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Persona y Bioética

versão impressa ISSN 0123-3122

pers.bioét. vol.11 no.2 Chia jul./dez. 2007

 


EMBARAZO Y MATERNIDAD ADOLESCENTE EN BOGOTÁ Y MUNICIPIOS ALEDAÑOS

CONSECUENCIAS EN EL ESTUDIO, ESTADO CIVIL, ESTRUCTURA FAMILIAR, OCUPACION Y PROYECTO DE VIDA

Andrés Salazar1, Luisa Fernanda Rodríguez1, Rodrigo Antonio Daza2

1 Docente. MA en Geografía y en Planificación y Administración del Desarrollo Regional. Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia. Docente del Instituto de Humanidades. Universidad de La Sabana, Chía, Colombia.
Correo: andres.salazar@unisabana.edu.co

2 Estudiantes: Facultad de Medicina, Universidad de La Sabana, Chía, Colombia.
Correos: luisa.rodriguez@unisabana.edu.co y rodrigo.daza@unisabana.edu.co

FECHA DE RECEPCIÓN: 03-09-2007 / FECHA DE ACEPTACIÓN: 11-12-2007



RESUMEN

El embarazo adolescente constituye un evento vital de importantes repercusiones en distintas dimensiones de la mujer: estudio, estructura familiar, ocupación, proyecto de vida y estado civil. De ahí que se busque indagar sobre sus consecuencias sociales y económicas y verificar si tiene comportamiento hereditario. Con este fin se realizó, como criterio de inclusión para la muestra, un estudio de tipo retrospectivo transversal para el cual se entrevistó a 20 madres adolescentes, según las define la OPS: mujeres que tuvieron su primer hijo antes de los 20 años. Como resultado se muestra que en Bogotá y Chía, entre las consecuencias del embarazo adolescente están: alta deserción escolar (53%); hogares tanto nucleares como monoparentales de jefatura femenina; baja repercusión en el cambio de ocupación de la mujer y en su proyecto de vida (30%); y causa, aunque débil, de formación de uniones legales o religiosas. También se determinó el carácter "hereditario" de la maternidad adolescente, pues el 75% de sus madres a su vez lo fueron y así mismo lo son el 50% de las hermanas. Finalmente, a los tomadores de decisiones y responsables de políticas públicas se recomiendan medidas para aliviar las consecuencias adversas.

PALABRAS CLAVE: Embarazo adolescente, consecuencias socioeconómicas, movilidad laboral, nivel educativo, características familiares, proyecto de vida.



ABSTRACT

Research on the socioeconomic consequences of teenagers bearing is undertaken. Adolescent pregnancy constitutes a life event with important consequences on some women's dimensions: schooling, family structure, occupation, life project and marital status. Due such situation, it is important to investigate about its social and economic consequences, as well as to verify its possible inheriting behavior. A cross-sectional retrospective study on 20 adolescent mothers, as inclusion criteria for the sample, was done because of that. The PAHO defines them as those who gave birth before 20. Results: The results obtained show that in Bogotá and Chia (neighbor county) some of the consequences of teen pregnancy are: high school dropout (53%); nuclear and mono parental woman headed households; low effects on occupational change and life project; and it triggers, though weakly, to marital unions, both legal or religious. The "hereditary" character of adolescent motherhood was observed, for 75% of the mothers of these women were teen mothers. Also 50% of their sisters are teen mothers. Policy makers are recommended to carry out policies to alleviate adverse consequences.

KEY WORDS: Pregnancy in adolescence, socioeconomic consequences, career mobility, educational status, family characteristics, life project.



RESUMO

A gravidez nas adolescentes é um evento crucial que tem repercussões importantes nas diversas dimensões da mulher: estudo, estrutura familial, ocupação, projeto de vida e estado civil. Por isso, se procura indagar as suas conseqüências sociais e econômicas, e verificar si é hereditário. Desde esta perspectiva se realizou um estudo retrospectivo transversal no que se entrevistaram 20 mães adolescentes, segundo as define a OPS: mulheres que tiveram o seu primeiro filho antes dos 20 anos. Os resultados amostram as conseqüências da gravidez nos adolescentes em Bogotá e Chia: elevada deserção escolar (53%), chefia feminina nos lares nucleares o de um pai, baixa repercussão na mudança de ocupação da mulher e no seu projeto de vida (30%), causa -mesmo que débil- de uniões legais ou religiosas. Também foi determinado o caráter "hereditário" da maternidade nos adolescentes, já que o 70% das suas mães experimentaram este estado, assim como 50% das irmanas.

