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Cuadernos de Contabilidad

versión impresa ISSN 0123-1472

Cuad. Contab. vol.15 no.37 Bogotá ene./jun. 2014

 

El cuento del encuentro: conversación con Blanca Emmi, poetisa uruguaya

The Story behind the Meeting: Conversation with Uruguayan Poet, Blanca Emmi

O conto do encontro: conversa com Blanca Emmi poetisa uruguaiana

Por: Jorge Emiro Pinzón-Pinto
pinzon.jorge13@gmail.com

El sencillo y corto mensaje decía: Estimado Colega, como Directora Nacional de mi país ante A1C (Asociación Interamericana de Contadores) tengo el gusto de comunicarle que su cuento "El goce" recibió el primer premio en el concurso, según veredicto del jurado calificador. Este premio será entregado en la fiesta de la Noche Interamericana el día 2 de diciembre y estaremos gustosos de contar con su presencia.

Reciba un cordial saludo
Contadora Blanca Emmi
Directora Nacional ante AIC

Eran las 10:15 de la mañana del 26 de noviembre de 2013 cuando recibí el correo, al otro día debíamos viajar con rumbo a Punta del Este con dos compañeros profesores para participar en el IX Congreso de Educadores del Área Contable, organizado por la Asociación Interamericana de Contadores, AIC, y el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores del Uruguay. Grata noticia.

El hecho es que entre las actividades del Congreso, se encontraba la convocatoria a los docentes de los diferentes países a participar en el Concurso de Cuentos de la XXX Conferencia Interamericana de Contabilidad, XXX CIC, cosa que, debo decirlo, me tomó por sorpresa y me generó el mismo entusiasmo como cuando quedé finalista, hace muchos años, del concurso nacional de cuento universitario, entonces no quedaba más remedio que participar con un relato al que titulé El goce.

Estando ya en la inauguración del evento pregunto por la profesora Blanca Emmi y alguien me señala a una mujer que se encuentra rodeada de colegas que la quieren saludar, entonces me entero de que la profesora Emmi, contadora de profesión, ha sido merecedora en dos oportunidades del Premio Nacional de Poesía de su país Uruguay; me acerco, la intento saludar y antes de poder pronunciar palabra me mira y me dice ¿Vos sos Pinzón el de Colombia?

Dos días después en medio de su permanente ajetreo, logro que la profesora Blanca Emmi se siente conmigo en el living del hotel para conversar, para saber de ella, de su mundo lleno de vivencias, de palabras...

Jorge Pinzón. Profesora Blanca, muchas gracias por tu tiempo. Cuéntanos: ¿quién es Blanca Emmi?

Blanca Emmi. Bueno, yo nací en Montevideo y me gradué como contadora pública y pronto descubrí mi enteres por la educación y particularmente por la docencia, lo que hizo que me vinculara como profesora universitaria, en la actualidad lo soy de la Universidad de la República en la Facultad de Ciencias Económicas. A la par, he incursionado desde hace ya algún tiempo en la literatura, la poesía, la dramaturgia y el cuento y he tenido la fortuna de ser ganadora de algunos premios en este campo, así como de publicar varios libros; en esto me la he pasado buena parte de mi vida.

J.P. En tu libro de poesía titulado Equilibrios del bosque, que fue acreedor del premio de Poesía Inédita del Ministerio de Educación y Cultura en el año 2004, aparecen reseñados otros libros tuyos como Cuerpo a tierra (1989), Desde el taller (1990), Tachos de cobre publicado en Cuba en 1999, así como la obtención un premio por la obra de dramaturgia Todo va mejor con cocaína. Profe, ¿cómo se da ese encuentro y a la vez descubrimiento en ti entre la poesía y la contaduría pública?

B.E. Mira, Jorge, pues ni yo misma lo sé, lo que sí es claro es que siempre he escrito, sí, desde siempre, lo de la Contaduría viene después cuando debo decidir a qué me voy a dedicar para ganarme la vida pues no tenía muy claro que escribiendo lo pudiera hacer, entonces en algún momento me veo ejerciendo de muy buena manera la profesión de contadora y a la par intentando escribir poesía, teatro, cuento. Creo que ha sido un feliz encuentro.

Ahora, esto de creerse un escritor con posibilidades es bastante difícil, yo no he sido la excepción, solo cuando alguien te dice que eres buena escribiendo es que te sueltas un poco y decides cometer osadías, yo la cometí presentándome a un concurso y gané un premio con un arbitraje de cinco jurados y me presenté a instancias de otro poeta que creía en lo que yo escribía más que yo evidentemente, por suerte.

