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Íkala, Revista de Lenguaje y Cultura

Print version ISSN 0123-3432

Íkala vol.13 no.20 Medellín July/Dec. 2008

 

ARTÍCULOS DE INVESTIGACIÓN

 

Fórmulas de tratamiento nominales para la pareja en el habla juvenil medellinense*1

 

Nominal Forms of Address Used by Young People in Medellin When Addressing their Significant Others

 

 

Milton Daniel Castellano Ascencio**
** Milton Daniel Castellano Ascencio es licenciado en Educación Básica: Humanidades-Lengua Castellana, de la Universidad de Antioquia. En la actualidad es estudiante de la Maestría en Lingüística en la misma universidad. Correo electrónico: midcast@gmail.com

 

 


RESUMEN

El artículo hace una caracterización léxica y pragmática de diferentes fórmulas de tratamiento nominales (FTN) empleadas por jóvenes de Medellín para apelar a la pareja. Para ello revisamos algunos estudios sobre FTN desarrollados en español y algunos conceptos básicos relacionados con las FTN. En cuanto a los materiales de la investigación, consideramos un corpus en el que se clasifican las FTN según los valores semántico-pragmáticos que influyen en su significación y se presenta el análisis de algunas de estas unidades. También se resalta, en este artículo, la función de diversos factores contextuales en la interpretación de las FTN.

Palabras clave: fórmulas de tratamiento nominales, sociolingüística, valores semántico-pragmáticos, habla juvenil medellinense


ABSTRACT

This article presents a lexical-pragmatic description of nominal forms of address (NFA) used by young people in Medellin when addressing their significant other. To this aim, studies issued in Spanish concerning NFA were reviewed, as well as some fundamental concepts on NFA. The tokens of NFA from the corpus considered for analysis were classified according to the semantic-pragmatic values affecting their meaning. A particular analysis of some of these tokens is presented. The article also remarks on the function of contextual factors involved in the interpretation of NFA.

Key words: nominal forms of address, sociolinguistics, semantic-pragmatic values, Medellin youth talk


RÉSUMÉ

Cet article fait une caractérisation lexicale et pragmatique des termes d'adresse nominaux (TAN) utilisés par les jeunes à Medellín pour s'adresser à leur partenaire. Nous révisons en ce sens quelques études publiées en espagnol ainsi que quelques concepts essentiels sur les TAN. En ce qui concerne le matériel de recherche, nous nous appuyons sur un corpus dans lequel les exemples de TAN sont classifiés selon les valeurs sémantiques-pragmatiques influant leur signification, et nous en présentons une analyse. Nous soulignons également dans cet article la fonction de plusieurs facteurs contextuels liés à l'interprétation des TAN.

Mots-clés: termes d'adresse nominaux, sociolinguistique, valeurs sémantiques-pragmatiques, parler des jeunes à Medellín


 

 

1. SOBRE LAS FÓRMULAS DE TRATAMIENTO NOMINALES

El lenguaje que comúnmente emplean los hablantes está caracterizado, principalmente, por una marcada capacidad para crear términos y expresiones que sirven para significar las situaciones que aparecen en los distintos espacios en los que aquellos se desenvuelven. Estas palabras y expresiones, poco a poco, se incorporan al caudal léxico de la lengua, hasta alcanzar un uso generalizado entre los hablantes, ya que dichas situaciones también toman una mayor dimensión e influencia en lo social. Entre estas palabras y las expresiones están las que sirven para apelar a las personas con las que los hablantes establecen diferentes tipos de relaciones, que reciben el nombre de fórmulas de tratamiento (FT).

Las FT son

[...] todas aquellas estructuras basadas en la combinación de elementos léxicos y gramaticales que los hablantes de una determinada lengua utilizan para apelar a sus semejantes (Molina, 2002: 97).

El sistema de tratamiento del español está dividido en fórmulas de tratamiento pronominales (FTP) y fórmulas de tratamiento nominales (FTN). Las primeras presentan un sistema más restringido, en la medida en que está constituido por formas de respeto (usted) y solidarias (tú y vos). Por su parte, las FTN,

[...] a diferencia de las pronominales que constituyen un inventario cerrado, presentan un inventario muy amplio y conformado por diferentes subtipos de elementos (Fontanella, 1999: 1.419).

El interés por las FTN se debe a que la mayoría de los estudios y la literatura dedicada a las FT se han limitado a analizar las FTP, relegando a aquéllas a segundo plano, factor que explica la poca o casi nula inclinación que los estudios lingüísticos actuales muestran sobre este campo, e incluso explica también la poca presencia de este tipo de unidades en los diccionarios.