Finalmente, se recomenda aos que tomam decisões e implementam políticas públicas que estabeleçam medidas para atenuar as conseqüências adversas.

PALAVRAS-CHAVE: gravidez nas adolescentes, conseqüências sócio-econômicas, mobilidade de trabalho, nível educativo, características familiais, projeto de vida.



NOTA DEL DOCENTE

El presente trabajo de investigación es un informe final para la asignatura Determinantes y Efectos de la Fecundidad Adolescente, que corresponde a la estrategia pedagógica Problem Based Learning, la cual busca apropiarse de los contenidos y conceptos teóricos propuestos en la literatura científica y en el aula mediante la elaboración de un artículo científico sobre el tema. No pretende ser una investigación con el rigor de las técnicas de muestreo, pues su objetivo es formativo. Por tanto, se apreciará que el número de la muestra es muy reducido, la estratificación es insuficiente, etc. El énfasis se da en los procesos de análisis de las propuestas teóricas de autores que sirven para armar el marco teórico en el cual se contrastan los resultados encontrados tras el análisis en la sección de discusión, para concluir con una aceptación o rechazo informado del conocimiento encontrado en la literatura acerca del tema en estudio. No escapará al observador que el artículo presenta deficiencias. Sin embargo, lo invito a que se admire de los logros alcanzados por estos jóvenes estudiantes investigadores, que han encontrado esta experiencia muy enriquecedora. Espero que los lectores también obtengan algún provecho de ella.


INTRODUCCIÓN

Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud Colombiana de 2005, la conducta reproductiva de las adolescentes es un tópico de reconocida importancia, no solo en lo concerniente a embarazos no deseados y abortos, sino también en relación con las consecuencias sociales, económicas y de salud. Los embarazos a muy temprana edad forman parte del patrón cultural de algunas regiones y grupos sociales. Si bien las tasas de fecundidad de las adolescentes han descendido en la mayoría de los países en vías de desarrollo durante los últimos 20 años, aún así la conducta reproductiva de este grupo es una gran preocupación en Colombia, pues, según parece, continúa en aumento, ante lo cual se considera importante evaluar las consecuencias para sus vidas en diferentes ámbitos. En este caso se observaron consecuencias en aspectos sociales y económicos, en cinco dimensiones: estudio, estructura familiar, ocupación, proyecto de vida y estado civil de las madres adolescentes, con el fin de determinar semejanzas o diferencias entre lo reportado en la literatura en diferentes países y la situación de Colombia.


Materiales y métodos

Para el presente estudio, de tipo retrospectivo transversal, se entrevistaron 20 mujeres que fueron madres adolescentes, como criterio de inclusión. Hasta la fecha, estas mujeres tienen diferentes edades, para un promedio de 31,7 años. Se adoptó el concepto de madre adolescente utilizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que la define como aquella que tuvo su primer hijo antes de los 20 años. El instrumento fue aplicado por estudiantes de las facultades de Medicina y Enfermería de la Universidad de La Sabana en el segundo semestre de 2006. La muestra no se estratificó, por la dificultad que tal procedimiento añadiría al trabajo de recolección de datos por parte de los estudiantes en un ejercicio de investigación formativa. La mayoría de los datos se recolectaron en los lugares de prácticas clínicas y asistenciales, por tanto, reflejan los estratos socioeconómicos de las personas que asisten a esos servicios. Se indagó por la situación de la mujer en diversos momentos: previo al embarazo, concomitante y posterior inmediato al embarazo que terminó en el primer nacimiento vivo y estado actual, para tener una mejor idea de cómo influye el embarazo y la maternidad en las variables mencionadas en diferentes momentos de la vida de la mujer. Las preguntas incluyeron información sobre aspectos del padre biológico. La información recolectada fue tabulada en una base de datos validada utilizando el programa Excel.


Marco teórico

El embarazo adolescente constituye un evento vital de importantes repercusiones en distintas dimensiones de la mujer y el hijo que espera. Es frecuente encontrar en la literatura evidencias sobre el impacto socioeconómico negativo del embarazo adolescente.