J.P. Es toda una trayectoria de vida con la poesía, supongo desde muy pronto, en tus primeros años. ¿Cómo sucedió, profe?

B. E. Bueno, en realidad escribía desde los seis años porque siempre me gustó escribir, empecé a ir a talleres literarios, pero también me fascina escribir sobre la investigación de la profesión, me causa un placer especial hacerlo. En tal circunstancia, entré a un taller de literatura con muy buenos profesores además, y sobre todo intenté ser muy modesta al entender que ese es un camino muy duro, muy lleno de piedras y lo peor que podemos hacer es creer que estamos haciendo las cosas bien. Tenemos que tener fe en que ese es el camino, nada más. En ese taller, tuve la suerte de que el primer libro fue mencionado en otro concurso muy importante que es el de la Intendencia Municipal de Montevideo y bueno ahí si entró el "bichito", yo no quería publicar ese libro porque me daba una vergüenza espantosa, pero me dicen que es un buen aprendizaje el armar un libro, es una responsabilidad y además un compromiso con uno mismo, entonces me convenció.

En realidad, hago lo que puedo porque generalmente no me alcanza el tiempo, mira que en la actualidad soy perito judicial también, soy directora nacional del Colegio de Contadores, por lo menos por este período que me tocó organizar esta conferencia y en realidad, tengo un libro y medio que no lo he podido armar, porque creo que después de recibir un premio uno se "achica" un poco. ¿qué más puedo decir?. tiene que ser mejor que el anterior. uno se plantea montones de cosas y bueno, hay que salvar los árboles, porque uno publica y publica y los árboles son los que pagan.

J.P. Profesora Blanca, ¿por qué convocar a un concurso de cuento en medio de un evento de Educación Contable? Decías que es una locura, ¿no?

B.E. Bueno, era una locura y resultó, además hay otras cosas qué organizar, el tema es que a mí me parece que el director nacional tiene un compromiso técnico y ético, pero que también tiene un compromiso cultural, no podemos ser mejores personas si no somos abarcativos y no podemos comprendernos entre nosotros si no nos conocemos. Entonces, estos eventos que son maravillosos también son muy fugaces y, a veces, conocemos una faceta que puede resultar ser bien importante de los colegas y me pareció que se podrían descubrir vínculos, nuevas facetas, entonces aparece la propuesta del concurso.

En realidad, cuando hay un tema de provisión de fondos, es muy difícil plantear fondos para un concurso de cuento en medio de un evento de contadores, para un premio, para un jurado que sea profesional, entonces tuve que buscar todo, armar las bases con la casas de escritores del Uruguay, porque yo quería que el premio fuera un PREMIO, no un premio consuelo para un contador que en las horas libres corrige luego lo que escribe, porque es un tema de dignidad. En determinado momento, se me planteó que no se iban a hacer concesiones, el jurado planteó que se jugaba también la dignidad de la Casa de Escritores y que si el premio era declarado desierto era declarado desierto, yo entré en pánico porque armo todo este lío como para que el premio sea desierto, pero dije: bueno, hay que arriesgarse.

No puedo decir que leí tu cuento, porque no tuve tiempo material y porque respeté a los que trabajaron en el concurso en sí mismo, yo después de redactar las bases con la Casa de Escritores me retiré y dije: cuando se sepa quién es, como directora nacional lo voy a convocar y entonces tal vez esa sea la oportunidad de leer al ganador.

También solicité a la Intendencia Municipal de Maldonado para que me asistiera en los premios y en el pago del jurado, porque la Intendencia Municipal de Maldonado apoya también la Conferencia, entonces le dije que un apoyo podría ser ese. Bueno, lo consintieron, me hubiera gustado que el premio fuera mucho más grande y significativo, pero si digo eso acá en la Conferencia "me matan", porque evidentemente la Conferencia es para un espectro más grande.

De lo que sí me di cuenta ayer, en el reconocimiento que te hicimos, después de esa instancia muy linda en que te pudiste expresar, es que se me acercaron varias personas diciendo, "bueno, yo escribo", "tenía ganas de ir allí y decir algo que había escrito" y les digo: pero ¿por qué no lo hicieron? Es el eterno problema de no podernos sacar el traje de contador, era una instancia preciosa para conocernos de otro modo; yo te digo la verdad, tengo un sueño y es que la AIC lentamente constituya una sólida comisión de cultura, pero se ha tenido problemas muy serios, por lo cual me es bastante difícil plantearlo, lo que se requiere es que en distintos países personas que estén en las movidas culturales nos ayudemos a impulsarla.

