3,1 %), planos intermareales de lodo (3,2 %), playas arenosas (8 %) y montañas submarinas (8,5 %) (Figura 2B). Se observa cómo en la última década no mejora la representatividad en el bosque mixto de guandal (0,5 %), considerado un ecosistema importante por la gran riqueza de especies vegetales que se encuentran en estrecha asociación con la franja de bosque de manglar en el Pacífico de Colombia (del Valle, 2000; Álvarez-Dávila et al., 2016); esta tendencia del bosque mixto de guandal también se observó en el análisis de SINAP que tuvo en cuenta las AMP del ámbito regional (SINAP, 2019). Por otra parte, se destaca el aumento en la representatividad de las montañas submarinas (dorsales de Malpelo y Yuruparí) como un objeto de conservación o sustituto de biodiversidad dentro del SAMP (Codechocó et al., 2014; Alonso et al., 2015). Recientes evaluaciones globales demuestran que aunque geoformas como montes y cañones submarinos, escarpes y colinas abisales poseen altos valores de biodiversidad (Morato et al., 2010; Kvile et al., 2014; Durden et al., 2015; Huang et al., 2018), no se encuentran bien representados en sistemas de AMP nacionales (Fischer et al., 2019).

Figura 2 Cambios en la representatividad de los ecosistemas marinos y costeros en las áreas marinas protegidas administradas por Parques Nacionales Naturales de Colombia del año 2010 a 2020. A) Caribe colombiano. B) Pacífico colombiano. Clases de representatividad: sobrerrepresentado -Sr (≥ 60 %), representatividad alta -Ra (30-59 %), representatividad media -Rm (10-29 %), representatividad baja -Rb (< 10 %) y sin representatividad -SinR (0 %). 

En general se observa a 2020 una mejora en las clases de representatividad de ecosistemas en el SPNN (Tabla 2), al cambiar el único ecosistema SinR (corales de profundidad) a Sr, disminuir el número de ecosistemas en Rb y aumentar el número a Rm. Lo anterior se traduce en un incremento de representatividad de los ecosistemas, donde la sumatoria de Rm, Ra y Sr pasó de 59,1 % en 2010 a 68,2 % en 2020. Sin embargo, estos resultados no pretenden dejar la responsabilidad del cumplimiento de las metas de representatividad de los ecosistemas marinos y costeros del país exclusivamente al SPNN, sino por el contrario, permiten identificar cuánto es el aporte al SAMP y cómo complementan las metas con las AMP del ámbito regional, las cuales no fueron objeto de este estudio.

Tabla 2 Clases de representatividad de ecosistemas marinos y costeros en el Sistema de Parques Nacionales Naturales de Colombia y su variación entre 2010 y 2020. 

El mayor esfuerzo de conservación en AMP del SPNN y en general del Subsistema se ha concentrado sobre la plataforma continental (≤ 200 m), que sólo equivale a 6 % de las aguas jurisdiccionales del país (Zona Económica Exclusiva) (Invemar, 2020), lo cual va en concordancia con el mayor conocimiento científico de biodiversidad que existe en estos ambientes (Costello et al., 2010; Miloslavich et al., 2011). Por lo anterior, es importante que Colombia incorpore los altos valores de biodiversidad que se encuentran asociados a hábitats bentónicos profundos (Harris y Baker, 2012), sin crear grandes AMP con baja biodiversidad y poco amenazadas, como ha sucedido en otras regiones del mundo, para cumplir con los compromisos con el CDB (Williams et al., 2009; Devillers et al., 2015). El reto de mejorar esta representatividad debería recaer sobre el MADS como autoridad ambiental nacional, quien podría delegar su administración a PNNC por su experiencia con áreas remotas u oceánicas. De acuerdo con Fisher et al. (2019), la inclusión de hábitats bentónicos profundos en AMP ha comenzado a reconocerse globalmente, al encontrar que, de 230 países evaluados, 74 incluyeron cañones submarinos y 38 incluyeron montes submarinos. Dado el crecimiento de las actividades productivas mar afuera como la extracción de minerales, pesca de arrastre, explotación de petróleo y gas (Davies et al., 2007; Ramírez-Llodra et al., 2011; Cordes et al., 2016), entre otras, Colombia debe explorar la aplicación de nuevas categorías de manejo como Reserva Natural y Área Natural Única propuestas por la UICN (Categorías I y III, respectivamente; Dudley, 2008). Estas categorías se han designado en la última década en países como EE. UU., Canadá y Francia para este tipo de ambientes profundos (Fernández-Arcaya et al., 2017); un caso reciente fue la designación en EE. UU. del Northeast Canyons and Seamounts Marine National Monument (Categoría III-UICN) (Costello, 2019; Auster et al., 2020). Un próximo desafío para avanzar en la planificación para la conservación marina del país es incluir en los análisis de representatividad el nivel de organización biológica de especies e incorporar como atributo del SAMP el criterio de conectividad (funcional y estructural) (Balbar y Metaxas, 2019), tomando como áreas núcleo las AMP del SPNN; sin embargo es importante conceptualizar aún más sobre este aspecto (SINAP, 2019).