Deserción por embarazo

En cuanto al nivel educativo de la madre adolescente, Parada [1] propone que las madres adolescentes en Colombia se enfrentan a problemas sociales y económicos que son los que generalmente motivan la deserción escolar en un gran número de ellas, por falta de apoyo emocional y/o económico por parte de la familia. Por lo tanto, el embarazo adolescente como tal no es la principal causa de deserción escolar, sino que existen factores externos relacionados con este hecho que afectan la permanencia en el proceso educativo formal. No se puede olvidar que la asistencia escolar en Colombia guarda estrecha relación con las condiciones económicas. Stern [2] dice que es necesario abandonar algunos mitos, en particular la creencia de que el embarazo precoz siempre lleva al abandono escolar y por tanto obstaculiza las posibilidades de una escolarización suficiente.

De acuerdo con la evidencia disponible para México, la mayor parte de las adolescentes embarazadas ya había abandonado la escuela antes de su embarazo. Adicionalmente, menciona que en las generaciones anteriores a las nuestras, la mayoría de las adolescentes de la población rural no asistía a la escuela o lo hacía unos cuantos años, por lo que la maternidad era prácticamente la única función de la mujer. Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX (años 40) se ha incorporado en el imaginario femenino la aspiración de posponer el embarazo hasta después de los 20 años y así prepararse para desarrollar actividades diferentes a la maternidad. El paradigma de la modernidad ha jugado un papel de primer orden en el cambio de ideario femenino, llevando, posiblemente, a reforzar la valoración negativa del embarazo adolescente.

En un contexto diferente como el norteamericano, Smith-Battle [3] afirma que al ser madre adolescente una mujer tiene menor probabilidad de terminar su educación secundaria. Esta realidad señala que la sociedad y cultura en la que se desarrolla cada mujer y el proyecto de vida que cada una de ellas tenga son factores que influyen en la toma de decisiones relacionadas con el abandono escolar.

En el análisis se considera deserción el abandono de la actividad de estudiante, ya sea en el transcurso de un ciclo o al término de un ciclo; si la persona manifiesta que no continúa con otro ciclo debido al embarazo, por ejemplo, si terminó bachillerato y manifiesta que el embarazo impidió seguir a estudios superiores, se considera deserción. En el caso de que no haya certeza de que el embarazo fue la causa de no terminar un ciclo, se imputa como deserción si el nivel de estudios que cursaba es inferior a la media de estudios de ese estrato. Para Bogotá, el promedio de años de estudio es de 9,4; y de 6,6 para Cundinamarca, según datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP) [4]. La deserción escolar en grado 11 de secundaria en Cundinamarca es causada por todo tipo de factores, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud (ENDS), donde alcanza niveles de 61%, y en Bogotá niveles de 59% (ENDS 2005). No se considera deserción si la mujer no estaba estudiando antes del embarazo.


Estado civil de la madre adolescente

Cada vez es más frecuente que la madre permanezca soltera, a diferencia del pasado, cuando la mayoría de los embarazos adolescentes conducía a unión o matrimonio voluntario o forzado (véase, por ejemplo, Furstenberg [5]). Una posible explicación se puede encontrar en Smith-Battle [3], quien afirma que la mayoría de las madres adolescentes tiene matrimonios menos estables que aquellas que posponen la maternidad para más adelante.

Welti [6] encontró que en todos los grupos de edad, sin excepción, aquellas mujeres que tuvieron un hijo en la adolescencia muestran un mayor porcentaje de divorcios, por lo que podría suponerse que el embarazo adolescente es un factor de inestabilidad conyugal. Esta opinión es compartida por varios autores y se asocia a la escolarización extendida y a la necesidad de desarrollar actividades propias de la mujer diferentes a la maternidad. Sin embargo, el "madresolterismo" parece no circunscribirse solamente a las madres adolescentes. Pues Welti [6] encontró que en todos los grupos de edad, las mujeres que han sido madres por primera vez después de la adolescencia (20 años) son en su mayoría solteras. Hecho que muestra un cambio en el patrón de nupcialidad de toda la población, más que únicamente en las madres adolescentes.

En algunas mujeres el embarazo continúa siendo un factor de cambio de estado civil. Dice Welti [6] que, en adolescentes en unión conyugal, 12% de los primeros nacimientos se dan en un período de hasta siete meses posteriores al inicio de la unión, hecho que indican una probable legitimación del nacimiento del bebé a través de la unión o que el embarazo precipita el inicio de la unión. En el estudio de la realidad colombiana [7] se evidencia un patrón de matrimonio/unión más tardío en Bogotá que en Cali, y más tardío en el estrato alto que en el bajo. Mientras el 98% de las adolescentes del estrato alto de Bogotá eran solteras al momento de la encuesta, solo un 87% de las del estrato bajo de Cali lo estaban.