Pero bueno el concurso ha sido una cosa muy buena en sí misma, fue un gusto que me di, recibí el apoyo, y lo que me alegra es que en definitiva los premios hayan tenido sus ganadores y hayamos podido demostrar que la familia de la AIC no solo nos dedicamos a las normas contables. Hablamos de ética y demás, yo por ejemplo estoy por sacar un libro sobre Ética y lucho mucho con esto, porque me dedico siempre a lo "que no sirve", porque me dedico a la "poesía, a la ética, a la docencia, o sea, no hago nada útil".

J.P. Profesora Blanca, ¿cuál ha sido la reacción de la academia en la que te desenvuelves respecto a esa locura de convocar a un concurso de cuento?

B.E. Bueno, no sé si es para calmarme, pero en realidad me dejaron hacer, yo estoy segura de que cada uno desde su lugar aporta su fortaleza, entonces quizás hayan pensado que podía ser mi fortaleza hacer el concurso y lo importante es que se me apoyó. Por ejemplo, el presidente me dijo: excelente idea. Y creo que para muchos lo es, pero no es porque sea idea de Blanca, es porque creo que el movilizar la cultura es más que conveniente en este ámbito profesional nuestro y que realmente nos conozcamos, porque no puedes querer lo que no conoces. Por ejemplo, yo tomé un curso del BID y de las Naciones Unidas, que se llamaba Cómo enseñar ética en las Universidades, es una manía lo que tengo de enseñar ética en las Universidades, y conocí docentes muy interesantes, que además de moverse de manera excelente en el ámbito de su saber disciplinar, se mueven también de manera bastante inquieta en el panorama de la cultura, encontré pintores, músicos, pero por sobre todo escritores, entonces evidencio que los profesores debemos jugar un papel de constructores de la cultura, intelectuales transformadores, así las cosas considero que convocar a un concurso de cuento donde participan docentes de Latinoamérica, efectivamente es una locura que siempre vale la pena.

J.P. Tuviste cómplices y eso es lo realmente importante.

B.E. En Uruguay, no.

J.P. Me refiero para la idea del concurso

B.E. Bueno, cómplices como tal no, de esos que te dicen: sigue adelante que yo te secundo, no, pero sí tuve el apoyo de los colegas organizadores o, si no, no hubiera podido y además sería un atrevimiento realizarlo yo sola, tuve apoyos institucionales más que personales.

J.P. Aunque ya hiciste una alusión insistiría en preguntarte: ¿cuál ha sido la respuesta de los profesores escritores a la convocatoria?

B.E Bueno, ya ves que el premio lo ganó un profesor, el problema que tuvimos, es que como era la primera vez y todo era tan institucional, lo promocionamos un poco tarde el concurso, debimos promoverlo un poco más. Fue buena, diría que fue casi buena, evidentemente uno también sabe que los colegas tienen cierto pudor para esto, entonces pueden escribir, pueden mostrar pero en el momento de presentarse al concurso también no quieren quedar en falsa escuadra.

J.P. ¿Cuáles pueden ser las expectativas, las tareas y si se quiere, las perspectivas del concurso de cuento, es decir, habrá una nueva convocatoria profesora Blanca?

B.E. Bueno, el Colegio de Contadores de Uruguay perfectamente puede continuar convocando al concurso, pero debemos conseguir financiamiento, para esta conferencia sí lo conseguimos porque estábamos en persona organizándola. Es bastante difícil que para otra versión, Uruguay lo organice, ahora estaba halando con el que ha sido director nacional de Dominicana, le digo: yo te doy todo el apoyo logístico, tienes que conseguir más, si quieres la Casa de Escritores de Uruguay vuelo a hablar para que te hagan el jurado que son además, muy rigurosos, pero claro, no puedo pasar por encima de República Dominicana, entonces si tú conoces un dominicano que escriba trata de hacer la movida. Yo creo que lo bueno de esto es que podemos entrar en contacto y así se va haciendo la cadena, al principio es una idea loca, pero capaz que podemos generar una comisión de cultura dentro de la AIC. Sería maravilloso.

J.P. Para prolongarlo en el tiempo sería interesante y para mí sería un gran honor decir que fui el primer ganador, porque después de 30 versiones, entonces va a ser un placer decirlo.