Por tales motivos incluimos, en el estudio sobre las denominaciones para la pareja en el lenguaje coloquial de los jóvenes de Medellín, un apartado relacionado con las FTN,2 en la medida en que éstas se constituyen en expresiones que los hablantes utilizan para denotar y connotar determinados tipos de relaciones interpersonales, que cada vez son más diferentes y versátiles –aunque siguen manteniéndose otras que son compartidas por distintos grupos generacionales de hablantes– y que vehiculan nuevas estrategias de interacción comunicativa. También las retomamos porque consideramos que los cambios sociales y lingüísticos que se han producido en Medellín reflejan, así mismo, una variación en las fórmulas de tratamiento, que se dan tanto en el sistema pronominal y sobre todo en el nominal, como en las estrategias discursivas que emplean los hablantes jóvenes de Medellín. Sin embargo, en este artículo sólo analizamos aquellas FTN que se usan en el campo de las relaciones de pareja y que tienen un uso apelativo. El análisis de las FTN nos ha permitido identificar y comprender algunos aspectos léxicos y pragmáticos3 del lenguaje de los jóvenes de Medellín.

1.1 Estado de los estudios sobre FTN en la lengua española

Sobre las FT, en términos generales, es poco lo que se ha estudiado y especialmente sobre las de tipo nominal. Los estudios que las han retomado lo hacen de manera muy general y no profundizan en las características lingüísticas que comportan estos elementos tan comunes en la comunicación humana. A continuación presentamos algunos estudios sobre las FTN en los ámbitos hispanoamericano y colombiano, y resaltamos los principales aportes que han hecho sobre este tema.

Uno de los estudios más recientes sobre el tema en el ámbito español es el de Molina, titulado Evolución de las fórmulas de tratamiento en la juventud madrileña a lo largo del siglo XX: un estudio en tiempo real (2002). Este estudio se restringe al lenguaje de los jóvenes de España y divide el análisis en formas pronominales y nominales.

En el ámbito hispanoamericano encontramos a Eguiluz, quien establece, en su estudio Fórmulas de tratamiento en el español de Chile (1962), además del análisis sobre las FTP en los hablantes de la clase media y popular de Santiago de Chile, tres tipos de observaciones en torno a las FTN: semánticas, morfológicas y sintácticas, limitándose a enumerar una serie de características que presentan las FTN en estos tres niveles.

En el presente estudio sobre las FT en el habla juvenil medellinense se valoran las observaciones que hace Eguiluz sobre las FTN en Chile y en algunos casos las considera como punto de referencia y de contraste con las empleadas por los jóvenes de Medellín. Sin embargo, en nuestro caso hemos centrado el análisis en los niveles léxico4 y pragmático, y dejamos de lado el nivel sintáctico, en la medida en que las FTN, al ser elementos extraoracionales, no desempeñan una función sintáctica determinada.

En Colombia hallamos el estudio realizado por Osorio, titulado Los tratamientos en el español coloquial de Colombia (1975). En este texto se hace una clasificación de las FTP y FTN según el nivel cultural y el estrato social de los hablantes, pertenecientes a los sectores rurales y urbanos, y en relaciones familiares y de amistad. Sin embargo, consideramos que esa clasificación de las FT, basada en los rasgos que propone Osorio en el campo de las relaciones de pareja, no es un factor muy relevante en la actualidad, pues los jóvenes de Medellín utilizan indistintamente muchas FTN en diversos sectores de la sociedad y sin considerar el nivel cultural de las personas, más aun en el ámbito de las relaciones de pareja, donde se establecen relaciones de intimidad.

En el ámbito propiodeAntioquia encontramos el estudio de Flores, titulado Algunas fórmulas de tratamiento en el español del departamento deAntioquia (1954). Este texto aborda algunos ejemplos de FTN y pone el acento en las de tipo vocativo, y también hace distinciones entre la forma como se emplean determinadas FTN en diferentes estratos sociales, pero introduciendo observaciones que, en la mayoría de los casos, implican un criterio normativo.

 

2. CONSIDERACIONES METODOLÓGICAS

Para el análisis de las características léxicas y pragmáticas de las FTN presentes en el lenguaje juvenil de Medellín, establecimos dos variables: género y estrato social. La elección de ellas atiende, en cuanto al estrato socioeconómico (alto, medio y bajo), a considerar distintos contextos socioculturales claramente diferenciados, que muestren los rasgos lingüísticos de las FTN en tales condiciones. De igual forma, la discriminación de los hablantes a partir del sexo permite describir los procesos de creación léxica y de variación en las FTN entre hombres y mujeres, pues en varios tratados sociolingüísticos se ha propuesto la hipótesis de que el lenguaje de los jóvenes hombres presenta mayor composición neológica que el de las jóvenes, quienes tienden a ser un poco más conservadoras, lingüísticamente hablando (López, 1989: 116).

Seleccionamos como informantes a 60 jóvenes de Medellín, entre los 17 y los 25 años de edad, de ambos sexos (60% hombres y 40% mujeres), pertenecientes a estratos sociales altos, medios y bajos.5 También consideramos sólo tres estratos, para simplificar metodológicamente la investigación, distribuidos de la siguiente forma: alto (estratos 5 y 6), medio (estratos 3 y 4) y bajo (estratos 1 y 2).6 Todos los informantes residen en Medellín, entre los cuales el 65,3% son estudiantes universitarios, y el 34,7%, estudiantes de último año de educación media.