Estructura familiar y maternidad adolescente

Con relación a la estructura familiar, Smith-Battle [3] dice que la mayoría de madres adolescentes reside con sus padres después del nacimiento. También que la adopción de un nuevo miembro en la familia es un proceso que se vive de manera diferente en cada una: mientras algunos abuelos adoptan de manera informal al niño de la adolescente y asumen todo el cuidado del bebé y apoyan a la nueva madre, hay otros casos donde los abuelos proporcionan poco cuidado al niño, reflejando y perpetuando el resentimiento familiar. Con lo descrito anteriormente se observa que en los hogares se encuentran más de dos generaciones agrupadas, en ciertos casos facilitando el desarrollo de la madre adolescente y en otros haciendo esta labor más difícil.


Proyecto de vida y ocupación de la madre adolescente

Con respecto a la ocupación y al proyecto de vida de las madres adolescentes, explica Parada [1], su proyecto de vida se dirige a conseguir una pareja que las ayude a salir de la situación difícil en la que se encuentran en el hogar, y para conseguirlo la salida más rápida es el embarazo, según piensan ellas. De estas adolescentes, en el momento del parto, 30% se encontraban sin pareja estable y, a los 3 años, 70% eran madres solteras; además que aproximadamente 20% de ellas buscan un segundo embarazo con otra pareja. A su vez, dice que las madres adolescentes, si no cuentan con el apoyo familiar, terminan en deserción escolar, lo que genera una vida productiva laboral por debajo de los niveles mínimos de ingreso.

Stern [2] dice que para las mujeres de la sociedad mexicana, en particular para la población rural y la marginal urbana, la extensión de la escolarización y la apertura de opciones de vida distinta a la maternidad solo se ira produciendo conforme se vayan modificando los estructuras sociales y culturales que ahora las limitan. Smith-Battle [3] habla de dos tipos de madres adolescentes en la sociedad norteamericana. Aquellas que describen su situación como un catalizador poderoso que les permitió hacerse más maduras y dirigir sus vidas hacia caminos positivos: la maternidad las ancla, les da propósito en la vida y de significado objetivo, que les teje de nuevo conexiones y les proporciona un nuevo sentido de futuro.

Frecuentemente, valoran con ojos nuevos el pasado, el presente y el futuro desde su nueva perspectiva como madres. El otro grupo de madres, de modo similar, describió un futuro de preembarazo vacío que fue transformado al convertirse en madres. Para este grupo, la maternidad cambió la trayectoria de sus vidas ofreciéndoles una experiencia correctiva que les permitió reorganizar prioridades alrededor de la identidad y las prácticas de maternidad.


ANÁLISIS

Características sociodemográficas: zona de residencia, estrato socioeconómico y edad

Se realizó una encuesta a 20 mujeres, el 86% de las cuales reside en zona urbana y 14% en zona rural, en municipios aledaños a la Universidad de La Sabana. El estrato socioeconómico de las mujeres de la zona rural comprende va de 1 a 3: la mayoría (43%) de estrato 1; el 30% de estrato 2 y 17% de estrato 3. No se tiene dato de estrato de las otras. Las entrevistadas de zonas urbanas pertenecen principalmente a los estratos 2, 3 y 4, representados, respectivamente, por el 28%, el 39% y el 16%. El 78% de las mujeres tiene entre 20 y 35 años y la edad promedio es de 31,7 años. Unas pocas (3,3%) son todavía adolescentes menores de 20 años.


Consecuencias del embarazo en el nivel de estudio

Son mujeres con un promedio de 13,3 años de estudio, dato hallado en 15 de las 20 entrevistadas, ya que no se cuenta con datos sobre este aspecto en 5 de ellas, las cuales muy probablemente solo han realizado estudios de secundaria.

En las Figuras 1 y 2 se observa que 13 de las 20 mujeres entrevistadas (65%) estaban estudiando antes de quedar embarazadas, 8 de las cuales (61,5%) se encontraba en 10° y 11°, 3 en pregrado (23%) y 1 en primaria y otra en educación media, con un porcentaje de 7,69% para cada una de ellas, situación que muestra una escolaridad variable, concentrada en secundaria. Estos datos reflejan que 35% de las mujeres, antes de quedar en embarazo, ya no asistían a la escuela.

