Editorial

Los más recientes números de Cuadernos de Contabilidad, en especial los de los volúmenes 14 y 15 (años 2013 y 2014) han tenido una dinámica muy diferente a la que históricamente implicaba conformar un número para revista que se somete a evaluación con propósitos de indexación. En mi labor como editor, que asumí desde el volumen 8, número 23, en el año 2007, con el que iniciamos el proceso de indexación (en ese momento, en categoría C) de esta revista, he presenciado momentos muy difíciles para conformar números de la revista, que contrastan con lo que actualmente nos ocurre.

El creciente número de artículos que recibimos hoy, nos ha permitido ir configurando una comunidad de expertos contables en áreas especializadas, con metodologías y características de trabajo, con tendencias más o menos interdisciplinares y que está compuesta de visiones que van desde miradas predominantes hasta críticas radicales (siguiendo la clasificación de Carlos Larrinaga-González al hablar de investigación contable).

Este trabajo ha tenido dos efectos que quiero mencionar en esta ocasión. El primero, positivo, tienen qué ver con el proceso de aprendizaje individual y colectivo que la revista ha contribuido a consolidar. El segundo, negativo, sigue evidenciando una separación entre lo que se publica en las revistas y lo que se enseña en los programas de pregrados y posgrados contables.

Respecto del primer efecto, es muy probable reconocer, en primer lugar, que este crecimiento esté directamente relacionado con el ascenso de la revista en el escalafón del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, lo cual genera a su vez incentivos adicionales a los profesores que están en carreras docentes y de investigación en distintas Universidades (dicho de otra manera, publicar en una revista A1 da más puntos que hacerlo en una de categoría B o C).

Sin embargo, en la mayoría de los casos, haciendo las veces de intermediario de las comunicaciones entre autores y evaluadores, percibo que se ha superado la justificación de los incentivos institucionales. Los autores nos envían su trabajo, porque están interesados en recibir mejores y más rigurosas evaluaciones y los árbitros conceptúan sobre trabajos que les resultan útiles y de interés para sus áreas de conocimiento.

Aunque aún es frecuente que muchos autores se molesten con las observaciones que reciben de los evaluadores, en especial cuando los artículos son rechazados, cada vez más los ajustes y correcciones que se solicitan son atendidos y se va mejorando paulatinamente la calidad de los que publicamos. Cuando se tiene la disposición a construir, este diálogo ha mejorado muchas habilidades y estructuras de pensamiento en los autores, que contribuyen a fortalecer no solo sus cualidades de escritura sino el significado de investigar, difundir y aportar.

Esto ha permitido que la revista se convierta en un espacio de aprendizaje y no solo de divulgación. Sin embargo, seguir configurándonos de esta manera requiere autores más dispuestos a asumir las críticas y a argumentar frente a las calificaciones que reciban y evaluadores rigurosos, disciplinados y cumplidos en desarrollo de sus labores.

Visto de esta manera, esperamos incluso también que la revista esté contribuyendo a la formación de quienes nos han colaborado con la evaluación de artículos.

Como lo hemos comentado en anteriores editoriales, Cuadernos de Contabilidad está asumiendo exitosamente el proceso de ascenso en el escalafón del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, estando en el primer semestre del año 2014 en Categoría A1, y sin embargo, sentimos que nuestro objetivo no está exactamente en ese ascenso paulatino, incluido en la planeación estratégica del Departamento de Ciencias Contables de la Pontificia Universidad Javeriana y de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas y que esperamos continúe hasta llegar a niveles A1 en cuartiles importantes de impacto.

Uno de los propósitos tiene qué ver con el sentido formativo que acabo de mencionar y que hemos venido logrando y mejorando cada número (con mucho por mejorar aún) para autores y evaluadores. Sin embargo, no estamos logrando que los docentes acudan a la revista para incluir los artículos que sean pertinentes en los contenidos de su clase.

El trabajo que adelanté como docente en la asignatura de Fundamentos de Investigación en el pregrado de contaduría pública y en la de sistemas contables comparados, en la especialización de contabilidad financiera internacional, en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, me ha permitido evidenciar que los estudiantes no conocen y no utilizan las revistas académicas contables (ni esta ni ninguna otra nacional o extranjera) en su proceso de formación o lo hacen apenas marginalmente.

Sin embargo, cuando se les invita a conocerlas, usarlas y leerlas, descubren en ellas no solo desarrollos temáticos pertinentes para sus intereses personales, sino proyecciones y nuevas concepciones del ejercicio profesional contable que al parecer no formaban parte de su proceso en la Universidad.

Esto puede implicar que si bien hay muchos más espacios académicos como esta revista, muchas otras en Colombia y el mundo, y se "habla" un discurso de cambio en el proceso de formación contable, en la práctica podría estarse presentando un estancamiento conceptual en medio de un avance y sofisticación instrumental de lo contable.

Cuadernos de Contabilidad espera poder seguir contribuyendo con artículos pertinentes para mejorar la docencia que hacemos como uno de nuestros principales retos y propósitos que, sin duda, trascienden y son mucho más complejos y difíciles que alcanzar la categoría A1.

Esperamos que este número nos siga a ayudando a soportar espacios de interacción con la docencia y la comunidad académica de Colombia y del mundo y a fortalecer las redes que se han venido tejiendo entre autores y evaluadores. El número 37 que presentamos es una muestra del dinamismo, interdisciplinariedad y amplitud de la profesión contable que esperamos todos puedan aprovechar de la mejor manera.

Quiero agradecer de especial manera el documento escrito por los editores de varias revistas contables de Colombia, en una iniciativa convocada por el profesor Hugo Macías y que se convierte en un paso más en este debate del sentido y pertinencia de las revistas académicas contables.

Gabriel Rueda-Delgado
Editor