Blanca Emmi además de ser académica es una mujer apasionada y sensible a la cultura, a la literatura, ganadora de premios y a la vez una notable contadora pública. ¿Cómo se conjugan en Blanca Emmi esas dos actividades?

B.E. Yo creo que el ser humano es uno solo y se despliega según el lugar donde está, esto te da una gran fortaleza, en el lugar donde se habla de letras tú eres brillante en números y donde se habla de números tú eres brillante en letras. Esa es una ductilidad natural que tengo, me parece que si la gente se cultivara más, si la gente se animara a cultivar más esas virtudes, evidentemente jugaría un papel preponderante en su entorno profesional y cultural. El manejo de la palabra hay que trabajarlo, porque el pensamiento se maneja con la palabra. A veces, cuando en las facultades los profesores prescinden de la palabra, están dejando de lado un aspecto esencial del ser humano. Piensas con palabras, si piensas con palabras tienes que traer palabras o si no tu pensamiento va a ser corto y limitado. Estamos también en una carrera que infortunadamente se ha concebido como práctica, se ve como práctica y se enseña como práctica, entonces el pensar que no todo pasa por ahí, que la cosa no pasa solamente por el hacer instrumental, se convierte en una lucha permanente en el aula y con los colegas, pero me parece lo que uno tiene que hacer en vez de criticar, es, bueno, buscar instancias donde se pueda ampliar el panorama de la formación de los contadores y mostrar lo válido que resulta orientar el trabajo hacia esa educación integral, que tú decías muy bien en tu ponencia, que se hable de educación integral de manera contundente y con convencimiento como lo dijiste, de lo contrario, la Ética, la Política y la Cultura seguirán quedando relegadas en los programas que forman contadores.

Quizás tú también puedas apoyar para que se haga otro concurso de cuento, yo sola no lo voy a hacer, porque quiero que en la AIC se desarrolle esa comisión de cultura, pero no creo que ponga dinero para una comisión de cultura, entonces hay que buscar otras personas con ganas de trabajar en eso, otros cómplices como dices.

J.P. Yo pensaría que hay más personas dispuestas de las que uno cree y la tarea consistiría un tanto en hacer esa pesquisa, mirar qué tanto encontramos. En Colombia, tenemos contactos importantes en universidades con contables que trabajan la literatura, incluso en un espacio académico y eso ha generado unas muy buenas expectativas en relación con abrir espacios y redes que es lo que resulta interesante. Seguramente que en otros países las haya, es cuestión de ponerse en la búsqueda.

B.E. Lo que yo te digo, la infraestructura se tiene, tengo buen jurado, están las bases, está todo, si en determinado momento se quiere hacer un concurso en cualquier lado, tú me llamas y me dices: mándame lo requerido, yo te lo mando, si tienes que enviar un currículo del jurado, ya está. Porque a veces también está eso, no es fácil estar armando todo. El problema es la financiación, que a la larga tampoco es tanto dinero.

J.P. Creo que esa no es la pretensión de los escritores tampoco, es más bien ese reconocimiento social que es bonito, que te dice que estás sirviendo socialmente para algo y creo que eso es lo importante.

Profe, unas últimas palabras en relación con toda esta experiencia, que me parece a mí maravillosa.

B.E. Bueno, las últimas palabras son de gran satisfacción, se me pasó el miedo de que el premio se declarara desierto, lo disfruté muchísimo, además para mí fue precioso conocerte, realmente precioso conocerte y también esto muestra cómo las expresiones artísticas se transforman ¿no?, cómo nos ayudan de alguna manera a sensibilizar y generan en nosotros cambios inesperados, no quiero decir que los escritores seamos perfectos, pero serlo sí que ayuda a mejorar personalmente.

J.P. No, para nada, hay que ser imperfecto precisamente para poder escribir bien.

B.E. Pero por supuesto...

J.P. Profesora, Muchísimas gracias.

Justo en este momento se acercan algunos de los organizadores del Congreso y le solicitan a la profesora Blanca que presente la conferencia del profesor Jorge Tua-Pereda que es la que sigue en la programación, entonces el profesor Tua se acerca y nos saluda de manera cálida, la toma por el brazo y se la lleva para el auditorio, yo me dirijo a la mesa de los refrigerios y sirvo un inmenso y humeante café que ha resultado ser de buen sabor y tomo asiento en la parte trasera del recinto y mientras bebo dos sorbos pienso que algo allá muy dentro de mi sentir me tranquiliza y además me regocija.