De igual forma, para la recolección de los datos se optó por el cuestionario como instrumento de investigación, porque permite obtener registros lingüísticos con exactitud y economía (López, 1994: 105). El cuestionario estaba compuesto por dos aspectos: el primero registraba la información sociolingüística (edad, género y estrato social); el segundo estaba constituido por una serie de preguntas abiertas, que buscaban rastrear el léxico que los hablantes emplean en el plano de las relaciones de pareja.

Así mismo, se consideraron como fuentes de la investigación una serie de revistas y periódicos de difusión masiva, programas radiales y televisivos destinados a los jóvenes, al igual que algunos glosarios que encontramos en internet, relacionados con el lenguaje de Medellín. También se tuvieron en cuenta las conversaciones espontáneas que escuchábamos de los grupos de jóvenes que encontramos principalmente en las universidades (públicas y privadas) de la ciudad.

Apartir de los datos recogidos con el cuestionario y de las fuentes consideradas, establecimos un corpus de 151 FTN. De igual manera, para la constitución del corpus se aplicó el criterio de frecuencia de uso, es decir, para la inclusión de una FTN al corpus se tuvo en cuenta que ésta fuera utilizada de forma generalizada dentro de los grupos que sirvieron de muestra.

Posterior a esto, el corpus fue clasificado y sus elementos (las FT) agrupados atendiendo a las variables sociolingüísticas consideradas (estrato y género de los hablantes), al valor semántico-pragmático que se indica en cada una de ellas y al procedimiento morfológico por el cual se forman. El establecimiento de estas categorías permitió, por un lado, el análisis propiamente lingüístico de las FTN y, por otro, el análisis estadístico de los valores lingüísticos presentes en ellas. En ese sentido, los ejemplos que mostramos más adelante dan cuenta de los fenómenos morfológicos, semántico-pragmáticos y sociolingüísticos analizados en el corpus.

 

3. CARACTERIZACIÓN DE LAS FTN DEL HABLA JUVENIL DE MEDELLÍN

Teniendo en cuenta los elementos lingüísticos que caracterizan a las FTN,7 los principales postulados teóricos retomados en esta investigación hacen referencia a los niveles léxico y pragmático. También ha sido necesaria la consideración de algunos aspectos sociolingüísticos, pues

[...] las formas de tratamiento son muy complejas y puede intervenir [en ellas] una serie de factores (sociales, políticos, afectivos, psicológicos, etc.) a los que se verá jugar en los distintos casos (Carricarburo, 1997: 9).

Tampoco se debe olvidar que todo tratamiento lingüístico comporta en sí una determinación social, y por fuerza obliga a la lengua a adaptarse a las exigencias sociales que requiere un determinado caso (Arcelus, 1980: 313).

En el nivel léxico ubicamos el análisis de los aspectos morfológicos y semánticos. Lo morfológico tiene en cuenta las reglas que rigen la combinación de las diversas unidades y que permiten construir los distintos tipos de palabras posibles en español o analizar las ya existentes. Por su parte, lo semántico considera múltiples factores relacionados con los procesos de significación, entre los que se resaltan los procesos de ampliación léxica, la metonimia y la metaforicidad.8 En ese sentido, consideramos, inicialmente, que en las FTN podemos encontrar una serie de valores semánticos inherentes, la mayoría de ellos justificados en procesos de metaforicidad; sin embargo, cabe aclarar que esta serie de valores establecen una relación con lo pragmático, pues, en gran medida, dependen de las valoraciones que los hablantes hacen de las diferentes situaciones a las que se enfrentan y de las relaciones que establecen con sus interlocutores, donde el contexto cumple un papel relevante sobre todo en los procesos de comprensión e interpretación de metáforas.

En el nivel pragmático destacamos las funciones que pueden desempeñar algunas unidades léxicas en un contexto determinado y atendiendo a una intención específica. Así, por ejemplo, los nombres pueden desarrollar la función de vocativos, cuando está de por medio la función apelativa de la lengua.

El análisis de la función apelativa de los nombres permite la consideración de otros fenómenos presentes en la interacción verbal, como el de la cortesía. De esta manera, el uso de una determinada FTN puede mostrar una cortesía formal o negativa, que induce deferencia, respeto, distancia entre el hablante y el oyente, o de una cortesía informal o positiva, que exhorta familiaridad, confianza y cercanía (Cortés, 1999: 4.037). Es decir, en las FTN se pueden destacar marcas de solidaridad e intimidad, al igual que formas de distancia social, teniendo en cuenta, obviamente, el tipo de relaciones que se establezcan.

Atendiendo a lo anterior, en nuestro estudio, las FTN se restringen, casi exclusivamente, a las relaciones de noviazgo, aunque también encontramos una presencia muy pequeña de éstas en otros tipos de relaciones amorosas. En esa medida, las palabras y las expresiones que se usan como FTN se producen en el marco de relaciones simétricas, donde están presentes relaciones de solidaridad y se establecen vínculos de intimidad.