Las Figuras 3 y 4 muestran que el número de mujeres que se encuentran estudiando durante el embarazo disminuyó de 13 mujeres (65%) a 8 mujeres (40%), 5 de las cuales estaban en grados 10 y 11 (62,5%), 2 en pregrado (25%) y 1 en educación media (12,5%). Lo que refleja que 5 de las 13 mujeres que se encontraban estudiando antes del embarazo se retiraron (38,46%); sin conocer en esta investigación la causa. Cabe anotar que de las mujeres que se retiraron de la escuela 1 estaba en primaria, 3 en 10° y 11° y 1 en pregrado.

En las Figuras 5 y 6 se observa que 8 de las mujeres entrevistadas continuaron estudiando después del embarazo (40%), mientras que 12 mujeres (60%) no continuaron sus estudios. De las mujeres que continuaron estudiando, el mayor número se encontraba en los grados de 10° y 11°, con 4 mujeres (50%), 3 mujeres en pregrado (37,5%) y solo 1 en posgrado (12,5%). El fenómeno encontrado en las Figuras 5 y 6 constata que ninguna mujer desertó mientras estaba embarazada y que continuaron sus estudios hasta después del nacimiento de sus bebés; y una alcanzó el pregrado y otra el posgrado, equivalente a 12,5% para cada una de ellas.

En la zona rural, todas las mujeres estudiaban antes del embarazo adolescente y todas continuaron estudiando después del nacimiento. Debido a que son solamente 3 mujeres (un 15%) de la muestra, y la muestra no es aleatoria, puede haber algún sesgo. En cuanto al estrato socioeconómico y su relación con la condición de estudiante antes del embarazo de las mujeres entrevistadas que viven en zona urbana, se observa una relación directa entre estrato y no estudio. Los niveles de no estudio de los estratos 1 y 3 son similares y rondan el 14%, mientras el estrato 2 presenta valores más altos (27%). Los estratos 4 en adelante tienen valores bajos o nulos de no estudio. En otras palabras, las mujeres de estrato 4 al 6 estaban estudiando antes del embarazo casi en su totalidad.

Hay una necesidad de precisar más el instrumento, pues hay mujeres que tienen bajos niveles de estudio, por ejemplo, primaria completa, pero no se sabe si el embarazo es la causa real de no seguir estudiando. Parece importante preguntar si se hubiera podido seguir estudiando en caso de no haber quedado embarazada y, en tal caso, hasta más o menos qué nivel educativo.


¿Qué proporción de mujeres urbanas desertaron del estudio por el embarazo y nacimiento de su primer bebé?

Al responder esta pregunta es preciso distinguir las que estudiaban antes del embarazo y las que no. La situación anterior al embarazo muestra que 85% de las mujeres estudiaban mientras el restante 15% no lo hacía. De todas las mujeres que estudiaban antes de quedar en embarazo, que eran 13, desertaron 7. Por tanto, la tasa de deserción estaría en 53%. Las otras mujeres terminaron su ciclo de estudios o todavía estudian.

La deserción se presentó de manera preponderante en mujeres que estudiaban el ciclo de educación media (93%). Cifra que muestra la altísima probabilidad de deserción por embarazo en la educación media, en marcado contraste con solo 7% de las mujeres que estudiaban educación superior.


Estado civil y embarazo adolescente

En la Figura 7 se puede observar que antes del nacimiento del primer hijo la mayoría de las mujeres eran solteras (90%) mientras que los otros estados civiles son: unión libre y matrimonio religioso, con un 5% cada uno. En la Figura 8 se ve que la mayoría de las mujeres solteras disminuyó en 15%, y que aumentó un poco el número de mujeres que contrajeron matrimonio religioso (de 5% a 15%) y se duplicó el porcentaje de mujeres en unión libre (10%).

En la Figura 9 se puede ver que aumentó considerablemente el porcentaje de mujeres que contrajeron matrimonio religioso, llegando hasta 25%, es decir, 5 mujeres, y que las mujeres que optaron por la unión libre pasaron de 10% a 15%, considerando esto como un aumento relativamente bajo, pero la mayoría siguen siendo solteras (60%), aunque se redujo 30% con relación al momento antes del nacimiento del primer hijo.

