Reseña del libro: Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género. Errasti José y Pérez Álvarez Mariano. Ed. Ediciones Deusto, Barcelona, 2022. ISBN: 9788423433322

Desde el título hasta la convocatoria, este libro pretende generar incomodidad: incomodidad intelectual. De esa que obliga a salirse de la zona de confort, a repensar los discursos y las ideas, en especial aquellas políticamente correctas, pero no tan sustentadas desde la ciencia, la filosofía y la coherencia de la argumentación.

Los autores, profesores de psicología de la Universidad de Oviedo, hacen un recorrido académico juicioso de la ideología de género, en especial del fenómeno del transgenerismo. Parten de los argumentos biológicos, pasan por las definiciones (muy complejas) y ahondan en las condiciones que desde la filosofía han propiciado una sociedad y una cultura en las que estos planteamientos ideológicos han encontrado poca oposición y una tierra fértil en la que se han regado, como el fuego, con un discurso que sin sustento intelectual, termina haciendo daños irreversibles y cultivando un ambiente propicio para las más radicales exclusiones (en una sociedad que se jacta de inclusiva).

La temática es indudablemente difícil. El recorrido que se hace a lo largo del libro lleva al lector a sumar piezas en este intrincado rompecabezas, para encontrar un sentido a la situación que está viviendo el mundo en torno al transgenerismo, para terminar planteando, desde los principios del respeto a la persona humana y el de precaución, una reivindicación a la psicología como herramienta para abordar estas situaciones en los individuos concretos, ofreciendo más de una salida. No todas las personas transgénero pueden ser abordadas del mismo modo e incluidas en un mismo paquete, porque no todas sus circunstancias son exactamente idénticas. Por ello, tantos testimonios de personas que se han embarcado en la detransición. Aquí, los autores hacen un llamado de atención y una crítica a quienes promueven el transgenerismo desde la infancia.

El tema no es tratado a la ligera, muy al contrario, en especial cuando los autores disecan las raíces filosóficas y sociológicas del movimiento trans y cuando llaman la atención sobre el totalitarismo de las soluciones únicas (en el caso de la temática del libro, la llamada terapia afirmativa).

Los autores son enfáticos y acusan que el papel de la universidad, y de la educación en general, se ha caracterizado en las últimas décadas por renunciar sigilosamente a su función más esencial, la búsqueda de la verdad, a la que se ha abdicado por el discurso de lo políticamente correcto: las universidades han de ser centros que cuestionan las ideas, las disecan, las reevalúan y replantean; por lo tanto, son lugar de y para la incomodidad; de nuevo, la incomodidad intelectual.

Valga anotar que el apartado en el que se pretende contrargumentar la idea de que las personas trans son cerebros femeninos o masculinos atrapados en cuerpos del sexo opuesto, carece de sustento suficiente cuando los autores arguyen que no hay tal diferencia y, por tanto, ningún cerebro está en un cuerpo equivocado: la ciencia ha demostrado que se puede diferenciar morfológica y funcionalmente el cerebro del varón del cerebro de la mujer ¹, y el uso de las hormonas anticonceptivas evidencia el impacto del sexo biológico en la fisiología cerebral ^2,3 (lo que podría hacer pensar que embriones y fetos sometidos a hormonas anticonceptivas podrían tener alteraciones morfofisiológicas en sus cerebros ⁴). El problema está en pensar que el cerebro no coincida con el resto del cuerpo, como si este órgano fuera una unidad funcional independiente de la totalidad del organismo.

Finalizo resaltando la valentía de los autores que, en aras de la honestidad intelectual, se arriesgan a ser censurados. La invitación es clara: perder el temor a pensar y a hacerlo en voz alta.