Según Molina, solidaridad e intimidad son conceptos diferentes, pues la primera está basada en las semejanzas sociales de las personas, mientras que la segunda

[...] no depende de las características sociales de los hablantes, sino de su estrecho contacto entre ellos, con independencia de su posición en la jerarquía social, resultado de una elección voluntaria e individual (2002: 99).

En ese sentido, las expresiones que surgen en las relaciones de pareja se producen en uso cotidiano y tiene incorporada una serie de connotaciones afectivas o cariñosas, justificadas en la simetría entre los implicados.

 

4. CLASIFICACIÓN DE LAS FTN

Las características de las FTN empleadas por los jóvenes en su lenguaje, para apelar a las personas con quienes establecen diversas relaciones amorosas, se deben a la manera como aquéllos conciben este tipo de relaciones; así, en las FTN utilizadas por ellos, se ve una clara sustitución del sistema que marca relaciones de jerarquía por otro igualitario, basado en la solidaridad (Molina, 2002: 99) y en la intimidad que se establece en los intercambios comunicativos propios de este sociolecto. En las relaciones de pareja, estas FTN se fundan en formas de intimidad, las cuales adquieren matices distintos, atendiendo al rasgo que se alude sobre el referente o al valor semántico-pragmático que se intente indicar, y no necesariamente a la presencia o a la ausencia de dicho referente. Así, en el trato directo a la pareja, por lo general surgen apelativos cariñosos y también algunas expresiones insultantes9 que en este contexto cobran valor afectivo, mientras que cuando se habla de la pareja (denominaciones)10 aparecen palabras y expresiones que, en ocasiones, no dan claridad sobre el tipo de vínculo que se tiene.

Carricarburo (1997) clasifica las FTN en denotativas y connotativas, donde la forma denotativa por excelencia es el nombre propio (NP). No obstante, no se puede excluir a primera vista que el nombre propio también pueda connotar; por ejemplo, entre las jóvenes de Medellín de estrato medio y bajo, en ocasiones se le atribuye un nombre de mujer (por ejemplo, Natalia) a un referente masculino, lo cual atiende a una estrategia discursiva por parte de estas hablantes, en donde se tiene la intención de ocultar el referente real de la conversación.11 En esta situación, que encontramos entre los jóvenes de Medellín, el NP no denota el referente que nombra, sino que connota uno distinto.

En esta investigación, el NP aparece relegado frente a otras FTN que expresan mayor contenido de afectividad, ocupando el tercer lugar entre las FTN que utilizan los jóvenes de Medellín para apelar a la pareja. Además, el NP sólo surge como FTN en los estratos bajo y medio, en donde el uso que hacen los hombres y las mujeres del estrato medio del NP como tratamiento representa el 73,9%, frente al 26,1% en el estrato bajo. En los jóvenes de estrato alto no se encuentra el NP como tratamiento para la pareja.

Por otro lado, las FTN connotativas, aparte de la función apelativa que tienen, indican distintos matices, entre los cuales están las relaciones de familiaridad, afectividad, rasgos físicos o morales, y procedencia étnica o racial (Carricarburo, 1997: 50). En términos generales, las FTN halladas en las relaciones de pareja de los jóvenes de Medellín son connotativas e indican afectividad.

 

5. VALORES SEMÁNTICO-PRAGMÁTICOS DE LAS FTN

En los estudios revisados se considera que las FTN están desprovistas de cualquier rasgo semántico (Arcelus, 1980; Flores, 1954; Fontanella, 1999) y que, por el contrario, son elementos propios del uso lingüístico, del nivel pragmático; de ahí que gran parte de estos estudios (Osorio, 1975; Fontanella, 1999; Molina, 2002) se interesen por resaltar las FTN como estructuras marcadoras de solidaridad, intimidad y de distancia social. Sin embargo, más allá de que las FTN puedan ser elementos principalmente pragmáticos, en la medida en que tienen una finalidad específica (apelar al interlocutor), no se puede descartar de manera absoluta que se dé lo semántico en ellas; por lo menos habrá que reconocer una relación semántico-pragmática en las FTN. En ese sentido, a continuación describimos las características semántico-pragmáticas presentes en las FTN, así como los elementos que intervienen en el establecimiento de dichas características.

Como hemos visto, las FTN poseen un contenido variado; de ahí que los significados que expresan también sean diversos, al igual que los sentidos pragmáticos que pueden indicar. Así, encontramos tratamientos que manifiestan cualidades que, como señalamos antes, puede poseer o no la persona. De igual forma, hay tratamientos valorativos que tienen, por lo general, un valor exaltativo, y los hallamos principalmente en las relaciones de noviazgo. Mientras que las FTN que incluyen un valor exaltativo se restringen a este tipo de vínculo afectivo, es muy poca la presencia de ellas en otro tipo de relaciones, como las de amantes, en las que generalmente se emplean denominaciones que indica un sentido peyorativo (Moza, gata, potra, etc.). Sólo algunas interjecciones,12 como ¡papazote!, ¡mamazota!, ¡cosita rica!, ¡cosota!, etc., son utilizadas en relaciones distintas al noviazgo (relaciones de amantes); sin embargo, conservan su sentido exaltativo.