En la Figura 10 las madres solteras son 10 equivalente al 50%, las mujeres en unión libre aumenta considerablemente llegando a un 25% lo que corresponde a un aumento del 20% en relación con el momento antes del nacimiento del primer hijo, el matrimonio religioso disminuye en un 10% y aparece una mujer viuda y una separada ocupando de esta forma un 5% cada una pero sigue primando la soltería. Como ultima observación vale la pena decir que la cantidad de mujeres solteras va disminuyendo a medida que trascurre el tiempo pero sigue siendo ese estado civil el de mayor cantidad.

La Tabla 1 recopila los datos correspondientes al estado civil de cada mujer en distintos momentos del embarazo. Muestra que antes del embarazo predominantemente las mujeres se encuentran solteras (90%). El estado civil del 20% cambia durante el embarazo, pues pasan de ser solteras a establecer una unión religiosa (10%) o unión libre (10%). Después del nacimiento de su hijo, 2 mujeres (10%,) pasaron de ser solteras a ser casadas, al igual que 2 pasaron a vivir en unión libre (10%). De las mujeres que estuvieron con su compañero durante el embarazo, solo 1 volvió a su estado de soltera previo al embarazo. Solamente 1 mujer (5%) permaneció casada a lo largo de los distintos momentos del embarazo. El 55% de las mujeres permanecieron solteras a lo largo de los distintos momentos del embarazo.


Embarazo adolescente y ocupación

En la Figura 11 se observa que el 35% de las mujeres entrevistadas laboran en actividades de ventas y servicios, seguidas de 25% (5 mujeres) que se dedican al hogar y de 15% que son profesionales técnicas o administradoras. Llama la atención que el resto de las ocupaciones corresponde al 25% de las mujeres entrevistadas, cada una de ellas con un 5%, factor que permite suponer cuánto podrá ser el ingreso mensual de la familia, si es solo la mujer la cabeza de hogar y la que aporta para los gastos de la casa o puede ser una característica del grupo de mujeres a las que se le realizó la entrevista.

La Figura 12 muestra que el 70% de las mujeres que se encontraban trabajando o estudiando no tuvieron necesidad de cambiar de ocupación por quedar embarazadas, mientras que el 30% restante sí tuvieron que abandonar la ocupación a la que se dedicaban. Al respecto de estos datos, no es posible determinar qué porcentaje de los encontrados aquí corresponde a estudio o trabajo para cada uno de los casos.

En la Figura 13 se observa que el hogar de las mujeres entrevistadas está constituido principalmente por dos tipos de familia; ocupa el primer lugar aquella en la que la mujer vive con el hijo y la pareja o esposo -7 mujeres (35%)-, siguen las mujeres que viven solo con sus hijos -6 mujeres (30%)-. Estos serían hogares nucleares y monoparentales con madre cabeza de familia. También se observa que hay familias mosaico (en las que viven los padres de la entrevistada y su hijo), con un 10%, y familias en las que el hijo vive con el padre o la madre de la mujer entrevistada, con un valor de 10% cada uno, y solo una mujer vive con la pareja (5%).

La Figura 14 muestra que el 60% de las mujeres entrevistadas reciben menos de un salario mínimo al mes, hecho que está muy relacionado con la ocupación de la mayoría en ventas y servicios, con 7 que realizan esta labor y 5 que se dedican al hogar (60% de las ocupaciones), mientras que las mujeres que ganan 1 salario mínimo (10%) y las que ganan más de esto (30%) juntas no igualan al grupo anterior. De igual forma, esta situación guarda relación con los trabajos a los cuales se dedican las mujeres entrevistadas, de modo que las que tienen principalmente puestos profesionales y trabajadoras de agricultura pueden recibir un salario mínimo o más, sin excluir que en otros trabajos no se pueda alcanzar a ganar un salario mínimo o más.


Valoración de la maternidad adolescente

Se intentó valorar la maternidad adolescente viendo si los ingresos eran suficientes para llevar una vida con calidad y si se consideraba que haber sido madre adolescente perjudicaba a la mujer.

En la Figura 15 se observa que 65% de las mujeres consideran que los ingresos que reciben no son suficientes, para lo cual argumentan, entre otras razones, que el bebé requiere muchos gastos, no se pueden satisfacer todas las necesidades del hogar, no se puede brindar una educación adecuada a sus hijos y a duras penas alcanza para ellas. Esta consideración tiene mucha relación, según se mencionó anteriormente, con la ocupación, ya que 60% de las mujeres reciben menos de un salario mínimo, lo que explica en cierta forma lo expuesto por las entrevistadas y guarda relación con su nivel educativo, ya que probablemente las mujeres con nivel educativo bajo no podrán acceder a trabajos profesionales o técnicos que les permitan devengar un mejor salario, entre otras posibles variables que no se estudian en el presente trabajo.