En el proceso de construcción del marco global para la biodiversidad posterior a 2020, el CBD propone aumentar 30 % de la superficie terrestre y marina en áreas protegidas y otras medidas de conservación eficaces basadas en áreas para el 2030 (CBD, 2018). Esta nueva meta global parece ser una ruta de trabajo correcta (O’Leary et al., 2016; Woodley et al., 2019), luego del reciente diagnóstico de la evaluación global sobre la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas (IPBES, 2019), donde se identificó que los impulsores directos más importantes de la pérdida de biodiversidad son la fragmentación y pérdida del hábitat (cambios en el uso de la tierra y el mar) y la explotación directa, siendo la sobreexplotación de recursos pesqueros más importante en los sistemas marinos. Por otro lado, la evaluación registró que 66 % de la superficie del océano experimenta un impacto acumulativo creciente y más de 85 % de los humedales han desaparecido (IPBES, 2019). Adicionalmente, un reciente análisis financiero multisectorial (incluyendo agricultura, silvicultura, pesca y conservación) estimó una mayor producción (ingresos) al expandir las áreas protegidas a 30 % en el planeta, pudiendo generarse, entre $ 64 y $ 454 billones de dólares por año para 2050, incluso luego de los posibles efectos económicos que está generando la COVID-19 (Waldron et al., 2020).

Es importante para Colombia, con una cobertura de 50 % de territorio marino (Invemar, 2019), aprovechar los diferentes escenarios internacionales frente a la futura conservación de los océanos, como son: 1) La construcción del nuevo marco pos-2020 del CDB, en donde el país debe apoyar la meta de 30 % a 2030, garantizando de forma eficiente un balance entre cobertura y representatividad del SAMP; 2) Colombia por su experiencia puede nutrir el debate y las definiciones que se desarrollen en el proyecto de “Acuerdo Marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, relativo a la conservación y el uso sostenible de la diversidad biológica marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional” (UN, 2019), donde uno de los principales puntos es el manejo de herramientas de gestión de áreas, incluidas las áreas marinas protegidas, y 3) La proclamación del Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (2021-2030) por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas (UN, 2020), al reconocer la ciencia como un prerrequisito para gestionar el océano de manera sostenible, y un pilar fundamental para la implementación de todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 y específicamente el ODS 14 Vida Submarina.

Basado en lo anterior, se puede concluir que: 1) la contribución de las AMP administradas por PNNC a la representatividad de ecosistemas marinos y costeros del SAMP mejoró a 2020, en algunos ecosistemas estratégicos como pastos marinos, manglares, playas arenosas y la inclusión de un nuevo ecosistema como los corales profundos, específicamente en el Caribe. Caso contrario para ecosistemas como bosque mixto de guandal en el Pacífico y lagunas costeras y estuarios en el Caribe. No obstante, la responsabilidad del cumplimiento de las metas no es exclusivamente del SPNN, ya que existen 17 AMP del ámbito de gestión regional; este análisis solo permite comprender la contribución de las 18 áreas del ámbito de gestión nacional. 2) Se advierte la necesidad de incrementar la investigación y conocimiento de los hábitats bentónicos profundos para incluirlos dentro de ejercicios de prioridades de conservación y en los análisis de vacíos de representatividad del SAMP. 3) Colombia debe aprovechar los escenarios de diálogo internacional para contribuir y comprometerse con metas ambiciosas de conservación del CBD (30 % al 2030) y apoyar la declaratoria de posibles AMP en áreas fuera de la jurisdicción nacional, basado en su experiencia con la declaratoria y manejo de AMP oceánicas (SFF Malpelo y PNN Corales de Profundidad).

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen al Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras José Benito Vives de Andréis - Invemar por su apoyo institucional, en especial a Julián Pizarro y a Felipe Valencia del Laboratorio de Servicios de Información- Labsis. Por último, al evaluador anónimo y al editor encargado quienes contribuyeron con sus comentarios y observaciones a la mejora de este trabajo. Contribución 1289 del Invemar.

REFERENCIAS

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Recibido: 26 de Julio de 2020; Aprobado: 08 de Noviembre de 2020

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