5.1 Valor calificativo (rasgos físicos)

En los ejemplos seleccionados para las FTN denotativas y connotativas, se evidencia que en el ámbito de las relaciones de pareja cualquier palabra sirve como FT, pues en este contexto casi todas las expresiones que se usan tienen carácter afectivo. Algunas de ellas, que se emplean en principio con un matiz diferente (rasgos físicos, procedencia), han adquirido una carga de afectividad que en la mayoría de los casos han opacado el matiz inicial. Esto ha acontecido con FTN como gordo, gorda, flaco, flaca, chiquita y negrita, donde el matiz físico o de procedencia racial no es lo principal, sino el componente afectivo que connotan, pues estos tratamientos se les atribuyen a personas que por lo general no están caracterizados por dichos rasgos.

Es el caso de gordo-a. En esta FTN calificativa se toma como punto de partida una cualidad física de la persona. Sin embargo, este tratamiento casi nunca está motivado por dicho rasgo físico, pues el aludido o la aludida no necesariamente cuentan con él como algo característico. A partir de este tratamiento se apela a la persona con la que se tiene una relación de noviazgo. Además, esta FTN, a pesar de presentar flexión de género, es usada principalmente por mujeres, pues cuando es utilizada por los hombres indica un sentido peyorativo (obesidad). Aunque en el corpus encontramos esta FTN dirigida a mujeres, sin embargo, por lo general, presenta una variación fonética (gonda), que sirve como marcador de afectividad (''Gonda, ¿vas por el video o sacas las copias?'' –Conversación espontánea–). Cosa distinta ocurre con la FTN flaco-a, donde el interlocutor es designado y apelado mediante la alusión de una característica física que necesariamente posee y es usado indistintamente por hombres y mujeres.

Hay otras FTN en las que se evidencia la violación de la máxima conversacional de cualidad: ''que tus aportaciones sean verdaderas'' (Grice, 1983:109), como es el caso de los tratamientos feo-a, en los que el hablante no indica una característica de su pareja, sino que por el contexto y por la relación de intimidad que se ha establecido entre el hablante y su interlocutor (pareja), se expresa un significado totalmente distinto y un sentido afectivo, los cuales son interpretados en la misma dirección por el oyente. Aquí vuelve a desempeñar un papel significativo la selección de supuestos determinada por un contexto particular y que permite que el oyente pueda hacer una interpretación relevante.

5.2. Valor exaltativo

En las FTN utilizadas por los jóvenes de Medellín encontramos tratamientos que indican, por sí mimos, un valor exaltativo, como por ejemplo, cielo, mi vida, corazón, princesa, reina, tesoro, amor, mi cielo, pues los sustantivos que se emplean allí indican importancia o reconocimiento.

Es el caso de ''Mi amor'', tratamiento con alta frecuencia de uso entre los hablantes de ambos sexos. En esta FTN se presenta un proceso de ampliación léxica, en donde la connotación (significación) que adquiere, es producto de una relación metonímica, es decir, se establece una relación de contigüidad que sirve para expresar nuevos significados. Según Ullmann (1967: 248), un rasgo interesante de la metonimia es que tiende a dar, a las palabras abstractas, un significado concreto; por ejemplo, el nombre de una cualidad puede representar a la persona que la posee. En el caso analizado, la metonimia radica en que la palabra amor, que indica un concepto abstracto, denota un referente concreto (una persona). Este tipo de connotación lo encontramos también en FTN como mi vida, mi cielo, mi linda, mi lindo, mi bella, tal como se muestra en el siguiente ejemplo: ''Mi vida, cogé estas [maletas] también'' (Conversación espontánea).

La comprensión del proceso metonímico operante en estas FTN sólo es posible desde el análisis de sus estructuras sintácticas. En ese sentido, cabe resaltar que estas FTN presentan una estructura similar: pronombre posesivo + nombre. Aquí, cada uno de los componentes cumple una función determinada: por una parte, el adjetivo expresa una cualidad o la entidad abstracta con la que se compara el referente, mientras que la presencia del pronombre posesivo antes de la FTN le da el carácter de concreto o de un referente material a esas cualidades o entidades que señala el adjetivo.

Sin embargo, hay que señalar, además, que tenemos una serie de FTN que, aunque no aparecen junto a un pronombre posesivo, expresan su connotación también mediante procesos metonímicos, como por ejemplo: linda, lindo, cariño, amor, preciosa y guapo. En estas FTN, el nombre de una cualidad (concepto abstracto) representa a la persona que la exhibe (linda, lindo, preciosa, guapo) o la suscita en el interlocutor (amor, cariño).