En la Figura 16 se observa que 55% las mujeres entrevistadas creen que el embarazo sí perjudica su futuro, hecho que se relaciona con la deserción escolar, que fue de 53%, y con el nivel educativo alcanzado por la mayoría después del embarazo: 4 se encontraban en 10° y 11°, 3 de las que continuaron estudiando alcanzaron el pregrado y solo una el posgrado. Este hecho nos hace suponer que sí es muy difícil para una madre adolescente superar la educación secundaria, pues solamente el 30% de las que estaban estudiando antes del embarazo pudieron superar la secundaria. Y, por otra parte, el 45% de las mujeres dicen que el embarazo no perjudicó sus posibilidades, situación que guarda íntima relación con el grupo de mujeres que después de su primer embarazo siguieron estudiando. Por otra parte, esta figura permite ver que posiblemente se trate de otros factores asociados al embarazo adolescente, como la situación económica, la sociedad donde se encuentran y la cultura, lo que determina la respuesta de las mujeres entrevistadas.


¿La maternidad adolescente se hereda?

Se intentó revisar si la maternidad adolescente se transmite de una a otra generación.

En la Figura 17 se puede determinar, con base en los datos, que probablemente el embarazo adolescente tenga un patrón de herencia, puesto que 15 madres de las mujeres entrevistadas fueron madres adolescentes, y solo 5 de ellas se encontraban entre los 20 a 40 años, edad que para una gran cantidad de personas corresponde al rango en que se deben tener los hijos, hecho totalmente contradictorio con lo que se encontró en las respuestas de las mujeres entrevistadas.

La Figura 18 muestra que 65% de las mujeres que respondieron la encuesta tienen hermanas; así mismo, es posible establecer que el 76,92% de las hermanas de las mujeres entrevistadas también fueron madres adolescentes (con hijos antes de los 20 años), lo que contribuye a confirmar el patrón de herencia del embarazo adolescente que plantea la presente investigación.


DISCUSIÓN

Al comparar la teoría con lo hallado en el presente estudio, se establecieron variaciones y concordancias con relación a las diferentes variables analizadas. Mientras que lo planteado por Smith-Battle [3] tiene similitud con los resultados obtenidos en este estudio, las ideas planteadas por Parada Baños [1] y Stern [2] difieren. En este estudio se encontró que la mayoría de las madres adolescentes que participaron en la investigación se encontraban estudiando antes de quedar embarazadas (65%), mientras que durante el embarazo el número de madres que asistían a la escuela disminuyó. La mayoría de las mujeres que participaron en la investigación no alcanzaron a terminar la educación secundaria y fue durante el embarazo donde ocurrió la mayor deserción escolar de las mujeres que estaban cursando este período. Sin embargo, la deserción fue de 53%, proporción menor que la que se esperaba. Esto demuestra que el embarazo adolescente sí está estrechamente relacionado con la deserción escolar. Se evidencia también la importancia de no contar como deserciones las mujeres que no estaban estudiando antes del embarazo, como afirma Stern.

En este estudio no se pudo determinar la relación existente entre la deserción escolar y el estrato socioeconómico, puesto que la mayoría de las mujeres encuestadas no lo reveló. En relación con el estado civil, Smith [3] menciona que el embarazo adolescente permite que los matrimonios sean menos estables y dice que, contrario al pasado, el embarazo adolescente ya no conduce a unión o matrimonio, siendo cada vez más frecuente las madres solteras. Welti [6] propone que el embarazo adolescente es un factor de inestabilidad conyugal y que el embarazo adolescente precipita la unión conyugal.

Lo encontrado en este estudio concuerda con lo expuesto por Welti [6], ya que se ve cómo el embarazo impulsa la unión conyugal al aumentar el número de matrimonios religiosos y la unión libre durante y después del embarazo. Sin embargo, la proporción de madres solteras es alta. Por otra parte, no fue significativo el número de mujeres que hacían parte de una relación inestable, puesto que tan solo una de las mujeres entrevistadas en algún momento del embarazo contrajo matrimonio religioso y se divorció de su pareja. Esto último difiere de las ideas expuestas por Smith-Battle [3] y Welti [6] sobre la estabilidad conyugal.