En una gran proporción, las FTN que enuncian su significación mediante procesos metonímicos aparecen precedidas del posesivo mi; sin embargo, en ocasiones éste puede seguir al sustantivo. Entre los jóvenes, en este tipo de construcción no se hace una exaltación, sino que se indica un sentido humorístico. Es muy recurrente que en las situaciones coloquiales de comunicación se establezcan juegos lingüísticos que buscan criticar algunas formas de habla de un grupo o una persona específica; en este caso, amor mío, cielo mío, vida mía, representan una forma literaria que no concuerda con el contexto de uso, correspondiente a una situación coloquial. Considerando el vínculo de intimidad entre los hablantes y los contextos informales en que se recogió la información, la estructura amor mío carece de adecuación pragmática, lo cual provoca el sentido humorístico que incluye.

Este tipo de juegos con efectos humorísticos se ve con más claridad entre los hablantes de estratos altos y bajos: en reiteradas ocasiones, los primeros toman palabras usadas por los segundos, o imitan las características fonéticas de éstos para producir un efecto humorístico entre sus interlocutores. Lo mismo hacen los hablantes de estratos bajos, quienes también con intención humorística o de burla, imitan los términos o la cadencia tonal que caracteriza el habla de los estratos altos. Éste es un fenómeno en el que los medios de comunicación (televisivos y radiales) han influido en gran medida, pues muchos programas humorísticos de estos medios caricaturizan, precisamente, los rasgos fonéticos y léxicos de los hablantes de los estratos altos y bajos para producir efectos humorísticos y ganar audiencia.

Por otro lado, hay tratamientos que adquieren valor exaltativo a través de sufijos apreciativos, por lo general diminutivos, como en el caso de papito, cosita, mamacita.

Mamacita es una de las pocas FTN que se emplea fuera de las relaciones de noviazgo. En el proceso de derivación morfológica por el cual surge esta palabra aparecen, principalmente, dos características: la primera muestra que el término se forma mediante la interfijación; 13 en mamacita, aquélla se da porque aparece un interfijo –c– que une la base mamá con el sufijo de diminutivo -ita, en oposición a mamita, donde sólo aparece un proceso de derivación (sufijación). En la segunda tenemos una sufijación apreciativa que aporta información pragmática sobre la palabra, en la medida en que el diminutivo no actúa propiamente como tal, sino que da cuenta de una manifestación de afectividad dirigida al referente y cuya intención es hacer una exaltación de la persona a la que se dirige el tratamiento. Esto se muestra de forma más clara en el siguiente ejemplo:

Pao, mamacita, te adoro.
att: Carlos (Grafiti).

5.3. Valor de protección

De igual forma, hay tratamientos que aunque no expresan cualidad ni indican un valor exaltativo, expresan afectividad a partir de una marca de protección (Eguiluz, 1962: 219); es decir, encontramos FTN como niña, nene, bebé, niño lindo, niño, etc., en donde el apelativo cariñoso connota afecto y protección. Esta marca está presente en las relaciones de pareja, debido a que el tratamiento conserva el matiz que tiene inicialmente en las relaciones familiares, de donde es tomado. Veamos los siguientes ejemplos.

A: ¿Ya hiciste lo de la matrícula?

B: Sí, lindo, ya fui (Conversación espontánea).

C: Nayi, ¿trajiste el nombre de las pastillas?

D: Sí, nene, mirá (Conversación espontánea).

Lo que constatamos en los ejemplos anteriores es que estos apelativos cariñosos y protectores surgen espontáneamente en cualquier contexto; sin embargo, son las mujeres las que tienden a emplear FTN que indican protección, mientras que los hombres usan acortamientos del NP o una FTP.

Eguiluz (1962: 188) afirma que, por lo general, estos tratamientos con nota protectora son dirigidos a mujeres; sin embargo, en el caso de los jóvenes de Medellín la situación se presenta distinta, pues son las mujeres las que en un alto porcentaje tienden a utilizar este tipo de tratamientos. Tomemos dos ejemplos: el uso de tratamientos como bebé y nene en los hablantes representa el 40%, mientras que en las hablantes es del 60%. Así mismo, el tratamiento niña representa el 2,6 % de la muestra total, mientras que niño representa el 4,6%.

Por lo general, los sustantivos utilizados como FTN son usados tanto por hombres como por mujeres, debido a que en su gran mayoría son sustantivos variables, es decir, aceptan la flexión de género. Sin embargo, en aquellos nombres en los que no hay flexión de género, como en amor, cielo (sustantivos invariables), encontramos que tienen un mayor uso y mayor frecuencia de aparición entre las hablantes. Así, por ejemplo, del total de apariciones que tiene la palabra amor, el 35% corresponde a los hombres, mientras que el 65% a mujeres. Hay que recalcar, entonces, que no hay diferencias significativas a la hora de elegir una FTN u otra si se tiene en cuenta el sexo del hablante, pero sí hay mayor porcentaje de uso en mujeres.

5.4. Otros: FTN provenientes de la culinaria y zoología

Antes hemos indicado que, en las relaciones amorosas, cualquier palabra está sujeta a ser utilizada como apelativo para la pareja, si al hablante le parece cariñosa o le da sentido afectivo. Es por ello que en los tratamientos que utilizan los jóvenes de Medellín aparecen palabras relacionadas con la zoología, la botánica y la culinaria, que son empleadas como FTN y mediante las cuales los hablantes de ambos sexos expresan afecto a su pareja. Ejemplo de esto son los tratamientos pollito-a, bizcocho, capullo, caramelito, bombón, muñeco-a. Lo común a todas estas FTN es que se puede apreciar un auténtico isomorfismo entre dos áreas de la experiencia, es decir, son metáforas estructurales (Lakoff y Johnson, 2004), ya que animales, vegetales y cosas, considerados como dominios cognitivos, pasan a designar figuradamente las características físicas, psíquicas o morales de las personas, pertenecientes a otro dominio totalmente alejado. En definitiva, son metáforas explicativas o heurísticas que facilitan el conocimiento de una realidad a partir de otra más próxima, al tiempo que añaden una serie de connotaciones; en este caso hablaríamos de un sentido de afectividad. Sin embargo, las palabras tomadas de estos campos para ser usadas como FTN tienen poca representatividad entre los jóvenes de Medellín, pues sólo representan el 3,2% de la muestra total considerada.

5.5. Consideraciones generales sobre los valores semánticopragmáticos presentes en las FTN

Teniendo en cuenta los niveles establecidos para el análisis de las FTN en el lenguaje juvenil de Medellín, en el caso de las relaciones de pareja hay FTN que expresan protección y representan el 16%; las FTN que tienen en cuenta rasgos físicos (calificativas), son el 13%, y los que tienen una significación pragmática y expresan valor exaltativo, el 43% (véase figura 1). De igual forma, encontramos una serie de tratamientos, que hemos llamado ''otros'', constituida por metáforas estructurales que toman palabras de la zoología y la culinaria, que representan un 13%.También tenemos la presencia del NP como tratamiento para la pareja con un 15% de uso. El NP aparece relegado por las demás FTN que se consideran más cariñosas.

 

 

6. CONCLUSIONES

En las FTN podemos encontrar una serie de valores semánticos inherentes, la mayoría de ellos justificados en procesos de metaforicidad; sin embargo, esta serie establece una relación con lo pragmático. Estos valores dependen, en gran medida, de las valoraciones que los hablantes hacen de las diferentes situaciones a las que se enfrentan y de los vínculos que establecen con sus interlocutores, donde el contexto cumple un papel relevante, sobre todo en los procesos de comprensión e interpretación de metáforas. Es decir, las metáforas presentes en algunas FTN despiertan y configuran un entramado de relaciones que constituye el contexto desde el que deben ser entendidas. Así, la interpretación de algunas FTN está sujeta a diversos factores contextuales, en los que los presupuestos establecidos entre los hablantes cobran gran relevancia, debido a que se pueden establecer algunas anomalías semánticas que se solucionan únicamente si se conocen todos los elementos contextuales que aparecen como determinantes; un ejemplo es la FTN feo-a.

En las FTN hallamos diversos valores semántico-pragmáticos que dan visos de los rasgos semánticos considerados en la construcción de las metáforas subyacentes en ellas. Entre estos valores, tiene un amplio predominio el valor exaltativo, lo cual se debe a que las FTN estudiadas se restringen al ámbito de las relaciones de pareja. En ese sentido, más allá de que las FTN se produzcan a partir de diferentes aspectos, que van desde la consideración de rasgos físicos hasta la construcción de metáforas que toman palabras de otros campos diferentes a las relaciones de pareja, todas ellas tienen características e intenciones similares: apelar al interlocutor o manifestar afecto, ya sea a través de recursos morfológicos, como la sufijación apreciativa, los acortamientos, o connotando, ya a través de las FTN que emplean matices de protección, valoración o exaltación del referente (de la pareja).

En muchos casos, la significación afectiva de las FTN en el ámbito de las relaciones de parejas se debe a que los nombres comunes pasan de desarrollar una función denominativa, a ejercer una función apelativa, y a que, igualmente, ese cambio de papel implica también el desplazamiento de un campo semántico a otro. Es decir, en la mayoría de los casos, el paso de los nombres comunes de

una función denominativa a una apelativa (vocativos) implica un proceso de metaforicidad, donde los nombres comunes adquieren nuevos valores semánticos que logran aclarar su significación atendiendo a consideraciones contextuales. La aparición de estos valores semánticos y comunicativos vehicula, además de una carga semántico-afectiva, una determinación contextual y una recategorización del sistema de creencias de los hablantes, a partir del establecimiento de relaciones semántico-pragmáticas.