Con relación a la estructura familiar, Smith-Battle [6] dice que las madres adolescentes en su mayoría viven con sus padres, confiando el cuidado de los bebés a los abuelos mientras ellas adquieren las habilidades. También menciona que en la mayoría de las familias de las madres adolescentes se encontraban más de dos generaciones agrupadas. En el presente estudio se observa que la mayoría de las madres adolescentes forman una nueva familia con su hijo y su pareja, logrando independizarse de su núcleo familiar de base, o permanecen como jefes de hogar monoparental; discrepando así con las ideas de Smith-Battle.

Probablemente, el aumento de los matrimonios y las uniones conyugales durante y después del embarazo, así como la composición de la familia de las madres adolescentes (la mayoría viven con su pareja y su hijo), guarda relación con lo expuesto por Parada Baños [1], pero no se puede determinar por medio de este estudio si esto se hace con el único fin de salir de sus hogares de base.

Otro aspecto que se quiso explorar fue si había o no un patrón de herencia del embarazo adolescente, y se encontró que la mayoría de las madres y hermanas de las mujeres entrevistadas fueron a su vez madres adolescentes, lo que soporta la hipótesis de que sí existe cierto patrón de herencia.

En el estudio se observó que el embarazo adolescente no perjudicaba las posibilidades futuras de la mujer, en la medida que se esperaba y que este no es un factor tan determinante para que las mujeres cambien de ocupación.


CONCLUSIONES

De acuerdo con lo hallado en este estudio, el embarazo adolescente es la causa principal de la deserción escolar y de que las mujeres no puedan alcanzar un alto nivel educativo, situación contraria a lo planteado en la teoría aquí estudiada referente a este tema. Sin embargo, se debe tener cautela ante este resultado, por el escaso tamaño de la muestra y la no aleatoriedad de la misma.

También demuestra que el embarazo adolescente no es la causa de matrimonios menos estables, contrario a lo indicado por la literatura, y además se encontró que este es un factor que impulsa a las uniones conyugales.

Se apreció que las madres adolescentes forman un nuevo grupo familiar junto con su pareja y su hijo, alejándose del núcleo familiar de base, contrario a lo expuesto en la bibliografía estudiada, y además se demuestra la hipótesis de que el embarazo adolescente tiene un patrón de herencia.

Según los resultados de este estudio, el embarazo adolescente no perjudica las posibilidades futuras de la mujer y no obliga a que estas cambien de ocupación en gran medida, lo que implica que este no es un factor que determine el fin de un proyecto de vida ni de la labor que se realiza. Respecto a si la maternidad adolescente se hereda, se estableció que sí, en un alto grado.


RECOMENDACIONES

El embarazo adolescente es una situación que no debe ser vista como un estado patológico, sino que, por el contrario, debe conocerse la función que cumple la procreación dentro de la sociedad. En nuestro concepto, y con base en lo analizado en este estudio, el embarazo adolescente no es un problema, sino que, dependiendo del contexto en donde se dé, tanto familiar como económico, social y cultural, va a tener mayores o menores dificultades el sobrellevar este estado. Razón por la cual es fundamental centrar la atención en la educación no solo de los jóvenes sino también en la del resto de la población, dado que ejerce una influencia en el desarrollo de los adolescentes.

Es de vital importancia estudiar otros aspectos que se relacionan con el embarazo adolescente, como la cultura, el nivel socioeconómico, así como el impacto que el embarazo adolescente tiene en los sistemas de salud, la economía del Estado y el futuro del país. También es importante realizar otros estudios donde la muestra sea mayor y más homogénea, para poder analizar su relación con otras variables.

Para el diseño de políticas públicas, sería muy importante realizar un futuro estudio donde se evalué y analice el impacto que tiene el embarazo adolescente y el ambiente familiar sobre el crecimiento y desarrollo de los niños. Para ayudar a minimizar las consecuencias del embarazo adolescente es necesario crear un programa de educación que involucre y retome los valores de la familia y que esta sea centro básico del desarrollo de la sociedad. Así mismo, es importante educar para evitar la discriminación de esta población y además es necesario crear programas y redes de apoyo con el fin de salvaguardar y dar solución a las dificultades que el embarazo adolescente genera en la madre, el hijo, la familia y la sociedad.

Sería conveniente plantear una investigación encaminada a determinar si en realidad el embarazo adolescente es un problema o no, de acuerdo con la percepción de jóvenes y adultos.



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