Cabe resaltar también que en las FTN, en relación con el género de los hablantes, no aparecen diferencias significativas a la hora de utilizar una determinada FTN, pues la gran mayoría de éstas son usadas tanto por hombres como por mujeres, debido a que proceden de nombres comunes (sustantivos) variables. Sin embargo, en aquellas FTN en las que no aparece la flexión de género, encontramos que tienen mayor frecuencia de aparición y de uso entre las hablantes. En cuanto a la relación entre FTN y estrato social, no hay diferencias significativas entre un estrato y otro, lo cual está justificado en el hecho de que todos los datos fueron recogidos en el campo de las relaciones amorosas, donde predominan vínculos de intimidad marcados por palabras cargadas de distintos valores semántico-pragmáticos. Sin embargo, hay que decir que sí surgen algunas FTN que son propias de un estrato específico, como ñompira y caravanita, que sólo se pronuncian en los estratos bajos.

Por último, la presencia de neologismos en las FTN es bastante reducida, pues, por lo general, los hablantes utilizan expresiones de la lengua general para manifestar afecto a la pareja, aunque, como hemos indicado, en aquéllas hay fuerte aparición de metáforas y metonimias.

 

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* Recibido: 30-03-2008
Aceptado: 25-07-2008

 

 

NOTAS

1 Este artículo es un producto derivado de la investigación ''Denominaciones para la pareja en el lenguaje coloquial de los jóvenes de Medellín'', investigación aprobada por el CODI, Universidad de Antioquia. El artículo ha sido elaborado entre los meses de enero y marzo de 2008.
2 Los materiales de investigación y algunos aspectos considerados en el estudio sobre FTN en el habla juvenil de Medellín han sido tomados de la investigación ''Denominaciones para la pareja en el lenguaje coloquial de los jóvenes de Medellín'', en la cual las FTN constituyen sólo un apartado.
3 No está de más recordar la incidencia que tiene el factor socio-cultural tanto en la aparición y uso de las FTN y en la movilización de las FTP. Para ampliar sobre estos aspectos, véanse: Molina (2002), Kebrat-Orechioni (1992).
4 Siguiendo la división que propone Ullmann (1967) sobre las ramas de la lingüística, ubicamos en el nivel léxico el componente morfológico y semántico que incluye nuestro análisis.
5 Según Labov (1996), la sociolingüística no requiere manejar un gran número de informantes debido al principio de homogeneidad lingüística: la conducta lingüística de los hablantes es bastante homogénea.
6 La distribución de los seis estratos en estrato alto, medio y bajo se debe a que consideramos que no hay una clara diferencia entre las condiciones económicas y sociales de los estratos que se incluyen en una misma categoría.
7 Entendemos por ''lo lingüístico'' aquello que ''implica todas las manifestaciones del lenguaje humano [...] teniendo en cuenta no solamente el correcto y 'el bien hablar' sino todas las formas de expresión'' (Saussure, 1945: 46). De igual forma, ''lo lingüístico'' se refiere a un análisis riguroso de los fenómenos que tienen presencia en la lengua (Simone, 2001: 1).
8 La metaforicidad se concibe como la capacidad para proyectar modos de referirnos a las cosas del mundo y a las valoraciones que hacemos sobre ellas. Cuando abordamos el tema de la metaforicidad, se pone en juego una relación entre el nivel semántico y el nivel pragmático. Así, la situación comunicativa en la que una metáfora irrumpe es la base para su comprensión, pues toda situación comunicativa produce un contexto específico dentro del cual adquiere su significación específica. La metáfora sólo es comprensible desde la situación pragmática general y no como mera combinación de campos semánticos. Para ampliar sobre este aspecto, véanse: Lakoff y Johnson (2004), y Ullmann (1967).
9 Según Carricarburo (1997: 52), los adolescentes suelen utilizar términos injuriosos sin querer provocar este efecto, por lo cual estos términos se van vaciando, poco a poco, de sentido.
10 Algunos estudios –como el de Osorio (1975) y el de Arcelus (1980) – intentan hacer una distinción entre FTN vocativas y narrativas, teniendo en cuenta la presencia o ausencia del referente. Sin embargo, reconocemos las FTN como elementos extraoracionales que se utilizan para apelar al oyente. Lo que otros estudios definen como FTN narrativas, aquí las hemos definido como denominaciones, en la medida en que no cumplen una función apelativa, sino denominativa. Sobre el concepto y clases de FT y FTN, véanse: Molina (2002) y Carricarburo (1997).
11 Constatamos en este ejemplo la importancia que tiene el conocimiento compartido entre los hablantes en el contexto de las relaciones de pareja, pues son estos supuestos los que, en reiteradas ocasiones, facilitan la aparición de una nueva denominación o una nueva FTN.
12 Según Eguiluz (1962: 219), las interjecciones pueden desempeñar en ocasiones la función de FT e indicar gran significación.
13 Según Lang (1992: 26), los interfijos son elementos átonos y carentes de significado propio, ubicados entre el radical y el sufijo de ciertos derivados.

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